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Enfermedades producidas en las uvas y lechugas por causas de

microorganismos
Linda Díaz Soto
Universidad de Córdoba, Facultad de Ingenierías, Programa Ingeniería de Alimentos,
Tecnología de Frutas y Hortalizas, Docente. PhD. Guillermo Arrazola
Uvas:
- Pudrición gris: La pudrición gris es la principal enfermedad de este tipo de cultivos
y provoca las mayores pérdidas en producción y causa efectos adversos sobre la
calidad de la fruta. Es causada por Botrytis cinerea, un hongo polífago con un
amplio rango de hospederos. Entre los frutales de importancia que son afectados
por este patógeno se encuentran arándano, kiwi, cereza, durazno, frutillas, entre
otras. También afecta varios cultivos hortícolas y especies ornamentales. Este
patógeno, si las condiciones son favorables (alta humedad y temperatura entre 20
y 22ºC), puede afectar las partes aéreas de la planta, desde brotación a cosecha,
como también en postcosecha y al arribo de la fruta a los mercados de
exportación. Esta enfermedad provoca en ciertas temporadas grandes pérdidas en
la uva de mesa de exportación.

Síntomas: Los síntomas se pueden manifestar en brotación sobre tejidos verdes


tiernos como en sarmientos, hojas o inflorescencias. En todos los casos, los tejidos
se tornan de color marrón, acompañado de necrosis y desecamiento de los
órganos afectados.
En éstas se desarrolla una pudrición blanda, acuosa, asociada a tejido enfermo,
siendo frecuente observar un moho gris café que cubre la superficie y puede
penetrarla internamente. Otro síntoma característico de la enfermedad es la
“pudrición temprana”, la cual se desarrolla en el verano en ausencia de lluvias y
cuando estas presentan aún bajo contenido de azúcar, caracterizándose por la
pudrición de algunos granos aislados, los que al contacto con los sanos los
contagia, formando nidos de la enfermedad de tamaño variable.
La “pudrición gris” es el síntoma más típico, que le da el nombre a la enfermedad,
y consiste en la pudrición de los granos, ya sea en forma aislada o en nido. Las
esporas grisáceas del hongo causante de la enfermedad, le dan el nombre común
de “moho gris”. Bajo condiciones de baja humedad relativa, las bayas infectadas se
deshidratan (“apasan”) y el micelio detiene su desarrollo en tanto que, al
aumentar la humedad, éste vuelve a desarrollarse produciendo nuevas esporas.
En almacenaje, la enfermedad produce la llamada “pudrición blanca” y el
patógeno recibe el nombre de “moho blanco”, por ausencia de esporulación
inhibida por la oscuridad del almacenaje.

- Oídio o peste ceniza: El oídio o peste ceniza es una enfermedad de gran


importancia para la uva de mesa, especialmente en la zona centro norte del país,
debido al gran número de aplicaciones de fungicidas que deben realizarse para el
manejo en relación a otras enfermedades que afectan la producción de uva de
mesa. Es causada por el hongo Oidium tuckeriBerk (Anamorfo) o Uncinulanecator
(Schwein.) Burril (Teleomorfo).
Los daños son más severos en climas secos y cálidos (21°C a 32°C), ya que el hongo
no necesita agua libre sobre la superficie del tejido verde para que ocurra la
infección. Sólo requiere que la humedad relativa del aire sea alta para que la
germinación de las esporas ocurra y bajo condiciones favorables repita su ciclo de
vida, lo que ocurre aproximadamente una vez por semana. Este hongo, se
caracteriza por la presencia de cuerpos frutales llamados cleistotecios
(chasmotecios). Esta fase se presenta cuando las condiciones ambientales no son
favorables para el patógeno, y cuando no existen tejidos susceptibles. En
primavera se abren liberando ascosporas que germinan e infectan tejidos verdes.

Pudrición ácida: La pudrición ácida es producida por un complejo de hongos y


bacterias acéticas (productoras de vinagre), que pueden estar presente en la
infección. Dentro de los hongos se encuentran los géneros Penicillium, Aspergillus
y Rhizopus.
Las variedades de uva de mesa donde el problema produce pérdidas de
importancia. La enfermedad tiende a aumentar su incidencia desde pre-cosecha a
cosecha y está directamente relacionada con el aumento de sólidos solubles en las
bayas, viéndose favorecida por temperaturas entre 25 y 35°C. Cualquier daño
producto de un golpe, daño solar, herida, picadura de insecto, daño de aves, daño
por oídio o Botrytis cinerea, partidura de baya o apriete excesivo del racimo,
favorece la entrada de los patógenos causantes de esta enfermedad.
Las bayas afectadas presentan pudrición blanda con chorreo abundante de jugo y
un fuerte olor a vinagre. Pueden observarse exudados bacterianos al presionar la
baya si la infección es severa. La presencia de mosquitas es un indicio del
problema, visualizándose también larvas de estas moscas en la superficie de las
bayas. La llegada de moscas es abundante cuando se siente el olor a vinagre,
debido a la acción de bacterias acéticas del genero Acetobacter. En bayas
afectadas es posible encontrar la presencia de hongos de los géneros Aspergillus,
Rizhopusy Penicillium. El complejo de la pudrición ácida genera una mala condición
para la vida de la fruta en postcosecha. La enfermedad puede continuar su
desarrollo en uvas almacenadas a 0°C cuando los ataques corresponden a
Penicillium expansum, hongo que es capaz de desarrollarse a esta temperatura.

La diseminación de las esporas o conidias de los hongos asociados puede ocurrir


por aire o por agua, como también transportados por mosquitas del vinagre
correspondientes al género Drosophila, principalmente D. melanogaster, la que
puede diseminar los agentes causales de esta enfermedad eficientemente. Las
poblaciones de mosca pueden verse favorecidas por presencia de fruta en el suelo
del predio y su remoción postpinta es importante. Bajo condiciones favorables de
clima húmedo, cálido y acumulación de azúcares en bayas, esta mosca puede
depositar cientos de huevos y comenzar una nueva generación cada 10 a 12 días,
lo que puede desatar una fuerte expansión de esta enfermedad en campo.
Lechuga:
Este cultivo está azotado por numerosos insectos, hongos y bacterias que deterioran y
alteran las hojas de esta hortaliza.
- Gusano gris (Agrotis sp.)
El gusano gris afecta a gran variedad de plantas, entre las que se incluyen la patata, la
remolacha, el espárrago, las crucíferas, etc. Le suele atraer las zonas frescas y húmedas
como las que le proporciona el cultivo de la lechuga. Por la noche se alimentan de las
hojas y por el día se esconden bajo el suelo.
Gusano gris. Fotografía: Bayer.cl
- Minadores (Liriomyza trifolii)
En el interior de la hoja de la lechuga la larva excava galerías mientras se alimenta del
tejido parenquimático. Esta plaga tiene especial atención al inicio de la plantación,
retrasando el inicio de la maduración o llegando a rechazar el producto comercial.

Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum)


La mosca blanca es muy polífaga y ataca a gran variedad de cultivos. El daño se produce
cuando se alimenta de la savia de la planta, provocando amarillamiento de estas y su
posterior debilitamiento. Al mismo tiempo producen melaza y atraen la infección por el
hongo «negrilla».

Mosca blanca. Fuente: sinmordaza


Otro de los grandes problemas de la mosca blanca es que es portadora de virus que no
tiene tratamiento y pueden llegar a acabar con el cultivo en un periodo corto de tiempo.
- Trips (Frankliniella occidentalis)
El trips es un insecto que está presente en una gran cantidad de cultivos y una de la que
más problemas está causando.

Ataque de trips en lechuga


Los síntomas en la lechuga aparecen tras la picadura del trip sobre la hoja. El nivel de
daños en el cultivo depende de la población y el número de picaduras. Sin embargo, lo
más problemático de Frankliniella occidentalis es su capacidad para portar numerosos
virus, mencionando entre ellos el del bronceado del tomate (TSWV).
- Alternaria (Alternaria dauci – Stemphyllium spp.)
A la hora de reconocer esta enfermedad causada por un hongo hay que detectar
pequeñas manchas oscuras sobre las hojas de la lechuga. Suele desarrollarse en
condiciones altas de humedad, por lo que a veces se suele actuar de forma preventiva
cuando hay temporadas de lluvia.

Alternaria sobre lechuga


- Antracnosis (Microdochium panattoniana)
Suele aparecer sobre las hojas más viejas antes que el resto de hojas, con especial
predominancia por el nervio central, peciolo y limbo.
Sobre dichas hojas aparecen manchas pequeñas, hundidas, de color amarillento y con un
margen rojizo o necrótico. Con el tiempo, dicho anillo rojizo se extiende hacia el interior,
necrosando toda la mancha.
Oídio (Erysiphe cichoracerum)
El oidio es una enfermedad fúngica muy conocida y extendida por casi todos los cultivos.
Suele desarrollarse tanto en el haz como en el envés de la hoja, cubriéndose las hojas
externas de un micelio blanquecino de aspecto pulverulento.

Oidio sobre lechuga. Fotografía: Gerald Holmes


Suele aparecer cuando el clima no es muy húmedo (humedad relativa en torno al 70%) y
cuando no hay periodo de lluvias.
- Podredumbre gris (Botrytis cinerea)
Este hongo puede aparecer en cualquier fase vegetativa del cultivo de la lechuga.
Normalmente suele ir vinculado con el exceso de humedad, por lo que el control del riego
es muy importante. La aireación también supone una buena técnica para evitar la
propagación de esta enfermedad.

Botrytis cinerea
Fuente: Sally A. Miller, The Ohio State University
El ataque suele iniciarse en la base de la lechuga, aunque también puede aparecer en
hojas que tienen heridas, problemas o fisiopatías.
- Septoria (Septoria lactucae)
Septoria produce manchas sobre la parte inferior de las hojas. Para que este hongo haga
su aparición el cultivo debe estar en zonas de mucha humedad o época de lluvias.
Sobre las hojas aparecen manchas cloróticas pequeñas y con formas irregulares. Con el
tiempo, dichas manchas se vuelven necróticas y se va formando un anillo clorótico
alrededor, síntoma del progreso de la enfermedad.
- Mildiu (Bremia lactucae)

Bremia lactucae. Fuente: urlmunozfitopatologia


- Esclerotinia (Sclerotina sclerotiorum)
Esta enfermedad provoca la aparición de podredumbres blanquecinas de aspecto blando
sobre las hojas de la lechuga. La infección se inicia en la parte basal de la planta y se va
extendiendo con el tiempo. Este hongo puede permanecer en el suelo hasta 5 años por lo
que se recomiendan técnicas de saneado como la solarización.

Esclerotinia en estado avanzado: Fuente: areitzsoroa.


REFERENCIAS
Latorre, G. B. 2004. Enfermedades de las plantas cultivadas. Sexta edición.
Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. 638 p.
Puelles, J. y Sepúlveda, R. y 2012. Oidio. INIA Cartilla Divulgativa Nº3. 4p.
Puelles, J. y Sepúlveda, R. y 2012. Pudrición ácida. INIA Cartilla Divulgativa Nº5. 4p.
Sepúlveda, R. y Puelles, J. 2012. Botrytis o Pudrición gris. INIA Cartilla Divulgativa Nº4. 4p

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