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Al sujeto A se le imputan los siguientes hechos:

El día cuatro de marzo de 2019, siendo las 16:15 horas, en el cruce de


las calles Juan Aldama y Juan Ignacio Ramón, en el Centro de Irapuato,
Guanajuato, se encontraba el sujeto A en compañía del sujeto B. Ambos
se dirigieron al lugar donde se encontraba la víctima 1, quien estaba
sentada en la parada de camiones en el cruce de las calles
mencionadas. Una vez junto a la víctima 1, el sujeto A le apuntó con un
arma de fuego color negro, diciéndole “Dame la mochila del dinero”.
Venciendo la voluntad y resistencia de la víctima, esta le entregó al
sujeto B (que también se encontraba a su lado amenazándole con otra
arma de fuego) la mochila que llevaba consigo y que contenía la cantidad
de $50 000.00 (cincuenta mil pesos 00/100 M.N.).

Hecho lo anterior, los sujetos A y B se percataron de la presencia de la


víctima 2, quien se encontraba en el interior de un vehículo estacionado
sobre la calle Juan Aldama (a dos metros de distancia), por lo que pudo
observarlos cometer el hecho. Los sujetos A y B pudieron ver que, al
bajar del vehículo, la víctima 2 portaba uniforme de una corporación
policiaca del Estado. Esta caminó directamente hacia ellos ordenándoles
que bajaran las armas. El sujeto B aprovechó para correr, llevando en su
poder la mochila con el dinero. A su vez, el sujeto A apuntó con el arma
de fuego directamente a la cabeza de la víctima 2, diciéndole: “Ya valiste,
maldito. ¡Te voy a matar!”. Posteriormente, le disparó en dos ocasiones
al elemento policial, quien, debido al impacto de las balas, cayó al suelo
sufriendo lesiones en el hemitórax anterior derecho, a nivel del sexto
espacio intercostal.

Hecho esto, el sujeto A se retiró del lugar a bordo de un vehículo, el cual


era conducido por el sujeto C.

Fin del relato.

1.2.1. La acción

Se refiere al comportamiento de una persona física. Un delito se comete por


acción cuando se actualiza la violación a una norma prohibitiva; es decir, la
persona ejecuta una acción que no debía de realizar.

1.2.2. La omisión

Una omisión es cuando la actuación del sujeto que comete el delito consiste en la
no ejecución de algo ordenado por la ley (Castellanos Tena, 2015, pág. 157). El
elemento diferenciador entre una conducta de acción y una de omisión es la
existencia de un resultado material atribuible a la acción. Así, los delitos de
omisión son aquellos en los que el sujeto activo se abstiene de ejecutar la acción
exigida por el tipo penal (ayudar, impedir o denunciar, por ejemplo), de tal manera
que el autor infringe una norma perceptiva (mandato).

1.2.3. Tipos de omisión

Los delitos de omisión se dividen en delitos de omisión simple (propia) o de


comisión por omisión (impropia).

Los delitos de omisión pura o propia consisten en infringir un deber –deber de


llevar a cabo una acción-, y son equivalentes a los delitos de mera actividad. Esto
significa que no requieren de un resultado material, de tal forma que, con la simple
omisión del deber establecida en el tipo, basta para que el delito de omisión quede
consumado (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 226).
Por otro lado, los delitos de comisión por omisión (u omisión impropia) suceden
cuando el sujeto activo evita un resultado material cuando jurídicamente tenía la
obligación de salvaguardar un bien jurídico.

De igual forma, de acuerdo con Ontiveros Alonso (2017), se comete un delito de


omisión impropia o de comisión por omisión cuando, teniendo posición de garante,
no se evita la producción del resultado típico (pág. 226).

Es importante que recuerdes que, según el artículo 7 del Código Federal Penal,
esa calidad de garante puede devenir de una ley, contrato o actuar precedente
(acción previa generadora del riesgo para el bien jurídico tutelado).

Como puedes observar, para acreditar un delito de comisión por omisión se


requiere de la calidad de garante, de tal forma que el juzgador pueda atribuir el
resultado al sujeto activo, como si este lo hubiera provocado mediante una acción
(comisión). La base de la imputación penal por una omisión impropia es la
posición de garante que el sujeto activo guarda con respecto al bien jurídico.

Te sugerimos que revises el capítulo sobre abandono de personas del CPF, para


que profundices en las conductas de omisión simple que son consideradas delito.
No obstante, es importante mencionar que no son los únicos delitos que se
realizan por omisión.

2.1 ¿Qué es la tipicidad?

Como se mencionó, el tipo penal describe las conductas y los elementos alrededor
de esta que el legislador (o la legisladora) señala como penalmente relevante.
Para establecer que un hecho es típico es necesario hacer un juicio de tipicidad;
en otras palabras, comparar el mundo fáctico (conducta) con los elementos
descritos en el tipo penal.

Quintino Zepeda (2017) define la tipicidad como “el encuadramiento de la


conducta en el tipo penal, es decir, cuando una conducta está previamente
descrita en alguna ley penal y ocurre que alguien lleva a cabo dicha conducta
descrita” (pág.18).

Este concepto se encuentra estrechamente relacionado con el principio de


legalidad. El contenido esencial del principio de legalidad en materia penal radica
en que no puede sancionarse ninguna conducta ni imponerse pena alguna que no
se encuentre establecida en la ley, lo que coincide propiamente con el
denominado principio de legalidad de los delitos y las penas, frecuentemente
expresado mediante el aforismo nullum crimen, nulla poena, sine lege. Por ello, la
ley penal debe reunir una serie de requisitos que generalmente se resume en la
necesidad de que sea escrita, previa y estricta.

En atención a lo anterior, la tipicidad puede entenderse como “la cualidad que se


atribuye a un comportamiento cuando es subsumible en el supuesto del hecho de
una norma penal” (Muñoz Conde, 2017, pág. 40).

2.2 ¿Cuáles son los elementos del tipo penal?


Como hemos visto ya, el tipo penal es la descripción del delito que se encuentra
en la ley. Esta descripción puede estar compuesta por distintos elementos, los
cuales se dividen en las siguientes categorías:

2.2.1. Elementos objetivos

Plascencia Villanueva (1998) los define como “aquellos que proceden del mundo
externo perceptible por los sentidos; es decir, tienen la característica de ser
tangibles, externos, materiales, por lo que también podríamos decir que son
objetivos los que representan cosas, hechos o situaciones del mundo circundante”
(pág. 106).

La doctrina es casi unánime al considerar que los elementos objetivos son los
siguientes:

A continuación, revisarás dos ejemplos de tipos penales, el primero del CPF y el


segundo de la Ley para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de
trata de personas y para la protección y asistencia a las víctimas de estos delitos
(en adelante LGPSEDMTP). Enfatizaremos uno de los elementos objetivos:

“Artículo 280. Se impondrá prisión de tres días a dos años o de 30 a 90 días de


multa: I.- Al que oculte, destruya o sepulte un cadáver o un feto humano, sin la
orden de la autoridad que deba darla o sin los requisitos que exijan los Códigos
Civil y Sanitario o leyes especiales.”

A partir del análisis del tipo penal es posible identificar el objeto material, ya que el
cadáver o feto humano es el objeto sobre la que recae la conducta.

“Artículo 11. A quien tenga o mantenga a otra persona en una situación de


esclavitud, será sancionado con pena de 15 a 30 años prisión y de un mil a 20 mil
días multa.”

Del tipo penal, es posible identificar la conducta, ya que tener o mantener es la


manifestación de la acción.

2.2.2. Elementos subjetivos

Los elementos subjetivos son el dolo y la culpa (imprudencia). Cabe mencionar


que en algunos tipos penales existen elementos subjetivos específicos, también
denominados elementos subjetivos, distintos al dolo y la culpa.
“Los elementos subjetivos pertenecerán al mundo síquico del agente o de un
tercero, en tal virtud, los identificaríamos a nivel de intangibles, inmateriales, pero
perceptibles por medio de los sentidos” (Plascencia Villanueva, 1998, pág. 105).

2.2.2.1 Dolo

Para que una persona actúe con dolo es necesario que realice la conducta
cumpliendo con dos elementos: el cognitivo y el volitivo. “De ahí que el dolo se
defina como la conciencia y voluntad de realizar el hecho típico” (Ontiveros
Alonso, 2017, pág. 237). En el mismo sentido, Roxin (2014) señala que “por dolo
típico se entiende, según una formula abreviada, el conocimiento (saber) y
voluntad (querer) de los elementos tipo objetivo” (pág. 308).

En términos generales se dice que existen dos clases de dolo:

2.2.2.2 Imprudencia o culpa

Comete un delito imprudente o con culpa quien, al infringir una norma de cuidado,
crea un riesgo no permitido, que se realiza en un resultado previsible, dentro del
fin de protección de la norma. El desvalor de acción del delito imprudente se
fundamenta en la acción descuidada y no -como sucede en el delito doloso-, en la
conciencia y voluntad de lesionar o poner en peligro el bien jurídico (Ontiveros
Alonso, 2017, pág. 249).

La imprudencia, de acuerdo al artículo 9 del Código Penal Federal, se cataloga


como imprudencia inconsciente (sin representación) o imprudencia
consciente (con representación). En la imprudencia consciente o con
representación, la persona prevé la producción del resultado típico, pero confía en
poder evitarlo. En la inconsciente o sin representación, la persona actúa
desatendiendo el cuidado para el cual, conforme a las circunstancias y su
situación personal, estaba obligado y era capaz de realizar; es decir, el autor no
prevé la producción del resultado, pero lo hubiera podido evitar si hubiese actuado
con la diligencia prevista.

Es muy importante señalar que el dolo eventual y la culpa consiente son muy
parecidas, sin embargo, “hay que afirmar el dolo eventual cuando el sujeto cuenta
seriamente con la posibilidad de realización del tipo, pero a pesar de ello sigue
actuando para alcanzar el fin perseguido, y se resigna así -de buena o mala gana-
a la eventual realización de un delito, se conforma con ella. En cambio, actúa con
imprudencia consciente quien advierte la posibilidad de producción del resultado,
pero no se lo toma en serio y en consecuencia tampoco se resigna a ella en caso
necesario, sino que negligentemente confía en la no realización del tipo” (Roxin,
2014, pág. 241)

2.2.2.3 Elementos subjetivos específicos

Los subjetivos específicos son aquellos ánimos, propósitos, deseos, intenciones o


finalidades del sujeto activo. Se hace referencia a estos en el mismo precepto
legal. A continuación, te presentamos el artículo 400, fracción primera, del CPF,
para ejemplificar un tipo penal que incluye un elemento subjetivo específico:

“Se aplicará prisión de tres meses a tres años y de quince a sesenta días multa, al
que, con ánimo de lucro, después de la ejecución del delito y sin haber
participado en éste, adquiera, reciba u oculte el producto de aquél a sabiendas de
esta circunstancia”.

En este caso, el análisis del hecho requiere de una valoración adicional para
identificar si quien encubre el ilícito actúa motivado por las ganancias. Por lo tanto,
el ánimo de lucro es el elemento subjetivo específico del tipo penal, que debe de
ser valorado para encuadrar la conducta en el tipo penal.

2.2.3. Elementos normativos

Los elementos normativos encontrados en un tipo penal se conocen como


descriptivos o valorativos y son todos aquellos que requieren una interpretación
por parte del órgano jurisdiccional que ha de aplicar la ley. Esta valoración “puede
proceder de diversas esferas, y tener como su base tanto a lo radicado en el
mundo físico como lo perteneciente al mundo síquico” (Plascencia Villanueva,
1998, pág. 103).

Hay elementos normativos que pueden interpretarse mediante una valoración


jurídica general, en la cual el órgano jurisdiccional deberá acudir a leyes no
penales para interpretar el tipo penal. Un ejemplo de ello es el artículo 323 del
CPF, que describe el homicidio en razón del parentesco o relación de la siguiente
manera:

"Al que prive de la vida a su ascendiente o descendiente consanguíneo en línea


recta".

Para aplicar la norma penal, la autoridad judicial deberá recurrir a una ley no penal
—en este caso, al Código Civil Federal (en adelante CCF)—para definir el
elemento normativo “ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta”.

Ciertos tipos penales contienen elementos normativos que requieren de una


valoración jurídica penal para su interpretación; en otras palabras, el órgano
jurisdiccional deberá acudir a una ley penal para definir un término. Un ejemplo de
este tipo se encuentra en el artículo 262 del CPF, el cual describe el tipo penal del
estupro:
“Al que tenga cópula con persona mayor de quince años y menor de dieciocho,
obteniendo su consentimiento por medio de engaño, se le aplicará de tres meses
a cuatro años de prisión”.

Para definir el elemento normativo cópula, la autoridad judicial deberá acudir a otra
ley penal contenida en el mismo Código. El artículo 265 especifica:

“Se entiende por cópula, la introducción del miembro viril en el cuerpo de la


víctima por vía vaginal, anal u oral, independientemente de su sexo”.

Finalmente, existen elementos normativos que requieren de una interpretación


meta-jurídica. Estos son aquellos que, por su contenido y significado, se
encuentran fuera de toda norma legal y deben ser determinados por el órgano
jurisdiccional, quien podrá recurrir a un análisis de diversas definiciones no
jurídicas, la costumbre, entre otras.

Como has visto, comprender los elementos objetivos, subjetivos, y normativos es


indispensable para verificar un tipo penal, ya que, si llegase a faltar alguno de
estos, la conducta no sería típica y la contraparte podría alegar una causa de
atipicidad.

2.3. Causas de atipicidad

Una vez analizado el aspecto positivo de la tipicidad, revisaremos el aspecto


negativo; es decir, las causas de atipicidad. Welzel (2002) señalaba que el
concepto del delito es sistemático, pues “la tipicidad, la antijuridicidad y la
culpabilidad están vinculadas lógicamente, de tal modo, que cada elemento
posterior del delito presupone al anterior” (pág. 69).

Para decir que estamos ante la presencia de un delito es necesario que se


configuren todos los elementos del tipo ya que, si falta algún elemento de la
conducta típica, es imposible que se actualice el tipo penal.

Castellanos Tena (2015) expresa que la ausencia de conducta es “uno de los


impeditivos de la formación de la figura delictiva, por ser la actuación humana,
positiva o negativa, la base indispensable del delito como todo problema jurídico”
(pág. 161). Esto se refleja en el principio romano de derecho nullum crimen sine
actione, o “no hay delito sin acción”.

Ahora bien, las causas de atipicidad y la ausencia de conducta son comprendidas


como excluyentes del delito y están establecidas en diversas fracciones del
artículo 15 del CPF. Por ejemplo:

“Artículo 15.- El delito se excluye cuando:


I. El hecho se realice sin intervención de la voluntad del agente;
II. Se demuestre la inexistencia de alguno de los elementos que integran la
descripción típica del delito de que se trate;
...
X. El resultado típico se produce por caso fortuito”.

Ontiveros Alonso (2017) señala que una persona puede desplegar múltiples
acciones que produzcan resultados lesivos en bienes jurídicos que, a pesar de
ello, no tengan la calidad de acción jurídico-penal. Entre estos casos se ubican los
estados de inconsciencia, como desvanecerse y empujar a un mesero, que cae
lesionado; los movimientos o actos reflejos, por ejemplo, frente a una avispa que
se acerca; la fuerza física exterior o irresistible (vis absoluta), como cuando
alguien es empujado por otro y rompe un jarrón ruso; y el caso fortuito.

Existen casos donde la persona incurre en una falsa apreciación respecto a los
elementos del tipo. Esta circunstancia afecta al elemento subjetivo, ya que puede
eliminar el dolo y la imprudencia (culpa). Es conocida en la doctrina como el error
de tipo y puede ser vencible e invencible.
Esta causa de atipicidad se sustenta en el mismo artículo 15 del CPF, que señala
lo siguiente:

“VIII. se realice la acción o la omisión bajo un error invencible: Sobre alguno de los
elementos esenciales que integran el tipo penal;

Según Ontiveros Alonso (2017) el error de tipo “será invencible cuando este no se
hubiera podido evitar por otra persona que, encontrándose en la misma posición y
con los conocimientos del autor al momento del hecho, hubiese aplicado las
normas básicas de cuidado” (pág. 244)

Un ejemplo de este tipo de error ocurre cuando una persona va manejando sobre
una avenida, respetando los límites de velocidad, cumpliendo las normas de
tránsito y de pronto una persona suicida se avienta sobre las ruedas del vehículo
intempestivamente. Como se puede observar en el ejemplo, la persona no estaba
faltando a ningún deber de cuidado (aplicable para la imprudencia), ni tenía la
intención (querer y conocer el resultado) de privar de la vida al sujeto que se
avienta sobre las ruedas. Por lo tanto, se excluye el aspecto subjetivo del tipo
penal que resultare aplicable.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con el error de tipo vencible. Existe un error de
tipo vencible cuando este se hubiera podido evitar por otra persona que,
encontrándose en la misma posición y con los mismos conocimientos del autor al
momento del hecho, hubiera podido evitarlo, aplicando las normas básicas de
cuidado (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 243)

El propio CPF señala que cuando el error de tipo sea vencible, se estará a
disipación del artículo 66 del mismo ordenamiento:

“En caso de que el error a que se refiere el inciso a) de la fracción VIII del artículo
15 sea vencible, se impondrá la punibilidad del delito culposo si el hecho de que
se trata admite dicha forma de realización...”

Partiendo de lo anterior, el error de tipo vencible excluye el dolo, pero deja


subsistente la imprudencia (culpa), por lo que no excluirá el delito. La exclusión del
delito solo sucederá en los casos en que el tipo penal no se sancione en su
modalidad imprudente (culposa). Sin embargo, sí será sancionable cuando admita
la realización culposa, la cual será fácil de advertir si acudes a lo que la doctrina
ha denominado numerus clausus o número cerrados para los delitos culposos; es
decir, atender a los delitos señalados en el artículo 60 del CPF.

3.1. ¿Qué es la antijuridicidad?

La antijuridicidad es entendida como un juicio de valor para determinar la legalidad


o ilegalidad de una conducta típica. Muñoz Conde (2017) define la antijuridicidad
como “la constatación de que el hecho producido es contrario a derecho, injusto o
ilícito” (pág. 87). Se trata del elemento constitutivo del delito que denota que una
conducta es contraria al derecho; es decir, que viola un ordenamiento jurídico.

3.1.1. Antijuridicidad formal y material


Para Muñoz Conde (2017), la antijuridicidad formal y material son dos aspectos
del mismo fenómeno, pues define la antijuridicidad formal como la contradicción
entre una acción y el ordenamiento jurídico; y la antijuridicidad material como la
ofensa al bien jurídico que la norma quiere proteger o la puesta en peligro de los
bienes jurídicos protegidos en la norma penal (pág. 82).

Entonces, la antijuridicidad formal implica la contravención a la prohibición o a lo


mandatado, mientras que la antijuridicidad material implica que la conducta típica
generó una lesión o puesta en peligro del bien protegido por razón de su utilidad.

“El peligro es un concepto también normativo en la medida que descansa en un


juicio de probabilidad de que un determinado bien pueda ser lesionado por el
comportamiento realizado, aunque después de esa lesión de hecho no se
produzca” (Muñoz Conde, 2017, págs. 83-84).

3.2. ¿Qué son las causas de justificación?

El hecho de que una conducta sea típica de ninguna manera presupone que
también sea antijurídica, porque para saberlo, debes verificar que no concurra en
el sujeto activo ninguna causa de justificación.

Las causas de justificación son los preceptos permisivos que, ante una conducta
típica, excluyen la responsabilidad del delito, de manera que la conducta pierde su
ilicitud.

Muñoz Conde (2017) determina que las causas de justificación “no solo impiden
que se pueda imponer una pena al autor del hecho típico, sino que convierten ese
hecho en lícito, con todas las consecuencias que ello comporta” (pág. 89). Esto es:
al comprobarse la actualización de una causa de justificación, ya no es necesario
continuar el análisis de la teoría del delito, siempre que “la existencia de una causa
de justificación exime de la comprobación de la culpabilidad del autor, ya que la
culpabilidad solo puede darse una vez comprobada la existencia de la
antijuridicidad” (Muñoz Conde, 2017, pág. 89).

3.2.1. Elemento objetivo y elemento subjetivo de las causas de justificación

Las causas de justificación tienen un elemento objetivo y subjetivo. El elemento


objetivo es la situación que justifica la acción, y el subjetivo, la necesidad de que
quien comete la acción conozca la situación y actúe motivado por ella (Muñoz
Conde, 2017, pág. 97).

Un ejemplo de ello es precisamente el caso de la legítima defensa, pues el


elemento objetivo sería la existencia de una agresión, mientras el elemento
subjetivo radica en que quien actúa sabe y conoce que lo hace porque está
defendiendo su bien jurídico.

Ontiveros Alonso (2017) señala que “esto puede explicarse de manera sencilla si
se comprende que los tipos de justificación, también contienen dolo. Pero un dolo
de justificación que, al actualizarse, elimina el desvalor de la acción del tipo doloso
de la parte especial: Quien dispara en contra de un secuestrador, lo hace en
defensa de su libertad. Quiere por eso defenderse, pues tiene conocimiento del
presupuesto objetivo de la causa de justificación: la agresión. […] Lo mismo
sucede con el resto de las causas de justificación” (pág. 275)

Así bajo esta concepción, “las causas de exclusión de la antijuridicidad sólo


excluyen ésta cuando se dan completos todos sus elementos, objetivos y
subjetivos” (Muñoz Conde, 2017, pág. 97). Por lo tanto, si falta alguno de estos
elementos, el acto no queda justificado.

3.2.2. ¿Cuáles son las causas de justificación que reconoce el ordenamiento


jurídico mexicano?

Recuerda que las causas de justificación son supuestos permisivos que convierten
al ilícito o injusto penal en lícito; por lo tanto, estos supuestos deben establecerse
en la propia legislación. Así, el CPF establece, en su artículo 15, diferentes causas
de exclusión del delito; sin embargo, las que atienden a la antijuridicidad son:

La fracción tercera del artículo 15 del CPF determina que el delito se excluye
cuando:

Se actúe con el consentimiento del titular del bien jurídico afectado, siempre que
se llenen los siguientes requisitos: a) Que el bien jurídico sea disponible; b) Que el
titular del bien tenga la capacidad jurídica para disponer libremente del mismo; y
c) Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie algún vicio; o bien,
que el hecho se realice en circunstancias tales que permitan fundadamente
presumir que, de haberse consultado al titular, éste hubiese otorgado el mismo;

En la fracción cuarta del mismo ordenamiento, se establece como causa de


exclusión del delito la legítima defensa:

Se repela una agresión real, actual o inminente, y sin derecho, en protección de


bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa y
racionalidad de los medios empleados y no medie provocación dolosa suficiente e
inmediata por parte del agredido o de la persona a quien se defiende. Se
presumirá como defensa legítima, salvo prueba en contrario, el hecho de causar
daño a quien por cualquier medio trate de penetrar, sin derecho, al hogar del
agente, al de su familia, a sus dependencias, o a los de cualquier persona que
tenga la obligación de defender, al sitio donde se encuentren bienes propios o
ajenos respecto de los que exista la misma obligación; o bien, lo encuentre en
alguno de aquellos lugares en circunstancias tales que revelen la probabilidad de
una agresión;

Otra causa de exclusión del delito, que se encuentra en la fracción V del artículo
15 del mismo código, es la del estado de necesidad:

Se obre por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un


peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el agente,
lesionando otro bien de menor ... siempre que el peligro no sea evitable por otros
medios y el agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.

Muñoz Conde (2017) precisa que los requisitos para que se actualice el estado de
necesidad son:

a. Que el mal causado no sea mayor que el que se pretende evitar


b. Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionalmente
por el sujeto
c. Que el necesitado no tenga, por su oficio a cargo, obligación de sacrificarse
(págs. 107- 110).

El CPF incluye también en su artículo 15 las siguientes causas de justificación del


delito, en su fracción sexta:

La acción o la omisión se realicen en cumplimiento de un deber jurídico o en


ejercicio de un derecho, siempre que exista necesidad racional del medio
empleado para cumplir el deber o ejercer el derecho, y que este último no se
realice con el solo propósito de perjudicar a otro.

Bajos estos últimos supuestos señalados, estaremos ante el cumplimiento de un


deber cuando la o el autor del hecho tenga un mandato para actuar y, en caso de
no hacerlo, pudiera lesionar bienes jurídicos o causar una afectación mayor a la
sociedad.

Ahora bien, el ejercicio de un derecho significa la legitimidad que da la norma


jurídica para lesionar bienes jurídicos disponibles de terceros con el propósito de
hacer valer una facultad sin perjudicar a otro.

5.1. ¿Qué es la punibilidad?


Anteriormente, la doctrina señalaba que la punibilidad era un elemento que integraba el delito; sin
embargo, bajo las concepciones modernas del derecho penal, la punibilidad es la consecuencia,
pero no forma parte del concepto o estudio sistemático. De acuerdo con Castellanos Tena &
Sánchez Sodi (2015), la punibilidad consiste en el merecimiento de una pena en función de la
realización de cierta conducta. En otras palabras, la punibilidad es:

a. El merecimiento de penas.
b. La acción específica de imponer a las personas delincuentes, después del proceso penal,
las penas conducentes. Asimismo, la conminación estatal de la imposición de sanciones si
se llaman los supuestos legales.
c. La aplicación fáctica de las penas señaladas en la ley (pág. 279).

El CPF refiere en su artículo 24 que las siguientes serán consideradas penas y medidas de
seguridad: prisión, tratamiento en libertad, semilibertad y trabajo en favor de la comunidad,
internamiento o tratamiento en libertad de inimputables y de quienes tengan el hábito o la
necesidad de consumir estupefacientes o psicotrópicos, confinamiento, prohibición de ir a lugar
determinado, sanción pecuniaria, decomiso de instrumentos, objetos y productos del delito,
amonestación, apercibimiento, caución de no ofender, suspensión o privación de derechos,
inhabilitación, destitución o suspensión de funciones o empleos, publicación especial de sentencia,
vigilancia de la autoridad, suspensión o disolución de sociedades, medidas tutelares para menores,
decomiso de bienes correspondientes al enriquecimiento ilícito, la colocación de dispositivos de
localización y vigilancia y las demás que fijen las leyes.

La necesidad de pena debe distinguirse de otras dimensiones de punibilidad, que también


desempeñan un rol determinante en la imposición de una consecuencia jurídica. Nos referimos a
las condiciones objetivas de punibilidad y a las excusas absolutorias (Ontiveros Alonso, 2017, pág.
357).

Las condiciones objetivas de punibilidad son “circunstancias que han de añadirse a la acción, que
realiza un injusto responsable, para que se genere la punibilidad” (Roxin, 2014, pág. 970). Se trata
de disposiciones que han sido añadidas en dispositivos normativos, incluido el CPF, pero que no
forman parte del injusto ni de la culpabilidad, de ahí que el legislador deba analizarlas después de
haber acreditado las dos grandes dimensiones del delito (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 358).

Ahora bien, las excusas absolutorias “son circunstancias o requisitos directamente relacionados
con la persona del autor” (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 358), de tal forma que, ante su verificación,
procede la exclusión de la punibilidad. Según afirma Roxin (2014): “en contraposición a las
condiciones objetivas de punibilidad (o de la pena), son aquellas circunstancias cuya concurrencia
excluye la punibilidad o cuya no concurrencia es presupuesto de la punibilidad” (pág. 971).

5.1.1. Diferencias entre la excluyente del delito y la excusa absolutoria


Comentamos que la punibilidad es un elemento adicional del delito, respecto a ello vale la pena
mencionar, para no caer en confusiones, la diferencia entre excluyente del delito y la excusa
absolutoria. Esta diferencia no es puramente teórica, ya que tiene repercusiones en todo el sistema
mediante el cual se persiguen los delitos y se llevan a cabo los procesos penales.
A continuación, te mostramos una tabla donde podrás ver las diferencias que el Pleno de la SCJN
determinó en 2010 en la tesis con número de registro 16529

A partir de lo señalado, por ejemplo, el CPF determina en su artículo 321 Bis una excusa
absolutoria:

No se procederá contra quien culposamente ocasione lesiones u homicidio en agravio de un


ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, cónyuge, concubino,
adoptante o adoptado, salvo que el autor se encuentre bajo el efecto de bebidas embriagantes, de
estupefacientes o psicotrópicos, sin que medie prescripción médica, o bien que no auxiliare a la
víctima.

5.2. Concurso de delitos


Es necesario mencionarte que existen situaciones en las que una misma persona es la autora de
varias infracciones penales. A tal situación se le conoce como concurso, pues en la misma persona
concurren varias conductas delictivas.

El concurso puede ser ideal o real. De acuerdo con el artículo 18 del CPF: “Existe concurso ideal,
cuando con una sola conducta se cometen varios delitos. Existe concurso real, cuando con
pluralidad de conductas se cometen varios delitos”.

5.3. Agravantes y atenuantes


Existen circunstancias modificativas de la responsabilidad penal; es decir, aquellas circunstancias
reconocidas en la legislación que pueden provocar una atenuación o una agravación de la pena.

Puedes encontrar un ejemplo de estas en los artículos 27 y 28 de la Ley general para prevenir,
investigar y sancionar la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (en
adelante LGPIST):

“Artículo 27.- Las penas previstas para el delito de tortura se aumentarán hasta en una mitad
cuando:
La Víctima sea niña, niño o adolescente;
...”
“Artículo 28.- Las penas previstas para el delito de tortura se podrán reducir hasta en una tercera
parte, cuando los autores o participes proporcionen a la autoridad competente información
relevante o elementos de convicción que permitan esclarecer los hechos o identificar a otros
responsables, siempre que estos no sean reincidentes y se garantice la reparación integral del
daño a la víctima”.

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6.1 ¿Quién o quiénes pueden ser responsables de un delito?

Los delitos pueden ser cometidos por una sola persona, o bien, pueden ejecutarse
con la intervención de varias, en donde cada uno tiene un rol o participación
dentro de la ejecución de los hechos que configuran el tipo penal. Desde el punto
de vista dogmático, la distinción entre autoría y participación es fundamental y
necesaria para poder establecer la responsabilidad de las personas en la comisión
del delito.

El autor (o autora) es quien domina la realización del delito; es decir, quien decide
en líneas generales el sí y el cómo de su realización. La participación en sí misma
es un concepto de referencia que supone siempre la existencia de una autoría
principal, en función de la cual se tipifica el hecho cometido (Muñoz Conde, 2017,
pág. 181).

Una de las principales diferencias entre el autor o partícipe es el dominio del


hecho, pues se afirma que el autor tiene el dominio del hecho y el participe tiene
una intervención accesoria pero no depende de él la consumación o frustración del
delito.

Para el CPF, Son autores o partícipes del delito:

I. Los que acuerden o preparen su realización.


II. Los que los realicen por sí;
III. Los que lo realicen conjuntamente;
IV. Los que lo lleven a cabo sirviéndose de otro;
V. Los que determinen dolosamente a otro a cometerlo;
VI. Los que dolosamente presten ayuda o auxilien a otro para su comisión;
VII. Los que con posterioridad a su ejecución auxilien al delincuente, en
cumplimiento de una promesa anterior al delito y
VIII. Los que, sin acuerdo previo, intervengan con otros en su comisión, cuando
no se pueda precisar el resultado que cada quien produjo.

Ahora bien, desde el punto de vista de la doctrina y según Quintino Zepeda (2017,
pág. 25 y 26), las formas de autoría son:

Como lo mencionamos, una persona es partícipe cuando “es quien ayuda a otro a
cometer un delito”, de tal forma, que el partícipe no realiza por sí mismo el tipo y
tampoco tiene el dominio del hecho” (Ontiveros Alonso M., 2017, pág. 390) . Es
fundamental que comprendas que los partícipes, mediante su actuar, no lesionan
el bien jurídico.

Las formas de intervención como partícipe son:

● Cómplice
● Inductor o instigador

Siguiendo con Quintino Zepeda (2017) es cómplice quien dolosamente ayuda o


auxilia al autor para realizar el hecho, e inductor el que dolosamente determina al
autor a la realización del hecho (pág. 26).

Quedó establecido que, en los casos de complicidad, la persona sin tener el


dominio del hecho realiza una aportación no fundamental para la comisión del
delito. “Esto significa que, a pesar de que pueda faltar el aporte efectuado por el
cómplice respecto del hecho, este de cualquier forma se hubiera podido
consumar” (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 392).

En ocasiones, se puede confundir al autor mediato con el instigador o inductor, sin


embargo, es necesario señalar que son dos cuestiones distintas. Sin bien el autor
mediato determina al instrumento, esta determinación es provocada por error,
coacción o utilización de inimputables. Además, la realización o consumación del
delito bajo esta forma de intervención es de realización cierta, lo cual es una forma
de distinguirse con la instigación, ya que, en esta última, no se puede tener la
certeza de lo que la persona instigada realizará en el momento del acto. Por su
parte, el instigador es quien determina dolosamente a otra persona para cometer
el delito. No puede ser determinado en el momento de su ejecución.
Zaffaroni hacía una analogía para comprender esto y señalaba que la instigación
es como regar una maceta donde está una semilla; a diario la persona la
humedece, sin embargo, no sabe cuándo germinará.

7.1. Grados de ejecución del delito

Estos son los grados de ejecución en la comisión de un delito:

7.1.2 Actos preparatorios

Los actos preparativos constituyen los materiales o conocimientos necesarios de


los cuales una persona se sirve para cometer un delito. Ejemplos de actos
preparatorios son procurarse los medios, observar el lugar y conseguir cómplices
(Mir Puig, 2015, pág. 546).

En México, Ontiveros Alonso (2017) señala que, de acuerdo a nuestro derecho


penal, se sancionan los delitos consumados y aquellos cometidos en grado de
tentativa, pero también—en ciertos casos —los actos preparatorios llevados a
cabo por el agente. El mismo autor señala que en casos como la conspiración o
apología se tienen por consumados desde la preparación al señalar: “…acordar la
comisión de un futuro hecho punible es sancionado como un delito consumado.
Aunque estos tipos penales no se ubican en la fase ejecutiva, sí se enmarcan en
la dimensión externa. Esta es la justificación que, junto con el fin de prevención del
delito que encarna el derecho penal, sustentan la persecución penal de los actos
preparatorios” (págs. 363-364).

7.1.3 Tentativa

La tentativa puede definirse como “la ejecución incompleta de un delito” (Jiménez


de Asúa, 1945, como se citó en Castellanos Tena, 2015, pág. 295). Existe
tentativa cuando la resolución de cometer un delito se exterioriza realizando, en
parte o totalmente, los actos ejecutivos que deberían producir el resultado u
omitiendo los que deberían evitarlo, si por causas ajenas a la voluntad del sujeto
activo no se llega a la consumación. Para ello, el agente debe haber ido más allá
de los actos preparatorios, trasladándose a la fase ejecutiva (Ontiveros Alonso,
2017, pág. 367).

Ahora bien, en el CPF se establecen los supuestos en los que la tentativa puede y
no ser punible:

“Artículo 12.- Existe tentativa punible, cuando la resolución de cometer un delito se


exterioriza realizando en parte o totalmente los actos ejecutivos que deberían
producir el resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si aquél no se
consuma por causas ajenas a la voluntad del agente”.

En la doctrina existen diversos tipos de tentativa. En este apartado veremos la


acabada, inacabada e inidónea. La tentativa inacabada inicia inmediatamente
después de los actos preparatorios y termina antes de que llegue a construir una
tentativa acabada.

“Existe la tentativa inacabada cuando el sujeto exterioriza la resolución de cometer


un delito, realizando en parte los actos ejecutivos que deberían producir el
resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si por causas ajenas a su
voluntad no se llega a la consumación” (Ontiveros Alonso, 2017, p. 367).

También existe la tentativa acabada cuando el sujeto exterioriza la resolución de


cometer un delito, realizando todos los actos ejecutivos que deberían producir el
resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si por causas ajenas a su
voluntad no se llega a la consumación (Ontiveros Alonso, 2017pág. 368).

Asimismo, en algunas legislaciones estatales existe la tentativa inidónea, la cual


no es punible; sin embargo, hay otras que dejan la decisión a la interpretación de
quien opera el sistema.

Tradicionalmente se ha entendido que existe tentativa inidónea o imposible


cuando el sujeto activo exterioriza la resolución de cometer un delito, realizando
en parte o totalmente los actos ejecutivos que, según él, deberían producir el
resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo. No obstante, este no se consuma
por cualquiera de las siguientes tres causas (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 370):

a. Falta de bien jurídico


b. Falta de objeto material
c. Idoneidad de los medios

7.1.4 Desistimiento

Por su parte, si un sujeto se desiste espontáneamente de la ejecución o impide la


consumación del delito, no se le impondrá pena o medida de seguridad alguna por
lo que a este se refiere, a no ser que los actos ejecutados constituyan por sí
mismos algún delito diferente, en cuyo caso se le impondrá la pena o medida
señalada para este (Quintino Zepeda, 2017, pág. 25).

El desistimiento es una causa de exclusión de punibilidad, cuyo fundamento es de


origen político-criminal y requiere—sin excepción—ser voluntario. Ontiveros
Alonso (2017) señala que el sujeto decide por sí mismo y por propia voluntad no
continuar con el hecho. Por ello es que se excluye la punibilidad del delito
cometido, en grado de tentativa inacabada, pero no por aquellos injustos culpables
que hayan sido ejecutados hasta antes del desistimiento (pág. 373).

7.1.5 Consumación

La consumación es la plena realización del tipo en todos sus elementos. Esto es,
que ya se recorrió todo camino del delito (Muñoz Conde, 2017, pág. 146).

Al consumar un delito y acreditar todos los extremos del mismo, se produce un


cambio en el mundo fáctico (resultado material). Tomando esto en consideración,
la legislación penal federal en su artículo 7 del CPF, establece que los delitos
pueden consumarse de distintas maneras:

I. Instantáneo cuando la consumación se agota en el mismo momento en que


se han realizado todos los elementos de la descripción penal.

El homicidio es un ejemplo de este tipo de delito, puesto que la privación de la vida


se produce en un solo momento y ahí se determina la consumación.

II. Permanente o continuo, cuando la consumación se prolonga en el tiempo.

Un ejemplo sería la desaparición forzada, pues desde el momento en que se


ejecuta el delito hasta que se localice a la persona se encuentra en ejecución.

III. Continuado, cuando con unidad de propósito delictivo, pluralidad de


conductas y unidad de sujeto pasivo, se viola el mismo precepto legal.

Por ejemplo, el robo hormiga. Cuando una persona, que trabaja en un centro


comercial, cada día se apodera de un bien mueble y repite esta conducta por
varios días o meses.

7.1.6 Arrepentimiento

El arrepentimiento se da una vez ejecutado el resultado, cuando el sujeto cambia


de opinión y realiza actos tendientes a restituir el bien jurídico o a reparar el daño
(Quintino Zepeda, 2017, pág. 25). Al igual que el desistimiento, el arrepentimiento
es una causa de exclusión de la punibilidad, cuyo origen es claramente político-
criminal, pero se distingue de aquel por su ubicación temporal dentro del iter
criminis (Ontiveros Alonso, 2017, pág. 373).

Existen “dos diferencias básicas entre el desistimiento y arrepentimiento: a) el


momento de su verificación, y b) la modalidad de la acción.
Respecto al momento de su verificación (a), el arrepentimiento solo puede
actualizarse una vez que el sujeto ha realizado todos los actos ejecutivos que
debería producir el resultado, pero antes de la consumación del delito. Esto
significa que, a diferencia del desistimiento, que siempre se ubica en la esfera de
la tentativa, el arrepentimiento se encuentra una vez que ésta ha concluido (pero
todavía es posible impedir el resultado): si el agente impacta con su arma a la
víctima, quien yace inconsciente en el suelo de la habitación, y el agresor decide
espontáneamente impedir su resultado de muerte,[...] entonces no será
sancionado por homicidio calificado en grado de tentativa acabada si logra
salvarle la vida, dándole los primeros auxilios y llevándola a un hospital. Sin
embargo, al igual que en el desistimiento, sí se sancionan aquellos actos
ejecutados que constituyan por sí mismos delitos. De tal forma, que, si el agresor
logra salvar la vida de víctima, será penalmente responsable por delito de lesiones
calificadas con- sumadas. [...]También la modalidad de la acción (b), distingue al
arrepentimiento del desistimiento, pues el primero requiere del agente un
despliegue activo para impedir la consumación del delito (pág. 374).

1.1 Sistema penal

Por sistema penal debes entender el “conjunto de instituciones normativas que


regulan el trámite de un juicio para establecer la responsabilidad de una persona
en la comisión de un hecho que, por atentar gravemente contra los principios
básicos de la convivencia humana, compromete la viabilidad de esa misma
convivencia” (González Villalobos, 2015, pág. 2; Contreras Melara, 2015, pág. 46).

En este apartado verás los tres sistemas fundamentales por los que ha transitado
el proceso penal:
1.1.1 Inquisitivo

El sistema inquisitivo es un ordenamiento jurídico penal que surgió en el marco del


imperio romano y el derecho canónico. En este modelo, quien juzgaba e instruía el
proceso era la misma persona que sentenciaba. Así mismo, los órganos
jurisdiccionales de la época podían investigar y averiguar sin conocimiento de la
persona imputada, hasta que obtuviera pruebas para la acusación. La tortura se
transformaba en una prueba sin elementos antagónicos que la desvirtuaran.

En este sistema no existía la contradicción y no se tenía la oportunidad de discutir


o debatir lo dicho. Todo el proceso continuaba sin la participación de la fiscalía, de
la persona imputada o su defensa. Estas condiciones obstaculizaban la defensa
adecuada para quien cometía el hecho penal y promovían la desigualdad entre las
partes.

González Villalobos (2015) resume que las características de este modelo son “la
actuación secreta, unilateral y con prisión preventiva ejercida por los jueces
inquisidores en aras de la búsqueda, a cualquier precio, de la verdad histórica”
(pág. 12).

1.1.2 Mixto

El sistema mixto es un sistema compuesto de dos o más sistemas. Se originó a


partir de la transición de derechos concebidos en la época de la Revolución
francesa. Este sistema trajo consigo la aparición de la figura del Ministerio Público,
que sería la autoridad encargada de investigar los delitos, dando origen a la
separación de funciones persecutorias y de juzgamiento.

El sistema mixto responde a la mezcla de elementos inquisitivos

● acusación penal pública


● búsqueda de la verdad histórica
● averiguación previa escrita y secreta

Con características propias del sistema acusatorio

● audiencia de juicio
● división de funciones
● publicidad
● contradicción
● oralidad
● continuidad
● concentración

Es, por tanto, un híbrido del sistema penal inquisitivo y el sistema penal acusatorio
puro (González Villalobos, 2015, págs. 15-16).

1.1.3 Acusatorio

Indagando en los orígenes del sistema acusatorio, González Villalobos (2015)


encuentra su manifestación más pura en los pueblos germánicos, antes de que
entraran en contacto con la cultura romana (pág. 2). En este contexto inicial, “el
juicio se desarrollaba en una audiencia pública, oral, contradictoria, continua,
concentrada y en presencia de los miembros del tribunal” (pág. 3). Esta
descripción invita a reflexionar sobre los sistemas que se busca conservar hasta
nuestros días en los diseños procesales de corte acusatorio y adversarial (pág. 4).

Al igual que en el sistema mixto, la separación de funciones permite que el órgano


jurisdiccional se convierta en un mero espectador del proceso. En cambio, la
fiscalía se encarga de demostrar la culpabilidad de la persona imputada en
audiencia para manifestar de viva voz lo que a su derecho convenga.

Es necesario señalar que este sistema cobra gran relevancia dado que a las
personas imputadas se le reconoce como sujeto de derechos y no como objeto de
persecución. Con este modelo acusatorio la aplicación de la prisión preventiva se
convierte en una excepción y deja de abusarse de ella. Asimismo, el régimen de
prueba tasada desaparece y se convierte en una de libre valoración probatoria.

A continuación, podrás observar un cuadro comparativo sobre las características


de los tres sistemas penales:

El sistema de justicia penal en México cambió con la reforma


constitucional de 2008; en ella se establecieron diversas figuras como
sus principios rectores, objeto, derechos de los sujetos intervinientes,
entre otros. Figuras que analizarás con el propósito de fortalecer tus
conocimientos en el proceso penal acusatorio
El 18 de junio de 2008 se reformaron los artículos del 16 al 22, las fracciones XXI
y XXIII del artículo73, el artículo 115 (fracción VII y 123) y el apartado B fracción
XIII de la Constitución, transformando el sistema de justicia penal, el sistema de
seguridad pública y el sistema penitenciario en México. Esto ha generado un
verdadero cambio para las personas e instituciones encargadas de consolidar el
Estado de derecho.

● Sistema de Justicia

Artículos 16, 17, 19, 20, 21 y 22

● Sistema Penitenciario

Artículos 18 y 21

● Sistema de seguridad pública

Artículos 18 y 21
Antes de comenzar a hablar sobre el proceso penal es importante señalar que,
anteriormente, los procesalistas buscaban establecer una clara diferencia entre el
proceso penal y el procedimiento penal; incluso se advertía esta bifurcación en
algunos códigos procesales.

En relación al proceso se “atribuían los actos emprendidos para lograr la


composición de un litigio entablado, en tanto que, al segundo [procedimiento], el
orden que debe seguirse para lograr un fin procesal” (Lara González, 2017, pág.
19).

El artículo 211 del Código Nacional de Procedimientos Penales (en adelante


CNPP) establece esta diferenciación señalando que el proceso comenzará con la
audiencia inicial y culminará con sentencia firme. Así, todos los actos del proceso
forman parte del procedimiento penal. De la misma manera, el numeral invocado
establece que el procedimiento constará de las etapas de investigación en sus dos
fases: inicial y complementaria, etapa intermedia con sus dos fases (escrita y oral)
y la etapa de juicio.

Ahora bien, el proceso penal tendrá por objeto “el esclarecimiento de los hechos,
proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune y que los daños
causados por el delito se reparen” (artículo 11, CNPP). Estos puntos los irás
analizando a lo largo del módulo, pero antes de esto veamos los principios
rectores y los sujetos procesales.

2.1 Principios rectores del proceso penal


Tanto la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (en adelante
CPEUM) como el CNPP establecen que el proceso penal será acusatorio, oral y
se regirá por los siguientes principios:

El artículo 4 del CNPP establece que el principio acusatorio es fundamental; sin


embargo, Horvitz Lennon y López Masle (2008) señalan este “impone la
distribución de los poderes de persecución penal y, por ello, las funciones
asociadas a su ejercicio, implicando una triple separación entre las funciones”
(pág. 43).

En cuanto a la oralidad, ha sido considera por algunos teóricos como principio y


característica ya es el único instrumento que permite materializar las exigencias de
la publicidad, inmediación y contradicción (Horvitz Lennon & López Masle, 2008,
pág. 234); además, la oralidad implica que el desarrollo del proceso penal sea
preponderantemente oral. ¿Por qué preponderantemente oral? Porque las partes
podrán auxiliarse con documentos, registros o cualquier otro medio para formular
sus peticiones.

Algunas resoluciones judiciales, además de ser explicadas oralmente en


audiencia, deberán constar por escrito para dar seguridad y certeza jurídica en
cuanto a las actuaciones realizadas (artículos 44 y 67 CNPP).
2.1.1 Publicidad
El artículo 5 del CNPP estipula que las audiencias serán públicas, con el fin de
que a ellas accedan las partes que intervienen en el procedimiento y el público en
general. Las excepciones al principio de publicidad están establecidas en el
artículo 20, apartado B, fracción V constitucional, así como en los artículos 55 y 64
del CNPP. Este principio podrá limitarse por razones de seguridad nacional o
pública, protección de víctimas, testigos o menores, cuando se ponga en riesgo la
revelación de datos legalmente protegidos o cuando el tribunal estime que existen
razones fundadas para ello; en esos casos, podrá restringir el acceso a las
audiencias por razones de orden o seguridad.

2.1.2 Contradicción
En el modelo acusatorio este principio establece que las partes del proceso
podrán conocer, controvertir o confrontar los medios de prueba, así como
oponerse a las peticiones y alegatos de la otra parte (artículo 6, CNPP).

El principio de contradicción tiene algunas excepciones, como es el caso de las


audiencias privadas donde solo participan la fiscalía y el órgano jurisdiccional, por
ejemplo: las audiencias de solicitud de orden de aprehensión, intervención de
comunicaciones privadas, cateos, etcétera.

2.1.3 Continuidad
La continuidad implica que las audiencias se llevarán a cabo de forma continua,
sucesiva y secuencial (artículo 7, CNPP). Este principio exige que el debate,
desahogo de las pruebas y conclusiones no sean interrumpidas por las partes ni
por otro motivo que no esté sustentado en la misma legislación. Es decir, que la
audiencia se desarrollará sin detención que conlleve a la invalidez o nulidad del
juicio, pudiendo prolongarse la diligencia correspondiente (en especial la de
desahogo de pruebas) de manera sucesiva hasta su conclusión (Herrera Bazan,
2016, pág. 73).

Sin embargo, este principio tiene excepciones señaladas en la ley procesal


nacional. Por ejemplo, la suspensión de la audiencia de juicio prevista en el
artículo 351 del CNPP; o si la audiencia de debate de juicio no se reanuda a más
tardar al undécimo día después de ordenada la suspensión, se considerará
interrumpido el juicio y deberá ser reiniciado ante un Tribunal de enjuiciamiento
distinto. Lo actuado será nulo, como lo establece el artículo 352 del mismo código.

2.1.4 Concentración
Así mismo, el artículo 8 del CNPP establece que las audiencias se desarrollarán,
preferentemente, en un mismo día o en días consecutivos hasta su conclusión.
Este principio implica desarrollar el mayor número de actos procesales en el
menor número de audiencias. Por ejemplo, durante el desahogo de la audiencia
inicial se podrían desarrollar varios actos procesales, como el control de la
detención, formulación de imputación, oportunidad de declarar, vinculación a
proceso, solicitud de medidas cautelares y plazo de cierre de investigación.

2.1.5 Inmediación
El CNPP establece que toda audiencia se desarrollará ante el órgano jurisdiccional
y las partes involucradas, por lo que no se podrá delegar a nadie más la admisión,
el desahogo o valoración de pruebas, mucho menos la emisión ni explicación de la
sentencia (artículo 9). En este sentido, el principio de inmediación comprende dos
aspectos (Horvitz Lennon & López Masle, 2008, págs. 96-97):

2.2 Sujetos del procedimiento penal


Son las personas que intervienen en cada una de sus etapas del proceso penal.
(Herrera Bazan, 2016, pág. 95). De acuerdo con el artículo 105 del CNPP, los
sujetos del procedimiento penal son los siguientes:

Los sujetos del procedimiento penal que tendrán la calidad de parte son la
persona imputada y su defensa, el o la agente del Ministerio Público, la víctima o
persona ofendida y su asesoría jurídica. A diferencia de los sujetos procesales, las
partes son personas que intervienen y demuestran interés jurídico; es decir, tienen
alguna pretensión durante el proceso.

El CNPP prevé la figura de auxiliares de las partes o consultores técnicos. Son


aquellas personas que sirven de apoyo para el desarrollo de las audiencias, pues
participan y asisten a las partes si, por las circunstancias del caso, se considera
necesaria la asistencia de un consultor o consultora en una ciencia, arte o técnica.
Sin embargo, no son consideradas como sujetos procesales ni como partes
(artículo 136).

2.2.1 Víctima o persona ofendida


La víctima del delito es quien resiente directamente la afectación producida por la
conducta delictiva, mientras que la persona ofendida (puede ser física o moral) es
titular del bien jurídico lesionado o puesto en peligro por la acción u omisión
prevista en la ley penal como delito. De acuerdo a la Ley General de Víctimas (en
adelante LGV), las víctimas pueden ser directas, indirectas y potenciales.
Directas

Aquellas personas físicas


que hayan sufrido algún
daño o menoscabo
económico, físico, mental,
emocional, o en general
cualquier puesta en peligro
o lesión a sus bienes
jurídicos o derechos como
consecuencia de la
comisión de un delito o
violaciones a sus derechos
humanos.

Indirectas

Las personas físicas a


cargo de la víctima directa
que tengan una relación
inmediata con ella.

Potenciales

Las personas físicas cuya


integridad física o derechos
peligren por prestar
asistencia a la víctima, ya
sea por impedir o detener la
violación de derechos o la
comisión de un delito.

Las personas que tienen la calidad de víctimas o personas ofendidas cuentan con
una serie de derechos establecidos en diversos ordenamientos, como la
Constitución Federal (artículo 20 apartado C), LGV (artículos 7- 27), CNPP
(artículo 109) y los demás señalados en los tratados internacionales de los que
México sea Estado parte y haya ratificado.

En términos generales, tendrán los siguientes derechos:


o

Para garantizar la protección a los derechos de grupos vulnerables, el artículo 109


del CNPP hace un enfoque diferenciador para los casos en los que las víctimas
sean personas menores de dieciocho años. Así, los órganos jurisdiccionales o
agentes de Ministerio Público siempre deberán considerar los principios del interés
superior de los niños, niñas o adolescentes, la prevalencia de sus derechos, su
protección integral y los derechos consagrados en la Constitución, en los tratados
internacionales y en el Código. Asimismo, para los delitos que impliquen violencia
contra las mujeres, se deberán observar todos los derechos que a su favor
establece la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
(en adelante LGAMVLV) y demás disposiciones aplicables.

2.2.2 Asesoría jurídica


Este sujeto del proceso penal tiene como objetivo acompañar a la víctima o
persona ofendida para defender sus intereses frente al órgano jurisdiccional
competente. Esta persona puede venir de una instancia pública o privada,
conforme la designe la víctima.

Quien ejerza la asesoría jurídica de la víctima deberá contar con licenciatura en


derecho y cédula profesional. Además, cuando las víctimas o personas ofendidas
solo hablen lenguas originarias, la asesoría jurídica deberá tener conocimiento de
la lengua y cultura de su representada o, en su defecto, deberá actuar asistida por
una persona intérprete (artículo 110, CNPP).

La intervención de la asesoría jurídica será principalmente para orientar, asesorar


o intervenir legalmente en el procedimiento penal en representación de la víctima
u persona ofendida, en igualdad de condiciones que la defensa.

2.2.3 Persona imputada


La persona imputada es aquella contra quien se dirige la investigación y, en su
caso, la pretensión punitiva del Estado. Se denominará persona imputada a quien
sea señalada por la fiscalía como posible autora o partícipe de un hecho que la ley
señale como delito. Sin embargo, se denomina acusada a la persona contra quien
se haya formulado acusación y haya recaído una sentencia, aunque no haya sido
declarada como tal (artículo 112, CNPP).

Conforme al artículo 20 constitucional, apartado B y 113 del Código Nacional de


Procedimientos Penales, la persona imputada tendrá los siguientes derechos:
2.2.4 Defensa
Toda persona imputada o acusada tiene derecho a la defensa. Es un derecho
fundamental e irrenunciable; no obstante, siempre se deberá ejercer con la
asistencia de un defensor o defensora. Esta persona debe contar con licenciatura
en derecho o cédula profesional, como lo establece el artículo 115 del CNPP. La
defensa podrá ser designada por la persona imputada desde el momento de su
detención; si no pudiera designar a una particular o si se negara a hacerlo, le será
nombrada una defensa pública.

Es importante mencionar que, para garantizar una defensa adecuada, es


necesario observar distintas aristas de este derecho. Por ejemplo, el acceso y
reproducción de los registros de la carpeta para poder defender a la persona
imputada (DOF, 2018, Tesis PC.V. J/17 P (10a.); y la asistencia técnica, la cual se
satisface cuando el imputado, en todas las etapas del procedimiento, cuenta con
la asistencia jurídica de un defensor o defensora con un título de licenciatura en
derecho y, por tanto, profesionista en la materia

Sin embargo, no bastará con tener un título y una cédula profesional, ya que eso
no garantiza una defensa efectiva. Por ello, además, la defensa deberá contar con
los conocimientos en el sistema y estar en aptitud de materializarlos durante el
desarrollo del proceso. A razón de lo anterior, la defensa (ya sea pública o
privada) está obligada a realizar lo siguiente:

2.2.5 Fiscalía o Ministerio Público


La figura de la fiscalía tiene como función la dirección exclusiva de la investigación
de los hechos consecutivos del delito. Sus funciones son, en primer lugar, las que
determinen la participación punible y las que acrediten la inocencia de la persona
imputada; en segundo lugar, el ejercicio de la acción penal pública en la forma
prevista en la ley; y tercero, la adopción de medidas de protección a víctimas y a
quienes testifican (Horvitz Lennon & López Masle, 2008, pág. 143).

En ese sentido, compete a la fiscalía conducir la investigación, coordinar a la


policía y a los servicios periciales durante la investigación, resolver sobre el
ejercicio de la acción penal en la forma establecida por la ley y, en su caso,
ordenar las diligencias pertinentes y útiles para demostrar, o no, la existencia del
delito y la responsabilidad de quien lo cometió o participó en su comisión.

Las obligaciones de la fiscalía se encuentran establecidas en el al artículo 131 del


CNPP.

2.2.6 La policía
Es un auxiliar de la fiscalía en las tareas que conforman la investigación de delitos,
por lo que debe llevar a cabo las diligencias necesarias cumplir los fines del
proceso penal, cuando el fiscal a cargo así lo disponga. La policía actuará en
estricto apego a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución
(Horvitz Lennon & López Masle, 2008, págs. 173-175). Sus obligaciones se
encuentran establecidas en el artículo 132 del CNPP y se despliegan a
continuación:

2.2.7 El órgano jurisdiccional


El órgano jurisdiccional es aquella persona encargada de dirimir las controversias
y garantizar que se respeten los derechos humanos, consagrados en la carta
magna y los tratados internacionales aplicables al ámbito mexicano. Este sujeto
procesal tendrá que resolver las controversias atendiendo a la competencia en la
que se encuentre.

Así, por ejemplo, la o el juez de control tendrá competencia para ejercer las
atribuciones que el Código le reconoce desde el inicio de la etapa de investigación
hasta el dictado del auto de apertura a juicio. En juicio, el tribunal de
enjuiciamiento podrá estar conformado por uno o por tres jueces o juezas,
atendiendo a las circunstancias y personal con que cuente cada tribunal; y sus
funciones serán exclusivamente para el desarrollo de la audiencia de juicio. En
caso de que dicho tribunal estuviera conformado por tres personas, una de ellas
será presidente y dirigirá la audiencia; la otra tendrá funciones de relatoría; y la
tercera, tendrá la función de resolver, en los casos en los que hubiera
confrontación entre los criterios de presidente y relator o relatora (artículo 3 y 133,
CNPP).

Siguiendo con la competencia, la Ley Nacional de Ejecución Penal (en adelante


LNEP), en su artículo 25, fracción III, indica que los jueces y juezas de ejecución
deben conocer el procedimiento de ejecución penal, pues se encargarán de
garantizar a las personas privadas de la libertad el goce de los derechos y
garantías fundamentales reconocidas por la Constitución y los tratados
internacionales. Además, será su deber garantizar que la sentencia condenatoria
se ejecute en sus términos, decretar como medida de seguridad la custodia de
alguna persona privada de la libertad que llegue o padeciera enfermedad mental
de tipo crónico, continuo e irreversible a cargo de una institución del sector salud;
sustanciar y resolver los incidentes que se promuevan para lograr el cumplimiento
del pago de la reparación del daño, entre otras.

Por su parte, el tribunal de alzada conocerá los medios de impugnación y recursos


señalados en Libro segundo, Título XII del CNPP.

Bajo el sistema penal acusatorio, el órgano jurisdiccional debe ser imparcial


(Horvitz Lennon & López Masle, 2008, pág. 55) y estar siempre presente en las
audiencias, sin excepciones, para garantizar el principio de inmediación
como regla procesal. Asimismo, debe mantenerlas públicas en los casos en que la
ley lo permita, siempre respetando los principios rectores del sistema penal
acusatorio.

Tema 3 Disposiciones generales para el proceso penal

Todo proceso penal tendrá que realizarse bajo el esquema de audiencias. Esto es,
todos los actos procesales que deban ser resueltos se presentarán ante el órgano
jurisdiccional y se desarrollarán de forma oral y en español, aunque como te
mencionamos, las partes podrán auxiliarse de documentos, registros o cualquier
otro medio para exponer sus pretensiones; en los casos que sea necesario, se
auxiliarán de algún interprete, traductor o se realizarán los ajustes razonables para
llevar a cabo las mismas.

El acto procesal es una actuación procedimental realizada de manera voluntaria


por quien tiene acreditada y reconocida su personalidad jurídica en un proceso
penal, o por la autoridad judicial en el ejercicio de sus funciones de administración
de justicia, cuya consecuencia será crear, modificar o extinguir efectos jurídicos
dentro del proceso (Ruiz Sánchez, 2015).

No solamente son actos procesales los que suceden durante el transcurso del
proceso penal ordinario, o los actos en los que únicamente participan las partes;
también lo son los actos que, a pesar de no pertenecer de manera ordinaria en el
proceso penal, impactan en este por la resolución que le recae (Herrera Bazán,
2016, pág. 130).

3.1 Competencia
Uno de los puntos más importantes del proceso penal (que usualmente es poco
estudiado) es la competencia. Esta figura se encuentra establecida en el artículo
20 del CNPP. Indica las reglas para determinar la competencia de los órganos
jurisdiccionales federales o locales. A continuación se desglosan los supuestos
para cada uno:
En los casos de los delitos del fuero común cometidos contra periodistas,
personas o instalaciones, que dolosamente afecten, limiten o menoscaben el
derecho a la información, las libertades de expre- sión o de imprenta, el o la
agente del Ministerio Público de la federación podrá ejercer la facultad de
atracción para conocerlos y perseguirlos. Así mismo, los órganos jurisdiccionales
federales tendrán competencia para juzgarlos cuando:

I. Existan indicios de que en el hecho constitutivo de delito haya participado algún


servidor público de los órdenes estatal o municipal
II. En la denuncia o querella u otro requisito equivalente, la víctima u ofendido
hubiere señalado como probable autor o partícipe a algún servidor público de los
órdenes estatal o municipal
III. Se trate de delitos graves así calificados por este Código y legislación aplicable
para prisión preventiva oficiosa
IV. La vida o integridad física de la víctima u ofendido se encuentre en riesgo real
V. Lo solicite la autoridad competente de la Entidad federativa de que se trate
VI. Los hechos constitutivos de delito impacten de manera trascendente al ejercicio
del derecho a la información o a las libertades de expresión o imprenta
VII. En la Entidad federativa en la que se hubiere realizado el hecho constitutivo de
delito o se hubieren manifestado sus resultados, existan circunstancias objetivas y
generalizadas de riesgo para el ejercicio del derecho a la información o las
libertades de expresión o imprenta
VIII. El hecho constitutivo de delito trascienda el ámbito de una o más Entidades
federativas, o
IX. Por sentencia o resolución de un órgano previsto en cualquier Tratado, se hubiere
determinado la responsabilidad internacional del Estado mexicano por defecto u
omisión en la investigación, persecución o enjuiciamiento de delitos contra
periodistas, personas o instalaciones que afecten, limiten o menoscaben el
derecho a la información o las libertades de expresión o imprenta.

En cualquiera de los supuestos anteriores, la víctima u ofendido podrá solicitar al


Ministerio Público de la Federación el ejercicio de la facultad de atracción (artículo
21, CNPP).

3.2. Carpeta de investigación, datos, medios y pruebas


El CNPP indica que los hechos pueden ser probados por cualquier medio, siempre
y cuando sea lícito. El o la agente del Ministerio Público (con ayuda del personal
policial) deberá registrar los actos que realice al iniciar una investigación. También
formará su carpeta de investigación.
La carpeta de investigación estará compuesta por los antecedentes o registros
que sirvan de sustento para aportar datos de prueba. Estos registros, como
entrevistas, informes, dictámenes, actos de investigación, etcétera, posteriormente
serán presentados ante el órgano jurisdiccional y se convertirán en datos de
prueba.

Por datos de prueba, debemos entender la simple manifestación oral de


información que se des- prende de un registro o antecedente de la investigación
realizada frente a la jueza o juez de control (Pratt, 2019, págs. 14-20).

Es importante mencionar que existen exposiciones teóricas donde se señala qué


son los datos de prueba en la etapa de investigación, la etapa intermedia y la
etapa de juicio. Esto (de acuerdo a la normativa procesal nacional) no es del todo
correcto, porque existen supuestos donde no se ve reflejada esta situación. Por
ejemplo, el artículo 314 del CNPP establece que se podrán desahogar medios de
prueba cuando el o la agente del Ministerio Público pretenda solicitar una medida
cautelar de carácter personal o de prisión preventiva. Es por ello que no podemos
limitarnos a esas exposiciones, pues difieren de lo que se manifiesta en el mismo
ordenamiento procesal.

Como hemos mencionado, todos los actos de investigación y actuaciones


realizadas por el Ministerio Público o el personal policial tendrán que ser
registradas por cualquier medio que garantice que la información recabada es
completa, íntegra y exacta. Debe indicar, por lo menos, la fecha, hora y lugar
donde se haya realizado el acto, nombre y firma de los intervinientes, descripción
de la actuación y en su caso, los resultados obtenidos.

Por su parte, los medios de prueba serán aquellas fuentes de donde se


desprenderá la información. Por ejemplo, el personal policial, las y los peritos,
personas testigo, entre otras. Es decir, serán aquellas personas que se
presentarán ante el órgano jurisdiccional con el propósito de dar información que
les consta, que observaron o que realizaron.

Ahora bien, un medio se prueba se convierte en prueba cuando ha producido o


incorporado en la audiencia de juicio frente a un juez o jueza (en caso de ser
unitario) o ante un tribunal de enjuiciamiento, en caso de ser colegiado.

Una vez explicada la diferencia entre los conceptos, recuerda que, durante todo el
proceso, las partes en igualdad de condiciones tendrán derecho a ofrecer datos o
medios de prueba para sostener sus planteamientos, siempre y cuando hayan
sido obtenidos, producidos y reproducidos lícitamente.

3.3 Acceso a la carpeta de investigación


Tanto la víctima o persona ofendida como la persona imputada y su defensa
tendrán acceso a la carpeta investigación; sin embargo, no lo tendrán al mismo
momento. Por ello, las primeras tendrán acceso a la carpeta desde el momento en
el que acudan ante la autoridad para presentar su denuncia o querella y en ningún
momento se verá coartado este derecho.
Por su parte, la persona imputada y su defensa podrán acceder a la carpeta de
investigación a partir de que esta es detenida o citada, ya sea por el Ministerio
Público o para audiencia inicial; asimismo, a partir de que exista un acto de
molestia y se le pretenda recibir su entrevista. Es importante mencionar que en
algunos casos la información de la carpeta de investigación se mantendrá bajo
reserva para la persona imputada (artículos 109, 113, 218, 219 y 220 del CNPP).

En caso de que se negara el acceso a los registros a la persona imputada o a su


defensa, podrán acudir ante el o la jueza de control, a efecto de solicitar audiencia
para reclamar su derecho (artículo 219, CNPP). A esta audiencia se le conoce
como audiencia de tutela de derechos o de control de garantías y en atención a la
jurisprudencia 2019292, el acceso a los registros de la carpeta de investigación
“debe interpretarse como una garantía más en favor de aquél [imputado], a efecto
de gozar de una defensa adecuada…Por tanto, debe entenderse que la palabra
"acceso" conlleva la posibilidad de que se obtenga una copia o el registro
fotográfico de los registros de la investigación…”.

3.4 Carga de la prueba


No podemos pasar por alto que a la fiscalía le corresponde la carga de prueba.
Esto quiere decir que él o la agente del Ministerio Público tendrá la obligación de
demostrar la culpabilidad de la persona sin que exista duda alguna; es decir, tiene
que establecer la responsabilidad de la persona destruyendo cualquier arista de la
presunción de inocencia.

Sin embargo, [esto] no significa que el ejercicio de la defensa sea estrictamente


pasivo; es decir, que no realice actividad alguna y se acoja al principio de
presunción de inocencia y la carga de la prueba.(Herrera Bazan, 2016, pág. 274).

Por otro lado, la carga de la prueba se revertirá para la persona imputada y su


defensa cuando la presunción de inocencia, que en principio opera a su favor,
aparezca desvirtuada en la causa penal, tal como lo ha señalado la jurisprudencia
con número de registro 177945 :

Si del conjunto de circunstancias y pruebas habidas en la causa penal se


desprenden firmes imputaciones y elementos de cargo bastantes para desvirtuar
la presunción de inocencia que en favor de todo inculpado se deduce de la
interpretación armónica de los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero,
19, párrafo primero, 21, párrafo primero y 102, apartado A, párrafo segundo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por otro lado, el
encausado rechaza las imputaciones y niega el delito, o su participación culpable
en su actualización, éste necesariamente debe probar los hechos positivos en que
descansa su postura excluyente, sin que baste su sola negativa, no corroborada
con elementos de convicción eficaces, pues admitir como válida y por sí misma
suficiente la manifestación unilateral del inculpado, sería destruir todo el
mecanismo de la prueba circunstancial y desconocer su eficacia y alcance
demostrativo.

Tema 4 Etapas del procedimiento

El procedimiento penal acusatorio está conformado por la etapa de


investigación (con sus fases: investigación inicial y complementaria),
etapa intermedia (con sus fases: escrita y oral) y la etapa de juicio.
Cuando él o la agente del Ministerio Público conozca la existencia de un hecho
con apariencia de delito, será la persona encargada de dirigir la investigación con
la debida diligencia. Es decir, deberá de realizarla de manera inmediata, eficiente,
exhaustiva, profesional e imparcial, libre de estereotipos y discriminación; y
explorar todas las líneas de investigación posibles para identificar quién cometió o
participó en el delito y así esclarecer el hecho, tomando siempre en cuenta los
principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y
respeto a los derechos humanos (artículos 212 y 214, CNPP). Para ello, se podrá
auxiliar del personal policial y peritos con el propósito de reunir indicios y sustentar
la acción penal con los datos de prueba que considere oportunos.

Conforme al último párrafo del artículo 211 del CNPP, el ejercicio de la acción
comienza al momento de solicitar citación a audiencia inicial; una vez que se pone
a disposición a la persona detenida en flagrancia o caso urgente ante el órgano
jurisdiccional o ante la solicitud de orden de aprehensión o comparecencia. Esto
no implica que el o la agente del Ministerio Público pierda la dirección de la
investigación; contrario al sistema mixto, donde se terminaba la etapa de
averiguación previa y el agente perdía su facultad de investigar sin estar sometido
a un control judicial.

Por otro lado, el no ejercicio es una determinación ministerial previa a la decisión


de llevar a audiencia inicial a la persona imputada, que consiste en terminar la
investigación porque los antecedentes del caso permiten concluir que se actualiza
una causal de sobreseimiento. Con ello, se prohíbe una nueva persecución penal
por los mismos hechos respecto del indiciado, salvo que se trate de diversos
hechos o en contra de una persona distinta (artículo 255, CNPP).

5.- ETAPA DE INVESTIGACION

La investigación se divide en dos fases:

La investigación inicial comienza con la noticia criminal, la cual puede generarse


mediante una denuncia, querella o requisito equivalente cuando la ley lo exija. La
investigación complementaria comprende desde que se pone a disposición al
imputado ante el juez de control o para formular la imputación agotándose una vez
que se haya cerrado la investigación.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia.


● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿El caso urgente y la flagrancia son formas de conducción del imputado al


proceso?

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5.1 Investigación inicial sin detenido


Toda persona a quien le conste que se ha cometido un hecho, probablemente
constitutivo de un delito, tendrá la obligación de comunicárselo a la fiscalía y, en
caso de urgencia, ante cualquier agente de la policía. Esta comunicación es
conocida como denuncia.

Por su parte, la querella es la expresión de la voluntad de la víctima o persona


ofendida o de quien legalmente pueda efectuarla ante la fiscalía, para que se inicie
la investigación por un hecho constitutivo de delito que requiera de este requisito
de procedibilidad (artículo 225, CNPP).

Ambas podrán formularse por cualquier medio y deberá contener, salvo los casos
de denuncia anónima o reserva de identidad, la identificación de la persona
denunciante o querellante, su domicilio, la narración circunstanciada del hecho, la
indicación de quién o quiénes lo cometieron y las personas que lo hayan
presenciado o que tengan noticia de él y todo lo que le constare (artículo 223,
CNPP).

5.1.1 Actos de investigación


Una vez recibida la denuncia o querella, la fiscalía (por obligación o a propuesta
de las partes) podrá ordenar una serie de actos que considere pertinentes y útiles
para el esclarecimiento de los hechos. Estos son denominados actos de
investigación.

Es importante recordar que todos los actos de investigación deberán ser


registrados y deben contener, por lo menos, la fecha, hora, lugar en que se
efectúe el acto de investigación, identificación de las personas que intervienen,
una descripción de la actuación y, en su caso, de su resultado (artículo 217,
CNPP).

Existen una gran división entre los actos de investigación que puede realizar la
fiscalía. Esta revisará si es necesario el control judicial o no.
5.1.2 Determinaciones del ministerio público
Una vez que el ministerio público ha realizado y analizado los antecedentes de la
investigación, podrá tomar alguna determinación. Algunas pueden ser:

5.1.2.1 Formas de terminar la investigación


Estas pueden ser las siguientes:

● Abstenerse de investigar
● Archivo temporal
● No ejercicio de la acción penal
● Criterios de oportunidad

Según el artículo 253 del CNPP, el o la agente de ministerio público se abstendrá


de investigar cuando los hechos no fueran constitutivos de delito; o bien, cuando
los antecedentes de investigación establezcan que se extingue la responsabilidad
penal de la persona imputada. Por su parte, el artículo 254 establece que el o la
agente de ministerio público decretará el archivo temporal cuando no se
encuentren antecedentes, datos suficientes o elementos que permitan realizar
diligencias para esclarecer los hechos. El archivo subsistirá en tanto se obtengan
datos que permitan continuar la investigación, a fin de ejercitar la acción penal.

Como hemos señalado, la fiscalía no ejercitará la acción penal si los antecedentes


del caso permiten concluir que se actualiza alguna de las causas de
sobreseimiento. Por su parte, los criterios de oportunidad son formas de
abstenerse de ejercer la acción penal y pueden ordenarse en cualquier momento
del proceso, antes de que el auto de apertura de juicio oral sea dictado, y siempre
que se hayan reparado o garantizado los daños causados a la víctima o persona
ofendida. Los criterios de oportunidad no podrán aplicarse en los casos de delitos
contra el libre desarrollo de la personalidad, de violencia familiar ni en los casos de
delitos fiscales o aquellos que afecten gravemente el interés público (artículo 256
CNPP).

Otra facultad que tiene la fiscalía es el desistimiento de la acción penal. Esta podrá
solicitarse en cualquier etapa del procedimiento, hasta antes de ser dictada la
resolución de segunda instancia. La solicitud de desistimiento deberá contar con la
autorización del titular de la procuraduría o del funcionario o funcionaria, a quien
delegue esa facultad. La fiscalía en audiencia expondrá los motivos del
desistimiento y la autoridad judicial resolverá de manera inmediata y decretará el
sobreseimiento (artículo 144, CNPP).
5.1.2.2 Solicitud de medidas de protección a favor de la víctima
Cuando la investigación evidencie que la persona imputada representa un riesgo
inminente para la víctima o persona ofendida, el o la agente del ministerio público
podrá ordenar bajo su más estricta responsabilidad que se apliquen las siguientes
medidas de protección:

I. Prohibición de acercarse o comunicarse;


II. Limitación para asistir o acercarse al domicilio o al lugar donde se encuentre;
III. Separación inmediata del domicilio;
IV. La entrega inmediata de objetos de uso personal y documentos de identidad de la
víctima que tuviera en su posesión el probable responsable;
V. La prohibición de realizar conductas de intimidación o molestia a la víctima o
persona ofendida o a personas relacionadas con ellos;
VI. Vigilancia en el domicilio;
VII. Protección policial;
VIII. Auxilio inmediato por integrantes de instituciones policiales, al domicilio en donde
se localice o se encuentre la víctima o persona ofendida en el momento de
solicitarlo;
IX. Traslado a refugios o albergues temporales, así como de sus descendientes, y
X. El reingreso de la víctima o persona ofendida a su domicilio, una vez que se
salvaguarde su seguridad.

En los casos donde se imponga la prohibición de acercarse o comunicarse; la


limitación de asistir o acercarse al domicilio de la víctima o persona ofendida y la
separación del domicilio, tendrá que celebrarse una audiencia ante el órgano
jurisdiccional para ratificarlas, cancelarlas o modificarlas mediante la imposición de
medidas cautelares (artículo 137, CNPP).

5.1.2.3 Acuerdo reparatorio


Los acuerdos reparatorios son aquellos celebrados entre la víctima o persona
ofendida y la persona imputada que, una vez aprobados por el ministerio público,
tienen como efecto la extinción de la acción penal, según establece el artículo 186
del CNPP.

Es importante recordar que los acuerdos reparatorios también pueden ser


aprobados por el órgano jurisdiccional. Sin embargo, de acuerdo con el momento
de la investigación inicial, el único que podrá hacerlo será el o la agente de
ministerio público, ya que aún estamos en la investigación desformalizada y aún
no interviene el o la jueza de control.

5.1.2.4 Detención por caso urgente


Después de recabar información en la investigación y bajo su más estricta
responsabilidad, la fiscalía podrá ordenar la detención de una persona por caso
urgente. Esta detención también es conocida como captura administrativa o
excepción al principio de reserva judicial en materia de privación de libertad y
consiste en que una persona pueda ser detenida sin orden judicial y sin que exista
circunstancia de flagrancia.

El artículo 150 del CNPP, en armonía con lo establecido en el artículo 16 de la


CPEUM, facultan al agente del ministerio público para ordenar la detención de una
persona cuando se trate de un delito calificado por ley como grave; ante la
probabilidad de que quien lo cometió o participó en su comisión pudiera evadir la
acción de la justicia. Este tipo de detención es loable, siempre que no fuera
posible acudir ante la autoridad judicial por razón de la hora, lugar o circunstancia
o bien, si de hacerlo, la persona imputada pudiera huir.

De acuerdo con Paredes Calderón (2016), la doctrina ha diferenciado entre la


existencia de una situación probable de sustracción de la justicia y la declaración
judicial formal de sustracción. La primera se refiere a la concatenación de una
serie de indicios que permitan establecer, en forma razonada y real, la posibilidad
de sustracción de la justicia de la persona imputada. Por otra parte, la declaración
judicial formal de sustracción se refiere a la estricta resolución judicial en la que se
declara una situación de hecho; es decir, se refiere a la materialización del
supuesto de situación probable de sustracción de la justicia. Por ello, el efecto
directo de esa actuación es la suspensión de las audiencias consecuentes, ya que
no es factible que un proceso penal se lleve a cabo bajo la figura de rebeldía en el
ordenamiento jurídico mexicano. Esta conducta implicaría la vulneración a los
derechos humanos establecidos en nuestra constitución (págs. 90-91).

5.1.2.5 Formas de conducción de la persona imputada al proceso


Cuando la fiscalía tenga datos de prueba suficientes para poder tomar una
determinación, podrá conducir a la persona imputada a proceso por medio de los
siguientes documentos:

Carla Pratt (2019) señala que para solicitar una orden de aprehensión conforme al
artículo 141 fracción III del CNPP se deben cumplir dos requisitos:

● Que el ministerio público anuncie que obran en la carpeta de investigación datos


que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señala como delito y
exista la probabilidad de que [la persona imputada] lo haya cometido o participado
en su comisión.
● Establecer la necesidad de cautela; es decir, el riesgo o peligro de sustracción que
hace latente la necesidad de este mandato judicial (pág. 26).

También podrá ordenarse la aprehensión de una persona cuando resista o evada


la orden de comparecencia judicial y el delito que se le impute merezca pena
privativa de la libertad (artículo 141, CNPP).

El o la jueza de control podrá resolver la solicitud de orden de aprehensión o


comparecencia, ya sea en audiencia o a través del sistema informático. Dicha
audiencia se fijará dentro de las veinticuatro horas a partir de la solicitud y será
resuelta allí mismo, ante la presencia del o la agente de ministerio público. Si fuera
mediante un sistema informático, dicha solicitud se resolverá dentro de un plazo
máximo de veinticuatro horas, posteriores al momento en que se haya recibido
(artículos 142 y 143, CNPP).
La o el juez de control podrá dar una clasificación jurídica distinta a los hechos que
plantee la fiscalía o ante la participación de la persona imputada. De tal forma, no
se concederá la orden de aprehensión cuando la o el juez de control considere
que los hechos que señala en su solicitud no son constitutivos de delito; o bien, si
el delito amerita prisión preventiva, pues es un requisito indispensable la
motivación de la necesidad de cautela, cuestión que ha sido resulta por los
tribunales colegiados bajo el número de registro 2017659.

Existen casos donde la persona imputada es conducida a audiencia inicial en


casos urgentes, pero también a raíz de la detención en flagrancia. A continuación
verás este tema con más detenimiento.

5.2 Investigación inicial con detenido


La etapa de investigación en su fase inicial también podrá comenzar con la
detención de una persona en flagrancia.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia.


● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿Qué interpretaciones conoces del artículo 146 fracción segunda apartado B del
CNPP?

Escribe tu respuesta:

Guardar Respuesta 

5.2.1 Flagrancia
La forma más coloquial de explicar la flagrancia es señalar que la persona fue
detenida con las manos en la masa. Esta figura encuentra su fundamento en el
artículo 16 de la CPEUM, que señala:

“…Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté


cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo
sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma
prontitud, a la del Ministerio Público…”.

Así mismo, su correlativo en el CNPP establece que la flagrancia opera en los


siguientes casos:

I. La persona es detenida en el momento de estar cometiendo un delito, o


II. Inmediatamente después de cometerlo es detenida, en virtud de que:
a. Es sorprendida cometiendo el delito y es perseguida material e
ininterrumpidamente, o
b. Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún testigo
presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con ella en la
comisión del delito y cuando tenga en su poder instrumentos, objetos,
productos del delito o se cuente con información o indicios que hagan
presumir fundadamente que intervino en el mismo.

Para los efectos de la fracción segunda, inciso b), de este precepto, se considera
que la persona ha sido detenida en flagrancia por señalamiento, siempre y
cuando, inmediatamente después de cometer el delito no se haya interrumpido su
búsqueda o localización (artículo 146).

Se ha presentado un gran debate en la práctica sobre las diversas


interpretaciones que han desarrollado los tribunales en cuanto a la fracción II
inciso b del artículo en supralíneas. De acuerdo a Carla Pratt (2019):

En general podemos encontrar tres interpretaciones, la primera es que dicha


porción normativa conforma un todo debido a la “y” que sería en esta (sic) caso
considerada como un factor conjuntivo, lo cual sería un escenario bastante
complejo en la práctica…se requeriría una enorme cantidad de elementos, que en
la práctica serían muy poco útiles, aunado a que estamos convencidos, que eso
no es lo que el artículo establece (pág.).

Una segunda interpretación divide el artículo mencionado de la siguiente forma (se


resalta con negro). No compartimos dicha interpretación, ya que gramaticalmente
no es la construcción de la norma.

b. Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún testigo


presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con ella en la comisión del
delito y cuando tenga en su poder instrumentos, objetos, productos del delito o se
cuente con información o indicios que hagan presumir fundadamente que
intervino en el mismo.

La tercera forma de aplicar este artículo es la siguiente (se resalta con negro):

b. Cuando la persona sea señalada por la víctima u ofendido, algún testigo


presencial de los hechos o quien hubiere intervenido con ella en la comisión del
delito y cuando tenga en su poder instrumentos, objetos, productos del delito o
se cuente con información o indicios que hagan presumir fundadamente que
intervino en el mismo.

Como lo muestran las letras en negritas, la separación se genera a partir de y


cuando, lo cual gramaticalmente es diferente a interpretarlo como y. Otro punto
importante es la palabra con la que inicia dicho párrafo. El inicio está marcado por
cuando y a la mitad aparece el término y cuando, lo cual no establece un elemento
conjuntivo, sino una separación entre ambos supuestos (Pratt, 2019, págs. 50 y
51).

Aunado a lo anterior, basta revisar el último párrafo del mismo artículo 146 para
señalar que estamos ante la presencia de dos supuestos de flagrancia en el
mismo inciso, ya que se hace referencia al señalamiento al cual se agregan dos
requisitos más: la búsqueda o localización ininterrumpida e inmediata para ésta
(Pratt, 2019, pág. 51).

Ahora bien, esta persecución inmediata e ininterrumpida no solo podrá ser


realizada por personas en manera física, sino también a través de los sistemas de
monitoreo, tal y como lo han establecido los Tribunales de Circuito en la
jurisprudencia con número de registro 2017234.

Cuando se realice una detención en flagrancia por delitos que no merezcan prisión
preventiva oficiosa y la o el agente de ministerio público determine que no
solicitará prisión preventiva como medida cautelar, deberá poner en libertad a la
persona imputada. Como vimos en el tema anterior, sólo en los casos que
considere pertinente, podrá imponer una medida de protección para las víctimas y
se le prevendrá a la persona imputada para abstenerse de molestar o afectar a la
víctima o persona ofendida y a testigos del hecho; a no obstaculizar la
investigación; y a comparecer cuantas veces sea citada para la práctica de
diligencias de investigación, pues en caso de desobediencia injustificada se le
podrán aplicar medidas de apremio como la amonestación, multa, uso de la fuerza
pública e incluso el arresto (artículos 104 y 140, CNPP).

Por otro lado, es deber de la o el agente de ministerio público examinar si la


detención se realizó conforme a lo establecido en los preceptos señalados. De lo
contrario, se deberá poner en libertad inmediata a la persona detenida (artículo
149, CNPP)

5.2.2 Retención
La retención sucede cuando una persona detenida queda a disposición de la o el
agente de ministerio público por un periodo. Conforme al artículo 16 constitucional
párrafo décimo, este no podrá ser mayor de cuarenta y ocho horas. Una vez
cumplido el plazo, deberá ordenarse la libertad de la persona o ponérsele a
disposición de la autoridad judicial. Sin embargo, en aquellos casos en que la ley
prevé como delincuencia organizada, el plazo podría duplicarse.

Durante este tiempo el o la agente del ministerio público podrá tomar alguna de las
determinaciones que analizaste o en su caso, realizar todos los actos de
investigación que considere oportunos y ayuden a esclarecer los hechos; para así
ejercer la acción y poner a la persona a disposición del órgano jurisdiccional de
control para realizar el control de detención.

Además de los derechos ya señalados en apartados anteriores, las personas


detenidas en flagrancia o en caso urgente y que se encuentren bajo custodia de la
autoridad, contarán con los siguientes derechos (artículo 152, CNPP):

En este tema analizarás los actos procesales que conforman la etapa de


investigación complementaria. El artículo 211 del CNPP establece que esta
inicia cuando se formula la imputación y se agota una vez que se haya cerrado la
investigación.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta.
● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿El control de detención forma parte del proceso penal?

Escribe tu respuesta:

Tema 6. Investigación complementaria

En el tema anterior analizaste las formas de conducción de la persona imputada a


proceso y los casos donde las personas son detenidas en flagrancia o caso
urgente. Comentamos que, en estos últimos dos supuestos, es necesario poner a
la persona a disposición de la fiscalía para que en un periodo de 48 o 96 horas
(dependiendo el caso) ponga a disposición de la jueza o juez de control a la
persona imputada para realizar el control de la detención.

Como ves, el control de la detención no ha sido señalado en ordinal referente


a las etapas del procedimiento, sin embargo, es un acto procesal con el cual
podrá comenzar la audiencia inicial y sí forma parte del proceso. Así, cuando la
persona imputada acuda a la citación realizada para llevar a cabo su audiencia o
se cumplimente la orden de comparecencia u orden de aprehensión, la audiencia
inicial comenzará con la formulación de imputación. Rn los casos de flagrancia y
caso urgente, es decir, cuando se tenga a una persona detenida, se comenzará
con el control de detención.

6.1 Audiencia inicial


Esta audiencia se desarrolla a través de los diferentes actos procesales que te
hemos mencionado: el control de legalidad de la detención, la formulación
de imputación, la oportunidad de que la persona imputada declare, la
vinculación a proceso, la imposición de medidas cautelares, y el plazo de
cierre de la investigación.

La presencia de las partes en esta audiencia es obligatoria, a excepción de la


víctima, la persona ofendida o quien ejerza su asesoría jurídica, quienes tendrán la
potestad de decidir si asisten o no. Al comenzar la audiencia se individualizará a
las partes; en su caso, se tomará protesta de la asesoría jurídica o de la defensa.
Asimismo, se le preguntará a la persona imputada si se le informaron sus
derechos y si los comprendió. En caso de que la respuesta sea afirmativa, se
abrirá el debate sobre el control de la detención.

6.1.1 Control de la detención


De acuerdo con el artículo 308 del CNPP, inmediatamente después de que la
persona detenida en flagrancia o en caso urgente haya sido puesta a disposición
de la jueza o juez de control, se resolverá sobre la legalidad de la detención de la
persona.

Para resolver si la detención fue legal, la fiscalía realizará lo siguiente:

1. Hará una petición para que se decrete si la detención es legal.


2. Señalará bajo qué fundamento de flagrancia o caso urgente fundamenta su
solicitud.
3. Realizará una narración cronológica de las circunstancias de la detención. Aquí es
muy importante explicarle de manera breve al órgano jurisdiccional la fecha, la
hora y lugar donde tuvo lugar el hecho con apariencia de delito; cuál fue la forma
de intervención de la persona imputada en el hecho, cómo se llevó a cabo la
detención, quién la realizó, en dónde, por qué y cómo. También es fundamental
señalarle a qué hora fue puesta a disposición de la fiscalía y la hora en que fue
puesta a disposición del órgano jurisdiccional. Junto con esta exposición, se
deberán establecer los antecedentes o registros que corroboran esta información;
es decir, con qué datos de pruebas se corrobora el hecho.

Ahora bien, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en las


tesis 2014689 y 2010961 ha señalado que una persona no podrá ser detenida sin
una causa mínima que lo justifique. De igual forma, la detención no podrá
realizarse por cuestiones subjetivas o circunstancias abstractas como la
apariencia física, vestimenta, forma de comportarse, etcétera, cuando es evidente
que no existen circunstancias objetivas que permitan explicar la sospecha de que
se está cometiendo un delito.

Para poder realizar un control provisional preventivo es necesario que se actualice


una sospecha razonada objetiva ya que la finalidad de estos controles es evitar
que un delito se cometa, salvaguardar la integridad y la vida de los agentes
policiacos, o corroborar la identidad de alguna persona, con base en la
información de delitos previamente denunciados ante la policía o alguna
autoridad. Para acreditar la existencia de una sospecha razonable que justifique la
práctica de un control preventivo provisional, la autoridad debe precisar cuál era la
información (hechos y circunstancias) con la que contaba para suponer que una
persona estaba cometiendo una conducta ilícita. Asimismo, ha sostenido que
dicha información tendrá que cumplir con criterios de razonabilidad y objetividad;
es decir, deberá ser suficiente bajo la perspectiva de que cualquier persona desde
un punto de vista objetivo hubiere llegado a la misma determinación que la
autoridad, si hubiere contado con tal información. En este sentido, si bien es cierto
que un comportamiento "inusual" o "evasivo" podría en ciertos casos llegar a
justificar la existencia de una "sospecha razonable" y, en consecuencia, autorizar
un registro o control provisional, para que tal justificación pueda ser tomada en
consideración es necesario que la misma se encuentre debidamente respaldada a
partir de elementos objetivos que permitan a la autoridad judicial verificar que el
agente de policía actuó razonablemente. De este modo, la autoridad de policía
debe explicar detalladamente en cada caso concreto cuáles fueron las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que razonablemente le llevaron a estimar
que la persona actuó "sospechosa" o "evasivamente" (esto es, que el sujeto
probablemente estaba cometiendo un delito o estaba por cometerlo; o bien, cómo
es que intentó darse a la fuga).

Una vez que la fiscalía haya detallado las circunstancias de la detención, se


escuchará a la asesoría jurídica si es que se encuentra presente en la audiencia.
Esta podrá complementar la intervención de la representación social en caso de
ser necesario. Por su parte, la defensa de la persona imputada tendrá la
oportunidad de ejercer el principio de contradicción manifestado lo que a su
derecho convenga.

Posteriormente, la o el juez de control procederá a calificar la detención,


examinando las circunstancias de la misma, el cumplimiento del plazo
constitucional de retención y los requisitos de procedibilidad; en caso de no
encontrarlos ajustados a derecho, la persona imputada tendrá que ser puesta en
inmediata libertad. Si se decreta de ilegal la detención, podría traer consecuencias
para la investigación, ya que los actos procesales, datos o pruebas podrían verse
afectados de nulidad. Ahora bien, antes de abordar el tema es necesario
establecer la diferencia entre ilicitud e ilegalidad.

Se considera que existe ilicitud cuando el acto, dato o prueba fue obtenida con
violación a derechos humanos. Por ello, será causa de nulidad y no podrá ser
saneado ni convalidado. Por lo que respecta a la ilegalidad, el acto, dato o prueba
no cumple con las formalidades establecidas en ley; sin embargo, estos podrán
ser saneados o convalidados y sólo en los casos que no suceda ninguna de estas,
serán nulos (artículos 97, 99, 100, 101, 264, CNPP).

Esto lo puedes ver reflejado en la jurisprudencia que emitió la Primera Sala de la


SCJN con número de registro 2012186 (intitulada): “Demora en la puesta a
disposición del detenido en flagrancia ante el ministerio público. La valoración del
parte informativo u oficio de puesta a disposición de los agentes aprehensores,
deberá atender a la independencia fáctica y sustancial de la detención y la puesta
a disposición”.

En el mismo tenor, en la tesis con número de registro 200677 se señala lo


siguiente: “Flagrancia. las consecuencias y efectos de la violación al derecho
humano a la libertad personal son la invalidez de la detención de la persona y de
los datos de prueba obtenidos directa e inmediatamente en aquella”.

6.1.2 Formulación de imputación


Siguiendo con la audiencia inicial, en los casos en que se haya calificado de legal
la detención, el órgano jurisdiccional le preguntará al fiscal si tiene alguna otra
petición. En ese momento, la fiscalía podrá manifestar que desea formular
imputación. Cuando la fiscalía considera que tiene elementos suficientes y la
persona no está detenida, podrá conducirla a proceso para formularle imputación.

Formular imputación es la forma en que la fiscalía comunica a la persona


imputada, en presencia del órgano jurisdiccional, que desarrolla una investigación
en su contra, en relación con uno o más hechos que la ley señala como delito (art.
309, CNPP).

El mismo artículo se establece que la imputación debe contener a los siguientes


elementos:

● El hecho que se le atribuye


● La calificación jurídica preliminar
● La fecha, lugar y modo de su comisión
● La forma de intervención que haya tenido en el mismo
● El nombre de quien acusa (salvo que sea necesario reservar su identidad)

En este acto procesal la participación de la defensa es un tanto pasiva, ya que


solo podrán solicitar alguna aclaración o precisión en caso de ser pertinente. “La
solicitud de aclaraciones o precisiones es estratégica y dependiendo de la teoría
del caso de [la] defensa ya que de otra manera se estaría corriendo el riesgo de
‘corregirle la plana’ al órgano acusador” (Pratt, 2019, pág. 103).

6.1.3 Oportunidad de declarar


Una vez formulada la imputación, la autoridad jurisdiccional preguntará a la
persona imputada si la entiende y si desea declarar, lo cual podrá consultar con su
defensa. En caso de que decidiera guardar silencio, esto no podrá ser utilizado en
su contra (artículo 312).

Es muy importante este derecho en virtud de que las autoridades podrían incurrir
en violaciones procesales o incluso en delito si se admiten declaraciones
autoincriminatorias o se obliga a las personas a autoincriminarse. Por ello, la
SCJN al resolver la contradicción de tesis 29/2004-PS, en la jurisprudencia con
número de registro 2014522 sostuvo que:

Es un derecho específico de la garantía genérica de defensa que supone la


libertad del inculpado para declarar o no, sin que de su pasividad oral o escrita se
infiera su culpabilidad, es decir, sin que su derecho a guardar silencio sea utilizado
como un indicio de responsabilidad en los hechos ilícitos que le son imputados, de
tal manera que el derecho de no autoincriminación debe ser entendido como el
derecho que tiene todo inculpado a no ser obligado a declarar, ya sea confesando
o negando los hechos que se le imputan; razón por la cual se prohíben la
incomunicación, la intimidación y la tortura e, incluso, se especifica que la
confesión rendida ante cualquier autoridad distinta del Ministerio Público o del
Juez, o ante éstos sin la presencia de su defensor, carecerá de valor probatorio.

6.1.4 Vinculación a proceso


Garantizando el principio de continuidad y concentración, el siguiente acto
procesal en la audiencia inicial que solicitará la fiscalía será la vinculación a
proceso. La vinculación a proceso es un auto dictado por el órgano jurisdiccional
por medio del cual sujeta a la persona imputada a una investigación formalizada
(Pratt, 2019, pág. 113).

El artículo 313 párrafo quinto del CNPP, en armonía con el artículo 19 de la


CPEUM, otorga a la persona imputada y su defensa la oportunidad de elegir el
momento en que se resolverá la situación jurídica. Puede elegir que se resuelva
en ese acto (inmediatamente después de darle la oportunidad de declarar), dentro
del plazo de 72 horas o en las siguientes 144 horas (duplicidad del plazo
constitucional). En caso de que eligiera la persona imputada y su defensa
acogerse al plazo o su duplicidad, se continuará la audiencia inicial con la solicitud
de aplicación de medidas cautelares, las cuales estarán vigentes hasta que se
resuelva la situación jurídica de la persona imputada.

De acuerdo al artículo 316 del CNPP, el o la juez de control podrá dictar el auto de
vinculación a proceso siempre que:

a. Se haya formulado la imputación


b. Se haya otorgado al imputado la oportunidad para declarar
c. De los antecedentes de la investigación expuestos por el ministerio público, se
desprendan datos de prueba que establezcan que se ha cometido un hecho que la
ley señala como delito y que exista la probabilidad de que el imputado lo cometió o
participó en su comisión. Se entenderá que obran datos que establecen que se ha
cometido un hecho que la ley señale como delito cuando existan indicios
razonables que así permitan suponerlo
d. No se actualice una causa de extinción de la acción penal o excluyente del delito.

Anteriormente, comprender en qué consistía el “hecho que la ley señala como


delito” resultaba complicado ya que existían diversos criterios para lo mismo; sin
embargo, este tema ha sido aclarado por la primera sala de la SCJN en la
jurisprudencia con número de registro 2014800, que establece lo siguiente:

“basta con que el órgano jurisdiccional encuadre la conducta en la norma penal,


que permita identificar independientemente de la metodología que adopte, el tipo
penal aplicable”.
Para que el o la juez resuelva sobre la vinculación o no a proceso, en primer lugar,
la fiscalía hará una petición para que se vincule a proceso por el hecho materia de
imputación conforme lo establecen los artículos 19 de la CPEUM y 316 del CNPP.

En segundo lugar, deberá mencionar el delito por el cual se solicita la vinculación


a proceso. Después, expondrá y argumentará los datos de prueba con los que
sustenta el hecho que la ley señala como delito y aquellos que le permitan
establecer, al menos, el grado de probabilidad de la forma de intervención
delictiva. Por último, reiterará su petición sobre la vinculación a proceso.

Una vez escuchada la fiscalía, la defensora o defensor tendría que haber realizado
sus anotaciones para defender a la persona imputada. Recuerda que el estándar
para vincular a proceso es bajo y por ello será necesario que ponderes si es
necesario aportar datos o medios de prueba.

En el caso de la defensa, estos datos o medios de prueba podrán ser presentados


durante el plazo constitucional y solo en los casos donde amerite imponerse una
medida cautelar de carácter personal o prisión preventiva se permitirá su
desahogo al inicio o continuación de la audiencia, justificando su pertinencia
(artículo 314, CNPP). Dicho desahogo seguirá las reglas de producción,
incorporación e interrogatorio que se establecen para la etapa de juicio.

En este tenor, la defensa podría combatir la posición de la fiscalía respecto a la


vinculación a proceso en los siguientes puntos:

● No existen datos de prueba suficientes para demostrar la existencia del hecho que
la ley señala como delito, ni son suficientes para establecer al menos en grado de
probabilidad la participación o comisión
● El hecho no es un delito
● Existencia de una causa de extinción de la acción penal
● Excluyente del delito

De cumplir la fiscalía con los requisitos señalados, el órgano jurisdiccional dictará


un auto de vinculación a proceso; en caso contrario, se dictará un auto de no
vinculación a proceso a la persona imputada y ordenará su libertad inmediata,
para lo cual revocará las providencias precautorias y las medidas cautelares
anticipadas que se hubiesen decretado (art. 319).

Otros supuestos que pueden ocurrir con el auto de no vinculación a proceso son:

● La fiscalía continúa investigando


● Se decreta un sobreseimiento

En el primer caso, la fiscalía podrá seguir investigando y recabar más información


que le permita en una audiencia posterior volver a solicitar la vinculación a
proceso. Para el segundo, es necesario entender que el sobreseimiento es la
resolución del juzgador en la que se finaliza una controversia sin que el fondo del
asunto haya sido resuelto (Herrera Bazán, 2016, pág. 201).

Esta figura jurídica podrá ser solicitada por la fiscalía, el imputado o su defensa en
caso de ocurran alguna de las fracciones del artículo 327 del CNPP:

I. El hecho no se cometió;
II. El hecho cometido no constituye delito;
III. Apareciere claramente establecida la inocencia del imputado;
IV. El imputado esté exento de responsabilidad penal;
V. Agotada la investigación, el Ministerio Público estime que no cuenta con los
elementos suficientes para fundar una acusación;
VI. Se hubiere extinguido la acción penal por alguno de los motivos establecidos en la
ley;
VII. Una ley o reforma posterior derogue el delito por el que se sigue el proceso;
VIII. El hecho de que se trata haya sido materia de un proceso penal en el que se
hubiera dictado sentencia firme respecto del imputado;
IX. Muerte del imputado, o
X. En los demás casos en que lo disponga la ley.

Si se decreta el sobreseimiento en materia penal, este tiene el efecto de una


sentencia absolutoria e impide que se vuelva a realizar una nueva persecución
penal por el mismo hecho. En consecuencia, se levantan las medidas cautelares
que se hubieran aplicado (artículo 328, CNPP).

Por último, este auto de vinculación o no vinculación puede ser apelado por las
partes. Anteriormente solo se consideraba que era apelable si se vinculaba a
proceso. Sin embargo, para garantizar la igualdad y evitar que el derecho de la
víctima o persona ofendida se viera coartado, los tribunales han señalado que la
exégesis correcta es en ambos sentidos, lo cual se puede ver corroborado en la
tesis con número de registro 2016075.

6.1.5 Imposición de medidas cautelares


Una vez que se dictó el auto de vinculación a proceso, se podrá continuar con la
posible imposición de medidas cautelares, siempre que estas no hubieran sido
debatidas previamente. Es decir, podrán imponerse en los siguientes momentos
procesales:

● Cuando la persona imputada se acoja al término constitucional (72 a 144 horas),


habiendo sido formulada la imputación, y
● Cuando se haya vinculado a proceso a la persona imputada.

Las medidas cautelares, son restricciones de derechos o libertades, emitidas por


la autoridad judicial a solicitud de la fiscalía, víctima o persona ofendida, cuya
finalidad es asegurar la presencia de la persona imputada durante el
procedimiento penal, garantizar la seguridad de la víctima o persona ofendida y
evitar la obstaculización del proceso (artículo 153, CNPP). Se regirán por los
siguientes principios:

● Legalidad: entendido como la reserva legal para el reconocimiento de las


medidas coercitivas que implican formas de restricción o privación de libertad.
● Jurisdiccionalidad: supone que las medidas cautelares solo pueden ser
adoptadas por el órgano jurisdiccional competente.
● Excepcionalidad: afirma que las medidas cautelares no deben adoptarse dentro
del procedimiento, sino que requieren un carácter eventual. Deben decretarse solo
cuando resulten indispensables.
● Instrumentalidad: las medidas no son un fin en sí mismo, sino que son
instrumentales. Están orientadas a conseguir fines de carácter procesal.
● Provisionalidad: entendida como el tiempo que debe imponerse; es decir, solo se
podrán mantener mientras subsista la necesidad de aplicación y permanezca
pendiente el procedimiento penal al que instrumentalmente sirven.
● Proporcionalidad: entendida como la exigencia de que las medidas que se
adopten sean acordes con la finalidad del procedimiento que se persigue cautelar
y con la gravedad del hecho que se investiga (Horvitz Lennon & López Masle,
2008, págs. 350-354).

Ahora bien, una vez señalado el concepto y sus principios, veamos cuáles son las
medidas cautelares que pueden imponerse en atención al artículo 155 del CNPP:

I. Presentación periódica ante autoridad judicial o cualquier otra


II. Garantía económica
III. Embargo de bienes
IV. Inmovilización de cuentas
V. Prohibición de salir de un ámbito territorial determinado sin autorización
VI. Sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o institución
VII. Prohibición de acudir a determinadas reuniones o acercarse a ciertos lugares
VIII. Prohibición de convivir con ciertas personas
IX. Separación inmediata del domicilio
X. Suspensión temporal de su cargo (si este se relaciona con el delito que se le
imputa)
XI. Suspensión temporal en el ejercicio de una determinada actividad profesional o
laboral
XII. Colocación de localizadores electrónicos
XIII. Resguardo en su domicilio
XIV. Prisión preventiva

Estas medidas pueden clasificarse en dos grandes tipos:

Para imponer o combinar varias de estas medidas cautelares, el órgano


jurisdiccional deberá atender siempre a los factores de riesgo por los cuales se
haga necesaria la cautela. Los factores que debe tomar en cuenta la autoridad
judicial para establecer la necesidad, idoneidad y proporcionalidad de las medidas
cautelares son las siguientes:

1. Peligro de sustracción de la persona imputada


2. Peligro de obstaculización del desarrollo de la investigación
3. Riesgo para la víctima o persona ofendida, testigos o para la comunidad

Cuando exista peligro de sustracción de la persona imputada, el órgano


jurisdiccional tomará en cuenta las circunstancias sobre el arraigo que dicha
persona tenga en el lugar donde será juzgada, determinado por el domicilio,
residencia habitual, asiento familiar y las facilidades de abandonar el lugar u
ocultarse; también, el máximo de pena a imponerse, el comportamiento posterior
al hecho cometido, la inobservancia de alguna otra medida cautelar previa y, por
último, el desacato de citaciones (artículo 168, CNPP).

En relación a la obstaculización, el órgano jurisdiccional podrá tomar en cuenta


que, de recuperar su libertad, la persona imputada podría destruir, modificar,
ocultar o falsificar elementos de prueba; influir o inducir a coimputados, testigos o
peritos; e intimidar, amenazar u obstaculizar la labor de los investigadores (artículo
169, CNPP).

Sobre la tercera medida cautelar, el órgano jurisdiccional valorará el riesgo para la


víctima o persona ofendida a partir de las circunstancias del hecho y de las
condiciones particulares de los sujetos, de las que puedan derivarse la existencia
de un riesgo fundado de que se cometa un acto que afecte la integridad personal o
ponga en riesgo su vida (artículo 170, CNPP).

Una medida cautelar que ha causado mucho revuelo el México por las
consecuencias que implica es la prisión preventiva. De acuerdo con el Informe
sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas (Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, 2013), la prisión preventiva es “todo el periodo de privación
de libertad de una persona sospechosa de haber cometido un delito, ordenado por
una autoridad judicial y previo a una sentencia firme” (pág. 13).

La prisión preventiva deberá operar de manera excepcional, al ser aplicable en los


casos de delitos que merezcan pena privativa de libertad y cuando otras medidas
cautelares resulten insuficientes para asegurar la comparecencia de la persona
imputada, el desarrollo de la investigación y la protección de la víctima o persona
ofendida.

Esta medida solo podrá ser solicitada por la fiscalía cuando justifique su
imposición o de manera oficiosa y no puede combinarse con otras medidas
cautelares, salvo el embargo precautorio o la inmovilización de cuentas y demás
valores que se encuentren en el sistema financiero (artículo 157, CNPP).
La prisión preventiva oficiosa, a diferencia de la justificada, será impuesta de
forma directa y obligatoria por el órgano jurisdiccional de control, únicamente para
los supuestos previstos en los artículos 19 constitucional y 167 del CNPP.

Existen algunas excepciones para la imposición de la medida cautelar de prisión


preventiva, estas son (artículo 166, CNPP):

● En el caso de que la persona imputada sea mayor de setenta años o afectada por
una enfermedad grave o terminal
● En los casos de mujeres embarazadas o de madres durante la lactancia

Ahora bien, para que el o la juez resuelva sobre la aplicación de la medida


cautelar, en primer lugar, la fiscalía hará una petición para que se imponga una o
varias de las medidas señaladas; de igual forma, establecerá su temporalidad. En
segundo término, explicará el riesgo de cautela específico por el cual la solicita. En
tercer lugar, señalará los datos de prueba con los que soporta ese riesgo procesal.
Después de su argumentación, reiterará la solicitud de imposición de la o las
medidas cautelares por el tiempo que dure el proceso.

El derecho penal es casuístico y cada caso tiene sus particularidades, por ello, si
las condiciones o circunstancias que justificaron la imposición de una medida
cautelar dejaran de existir o variaran, las partes podrán solicitar la revocación,
sustitución, modificación o cancelación. Para esto, el órgano jurisdiccional
convocará a audiencia con el fin de abrir debate sobre la subsistencia de las
condiciones o circunstancias que se tomaron en cuenta para imponer la medida y
la necesidad de mantenerla y resolver en consecuencia. Dicha audiencia se
llevará a cabo dentro de las siguientes 48 horas de haberse recibido la solicitud y
en ella podrán desahogarse medios de prueba a fin de sustentar su solicitud
(artículos 161, 162 y 163, CNPP). Por último, si resultare procedente la imposición
de la medida cautelar, y las partes no estuvieren de acuerdo, la resolución podría
ser apelable (467, CNPP).

6.1.5.1 Diferencia entre medidas cautelares, medidas de protección y


providencias precautorias
Hemos hablado de las medidas de protección y las medidas cautelares. Ahora
hablaremos de las providencias precautorias. Te presentamos a continuación un
cuadro comparativo donde se exponen las diferencias entre estos tres elementos:
6.1.6 Plazo de cierre de investigación
Antes de finalizar la audiencia inicial se determinará, previa propuesta de las
partes, el plazo para el cierre de la investigación complementaria. En ese sentido,
el artículo 321 del CNPP indica que la fiscalía deberá concluir la investigación
complementaria dentro del plazo que se señale, mismo que no podrá exceder los
siguientes plazos:

● 2 meses (cuando la pena máxima no exceda los 2 años de prisión)


● 6 meses (si la pena máxima excede los 2 años de prisión)

Los plazos señalados podrán ser prorrogados por un plazo adicional al otorgado
siempre y cuando exista motivo justificado para que la fiscalía o la defensa lo
solicite (artículo 322, CNPP). Transcurrido el plazo para el cierre de la
investigación, esta se dará por cerrada, salvo que alguna prórroga hubiera sido
solicitada por alguna de las partes, por alguno de los motivos justificados y
contemplados dentro del Código.

Una vez cerrada la etapa de investigación complementaria, la fiscalía tendrá 15


días para realizar alguna de las siguientes acciones:

● Solicitar sobreseimiento (total o parcial)


● Solicitar la suspensión
● Formular acusación (artículo 324, CNPP)

Recuerda que el sobreseimiento lo analizaste en el tema de la vinculación a


proceso. Solo restaría recordarte que en caso de que se decrete en la audiencia,
inhibiría una nueva persecución en contra de la persona imputada.
Por lo que respecta a la suspensión, Herrera Bazán (2016) señala que aplicar la
suspensión no significa que finalice sin haberse resuelto el fondo del asunto, sino
que se paraliza temporalmente el proceso penal por haberse actualizado alguna
de las hipótesis previstas por la ley penal (pág. 203).

Estas hipótesis pueden ser cuando:

I. Se decrete la sustracción del imputado a la acción de la justicia


II. Se descubra que el delito es de aquellos respecto de los cuales no se puede
proceder sin que sean satisfechos determinados requisitos y éstos no se hubieren
cumplido
III. El imputado adquiera algún trastorno mental temporal durante el proceso, o
IV. En los demás casos que la ley señale (artículo 331, CNPP).

Si fuera aplicable la suspensión, será por el tiempo que se señale para que la
acción penal se encuentre prescrita. Sin embargo, esto no impide que el órgano
jurisdiccional reabra el proceso, siempre y cuando cese la causa que haya dado
motivo para la suspensión.

Tema 7. Etapa intermedia


11 minutos de lectura

Ahora analizarás las dos fases de la etapa intermedia, así como todos los actos procesales que se
desarrollan durante su secuela. Esto te ayudará a distinguir la lógica procesal que la caracteriza.

De esta etapa depende en gran medida el resultado que puedas obtener en un juicio. Comprende
desde la formulación de la acusación hasta el auto de apertura del juicio (artículo 211 fracción
II, CNPP).

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia.


● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿Por qué es tan importante la etapa intermedia en el proceso penal acusatorio?

Escribe tu respuesta:

Guardar Respuesta 

En el tema anterior señalamos que, una vez concluido el plazo de investigación complementaria, la
fiscalía podría formular acusación (dentro de los quince días siguientes) en caso de no haber
solicitado el sobreseimiento o la suspensión del proceso.

Esta etapa es una de las más técnicas del proceso. Es conocida como etapa de preparación del
juicio porque en ella se dará el ofrecimiento y la admisión de los medios de prueba, así como la
depuración de los hechos controvertidos que serán materia del juicio oral (artículo 334 CNPP).

La etapa intermedia se compone de dos fases:


7.1. Acusación
Cuando la fiscalía considere que tiene elementos suficientes para ejercer la acción penal, formulará
su acusación. Esta tendrá que realizarse con base en el hecho y persona o personas que quedaron
plasmados en el auto de vinculación a proceso y no podrá variar; sin embargo, la fiscalía sí podrá
modificar la clasificación jurídica que se había establecido para dicho hecho, siempre que lo
socialice con los demás intervinientes (artículo 19 constitucional párrafo quinto y 335 CNPP).

La acusación que realice la fiscalía tendrá que ser realizada por escrito y contendrá en forma clara
y precisa lo siguiente:

1. Individualización de la persona acusada y su defensa


2. Identificación de la víctima o persona ofendida y su asesor jurídico
3. Relación clara, precisa, circunstanciada y específica de los hechos atribuidos en modo,
tiempo y lugar, así como su clasificación jurídica
4. La relación de las modalidades del delito que concurrieren
5. La autoría o participación concreta que se atribuye a la persona acusada
6. La expresión de los preceptos legales aplicables
7. Señalamiento de los medios de prueba que se pretendan ofrecer, así como la anticipada
que se hubiere desahogado en la etapa de investigación
8. El monto de la reparación del daño y los medios de prueba que ofrece para probarlo;
9. La pena o medida de seguridad cuya aplicación se solicita incluyendo en su caso la
correspondiente al concurso de delitos
10. Los medios de prueba que se pretendan presentar para la individualización de la pena o
para la procedencia de sustitivos de la pena de prisión o suspensión de la misma
11. La solicitud de decomiso de los bienes asegurados
12. La propuesta de acuerdos probatorios
13. La solicitud de que se aplique alguna forma de terminación anticipada del proceso cuando
esta proceda

En caso de que se pretenda ofrecer declaraciones de medios de prueba, el CNPP establece que
será necesario que se indique el nombre, apellido, domicilio y modo de localizarlo, señalando
además los puntos sobre los que versarán sus interrogatorios (artículo 335).

Una vez presentada la acusación, el órgano jurisdiccional ordenará su notificación a las partes al
día siguiente y se entregará copia de la acusación. En el mismo auto se señalará fecha y hora en
que ocurrirá la audiencia intermedia. Esta se realizará en un plazo no menor a treinta ni mayor a
cuarenta días naturales, a partir de que fue presentada la acusación (artículos 336 y 341, CNPP).

Anteriormente hablamos del acceso a los registros de la carpeta de investigación, y mencionamos


que la víctima o persona ofendida y su asesoría jurídica podrán acceder a los registros de la
investigación en cualquier momento. Sin embargo, el acceso para la persona imputada y su
defensa no se realiza en las mismas circunstancias. Durante la fase escrita, el acceso y entrega de
todos los registros es fundamental para cumplir con la figura jurídica denominada descubrimiento
probatorio.

7.1.1 Descubrimiento probatorio


El principal objeto de esta figura jurídica es revelar a la contraparte los medios de pruebas que se
pretenden llevar a juicio. Como recordarás, mencionamos que la fiscalía tendrá que dar acceso y
copia de todos los registros de la investigación, así como exponer los lugares y objetos
relacionados con el hecho materia de acusación, aunque no los pretenda ofrecer como medio de
prueba en el juicio. Al igual que la fiscalía, la persona acusada o su defensa deberán realizar su
descubrimiento probatorio y deberán dar acceso a los medios de prueba y evidencias materiales,
pero solo de aquellos que pretenda desahogar en juicio.

Por otro lado, la víctima o persona ofendida, su asesoría jurídica, la persona acusada o su defensa
deberán realizar se descubrimiento probatorio cuando se constituyan con coadyuvantes o
presenten su constatación de la acusación respectivamente. Esta actuación también consistirá en
descubrir los medios de prueba que pretendan ofrecer en juicio y entregar materialmente copia de
los registros. Los gastos que se generen con motivo de esto deberán ser cubiertos por la fiscalía
(artículo 337, CNPP).
Cuando se trate de pruebas periciales de alguna de las partes, se deberán entregar al momento de
descubrir los medios de prueba, salvo que se justifique que aún no se cuenta con ellos. En tal
caso, deberán descubrirlos a más tardar tres días antes del inicio de la audiencia intermedia. En
caso de que la persona acusada o su defensa requiera más tiempo para preparar el
descubrimiento o su caso, podrá solicitar a la jueza o el juez de control un plazo razonable y
justificado para tales efectos, antes o durante la audiencia intermedia (artículo 337, CNPP).

7.1.2 Coadyuvancia
En los tres días siguientes a la notificación de la acusación formulada por la fiscalía, la víctima o
persona ofendida (así como su asesoría jurídica) mediante un escrito que será notificado a las
partes en el término de 24 horas, podrán:

● Constituirse como coadyuvantes en el proceso


● Señalar los vicios formales de la acusación y requerir su corrección
● Ofrecer los medios de prueba que estime necesarios para complementar la acusación la
fiscalía, de lo cual se deberá notificar al acusado
● Solicitar el pago de la reparación del daño y cuantificar su monto (artículo 338, CNPP)

Cabe mencionar que la coadyuvancia no implica realizar otra una acusación paralela, sino que se
complementa la que realizó el órgano acusador.

7.1.3Actuación del acusado y su defensa


La persona acusada o su defensa podrá, en los diez días siguientes a que termine el plazo para la
solicitar coadyuvancia de la víctima o persona ofendida o su asesoría jurídica, mediante un escrito
dirigido al juez de control (que se notificará a la fiscalía y al coadyuvante dentro de las 24 horas
siguientes a su presentación) realizar lo siguiente:

1. Señalar vicios formales del escrito de acusación


2. Pronunciarse sobre las observaciones del coadyuvante y si lo considerara pertinente,
requerir su corrección
3. Ofrecer los medios de prueba que pretendan desahogar en el juicio
4. Solicitar la acumulación o separación de acusaciones
5. Manifestarse sobre los acuerdos probatorios (artículo 340, CNPP)

7.2 Fase oral de la etapa intermedia


Como se mencionó en otros temas, el o la juez de control señalará la fecha para que se lleve a
cabo la audiencia, en el mismo auto en que presente la acusación de la fiscalía.
La fase oral de esta etapa consiste específicamente en desarrollar la audiencia intermedia. Esta
audiencia tiene como objetivos específicos depurar cualquier tipo de incidencia que no permita (de
forma provisional o definitiva) la realización del juicio; exponer de manera resumida la acusación y
la defensa; celebrar acuerdos probatorios, si fueren procedentes; el ofrecimiento, admisión y
exclusión de los medios de prueba y el pronunciamiento de lo que llegará a juicio para juzgar a una
persona (auto de apertura) (Ramírez Marrufo, 2016, pág. 184).

Al inicio de esta audiencia, el órgano jurisdiccional verificará que se encuentren las partes que
deben intervenir; incluso exhortará a las partes a llegar a alguna salida alterna o ver si existe la
posibilidad de un procedimiento abreviado. De no ser así, se declarará formalmente la apertura y
se realizará una exposición resumida de la acusación. Después, se realizarán las exposiciones de
la víctima o persona ofendida y de la persona acusada por sí o por conducto de su defensa; acto
seguido las partes podrán deducir cualquier incidencia, como correcciones de vicios formales que
consideren relevantes presentar. Asimismo, la defensa podrá promover las excepciones; por
ejemplo, litispendencia, cosa juzgada, competencia entre otras que procedan conforme a la ley.

El CNPP no establece de manera taxativa las incidencias que se puedan presentar; sin embargo,
algunas de ellas pueden ser incompetencia, ya sea por inhibitoria o declinatoria (artículos 25 a 29,
CNPP), recusación (artículos 36, 39 a 42 CNPP), separación o acumulación (artículos 30 a 35
CNPP), cosa juzgada, extinción de la acción penal, derogación del tipo penal o cualquier otra con
la que pueda extinguirse la pretensión punitiva (artículo 485, CNPP).

Una vez que se han desahogado los puntos anteriores y luego de establecer, en su caso, acuerdos
probatorios, la autoridad judicial se cerciorará de que se ha cumplido con el descubrimiento
probatorio a cargo de las partes y, en caso de controversia, abrirá debate entre las mismas y
resolverá lo procedente.

Después de lo anterior, la fiscalía anunciará los medios de prueba que se admitirán.


Posteriormente, se abrirá debate sobre la exclusión de medios de prueba, la cual podrá ser
realizada de forma individual o en conjunto. Se resolverá lo conducente por parte el órgano
jurisdiccional una vez escuchas las partes; por último, el o la jueza de control dictará un auto de
apertura a juicio (artículo 334 CNPP).
7.2.1 Acuerdos probatorios
De acuerdo al artículo 345 del Código Nacional de Procedimientos Penales, “son aquellos
celebrados entre la fiscalía y la persona acusada, sin oposición fundada de la víctima o persona
ofendida, para aceptar como probados alguno o algunos de los hechos o sus circunstancias”.

Los acuerdos probatorios tienen como finalidad economizar el tiempo en el juicio oral, para
aprovecharlo en debatir hechos controvertidos y no aquellos en los que las partes concuerden
sobre su existencia probada.

7.2.2 Exclusión de medios de prueba


La exclusión de medios de prueba es una parte fundamental de la etapa intermedia. Es un acto en
el cual, el o la jueza de control que haya escuchado a las partes y examinado los medios de prueba
ofrecidos, podrá ordenar que se excluyan aquellos que:

Además, si el o la jueza estimara que el medio de prueba es sobreabundante, indicará a la parte


correspondiente que reduzca el número de testigos o de documentos, cuando lo que se busque
sea acreditar los mismos hechos. Un ejemplo de esto sería cuando alguna de las partes pretenda
establecer que una persona recibió lesiones y para ello, además de las pruebas científicas que
pudiera ofrecer, llevara a más de 4 testigos para señalar que realmente existen lesiones.

En los casos de delitos contra la libertad y seguridad sexuales y el normal desarrollo psicosexual
de la persona, el órgano juzgador excluirá cualquier prueba que pretenda exhibir la conducta
sexual anterior o posterior de la víctima. Finalmente, la decisión del juez o jueza de control de
exclusión de medios de prueba es apelable.

Una razón fundamental para solicitar la exclusión de los medios de prueba es la ilicitud. Aunque
hayamos mencionado este tema anteriormente, es necesario recordar que la exclusión de estas
“forma parte de una garantía procesal constitucional, que impide la utilización de todo aquello que
derive directa o indirectamente de dicha afectación jurídica. Lo anterior debido a que se encuentra
íntimamente relacionada con el respeto irrestricto al debido proceso y a ser juzgados por un juez
imparcial, como complemento de una tutela efectiva, ya que también son ilícitas las pruebas
obtenidas indirectamente a partir de la lesión a un derecho fundamental” (Ramírez Marrufo, 2016,
pág. 194).

Siguiendo la misma línea que se señaló para la ilicitud en los temas anteriores, la consecuencia
para dichos medios de prueba es la nulidad, ya que no pueden ser saneados ni convalidados.
Ahora bien, necesitas estar muy atento, ya que una afectación puede haber permeado a otros
medios de prueba relacionados con el medio obtenido con violación a derechos humanos.

Si te encontraras bajo esta situación, podrías estar bajo la teoría del fruto del árbol envenenado.
Esta “establece que en aquellos casos en los cuales tenemos un acto generador que se realiza con
violación a derechos fundamentales, este es ilícito y todo aquello que se desprenda directa o
indirectamente de este, deberá tener las mismas consecuencias, por lo tanto, su nulidad” (Pratt,
2019, pág. 80).

Existen excepciones a la exclusión de la prueba ilícita que atienden a los límites de la ilicitud.
Estas, de manera enunciativa y no limitativa, son:

1. Se atenúa la contaminación de la prueba (también conocido como vínculo atenuado)


2. Fuente independiente para la prueba
3. Descubrimiento inevitable
7.2.3 Auto de apertura a juicio oral
El auto es la resolución de la jueza o juez de control con la que se finaliza la audiencia intermedia.
En palabras de Herrera Bazán (2016), el dictado de este auto:

…cierra e impide la posibilidad de que puedan llevarse a cabo mecanismos alternativos de


solución de conflictos, formas anticipadas de terminación del proceso penal y cualquier otro
incidente que no sea de previo y especial pronunciamiento o que deba deducirse en las audiencias
alternas y el procedimiento abreviado (pág. 249).

El auto de apertura deberá contener:

El o la jueza de control hará llegar el auto de apertura al tribunal de enjuiciamiento competente


dentro de los cinco días siguientes de haberse dictado y pondrá a su disposición los registros, así
como a la persona acusada. Tras recibir el auto de apertura a juicio, el tribunal de enjuiciamiento
dictará fecha y hora para celebrar la audiencia. Esta deberá fijarse entre 20 y 60 días naturales
posteriores a la emisión del referido auto (artículo 349, CNPP).

Tema 8

Los mecanismos alternativos de solución de controversias (en adelante MASC) y


las soluciones alternas al procedimiento encuentran su sustento en el artículo 17
constitucional párrafo quinto, que señala lo siguiente: “...Las leyes preverán
mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal
regularán su aplicación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los
casos en los que se requerirá supervisión judicial...”.

Es importante señalar que los MASC son distintos a las soluciones alternas. La
Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en
Materia Penal (en adelante LNMASC) señala que los mecanismos alternativos son
la mediación, la conciliación y la junta restaurativa. Por su parte, las soluciones
alternas son el acuerdo reparatorio y la suspensión condicional, de acuerdo con el
CNPP.

El 29 de diciembre de 2014 fue publicada la LNMASC. Esta “tiene por objeto


establecer los principios, bases, requisitos y condiciones de los mecanismos
alternativos de solución de controversias en materia penal que conduzcan a las
Soluciones Alternas previstas en la legislación procedimental penal aplicable”
(artículo 1). De lo anterior se puede inferir que los MASC son los medios para
llegar a una solución alterna y se materializan a través de los acuerdos
reparatorios y la suspensión condicional del proceso.

8.1 Soluciones alternas

El sistema penal acusatorio te ofrece herramientas para finalizar el procedimiento


sin tener que llegar a juicio oral. Estas son conocidas como soluciones alternas.
8.1.1 Acuerdo reparatorio

Son aquellos celebrados entre la víctima y la persona imputada que, una vez
aprobados por el ministerio público o la o el juez de control y cumplidos en sus
términos, tienen como efecto la extinción de la acción penal (artículo 186, CNPP).

Anteriormente vimos que, de acuerdo al CNPP, los acuerdos reparatorios


procederán desde la denuncia o querella hasta antes de decretarse el auto de
apertura de juicio oral; asimismo, podrán ser aprobados por la fiscalía en la etapa
de investigación inicial y por el o la jueza de control a partir de la etapa de
investigación complementaria.

Ahora bien, estos podrán ser de cumplimiento inmediato o diferido. En el segundo


supuesto, siempre que no se indicare un plazo específico para su conclusión, se
entenderá que el plazo será por un año; sin embargo, la LNMASC, en la fracción
IV de su artículo 33 señala que el cumplimiento del acuerdo reparatorio no podrá
exceder de tres años contados a partir de la firma del mismo. El plazo para el
cumplimiento de las obligaciones suspenderá el trámite del proceso y la
prescripción de la acción penal (artículos 188 y 189, CNPP).

Si se hubiese dictado un auto de vinculación a proceso, el o la jueza de control (a


petición de las partes) podrá suspender el proceso penal hasta por treinta días,
para que las partes puedan concretar el acuerdo con el apoyo del personal
facilitador. En caso de que la concertación se interrumpa, cualquiera de las partes
podrá solicitar la continuación del proceso ordinario (artículo 188, CNPP). Lo
mismo ocurrirá hasta antes de que se dicte un auto de apertura a juicio.

Siempre será necesario verificar que las obligaciones que se contraen no resulten
notoriamente desproporcionadas, que los intervinientes estuvieron en condiciones
de igualdad para acordar y que no hayan actuado bajo condiciones de
intimidación, amenaza o coacción (artículo 190, CNPP).

La mediación, conciliación y junta restaurativa son los medios idóneos por los
cuales se llega al acuerdo reparatorio, el cual, una vez aprobados y cumplidos en
sus términos, tiene como efecto la extinción de la acción penal (Bardales Lazcano,
2017, pág. 13).

Como pudiste observar, es fundamental que las partes manifiesten su voluntad


para llevar a cabo esta salida; sin embargo, este no es el único requisito para
llegar a un acuerdo reparatorio. Solo serán procedentes en los delitos de querella
o requisito equivalente de la parte ofendida, que admitan el perdón de la víctima o
la persona ofendida, así como delitos culposos y patrimoniales cometidos sin
violencia sobre las personas.

De acuerdo al CPF estos son algunos ejemplos de delitos susceptibles de


acuerdos reparatorios:
8.1.2 Suspensión condicional del proceso

Es un planteamiento formulado por la fiscalía o por la persona imputada, en el cual


se propone un plan de pago para reparar el daño a la víctima u persona ofendida,
así como el sometimiento a una o varias condicionantes. Esta salida garantizará la
tutela de los derechos de la víctima o persona ofendida e interrumpirá el plazo
para la prescripción de la acción penal; en caso de cumplimiento, extinguirá la
acción penal (artículo 191, CNPP).

Esta salida, indica Erika Bardales (2017) es la que mejor representa a la justicia
restaurativa durante el proceso, ya que atendiendo al conflicto y al caso, se
encarga en gran medida de darle lo que le corresponde a la persona imputada, a
la víctima o persona ofendida y a la sociedad (págs. 14, 15 y 135).

La suspensión condicional procederá una vez dictado el auto de vinculación a


proceso y hasta antes de acordarse la apertura de juicio, siempre y cuando se
cumplan las siguientes condiciones:

Como se mencionó, la persona imputada se tendrá que sujetar a una o varias


condiciones por un plazo no menor a seis meses ni mayor a tres años. Para fijar
las condiciones, el juez o la jueza de control podrá disponer que la persona
imputada sea sometida a una evaluación previa (artículo 195, CNPP). Estas
condiciones, de manera enunciativa más no limitativa, podrán ser:
El órgano jurisdiccional fijará alguna de las condiciones en su resolución, bajo las
cuales se suspenderá el proceso y se aprobará el plan de reparación propuesto; o
en su caso, si se rechaza la solicitud y el motivo por el cual determinó esa
situación (artículo 196, CNPP).

Si la persona no llegara a contar con recursos económicos, no será motivo para


rechazar la solicitud de la suspensión. Pero si la persona imputada dejare de
cumplir injustificadamente con el plan de reparación o las condiciones impuestas,
la suspensión le será revocada.

La aplicación de la suspensión condicional dependerá del caso concreto; sin


embargo, algunos delitos que podrían concluir en la suspensión conforme al CPF
serían:

Tema 9. Forma de terminación anticipada


3 minutos de lectura

A continuación analizarás la figura jurídica del procedimiento abreviado. Verás los requisitos para
su aplicación, así como la facultad y oportunidad para solicitarlo.

Esta forma de terminación anticipada, también conocida como mecanismo de


aceleración, se sustenta en el artículo 20 constitucional, apartado A fracción VII,
que sustenta lo siguiente:

Una vez iniciado el proceso penal, siempre y cuando no exista oposición del
inculpado, se podrá decretar su terminación anticipada en los supuestos y bajo las
modalidades que determine la ley. Si el imputado reconoce ante la autoridad
judicial, voluntariamente y con conocimiento de las consecuencias, su
participación en el delito y existen medios de convicción suficientes para
corroborar la imputación, el juez citará a audiencia de sentencia. La ley
establecerá los beneficios que se podrán otorgar al inculpado cuando acepte su
responsabilidad.
Como puedes observar, la constitución apunta que los supuestos y modalidades
se harán conforme lo determina la ley; es decir, según lo indica el CNPP y, en su
caso, los criterios jurisprudenciales aplicables.

Así, para que sea procedente será necesario que se cumplan ciertos requisitos. Te
los mostramos a continuación, considerando las partes que intervienen en el
procedimiento abreviado:

Una vez establecidos los requisitos de procedencia, es fundamental señalar que el


mecanismo de aceleración será procedente una vez que la persona imputada es
vinculada a proceso y hasta antes de que se decrete el auto de apertura a juicio
oral (artículo 202, CNPP).

Ahora bien, este procedimiento es una facultad potestativa exclusiva de la fiscalía


donde se da una especie de negociación sobre la penalidad que se le impondrá a
la persona que acepte ser juzgado con esta figura. Así, conforme al Código
nacional, la fiscalía podrá solicitar la reducción de pena de la siguiente manera:

Como pudiste observar, la persona que decide ser sometida a esta forma de
terminación anticipada deberá comprender cabalmente sus alcances y
consecuencias. Para ello, el órgano jurisdiccional deberá prestar suma atención a
las manifestaciones que haga la persona respecto a su consentimiento y explicarle
lo que implica la renuncia al juicio oral, las consecuencias que limitan casi en lo
absoluto sus posibilidades de defensa y la gran probabilidad de que se le dicte
sentencia condenatoria, ya que, de no hacerlo así, se vulneraría su derecho al
debido proceso, contenido en el artículo 14, párrafo segundo, de la CPEUM. Esto
traería como consecuencia una reposición del procedimiento, tal y como lo ha
establecido la jurisprudencia con número de registro 2008758.

Una vez que el órgano jurisdiccional haya autorizado el trámite del procedimiento,
escuchará a las partes y, en la misma audiencia, emitirá su fallo. Para hacer esto
deberá leer y explicar públicamente la sentencia dentro del plazo de 48 horas,
explicando de forma concisa los fundamentos y motivos que tomó en
consideración. No podrá imponer una pena distinta o de mayor alcance a la que
fue solicitada por la fiscalía y aceptada por la persona acusada. El órgano
jurisdiccional deberá fijar el monto de la reparación del daño, para lo cual deberá
expresar las razones para aceptar o rechazar las objeciones que en su caso haya
formulado la víctima o persona ofendida (artículos 205 y 206, CNPP).

Tema 10. Juicio Oral


17 minutos de lectura

En este tema profundizarás sobre la tramitación de la audiencia de juicio e individualización de


sanciones, identificado las posibles consecuencias de la sentencia emitida por el tribunal o juez de
enjuiciamiento.

En el tema de la etapa intermedia señalamos que el órgano jurisdiccional de


control remitirá el auto de apertura al tribunal de enjuiciamiento competente dentro
de los cinco días siguientes de haberse dictado y pondrá a su disposición los
registros, así como a la persona acusada. Tras recibir ese auto de apertura, el
tribunal fijará fecha y hora para celebrar la audiencia de juicio, la cual debe
establecerse entre los 20 y 60 días posteriores a la emisión del referido auto. Del
mismo modo, una vez recibido el auto de apertura, también tendrá que ser
notificado el acusado al menos con 7 días de anticipación a la audiencia de juicio
oral. (artículo 349, CNPP).

Durante este periodo no menor a 20 días ni mayor a 60 días naturales, las partes
podrán recusar a los integrantes del tribunal (artículos 36 y 39, CNPP) puesto que
en el auto de apertura se debe indicar quién o quiénes serán las y los jueces en la
audiencia de juicio oral. Como litigante, al conocer quiénes serán los jueces o
juezas, puedes hacer una investigación objetiva para ver la trayectoria de los
integrantes y así crear estrategias más efectivas.

De la misma manera, hay que verificar que las personas testigo y el personal
pericial hayan sido debidamente citados para que comparezcan a la audiencia.
Hay que recordar que de acuerdo al artículo 391 del CNPP, se establece que el
tribunal verificará la presencia de todas las personas que deban intervenir; sin
embargo, si no se presentan se suspenderá la audiencia por el término de 10 días
naturales (artículo 351, CNPP) para que se genere una nueva citación. Incluso si
existiere el temor fundado de que se ausente u oculte, se podrá ordenar su
comparecencia obligatoria con uso de la fuerza (artículo 364, CNPP).

Ahora bien, la etapa de juicio oral es la última etapa del procedimiento penal
conforme lo señala el CNPP. Comprende desde que se recibe el auto de apertura
a juicio oral hasta la sentencia emitida por el tribunal de enjuiciamiento (artículo
211 fracción III).

El juicio oral es donde se resolverán las cuestiones esenciales del proceso, ya que
las partes deberán desahogar pruebas y realizar argumentos ante el tribunal de
enjuiciamiento para comprobar sus teorías del caso y obtener una sentencia
condenatoria o absolutoria.

Anteriormente, señalamos que el tribunal de enjuiciamiento podrá ser unitario o


colegiado. En caso de ser colegiado, el órgano jurisdiccional que llevará las
riendas de la audiencia será el o la juez presidente; y quien redactará la sentencia
será la o el juez relator. Por su parte la o el tercer juez (llamado disidente o tercero
o vocal) tomará la decisión en caso de que existan votos encontrados para dictar
el fallo.

Asimismo, durante la audiencia de juicio la o el juez presidente se encargará de la


disciplina de la audiencia, para lo cual podrá ordenar algunas medidas de
apremios. Ordenará y autorizará las lecturas pertinentes, hará las advertencias
que correspondan, tomará las protestas legales y moderará la discusión
impidiendo intervenciones impertinentes o que no resulten admisibles, sin coartar
por ello el ejercicio de la persecución penal o la libertad de defensa. De igual
forma, resolverá las objeciones que se formulen durante el desahogo de la prueba
(artículos 354 y 355, CNPP).
Atendiendo a la continuidad y concentración, esta audiencia no podrá
suspenderse hasta que llegue a su conclusión; sin embargo, existen excepciones
a esta ordenanza: la suspensión (que podrá ser hasta por 10 días) y la
interrupción.

10.1 Audiencia de juicio oral

El tribunal de enjuiciamiento, en el día y fecha fijados para la audiencia de juicio


oral, deberá iniciar verificando la presencia de las partes, de quienes testifican, el
personal pericial o intérpretes que deban participar en el debate, así como de la
existencia de las cosas que deban exhibirse. Posteriormente, la declarará abierta.
Además, el juez o la jueza que presida la audiencia deberá señalar las
acusaciones que serán objeto del juicio contenidas en el auto de su apertura y los
acuerdos probatorios a que hubiesen llegado las partes (artículo 391 CNPP).

Estos son los actos o momentos procesales por los que está conformada la
audiencia de juicio:

10.1.1 Alegatos de apertura

Una vez escuchada la lectura del auto de apertura, de los acuerdos probatorios a
los que se llegaron y de verificar que no existe ningún tipo de incidencia, se abrirá
el debate. Se le concederá el uso de la voz a la fiscalía para que exponga de
manera concreta y oral su alegato de apertura.

El alegato de apertura “es la presentación que de manera oral realiza la fiscalía y


la defensa, al inicio de la audiencia pública y en donde de manera sencilla, lógica y
coherente, expone su teoría del caso, con la cual se casan desde un inicio de la
audiencia y que no podrán variar a lo largo del juicio, debiendo en consecuencia
probarla y argumentarla en las fases correspondientes de la audiencia” (Solórzano
Garavito, 2010, pág. 163).

La idea central del alegato de apertura es fijar una visión de los hechos del caso y
hacer una promesa de evidencia que luego será presentada en juicio, es decir,
busca establecer una verdad desde el punto de vista de cada uno de los litigantes.

Así, la fiscalía dará su visión de los hechos constitutivos de delito cometidos por la
persona acusada (o en los cuales ha participado). También anunciará los medios
de prueba con los que intentará probar sus pretensiones y la relación que tiene
con el derecho. Por su parte, la defensa brindará su visión de los hechos y cómo
pretenderá probarla. De igual forma, anunciará cómo dejará en claro que la
versión de la parte acusadora no es creíble, su prueba es insuficiente y logrará
destruirla (Pratt, 2017, pág. 48).

Después de escuchar a la fiscalía, el tribunal de enjuiciamiento concederá la


palabra a las partes faltantes para que presenten sus alegatos siguiendo siempre
el siguiente orden:

10.1.1 Alegatos de apertura

Una vez expresados los alegatos de apertura, se procede al desahogo de


pruebas. En esta etapa se presentará cualquier medio de prueba, siempre que se
haya obtenido de manera lícita, legal y resulte idóneo para comprobar los hechos
que se presentaron en el alegato de apertura (artículos 259, 261, 263, 356, 357 y
358, CNPP).

Cada prueba tendrá sus propias formalidades en cuanto a su desahogo y solo


podrá producirse durante el juicio oral, con excepción de la prueba anticipada que
se hubiera producido durante las etapas previas a juicio (ver más en artículos 304
a 306, CNPP).

La producción de prueba se dará una vez que se ha establecido el orden en que


se llevará acabo el desahogo. En el caso de las pruebas testimoniales y periciales,
el desahogo se desarrollará a través de los interrogatorios en sus cuatros fases:

Por su parte, las pruebas materiales o documentales tendrán otra serie de


requisitos para que puedan incorporarse al juicio y sean valoradas por el órgano
jurisdiccional. Estos requisitos los verás a continuación:

10.1.2.1. Prueba testimonial

De acuerdo con Barragán Salvatierra (como se citó en Herrera Bazan, 2016), este
tipio de prueba consiste en las manifestaciones rendidas en juicio por personas
que tienen conocimientos de los hechos que se estudian y que les constan (pág.
288).

La normativa nacional establece que toda persona tiene la obligación de concurrir


al proceso cuando sea citada y de declarar la verdad de cuanto conozca y le sea
preguntado. Este deber se encuentra ligado a la obligación de no ocultar hechos,
circunstancias o cualquier otra información que sea relevante para la solución del
caso. No obstante, también existe la facultad de abstención: cuando se trate de
personas con relación cercana (ya sea por matrimonio, convivencia, parentesco
consanguíneo, tutoría, entre otras) las o los testigos podrán abstenerse de
declarar, a menos que fueran las personas denunciadas. Es importante señalar
que, aunque tienen la opción de abstenerse de declarar, una vez que acepten
rendir testimonio en audiencia, no podrán negarse a contestar las preguntas
formuladas por las partes (artículos 360 y 361, CNPP).

Existen supuestos donde las personas deben guardar secretos sobre información
que no es susceptible de divulgación según las leyes, debido a su oficio o
profesión. Si lo hicieran, sus testimonios serán inadmisibles, salvo que la persona
interesada los libere de esta obligación (artículo 362, CNPP).

Hay algunas excepciones a la obligación de comparecencia, como ser parte de los


cargos estatales más altos y de los Poderes de la Unión. Por ejemplo, presidenta
o presidente, secretario o secretaria de estado, fiscal general de la república,
integrantes de la SCJN, diputadas(os), senadoras (es) y gobernadoras(es).
Asimismo, ser una persona extranjera que goce de inmunidad diplomática en el
país y padecer alguna enfermedad grave u otro impedimento calificado por el
órgano jurisdiccional, que imposibilite la comparecencia (artículo 365, CNPP.)

Cuando la persona que vaya a deponer sea un menor de edad, mujer o cualquier
otro grupo en situación de vulnerabilidad que lo requiera, el CNPP faculta a la
autoridad para realizar los ajustes razonables para poder desahogar su testimonio
(artículo 336, CNPP).

Quien presida la audiencia de juicio deberá llamar a la persona que va a declarar,


ya sea como testigo o perito, en el orden que establecido por las partes.
Procederá de la siguiente forma (artículos 371 y 372, CNPP):

1. Identificará a la persona que declara.


2. Le tomará protesta de conducirse con verdad.
3. Le advertirá de las penas que podrá incurrir en caso de conducirse con
falsedad.
4. Le concederá la palabra a la parte que haya propuesto a la persona para
que la interrogue.
5. Terminado el interrogatorio, le concederá la palabra a la contraparte en
caso de que desee contrainterrogar.

Si durante el desahogo de la testimonial quien testifique no quisiera responder a


las preguntas, ya sea porque las evada o abiertamente manifieste su oposición a
contestarlas, se podrá pedir al tribunal de enjuiciamiento que se trate como testigo
hostil, conforme al artículo 375 del CNPP.

El testigo hostil es una figura que se aplica cuando la persona que rinde su
testimonio se encuentra predispuesta o negada a proporcionar respuestas a la
contraparte o al propio oferente. Cuando el tribunal de enjuiciamiento advierta que
el testigo se está conduciendo de manera hostil, permitirá al oferente de la prueba
realizar preguntas sugestivas (Ruiz Sánchez, 2015, pág. 312).

10.1.2.2. Prueba pericial

La prueba pericial podrá ofrecerse cuando para el examen de personas, hechos,


objetos o circunstancias relevantes para el proceso, fuera necesario o conveniente
poseer conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, técnica u oficio. El
personal pericial deberá poseer un título oficial en la materia relacionada con el
punto sobre el cual dictaminarán y no tener impedimentos para su ejercicio
profesional (artículos 367 y 368, CNPP). La manera en que se desahoga correrá la
misma suerte que la prueba testimonial.

10.1.2.3. Prueba documental y prueba material


El CNPP define como documento todo soporte material que contenga información
sobre algún hecho. Quien cuestione la autenticidad del documento tendrá la carga
de demostrar sus afirmaciones. Si existiera un documento que mejore la fidelidad
en la reproducción de los contenidos de las pruebas, deberá prevalecer sobre
cualquier otro (artículos 380 y 382, CNPP).

Los documentos, objetos y otros elementos de convicción deberán exhibirse a la


persona acusada, a las personas que testifiquen o interpreten y al personal
pericial; sin embargo, antes de su incorporación a juicio, tendrán que ser
reconocidos o informar sobre sobre ellos. Es decir, se requiere que el deponente
autentique el objeto o documento. Una vez autenticados, se podrá incorporar a
juicio como prueba material o documental (artículo 383, CNPP).

10.1.3 Alegatos de clausura

Una vez concluido el desahogo probatorio, el tribunal otorgará la palabra a las


partes para que expongan sus alegatos de clausura. Solórzano Garavito (2010)
indica que el alegato de clausura “es aquel que se presenta una vez que se han
practicado todas las pruebas y se han incorporado todas las evidencias. A través
de él se presentan argumentos jurídicos a través de los cuales se puede concluir
que la historia que presenté al inicio de la audiencia se ha demostrado con las
pruebas practicadas y además encuadra de manera clara en un hipótesis jurídica
desde el primer momento establecida” (pág. 407).

El orden de la exposición será el mismo que el establecido para los alegatos de


apertura. Una vez que las partes expongan sus alegatos, el tribunal les concederá
el derecho de réplica y dúplica, primero otorgándole la palabra a la fiscalía y
posteriormente a la defensa. Una vez concluidos, el tribunal le dará la palabra a la
persona acusada para manifestar lo que a su derecho convenga y declarará
cerrado el debate (artículo 399, CNPP).

10.1.4 Fallo y sentencia

En cuanto concluya el debate, el tribunal de enjuiciamiento ordenará un receso


para deliberar de forma privada, continua y aislada, hasta emitir el fallo
correspondiente (artículo 400, CNPP). El fallo es un extracto de la sentencia, en el
cual se les hará saber a las partes (una vez convocadas a la audiencia) si se ha
decidido condenar o absolver a la persona acusada (Pratt, 2017, pág. 97).

Este acto procesal no podrá exceder de 24 horas ni se suspenderá, salvo en caso


de enfermedad grave de quienes conforman el tribunal de enjuiciamiento. Dicha
suspensión no podrá exceder los 10 días hábiles. Si al término del plazo la o el
juez sigue enfermo, se deberá reemplazar y se realizará el juicio nuevamente.

Después de la deliberación, el tribunal convocará nuevamente a las partes para


comunicarles el fallo, el cual deberá especificar lo siguiente (artículo 401, CNPP):

● Si se absuelve o condena a la persona acusada


● Si la decisión se tomó de forma unánime o por mayoría
● La fundamentación y motivación del fallo
En caso de que se condene a la persona acusada, se señalarán fecha y hora en la
que se celebrará la audiencia de individualización de sanciones y reparación del
daño, la cual deberá realizarse dentro de los siguientes cinco días.

Si el fallo es absolutorio, el tribunal de enjuiciamiento realizará el levantamiento de


medidas cautelares (en caso de que se hubieran decretado) y ordenará la
cancelación de las garantías que se hubieran otorgado para asegurar la
reparación del daño. El tribunal determinará la fecha y hora para celebrar la
audiencia en la que se leerá y explicará la fundamentación y motivación de la
sentencia. Dicha sentencia producirá sus efectos desde el momento de su
explicación y no desde su formulación escrita, la cual debe cumplir los siguientes
requisitos (artículos 403, 405 y 406, CNPP):

● Nombre de quienes conforman el tribunal de enjuiciamiento


● Fecha en que se dicta
● Identificación de las partes
● Hechos y circunstancias de la acusación
● Breve descripción del contenido de la prueba
● Valoración de los medios de prueba
● Razones que fundamentan y motivan la resolución
● Determinación y exposición clara de los hechos y circunstancias que se
consideren probados
● Resolutivos de absolución o condena
● Monto de daños y perjuicios reclamados
● En caso de ser condenatoria: Determinación de las penas y medidas de
seguridad
● En caso de ser absolutoria: Determinación de la causa (atipicidad,
justificación o inculpabilidad) de exclusión del delito
● Firma de integrantes del tribunal de enjuiciamiento

10.1.5 Valoración de la prueba

Ya hemos señalado que para que una prueba sea valorada debe haber sido
obtenida, producida e incorporada lícitamente. Además, deberá ser admitida y
desahogada durante el proceso en los términos que establece el CNPP.

Si, por el contrario, una prueba es ilícita—obtenida mediante violación a derechos


fundamentales—será motivo de exclusión o nulidad. Las partes harán valer la
nulidad del medio de prueba en cualquier etapa del proceso y el o la jueza o
tribunal deberá pronunciarse al respecto.

El órgano jurisdiccional asignará libre y lógicamente el valor a cada uno de los


datos y pruebas, justificando adecuadamente el valor que se les otorgó. Explicará
y justificará su valoración con base en la apreciación conjunta, integral y armónica
de todos los elementos probatorios. Durante el juicio, el tribunal de enjuiciamiento
apreciará la prueba según su libre convicción extraída de la totalidad del debate,
de manera libre y lógica. Solo serán valorables y sometidos a la crítica racional los
medios de prueba obtenidos lícitamente e incorporados al debate conforme a las
disposiciones de la ley procesal nacional (artículos 265 y 402, CNPP).

10.1.6 Individualización de sanciones y reparación del daño

En caso de que el fallo haya sido condenatorio, el tribunal abrirá la audiencia de


individualización de sanciones, en la que se determinará la pena que se le
impondrá a la persona sentenciada, así como la reparación del daño (artículo 408,
CNPP).

La audiencia se celebrará en el mismo orden y sentido que la audiencia de juicio


oral, comenzando por los alegatos de apertura, seguido por el desahogo de
pruebas. El orden de desahogo de las pruebas lo determinarán las mismas partes
(artículo 409, CNPP). Es necesario recordar que los medios de prueba que
pretendas desahogar en este acto tuvieron que ser admitidos desde el auto de
apertura a juicio oral.

Después de lo anterior, el tribunal de enjuiciamiento le otorgará la palabra a las


partes para que realicen sus alegatos de clausura. Cerrado el debate, dicho
tribunal deliberará brevemente y procederá a manifestarse sobre la sanción que
impondrá a la persona sentenciada y sobre la reparación del daño causado a la
víctima o persona ofendida.

El tribunal de enjuiciamiento también fijará las penas y se pronunciará sobre la


eventual aplicación de alguna de las medidas alternativas a la pena de prisión o
sobre su suspensión; si fuera el caso, indicará de qué forma se repara el daño.
Dentro de los cinco días siguientes a esta audiencia, el tribunal redactará la
sentencia. Para individualizar la sanción penal o medida de seguridad, el tribunal
tomará en cuenta la gravedad de la conducta típica y antijurídica, así como el
grado de culpabilidad de la persona sentenciada (artículo 409, CNPP).

En los supuestos donde se apliquen medidas de seguridad y consecuencias


jurídicas para personas morales, serán individualizadas considerando solamente
la gravedad del injusto penal (conducta típica y antijurídica).

Si la resolución judicial no fuera recurrida por ninguna de las partes, quedará


firme; esto dará oportunidad a que (dentro de los tres días siguientes) el tribunal
de enjuiciamiento remita una copia autorizada al órgano jurisdiccional que le
corresponda la ejecución, así como a las autoridades penitenciarias que
intervienen en el procedimiento de ejecución para su cumplimiento. Esto también
aplica en los casos de las sentencias condenatorias dictadas en el procedimiento
abreviado (artículos 412 y 413, CNPP).

Tema 11. Ejecución Penal


En este tema identificarás el concepto de ejecución penal, sus principios
generales, procedimientos y los beneficios aplicables a las personas privadas de
su libertad a partir de la evolución del sistema penitenciario.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta.
● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿La ejecución penal forma parte del proceso penal acusatorio?

Escribe tu respuesta:
Guardar Respuesta 

La ejecución penal y el derecho penitenciario han ido evolucionando a lo largo de


los años. Con la reforma constitucional del 2008 y 2011, el sistema penitenciario y
la reinserción social han cambiado y transitado hacia un modelo donde las
personas privadas de la libertad son consideradas y tratadas como sujetos de
derechos, donde el Estado mexicano es su garante directo.; esto ha dejado fuera
a la regeneración y readaptación como modelos aplicables al interior de los
centros penitenciarios.

En 2016 entró en vigor la Ley Nacional de Ejecución Penal (en adelante LNEP) y
con ella se establecen las normas que deben observarse durante la ejecución de
penas y en las medidas de seguridad, así como los procedimientos que se podrán
desarrollar y la regulación sobre los ejes de la reinserción.

El derecho de ejecución penal tiene como objeto principal garantizar que la prisión
se ajuste al Estado de derecho. De acuerdo con Sarre y Manrique (2018), el
derecho de ejecución penal es considerado una rama autónoma del derecho penal
y del derecho procesal penal, debido a que comprende el control de la gestión
material de la prisión; sus fundamentos constitucionales y legislativos son propios;
requiere de una especialización en la litis inherente al cumplimiento de
resoluciones judiciales; y quienes actúan en el proceso se mantienen ajenos y
ajenas al control de la investigación de los delitos (pág. 45).

Todos los procedimientos jurisdiccionales que se desarrollen dentro del sistema


penitenciario comparten los principios rectores del proceso penal acusatorio. Pero,
además, la LNEP señala que se regirán por los siguientes estatutos:

● Dignidad e igualdad

No se admite ningún tipo de discriminación, violencia o arbitrariedades.


Deben preverse ajustes razonables al procedimiento, cuando sean
requeridos por personas con discapacidad o inimputabilidad.

● Legalidad

Las autoridades deben de fundamentar sus determinaciones y resoluciones


en la normativa vigente.

● Debido proceso

La ejecución de medidas penales y disciplinarias debe realizarse como


consecuencia de la resolución dictada por un órgano jurisdiccional, juez o
jueza de ejecución o autoridad administrativa. Las personas sujetas a una
medida penal deben tener acceso a la justicia y al ejercicio de sus derechos
ante la instancia que corresponda.

● Transparencia

Con excepción del expediente personal de la persona sentenciada, debe


garantizarse el acceso a la información, así como a las instalaciones
penitenciarias.

● Confidencialidad

El expediente personal de la persona privada de la libertad (PPL) será


confidencial y solo podrán imponerse de su contenido las autoridades
competentes y las personas directamente interesadas.

● Publicidad

Todas las cuestiones que por su naturaleza requieran celebración de


debate o producción de prueba, se ventilarán en audiencia pública ante la o
el juez de ejecución.

● Proporcionalidad
Las intervenciones que tengan como consecuencia una afectación o
limitación de los derechos de las PPL deben de ser adecuadas,
estrictamente necesarias y proporcionales al objeto que persigue la
restricción.

● Reinserción social

Es la restitución del pleno ejercicio de las libertades tras el cumplimeinto de


una sancion o medida ejecu- tada con respeto a los derechos humanos.

11.1 Derechos y obligaciones de las personas privadas de su libertad

En materia de ejecución penal, las personas privadas de libertad serán aquellas


que por medio de una sentencia condenatoria o la imposición de la medida
cautelar de prisión preventiva se encuentran en un centro penitenciario.

Estas personas gozarán de todos aquellos derechos y obligaciones señaladas en


la constitución, tratados internaciones y demás leyes aplicables, siempre que no
hubiesen sido restringidas por la resolución o sentencia (artículo 9, LNEP). Por su
parte, las personas privadas de su libertad tendrán los siguientes:

Asimismo, las personas sentenciadas que gocen de libertad condicionada


contarán con:

11.2 Autoridades y partes en los procesos de la ejecución penal

Una gran cantidad de autoridades intervienen en la ejecución penal. Para que las
identifiques, a continuación mostramos quiénes son y cuáles son sus funciones
principales:
Ahora bien, las partes en los procedimientos ante el órgano jurisdiccional de
ejecución serán:

● La persona privada de la libertad


● La defensa pública o privada
● La fiscalía
● La autoridad penitenciaria, el o la directora o quien los represente
● El o la promovente de la acción o recurso
● La víctima o persona ofendida y su asesoría jurídica

11.3 Procedimiento de ejecución penal

Una vez que ha causado ejecutoria la sentencia, dentro de los tres días siguientes,
el tribunal de enjuiciamiento tendrá que remitirla al órgano jurisdiccional de
ejecución y a la autoridad penitenciaria. Si la persona se encontrare privada de su
libertad, ésta quedará a disposición de la jueza o juez de ejecución (artículo 102,
LNEP).

La administración del juzgado de ejecución, al recibir la sentencia o el auto por el


que se impuso la medida cautelar de prisión preventiva, generará un número de
registro y lo turnará al juez o jueza competente. Una vez recibidos, dentro de los
tres días siguientes el juez o jueza dictará un auto de inicio al procedimiento
ordinario de ejecución, y en su caso prevendrá los errores u omisiones en la
documentación para que estos sean subsanados en el mismo término señalado.
De la misma forma, ordenará que se notifique a la fiscalía, la persona sentenciada
y su defensa. Acto seguido, solicitará a la autoridad penitenciaria que en el término
de 3 días remita la información correspondiente para realizar el cómputo de la
pena y se abonará el tiempo de la prisión preventiva o arresto domiciliario
cumplido por la persona sentenciada (artículo 103, LNEPP).
11.3.1 Procedimientos administrativos

Las personas privadas de su libertad, así como sus familiares, visitantes, la


defensa pública o privada, la fiscalía, cualquier ente de protección de derechos
humanos y la sociedad civil, podrán realizar peticiones administrativas ante la
autoridad penitenciaria en contra de los hechos, actos u omisiones respecto a las
condiciones del internamiento. Dichas peticiones se realizarán por escrito y sin
ninguna formalidad. Asimismo, tendrán que estar dirigidas al director o directora
del centro penitenciario para que este, en el término de 5 días y después de haber
llegado la información necesaria, resuelva (artículos 107 a 114, LNEP).

Solo en los casos donde no se resuelva conforme a la petición realizada, podrá


llevarse a cabo la controversia ante el o la juez de ejecución; de la misma forma,
cuando la petición recaiga sobre hechos, actos u omisiones respecto del
internamiento, que de no resolverse se quedarían sin materia (caso urgente). En
estos casos se podrá acudir directamente ante el o la juez de ejecución (artículos
114 y 115, LNEP).

Además de lo anterior, también serían procedentes las controversias relacionadas


con el plan de actividades; derechos propios de quienes soliciten ingresar o hayan
ingresado; y la duración, modificación y extinción de las penas y sus efectos, así
como de las medidas de seguridad.

11.3.2 Procedimientos jurisdiccionales

Todas las acciones y recursos judiciales en la ejecución penal se sustanciarán


conforme al sistema acusatorio y se regirán bajo sus principios rectores. Así, la
persona privada de la libertad deberá contar con su defensa para que la asesore y
represente; y la autoridad penitenciaria podrá intervenir por conducto de la
persona titular de la dirección del centro o la persona que esta designe.

Antes de comenzar con el procedimiento, la parte interesada realizará la


controversia judicial con un escrito dirigido al órgano jurisdiccional de ejecución,
precisando quién lo ha promovido, sus datos de localización, la narración sobre la
inconformidad, y en caso de contar con ello, los medios de prueba, además de su
solicitud de suspensión del acto, la firma o huella (artículo 112, LNEP)

Una vez recibida la controversia, el o la jueza de ejecución tendrá que responder a


la solicitud. Las respuestas pueden ser:

En caso de que la controversia sea admitida o una vez subsanada la prevención,


la administración del juzgado de ejecución notificará y entregará a las partes una
copia de la solicitud y sus anexos, para que dentro del plazo de 5 días contesten la
acción y ofrezcan medios de prueba que estimen pertinentes; asimismo, requerirá
a la autoridad penitenciaria rendir el informe que corresponda el mismo término.
Una vez rendido el informe y contestada la acción, se fijará la fecha para que la
audiencia tenga verificativo. Deberá realizarse al menos tres días después de la
notificación, sin exceder diez días (artículo 123 y 124, LNEP).

Ahora bien, el desahogo de la audiencia se dará de la siguiente manera: primero,


el o la jueza de ejecución se constituirá en la sala de audiencia y verificará la
presencia de las partes para comenzar. Una vez iniciada, verificará que conocen
sus derechos constitucionales y legales, y en caso de no saberlos, los explicará.
Acto seguido, concederá el uso de la voz al promovente y después a las partes,
garantizando el principio de contradicción. Después, las partes discutirán sobre la
admisión de medios de prueba y apelarán su desechamiento; si se llegasen a
admitir los medios de prueba, se desahogarán siguiendo las reglas del CNPP. Por
último, las partes formularán sus alegatos finales y de ser procedente se
autorizará la réplica, la dúplica y se tendrá por cerrado el debate. Esto concluirá
cuando el órgano jurisdiccional de ejecución emita su resolución en un término de
5 días (artículo 126 y 127, LNEP).

11.4 Beneficios preliberacionales

Los beneficios penitenciarios o preliberacionales tienen un reconocimiento


explícito en el artículo 18 constitucional y la LNEP. A continuación, se explican
dichos beneficios y los requisitos necesarios para que una persona sentenciada
pueda acceder a ellos.

11.4.1 Libertad condicional y libertad anticipada

Tanto la libertad condicional, como la libertad anticipada se tramitan ante jueces o


juezas de ejecución. La diferencia entre ambas radica en que la libertad
condicionada, como su nombre lo indica, es un beneficio que se concede bajo la
modalidad de supervisión con o sin monitoreo electrónico, mientras que la última
extingue la pena de prisión y otorga la libertad a la persona que fue sentenciada.

Las personas sentenciadas por delitos en materia de delincuencia organizada,


secuestro y trata de personas no gozarán de la libertad condicionada ni de la
libertad anticipada.

Tema 12. Medios de impugnación y recursos


14 minutos de lectura

Ahora observarás los medios de impugnación y recursos aplicables durante la secuela procesal,
así como sus requisitos y formalidades.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia relaciona.


● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿Qué recurso efectivo tendría que interponer una víctima contra las omisiones o
determinaciones de la o el agente del ministerio público?

Escribe tu respuesta:
Guardar Respuesta 

Los medios de impugnación son instrumentos jurídicos procesales que tienen como objetivo
modificar total o parcialmente una resolución del juzgador, dando lugar a efectos jurídicos para
quienes intervienen en el proceso penal acusatorio oral en México (Escalante López & Quintero
Escalante, 2016, pág. 140).

Ahora bien, se puede definir como recurso aquel medio de impugnación devolutivo (vertical), que
manifiesta la inconformidad de un acto u omisión del a quo, por considerarlo ilegal o errado. Este
será revisado por la autoridad jurisdiccional jerárquicamente superior, con el fin de que sea
revocado, modificado, anulado, sustituido, repuesto o subsanado.

La diferencia entre recurso y medio de impugnación radica en que el primero pertenece al mismo
proceso; en cambio el segundo es un proceso distinto por variación de su mismo objeto y para
interponerlo se requiere un ejercicio de la acción, con todo lo que eso conlleva (Dagdug Kalife,
2016, págs. 701-702).

En el CNPP se establece que se podrá promover la queja en contra de la o el juzgador de primera


instancia por no realizar un acto procesal dentro del plazo señalado por la ley procesal nacional
(artículo 135, CNPP).

Al respecto, Herrera Bazán (2016) señala que “la queja no se encuentra dentro del capitulado de
recursos, sin embargo, por su naturaleza, es un recurso que procede únicamente en un caso y es
resuelto de manera administrativa, no judicial” (pág. 347).

Este recurso será interpuesto ante el órgano jurisdiccional omiso y tiene un plazo de veinticuatro
horas para subsanar dicha omisión. O bien, deberá realizar un informe breve y conciso sobre las
razones por las cuales no se ha verificado el acto procesal o la formalidad exigidos por la norma
omitida y remitir el recurso y el informe al consejo de la judicatura, ya sea federal o local. La
autoridad jurisdiccional competente tramitará y resolverá en un plazo no mayor a tres días y en
ningún caso podrá ordenar los términos y las condiciones en que deberá subsanarse la omisión.

Los recursos y medios de impugnación que veremos serán los siguientes:

Antes de comenzar a analizar cada recurso o medio de impugnación, es importante señalar que las
partes solo podrán impugnar las decisiones que pudieran causarle agravio, siempre que no hayan
contribuido a provocarlo. Deberán sustentar dichos medios en la afectación que causa el acto que
impugnan, así como en los motivos que originaron ese agravio (artículo 456 y 458 CNPP).

La víctima o persona ofendida podrá impugnar, por sí o por medio de la fiscalía, las resoluciones
relativas a la reparación del daño, las que pongan fin al procedimiento y las que se produzcan en la
audiencia de juicio (artículo 459, CNPP).

12.1 Revocación
El objetivo del recurso de revocación es hacer que el mismo órgano jurisdiccional que dictó la
resolución impugnada la examine nuevamente y dicte la resolución que corresponda.
Conforme al CNPP, el recurso de revocación procederá contra las resoluciones que dicte el órgano
jurisdiccional, en cualquiera de las etapas del procedimiento penal. Solamente podrá interponerse
contra las resoluciones de mero trámite que se resuelvan sin sustanciación (artículo 465, CNPP).

Si el recurso se hiciera valer contra resoluciones dictadas fuera de audiencia, se tendrá que
interponer por escrito en los dos días siguientes a la notificación de la resolución impugnada. Las
resoluciones que se dicten tendrán que resolverse en la misma audiencia o emitirse dentro de los
tres días siguientes a su interposición respectivamente (artículo 466, CNPP).

12.2 Apelación
Este es el recurso devolutivo por excelencia, en tanto que ha de ser resuelto por un tribunal distinto
y superior al que dictó la resolución apelada (De Castro Antonio, pág. 17). También sirve para
impugnar ante el tribunal superior las resoluciones interlocutorias, aquellas que no ponen fin a la
instancia como la sentencia de fondo, resolución equivalente.

No hay que confundir el recurso de apelación con segunda instancia, pues el recurso de apelación
es un medio de impugnación que se puede interponer en contra de resoluciones judiciales previas
al proceso e intraprocesales; o bien, contra de la resolución emitida por la o el juez de control u
órgano jurisdiccional de juicio oral, que ponga fin a la causa en primera instancia, siendo esta
última la que conduciría única y exclusivamente a la segunda instancia (Dagdug Kalife, 2016, pág.
703).

A lo largo de este módulo te hemos indicado algunas resoluciones que pueden ser apelables, sin
embargo, en el siguiente cuadro te las señalamos con mayor detalle:

Por el contrario, el recurso de apelación será inadmisible cuando (artículo 470, CNPP):

● Haya sido interpuesto fuera de plazo


● Se deduzca en contra de la resolución que no sea impugnable por medio de apelación
● Lo interponga una persona no legitimada para ello
● El escrito de interposición carezca de fundamentos de agravio o de peticiones concretas

12.3 Impugnación de determinaciones de la fiscalía


El CNPP prevé que la víctima o la persona ofendida tienen la posibilidad de impugnar las
determinaciones de la fiscalía que tengan como efecto paralizar, suspender o terminar una
investigación. Por ejemplo, aquellas donde se abstenga de investigar, el archivo temporal, la
aplicación de un criterio de oportunidad y el no ejercicio de la acción penal (artículo 258).

Esta impugnación se hará en una audiencia ante el órgano jurisdiccional de control dentro de los
diez días siguientes de que la determinación sea notificada. En la audiencia de este medio de
impugnación innominado, la o el juez de control deberá decidir en definitiva sobre la determinación
realizada por la fiscalía y resolver con base en las argumentaciones que formulen las partes en
dicha audiencia de manera oral. Esto lo ha señalado la jurisprudencia con número de
registro 2019954.

Asimismo, este medio de impugnación deberá de agotarse antes de la presentación del amparo
indirecto, lo anterior, con el propósito de cumplir con la exigencia del principio de definitividad,
cuestión que ha sido señalada en la jurisprudencia con número de registro 2017640.
12.4 Juicio de amparo en materia penal
La relación entre el proceso penal y el juicio de amparo es sumamente estrecha. Por una parte, el
proceso penal establece las causas y condiciones por las que se le pueden restringir los derechos
a una persona; por otra, el objeto del juicio de amparo es resolver toda controversia que se suscite
entre el poder público y los gobernados por violaciones a sus derechos humanos.

La reforma al sistema de justicia penal de junio de 2008 y la reforma a la ley de amparo de junio de
2011 forman parte del mismo proceso de reforma judicial que busca incorporar a los derechos
humanos al centro de la estructura normativa del Estado mexicano. Para entenderlos en conjunto
es indispensable abordar este tema con un enfoque de derechos.

El artículo 1° de la Ley de Amparo, en relación con el 103 constitucional, establece que su objetivo
es resolver toda controversia que se suscite por normas generales, actos u omisiones de autoridad
cuando:

● Violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por
la Constitución y tratados internacionales.
● Vulneren o restrinjan la soberanía de los estados o la esfera de competencias del Distrito
Federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías
otorgadas para su protección constitucional.
● Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los estados o del Distrito
Federal, que invadan la esfera de competencia de la autoridad federal, siempre y cuando
se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas por la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ahora bien, existen dos formas de tramitar el juicio de amparo: vía directa e indirecta. A
continuación, te mostramos en un cuadro comparativo las particularidades de cada uno de los dos
trámites.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones
● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia.
● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. Con base en el video y las lecturas, ¿cómo consideras que debería estructurarse la suspensión
en el juicio de amparo indirecto, de manera que no vulnere los principios rectores del sistema de
justicia penal?

Escribe tu respuesta:

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Finalmente, es importante conocer los plazos para cada acto conforme a la Ley de Amparo. Aquí te
compartimos una tabla donde se sintetizan los más relevantes.

Tema 13. Procedimientos especiales


6 minutos de lectura
En este tema identificarás los procedimientos especiales, así como sus principales características.
Esto te ayudará a garantizar un debido proceso a las personas que intervienen.
Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta.
● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. Si en el proceso penal ordinario se respetan los derechos de las partes, ¿cuál es la finalidad de
crear procedimientos especiales?

Escribe tu respuesta:
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En los temas anteriores hemos estudiado las generalidades y particularidades del procedimiento
penal. Es importante destacar que el actual sistema de justicia penal trajo consigo procedimientos
especiales dirigidos a personas que reúnan ciertas cualidades específicas. El objetivo de crear
procedimientos especiales es establecer parámetros que permitan atender a esas cualidades
particulares, garantizando en todo momento la igualdad entre las partes y el debido proceso.

Algunos procedimientos de esta naturaleza son:

13.1 Pueblos y comunidades indígenas

El artículo 2 constitucional establece que la conciencia de identidad indígena deberá ser un criterio
fundamental para determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas; los
define como “aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país
al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas, o parte de ellas”. Las comunidades indígenas son “aquellas que formen una
unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias
de acuerdo con sus usos y costumbres”.

Asimismo, reconoce y garantiza a los pueblos y comunidades indígenas el derecho a la libre


determinación, otorgándoles en consecuencia autonomía y la libertad de:

aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos,
sujetándose a los principios generales de esta Constitución, respetando las garantías individuales,
los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres (artículo 2,
CPEUM).

El derecho a la autodeterminación también es reconocido en materia penal. El artículo 420 del


CNPP permite que las comunidades y pueblos indígenas resuelvan sus conflictos en materia penal,
al establecer que se declarará la extinción de la acción penal cuando se trate de delitos que
afecten bienes jurídicos propios de un pueblo o comunidad indígena o bienes personales de alguno
de sus integrantes y si, tanto la persona imputada como la víctima (o sus familiares), aceptan los
sistemas normativos en la regulación y la solución de conflictos internos que su comunidad
proponga para resolver el conflicto.

Sin embargo, existen excepciones en los casos en que la solución no considere la perspectiva de
género, afecte la dignidad de las personas, el interés superior de los niños y las niñas o del
derecho a una vida libre de violencia hacia la mujer. Bajo este tipo de procedimiento especial, se
excluirán los delitos previstos para prisión preventiva oficiosa en el CNPP y en la CPEUM. En estos
casos, cualquier miembro de la comunidad indígena podrá solicitar que así se declare ante el juez
competente.

13.2 Acción penal por particular

Este procedimiento especial es un gran cambio que surgió con la reforma del año 2008, ya que se
elimina el monopolio de la acción penal al ministerio público y se faculta a los y las gobernadas a
ejercerla (artículo 21 constitucional, segundo párrafo y artículo 426 de CNPP).

En este procedimiento especial, la víctima o persona ofendida podrá acudir directamente ante el
órgano jurisdiccional de control cuando considere que tiene datos que permitan establecer la
existencia de un hecho que la ley señala como delito y existe la probabilidad de que la persona
imputada lo cometió o participó en su comisión. Por ello, se considera que esta tendrá la carga de
la prueba.

En caso de que no se cumplan con estos requisitos, la o el juez de control podrá ordenar que se
subsanen en la misma audiencia; si no fuera posible, podrá realizarlo dentro de los tres días
siguientes. Si no llegare a subsanarlos o en caso de ser improcedente, se tendrá por no interpuesta
y no podrá volver a ejercitarse la acción por esos mismos hechos. Por el contrario, si sí fue
admitida, el órgano jurisdiccional ordenará la citación de la persona imputada, la cual deberá
llevarse a cabo dentro de las 48 horas siguientes (a más tardar) a aquella en la que se fije la
celebración de la audiencia. Si la persona no acude a la citación, el órgano jurisdiccional podrá
ordenar la comparecencia o aprehensión. La audiencia inicial comenzará, a más tardar, en los
siguientes 5 a 10 días de haberse admitido la acción penal (artículo 431, CNPP).

13.3 Personas jurídicas


El sistema de justicia penal establece un nuevo paradigma al poder reclamar la responsabilidad de
las personas morales mediante un procedimiento en el cual se pueden hacer acreedoras a una
sanción de naturaleza penal.

Las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos a su nombre, por
su cuenta, en su beneficio o a través de los medios que ellas proporcionen, cuando se haya
determinado que además existió inobservancia del debido control en su organización, esto con
independencia de la responsabilidad penal en que puedan incurrir sus representantes o
administradores de hecho o de derecho (artículo 421, CNPP).

13.4 Personas inimputables

Este procedimiento no está contemplado dentro del título X de procedimientos especiales del
CNPP. Sin embargo, lo hemos incluido a este apartado ya que, para llevar a proceso a personas
inimputables, deben realizarse ajustes razonables atendiendo a cada caso en particular. Estos
ajustes razonables los verás con mayor profundidad en el módulo IV.

Es preciso que recuerdes que el artículo 15, fracción VII del CPF estipula que una persona será
inimputable cuando no tenga la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de
conducirse de acuerdo con esa comprensión, en virtud de padecer trastorno mental o desarrollo
intelectual retardado.

Así, una vez que la persona sea declarada inimputable o bien, si durante el proceso aparecen
indicios de que la persona podría estar en alguno de los supuestos de inimputabilidad, deberán
realizarse ajustes razonables al procedimiento (artículo 414 a 419, CNPP). La autoridad
jurisdiccional siempre tendrá la facultad de realizar todos los ajustes que considere necesario en el
proceso para garantizar el respeto a los derechos humanos de la persona inimputable, atendiendo
a las circunstancias específicas del caso.

13.5 Adolescentes

Las personas menores de edad son consideradas inimputables bajo el derecho penal, aunque la
ley le atribuye una ‘relativa imputabilidad’ a los adolescentes mayores de 12 años y menores de 18.
Estos son imputables únicamente bajo el sistema integral de justicia penal para adolescentes, el
cual dejó de ser en 2006 un sistema tutelar.

Este sistema integral se rige bajo el principio del interés superior de la niñez y la aplicación de la
ley más favorable para el o la adolescente y tiene su sustento constitucional en su artículo 18
constitucional:

La Federación y las entidades federativas establecerán, en el ámbito de sus respectivas


competencias, un sistema integral de justicia para los adolescentes, que será aplicable a quienes
se atribuya la comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito y tengan entre
doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad. Este sistema garantizará los derechos
humanos que reconoce la Constitución para toda persona, así como aquellos derechos específicos
que por su condición de personas en desarrollo les han sido reconocidos a los adolescentes. Las
personas menores de doce años a quienes se atribuya que han cometido o participado en un
hecho que la ley señale como delito, solo podrán ser sujetos de asistencia social.

Este procedimiento para adolescentes también será acusatorio y oral. Al igual que el procedimiento
ordinario, se deberán respetar todos los derechos y garantías del debido proceso.
Tema 1. Teoría del caso

En los módulos anteriores atendiste a la parte sustantiva y adjetiva que podría ser
aplicable en un caso con relevancia penal. En este, analizarás las herramientas
que te permitirán brindar al tribunal de enjuiciamiento la pretensión y posición que
guardas respecto a un hecho. Para ello, comenzarás viendo la teoría del caso.

Reflexiona y contesta la siguiente pregunta:

Consideraciones

● Justifica tu respuesta con base en tu experiencia, considerando todas las


posibilidades existentes.
● Cuida tu redacción y los errores ortográficos.
● Redacta tu respuesta con 150 caracteres (mínimo).

1. ¿Es necesario que la defensa siempre revele su teoría del caso?

Escribe tu respuesta:
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2. ¿Se puede tener más de dos teorías del caso en un hecho?

Escribe tu respuesta:
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2. ¿Qué es el test de superposición?

Escribe tu respuesta:
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En el sistema mixto se pretendía establecer la verdad sobre cómo habían


sucedido algunos hechos con relevancia penal; sin embargo, de ese hecho y sus
circunstancias solo podemos acceder a versiones de lo que “pudo haber ocurrido”,
pues escapa de nuestra posibilidad establecer las motivaciones internas o los
factores ocultos de la ofensora u ofensor. Con esto no se pretender decir que no
podamos acceder a la verdad, sino que solo tendremos aproximaciones a lo que
realmente pasó.

Como has visto, durante la investigación la fiscalía recolectará toda la información


que le permita establecer su versión de los hechos; por su parte, la defensa hará
lo mismo y con los testigos, peritos y evidencias, aportarán aquella información
que les permita corroborar sus versiones. Así, cada parte tendrá una versión
respecto a cómo ocurrieron los hechos y sus propios medios para corroborarlo.

Baytelman A. & Duce J. (2016) indican que la teoría del caso “sobre todas las
cosas, [es] un punto de vista” (pág. 88), el cual las partes presentarán ante un
órgano jurisdiccional. Por su parte, Moreno Holman (2012) señala que para
entender la correcta dimensión de lo que es la teoría del caso, habremos de
pensar “en el conjunto de actividades estratégicas que debe desarrollar un litigante
frente a un caso, que le permitirán determinar la versión de los hechos que
sostendrá ante el tribunal, y la manera más eficiente y eficaz de presentar
persuasivamente las argumentaciones y evidencias que la acreditan en un juicio
oral” (págs. 28 y 29).

Considerando lo anterior, podemos afirmar que la teoría del caso es una


metodología que permite a la persona litigante realizar un análisis estratégico de la
información. Estructurar dicha información de manera adecuada te ayudará a
determinar eficazmente tu versión de los hechos, adecuar los hechos al tipo penal
correcto, seleccionar los medios de prueba idóneos, detectar las fortalezas y
debilidades propias, así como las de tu contraparte, preparar tus alegatos iniciales
y de cierre, así como tus interrogatorios y contra interrogatorios.

1.2 Características de la teoría del caso

Para presentar persuasivamente los hechos y argumentaciones se recomienda


tener una teoría del caso sea sencilla; es decir, que sea capaz de crear una
historia fácil de aceptar y de creer. Debes tener en cuenta que, mientras más clara
sea la exposición de tu teoría del caso, será más fácil que el juez o la jueza la
recuerde.

Además de lo anterior, la teoría del caso deberá ser creíble. Es decir, si los hechos
que se exponen al juez o jueza se pueden explicar con el sentido común (como
algo real, tangible, emocional) significa que la teoría del caso cumple con esta
característica. Asimismo, deberá ser lógica, ya que el objetivo de la teoría del caso
es estructurar una argumentación final efectiva, por tanto, sus hechos, pruebas y
fundamentos jurídicos deben guardar armonía y permitir juicios de inferencia
racional y lógica (Solórzano Garavito, 2010, págs. 128 y 129).

La teoría del caso también deberá contar con suficiencia jurídica. Esto implica que
cada parte tendrá que cubrir los extremos de su teoría jurídica, ya sea acusadora
o defensiva. Por ello, de acuerdo con Bardales Lazcano (2009) tendrá suficiencia
jurídica si “[el] razonamiento jurídico se soporta en el principio de legalidad, y por
tanto debe poder llenar, desde el punto de vista del acusador todos los elementos
de la conducta punible y de la culpabilidad” (pág. 120). En el caso de la defensa,
ocurrirá los mismo si atiende a cumplimentar los extremos del supuesto en que
basa su teoría defensiva.

Otra de las características de la teoría del caso es que deberá ser flexible puesto
que, durante el juicio, es posible incorporar nuevos argumentos a la tesis, sin que
esta pierda credibilidad y suene ilógica (Solórzano Garavito, 2010, pág. 129).
Basta recordar que los hechos por lo que se seguirá el proceso se establecen
desde el auto de vinculación a proceso; sin embargo, la clasificación jurídica de
estos sí podrá variar, incluso en los alegatos de clausura.

Por último, la teoría del caso deberá ser única. Esta característica señala que la
persona litigante debe presentar una versión determinada de los hechos, para así
explicarlos y dotarlos de consistencia argumentativa. En otras palabras, no puede
presentar varias versiones acerca de los hechos, más bien debe presentar una
versión única, por lo que no debe hacer peticiones subsidiarias ajenas al caso
(Blanco, R., Decap, M., Moreno, L. & Rojas, H. , 2005, pág. 19).

1.3 Componentes de la teoría del caso


Ahora bien, la teoría del caso está compuesta por tres elementos:

1.3.1 Elemento fáctico

Se refiere a los hechos que han acontecido y que establecen las distintas
circunstancias de tiempo, modo, espacio y lugar que concurrieron en el caso. Este
elemento se irá construyendo a partir de la información vertida en las entrevistas,
peritajes, documentos, actos de investigación y demás registros que puedan dar
cuenta sobre lo ocurrido.

Cabe destacar que no todos los hechos de un caso son relevantes para el derecho
penal, sin embargo, los que sí son considerados han sido denominados por la
doctrina como proposiciones fácticas. Estas son “[afirmaciones] de hecho,
respecto de mi caso concreto, que si el juez la cree, tiende a satisfacer un
elemento de la teoría jurídica” (Baytelman A. & Duce J., 2016, pág. 83).

Asimismo, es necesario señalar que los hechos son formulados por el o la


deponente en lenguaje sencillo y común que permitirán al órgano jurisdiccional
extraer conclusiones jurídicas. Por ejemplo, una persona que rinda testimonio no
señalará que “utilizó un medio violento para desapoderar a alguien de su bien
jurídico tutelado”, sino que “utilizó una navaja para quitarle su celular”.

Por su parte, las proposiciones fácticas podrán ser fuertes y débiles. Ahora bien,
¿cómo sabremos qué tipo tenemos en nuestra teoría del caso? La respuesta es a
través del test de superposición. “El test de superposición [consiste en que]:
mientras más esté mi contraparte en condiciones de superponer a esa misma
proposición fáctica otra interpretación al menos igualmente razonable y creíble de
esos hechos, más débil ella es” (Baytelman A. & Duce J., 2016, pág. 85).

Ahora bien, Moreno Holman (2012, págs.77-79) determina que los hechos pueden
ser clasificados en hechos positivos, negativos, neutros e inamovibles. Los
explicamos a continuación:

Ahora, lee el siguiente ejemplo y analiza la posible clasificación de hechos.


Ahora que leíste el ejemplo e identificas las definiciones de clasificación de
hechos, observa cómo podría ser clasificado ese hecho desde el punto de la
fiscalía.

Una tarea fundamental para quienes operan en el sistema de justicia es hacer


abstracciones de hechos y establecer cuáles servirán para corroborar su versión,
ya que los medios de prueba al ser desahogados se referirán a lo acontecido con
simples hechos. Por ello, Leticia Lorenzo (2012) indica que “trabajar sobre los
hechos es el desafío más grande que se impone al litigante en un sistema que no
se haya acostumbrado a trabajar sobre abstracciones” (pág. 53).

1.3.2 Elemento probatorio

El elemento probatorio sustenta el elemento fáctico, ya que permite establecer


cuáles son las pruebas idóneas y pertinentes que corroboren el hecho y las
proposiciones fácticas de tu teoría del caso. Este elemento es el modo de
comprobar ante el órgano jurisdiccional los planteamientos formulados mediante
evidencia (Moreno Holman, 2012, pág. 43).

Es muy importante que comprendas que los elementos probatorios no recaen


sobre los elementos legales de tu teoría jurídica, sino que la prueba recae sobre
las proposiciones fácticas (Baytelman A. & Duce J., 2016, pág. 84). Veamos esto
en el supuesto señalado anteriormente:

1.3.3 Elemento jurídico

El elemento jurídico alude a la normativa legal aplicable. Es la base legal que cada
parte brinda a su teoría del caso para aseverar que se cumplen o no los elementos
del tipo penal, o en su caso, señalar si existe alguna causa de justificación o
excluyente de responsabilidad.

Solórzano Garavito (2010) indica que en este elemento se le da una respuesta


jurídica a los hechos que se buscan probar, lo que implica hacer un análisis de
todo el contexto dogmático del caso (pág. 131). La siguiente tabla resume el
análisis jurídico dogmático que podrá hacer cada una de las partes:
1.4 Estrategias o tipos de teoría del caso

Anteriormente, te mencionamos que dentro del proceso penal la fiscalía tendrá la


carga de prueba para demostrar la responsabilidad de una persona. Por ello, dicho
organismo siempre tendrá que exponer el hecho, cómo se encuadra en la ley
penal y qué datos o medios de prueba tienen para probarlo.

También te indicamos que, de acuerdo a la jurisprudencia, la carga de la prueba


se podía revertir para la persona imputada y su defensa cuando la presunción de
inocencia que en principio opera en su favor aparezca desvirtuada en la causa
penal, por lo que este necesariamente debe probar los hechos positivos en que
descansa su postura excluyente.

Ahora bien, las posturas de ambas figuras (fiscalía y defensa) son antagónicas por
naturaleza y por ello la doctrina ha señalado que existen distintas estrategias para
llevar adelante la teoría del caso de la defensa. Estas podrán ser activas o
pasivas. Además, señala Carla Pratt (2017) “esta última a su vez, se dividirá en
dos, negativa y positiva” (pág. 4).

1.5 Momento de realización y modificación de la teoría del caso

Al ser una metodología, podrás desarrollar la teoría del caso desde que tienes
conocimiento del hecho. Esto te permitirá establecer el cause que deberá seguir el
caso y prepararlo de manera adecuada por si es necesario recurrir a juicio.
Bardales Lazcano (2009) menciona que la teoría del caso inicialmente se plantea
como una hipótesis de lo que pudo haber ocurrido; y con el tiempo y el avance de
la investigación dicha hipótesis puede modificarse y ajustarse hasta antes de
comenzar el juicio oral o durante la sustanciación de este último (pág. 201).

Existen diversos criterios que señalan cuál es el último momento en que se puede
modificar la teoría del caso de la fiscalía.

En el caso de la defensa, se considera que el último momento donde se puede


modificar la teoría del caso será cuando que se dicté el auto de apertura a juicio
oral. Sin embargo, basta recordar que, durante la substanciación del juicio oral, la
clasificación jurídica de los hechos presentados sí podrá variar, ya que el CNPP
faculta a la fiscalía realizar una reclasificación jurídica tanto de los alegatos de
apertura como de clausura (artículos 394 y 399, CNPP). Si fuese el caso, el o la
juzgadora que presida la audiencia dará a la persona imputada y a su defensa la
oportunidad de expresarse al respecto, y les informará sobre su derecho a pedir la
suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas o preparar su intervención.
Cuando este derecho sea ejercido, el tribunal de enjuiciamiento suspenderá el
debate por un plazo que, en ningún caso, podrá exceder del establecido para la
suspensión del debate (artículo 398, CNPP).

1.6 ¿Cómo construir tu teoría del caso?

Primero que nada, debes conocer tu caso a profundidad, ya que esto te permitirá
estar preparado para cualquier situación posible. Además, con ello podrás
identificar tus fortalezas y debilidades, así como las áreas que podrás fortalecer y
las que se verán amenazadas por la contraparte.

Existen diversas formas para construir tu teoría del caso de acuerdo a ciertas
pautas. Unas indican que se debe realizar una tabla con los elementos fáctico,
probatorio y jurídico; otras, además de lo anterior, señalan que deberás incluir
fortalezas y debilidades. Por otro lado, existen otras donde lo primero que deberás
hacer es establecer el elemento jurídico, después lo fáctico y por último lo
probatorio. A simple vista pareciera que es un tema irrelevante, sin embargo, esto
en la práctica lleva a confusiones que pudieran afectar el desempeño del personal
operador.

Por ejemplo, si analizas primero lo jurídico podrías establecer una clasificación


jurídica sin analizar el hecho y sin la certeza de si lo podrías acreditar. Por otro
lado, si analizas los hechos y después lo jurídico, podrías clasificar un hecho en
algún tipo penal que no sabes si podrás acreditar y dirigirías todo tu esfuerzo a
acreditar algo que podría no haber ocurrido; y ordenarías más actos de los
necesarios para poderlo acreditar. Por último, si analizas el hecho y verificas
elementos de prueba que tienes para corroborar la existencia del hecho y al final
lo clasificas, podrás establecer correctamente el hecho, los medios de prueba que
te ayudarán a corroborarlo y su clasificación jurídica, evitando actuaciones y
peticiones innecesarias en tus labores.

Así, siguiendo la pauta de dejar al final la parte jurídica y con el pequeño ejemplo
que te hemos señalado a lo largo del tema, te mostramos a continuación una
pequeña porción de una pauta para realizar la teoría del caso.

mientras más esté mi contraparte en condiciones de superponer a esa misma proposición fáctica
otra interpretación al menos igualmente razonable y creíble de esos hechos, más débil ella es

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