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En la Carta se declara que dichas acciones, deben acompañar al individuo a ser capaz de
identificar y alcanzar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse
a las circunstancias que se dan en sus entornos y ambientes.
No significa no estar enfermo. Significa que yo hago todo lo posible por introducir en mi vida
aquello que potencia mi calidad de vida, desarrolla el ser humano que soy, facilita la acción
que conviene a trascender una circunstancia desfavorable, encontrando sentido a la existencia.
La Carta de Ottawa enumera las condiciones y requisitos necesarios para que se dé la salud
pública, de forma natural. Y son: la paz, la educación, la vivienda, alimentación, la renta, un
ecosistema estable, justicia social y equidad.
Pero se destaca que, lo importante para preservar nuestra salud, es tomar conciencia de los
cambios en los que estamos inmersos y como afectan a nuestro bienestar en relación con estos
pre-requisitos. Y con ello, tomar las medidas pertinentes para generar el cambio de tendencia
deseado.
La Promoción de la Salud
La idea de la promoción de la salud ya se había comenzado a perfilar en 1974 a raíz del informe
A new perspective on the health of Canadians publicado en Canadá. Éste representa uno de los
primeros intentos de modificar la planificación, tradicionalmente dirigida a los servicios de
atención sanitaria, en favor de la planificación para lograr una población y un ambiente sanos.
Todos en el año 2000 (SPT 2000). El acta de la Conferencia desarrolla los puntos expuestos,
ofrece ejemplos concretos y sugerencias prácticas referentes a la forma en que pueden
conseguirse avances reales, y precisa cuál es el compromiso que se requiere de los países y
de noviembre de 1986, presenta esta CARTA acerca de las acciones que se han de realizar para
Esta conferencia fue, ante todo, una respuesta a la creciente demanda de un nuevo movimiento
para la salud pública en todo el mundo. Los debates se centraron en las necesidades de los
países industrializados, pero también se tuvieron en cuenta problemas similares en todas las
demás regiones. Se tomó como base el avance conseguido mediante la Declaración sobre la
Atención Primaria de Salud en Alma-Ata, el documento Objetivos de Salud Para Todos de la
Organización Mundial de la Salud y el debate reciente en la Asamblea Mundial de la Salud
sobre la acción intersectorial a favor de la salud.
Promoción de la salud
• Paz.
• Cobijo.
• Educación.
• Alimento.
• Ingresos económicos,
• Un ecosistema estable.
• Recursos sostenibles.
• Justicia social y equidad.
Abogar: Una buena salud es la principal fuente de desarrollo personal, económico y social, y
una dimensión importante de la calidad de vida. Todos los factores políticos, económicos,
sociales, culturales, ambientales, comportamentales y biológicos; pueden favorecer la salud o
serle perjudiciales
Una política de promoción de la salud combina enfoques distintos pero complementarios, que
seguros y más sanos, servicios públicos más saludables, y entornos más limpios y agradables.
El principio general de orientación para el mundo, las naciones, las regiones y las comunidades,
por igual, es la necesidad de motivar el mantenimiento recíproco, cuidarnos los unos a los otros,
a nuestras comunidades y nuestro ambiente natural. Debe enfatizarse la conservación de los
recursos naturales del mundo como una responsabilidad global.
El cambio de modelos de vida, trabajo y ocio tiene un efecto significativo sobre la salud. El
trabajo y el ocio deberían ser una fuente de salud para la población. La manera en que la
sociedad organiza el trabajo debería contribuir a crear una sociedad saludable.
para llevar a cabo la auto-ayuda y el apoyo social, y en crear sistemas flexibles que refuercen
la
completo y continuo a la información, conocer oportunidades para la salud, así como soporte
financiero.
educación para la salud, y potenciando las habilidades para la vida. De este modo, aumentan
las opciones disponibles para que la gente ejerza un mayor control sobre su propia salud y sobre
sus ambientes, y para que hagan unas selecciones que conduzcan a la salud.
La responsabilidad para con la promoción de la salud en los servicios sanitarios está compartida
entre las personas, los grupos comunitarios, los profesionales de la salud, las instituciones de
servicios sanitarios y los gobiernos. Todos ellos deben trabajar conjuntamente en la creación
de un sistema de asistencia sanitaria que contribuya a la obtención de la salud.
El papel del sector sanitario debe orientarse cada vez más hacia una promoción de la salud,
más allá de su responsabilidad de prestar servicios clínicos y curativos. Es necesario que los
servicios sanitarios asuman un enfoque amplio que sea sensible a las necesidades culturales y
las respete.
La salud la crea y la vive la gente dentro de los ambientes de su vida cotidiana; donde aprenden,
trabajan, juegan y aman. La salud se crea cuidando de uno mismo y de los demás, siendo
capaces de tomar decisiones y de ejercer control sobre las propias circunstancias vitales, y
garantizando que la sociedad en que uno vive cree las condiciones que permitan que todos sus
miembros alcancen la salud.
• a oponerse a las presiones que favorezcan los productos nocivos, el agotamiento de los
recursos, los entornos y condiciones de vida insalubres, y la mala nutrición; y a centrar su
atención en aspectos de salud pública tales como la contaminación, los riesgos laborales, la
vivienda y los poblados;
• a hacer frente a las diferencias en salud entre las sociedades y dentro de ellas, y a abordar las
inequidades en salud que resultan de las normas y actuaciones de estas sociedades;
• a reorientar los servicios sanitarios y sus recursos hacia la promoción de la salud; a compartir
el poder con otros sectores, con otras disciplinas y, lo que es aún más importante, con el propio
pueblo.
La Conferencia insta a todas las personas implicadas a unirse a ella en su compromiso de cara
a formar una alianza fuerte a favor de la salud pública.
Esta carta hace un llamado para un compromiso en favor de la promoción de la salud, por lo
cual, entre otros, aboga en favor de políticas en lo que concierne a la salud y la equidad en
todos los sectores. También dentro de este compromiso está el oponerse a las presiones que se
ejerzan para favorecer los productos dañinos, los medios y condiciones de vida malsanos, la
mala nutrición y la destrucción de los recursos naturales.
El llamado de esta carta también incluye el eliminar las diferencias entre las distintas
sociedades y en el interior de estas, y tomar las medidas contra la desigualdad en términos de
salud, que resultan de las normas y prácticas de cada una de las sociedades. Reconoce a las
personas como principal fuente de salud y a la comunidad como su portavoz fundamental.
Establece la importancia de reorientar los servicios sanitarios hacia la promoción de la salud.
La carta señala que la salud y su mantenimiento son la mejor meta e inversión posibles y la
importancia de tratar de la cuestión ecológica que suponen nuestras formas de vida.
Y déjame que te cuente porqué esto no es una frase nada más… En la Carta se promulga
también el concepto de “empoderar en salud” o paciente activo/experto que puede llegar a ser.
Se trata de un concepto positivo que acentúa los recursos personales y sociales y que trasciende
al sector sanitario.
El paciente que era cuidado desde una perspectiva y mirada paternalista por los servicios
sanitarios y sociales manteniendo un rol pasivo ahora es un paciente con pensamiento crítico,
con capacidad para decidir. Y lo más importante, un paciente informado, libre y responsable.
Capaz de desarrollar sus propias competencias y recursos que le acompañarán a ganar salud y
confianza en la vida.
Y este es el gran cambio de paradigma que ha retado y sigue retando no solo al paciente y sus
entornos, sino también a los profesionales sanitarios, educativos y sociales.
Esta carta hace un llamado para un compromiso en favor de la promoción de la salud, por lo
cual, entre otros, aboga en favor de políticas en lo que concierne a la salud y la equidad en
todos los sectores.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la Carta de Ottawa sigue siendo una buena herramienta para guiar nuestro
pensamiento y debate sobre la salud pública. Pero el desafío de transformar la salud pública
para enfrentar nuestra realidad actual requiere herramientas más claras para diseñar una política
de salud y una acción social que afecte claramente a la salud pública en su conjunto, incluido
el sector servicios y todos los sectores de la vida social.
El pensamiento que necesitamos sobre la salud pública no debe legitimar creencias que no
reconocen la naturaleza social del comportamiento humano y la salud. Se debe priorizar un rol
central y aglutinador 18 correspondiente al combate a la desigualdad. Finalmente, la salud
pública debe reconocer los cambios sociales en curso relacionados con las expresiones políticas
globales, las nuevas relaciones sociales, la centralidad del riesgo ambiental, el papel de la mujer
y los desafíos de la atención médica.
BIBLIOGRAFÍA
https://ach.sa.cr/la-carta-de-ottawa-paz-educacion-equidad-como-condiciones-para-la-
salud/
https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2013/Carta-de-ottawa-para-la-apromocion-de-la-
salud-1986-SP.pdf
https://mpsp.webs.uvigo.es/rev01-1/Ottawa-01-1.pdf
Https://isg.org.ar/wp-content/uploads/2011/08/Carta-Ottawa.pdf