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Magnetismo terrestre.

La vida no sería como la conocemos en nuestro planeta sin el campo magnético


terrestre.
De hecho, en los orígenes de la biosfera, las alteraciones más mínimas en este escudo
natural causaron desastres ecológicos que arrasaron con los organismos existentes
hace 42 millones de años, según el estudio publicado en Science.

• ¿Qué es?
Puede entenderse como una coraza natural que nos protege contra los impactos
masivos de energía y radiación venidos del sol. No solo eso; nos aísla por completo de
la radiación que emiten las galaxias, otras estrellas y demás cuerpos celestes que
existen en el universo.
También conocido como campo electromagnético terrestre: se genera en el interior de
nuestro planeta y se extiende hacia el espacio, creando una región conocida como la
magnetosfera.

• Importancia del magnetismo terrestre.


La magnetósfera terrestre es imprescindible para sostener la vida en el planeta. Sin ella
las partículas ionizadas que el Sol emite esporádicamente hacia el espacio impactarían
de lleno nuestro planeta.

Como consecuencia, destruirían la capa de ozono, permitiendo el ingreso de la


radiación solar ultravioleta, capaz de ejercer daños sobre el ADN de los seres vivos.
Esto, también, influenciaría los márgenes de temperatura que el planeta sostiene a lo
largo del año, propiciando el calentamiento.
• ¿Para qué sirve el campo magnético?
En primer lugar, tiene una gigantesca importancia para la preservación
climática y biótica del planeta, en la preservación de la capa de ozono y la
defensa del planeta de los recurrentes vientos solares. Además, el magnetismo
terrestre tiene aplicaciones humanas conocidas.

Su presencia es aprovechada para la


orientación de las brújulas, cuya aguja
señala siempre el norte magnético
(que no geográfico) y que además son
útiles en la navegación y la aviación
desde el siglo XII. Esto mismo pueden,
además, hacerlo ciertos animales
dotados de magnetorrecepción.

Asimismo, su existencia es clave en la


magnetoestratigrafía: el estudio de las
rocas terrestres para determinar a
partir de la orientación de sus
partículas magnéticas su año de
datación.
• Historia.

El magnetismo como fuerza física es conocido


desde tiempos remotos. Sus efectos se han
estudiado desde el siglo XII, en la navegación
con brújula. Sin embargo, el primero en
estudiarlo como característica de la Tierra fue
Carl Friedrich von Gauss, en el siglo XIX.

Este matemático alemán estudió el campo


magnético terrestre por primera vez y
concluyó que su fuente provenía del núcleo
mismo terrestre.

Inicialmente se lo vinculó con el fenómeno del ferromagnetismo, dado que el


corazón del planeta es de hierro líquido. Sin embargo, el hecho de que el punto
Curie del hierro (la temperatura a la cual se pierden las propiedades magnéticas)
se alcanza a los primeros 20 kilómetros de corteza terrestre, parece demostrar
lo contrario.

En la actualidad muchos estudiosos del tema lo atribuyen a diversos fenómenos


en el interior del planeta y en su superficie, dando pie a un conjunto de
explicaciones posibles conocidas como la Hipótesis del dínamo.

William Gilbert descubrió como se


podía magnetizar el hierro forjado a
través de un proceso en el que se
martillaba una barra al rojo vivo
orientada de norte a sur y ubicada
sobre un yunque. También notó que,
al volver a aplicar calor a dicha
barra, se perdían sus propiedades
magnéticas.
• Origen del magnetismo terrestre.
De acuerdo con la hipótesis de mayor aceptación en la comunidad científica,
el campo magnético del planeta es generado por una combinación del efecto
Coriolis que desencadena la rotación de la Tierra, y el hecho de que su
núcleo sea de hierro y níquel fundidos.

Como consecuencia, opera como un geo dínamo: al desplazarse fluidos


conductores por un campo magnético preexistente, surgen corrientes
eléctricas inducidas que dan origen a otro campo magnético. Este fenómeno
se da en concordancia con las Leyes de Ampere, Faraday y Fuerza de
Lorentz.

Dicho más fácilmente: el movimiento del hierro y níquel líquido en las capas
exteriores del núcleo terrestre, repercuten sobre las capas más superficiales
cargándoles eléctricamente y generando un campo magnético de gran
tamaño. Debido justamente a su naturaleza es variable y se desplaza a
menudo de su centro.
• Propiedades del magnetismo terrestre.
El campo magnético del planeta tiene las siguientes características:

Intensidad. Máxima en los polos y mínima en el ecuador, variando


aproximadamente entre 25.000 y 65.000 nano teslas (0,25 a 0,65 Gauss).
Esto es bastante moderado, considerando que un imán de refrigerador alcanza
unos 100 Gauss.

Inclinación. El campo magnético se inclina hacia el polo norte magnético


(no necesariamente el mismo geográfico), apuntando en el polo norte
completamente hacia abajo, y rotando progresivamente hacia arriba hasta el
ecuador magnético (a los 0°) y alcana la vertical en el polo sur magnético.

Dipolaridad. El campo magnético posee un polo norte y un polo sur, que no


coinciden del todo con los polos geográficos, pero se les aproximan. El lugar
de ubicación de estos polos es variable en el tiempo.
Escuela preparatoria No. 1 “Bernabé L. de Elías”.

Proyecto: magnetismo terrestre.

Profesor: Leopoldo Brito.

Alumna: Valeria Angelin Campos Carranza.

Grado y Grupo: 3-D

Eje: Ciencias naturales.

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