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Seminario Teológico Autónomo

Hatillo, Puerto Rico

Evangelizando a una persona que no cree en Dios

Por: William Soto Jiménez


28 de marzo de 2022
Rvda. Omayra Vega
Curso: Introducción a la Apologética
I. Introducción:

a. Luego de un encuentro con una amiga y retomando conversaciones se


descubre que ella asegura no creer en Dios. Esta amiga te siempre
repite: “¡Dios no existe!”. Y a ti esto te duele tanto como si alguien te
golpeara con un látigo. Estás luchando por tu alma y por tu propia vida. Lo
has entendido bien: si no existe el Dios vivo y Todopoderoso, que es más
fuerte que la muerte, entonces la muerte es el único dios todopoderoso.
Entonces, todas las criaturas vivas del mundo son simples juguetes entre
los garras de la todopoderosa muerte, como un ratón en las garras de un
gato hambriento. Aso que quizás le dirías, Te equivocas, como lo haría un
malhechor al decir: “No hay bondad en este mundo”. Talvez en él no haya
bondad, pero en el resto del mundo seguramente sí la hay. Así, debería
decir: “Yo no tengo bondad”. También tú, amigo, te equivocas cuando
dices que Dios no existe. Porque, si tú no tienes algo, no significa que
nadie más lo tenga o que no exista. ¿O es que alguien te dio la potestad
de hablar en nombre del mundo entero? ¿Quién te otorgó el derecho de
señalar a todos de tu propia enfermedad y de atribuir a todos tu propia
debilidad? Sin embargo, si dices: “Yo no tengo a Dios”, estarás hablando
con la verdad y dando testimonio por ti mismo, porque han existido y
siguen existiendo personas excepcionales, pero que en verdad no tienen a
Dios.

Es entonces qué se piensa, qué se debo hacer.

b. ¿Cómo puedo ayudar y evangelizarla?

1. Existen muchas maneras de compartir el Evangelio con ella.


2. Ayúdala motivado por el amor.

3. Sé sincero y franco en tus acciones

4. Respeta su albedrio y opiniones

c. ¿Cómo puedo evangelizar a alguien que no cree en Dios o niega su


existencia?

Es importante identificarnos como cristianos. Los demás deben saber

que seguimos a Cristo, no para creernos superiores a los demás, sino para

que vean a Jesús por medio de nosotros. Esto quiere decir que debemos

cuidar nuestras palabras y acciones.

Nuestro testimonio del día a día es el que convence a los demás que

seguir a Jesús no es una religión, sino una relación. Pero también

debemos compartir nuestra fe con nuestras palabras. Ambas van de la

mano y no se puede separar la una de la otra. Nuestro testimonio

respalda nuestras palabras y nuestras palabras reafirman nuestro

testimonio.

Compartir nuestra fe puede resultar todo un desafío cuando la otra

persona no cree en la existencia de Dios. Uno de los errores más

frecuentes que se comete en este tipo de situaciones es adoptar una

posición defensiva y de ataque. Lo primero que hacemos es atacar a la


otra persona y presentarle una lista de argumentos que prueban que está

equivocado. El problema con esta actitud es que, en lugar de crear

puentes de comunicación, construye muros que nos impiden llegar a esta

persona. Para compartir a Jesús de manera efectiva, debemos tomar en

cuenta lo siguiente; Nuestro comportamiento habla por nosotros, pero eso

no significa que nuestra boca debe callar, y recuerde, sin oración no hay

resultados, es importante preparase, no es necesario ser perfecto y

recuerde que todo tiene su tiempo, asi que cuide que decir y en que

momento.

II. Desarrollo
a. La forma en que comparta el Evangelio con ella debe girar solo en

la razón o razones por las que ella NO cree en Dios. Se debe recordar que

algunas personas nunca tuvieron una crianza de fe ni religiosa y a su vez

otras estan predispuestas a creer, y a desarrollar la fe a medida que

aprenden la forma correcta de orar y escudriñar las escrituras, sin embargo

existen personas que en algún momento creyeron en Dios, pero tuvieron

pruebas y situaciones en su vida personal o familiar que hicieron que

dejaran de creer o disminuyera su fe. Es por esto que se debe tener claro

cuál es la situacion o postura que lleva a esa amiga a No creer. Se debe

orar para ser dirigido por el Espíritu Santo al hablarle y ayudarla.


b. Se puede tener tal vez una idea sobre sus creencias al conversar sobre

que le inspira y cuáles son las cosas más importantes para ella,

básandose en lo que tienen en común. Por ejemplo, si ella piensa que el

servicio es buena idea, entonces invitala a alguna actividad de servicio en

la calle, o sea culto evangelístico. A pesar de que ella en este momento no

cree, sigue siendo una buena persona. A medida que sigas al Espíritu,

continúa invitándola luego a la Iglesia y a que conozca porque Dios es

importante en tu vida, creyendo que un día ella estará dispuesta a creer en

Dios.

El Espíritu Santo es quien se encarga de convencer a las personas de sus

pecados (Juan 16:7-11). Por tal razón es primordial que dediquemos un

tiempo para orar por las personas antes, durante y después de hablarles

sobre Jesús. Nosotros podemos ser un instrumento por medio del cual

Dios actúa, pero por nuestras propias fuerzas no podemos hacer nada.

Cuando oramos, Dios nos da la sabiduría y el discernimiento que

necesitamos. Así que debemos orar por ella y así también mostramos

nuestro ejemplo de amor y que Él existe y nos ama. Sé un ejemplo de

Cristo en todo lo que haces entonces te sorprenderás. Las acciones dicen

más que cualquier palabra, por ello Lidera y enseña mediante el ejemplo.
c. Ser perfecto no es uno de los requisitos para compartir nuestra fe. Dios

puede utilizar a cualquier persona para impactar la vida de los demás,

incluso cuando él o ella lo crea imposible. Lo único que Dios pide es

nuestra disposición y buena voluntad. Al entender esta verdad podemos

hablar a otros sobre Jesús y admitir libremente que ser cristianos no nos

hace perfectos, sino perdonados. Si esa amiga no cree en Dios se le

puede hablar de la naturaleza porque toda ella testifica que Dios existe.

También orar por ella y estudiar las Escrituras con ella, por ejemplo,

Salmos 19.1. Sé que el Espíritu Santo la ayudará a recibir un testimonio de

nuestro Padre Celestial.

III. Conclusión

a.El Evangelio se puede compartir de muchas maneras. En primer lugar,

ora y ayuna por ellos para que su corazón sea receptivo al Evangelio.

Luego, en una próxima ocación que estés con ella, mencionale temas que

la conduzcan a una conversación sobre el Evangelio y asegúrate de

invitarla nuevamente a la Iglesia y a actividades, pero sobre todo, sé


amable y empático probablemente algún día logres, inclusive que reciba el

Bautismo en aguas.

b.El Evangelio cambia la vida de las personas de eso debemos estar

seguros, ya que somos testimonio de ello. La única forma en que se puede

compartir de forma efectiva con ella porque sientes que Dios existe, esto a

traves de vivencia y testimonios propios. Por ejemplo, en los milagros

propios experimentados y que ahora experimentas por el simple hecho de

levantarte cada día a una nueva oportunidad de vida. El ejemplo que se le

de será de gran testimonio sobre la felicidad sentida por conocer a Dios y

vivir en fe su Evangelio. Recordar porqué se desea que ella crea en Dios

es de suma importancia para lograr el objetivo de evangelizar.

No se comparte esto con las personas porque se desee que sean

miembros de la Igleisia, sino que se hace porque verdaderamente son

nuestros hermanos. ¿Por qué entonces deseamos que esa amiga y otros

crean en Dios? Se debe siempre tener presente esta pregunta, orar para

recibir fortaleza y convicción. Sé sincero y amable, y aún así podría decir

que no, se debe esperar y estar dispuesto a respetar su libre albedrío.

También cabe la posibilidad de que aún no este lista. Pero aún así no te

rindas, porque es tu amiga e hija del padre, con fe de que escuchará.


Luego de eso, es su decisión, y no se debe juzgar por la que tomen,

nuestro trabajo ya esta hecho y el resto le corresponde a Dios.

c. Se debe ser ejemplo para ella ayudándole a acercarse a Dios por medio

de experiencias personales, familiares y testimonio. Nuestra luz e

influencia, será el testimonio que ella está buscando para creer y así

ayúdarla a ver el amor que nuestro Padre Celestial y poderoso tiene y que

la incluye a ella también.

Se podría recapitular con este testimonio, cierta vez, perturbado, le dijiste a

tu pobre amiga: “¡Dios existe… tú no existes!”. Y no te equivocaste, porque

aquellos que se apartan del Eterno Dador de vida, en este mundo, serán

separados de Él también en la vida futura. Así, no conocerán, ni aquí ni en

la eternidad, al Creador de todas las criaturas. Y es que apartarse de Él es

peor que no existir.

Respondiendo Jesús, dijo: “¿Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta

cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?

Traédmelo acá.” Mateo 17:17

Si yo estuviera en tu lugar, le diría también esto a aquella persona:


«Te equivocas, amigo, cuando dices que Dios no existe. Lo correcto sería

que dijeras: “Yo no tengo a Dios”, porque, como puedes ver, quienes te

rodean sí sienten a Dios, y por eso dicen: “Dios existe”. Luego, el asunto

no es que Dios no exista, sino que tú no lo tienes.

Te equivocas, como lo haría un enfermo al afirmar: “No existe la salud en

el mundo”. Ciertamente, debería decir: “Yo no tengo salud”, pero, al

sostener que “no existe la salud en el mundo”, miente.

Recuerda que todo tiene su tiempo, la Biblia dice que todo tiene su

tiempo, esto se aplica en todas las áreas de la vida, incluyendo en el

evangelismo. Hablar sobre Jesús es como sembrar una semilla. El tiempo

varía para que cada planta crezca y no podemos esperar los mismos

resultados en todos los casos. Hay personas que están más abiertas a

recibir a Jesús en sus vidas de inmediato, pero hay otras a quienes les

toma más tiempo ver su necesidad de un Salvador. Es por ello que

debemos ser pacientes, perseverar en la oración y esperar el tiempo de

Dios.

“Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al

horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?”. Mateo

6:30
Bibliografía:

https://www.pravoslavie.cl/es/la-mejor-respuesta-para-alguien-que-no-cree-

en-dios/

https://cvclavoz.com/blog/inspiracional/como-evangelizar-a-alguien-que-no-

cree-en-dios/

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