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FACILITADOR
Jairo Gómez Mendoza
EDUCANDO
Denia Yahaira Sibaja Castillo
MATERIA
Matrimonio y Familia
MODALIDAD
Presencial
TRABAJO DE INVESGACION
La permanencia del matrimonio
FECHA DE ENTREGA
28 de Abril 2023
LA PERMANENCIA DEL MATRIMONIO
Introducción:
La Biblia enseña: “Maridos, amad a vuestras esposas” (Efesios 5:25) y “enseñen a las mujeres
jóvenes a amar a sus maridos” (Tito 2:4). El amor en el matrimonio puede ser más profundo y más
abnegado que en cualquier otra relación. Es este tipo de amor el que Jesús espera de Sus seguidores,
y es la virtud que más necesitan las parejas.
El matrimonio implica una cercanía espiritual, emocional y física. En el Antiguo Testamento se nos
enseña: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una
sola carne” (Génesis 2:24). Las parejas casadas han de permanecer unidas de todas las maneras
posibles.
La intimidad sexual es una expresión de amor que brinda felicidad y unidad al matrimonio. Es
también el poder por el cual los matrimonios pueden multiplicarse y henchir la tierra (ver Génesis
1:28). La intimidad es una bendición que puede conducir al gozo incomparable de los hijos como
parte de la unidad familiar eterna.
El Salvador enseñó: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan
15:13). Los matrimonios pueden aprender una poderosa lección de esta enseñanza. Como cónyuge,
se espera que dejes de lado tu antigua vida y que sacrifiques muchos de tus deseos personales por
tu amigo más cercano: tu esposo o esposa. Cuanto más capaz seas de situar a tu cónyuge en primer
lugar y de mantenerte centrado en el éxito de tu relación, más fuerte será tu matrimonio.
El matrimonio es un compromiso
La mayoría de los matrimonios se basan en el amor, pero el desafío es decidirse a mantener y hacer
crecer ese amor. Ahí es donde interviene el compromiso. Dios considera que el matrimonio es un
acuerdo entre el esposo y la esposa, así como un compromiso entre la pareja y Él. Él espera que nos
consagremos a la relación y reconozcamos nuestras responsabilidades, obligaciones y lealtades para
con nuestro cónyuge, así como con Dios. Las Escrituras pueden enseñarnos cómo hacerlo.
El matrimonio es ordenado por Dios
Con Adán y Eva, Dios instituyó la relación de esposo y esposa como una relación de igualdad (véase
Génesis 2:24). El matrimonio es fundamental en el plan de Dios para nuestra felicidad durante esta
vida y nuestra felicidad eterna en la vida venidera.
Tu vida aquí en la tierra tiene un propósito. Estás aquí como parte del plan de Dios. Antes de que
cualquiera de nosotros naciera, existíamos en el cielo como espíritus. Dios creó esta tierra para que
tuviéramos la oportunidad de obtener un cuerpo físico, aprender y crecer. Cuando nos casamos, se
nos da la oportunidad sagrada de traer hijos a este mundo, y asumimos la solemne responsabilidad
de cuidar de ellos. Puesto que Dios ama a Sus hijos, desea que cada uno de nosotros reciba amor,
apoyo y cuidado. La mejor manera de hacerlo es mediante un matrimonio honesto y dedicado.
“El adversario sabe que si puede destruir el matrimonio, pude detruir a las familias; si puede destruir
a las familias puede destruir a la sociedad; y si puede destruir a la sociedad puede destruir a la
humanidad.”
1. Ya que Dios lo creó, el define lo que es: es un pacto entre un hombre y una mujer.
– Un pacto es un compromiso entre un hombre y una mujer en el cual prometen delante de Dios
llevar cabo sus votos por el resto de sus vidas. Malaquias 2:13-14
Dios es parte de este pacto ya que Él es el que lo ha establecido. Él lo valida, es testigo, y nos exige
cuentas.
– El pacto es permanente y permanece vigente hasta que disuelve por la muerte (aun la muerte esta
establecida por Dios Hebreos 9:27)
1. Jesús enseñó que el Matrimonio fue diseñado por Dios – Mateo 19:4-6
4. Jesús enseño que el matrimonio es solo para esta vida – Mateo 22:30; Marcos 12:25; Lucas 20:35
II. Cristianos Casados con Cristianos – 1 Cor. 7:1-7; 39
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe
del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no
abandone a su mujer.” vv. 10-11
“No son comunes los matrimonios que terminan con la muerte, que no son rotos por el divorcio;
fue nuestra feliz suerte que nuestro matrimonio se prolongó hasta el 41 año sin ninguna
separación.”
El Apóstol Pablo ya nos dijo que debemos cuidar nuestro cuerpo, que debemos casarnos y ahora
nos dice que es lo que debemos hacer estando ya casados. No todo matrimonio es perfecto, pero
la meta de todo matrimonio debe ser la estabilidad, pero para ello uno tiene que hacer su parte
¿Qué debemos hacer para mantener el matrimonio?
CUANDO Dios unió en matrimonio al primer hombre y a la primera mujer, nada indicó que la unión
sería temporal. Adán y Eva debían vivir juntos para siempre. (Génesis 2:24.) La norma divina para el
matrimonio honorable es la unión de un hombre con una mujer. La única base bíblica para
divorciarse y contraer nuevas nupcias es la inmoralidad sexual de carácter grave de cualquiera de
los componentes de la pareja. (Mateo 5:32.)
¿Es posible que dos personas vivan felices juntas por tiempo indefinido? Sí, y la Biblia identifica dos
claves, o factores fundamentales, que lo hacen posible. Si ambos cónyuges las utilizan, obtendrán
felicidad y muchas bendiciones. ¿Cuáles son estas claves?
LA PRIMERA CLAVE
La primera clave es el amor. La Biblia habla de diferentes clases de amor. Una es el afecto o cariño
que se siente por otra persona, el amor que se tienen los amigos íntimos. (Juan 11:3.) Otra es el
amor que se profesan los componentes de la familia. (Romanos 12:10.) Una tercera es el amor
romántico que se siente por una persona de distinto sexo. (Proverbios 5:15-20.) La pareja debe
cultivar todos estos tipos de amor.
LA SEGUNDA CLAVE
Los que desean ser felices en su matrimonio se respetan mutuamente, “no vigilando con interés
personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de [su pareja]”. (Filipenses
2:4.) No piensan solo en su conveniencia personal, lo cual sería muestra de egoísmo, sino que
consideran lo que es mejor para su pareja. Es más, anteponen los intereses de esta a los suyos.
El respeto ayuda al matrimonio a aceptar las diferencias de opinión. No es razonable esperar que
dos personas tengan criterios idénticos en todo. Lo que puede ser importante para el esposo,
posiblemente no lo sea para la esposa, y lo que a esta le gusta, puede que no le agrade a aquel. Pero
cada uno debe respetar los criterios y gustos del otro, en tanto estos estén dentro del marco de las
leyes y principios de Jehová. (1 Pedro 2:16; compárese con Filemón 14.) Además, cada uno debe
respetar la dignidad de su pareja, no haciéndola objeto de comentarios o bromas degradantes ni en
público ni en privado.
En efecto, el amor a Dios y el amor y respeto mutuos son dos claves fundamentales para tener éxito
en el matrimonio.
CONCLUSION
En cuanto realidad humana, expresada a lo largo de la decisión perenne, pero temporal, nos abre
las puertas del cielo. Nos casamos para toda la vida, y con ello ponemos manos a la obra para
asegurar la vida que no se acaba. El matrimonio consagrado por Dios, vivido como Dios mismo
manda, está destinado a llevarnos a la contemplación de Aquél que no solo ha hecho posible nuestra
vida sino que la vivifica y la sostiene día a día.
El matrimonio es muy importante ya que es instituido por Dios, por lo cual debe permanecer y
prevalecer siempre esta unión tan sagrada y mantenerse en comunión, dialogo y respeto del uno
hacia el otro. Cultivarlo es responsabilidad de ambos, hacer que sea una unión armoniosa de
amistad, amor y cariño. Con Dios como centro y Señor en nuestros matrimonios todo es posible…!