Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I. Cabodevilla
RESUMEN
El ser humano necesita de los vínculos para crecer
y desarrollarse. Cuando algunos de esos vínculos se ABSTRACT
rompen, surge un periodo de gran intensidad emocio- The human being needs ties to grow and develop.
nal al que llamamos duelo. When some of these ties are broken a period of great
Si la pérdida es radical y definitiva, como en el intensity arises that we call mourning.
caso de la muerte, todas las dimensiones de la persona If the loss is radical and definitive, as in the case of
se ven afectadas (dimensión física, emocional, cogniti- death, all of the person’s dimensions are affected (the
va, conductual, social y espiritual) de tal manera que la physical, emotional, cognitive, behavioural, social and
persona se puede llegar a sentir incapaz de superarlo spiritual dimensions), to such an extent that the
y/o desarrollar un duelo patológico que requerirá la person can feel unable to overcome this and/or
intervención profesional para su recuperación. develop a pathological mourning that requires
Son muchos los factores que intervienen en el tipo professional intervention for recovery.
de duelo, como circunstancias de la muerte, relación Many factors intervene in the type of mourning,
con el fallecido, personalidad y antecedentes del such as circumstances of the death, relation to the
deudo y, el contexto sociofamiliar. deceased, personality, previous experience and the
Para el completo restablecimiento de una pérdida, socio-family context.
el deudo atravesará una serie de etapas o fases y debe- For there to be complete recovery following a loss,
rá realizar cuatro tareas fundamentales: 1. Aceptar la the person affected passes through a series of stages
realidad de la pérdida. 2. Expresar las emociones y el or phases and must carry out four basic tasks: 1.
dolor. 3. Adaptarse a un medio en el que el ser querido Accept the reality of the loss. 2. Express emotions and
está ausente. 4. Recolocar emocionalmente al fallecido pain. 3. Adapt to a setting from which the loved one is
y continuar viviendo. absent. 4. Emotionally resituate the deceased and
Palabras clave. Pérdidas. Duelo. Tipos. Interven- continue living.
ción. Key words. Loss. Mourning. Types. Intervention.
“Aprender a vivir es aprender a des- El dolor por la pérdida, por las pérdi-
prenderse”. das, es parte de nuestra condición huma-
na, de nuestra naturaleza, deuda de nues-
SOGYAL RIMPOCHÉ.
tra estirpe atada al tiempo y a lo fugaz.
El libro tibetano de la vida
y de la muerte. Considerar la muerte de una persona
querida como un tipo de pérdida, más que
verla como algo único y totalmente dife-
rente, nos va a permitir integrarla en un
INTRODUCCIÓN modelo más amplio de las reacciones
El ciclo vital de la especie humana está humanas.
marcado por una infancia prolongada que Podemos, pues, considerar que el
condiciona el desarrollo de una conducta duelo es producido por cualquier tipo de
compleja, en la que queda de manifiesto pérdida, y no sólo es aplicable a la muerte
que el ser humano es un animal sociable de una persona. Por lo tanto el proceso de
por necesidad, y no por elección. duelo se realiza siempre que tiene lugar
Siendo tan importantes para la persona una pérdida significativa, siempre que se
las relaciones sociales, cuando esos lazos pierde algo que tiene valor, real o simbóli-
afectivos se rompen por fallecimiento del co, consciente o no para quien lo pierde3.
ser querido a la que está vinculado, lo que
El médico paliativista Gómez Sancho4
se produce es un estado afectivo de gran
corrobora esta idea y señala: «la pérdida
intensidad emocional al que llamamos
no está forzosamente ligada a la muerte
duelo.
que, sin embargo, constituye el paradigma
La elaboración de las pérdidas es posi- del duelo. La muerte imprime al duelo un
blemente un tema central en la existencia carácter particular en razón de su radicali-
humana. dad, de su irreversibilidad, de su universa-
lidad y de su implacabilidad. Una separa-
A lo largo de la vida, desde el naci- ción no mortal deja siempre abierta la
miento como primera dolorosa separa- esperanza del reencuentro».
ción, bajo la influencia de nuestra cultura,
del bagaje genético, de nuestro medio Pangrazzi5 enumera una gran cantidad
social, influidos por nuestra historia per- de tipos de pérdidas que he condensado
sonal llena de datos biográficos, viajamos en cinco bloques:
a lo largo del ciclo de nuestra existencia,
1. Pérdida de la vida. Es un tipo de pér-
en un continuo discurrir de vínculos y de
dida total, ya sea de otra persona o
pérdidas1.
de la propia vida en casos de enfer-
Efectivamente, desde el propio naci- medades terminales en el que la per-
miento, como la primera dolorosa separa- sona se enfrenta a su final.
ción, la vida de cada uno de nosotros, de
2. Pérdidas de aspectos de sí mismo.
nosotras, es un continuo de pérdidas y
Son pérdidas que tienen que ver con
separaciones, hasta la última y probable-
la salud. Aquí pueden aparecer tanto
mente más temida, que es la de la propia
pérdidas físicas, referidas a partes
muerte y la de nuestros seres queridos.
de nuestro cuerpo, incluidas las
Todas las pequeñas o grandes separa- capacidades sensoriales, cognitivas,
ciones que vamos viviendo, no solamente motoras, como psicológicas, por
nos recuerdan la provisionalidad de todo ejemplo la autoestima, o valores,
vínculo, sino que nos van preparando para ideales, ilusiones, etc.
el gran y definitivo adiós.
3. Pérdidas de objetos externos. Aquí
Cada pérdida acarreará un duelo, y la aparecen pérdidas que no tienen
intensidad del duelo no dependerá de la que ver directamente con la persona
naturaleza del objeto perdido, sino del propiamente dicha, y se trata de pér-
valor que se le atribuye, es decir, de la didas materiales. Incluimos en este
inversión afectiva invertida en la pérdida2. tipo de pérdidas al trabajo, la situa-
nuestra supervivencia. Sin embargo, la dades. Los más habituales son: sentimien-
experiencia, el aprendizaje, la personali- tos de tristeza, enfado, rabia, culpa, miedo,
dad, y otra serie de factores externos, ansiedad, soledad, desamparo e impoten-
como pueden ser otros vínculos, moldea- cia, añoranza y anhelo, cansancio existen-
ran de forma individual la respuesta de cial, desesperanza, abatimiento, alivio y
duelo en cada individuo. liberación, sensación de abandono, amar-
Las emociones son parte del legado gura y sentimiento de venganza.
genético de nuestra especie, que permane- Voy a profundizar un poco más en algu-
cen en nuestras células. Y aunque somos no de estos sentimientos. Así, respecto a la
un todo interdependiente, podemos distin- tristeza, destacaremos que si antes de
guir distintas dimensiones de nuestro ser morir la relación con el ser querido se ha
que se verán afectadas de diferente mane- sanado y se ha podido expresar el afecto,
ra ante la experiencia de duelo. el manejo de la tristeza será menos com-
Todas estas manifestaciones que a con- plejo. Si no se ha podido expresar, todavía
tinuación vamos a señalar de manera estamos a tiempo de aliviar la pena
sucinta deben ser matizadas por el hecho mediante técnicas de visualización etc.
de que la expresión de duelo no es univer- Generalmente las penas compartidas en
sal, ni uniforme, ni homogénea, y posee un grupo de personas en duelo con situa-
diferentes matices, expresiones, ritos y ciones parecidas es un alivio. El remedio
comprensiones desde variables sociocul- más eficaz para la tristeza es el consuelo,
turales. que fundamentalmente habrá que buscar-
lo en el interior de uno mismo, de una
En efecto, nunca hay que olvidar que misma, sin menospreciar el que se recibe
las manifestaciones de duelo no son uni- del exterior por otros seres queridos.
versales, generalizables, sino que vienen
mediadas por la cultura en las que sucede. Si el origen de la tristeza está más bien
en que no dio tiempo a despedirse o a
De las manifestaciones externas del manifestarle a la persona difunta todo lo
duelo, señala Tizón19, no puede deducirse que significaba para el deudo, se le puede
la intensidad del dolor privado. sugerir a este que escriba una carta de
Veamos las vivencias más comunes en despedida. Una carta sincera, escrita
nuestro medio20: desde el corazón.
Dimensión física. Se refiere a las El sentimiento de culpa suele aparecer
molestias físicas que pueden aparecer a la con cierta frecuencia. Si la causa de la
persona en duelo. Sequedad de boca, culpa puede subsanarse en alguna medida
dolor o sensación de “vacío” en el estóma- mediante actos físicos o materiales, es
go, alteraciones del hábito intestinal, opre- buena idea estimular al deudo para que los
sión en el pecho, opresión en la garganta, realice.
hipersensibilidad a los ruidos, disnea, pal-
Quizás algún tipo de ritual en el que
pitaciones, falta de energía, tensión mus-
solicitamos el perdón del ser querido
cular, inquietud, alteraciones del sueño,
pueda aliviar. Relacionado con esta estra-
pérdida del apetito, pérdida de peso, mare-
tegia, si la persona es creyente, pedir per-
os. Algunas investigaciones han demostra-
dón mediante alguna oración, sabiendo
do que las situaciones de estrés están ínti-
que la persona difunta nos puede escuchar
mamente relacionadas con la
desde otra dimensión, puede dar buen
inmunodepresión y, por tanto, el organis-
resultado.
mo humano es más vulnerable a enfermar.
Y obviamente la muerte de un ser querido Nunca sobra en el trabajo de duelo, si
es una de las experiencias más estresan- aparece la culpabilidad, el intentar objeti-
tes. vizar los comportamientos, ya que en
Dimensión emocional. Aquí señalamos muchas ocasiones son más fruto de nues-
los sentimientos que el deudo percibe en tras autoexigencias que de la realidad.
su interior. Los estados de ánimo pueden Cuando el sentimiento predominante
variar y manifestarse con distintas intensi- es la rabia, deberemos entender que se
den llegar a pensar que no son nor- Aquí vamos a describir algunas formas
males o incluso que están desarro- de duelo más comunes.
llando una enfermedad mental. Duelo anticipatorio. Es un tipo de
• Un cierto número de personas nunca duelo en el que el deudo ya ha empezado
asume la pérdida con serenidad, aun- la elaboración del dolor de la pérdida sin
que haya transcurrido mucho tiempo que esta haya ocurrido todavía. Es una
desde la muerte de su ser querido, y forma de anticipar la pérdida que irreme-
compatibiliza sus sentimientos sobre diablemente ocurrirá en un corto periodo
la pérdida con una vida normal. Esto de tiempo. Este tipo de duelo es relativa-
se observa con más frecuencia en los mente frecuente cuando el ser querido se
casos de muerte repentina, acciden- encuentra en una situación de terminali-
tal o violenta, en los cuales se susci- dad, aunque no haya fallecido. Es una
tan con mayor facilidad sentimientos forma de adaptación a lo que va a llegar.
de injusticia, y es una reacción que Duelo crónico. El deudo se queda
no hay que asociar necesariamente a como pegado en el dolor, pudiéndolo
una patología. arrastrar durante años, unido muchas
• El afrontamiento de la pérdida de un veces a un fuerte sentimiento de desespe-
ser querido presenta un carácter ración. La persona es incapaz de rehacer
complejo que, en absoluto puede su vida, se muestra absorbida por cons-
verse reducido a la consecución de tantes recuerdos y toda su vida gira en
un desligamiento afectivo y mental torno a la persona fallecida, considerando
con respecto a la persona desapare- como una ofensa hacia el difunto restable-
cida. Es un hecho constatado que cer cierta normalidad.
muchas personas, aunque no nie- Duelo congelado o retardado. Se le
guen la muerte de la persona falleci- conoce también como duelo inhibido o
da, continúan hablando con ella pospuesto. Se presenta en personas que,
durante mucho tiempo, incluso en en las fases iniciales del duelo no dan sig-
ocasiones a lo largo de toda la vida, nos de afectación o dolor por el falleci-
sin que ello indique necesariamente miento de su ser querido. Se instaura en el
la existencia de una patología psíqui- deudo una especie de prolongación del
ca ni la detención de la recuperación. embotamiento afectivo, con la dificultad
Por el contrario, en la mayoría de para la expresión de emociones. En el
estos casos, tales manifestaciones de duelo congelado, a los deudos les cuesta
su vínculo con esa persona parecen reaccionar a la pérdida.
reconfortarlas y alentarlas a seguir Duelo enmascarado. La persona expe-
viviendo. rimenta síntomas (somatizaciones) y con-
ducta que le causan dificultades y sufri-
FORMAS DIFERENTES DE DUELO miento, pero no las relaciona con la
pérdida del ser querido.
La presencia o no de duelo patológico
se va a caracterizar, fundamentalmente, En este tipo de duelo, el deudo acude
por la intensidad y la duración de la reac- frecuentemente a los médicos aquejados
ción emocional. Por lo tanto, sí es posible de diferentes disfunciones orgánicas, pero
señalar que hay un duelo “normal” y otro calla el hecho de su pérdida reciente, ya
“patológico”, de acuerdo con la intensidad que no lo relaciona con ello.
del mismo y su duración. Duelo exagerado. También llamado
Parece que las personas que en su eufórico. Este tipo de duelo puede adquirir
niñez más temprana no han sido estimula- tres formas diferentes.
das y ayudadas a ser personas individua- • Caracterizado por una intensa reac-
les, con su identidad separada, posterior- ción de duelo. En este caso habrá
mente tienen dificultades para que estar atentos a las manifestacio-
desprenderse, tienden a aferrarse, y por nes culturales para no confundirlo
eso les resulta tan difícil elaborar el duelo. con ellas.
• Si tras el primer año desde que falle- ren esfuerzo y podemos hablar de que la
ció el ser querido, no hay ningún persona realiza “el trabajo de duelo”.
signo de recuperación.
• Cuando a los 2 ó 3 años de la pérdida ACEPTAR LA REALIDAD DE LA
no hay una clara evolución satisfac- PÉRDIDA
toria. La primera tarea del duelo es afrontar
• Si la persona presenta una larga his- plenamente la realidad de que la persona
toria de depresión subclínica, marca- está muerta, que se ha marchado y no vol-
da por la culpa persistente y baja verá. Parte de la aceptación de la realidad
autoestima. es asumir que el reencuentro es imposible,
La estrategia fundamental para el mane- al menos en esta vida tal y como la conce-
jo del duelo es darse tiempo y permiso para bimos.
abordar de forma consciente el proceso y La realización de esta tarea es impres-
restablecerse. Es cierto que el tiempo en si cindible para seguir adelante.
mismo no nos alivia27 pero necesitamos
Lo opuesto de aceptar la realidad de la
tiempo para realizar una serie de tareas que
pérdida es no creer lo que nos está ocu-
nos llevarán a la superación de la pérdida.
rriendo mediante algún tipo de negación.
Será lo que hagamos en ese tiempo lo que
nos brindará una solución real. El paso de Negar la realidad de la pérdida puede
los días y años, como dice Santiago Rojas28 variar en el grado, desde una ligera distor-
sin un proceso restaurador, sólo traslada el sión a un engaño total.
dolor de la superficie a la profundidad, pero Otra manera habitual de protegerse de
la persona sigue atrapada en la amargura de la realidad es negar el significado de la pér-
su pena de lo que fue y ya no volverá a ser. dida. De esta manera, la pérdida se puede
Con el tiempo debemos encaminarnos a ver como menos significativa de lo que
aceptar la pérdida para reconocer que el ser realmente es.
querido ha muerto, debemos utilizar el tiem- La negación proporciona un alivio tran-
po para expresar de forma honesta y autén- sitorio de la dura realidad psicológica de
tica los sentimientos que acompañan la pér- una pérdida potencial. Pero la negación es
dida. un problema en si mismo, cuando, en sus
El tiempo, además debe emplearse para formas extremas, impide una transforma-
aprender a vivir sin esa persona. Ese tiempo ción que permita seguir adelante con la
estará bien invertido si se recupera el inte- vida.
rés por la vida, se reconstruye el sentido de Llegar a aceptar la realidad de la pérdi-
esta y se logra volver a gozar de la existen- da lleva tiempo porque implica no sólo una
cia. aceptación racional sino también emocio-
Para recuperarse hay que permitirse nal. La persona en duelo puede ser intelec-
bucear en una misma, en uno mismo y des- tualmente consciente de la pérdida mucho
cubrir los sentimientos que habitan en nues- antes de que las emociones le permitan
tro interior, sin censurar, sin negar, pero aceptar plenamente la información como
tampoco recreándonos en ellos y engan- verdadera.
chándonos, sino dejándolos ir29. La negación también adquiere la forma
Es cierto que habrá momentos difíciles y de no sentir el dolor, bloquear los senti-
emociones intensas que amenacen con rom- mientos que están presentes. A veces se
pernos. Habrá que atravesar esos desiertos refuerza esta actitud evitando pensamien-
con la esperanza de un mañana mejor30. tos dolorosos. Idealizar al difunto, evitar
Siguiendo el esquema propuesto por las cosas que le recuerdan a él o a ella y
Worden31, después de sufrir una pérdida hay usar alcohol, drogas o psicofármacos son
ciertas tareas que se deben realizar para res- otras maneras en que la gente refuerza la
tablecer el equilibrio y para completar el negación.
proceso de duelo. Puesto que el duelo es un Algunas personas hacen difícil la reali-
proceso y no un estado, estas tareas requie- zación de la tarea I negando que la muerte
Alda, I. Nuevas narrativas para afrontar la 30. LELOUP JY, BOFF L. Terapeutas del desierto:
muerte de un ser querido en Rev. Cuadernos Sal Terrae, Santander, 1999.
de Terapia familiar. II Época año XVI, nº: 51,
31. WORDEN W. El tratamiento de duelo: asesora-
2002. 123-131.
miento psicológico y terapia. Paidos, Barce-
24. BOSS P. La pérdida ambigua, Gedisa, Barce- lona, 1997.
lona, 2001.
32. BOSS P. La pérdida ambigua, Gedisa, Barce-
25. KAPLAN H.I. Sinopsis de psiquiatria, Médica- lona, 2001.
Panamerica, Madrid, 1996.
33. JAMES JW, FRIEDMAN R. Manual para superar
26. CABODEVILLA I. Las reacciones de duelo, en
pérdidas emocionales. Los libros de comien-
Die Trill, M. Psicooncología, Ades ediciones,
zo. Madrid, 2001.
Madrid 2003,647-657.
27. JAMES JW, FRIEDMAN R, LANDON L. Cuando los 34. BERMEJO JC. Estoy en duelo. PPC, Madrid,
niños sufren. Los libros del comienzo. 2005.
Madrid, 2002. 35. YALOM I. Psicoterapia existencial. Herder,
28. ROJAS S. El manejo del duelo. Granica, Barce- Barcelona 1984.
lona, 2005. 36. PARELLADA D. Prólogo en Grollman E.A. Vivir
29. BRAZIER D. El Buda que siente y padece. cuando un ser querido ha muerto. Ediciones
Declée de Brouwer, Bilbao, 2000. 29, Barcelona 1986.