Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
del Deporte
contemporáneo
Objetivos de aprendizaje
Los objetivos que se pretenden alcanzar en este recurso son los siguientes:
Importante
Es necesario tener presente que existe una notable diferencia entre los
deportes tradicionales o pre-modernos y el deporte moderno que se integra
en nuestra sociedad durante los siglos XIX y XX.
El origen y desarrollo del deporte en Inglaterra se inserta dentro del periodo histórico
que conocemos como “Revolución industrial” (1775 en adelante). La transformación
industrial no solo provocó el crecimiento de los núcleos urbanos, sino que también
trajo consigo cambios técnicos en la agricultura que proporcionaron más alimentos con
menos mano de obra. Esto permitió y alentó un cambio demográfico masivo de
personas del campo a la ciudad y al mismo tiempo un aumento en la población mundial.
Todos estos elementos afectaron de forma directa al desarrollo del deporte.
Este proceso se inicia desde los grupos sociales más privilegiados: principalmente la
aristocracia y la alta burguesía, sectores de la sociedad que tenían una mejor posición
económica y disfrutaban de tiempo de ocio. Con el paso de los años, algunas de estas
actividades deportivas y de ocio se irán filtrando hacia las clases populares. Serán estos
grupos privilegiados de la sociedad quienes generen importantes cambios culturales y
de mentalidad, fundamentales para poder entender el motivo del origen inglés del
deporte contemporáneo. Conceptos como el de deportista amateur, la imparcialidad,
el fair play o incluso el récord; valores como el de la competitividad, el trabajo en
Desde el siglo XIV se tiene constancia en toda Gran Bretaña y en el noroeste de Francia
de la práctica del denominado, en inglés, folk football (o mob football), y, en francés,
soule (o choule). Estas actividades desarrolladas por las clases populares que
terminarán dando origen a deportes como el fútbol y el rugby, tenían un fuerte
contenido de violencia en su práctica y con un número muy reducido de reglas que
Durante los años veinte y treinta del siglo XIX estos primitivos juegos de fútbol tendrán
que luchar contra varios factores que amenazaban su futuro. A la pérdida de espacios
ocasionada por el cerramiento de los terrenos comunales y la aceleración de la
urbanización provocada por el desarrollo industrial que vivía el país, se unirá que
también será visto con gran preocupación la acumulación de grandes grupos de
personas de las clases populares en los espacios públicos, haciendo peligrar el
mantenimiento del orden en estos lugares. Todas estas influencias hacen que
prácticamente a la altura de 1850 este tipo de deportes tradicionales hubiese muerto,
sobreviviendo en muy pocos lugares (Correia, 2019).
Desde el siglo XVIII los alumnos de las public schools británicas -instituciones
educativas privadas reservadas a la aristocracia-, practicaban frecuentemente y de
forma libre estas actividades populares de protofútbol. El objetivo de estas
instituciones era el de educar a los hijos de la alta sociedad en el carácter moral, la
autoconfianza y el liderazgo social, tres valores imprescindibles para el gentleman de
la época victoriana.
A finales del siglo XVIII estas instituciones se vieron agitadas por frecuentes
sublevaciones de alumnos. Era imprescindible una reforma que trasformara la deriva
Los educadores descubren en estos juegos una herramienta ideal para disciplinar a sus
alumnos y forjar el carácter de los futuros líderes del Imperio británico, con valores
como la cooperación, la confianza en el compañero y el carácter competitivo. La
práctica de estos juegos físicos codificados se vuelve prácticamente obligatoria en la
totalidad de las public schools (Holt, 1989).
Cada escuela comenzó a definir unas reglas y estilos de juego, surgiendo algunas como
Rugby, Marlborough y Cheltenham que favorecían el juego con la mano, frente a otras
instituciones que se decantaban por el golpeo con el pie, entre las que sobresalen las
de Eton, Westminster, Charterhouse o Shrewsbury. A su vez, los antiguos alumnos una
vez terminados sus estudios creaban nuevas sociedades futbolísticas, adoptando los
estilos de las public schools en las que habían estudiado. Así ocurrirá con el primer
club de fútbol, el Sheffield FC, que nació en 1857 fundado por los antiguos alumnos de
la Sheffield Collegiate School. Los problemas que originaban los diferentes estilos a la
hora de los enfrentamientos entre escuelas y clubes, provocaron la búsqueda de
acuerdos para la adopción de un conjunto de reglas comunes.
Como señala Dave Russell (2007), el número de clubes aumento rápidamente por toda
Inglaterra, del mismo modo que el número de los espectadores que acudían a los
estadios. Pero los factores intrínsecos que permitieron convertir al fútbol inglés en un
deporte de masas se deben buscar en el gran número de cambios sociales, económicos
y tecnológicos que tuvieron lugar desde mediados del siglo XIX en este país. Factores
como la aparición de una importante red de ferrocarril, el aumento y expansión de la
prensa, e incluso del abaratamiento del sistema postal, fueron fundamentales para la
integración en el tejido social del fútbol junto con otros dos elementos de vital
importancia:
Desde la década de los setenta comenzaron a aumentar los grupos de trabajadores que
pudieron disponer del sábado por la tarde, repercutiendo en el desarrollo de una
cultura deportiva en estos enclaves urbanos. Del mismo modo, es indudable que una
cierta estabilidad económica en algunos sectores, favoreció el desarrollo del deporte
y de los espectáculos de entretenimiento en general.
• Parroquias. Cerca de un 25 por ciento de los primeros clubes que surgen en estos
años tendrán unos fuertes lazos de cercanía con parroquias. Clubes como el
Blackpool, Bolton, Everton, Barnsley o Southampton nacen de las iglesias y
parroquias de los barrios. Muchos de estos primeros clubes cercanos a centros
religiosos, se encuadrarán dentro de lo que se denominó la Muscular Christianity,
o la filosofía que abogaba por una conjunta regeneración moral y física de la
juventud trabajadora, al entender que el cuerpo humano era un regalo del Señor
que debía cuidarse. Estos sacerdotes fomentarán dentro de sus comunidades el
ejercicio físico formando grupos deportivos y equipos de fútbol, al mismo tiempo
que este reclamo les servía como herramienta ideal para realizar una clara labor
de proselitismo religioso entre los jóvenes.
• Los pubs o public house ingleses han representado un papel de primer orden en
la vida diaria de los estratos más populares, siendo también protagonistas en el
origen de un gran número de clubes de fútbol. Estos clubes que surgen en los
pubs, estarán íntimamente ligados con los barrios en donde residen sus
componentes. Los equipos de barrio serán uno de los principales factores que
permitirán al fútbol expandirse a través del tejido social de las clases
trabajadoras, permitiendo el posterior transito al pasar del modelo de futbolista
gentleman al futbolista profesional.
A partir de los años setenta del siglo XIX se apreciará también en el fútbol un claro
proceso de especialización. Se incluirán nuevas reglas y actores como el árbitro, la
sanción de faltas y penaltis, así como a nivel táctico el fútbol se transformará del
tradicional dribbling game inglés con largas y alocadas carreras individuales de cada
jugador, con la única intención de tratar de llevar el balón a la portería contraria; al
passing game, popularizado por los escoceses en el que se buscaba el pase entre
compañeros creando el juego de manera ordenada.
Del mismo modo, también irán surgiendo diferentes líneas de demarcación dentro del
campo divididas en defensas, centrocampistas y delanteros. Entre 1870 y 1880 se
impondrá un módulo en el terreno de juego en el que, junto a los defensas, aparecía
otra línea más adelantada con tres centrocampistas, y finalmente cinco jugadores
realizando funciones de delanteros; había nacido el sistema en pirámide, el conocido
como 1-2-3-5.
Las elites sociales formadas en el espíritu amateur de las escuelas privadas que veían
el fútbol moderno una creación propia que les pertenecía, criticaron desde el inicio la
deriva hacia el profesionalismo que estaba tomando este deporte. El aumento de las
apuestas, la victoria como objetivo supremo, o la transformación de una actividad
placentera llena de virtudes morales en un mero trabajo, serán algunos de los
argumentos que se opondrán frente al profesionalismo.
Potencias imperiales entre el siglo XIX y el XX como Gran Bretaña (para el caso del
fútbol, rugby y cricket) y Estados Unidos (baloncesto y vóleibol) expandieron estos
deportes a lo largo de los cinco continentes. En algunos casos el deporte se utilizará
como herramienta de control social e imperial, pero en múltiples casos los deportes
modernos se difundieron a partir de la adopción de las élites locales de las prácticas
de las élites imperiales.
Para el caso del fútbol, entre 1871 y 1914, durante uno de los periodos de paz más
amplios que vivirá Gran Bretaña, este deporte conseguirá cruzar el Canal de la Mancha
logrando expandirse por la mayoría del territorio europeo, en un proceso en el que se
Podríamos caracterizar tres grandes vías en la difusión del deporte en general y del
fútbol en particular en Europa:
Referencias bibliográficas
Alabarces, P. (2018). Historia mínima del fútbol en América Latina. Madrid: Turner.
Correia, M. (2019). Una historia popular del fútbol. Gijón: Hoja de Lata.
Goldblatt, D. (2007). The ball is round: A Global History of Football. Londres: Penguin
Books.
Guttmann, A. (1978). From Ritual to Record: The Nature of Modern Sports. New York:
Columbia University Press.
Holt, R. (1989). Sport and the British: A Modern history. Oxford: Clarendon Press.
Russell, D. (1997). Football and the English: A Social History of Association Football in
England, 1863-1995. Preston: Carnegie Publishing.
Walvin, J. (2010). The People’s Game: The History of Football Revisited. Londres:
Mainstream Publishing.