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Este documento resume la Revolución de los Comuneros en Sudamérica en contra de las regulaciones impuestas por la Corona española que afectaban a los colonos y limitaban la explotación de los indígenas. Detalla las acusaciones contra el gobernador Reyes Balmaceda por defender los intereses económicos de los terratenientes contra la competencia de los jesuitas. Explica que las investigaciones encontraron culpable a Balmaceda, aunque escapó brevemente antes de ser arrestado nuevamente. Los ideales de esta revolución eran
Este documento resume la Revolución de los Comuneros en Sudamérica en contra de las regulaciones impuestas por la Corona española que afectaban a los colonos y limitaban la explotación de los indígenas. Detalla las acusaciones contra el gobernador Reyes Balmaceda por defender los intereses económicos de los terratenientes contra la competencia de los jesuitas. Explica que las investigaciones encontraron culpable a Balmaceda, aunque escapó brevemente antes de ser arrestado nuevamente. Los ideales de esta revolución eran
Este documento resume la Revolución de los Comuneros en Sudamérica en contra de las regulaciones impuestas por la Corona española que afectaban a los colonos y limitaban la explotación de los indígenas. Detalla las acusaciones contra el gobernador Reyes Balmaceda por defender los intereses económicos de los terratenientes contra la competencia de los jesuitas. Explica que las investigaciones encontraron culpable a Balmaceda, aunque escapó brevemente antes de ser arrestado nuevamente. Los ideales de esta revolución eran
Como Revolución de los Comuneros se conoce a los levantamientos populares producidos
en contra las regulaciones impuestas por la corona española, que afectaban a varios súbditos, lo que en Sudamérica repercutió en una políticade exclusión hacia los indígenas establecida por la Corona española a través de las Leyes Nuevas en 1542, las que limitan la explotación de los españoleshacia los indígenas, súbditos también, las que no favorecían a los comuneros en Sudamérica (colonos y encomenderos). Las acusaciones contra Reyes Balmaceda buscaban defender los intereses económicos de los propietarios de tierras y encomiendas, regidores del cabildo, comerciantes e ilustrados criollos de la provincia, contra la agobiante competencia en la explotación de los indígenas y los recursos, ejercida por la Provincia Jesuítica del Paraguay. A consecuencia de las denuncias que llegaron a la real Audiencia de Charcas, se designó a un fiscal como juez pesquisador, en este caso fue el Dr. José de Antequera y Castro, él se encargaba de las denuncias en contra de Balmaceda. Antequera llegó a Asunción en 1721, al no encontrarse Balmaceda empezó la investigación. Como resultado de la investigación, se comprobó que todas las denuncias fueron ciertas, realizando que Antequera y Castro separe a Reyes de Balmaceda de su cargo por ser acusado y siendo culpable fue apresado, pero se escapó con la ayuda de algunos jesuitas, llega al Virreinato del Perú, donde el Fray Diego Mocillo solicitó la restitución del cargo a Balmaceda, dicho pedido tuvo la acepción, pero volvió a ser apresado por Antequera. El nuevo Virrey José de Armendáris sustituyó a Balmaceda y sometió a Antequera a juicio, cuando en Asunción se enteraron de todos estos acontecimientos el cabildo resolvió desoír esta intervención y expulsaron de su colegio, pues lo consideraba como uno de sus enemigos y reconocían la alianza con Balmaceda. Estas revoluciones sostenían la idea de que el poder del rey no puede estar por encima de la voluntad popular, y la frase que engloba el ideal comunero fue: "La voz del pueblo es la voz de Dios", dicha por el entonces obispo y gobernador del Paraguay Fray Bernardino de CárdenasLos ideales por los que luchaban fueron la libertad y el buen gobierno. Los revolucionarios cuestionaban la forma de gobernar de las autoridades en América, no la ley. Exigían a sus gobernantes, gobernar en beneficio del pueblo.