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Sócrates

(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra
escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es
una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser
llamados presocráticos los filósofos anteriores a él. Rompiendo con las
orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser humano,
particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los
que se asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo
directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.

Sócrates
Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates. Fue hijo de una
comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el
Justo. En su juventud siguió el oficio de su padre y recibió una buena instrucción;
es posible que fuese discípulo de Anaxágoras, y también que conociera las
doctrinas de los filósofos eleáticos (Jenófanes, Parménides, Zenón) y de la
escuela de Pitágoras.
Aunque no participó directamente en la política, cumplió ejemplarmente con sus
deberes ciudadanos. Sirvió como soldado de infantería en las batallas de Samos
(440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422), episodios de las guerras del
Peloponeso en que dio muestras de resistencia, valentía y serenidad
extraordinarias. Fue maestro y amigo de Alcibíades, militar y político que
cobraría protagonismo en la vida pública ateniense tras la muerte de Pericles; en
la batalla de Potidea, Sócrates salvó la vida a Alcibíades, quien saldó su deuda
salvando a Sócrates en la batalla de Delio.

Platón
(Atenas, 427 - 347 a. C.) Filósofo griego. Junto con su maestro Sócrates y su
discípulo Aristóteles, Platón es la figura central de los tres grandes pensadores en
que se asienta toda la tradición filosófica europea. Fue el británico Alfred North
Whitehead quien subrayó su importancia afirmando que el pensamiento
occidental no es más que una serie de comentarios a pie de página de los diálogos
de Platón.

Platón
La circunstancia de que Sócrates no dejase obra escrita, junto al hecho de que
Aristóteles construyese un sistema opuesto en muchos aspectos al de su maestro,
explican en parte la rotundidad de una afirmación que puede parecer exagerada.
En cualquier caso, es innegable que la obra de Platón, radicalmente novedosa en
su elaboración lógica y literaria, estableció una serie de constantes y problemas
que marcaron el pensamiento occidental más allá de su influencia inmediata, que
se dejaría sentir tanto entre los paganos (el neoplatonismo de Plotino) como en la
teología cristiana, fundamentada en gran medida por San Agustín sobre la
filosofía platónica.
Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial
vocación política y sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates:
fue su discípulo desde los veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas
(Protágoras, Gorgias). Tras la condena a muerte de Sócrates (399 a. C.), huyó de
Atenas y se apartó completamente de la vida pública; no obstante, los temas
políticos ocuparon siempre un lugar central en su pensamiento, y llegó a concebir
un modelo ideal de Estado.

Aristóteles
La filosofía occidental se asienta en la obra de los tres grandes filósofos griegos
de la Antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles. Pese a la singular relación que
los unió (Sócrates fue maestro de Platón, quien lo fue a su vez de Aristóteles), la
orientación de su pensamiento tomó distintos caminos, y correspondería a
Aristóteles culminar los esfuerzos de sus maestros y ejercer la influencia más
perdurable, no sólo en el terreno de la filosofía y la teología, sino prácticamente
en todas las disciplinas científicas y humanísticas. De hecho, por el rigor de su
metodología y por la amplitud de los campos que abarcó y sistematizó,
Aristóteles puede ser considerado el primer investigador científico en el sentido
moderno de la palabra.

Aristóteles
Algunos ejemplos pueden dar idea de hasta qué punto Aristóteles estableció las
bases que configurarían el pensamiento europeo: las teologías cristiana y
musulmana del Medioevo asumieron su metafísica; la física y la astronomía
aristotélicas se mantuvieron vigentes hasta el siglo XVII; sus estudios zoológicos,
hasta el XIX; la lógica, hasta el siglo XX; sus apenas cincuenta páginas sobre
estética se siguen debatiendo en nuestros días.
Su incuestionada autoridad, reforzada desde la Baja Edad Media por el
aristotelismo eclesiástico, llegó incluso a frenar el desarrollo de la ciencia. De
tomarse este hecho como una acusación, habría que dirigirla no al filósofo sino a
sus dogmáticos seguidores; pero más razonable es tomarlo como ilustración de la
sobrehumana magnitud de su impronta y del abismal adelanto que representó su
obra.

Thomas Hobbes
(Westport, Inglaterra, 1588 - Hardwick Hall, id., 1679) Filósofo inglés. Hijo de
un eclesiástico, quedó a cargo de su tío cuando el padre abandonó a la familia,
tras participar en una pelea en la puerta de su iglesia. Estudió en el Magdalen Hall
de Oxford, y en 1608 entró al servicio de la familia Cavendish como preceptor de
uno de sus hijos, a quien acompañó en sus viajes por Francia e Italia entre 1608 y
1610.

Thomas Hobbes
A la muerte de su alumno, en 1628, regresó de nuevo a Francia para entrar al
servicio de Gervase Clifton. En dicho país permaneció hasta 1631, cuando los
Cavendish lo solicitaron de nuevo, como preceptor de otro de sus hijos. En 1634,
acompañando a su nuevo alumno, realizó otro viaje al continente, ocasión que
aprovechó para entrevistarse con Galileo y otros pensadores y científicos de la
época, entre los que figuraron René Descartes y Pierre Gassendi.
En 1637 volvió a Inglaterra, pero el mal ambiente político, que anunciaba ya la
guerra civil, lo llevó a abandonar su patria e instalarse en París en 1640. Poco
tiempo antes había hecho circular entre sus amigos un ejemplar manuscrito de
sus Elementos de la ley natural y política, de los que, en forma de dos tratados
distintos, se editaron dos partes en 1650. En París comenzó a publicar las distintas
partes de su sistema, empezando con el De cive en 1642.

René Descartes
(La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y matemático
francés. Después del esplendor de la antigua filosofía griega y del apogeo y crisis
de la escolástica en la Europa medieval, los nuevos aires del Renacimiento y la
revolución científica que lo acompañó darían lugar, en el siglo XVII, al
nacimiento de la filosofía moderna.

Descartes se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612), por entonces


uno de los más prestigiosos de Europa, donde gozó de un cierto trato de favor en
atención a su delicada salud. Los estudios que en tal centro llevó a cabo tuvieron
una importancia decisiva en su formación intelectual; conocida la turbulenta
juventud de Descartes, sin duda en La Flèche debió cimentarse la base de su
cultura. Las huellas de tal educación se manifiestan objetiva y acusadamente en
toda la ideología filosófica del sabio.
El programa de estudios propio de aquel colegio (según diversos testimonios,
entre los que figura el del mismo Descartes) era muy variado: giraba
esencialmente en torno a la tradicional enseñanza de las artes liberales, a la cual
se añadían nociones de teología y ejercicios prácticos útiles para la vida de los
futuros gentilhombres. Aun cuando el programa propiamente dicho debía de
resultar más bien ligero y orientado en sentido esencialmente práctico (no se
pretendía formar sabios, sino hombres preparados para las elevadas misiones
políticas a que su rango les permitía aspirar), los alumnos más activos o curiosos
podían completarlos por su cuenta mediante lecturas personales.

Karl Marx
El paulatino y ya casi evidente fracaso de las supuestas aplicaciones prácticas de
sus ideas políticas y económicas no debe ensombrecer la talla como pensador
revolucionario de Karl Marx, cuya obra significó en las ciencias socioeconómicas
un vuelco similar al producido por Freud en la psicología o Einstein en la física.
Marx desenmascaró los dogmas de la economía clásica y reveló desde una
perspectiva eminentemente científica las injusticias inherentes al sistema
capitalista; con él, la doctrina económica dejaba de ser una velada defensa de
intereses particulares, y la ética política una especie de una ciencia infusa.
Achacar a Marx alguna responsabilidad en el establecimiento de regímenes
comunistas es olvidar que falleció en 1883, y que la praxis revolucionaria de la
centuria siguiente se basó en derivaciones de sus ideas que él nunca hubiera
avalado.

Karl Marx nació en la Renania prusiana (actual Alemania), en la ciudad de Trier


(antes Trèves, en español Tréveris) el 5 de mayo de 1818. Fue uno de los siete
hijos del abogado judío Heinrich Marx y de su esposa holandesa Henrietta
Pressburg. El padre era un hombre inclinado a la Ilustración y a las ideas
moderadamente liberales, devoto de Kant y de Voltaire. El pequeño Karl tuvo una
infancia habitual en la burguesía culta de su tiempo, y asistió a la escuela y cursó
el bachillerato en su ciudad natal.
En octubre de 1835, con diecisiete años, se inscribió en los cursos de
humanidades de la Universidad de Bonn. Pasó allí sólo un año, en el que estudió
griego e historia y llevó una agitada vida estudiantil, incluyendo un duelo y un día
de calabozo por alcoholismo y desórdenes (fue la única vez que el fundador del
comunismo científico estuvo en prisión). El ambiente universitario de Bonn era
rebelde y politizado, por lo que Karl se hizo miembro de un círculo en el que se
discutía de política y poesía, y llegó a presidir el Club de las Tabernas, que tenía
otros fines.
¿Quiénes eran los sofistas?

En la Antigua Grecia se llamó sofistas a los estudiantes y maestros de retórica


que vivieron principalmente en Atenas durante los siglos V y IV a. C. Si bien
los sofistas eran en su mayoría maestros y estudiantes, nunca constituyeron un
conjunto uniforme, como si se hablara de una escuela, sino que cada uno de ellos
predicaba y enseñaba a su manera y diferenciándose de los demás.

Entre los sofistas más famosos encontramos a Protágoras (485 – 411 a. C.) y
Gorgias de Leontinos (483 – 375 a. C.), quien todavía hoy es conocido por dos de
sus obras más importantes, Sobre la Naturaleza o el No Ser y Encomio de
Helena. Tanto Protágoras como Gorgias encontraron a sus mayores
detractores en Sócrates, Platón y Aristóteles. Ambos aparecen como personajes
en varias de las obras platónicas y, en simultáneo, fueron acusados de persuadir
audiencias y asambleas políticas sin ningún fin más que el beneficio propio.

Ver además: Pensamiento filosófico

Etimología y significado del término «sofista»

El origen del término sofista se remonta a los vocablos griegos sophía,


“sabiduría”, y sophós, “sabio”, a juzgar por los textos antiguos que sobreviven
(como la Ilíada), en los que es común verlo asociado a conceptos como
“ingenio”, “talento” o a diversas formas de inteligencia práctica en un sentido
genérico.

En el siglo V a. C., se llamó a los sofistas “sabios” o “maestros”, no del


vocablo sophós sino de sophistés (σοφιστής). La variación del término se debe a
que no se los consideraba maestros de la sabiduría sino profesionales del
conocimiento y la elocuencia. Como sustantivo, sophistés se derivó del
verbo sophizo (σοφίζω), que tiene su origen en la palabra sophós y se traduce
como “enseñar” o “hacer aprender”. De este juego de palabras es que se
traduce sophistes no solo como “sofista”, sino también como “hombre sabio o
experto” o “el maestro de la habilidad de uno”.

Jean-Jacques Rousseau
(Ginebra, Suiza, 1712 - Ermenonville, Francia, 1778) Filósofo suizo. Junto
con Voltaire y Montesquieu, se le sitúa entre los grandes pensadores de la
Ilustración en Francia. Sin embargo, aunque compartió con los ilustrados el
propósito de superar el oscurantismo de los siglos precedentes, la obra de Jean-
Jacques o Juan Jacobo Rousseau presenta puntos divergentes, como su concepto
de progreso, y en general más avanzados: sus ideas políticas y sociales
preludiaron la Revolución Francesa, su sensibilidad literaria se anticipó al
romanticismo y, por los nuevos y fecundos conceptos que introdujo en el campo
de la educación, se le considera el padre del pedagogía moderna.
Biografía
Huérfano de madre desde temprana edad, Jean-Jacques Rousseau fue criado por
su tía materna y por su padre, un modesto relojero. Sin apenas haber recibido
educación, trabajó como aprendiz con un notario y con un grabador, quien lo
sometió a un trato tan brutal que acabó por abandonar Ginebra en 1728.
Jean-Jacques Rousseau (retrato de Maurice Quentin de La Tour, 1753)
Fue entonces acogido bajo la protección de la baronesa de Warens, quien le
convenció de que se convirtiese al catolicismo (su familia era calvinista). Ya
como amante de la baronesa, Jean-Jacques Rousseau se instaló en la residencia de
ésta en Chambéry e inició un período intenso de estudio autodidacto.

Jean-Paul Sartre
(París, 1905 - id., 1980) Filósofo y escritor francés. Precoz lector de los clásicos
franceses, en 1915 ingresó en el liceo Henri IV de París y conoció a Paul Nizan,
con quien inició una estrecha amistad. Al año siguiente, el segundo matrimonio
de su madre (considerado por Jean-Paul Sartre como «una traición») lo obligó a
trasladarse a La Rochelle; hasta 1920 no regresó a París. En 1924 inició sus
estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde conoció a Simone
de Beauvoir, con quien estableció una relación que duraría toda su vida.
Tras cumplir el servicio militar, empezó a ejercer como profesor de instituto; en
1933 obtuvo una beca de estudios que le permitió trasladarse a Alemania, donde
entró en contacto con la filosofía de Husserl y de Heidegger. En 1938 publicó La
náusea, novela que pretendía divulgar los principios del existencialismo y que le
proporcionó cierta celebridad, al tiempo que se convertía en símbolo de aquel
movimiento filosófico. Movilizado al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, fue
hecho prisionero, aunque consiguió evadirse en 1941 y regresar a París, donde
trabajó en el liceo Condorcet y colaboró con Albert Camus en Combat, el
periódico de la Resistencia.
En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión
personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como
cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí) que sabe de la existencia de
las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada).
La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la
condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí
mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su
elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la
esencia».

Immanuel Kant
(Königsberg, hoy Kaliningrado, actual Rusia, 1724 - id., 1804) Filósofo alemán.
Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó
en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de
Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista
de Leibniz y Christian Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia
natural, en particular, por la mecánica de Newton.
Kant
Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal, de la que no
llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros cuando residió por unos meses
en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento
luego de la muerte de su padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de
Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después
de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado
ofrecimientos de otras universidades, fue nombrado por último profesor ordinario
de lógica y metafísica.
La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica
y rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino a diario, a la
misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en
una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única
excepción se produjo el día en que la lectura de Emilio o De la educación,
de Jean-Jacques Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo,
hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.

REPRESIÓN

Del latín repressĭo, represión es la acción y efecto de reprimir (contener, detener,


refrenar o castigar). El término suele utilizarse para mencionar a las acciones
llevadas a cabo desde el poder para cohibir ciertas actuaciones políticas o
sociales.
Por ejemplo: “Violenta represión policial en una protesta de desempleados”, “La
represión militar ha causado miles de muertes en este país”, “Ante el desborde
social, la represión es necesaria”.

NEGACIÓN

NegaciónIndicar que algo no tiene existencia o que carece de veracidad es una


acción que recibe el nombre de negar. El resultado de dicha acción, por su parte,
se conoce como negación, un término que proviene del latín (negatio).

Este concepto, por lo tanto, menciona la privación o la insuficiencia de algo. En


el ámbito de la gramática, la negación es una categoría en la que se incluyen
aquellos términos que se emplean con ese fin y puede considerarse como un
elemento de la lingüística que se utiliza para negar una expresión o un
componente de una oración. Para esto, se usa un adverbio, una locución u otra
clase de palabra. A partir de la negación, se sostiene que algo no existe o que una
acción no se concreta.

RACIONALIZACIÓN

Para poder establecer correctamente el significado del término racionalización, es


importante comenzar conociendo su origen etimológico. Así, en este sentido,
podemos determinar que deriva del latín ya que está compuesto por elementos
procedentes de dicha lengua:

-El sustantivo “ratio”, que puede traducirse como “razón”.

-”-izare”, que se emplea como sinónimo de “convertir en”.

-El sufijo “-cion”, que se utiliza para indicar “acción y efecto”.

FORMACIÓN REACTIVA

La formación reactiva es un concepto del psicoanálisis que alude a una formación


del inconsciente que interviene en la formación de síntomas. Se manifiesta como
comportamiento, actitud o hábito que marcha en la dirección opuesta a la de un
deseo reprimido. Surge como defensa contra la pulsión perturbadora, es decir, el
sujeto construye una reacción contra la expresión de su deseo con el objetivo de
protegerse de él (y en ese sentido, puede ser definida también como mecanismo
de defensa). De este modo, por ejemplo, un excesivo pudor o autonegación
pueden ser la formación reactiva desarrollada por una persona con tendencias
pulsionales exhibicionistas de raigambre inconsciente.

PROYECCIÓN

Proyección procede del latín proiectio y hace mención al accionar y a los


resultados de proyectar (provocar el reflejo de una imagen ampliada en una
superficie, lograr que la figura de un objeto se vuelva visible sobre otro,
desarrollar una planificación para conseguir algo).

La proyección, por lo tanto, puede ser la imagen que se forma, de manera


temporal, sobre un cuerpo plano. Para conseguir esto, se emplea algún tipo de
foco. En este sentido, la exhibición de películas a través de un proyector también
se conoce como proyección.

REGRESIÓN

Regresión es una noción que refiere al acto de regresar o de volver atrás. Con
origen en el vocablo latino regressio, el término tiene diversos usos de acuerdo al
contexto.

Según la psicología, la regresión es un retroceso hacia un estado o nivel de


desarrollo previo. Se trata de un mecanismo de defensa que surge cuando hay un
conflicto que el sujeto no logra resolver.

El psicoanálisis suele aludir a la regresión como un retorno a una etapa que ya


había sido superada. Muchas veces implica, en este sentido, adoptar nuevamente
modos de comportamiento, relaciones y formas de pensamiento que son
inferiores en cuanto a su estructuración y su complejidad.
IDENTIFICACIÓN

Antes de proceder a analizar lo que es el significado del vocablo identificación


que ahora nos ocupa, vamos a determinar cuál es el origen etimológico de aquel.
En concreto, al estudiarlo descubrimos que emana del latín y más concretamente
de la suma de dos partículas: el sustantivo identitas, que es sinónimo de
“identidad”, y el verbo facere, que puede traducirse como “hacer”.

Identificación es la acción y efecto de identificar o identificarse (reconocer si una


persona o una cosa es la misma que se busca, hacer que dos o más cosas distintas
se consideren como una misma, llegar a tener las mismas creencias o propósitos
que otra persona, dar los datos necesarios para ser reconocido).

DESPLAZAMIENTO

DesplazamientoEl desplazamiento hace mención al hecho de desplazar y a sus


consecuencias. Este verbo, por otra parte, tiene diversos usos: puede referirse a
moverse de lugar, sacar a alguien de una posición o viajar desde un sitio hacia a
otro, entre otras cuestiones.

Por ejemplo: «El desplazamiento por la ciudad fue un caos: hubo cortes de calle y
manifestaciones en diversos sectores», «El presidente decidió el desplazamiento
del Ministro de Justicia por sus polémicas declaraciones», «¿Me ayudas con el
desplazamiento de la mesa? Tendríamos que dejarla junto a la ventana».

SUBLIMACIÓN

En el latín es donde se encuentra el origen etimológico de la palabra que ahora


vamos a analizar. En concreto procede del vocablo sublimatio, que puede
traducirse como “elevación”, el cual emana a su vez del verbo latino sublimare
que se puede dictaminar que es sinónimo de “enaltecer o elevar”.

Se define como sublimación al acto y consecuencia de sublimar (es decir, pasar


de forma directa del estado sólido al de vapor o engrandecer, resaltar o ensalzar a
alguien o algo).

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