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Instituto Politécnico Nacional

Escuela Superior de Ingeniería Química e


Industrias Extractivas
Departamento de Ingeniería Química Petrolera

Química del petróleo y catálisis

Actividad 1. Fundamentos de química general

Grupo: 2PM51

Alumno:
Borgonio López Andrés Uriel

Profesor:
Sotelo Boyas Rogelio

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Índice

1.- Tabla periódica: Grupos y periodos, y propiedades que los distinguen.

2.- Radio atómico, afinidad electrónica, electronegatividad y energía de ionización


de los elementos

3.- Electrones de valencia y estado de oxidación

4.- Regla del octeto, orbitales moleculares y estructuras de Lewis

5.- Tipos de enlaces químicos y como afectan a las propiedades físicas.

6.- Teorías de ácidos y bases

7.- Balanceo de reacciones redox

8.- Determinación de la composición elemental y conversiones en mol y peso.

9.- Determinación de fórmulas molecular y empírica

10.- Cálculos de balance de masa y energía

11.- Conversión, selectividad y rendimiento en reactores químicos

12.- Equilibrio químico y determinación de las concentraciones y la constante de


equilibrio

13.- Principio de Le Chatelier

14.- Determinación de las variaciones de energía libre de Gibbs, entalpía y entropía


de una reacción estándares y a cualquier temperatura

15.- Clasificación y nomenclatura de compuestos orgánicos

16.- Propiedades físicas y de combustión del petróleo y sus productos

Bibliografía

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Tabla periódica: Grupos y periodos, y propiedades que los distinguen

Grupos

En la tabla periódica, los elementos se ordenan según el número atómico creciente,


empezando a la izquierda en la parte más alta y organizándose en una serie de filas
horizontales. Esta organización sitúa a los elementos semejantes en grupos
verticales o familias.

Existen 18 grupos diferentes, enumerados del 1 al 18, cada uno de los cuales
agrupa un número variable de elementos químicos. Los elementos de cada grupo
presentan un mismo número de electrones en su última capa atómica, razón por la
cual presentan propiedades químicas similares, debido a que las propiedades
químicas de los elementos químicos están fuertemente relacionadas con los
electrones ubicados en la última capa atómica.

Clasificación de los elementos de la tabla periódica:

• Grupo 1: metales alcalinos • Grupo 10: familia del níquel


• Grupo 2: metales • Grupo 11: familia del cobre
alcalinotérreos • Grupo 12: familia del zinc
• Grupo 3: familia del escandio • Grupo 13: térreos
(tierras raras y actínidos) • Grupo 14: carbonoideos
• Grupo 4: familia del titanio • Grupo 15: nitrogenoideos
• Grupo 5: familia del vanadio • Grupo 16: calcógenos o
• Grupo 6: familia del cromo anfígenos
• Grupo 7: familia del manganeso • Grupo 17: halógenos
• Grupo 8: familia del hierro • Grupo 18: gases nobles
• Grupo 9: familia del cobalto

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Ejemplos: El sodio (Na) y el potasio (K) se encuentran juntos en un grupo
denominado 1, llamado de los metales alcalinos. El cloro (Cl) se encuentra en el
otro extremo de la tabla en el grupo 17.

Periodos

Las filas horizontales de la tabla se llaman períodos. Los períodos se numeran en


el extremo izquierdo de la tabla periódica en la contracubierta delantera. Las 7 filas
que conforman la tabla periódica son los periodos que vienen dados por las 7 capas
o niveles de energía K, L, M, N, O, P, Q. El periodo que ocupa un elemento coincide
con su última capa electrónica. Los elementos situados en un mismo periodo tienen
propiedades diferentes, pero masas atómicas parecidas.

Ejemplo: El hierro (Fe) está en el cuarto período, o sea, la cuarta fila de la tabla, ya
que posee cuatro capas electrónicas; mientras que el bario (Ba), al poseer seis
capas, está en el sexto período, o sea, la sexta fila de la tabla periódica.

Propiedades de los elementos

También es habitual dividir los elementos en dos grandes categorías conocidas


como metales y no metales. A temperatura ambiente todos los metales son sólidos,
excepto el mercurio que es un líquido. Los metales generalmente son maleables
(pueden ser estirados en láminas) y dúctiles (pueden ser estirados en hilos). Son
buenos conductores del calor y la electricidad y tienen un aspecto lustroso o
brillante. Los no metales generalmente tienen propiedades opuestas a los metales,
tales como ser malos conductores del calor y la electricidad. Algunos de los no
metales, como el nitrógeno, oxígeno y cloro, son gases a temperatura ambiente.
Otros como el silicio y el azufre son sólidos frágiles. Solo el bromo es un líquido.

Gracias al ordenamiento de las filas horizontales de la tabla (grupos), se puede


entender el comportamiento y características que tienen en común cada elemento
y como se clasifican, retomando los conceptos dados al inicio.

Grupo 1 (antes IA) o metales alcalinos. Poseen baja densidad, color propio y suelen
ser blandos. En este grupo suele además incluirse el hidrógeno (H), aunque también
es común que esté presente una posición autónoma entre los elementos químicos.
Los metales alcalinos son extremadamente reactivos y es necesario almacenarlos
en aceite para evitar que reaccionen con la humedad del aire. Además, nunca se
encuentran como elementos libres, es decir, siempre están formando parte de algún
compuesto químico.

Grupo 2 (antes IIA) o metales alcalinotérreos. Son metales blandos (aunque más
duros que los del grupo 1), de baja densidad, buenos conductores y con
electronegatividad menor o igual a 1,57 según la escala de Pauling (escala
establecida para organizar los valores de electronegatividad de los átomos, donde
el flúor (F) es el más electronegativo y el francio (Fr) es el menos electronegativo).
Son elementos menos reactivos que los del grupo 1, pero, aun así, siguen siendo

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muy reactivos. El último de la lista (el Ra) es radiactivo y con una vida media (tiempo
que tarda en desintegrarse un átomo radiactivo) muy corta, así que a menudo no se
lo incluye en las listas.

Grupo 3 (antes IIIA) ­o familia del escandio. Son elementos sólidos y brillantes, muy
reactivos y con gran tendencia a la oxidación, buenos para conducir la electricidad.

Grupo 4 (antes IVA) o familia del titanio. Son metales muy reactivos y que, al
exponerse al aire, adquieren un color rojo y pueden inflamarse espontáneamente (o
sea, son pirofóricos). El último (Rf) de la familia es un elemento sintético y radiactivo.

Grupo 5 (antes VA) o familia del vanadio. Metales que poseen en sus capas
atómicas más externas 5 electrones. El vanadio es bastante reactivo ya que tiene
valencia variable pero los demás lo son en muy poca medida, y el último (el Db) es
un elemento sintético que no existe en la naturaleza.

Grupo 6 (antes VIA) o familia del cromo. Todos metales de transición, y el Cr, el Mo
y el W son refractarios. No presentan características electrónicas uniformes, a pesar
de su comportamiento químico semejante.

Grupo 7 (antes VIIA) o familia del manganeso. Compuesto por los elementos
manganeso (Mn), tecnecio (Tc), renio (Re) y bohrio (Bh), de los cuales el primero
(el Mn) es muy común y los demás sumamente raros, especialmente el tecnecio
(que no posee isótopos estables) y el renio (que existe apenas en trazas en la
naturaleza).

Grupo 8 (antes VIIIA) o familia del hierro. Metales de transición que poseen ocho
electrones en sus capas exteriores. El último de la lista (el Hs) es un elemento
sintético que existe solo en el laboratorio.

Grupo 9 (antes VIIIA) o familia del cobalto. Son metales de transición sólidos a
temperatura ambiente, de los cuales el último (el Mr) es sintético y existe sólo en
laboratorios.

Grupo 10 (antes VIIIA) o familia del níquel. Son metales de transición sólidos a
temperatura ambiente, que abundan en la naturaleza en su forma elemental,
excepto el níquel, que posee una enorme reactividad, por lo que existe formando
compuestos químicos, y además abunda en los meteoritos. Poseen propiedades
catalíticas que los hacen muy importantes en la industria química y en la ingeniería
aeroespacial.

Grupo 11 (antes IB) o familia del cobre. Denominados “metales de acuñar” por su
uso como insumo para monedas y joyería. El oro y la plata son metales preciosos,
el cobre en cambio es muy útil industrialmente. La única excepción la constituye el
roentgenio, que es sintético y no existe en la naturaleza. Son buenos conductores
eléctricos, y la plata posee niveles altísimos de conducción calórica y reflectancia

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de la luz. Son metales muy blandos y dúctiles, ampliamente utilizados por la
humanidad.

Grupo 12 (antes IIB) o familia del zinc. Los tres primeros (Zn, Cd, Hg) están
abundantemente presentes en la naturaleza, y los dos primeros (Zn, Cd) son
metales sólidos, y el mercurio es el único metal líquido a temperatura ambiente. El
zinc es un elemento importante para el metabolismo de los seres vivos, mientras
que los demás son altamente tóxicos.

Grupo 13 (antes IIIB) o familia del boro. También son llamados “térreos”, dado que
son muy abundantes en la corteza terrestre, a excepción del último de la lista,
sintético e inexistente en la naturaleza. Estos elementos presentan tres electrones
en su capa externa, son metales de punto de fusión muy bajos, excepto el boro que
tiene un punto de fusión muy alto y es un metaloide.

Grupo 14 (antes IVB) o carbonoideos. Son en su mayoría elementos muy conocidos


y abundantes, sobre todo el carbono, central para la química de los seres vivos.
Este elemento es no metálico, pero a medida que se desciende en el grupo los
elementos se tornan cada vez más metálicos, hasta llegar al plomo. Son además
elementos muy empleados en la industria y muy abundantes en la corteza terrestre
(el silicio constituye 28% de la misma) excepto el flerovio, sintético y radiactivo de
vida media muy corta.

Grupo 15 (antes VB) o nitrogenoideos. Son muy abundantes y reactivos estando a


altas temperaturas. Tienen cinco electrones en su capa exterior, y como en el grupo
anterior, adquieren propiedades metálicas conforme avanzamos en el grupo.

Grupo 16 (antes VIB) o calcógenos o anfígenos. Son a excepción del último (Lv,
sintético) elementos muy comunes y empleados industrialmente, los primeros dos
(O, S) involucrados además en los procesos típicos de la bioquímica. Poseen seis
electrones en su capa atómica exterior y algunos de ellos tienden a formar
compuestos ácidos o básicos, de allí su nombre de anfígenos. Entre el grupo
destaca el oxígeno, de tamaño muy pequeño y enorme reactividad.

Grupo 17 (antes VIIB) o halógenos. Suelen hallarse en estado natural como


moléculas diatómicas que tienden a formar iones mono negativos llamados haluros.
El último de la lista (el Ts), sin embargo, es sintético y no existe en la naturaleza. Se
trata de elementos abundantes en la bioquímica, con enorme poder de oxidación
(sobre todo el flúor).

Grupo 18 (antes VIIIB) o gases nobles. Su nombre proviene del hecho de que en la
naturaleza suelen estar en forma gaseosa y poseen una muy baja reactividad, lo
cual hace de ellos excelentes aislantes para distintas industrias. Poseen puntos de
fusión y de ebullición muy próximos, de modo que pueden ser líquidos solo en un
pequeño rango de temperaturas, y a excepción del radón (muy radiactivo) y el
oganesón (sintético), están en abundancia en el aire terrestre.

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Radio atómico, afinidad electrónica, electronegatividad y energía de
ionización de los elementos

Radio atómico

El tamaño del átomo es difícil de definir por dos razones básicamente:

• Se trata de un sistema dinámico de partículas muy influenciado por los átomos que
le rodean.

• Los orbitales que componen la corteza electrónica no tienen unas dimensiones


definidas.

No obstante, como los átomos no suelen presentarse aislados, el valor que se


asigna en la práctica al radio atómico es la mitad de la distancia entre los núcleos
de dos átomos iguales enlazados entre sí. Al adoptar este concepto práctico de
radio atómico, se diferencia su valor fácilmente, ya que los metales se presentan
formando redes tridimensionales de átomos iguales, y los no metales forman
moléculas. Es importante resaltar que cuando los átomos enlazados no son iguales,
el radio atómico varía dependiendo del tipo de enlace, por lo que el valor de esta
magnitud física debe considerarse relativo, con la única finalidad de comparar entre
sí átomos diferentes.

En un período, al aumentar el número atómico, disminuye el radio atómico. Al


aumentar el número atómico de los elementos de un mismo período, se incrementa
la carga nuclear efectiva sobre el electrón más externo y el número de niveles
ocupados no varía. En consecuencia, aumenta la intensidad de la atracción entre el
electrón y el núcleo, por lo que disminuye la distancia entre ellos.

En un grupo, al aumentar el número atómico, aumenta el radio atómico. Al aumentar


el número atómico de los elementos de un grupo, se incrementa el número de
niveles ocupados, mientras que la carga nuclear efectiva sobre el electrón más
externo es la misma. En consecuencia, aumenta el radio atómico.

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Afinidad electrónica

Un átomo puede aceptar un electrón y transformarse en un ion negativo o anión,


con el consiguiente intercambio de energía. La afinidad electrónica, A, es la energía
intercambiada en el proceso por el que un átomo neutro X, en estado gaseoso y en
su estado electrónico fundamental, recibe un electrón y se transforma en un ion
mono negativo X-, también en estado gaseoso y en su estado electrónico
fundamental.
𝐴𝐴

𝑋𝑋(𝑔𝑔) + 1𝑒𝑒 − → 𝑋𝑋(𝑔𝑔)

Este proceso puede ser endotérmico o exotérmico, dependiendo de que requiera


energía para llevarse a cabo o que la desprenda. El valor de la afinidad electrónica
informa de la tendencia a formar el anión; cuanta más energía se desprenda en su
proceso de formación, más fácilmente se constituirá el anión.

Electronegatividad

La energía de ionización mide la tendencia de un átomo a ceder electrones, y la


afinidad electrónica, la tendencia del átomo a aceptarlos. Estas dos tendencias
contrapuestas pueden combinarse en una sola magnitud que es la
electronegatividad. La electronegatividad de un elemento se define como la
tendencia relativa de sus átomos para atraer los electrones de otros átomos con los
que están enlazados.

Como es habitual, los valores de la electronegatividad a lo largo de la Tabla


Periódica presentan una variación clara en los elementos representativos, que no lo
es tanto en los elementos de transición. En general, en los períodos, la
electronegatividad se incrementa al aumentar el número atómico, mientras que, en
los grupos, aumenta al disminuir el número atómico. Debes notar que los gases
nobles carecen de valor de la electronegatividad, lo que es lógico si consideramos
que estos elementos se caracterizan por su mínima tendencia a formar enlaces con
los demás elementos.

Esta magnitud es muy útil cuando se trata de predecir el tipo de enlace que formarán
dos átomos: si la diferencia de electronegatividades es muy grande, el enlace será
iónico, mientras que, si es pequeño, será covalente, más o menos polarizado, con
arreglo a la diferencia de electronegatividad entre los átomos.

Energía de ionización

Al suministrar suficiente energía a un átomo neutro, se consigue arrancarle un


electrón y obtener el correspondiente ion positivo o catión. La energía de ionización,
I, es la mínima energía necesaria para que un átomo neutro de un elemento X, en
estado gaseoso y en su estado electrónico fundamental, ceda un electrón de su

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nivel externo y dé lugar a un ion mono positivo X+, también en estado gaseoso y en
su estado electrónico fundamental.
+
𝑋𝑋(𝑔𝑔) + 𝐼𝐼 → 𝑋𝑋(𝑔𝑔) + 1𝑒𝑒 −

Esta energía se puede interpretar como la energía con que el átomo retiene al
electrón. Se dan dos tendencias claras según se trate de los elementos de un
período o de un grupo.

Al aumentar el número atómico de los elementos de un mismo período, se


incrementa la atracción nuclear sobre el electrón más externo, ya que disminuye el
radio atómico y aumenta la carga nuclear efectiva sobre él. Por ello en un período,
al aumentar el número atómico, se hace mayor la energía de ionización.

Al aumentar el número atómico de los elementos de un mismo grupo, disminuye la


atracción nuclear sobre el electrón más externo, ya que aumenta el radio atómico,
mientras que no varía la carga nuclear efectiva sobre él. En un grupo, al aumentar
el número atómico, disminuye la energía de ionización.

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Electrones de valencia y estado de oxidación

Electrones de valencia

Son los electrones de la última capa de energía de un átomo, también conocida


como capa de valencia. Estos sirven para que los átomos puedan formar enlaces
con otros átomos, es decir, formar nuevos compuestos. Además, los electrones de
valencia son los responsables de las características químicas de los elementos.

El electrón es la partícula con carga negativa del átomo. Cada átomo se caracteriza
por una cierta cantidad de electrones que están distribuidos por capas alrededor del
núcleo, según su nivel de energía. La última capa es la capa de valencia.

Podemos determinar cuáles son los electrones de valencia si sabemos el número


atómico del átomo. El número atómico es la cantidad de protones en el núcleo, que
es igual a los electrones que tiene el átomo.

Ejemplo. El átomo de cloro tiene un número atómico Z=17, es decir, tiene 17


electrones distribuidos en tres capas (2, 8 y 7). Los 7 electrones de la última capa
son los electrones de valencia del cloro.

Los electrones de valencia se representan en la estructura de Lewis.

El átomo de calcio tiene un número atómico Z=20, es decir, tiene 20 electrones


distribuidos en cuatro capas (2, 8, 8 y 2). Los 2 electrones de la última capa son los
electrones de valencia del cloro.

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En la tabla periódica, los elementos con el mismo número de electrones de valencia
se encuentran en el mismo grupo, que es la columna vertical de la tabla.

Ejemplo. Los elementos del grupo 2 tienen 2 electrones de valencia. Una excepción
a esto son los elementos del grupo 18 o gases nobles, donde el helio tiene 2
electrones de valencia, a diferencia de los otros elementos que tienen 8.

Por otro lado, los elementos de los grupos 3 al 12 se conocen como elementos de
transición. En estos grupos es variable el número de electrones de valencia.

Ejemplo. E oro (Au) tiene 1 o 3 electrones de valencia, el hierro (Fe), el cobalto (Co)
y el níquel (Ni) tienen entre 2 y 3 y el cobre (Cu) y el mercurio (Hg) tienen 1 o 2
electrones de valencia.

Estado de oxidación

La propiedad de electronegatividad conduce a la unión de dos especies o entidades


químicas y en la que una de ellas atrae con mayor fuerza los electrones de enlace,
compartidos con la otra partícula. Esto determina la capacidad de combinación entre
los dos átomos que se manejó con el término de valencia, que en su momento se
consideró positiva, para los átomos de los elementos que atraen con menor fuerza
los electrones de enlace (electropositivos), y negativas, para aquellos átomos d ellos
elementos que atraen más intensamente dichos electrones (electronegativos).

Sin embargo, aunque esta propiedad se pudo inferir a lo largo de la tabla periódica,
resultó ser intangible, pues no tuvo una ventaja realmente práctica. Es así como
surgió el concepto de número o estado de oxidación, el cual expresa esta capacidad
de combinación, pero en términos de cargas eléctricas (positivas y negativas) que
adquieren los átomos de los elementos químicos al conformar una estructura
molecular o iónica.

Este número es casi siempre entero, y puede ser positivo o negativo, dependiendo
de si el elemento en cuestión pierde o gana electrones durante la reacción,
respectivamente.

Ejemplo. Un elemento con número de oxidación +1 tiende a perder un electrón al


reaccionar con otros, mientras que uno con número -1 tiende a ganar un electrón
cuando reacciona con otros para formar un compuesto. Estos números de oxidación
pueden tener valores tan elevados como electrones implicados en el proceso, y
suelen depender en algunos casos de con qué elementos estén reaccionando.

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Regla del octeto, orbitales moleculares y estructuras de Lewis

Regla del octeto

La regla del octeto consiste en arreglar los átomos de una molécula de forma tal
que cada uno está rodeado por ocho electrones. Esta regla se le atribuye a Gilbert
Newton Lewis, al darse cuenta de que los átomos son más estables cuando
alcanzan el número de electrones de valencia del gas noble más cercano en la tabla
periódica.

La regla del octeto se representa a través de las estructuras de Lewis. Estos son
diagramas que representan los electrones de valencia de los átomos dentro de una
molécula. Estas figuras permiten una mejor visualización de los electrones que
participan en los enlaces químicos.

Ejemplo. El difluoruro de oxígeno F2O está formado por dos átomos de flúor y un
átomo de oxígeno. El oxígeno tiene 6 electrones de valencia en su última capa,
mientras el flúor tiene 7 electrones en su última capa. Para que se cumpla la regla
del octeto, el oxígeno comparte dos de sus electrones, uno con cada átomo de flúor.
De esta manera, tanto el oxígeno como los flúores están rodeados de ocho
electrones.

En el caso del difluoruro de oxígeno, dos electrones son compartidos entre el


oxígeno y un flúor, formando un enlace covalente simple.

La regla del octeto en el dióxido de carbono CO2 se establece de la siguiente forma:


el carbono posee cuatro electrones de valencia, mientras el oxígeno tiene seis
electrones en la última capa. Entre el carbono y un oxígeno se comparten cuatro
electrones, dos del carbono y dos del oxígeno. Así, todos los átomos tienen ocho
electrones en su última capa de valencia.

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Orbitales moleculares

Un orbital molecular se forma por un conjunto de orbitales atómicos en un átomo de


una molécula. La configuración electrónica de cada molécula depende de sus
orbitales moleculares.

Suele vincularse los orbitales moleculares a funciones matemáticas que reflejan


cómo se comportan los electrones en las moléculas desde la perspectiva de la
química cuántica. Las funciones matemáticas permiten describir el comportamiento
ondulatorio de los electrones.

Dicho de otro modo, un orbital molecular es una región espacial que presenta la
densidad electrónica indicada por funciones matemáticas. Estas funciones, a su
vez, se emplean para el cálculo de propiedades físicas y químicas.

Es importante mencionar que los orbitales moleculares pueden ser enlazantes


(tienen menos energía que los orbitales atómicos que permiten su creación y están
en situación de atracción) o anti enlazantes (cuentan con mayor energía que cada
orbital atómico y se hallan en estado de repulsión).

Estructura de Lewis

Una estructura de Lewis no es más que un modelo con el cual se pretende ilustrar
la distribución más plausible o probable de los electrones de valencia. Las
estructuras de Lewis se generan con la idea de conseguir que todos los átomos
involucrados cumplan la regla del octeto, (donde todos los átomos involucrados
tengan al menos ocho electrones de valencia en su entorno). Debido a que tanto los
elementos de transición como los de transición interna (bloques d y f) en general no
obedecen esta regla, el método que en este documento se describe no es útil para
generar las estructuras de Lewis de los compuestos de esos elementos.

La estructura de Lewis es toda aquella representación de los enlaces covalentes


dentro de una molécula o un ion. En ella, dichos enlaces y los electrones se
representan con puntos o guiones largos, aunque la mayoría de las veces los puntos
corresponden a los electrones no compartidos y los guiones a los enlaces
covalentes.

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Tipos de enlaces químicos y como afectan a las propiedades físicas

Un enlace químico es la fuerza que mantiene a los átomos unidos en los


compuestos. Estas fuerzas son de tipo electromagnético y pueden ser de distintos
tipos y valores. La energía necesaria para romper un enlace se conoce como
energía de enlace.

Cuando se produce un enlace, los átomos no cambian. Por ejemplo, al formar el


agua (H2O), los hidrógenos H siguen siendo hidrógenos y el oxígeno O es siempre
oxígeno. Son los electrones de los hidrógenos los que se comparten con el oxígeno.

Dependiendo de la configuración electrónica de los átomos y de su afinidad por los


electrones, tenemos diferentes tipos de enlaces:

• Enlace iónico

El enlace iónico o electrovalente es un enlace que se forma por la transferencia de


uno o más electrones de un átomo o grupo de átomos a otro. Los enlaces iónicos
se forman con mayor facilidad cuando reaccionan elementos con energía de
ionización pequeña (metales) con elementos de elevadas electronegatividades y
afinidad electrónica (no metales). Los primeros pierden fácilmente electrones y los
últimos los ganan con igual facilidad.

Ejemplo. El sodio cede su electrón de valencia, de manera que se convierte en un


ion positivo, mientras que el cloro acepta dicho electrón, por lo que su estructura
iónica resultante es negativa. La atracción entre las distintas cargas así formadas
es lo que mantiene unidos los átomos, dado por el resultado la formación de
cloruro de sodio (NaCl).

Características generales de los cristales iónicos

• En los enlaces iónicos, participan un catión y un anión.


• En escala macroscópica, los compuestos iónicos forman sólidos cristalinos.
• Por lo general, presentan puntos de fusión altos debido a la fuerte atracción
electrostática y multidireccional entre iones de signo contrario. Es decir, un
catión se puede unir a varios aniones al mismo tiempo. Lo mismo ocurre con
los aniones.
• Se fracturan al someterlos a una fuerza externa por la formación de planos
de repulsión iónica.
• No conducen electricidad en estado sólido.

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• Conducen electricidad cuando están fundidos, debido a la presencia de iones
móviles.
• Conducen electricidad cuando están disociados en solución.

• Enlace covalente

Ocurre cuando átomos no metálicos de electronegatividades semejantes (por lo


general, altas) se juntan para compartir electrones de su última órbita y formar un
compuesto químico estable. Estos se dividen en:

• Covalente Polar

Cuando dos elementos no metálicos se unen al compartir electrones, uno de ellos


tenderá a atraer con mayor fuerza de electrones de enlace dada a su mayor
propiedad de electronegatividad, de manera que dichos electrones quedarán más
cerca de éste atrayendo con mayor fuerza la densidad electrónica y alejándola del
otro átomo, lo que generará una carga parcial negativa en el átomo de mayor valor
de electronegatividad, y una carga parcial positiva en el átomo con menor valor de
electronegatividad, produciéndose un momento de dipolo.

Ejemplo. El hidrógeno por su posición en la tabla periódica tiene menor


electronegatividad que el flúor, el que por consiguiente atraerá con mayor fuerza los
electrones de enlace y adquirirá una densidad electrónica negativa, mientras que el
hidrógeno tendrá una densidad electrónica positiva. Al contribuir ambos átomos con
un electrón, y compartir el par así formado, ambos átomos adquieren la
configuración de un gas noble creándose un momento dipolar.

• Covalente no polar

También conocido como enlace covalente homopolar o puro, se realiza mediante la


compartición de electrones de átomos de elementos no metálicos, que presentan el
mismo valor de electronegatividad, lo que origina que la diferencia de
electronegatividades resulte sea igual a cero, y por ende, no se forme momento
dipolar alguno, Este enlace es característico de compuestos que presentan
moléculas diatómicos como es el caso del hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, flúor,
cloro, bromo y yodo.

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Ejemplo. Para el caso del hidrógeno se tiene que, como ambos átomos requieren
un solo electrón para adquirir la configuración de un gas noble, ambos contribuyen
con su electrón de valencia y comparten así el par que se forma.

Características de los compuestos covalentes

• Los electrones son compartidos entre dos o más átomos. Estas uniones se
presentan frecuentemente entre elementos similares o entre no metales.
• Pueden formar moléculas, a diferencia de los cristales iónicos.
• Las moléculas formadas son neutras.
• No pueden conducir la electricidad.
• Al disolverse no producen partículas cargadas.
• Cuando las moléculas de estas sustancias se mantienen unidas por fuerzas
intermoleculares poco intensas, tienen puntos de fusión bajos, por lo que
son gases o líquidos a temperatura ambiente.
• Los sólidos covalentes con fuerzas multidireccionales tienen altos puntos de
fusión (diamante, grafito, sílice) y forman sólidos reticulares o periódicos.

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Teorías de ácidos y bases

Teoría de Arrhenius

• Un ácido es una sustancia que cuando se disuelve en agua libera iones


hidrógeno, H+.
• Una base es una sustancia que, al disolverse en agua, libera iones hidroxilo,
OH–.

Por ejemplo, cuando el cloruro de hidrógeno gaseoso, HCl, se disuelve en agua, se


disocia en iones hidrógeno, H+, y iones cloruro, Cl–:
𝐻𝐻2 𝑂𝑂
− +
𝐻𝐻𝐻𝐻𝐻𝐻(𝑔𝑔) �⎯� 𝐶𝐶𝐶𝐶(𝑎𝑎𝑎𝑎) + 𝐻𝐻(𝑎𝑎𝑎𝑎)

Esta solución es lo que conocemos como ácido clorhídrico, el cual es el responsable


de la digestión en el estómago.

Cuando el hidróxido de sodio, NaOH, se disuelve en agua, se disocia en iones


sodio, Na+ y iones hidroxilo, OH–:
𝐻𝐻2 𝑂𝑂
− +
𝑁𝑁𝑁𝑁𝑁𝑁𝑁𝑁(𝑠𝑠) �⎯� 𝑂𝑂𝑂𝑂(𝑎𝑎𝑎𝑎) + 𝑁𝑁𝑁𝑁(𝑎𝑎𝑎𝑎)

Teoría de Brönsted – Lowry

• Un ácido es una sustancia (molécula o ion) que puede transferir un protón,


H+, a otra sustancia.
• Una base es una sustancia que puede aceptar un protón.

Según esta teoría, cuando el ácido acético, CH3COOH, se disuelve en agua,


algunas de sus moléculas se disocian transfiriéndole un protón, H+, convirtiéndose
en el ión acetato, CH3COO-. Por su parte, el agua, H2O, se comporta como base al
aceptar el protón, H+, convirtiéndose en el ion hidronio, H3O+:

La teoría de Brönsted – Lowry permite ampliar el rango de sustancias que pueden


clasificarse como bases, por ejemplo, el amoníaco, NH3:

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A una base y un ácido que difieren sólo en la presencia o ausencia de un protón,
se les conoce como par conjugado ácido-base:

• base conjugada es la porción que queda de la molécula del ácido, después


que transfiere el protón.
• ácido conjugado se forma cuando el protón se transfiere a la base.

Como se puede observar, el agua puede comportarse como ácido en algunos


casos y en otros como base, por eso se dice que es un anfótero.

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Balanceo de reacciones redox

Bibliografía

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