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PREGUNTAS CERNUDA PARA ESTUDIAR

1. Comente la formación del poeta en sus inicios. (p. 121 párrafos 1 y 2)


2. Obra Égloga, elegía y oda (p. 121, párrafo 3)
3. Comenta su poesía de rebeldía y la influencia del surrealismo (p. 123 párrafos 2 y 3
y p.125 párrafo 1)
4. Obra Donde habite el olvido (p. 126 párrafo 1 y p. 127 penúltimo párrafo)
5. Explica la etapa de transición de la poesía de Cernuda (p. 130 párrafos 2, 3)
6. Obra Ocnos (p. 131 párrafo 1)
7. Obra Como quien espera el alba (p. 132 párrafos 1 y 2)
8. Explica la importancia de la conciencia del tiempo en Cernuda (p. 134 párrafo 1)
9. Obra Desolación de la quimera (p. 137 párrafos 1 y 2).
10. Tema del deseo: p. 139 2º, 3 y 4 párrafo)
11. Tema del amor: p. 141 párrafo 2)

1. Cernuda comienza escribiendo pequeños textos aforísticos en prosa y algunos otros de


prosa poética, que incluso llegan a aparecer publicados, pero la realidad es que nunca
quiso hacer un libro con ellos. Consideraremos, pues, que su primera obra es Perfil del Aire
(1924-1927), que aparece, revisada y corregida, en la primera versión de La Realidad y el
Deseo (1936) como Primeras poesías.
Es este un libro primerizo, inocente poéticamente hablando, en el que el tema dominante es
la tímida evocación de los deseos eróticos adolescentes. Poesía, en fin, de "alguien que
aún no desea o puede asomarse del todo". El despertar sexual de la adolescencia sirve de
inicio para descubrir el sentimiento de separación entre el yo lírico y el mundo: el
protagonista vive en su habitación y ve el exterior desde su ventana y en sus sueños, un
mundo ideal, puesto que aún no ha entrado en contacto con él. Esta primera imposibilidad
tiñe el libro de melancolía y de languidez: el paisaje es otoñal, la habitación lo aísla del
mundo, por lo que solo cabe, cuando se hace la noche y no hay paisaje tras la ventana, la
autocontemplación, la sensualidad del amor con uno mismo, y el sueño de una realidad
ideal, un jardín donde no existen el dolor ni el tiempo.
En este libro el estilo bebe del simbolismo impresionista de Juan Ramón Jiménez y también
se percibe el magisterio de Pedro Salinas y Jorge Guillén, los mentores del grupo del 27, en
su afán de pureza y en el formalismo. El tono es melancólico y sencillo y se vale de la
métrica tradicional (versos isométricos, rimados, en estrofas cerradas). Como dijimos arriba,
la tibia acogida por parte de la crítica le dolió profundamente.

2. Su segundo libro es Égloga, Elegía, Oda (1927-1928), que, en cierto modo, supone una
continuación del libro anterior y la consecuencia de las malas críticas obtenidas por Perfil
del Aire, al que algunos tacharon de clasicista e incluso de ser un plagio de la primera
entrega de Cántico, de Jorge Guillén. El tema es básicamente el mismo que en Primeras
poesías; sin embargo, aquí el clasicismo se hace patente, y no solo en el título, sino
también en la métrica, a base de estancias y cuartetos endecasílabos. En estos poemas se
percibe la influencia de Garcilaso en la métrica antes citada, la musicalidad, la leve
melancolía, la elegancia contenida y el bucolismo (opuesto todo ello al fervor por Góngora,
que culmina en 1927 con el homenaje del grupo del 27). En esta preferencia, Cernuda
manifiesta uno de los rasgos más acusados de su carácter: su individualidad y su
independencia de las modas. Por otro lado, en el libro se percibe el inicio de la influencia de
André Gide, no solo en la aceptación de la homosexualidad, sino también en el hedonismo,
en el disfrute sin culpa de los placeres físicos, que encontrará su mejor cauce expresivo en
los libros surrealistas posteriores.

3. Cernuda sale de Sevilla en 1920. Este hecho, unido a la influencia del surrealismo, que
nuestro poeta conoce de primera mano en su lectorado en Toulouse (junto a otras
manifestaciones como el jazz o el cine sonoro), va a producir dos obras muy importantes:
Un Río, un Amor (1929) y Los Placeres Prohibidos (1931).
El surrealismo (y la influencia de autores como André Gide) le permite a Cernuda expresar
con libertad lo que el simbolismo sólo le permitía intuir de forma vaga e imprecisa. De esta
manera, Cernuda se vale de las técnicas de esta vanguardia, como el collage, las visiones e
imágenes vi-sionarias, el libre fluir de los versos (abandona la métrica clásica y usa el verso
libre, sin rima, en estrofas abiertas).., en definitiva, de la libertad formal, para expresar una
liberación personal: su homosexualidad, su rebeldía. Y ello de forma plenamente consciente
y querida. Recordemos que el surrealismo español no es ortodoxo y reniega de la escritura
automática o el libre discurrir de la conciencia para dejarlo en una liberación consciente de
la lengua poética.
La culminación del surrealismo y la rebeldía va a llegar con Los Placeres Prohibidos (1931),
en clara alusión a su deseo homosexual. La liberación personal y estética del poeta no solo
se logra con la liberación del verso y de la imagen (predominan los versículos y las visiones
e imágenes visionarias), sino también con la afirmación poderosa de su amor, al que el
poeta canta con seguridad y con el alma desnuda. El yo poético es consciente de que los
sueños del deseo han fracasado por su inocencia, que ignoraba los límites impuestos por la
sociedad, como reconoce en su poema "Telarañas cuelgan de la razón".

4. Donde habite el Olvido (1932-1933) es, además de uno de los libros más hermosos de
Cernuda, una vuelta a la tradición, particularmente a Bécquer, lo que incide en el carácter
romántico de esta primera etapa que arriba mencionábamos. Esta influencia queda patente
en el mismo título del libro, sacado de la Rima LXVI: "donde habite el olvido / allí estará mi
tumba".
El libro abunda tanto en los recuerdos de ese amor doloroso como en el anhelo constante
de olvidarse, de ser nada, de desvanecerse. De nuevo, el conflicto entre la realidad y el
deseo, presente en distintos grados en todos los libros de esta etapa. Con Donde habite el
Olvido termina el ciclo del Cernuda poeta plenamente romántico, que abarca desde la
intuición del amor en las primeras poesías hasta la desolación y el dolor del fracaso.
También pone fin al surrealismo poético.

5. La contienda y el destierro al que se vio abocado nuestro poeta son los temas
dominantes de Las Nubes (1937-1940). En sus elegías españolas lamenta la destrucción de
España y medita sobre la primera experiencia del exilio (recordemos que su exilio definitivo
al Reino Unido se produjo en 1938).

6. Aunque no forma parte de La Realidad y el Deseo, Ocnos (1940) es el primer libro escrito
íntegramente en el exilio. Es una bellísima obra, compuesta por poemas en prosa, en la que
aparece el tema del recuerdo de la infancia y la juventud, no solo como ejercicio de
introspección intimista, sino también a través de un personaje llamado Albanio, en clara
referencia a Garcilaso, que actúa como un alter ego del poeta y que a la vez le sirve como
mecanismo de distanciamiento a través del cual ejercitar la reflexión. En otros poemas se
vale de la segunda persona, en un diálogo interno consigo mismo, o incluso la primera,
como en este pasaje que a continuación reproducimos por lo que tiene de revelador de la
poética de nuestro autor.

7.Como quien espera el Alba (1941-1944) continúa el camino de poesía meditativa iniciado
en Las Nubes. La meditación sirve al poeta para llegar a conocerse a sí mismo y al hombre.
En este conocimiento, acepta la idea de la muerte y el paso del tiempo, que aparecerán con
más fuerza en los poemarios pos-teriores. Frente a Las Nubes, en las que aparecía la
realidad histórica, aquí el tono es más introspectivo, centrado en la meditación sobre la
existencia humana y la del propio poeta.
Para esta poesía reflexiva Cernuda acude a la segunda persona (que usa también para
referirse a su propia conciencia), al lenguaje coloquial en ese diálogo consigo mismo y a
una simplicidad cercana a lo prosaico, pero que esconde, como en toda su poesía, una
cuidadísima elaboración y selección de vocabulario, a la vez que una tendencia a la
digresión, propia de la reflexión.

8. La etapa del exilio americano continúa el camino iniciado con Como quien espera el Alba,
en la línea de una poesía meditativa. y reflexiva. Ahora, sin embargo, se agudiza la
conciencia del paso del tiempo, de que la juventud se aleja inexorablemente. Fruto de este
sentimiento son los libros Vivir sin estar viviendo (1944-1949), cuyo título nos remite a un
verso de Santa Teresa de Jesús ("vivo sin vivir en m/") y Con las Horas contadas (1950-
1956).

9. Esta etapa final se inicia tras la tercera edición de La Realidad y el Deseo (1958).
Después solo se añadirá, en una cuarta edición póstuma (1964) que el poeta estuvo
esperando durante años, el libro Desolación de la Quimera (1956-1962).
Este libro es fruto de otro traslado de Cernuda, esta vez a California, como profesor
universitario. En él se observa su preocupación no ya por el paso del tiempo, como
anotábamos en la etapa anterior sino por la posible pronta llegada de la muerte, cosa que
finalmente le llegó, de forma inesperada, en México y en casa de su amiga Concha Méndez.

10. En la etapa surrealista, este tema va a ser de confrontación entre la realidad que niega,
oprime y mata los deseos amorosos del protagonista poemático, que afirma la verdad de su
amor, su derecho a ser.
En Donde habite el Olvido el deseo es el de desvanecerse, olvidar y ser olvidado, huir
donde el amor no duela. Frente a él, la realidad de que el amor, cuando se hace carne, no
deja más que "ruina y miseria que un día se anegan en inmenso olvido, / dejando, burla
suprema, una fecha vacía, / huella inútil que la luz deserta." En la primera poesía del exilio,
el enfrentamiento de la realidad y el deseo va a estar condicionado por el momento histórico
el deseo de regresar o volver a ver España frente a la realidad de lo que en el país está
pasando y la pérdida progresiva de esta esperanza.
Posteriormente, con la llegada de la poesía reflexiva y metafísica, el deseo se convierte en
algo más trascendente: es el afán de alcanzar la verdad personal y la plenitud en el amor y
en la natura-leza; frente a ello, la hostilidad del mundo en un paisaje que no le gusta, en una
sociedad burguesa e hipócrita, y siempre sometido al paso del tiempo, que nada perdona.
Esta nueva concepción del deseo alcanza su punto culminante en los "Poemas para un
Cuerpo", en los que, como dijimos, el amado es solo el motivo o pretexto del amor del yo
lírico.
11.11.

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