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DERECHO A LA IDENTIDAD INDIGENA

La población indígena se debe a un dualismo de normas, pues con el


reconocimiento que hace la CRBV sobre su existencia, lenguas indígenas, su
cultura, la facultad de sus autoridades legítimas para aplicar en su hábitat
instancias de justicia, implica un reconocimiento a ese derecho consuetudinario.
Pero además, se deben al derecho positivo “hegemónico” como lo nombran los
partidarios de la corriente del “uso alternativo del derecho”, es decir, se deben al
derecho o las normas que emanan de ese poder constituido que en nuestra
constitución corresponde a la Asamblea Nacional.

El derecho a la identidad, se establece en el Art. 56 de la CRBV. “toda persona


tiene derecho a un nombre propio, al apellido del padre y al de la madre y a
conocer la identidad de los mismos. Toda persona tiene derecho a ser
inscrita gratuitamente en el registro civil…” toda persona se refiere a todo el
pueblo venezolano sin importar su origen étnico. La norma de derecho positivo
que desarrolla este derecho se llama Ley Orgánica de Registro Civil (LORC), esta
norma instrumentaliza o desarrolla la actividad del Registro Civil en general y
garantiza el derecho humano a la identidad, donde se incluyen los Pueblos
Originarios. El derecho a la identidad sirve de soporte a otra serie de deberes y
derechos, por ejemplo, la nacionalidad venezolana se demuestra con la identidad
de la persona, asimismo, para ejercer la ciudadanía se debe tener identidad.
Viendo esto, es un tema bastante delicado que amerita especial atención.

La convención sobre los derechos del niño de 1989, ratificado por el ejecutivo el
29 de agosto de 1990, establece en su artículo 7 lo siguiente: “el niño será inscrito
inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un
nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus
padres y a ser cuidados por ellos.”

Para la población, incluyendo nuestros pueblos originarios, materialice el derecho


humano a la identidad, deben cumplir con lo establecido en la Ley que regula la
materia, y se efectúa además, mediante la declaración del nacimiento en la Oficina
o Unidad de Registro Civil. Esto amerita que los obligados a declarar el nacimiento
con sus respectivos testigos, se trasladen desde el lugar donde habitan hasta la
oficina correspondiente. Este desplazamiento necesario, esta demás decirlo, para
ir a una oficina de registro civil y efectuar la declaración, puede ser traumático si
consideramos las distancias que tienen que recorrer los miembros de los pueblos
y comunidades indígenas. Por colocar un ejemplo, si viven en la Comunidad
Indígena de San Pedro de Cataniapo deberán trasladarse primero 19 kilómetros
aproximadamente por rio, seguido de 40 kilómetros de carretera, avenidas y
calles, esto solo en el Municipio Atures. Para inscribir un nacimiento de un
indígena del pueblo Yanomami que haya ocurrido en Parima B, tendrían que
trasladarse aproximadamente 150 kilómetros en avión (distancia lineal), hasta la
Esmeralda, capital del Municipio Alto Orinoco, localidad donde se encuentra la
Oficina de Registro Civil. Conviene mencionar que no hay vuelos comerciales, ni
vuelos para estos trámites, de otra forma seria una travesía de más de 30 días
entre caños, rio y selva “a paso Yanomami”.

Como consecuencia del factor geográfico arriba mencionado, tenemos el no


registro, que es llamado “sub-registro”; son personas, sin identidad, o apátridas, si
lo consideramos como “Persona que carece de nacionalidad…”, de acuerdo a la
definición de Ossorio en el diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales.

Ya planteado la importancia de la identidad de la persona, y el problema


geográfico para garantizar ese derecho en nuestros pueblos indígenas se propone
una solución: la reforma de la LORC, con atención especial a los Pueblos y
Comunidades Indígenas o una nueva legislación en materia de identificación
indígena, que tome en consideración a sus autoridades tradicionales.
Incorporando una disposición que le otorgue competencia a las autoridades según
usos y costumbre lo siguiente: “Cuando el lugar del nacimiento corresponda a una
comunidad indígena que diste a más de diez kilómetros del lugar del Despacho de
la Primera Autoridad Civil, podrá hacerse la presentación y declaración ante la
respectiva autoridad que según sus usos y costumbre represente al pueblo o
comunidad indígena, quien la extenderá por duplicado en hojas sueltas y
entregará uno de los ejemplares al declarante y el otro lo remitirá al Registro Civil
de la Parroquia o Municipio, quien lo insertará y certificará en los libros del registro
respectivo”.

La LOPNNA contemplaba en su artículo 20 la posibilidad de declarar ante un


comisario de policía si el lugar de nacimiento distaba a más de tres kilómetros del
lugar del despacho de la primera autoridad civil. Dicha disposición fue derogada
por la LORC, para centralizar todo en la Oficina de Registro Civil.

El derecho a la identidad es un derecho humano, y como tal, se debe a algunos


principios dentro de los cuales podemos nombrar el principio de progresividad, que
como su nombre lo indica siempre debe haber un progreso. Ninguna reforma o
nueva legislación puede quitar derechos que ya se adquirieron, los derechos
humanos solamente se pueden modificar para ampliar su protección pero nunca
para restringirla.

Por la naturaleza de la propuesta, esta norma tendría impacto económico en una


primera fase de puesta en marcha, a ser ejecutado por el órgano con competencia
en materia de pueblos y comunidades indígenas y por el poder electoral.
Justificándose en el necesario registro de autoridades legítimas con la
capacitación en la materia.

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