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EL MATRIMONIO

Es la unión amorosa de un hombre y una mujer con el propósito de la procreación y la


crianza de los hijos. Desde el punto de vista cristiano, el matrimonio es un sacramento,
instituido por Cristo. El propósito del matrimonio sirve no solo al cuidado de los hijos,
sino también a la "comunión y el bien de la pareja".
El matrimonio se define como la alianza por la cual, - el hombre y la mujer - se unen
libremente para toda la vida con el fin de ayudarse mutuamente, procrear y educar a los
hijos. Esta unión - basada en el amor – que implica un consentimiento interior y exterior,
estando bendecida por Dios, al ser sacramental hace que el vínculo conyugal sea para
toda la vida. Nadie puede romper este vínculo. (Cfr. CIC can. 1055).
ORIGEN DEL MATRIMONIO
La unión conyugal tiene su origen en Dios, quien al crear al hombre lo hizo una persona
que necesita abrirse a los demás, con una necesidad de comunicarse y que necesita
compañía. “No está bien que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a
él.” (Gen. 2, 18). “Dios creó al hombre y a la mujer a imagen de Dios, hombre y mujer
los creó, y los bendijo diciéndoles: procread, y multiplicaos, y llenad la tierra y
sometedla”. (Gen. 1, 27- 28). Desde el principio de la creación, cuando Dios crea a la
primera pareja, la unión entre ambos se convierte en una institución natural, con un
vínculo permanente y unidad total (Mt. 19,6). Por lo que no puede ser cambiada en sus
fines y en sus características, ya que de hacerlo se iría contra la propia naturaleza del
hombre.
FINES DEL MATRIMONIO
Los fines del matrimonio son el amor y la ayuda mutua, la procreación de los hijos y la
educación de estos.
El hombre y la mujer se atraen mutuamente, buscando complementarse. Cada uno
necesita del otro para llegar al desarrollo pleno - como personas - expresando y viviendo
profunda y totalmente su necesidad de amar, de entrega total. Esta necesidad lo lleva a
unirse en matrimonio, y así construir una nueva comunidad de fecunda de amor, que
implica el compromiso de ayudar al otro en su crecimiento y a alcanzar la salvación. Esta
ayuda mutua se debe hacer aportando lo que cada uno tiene y apoyándose el uno al otro.
Esto significa que no se debe de imponer el criterio o la manera de ser al otro, que no
surjan conflictos por no tener los mismos objetivos en un momento dado. Cada uno se
debe aceptar al otro como es y cumplir con las responsabilidades propias de cada quien.
LA MATERNIDAD Y LA PATERNIDAD RESPONSABLE SON OBLIGACIÓN
DEL MATRIMONIO.
Es derecho únicamente de los esposos decidir el número de hijos que van a procrear. No
se puede olvidar que la paternidad y la maternidad es un don de Dios conferido para
colaborar con Él en la obra creadora y redentora. Por ello, antes de tomar la decisión sobre
el número de hijos a tener, hay que ponerse en presencia de Dios haciendo oración con
una actitud de disponibilidad y con toda honestidad tomar la decisión de cuántos tener y
cómo educarlos. La procreación es un don supremo de la vida de una persona, cerrarse a
ella implica cerrarse al amor, a un bien. Cada hijo es una bendición, por lo tanto, se deben
de aceptar con amor.
¿POR QUÉ LOS MATRIMONIOS NO DURAN?
¿Por qué hoy día los matrimonios no duran? ¿Habrá algún modo de sanar esta herida?
¿Existe en el mundo algo que ayude a los esposos a mantener en el tiempo el encanto que
al principio experimentaron y que garantice así un crecimiento de la pareja juntos?
Normalmente en los cursos de preparación al matrimonio viene ilustrada ampliamente la
cualidad del amor como una donación gratuita. ¿Pero quién de los que hemos hecho un
curso prematrimonial se acuerda de ello?
Durante la luna de miel, y un poco después, el enamoramiento está tan encendido y uno
tan convencido de la propia capacidad de amar, que no parece necesario sacar fuera
ningún otro recurso que no sea el sentimiento fuerte que hay el uno por el otro. El depósito
del amor está tan lleno que no hay necesidad de nada, ni de nadie, Pero ¿qué amor es
capaz de durar en el tiempo a pesar de los problemas y la rutina? ¿Qué amor puede
florecer de nuevo aún si se apaga?
Sabemos que el enamoramiento es el principio para formar una familia, pero también se
sabe que esta llama que enciende el corazón dura un año o máximo dos. Entonces es
necesario transformar el enamoramiento en amor.
La familia tiene su origen en el momento en el que dos esposos manifiestan públicamente
en el matrimonio su donación de amor de por vida. Pero esa mujer y ese hombre no es
que donen cualquier cosa, se donan ellos mismos, uno al otro y para siempre. En esencia
se prometen estas palabras: Te amo y te amaré por siempre. De hoy en adelante todo de
mi te pertenece, es decir, lo que soy y lo que poseo: soy y seré todo tuyo (a) en el amor y
en la fidelidad. Aún ante cualquier imprevisto viviré para ti, para darte amor, hacerte feliz
y tener contigo hijos como testimonio vivo de nuestro amor.
PREGUNTAS QUE DEBEN INVESTIGAR LOS EXPOSITORES
¿Crees que el matrimonio es importante?
¿Estas de acuerdo con el supuesto matrimonio de personas del mismo sexo? ¿Por qué?
¿Qué piensas de la homosexualidad?

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