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La Profesión de Jurista.

Guía
Sobre Salidas Profesionales
1 ABOGADO
1.1 Introducción
Siguiendo a BIEGER el abogado “auxilia en la resolución de los conflictos
sociales, proponiendo al juez las soluciones jurídicamente posibles —o
asesorando a su cliente sobre las mismas y sobre la posibilidad de que un juez
las respalde”. De lo que desprende que el abogado será necesario mientras
existan conflictos entre los seres humanos.

1.2 Normativa aplicable y requisitos de acceso


Actualmente el ejercicio de la profesión de abogado está regulado por la
siguiente normativa:

• Orden de 30 de abril de 1996 por la que se desarrolla el Real Decreto


1665/1991, de 25 de octubre, en lo que afecta a las profesiones de
abogado y procurador.
• Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de
Abogado y Procurador de los Tribunales que entrará en vigor el 1 de
noviembre de 2011.
• Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, por el que se incorporan al
ordenamiento jurídico español la Directiva 2005/36/CE, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, y la Directiva
2006/100/CE, del Consejo, de 20 de noviembre de 2006, relativas al
reconocimiento de cualificaciones profesionales, así como a
determinados aspectos del ejercicio de la profesión de abogado.
• Real Decreto 1331/2006, 17 de noviembre, por el que se regula la
relación laboral de carácter especial de los abogados que prestan
servicios en despachos de abogados, individuales o colectivos.
• Código Deontológico de la C.C.B.E. (Consejo de los Colegios de
Abogados de la Comunidad Europea)
• Circular 80/1999 del Consejo General de la Abogacía Española por la
que se aprueban las normas de ordenación de la actividad profesional
de los Abogados.

Para acceder a la profesión de abogado son necesarios los siguientes


requisitos:

• Estar en posesión del título de licenciado/graduado en derecho.


• Acreditación de la capacidad profesional por medio de la realización de
un curso de formación profesional y la superación de la prueba de


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evaluación de la aptitud profesional (Ley 34/2006). El curso de formación
puede impartirse por las universidades, de hecho la Universitat de
Valencia lo oferta como un master del grado de Derecho, organizado
desde la propia universidad y el ICAV (Master en abogacía)
• Colegiación en el correspondiente Colegio Oficial de Abogados por
razón del territorio.

1.3 Funciones que realiza


El término abogado provine del latín advocatus que, literalmente, quiere decir
“llamado en auxilio”. Esta locución define muy bien, con carácter general, las
funciones que realiza quien ejerce la profesión de abogado, pues su función
primordial es la de ayudar a las personas en el ámbito de las relaciones
sociales.

De forma específica, el abogado es el “licenciado o doctor en derecho que


ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de
procesos o el asesoramiento y consejo jurídico” (RAE). Por tanto, dos son los
ámbitos en los que se desenvuelve el abogado: a) actuando en procedimientos
judiciales o administrativos; y b) asesorando a sus clientes en materia jurídica.

(a) Esta actividad puede considerarse como el origen de la profesión de


abogado
(b) La mayoría de los clientes que acuden a un abogado buscan
asesoramiento legal, lo cual puede desembocar o no en una actuación
judicial.

De forma instrumental, para el desarrollo de estas dos facetas profesionales del


abogado, se han de poner en práctica, en mayor o menor medida, las
siguientes aptitudes:

• Escritura
• Negociación
• Estudio
• Actividad comercial
• Gestión


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2 PROCURADOR

2.1 Introducción
En síntesis, podemos definir al procurador como el profesional del derecho que
lleva a cabo la representación procesal de las partes en un litigio.

2.2 Normativa y requisitos de acceso a la profesión.


• Orden de 30 de abril de 1996 por la que se desarrolla el Real Decreto
1665/1991, de 25 de octubre, en lo que afecta a las profesiones de
abogado y procurador.
• RD 1281/2002 de 21 de diciembre del Estatuto de los procuradores de
los Tribunales de España.
• Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil (arts. 23 a 35).
• Ley Organiza 19/2003 del Poder Judicial (arts. 542 a 546).
• Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de
Abogado y Procurador de los Tribunales que entrará en vigor el 1 de
noviembre de 2011.

Para ejercer la profesión se requiere:

• Estar en posesión del título de licenciado/graduado en derecho.


• Acreditación de la capacidad profesional por medio de la realización de
un curso de formación profesional y la superación de la prueba de
evaluación de la aptitud profesional (Ley 34/2006).
• Colegiación en el correspondiente Colegio Oficial de Procuradores.

2.3 Funciones que realiza


El procurador además de la “función privada” de representación procesal, lleva
a cabo también una función pública en cuanto que desarrolla una actividad de
colaboración con la Administración de Justicia con el fin de lograr el
cumplimiento de los principios de legalidad, seguridad e igualdad procesales.

Puede observarse esta doble vertiente en la descripción que el art. 1 del RD


1281/2002, de 21 de diciembre hace de la función de la “procura”.

El procurador representa al litigante, actuando como un técnico procesal y


sustituyendo al interesado, salvo cuando su presencia es obligatoria

El procurador no suele actuar en los preliminares al juicio (aunque


ocasionalmente lo haga). Su actuación comienza con el primer escrito que se
presenta al juzgado y continua hasta su finalización (lo que incluye los posibles
recursos y los juicios ejecutivos). De esta manera, interviene en los actos y
diligencias que se realizan en el proceso (trámites de prueba, ejecución,
embargos, aseguramientos, valoraciones, subastas, despachos,
mandamientos, edictos, etc.).


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3 ABOGADO DEL ESTADO

3.1 Introducción
Al abogado del Estado le corresponde la representación y defensa de los
intereses del Estado

3.2 Normativa y requisitos de acceso


• Ley 52/1997, de asistencia jurídica al Estado e Instituciones Públicas
• RD 997/2003, de 25 de julio, que aprueba el Reglamento del Servicio
Jurídico del Estado.

Licenciado/Grado en Derecho

Oposición libre: Dos pruebas orales y pruebas prácticas (una actuación judicial
y una consultiva).

Ingreso en el Cuerpo Especial de Funcionarios

3.3 Funciones que desempeña


La Abogacía General del Estado-Dirección del Servicio Jurídico del Estado se
articula alrededor de su Centro Directivo.

Como los abogados los abogados del Estado desempeñan dos funciones: (a)
la representación y defensa de los intereses del Estado en toda clase de
procesos y pleitos; y (b) una función consultiva. Es por tanto un defensor y un
asesor.

(a) El Abogado del Estado aúna la doble condición de abogado y procurador.


Ejerce la representación y defensa del Estado en juicio en todos los órdenes
jurisdiccionales. En esta función debe cumplir con las reglas procedimentales y
deontológicas como cualquier otro abogado. Se diferencia del Ministerio Fiscal
en que actúa en defensa de la Administración, por lo que no está sujeto al
principio de imparcialidad. Ello no significa que actúe contra la ley, pero si
puede resaltar y hacer valer los argumentos que beneficien a su representado.
Se trata por tanto de un abogado de parte que defiende los intereses de su
cliente. También es un colaborador de la Administración de Justicia.

(b) En su función consultiva los abogados del Estado ayudan a resolver las
dudas que la actuación administrativa plantea y asegura el respeto del principio
de legalidad en la adopción de decisiones administrativas o en la tramitación de
un procedimiento. Para ello llevan a cabo informes fundados en derecho. Los
informes pueden ser facultativos para la Administración que los encarga o
preceptivos, cuando así lo dispone una norma. No suelen tener carácter
vinculante


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4 JUEZ

4.1 Introducción
El Diccionario de la Real Academia española señala, entre otras, las siguientes
acepciones para definir al Juez: 1. Persona que tiene autoridad y potestad para
juzgar y sentenciar; 2. Miembro de un jurado o tribunal; y 3. Persona nombrada
para resolver una duda.

Lo cierto es que el oficio de Juez tiene estas tres dimensiones. Este profesional
es un mediador en el conflicto, en el sentido de que debe resolver sobre los
conflictos jurídicos que surgen como consecuencia de la aplicación de las
normas o su incumplimeinto.

4.2 Normativa y requisitos de acceso


• Reglamento 1/1995, de 7 de junio, de la Carrera Judicial.
• Acuerdo de 14 de octubre de 1998, del Pleno del Consejo General del
Poder Judicial, por el que se aprueba la modificación del Reglamento
1/1995, de 7 de junio, de la Carrera Judicial, para una nueva
reordenación general de las pruebas de especialización como Juez de
Menores.

Para acceder a la carrera judicial es necesario:

• Ser licenciado/grado en Derecho


• Superar una oposición libre o de un concurso-oposición (en este
caso se requiere un mínimo de 6 años de experiencia en el ejercicio
de la profesión jurídica).
• Superar de un curso teórico y práctico de selección realizado en la
Escuela Judicial, dependiente del Consejo General del Poder
Judicial. El indicado curso de selección en la Escuela Judicial incluirá
un período de prácticas tuteladas de los alumnos, como Jueces
adjuntos, en diferentes órganos de todos los órdenes jurisdiccionales,
tanto unipersonales como colegiados.
• Una vez superado este curso se ingresa en la carrera judicial
mediante el nombramiento como Juez Titular de un órgano judicial.
• De conformidad con lo dispuesto en los artículos 301 y 311 de la Ley
Orgánica 6/1985 del Poder Judicial, también se podrá ingresar en la
Carrera Judicial directamente por la categoría de Magistrado
mediante concurso entre juristas de reconocida competencia y con
más de diez años de ejercicio profesional.

4.3 Funciones que desempeña


Los jueces arbitran, asesoran, adjudican o administran justicia en un tribunal de
justicia. Se trata de una autoridad pública investida de la potestad jurisdiccional.
Son por tanto funcionarios públicos que se caracterizan por su autonomía,


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independencia e inamovilidad. No pueden ser destituidos de sus cargos,
excepción hecha de que se encuentren incursos en alguna de las causas que
establece la ley.

Tareas
• Buscar y analizar la evidencia en un caso.
• Presidir las vistas y escuchar las alegaciones realizadas por los
demandantes para establecer si la evidencia respalda los cargos.
• Interpretar y hacer cumplir las normas de procedimiento o establecer
nuevas normas en situaciones donde no hayan sido ya establecidas por
la ley.
• Revisar si las pruebas presentadas en el caso se han obtenido de
acuerdo con la ley.
• Hacer un seguimiento de los procedimientos para garantizar que se han
seguido todas las normas y los procedimientos aplicables.
• Asesorar a otras personas pertinentes, p.ej., abogados, miembros del
jurado, litigantes y/o personal del tribunal en relación con la conducta,
los asuntos y los procedimientos.
• Dictar sentencia basada en todas las pruebas, aplicando la ley.
• Preparar las evaluaciones de las sentencias.
• Organizar y hacer un seguimiento de la ejecución de la sentencia.
• Investigar sobre asuntos legales y escribir opiniones sobre los asuntos.


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5 FISCAL

5.1 Introducción
El fiscal es el funcionario público que lleva materialmente la dirección de la
investigación criminal y el ejercicio de acción penal pública.

5.2 Normativa y requisitos de acceso.


• Constitución Española de 1978 (art. 124)
• Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto
Orgánico del Ministerio Fiscal y sus leyes de reforma (Ley 10/1995, de
24 de abril, por la que se modifica la Ley 50/1981, de 30 de diciembre,
por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal y se crea
la Fiscalía Especial para la Represión de los Delitos Económicos
relacionados con la Corrupción; Ley 12/2000, de 28 de diciembre, de
modificación de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula
el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal; Ley 14/2003, de 26 de mayo,
de modificación de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se
regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal; Ley 24/2007, de 9 de
octubre, por la que se modifica la Ley 50/1981, de 30 de diciembre,
reguladora del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal).

El ingreso en la carrera fiscal requiere:

• Ser licenciado/graduado en Derecho


• Superar una oposición libre que consiste en tres ejercicios liberatorios.
El primero es un tipo test que abarca todo el programa teórico. El
segundo es oral y en él debe desarrollarse un tema de un temario que
comprende nociones de: teoría general del derecho; derecho
constitucional; derecho civil y derecho penal. El tercer ejercicio
comprende temas de derecho procesal civil y penal, derecho
administrativo y derecho laboral.
• Una estancia en el Centro de Estudios Jurídicos
• La realización de prácticas en una Fiscalía.
• Tras el cumplimiento de estos requisitos se elige destino.

Se ingresa como Abogado fiscal y se asciende a Fiscal por antigüedad. Por


designación y con una antigüedad mínima de 20 años se puede pasar a Fiscal
de Sala

5.3 Funciones que desempeña


Señala el art. 124.1 CE que “el Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones
encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la
justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del
interés público tutelado por la Ley, de oficio o a petición de los interesados, así


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como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la
satisfacción del interés social”.

Por tanto el Ministerio Fiscal a través de los Fiscales:

(a) Promueve, de oficio o a instancia de parte, la acción de la justicia en


defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos o del interés
público.
(b) Defiende la independencia de los tribunales.
(c) Procesa que los jueces y tribunales satisfagan el interés social.

A su vez el art. 3 (EOMF) señala como funciones para cumplir con las misiones
que encomienda la Constitución:

1. Velar por que la función jurisdiccional se ejerza eficazmente conforme a


las leyes y en los plazos y términos en ellas señalados, ejercitando, en
su caso, las acciones, recursos y actuaciones pertinentes.
2. Ejercer cuantas funciones le atribuya la ley en defensa de la
independencia de los jueces y tribunales.
3. Velar por el respeto de las instituciones constitucionales y de los
derechos fundamentales y libertades públicas con cuantas actuaciones
exija su defensa.
4. Ejercitar las acciones penales y civiles dimanantes de delitos y faltas u
oponerse a las ejercitadas por otros, cuando proceda.
5. Intervenir en el proceso penal, instando de la autoridad judicial la
adopción de las medidas cautelares que procedan y la práctica de las
diligencias encaminadas al esclarecimiento de los hechos o instruyendo
directamente el procedimiento en el ámbito de lo dispuesto en la Ley
Orgánica reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores,
pudiendo ordenar a la Policía Judicial aquellas diligencias que estime
oportunas.
6. Tomar parte, en defensa de la legalidad y del interés público o social, en
los procesos relativos al estado civil y en los demás que establezca la
ley.
7. Intervenir en los procesos civiles que determine la ley cuando esté
comprometido el interés social o cuando puedan afectar a personas
menores, incapaces o desvalidas en tanto se provee de los mecanismos
ordinarios de representación.
8. Mantener la integridad de la jurisdicción y competencia de los jueces y
tribunales, promoviendo los conflictos de jurisdicción y, en su caso, las
cuestiones de competencia que resulten procedentes, e intervenir en las
promovidas por otros.
9. Velar por el cumplimiento de las resoluciones judiciales que afecten al
interés público y social.


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10. Velar por la protección procesal de las víctimas y por la protección de
testigos y peritos, promoviendo los mecanismos previstos para que
reciban la ayuda y asistencia efectivas.
11. Intervenir en los procesos judiciales de amparo así como en las
cuestiones de inconstitucionalidad en los casos y forma previstos en la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
12. Interponer el recurso de amparo constitucional, así como intervenir en
los procesos de que conoce el Tribunal Constitucional en defensa de la
legalidad, en la forma en que las leyes establezcan.
13. Ejercer en materia de responsabilidad penal de menores las funciones
que le encomiende la legislación específica, debiendo orientar su
actuación a la satisfacción del interés superior del menor.
14. Intervenir en los supuestos y en la forma prevista en las leyes en los
procedimientos ante el Tribunal de Cuentas. Defender, igualmente, la
legalidad en los procesos contencioso-administrativos y laborales que
prevén su intervención.
15. Promover o, en su caso, prestar el auxilio judicial internacional previsto
en las leyes, tratados y convenios internacionales.
16. Ejercer las demás funciones que el ordenamiento jurídico estatal le
atribuya

Estos funcionarios, en los casos que tienen a su cargo, ejercen sus funciones
con independencia y autonomía, bajo los principios de legalidad y objetividad,
debiendo practicar todas las diligencias que fueren conducentes al éxito de la
investigación, siendo responsables, en el ejercicio de sus funciones, en el
ámbito civil, penal y disciplinario. Además, pueden impartir instrucciones
particulares a la policía, respecto cada causa (sin perjuicio que toda actuación
que restringe o afecta derechos fundamentales, requiere por regla general de
autorización judicial previa).

Su actuación se rige por los principios de unidad de actuación: Se elaboran


criterios de actuación común, lo que garantiza, frente a la dispersidad propia de
los jueces y tribunales, el principio de seguridad jurídica.

El principio de dependencia jerárquica: el Ministerio Fiscal tiene una


organización piramidal. El Fiscal General del Estado es su máximo
representante que, aunque puede escuchar a sus órganos asesores, tiene
finalmente la decisión.

El principio de legalidad. El Ministerio Fiscal sólo puede actuar de acuerdo con


la Constitución y la legalidad vigente.

El principio de imparcialidad. No tiene más interés que la legalidad y la defensa


de los derechos de todas las partes. Por ello no sólo acusa, sino que puede
querellarse, defender solicitar el archivo de las actuaciones.


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6 SECRETARIO JUDICIAL (La Oficina Judicial)

6.1 Introducción
La función de los órganos jurisdiccionales es juzgar y ejecutar lo juzgado. Para
desarrollar esa función no basta con la intervención de jueces y magistrados,
sino que debe existir un personal no juzgador que permita el desarrollo de esa
función jurisdiccional. Ese personal ha estado formado tradicionalmente por el
Secretario Judicial, los oficiales, los auxiliares y los agentes judiciales.

Recientemente se ha modificado esa estructura mediante la introducción de la


Nueva Oficina Judicial, con la que se quiere modernizar y aproximar la Justicia
al ciudadano. El Secretario asume un papel destacado en dicha Oficina
Judicial, como director del servicio común. En resumen se puede señalar que el
Secretario Judicial ostenta la dirección del personal que debe actuar para
asistir a Jueces y Magistrados en el ejercicio de sus funciones.

6.2 Requisitos de acceso


Los Secretarios Judiciales constituyen un Cuerpo Superior Jurídico, único, de
carácter nacional, al servicio de la Administración de Justicia, dependiente del
Ministerio de Justicia, y que ejercen sus funciones con el carácter de autoridad.
A dicho cuerpo se accede por oposición entre Licenciados universitarios en
Derecho. También hay una vía de acceso por promoción interna entre los
funcionarios de justicia.

6.3 Normativa aplicable


Actualmente el desarrollo de la actividad del Secretario Judicial está regulado
principalmente por la siguiente normativa:

• Libro V de la Ley Orgánica 6/1985, del Poder Judicial (modificado por la


Ley Orgánica 19/2003, de 23 de diciembre)
• Ley 13/2009, de 3 de noviembre, para la implantación de la Nueva
Oficinal Judicial

6.4 Funciones que desempeña


El Secretario Judicial tiene tres grandes grupos de funciones: las relacionadas
con la Dirección de la Oficina Judicial; las relativas a su papel como impulsor y
ordenador del proceso; y las que le corresponden como titular de la fe pública
judicial.

El Secretario es el encargado de la adecuada ordenación del proceso, siendo


depositario de las actas de la jurisdicción, dirige el funcionamiento de la Oficina
Judicial (Secretaría Judicial), y asume la responsabilidad del correcto
funcionamiento de los servicios administrativos. Entre sus importantes
funciones se encuentran la redacción de las actas, la realización de actos de
comunicación derivados del procedimiento o la colaboración con el juez en las


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vistas. Además interviene como fedatario público en el desarrollo de las
diligencias de forma que cualquier trámite o acto jurisdiccional realizado en su
ausencia puede ser declarado nulo.

En concreto, además de la dirección de la oficina judicial, se pueden citar entre


sus funciones las siguientes:

-Funciones como titulares de la fe pública judicial, dejando constancia


fehaciente de la realización de actos procesales ante el Tribunal (artículo
453 LOPJ

- Funciones como responsables de la actividad de documentación y de la


llevanza de los libros registro (artículos 454 y 458.4 LOPJ)

- Funciones como impulsores y ordenadores del proceso, dictando las


resoluciones necesarias para la tramitación del proceso (artículo 456
LOPJ), garantizando el reparto de asuntos (artículo 454.3 LOPJ);
ejerciendo la dación de cuenta (artículo 455 LOPJ).

- Funciones como director técnico-procesal (artículos 457 y 454.2 LOPJ),


haciendo cumplir las órdenes y circulares de sus superiores jerárquicos
(artículo 452.3 LOPJ) ateniéndose al protocolo de actuación en el
procedimiento elaborado por el Secretario Coordinador (artículo 8,c del
Reglamento del Cuerpo de Secretarios Judiciales).

- Funciones de colaboración y cooperación con otros órganos y


Administraciones, así como con la Administración Tributaria (artículos
452.3 y 460 LOPJ), elaborando la estadística judicial (artículo 461 LOPJ).

- Funciones relacionadas con el archivo judicial de gestión (artículo 458.1


LOPJ), y con el depósito de bienes y piezas de convicción (artículo 459.1
LOPJ).


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7 LETRADO DE LAS CORTES; LETRADO DEL CONSEJO DE
ESTADO
7.1 Introducción
Los letrados a los que se refiere este epígrafe (así como los adscritos a otras
instituciones de la Administración del Estado, como los Consejos Jurídicos
Consultivos de las CC.AA.) realizan principalmente una función de
asesoramiento de la Administración o las Cortes mediante la elaboración de
dictámenes, estudios, informes, etc. Algunos de estos informes son legalmente
preceptivos, otros son facultativos a instancia de las instituciones para las que
ejercen su función.

7.2 Requisitos de acceso


Tanto los Letrados del Consejo de Estado como los de Cortes, constituyen un
Cuerpo al que se accede por oposición entre Licenciados universitarios en
Derecho.

7.3 Normativa aplicable


Actualmente el desarrollo de la actividad de los Letrados (de Cortes y del
Consejo de Estado) está regulado principalmente por la siguiente normativa:

• Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, reguladora del Consejo de Estado


(modificada por la LO 3/2004, de 22 de abril).
• Reglamento Orgánico del Consejo de Estado, Real Decreto 1674/1980,
de 18 de julio.
• Reglamento del Congreso de los Diputados (24 de febrero de 1982).
• Reglamento del Senado (3 de mayo de 1994)

7.4 Funciones que desempeña


Para comprender la actividad de estos letrados, debe considerarse, en primer
lugar la función del Consejo de Estado, en la medida en que se trata de una
institución probablemente no muy conocida. El Consejo es un órgano colegiado
que no forma parte de la “Administración activa” en sentido estricto, pero que
es calificado en el art. 107 de la Constitución como el supremo órgano
consultivo del Gobierno. De forma paralela se han ido constituyendo los
Consejos Jurídicos Consultivos en el ámbito de las Comunidades Autónomas,
que realizan una actividad de asesoramiento similar. Entre las materias sobre
las que se debe pronunciar el Consejo (arts. 21 y 22 LO 3/1980) destacan las
relativas a proyectos de normas (desde Leyes, hasta las normas de adaptación
al Derecho comunitario, reglamentos generales que desarrollen una ley, etc.);
reclamaciones en concepto de indemnización por daños y perjuicios que se
presenten frente a la Administración del Estado; sobre determinados aspectos
de los contratos administrativos, etc. Por otra parte, el Gobierno puede remitirle
para su informe todas las cuestiones que considere conveniente. El dictamen


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emitido por el Consejo es un documento en el que expresa su criterio sobre las
cuestiones que le han sido consultadas. Son preceptivas para el ente que las
realiza las consultas en que así lo establezca la Ley Orgánica del Consejo de
Estado u otra norma con rango de ley. Son facultativas todas las demás.

Las funciones del letrado del Consejo de Estado –según el art. 14 LO 3/1980–
son el estudio, preparación y redacción de los proyectos de dictamen sobre los
asuntos sometidos a consulta del Consejo. También intervienen con
determinados límites en las reuniones de la Comisión Permanente y el Pleno
del Consejo. Por otra parte, los letrados llamados mayores se encargan de
distribuir los asuntos entre los letrados, levantar acta de las reuniones de la
sección, etc.

En cuanto a los letrados de Cortes se podría decir que su función general es


asesorar a los representantes de la soberanía nacional. Al ingresar al cuerpo
se adscribirán al Congreso, al Senado o a los servicios centrales de las Cortes.
Desde allí deberán prestar su asesoramiento al menos a una comisión
legislativa, por lo que su ámbito de asesoramiento es muy variado. Junto a ello
también tienen capacidad de representar procesalmente a las cámaras en los
procedimientos en las que éstas puedan intervenir ante el Tribunal
Constitucional (en conflictos de competencia que puedan afectar a las
competencias del Congreso o Senado; o en recursos y cuestiones de
constitucionalidad).


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8 NOTARIO

8.1 Introducción
El notario tiene una doble función en nuestro país: por un lado es un
profesional del Derecho que asesora, guía y proporciona soluciones jurídicas a
las consultas que se plantean ante él, especialmente en la redacción de
contratos y otros documentos. Por otro, es el titular de una función pública: a
través de la redacción de la escritura o las actas, el notario otorga garantía de
legalidad y autenticidad a las declaraciones o hechos en ellas contenidas.
Como señala el art. 1 de la Ley del Notariado: El Notario es el funcionario
público autorizado para dar fe, conforme a las leyes, de los contratos y demás
actos extrajudiciales.

8.2 Requisitos de acceso


Los Notarios constituyen un Cuerpo al que se accede por oposición entre
Licenciados universitarios en Derecho. En lo que se refiere a los ejercicios,
según el Reglamento Notarial, serán cuatro: los dos primeros, orales, y el
tercero y el cuarto, escritos.

El primer ejercicio consiste en contestar verbalmente, en el plazo máximo de 60


minutos, a cuatro temas, los tres primeros, de Derecho Civil Español, Común y
Foral, y el cuarto, de legislación fiscal. El segundo ejercicio consiste en
contestar asimismo verbalmente, en el tiempo máximo de 60 minutos, y por el
siguiente orden, a seis temas: dos de Derecho Mercantil, dos de Derecho
Hipotecario, uno de Derecho Notarial y otro de Derecho Procesal o
Administrativo. El tercer ejercicio consistirá en redactar un dictamen sobre un
tema de Derecho Civil Español, Común y Foral, Derecho Mercantil, Derecho
Hipotecario o Notarial. Finalmente, en el cuarto ejercicio deberá redactarse una
escritura o documento notarial y resolver un supuesto de contabilidad y
matemática financiera.

8.3 Normativa aplicable


Actualmente el desarrollo de la actividad del Notario está regulado
principalmente por la siguiente normativa:

• Ley de 28 de mayo de 1862, del Notariado


• Reglamento del Notariado aprobado por Decreto de 2 de junio de 1944.

8.4 Funciones que desempeña


Los notarios son a la vez funcionarios públicos y profesionales del Derecho,
correspondiendo a este doble carácter la organización del Notariado. Como
funcionarios ejercen la fe pública notarial, que tiene y ampara un doble
contenido:


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a) En la esfera de los hechos, la exactitud de los que el notario ve, oye o
percibe por sus sentidos.

b) Y en la esfera del Derecho, la autenticidad y fuerza probatoria de las


declaraciones de voluntad de las partes en el instrumento público redactado
conforme a las leyes.

Como profesionales del Derecho tienen la misión de asesorar a quienes


reclaman su ministerio y aconsejarles los medios jurídicos más adecuados para
el logro de los fines lícitos que aquéllos se proponen alcanzar. El Notariado
disfruta de plena autonomía e independencia en su función, y en su
organización jerárquica depende directamente del Ministerio de Justicia y de la
Dirección General de los Registros y del Notariado, que es el Centro superior
directivo y consultivo en todos los asuntos referentes al Notariado. En ningún
caso el notario, ni en el ejercicio de su función pública, ni como profesional del
derecho, podrá estar sujeto a dependencia jerárquica o económica de otro
notario.

La retribución de los Notarios descansa en el llamado Arancel Notarial que es


satisfecho por quienes reclaman de sus servicios.


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9 REGISTRADOR DE LA PROPIEDAD, BIENES MUEBLES Y
MERCANTILES
9.1 Introducción
El Registrador es el funcionario público al que corresponde la llevanza de los
Registros de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles. En el ejercicio de esa
función, los Registradores “califican”, bajo su responsabilidad, la legalidad de
los documentos de toda clase en cuya virtud se solicite la inscripción. Para que
se produzca la inscripción de dichos documentos es necesario que el
Registrador los califique favorablemente.

9.2 Requisitos de acceso


Para ingresar en el cuerpo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y
Bienes Muebles de España es necesario superar una oposición que se
convoca cada dos años y a la que sólo pueden acceder Licenciados en
Derecho. La prueba consta de cuatro ejercicios, dos orales, y dos prácticos.

El primer ejercicio consistirá en contestar oralmente 5 temas (3 de Derecho


Civil, Común y Foral; uno de Derecho Mercantil, y uno de Derecho
Administrativo o Procesal). En el segundo ejercicio, también oral, se
responderá sobre 3 temas de Derecho Hipotecario, uno de Derecho Fiscal, y
otro de Derecho Notarial. El tercer ejercicio consistirá en calificar un documento
y en la redacción del informe en defensa de la nota, en el tiempo máximo de 6
horas. Finamente, el cuarto ejercicio consistirá en practicar las operaciones
procedentes de liquidación y registro, hasta dejar inscrito o anotado un
documento, o denegada o suspendida la inscripción o anotación.

9.3 Normativa aplicable


Actualmente el desarrollo de la actividad del Registrador está regulado
principalmente por la siguiente normativa:

• Ley Hipotecaria, Texto Refundido según Decreto de 8 de febrero de


1946.
• Reglamento Hipotecario, aprobado por Decreto de 14 de febrero de
1947.
• Real Decreto 1427/1989, de 17 de noviembre, por el que se aprueba el
Arancel de los Registradores de la Propiedad.
• Real Decreto-Ley 6/2000, de 23 de junio, de Medidas Urgentes de
Intensificación de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios.

9.4 Funciones que desempeña


La función registral (NOGUEROLES PEIRÓ) es el medio por el cual el poder
público interviene en la formación y eficacia de los derechos de los particulares.
En unos casos los derechos nacen al margen del Registro que, por tanto, solo


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tiene un efecto de publicidad del derecho inscrito, con consecuencias
legitimadoras; en otros casos (como la constitución de hipotecas) la
intervención es necesaria para el nacimiento mismo del derecho de garantía.
En todo caso el Registrador es el responsable de esos registro de derechos
con fe pública que son –con sus peculiaridades- el Registro de la Propiedad, el
Mercantil y el de Bienes Muebles.

Como hemos señalado, el Registrador califica, en realidad esta actividad


supone que el Registrador se pronuncia sobre la legalidad formal del
documento, la capacidad y legitimación de sus otorgantes y la legalidad de su
contenido:

En primer lugar, sobre la legalidad de la forma extrínseca del documento, es


decir si el documento reviste la forma adecuada. Por ejemplo: el Registrador
Mercantil denegará la inscripción de un documento privado de constitución de
sociedad, ya que ésta debe revestir forma de escritura pública.

En segundo lugar, sobre la capacidad y legitimación del que otorga el


documento. Por ejemplo, el Registrador Mercantil denegará la inscripción de un
documento firmado por el administrador de una sociedad cuyo cargo haya
caducado.

Finalmente tendrá que comprobar la validez del contenido, esto es, que no
vaya en contra de la Ley, la moral o las buenas costumbres.

Para calificar los documentos, el Registrador sólo podrá tener en cuenta los
documentos presentados y los asientos inscritos en el Registro, y no puede
utilizar conjeturas o conocimientos extraños a sus límites.

Contra la calificación del Registrador cabe el Recurso contra el propio


Registrador, quien podrá mantener o rectificar su decisión. Si mantiene la
calificación, remitirá el expediente a la Dirección General de los Registros y el
Notariado, quien resolverá. Contra la decisión de la DGRN cabe recurso ante el
orden jurisdiccional civil.


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10 PROFESOR DE DERECHO

10.1 Introducción
Se podrían dar definiciones más profundas dogmáticamente, o bien más
ajustadas a la normativa que reglamenta su actividad, pero en nuestra opinión
la manera más gráfica de definir al Profesor universitario de Derecho es
calificarlo como aquél profesional cuya actividad se centra en estudiar Derecho,
escribir sobre Derecho y enseñar Derecho.

10.2 Requisitos de acceso


Actualmente no existe un cuerpo único de Profesores Universitarios (entre los
que se encontrarían, lógicamente, los de Derecho): contratados, ayudantes,
asociados, titulares, catedráticos… diferentes categorías que comparten –con
diferente alcance, véase art. 33 LRU– las mismas o similares funciones.
Además de ello, estamos incursos en un proceso de reforma de las
enseñanzas universitarias y de adaptación de la profesión de profesor
universitario, por ello, nos referiremos básicamente en este epígrafe al
“profesor” de Derecho, aunque probablemente todos tengamos en mente la
persona del profesor funcionario.

Tras la licenciatura, el camino de la carrera docente se inicia habitualmente por


la vía de las becas de investigación y formación del profesorado universitario, y
por la realización de la tesis doctoral. Esta es el camino seguido por la gran
mayoría de profesores universitarios. Desde la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de
abril, que modificó la Ley de Universidades, el “salto” a la condición de
funcionario se realiza a través de un modelo de acreditación. Las universidades
seleccionan a su profesorado entre los previamente acreditados. Este sistema
incorpora para el conjunto de la comunidad académica un mayor rigor en la
acreditación y una mayor flexibilidad para las universidades en la selección de
su personal.

El acceso a los cuerpos de funcionarios docentes universitarios exige la previa


obtención de una acreditación nacional, realizada por la ANECA (Agencia
Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) que, valorando los
méritos y competencias de los aspirantes, garantice la calidad en la selección
del profesorado funcionario. Esta acreditación es llevada a cabo mediante el
examen y juicio sobre la documentación presentada por los solicitantes, por
comisiones compuestas por al menos siete profesores de reconocido prestigio
docente e investigador contrastado pertenecientes a los cuerpos de
funcionarios docentes universitarios. Para la acreditación a Profesor Titular de
Universidad se requiere el Título de doctor; para la de Catedrático, la condición
de titular.


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10.3 Normativa aplicable
Actualmente el desarrollo de la actividad de Profesor Universitario está
regulado principalmente por la siguiente normativa:

• Ley Orgánica de Universidades de 21 de diciembre de 2001.


• Real Decreto 898/1985, de 30 de abril, sobre régimen del profesorado
universitario

10.4 Funciones que desempeña


Estudiar Derecho, Escribir sobre Derecho, Enseñar Derecho. Con estos verbos
se resume la doble función profesional de los Profesores de Derecho: la
docencia y la investigación. El profesor de Derecho, en primer lugar, tiene que
guiar al estudiante que ingresa en las Facultades de Derecho en su proceso de
enseñanza/aprendizaje, procurar que adquiera y domine las habilidades y
competencias que la sociedad exige de sus licenciados en Derecho.
Íntimamente unida a su función docente, el Profesor de Derecho es un
científico (en el sentido más amplio del término) que contribuye al análisis,
crítica y creación del Derecho como superestructura de ordenación social y
resolución de conflictos. La vía de esa actividad científica es la publicación de
artículos y monografías, la intervención en congresos y conferencias, etc. En
definitiva en dar a conocer a la sociedad el fruto de su reflexión sobre el
Derecho, transferir los resultados de su investigación.

Junto a estas actividades también debe mencionarse una función no escrita: la


gestión universitaria. Las Universidades deben ser gestionadas, y junto a
profesionales que especificamente desarrollan una función de administración y
servicios (PAS), los profesores contribuyen con una parte estimable de su
tiempo a actividades de gestión: intervención en comisiones académicas,
órganos de gobierno de la universidad, facultades o departamentos,
comisiones de títulos, coordinaciones de asignaturas, centros, etc. son parte de
las funciones que conforman esa amalgama un tanto vocacional conocida
como “vida universitaria”.


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11 Bibliografía
• BARBERÁN MOLINA, P., Manual práctico del abogado, 3ª ed. Tecnos,
2010.
• CUENCA GARCÍA, M. J., La función de abogados y procuradores y los
intereses de los clientes, Thomson-Aranzadi, Cizur Menor (Navarra),
2007.
• DE FUENTES BARDAJÍ, J.; GAY MONTALVO, E.; LUCIANO PAREJO, A., La
regulación del acceso a la profesión de abogado y procurador,
Thomson-Aranzadi, Cizur Menor (Navarra). 2005.
• DIEZ-PICAZO, L. M. (Coor.), El oficio de jurista, Siglo XXI, Madrid, 2006
• GARCÍA DE LA ROCHA, E., El abogado y el procurador en sus actuaciones
en los procedimientos y trámites de la nueva Ley de enjuiciamiento civil,
Comares, Granada, 2001.
• MARTÍNEZ VAL, J. M. Abogacía y abogados: tipología profesional. Lógica y
oratoria forense. Deontología jurídica, Bosch, Barcelona, 1999.
• OLIVERA LOVON, B. M. La lealtad del abogado
(http://www.monografias.com/trabajos66/lealtad-abogado/lealtad-
abogado.shtml).
• PIZARRO MORENO, M. (COOR) La asistencia jurídica al Estado e
instituciones públicas: estudios en homenaje a José Antonio Piqueras
Bautista, Aranzadi, Pamplona, 1999.
• Profesiones jurídicas – España
(http://ec.europa.eu/civiljustice/legal_prof/legal_prof_spa_es.htm).
• SÁNCHEZ STEWART, N., La profesión de abogado, Difusión Jurídica y
Temas de Actualidad, Madrid, 2008.
• SERRANO BUTRAGUEÑO, I., Las mejores salidas de la carrera de Derecho,
CEF/UCM, 3ªed., 1998.

12 Fuentes disponibles en la red


• Áreas temáticas del Ministerio de Justicia (información sobre registros,
notarios, oficina judicioal, administración de justicia, etc.):
http://www2.mjusticia.es/cs/Satellite/es/1215197983302/AreasTematicas
.html
• Área de Universidades del Ministerio de Educación:
http://www.educacion.es/educacion/universidades/profesorado.html
• Consejo General del Poder Judicial:
http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/cgpj/pr
incipal.htm
• Consejo General de la Abogacía Española:
http://www.cgae.es/portalCGAE/home.do


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