Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CORRECTO MANEJO
DE LOS ENVASES
Diseño y Maquetación:
PUBLYCOM
Telf.: 886 135 094
Fax: 886 135 094
e-mail: publycom@publycom.com
2. Recubrimientos sanitarios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
• Envases metálicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4. Anexos
• Anexo I: Materiales contacto con alimentos: Reglamentación: . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
• Anexo II: Parámetros de integridad del cierre: Envase metálico . . . . . . . . . . . . . . . . 57
• Anexo III: Procedimientos analíticos: Recubrimientos sanitarios y hermeticidad 65
• Anexo IV: Procedimiento general para el control de roturas de vidrio . . . . . . . . . . 83
Los productos de la pesca transformados ofrecen una gama amplísima de opciones per-
mitiendo disponer de los más variados nutrientes durante todo el año. Hoy, en pleno
siglo XXI, tienen más vigencia que nunca en una alimentación moderna, equilibrada,
gastronómica y diversificada.
Cada año se fabrican en el mundo miles de millones de envases para conservar los
alimentos. Con un predominio evidente del acero, los envases se utilizan desde hace
prácticamente doscientos años y siguen siendo el elemento distintivo de las conservas.
Esto se debe a que conjugan resistencia y seguridad, facilidad de uso y reciclabilidad; el
envase se ha convertido en el mejor aliado para cuidar la salud a través de la alimentación
y para proteger nuestro entorno, adaptándose a todo, desde los alimentos más sencillos
a las preparaciones más sofisticadas.
Pero un buen envase no sólo debe contener el producto, sino también protegerlo de
todas las vicisitudes que experimenta en su vida útil. El envase proporciona la resistencia
y la indestructibilidad necesarias para soportar el transporte, la exhibición en los puntos
de venta y el almacenamiento en el hogar.
Los fabricantes de envases se anticipan sin descanso a las necesidades de los envasadores.
Una investigación constante permite poner en el mercado nuevas cualidades que, a la
par que se reduce el espesor del material empleado, permiten mejorar la resistencia del
material.
Cada envase es, en definitiva, una caja fuerte de muy alta tecnología que nos ofrece lo
mejor de cada producto, que protege nuestra salud y que contribuye como ningún otro
a la preservación del medioambiente.
El envase de vidrio fue el primero en ser empleado para la elaboración de las conservas
surgidas en los albores del siglo XIX, pero tuvo que ser sustituido por materiales más
resistentes, debido a los problemas de índole técnico que surgían durante la manipulación
y el tratamiento térmico al que eran sometidos. Hasta nuestros días, y a pesar de los
adelantos tecnológicos en los sistemas de esterilización, los envases metálicos siguen
siendo mayoritarios en el sector de las conservas de pescados y mariscos, quedando
reservado el tarro de vidrio para las elaboraciones artesanales.
A lo largo de su historia, el vidrio ha demostrado ser uno de los envases más respetuosos
con el medio ambiente, ya que es 100% reciclable y posee unas características físico-
químicas que le hacen “no interferir” con las propiedades de los productos que contiene.
Por otra parte, su degradación química y su erosión física son muy lentas, no liberando
sustancia alguna que pueda resultar perjudicial para el entorno. Esto hace que el envase
de vidrio posea una serie de cualidades que le convierten en uno de los soportes ideales
para las conservas de pescados y mariscos y, en general, para todo tipo de alimentos: es
inerte, aséptico, transparente, versátil, hermético, higiénico, indeformable, impermeable
al paso de los gases y conserva aroma y sabor sin ceder nada al producto que contiene.
Características todas ellas que contribuyen a que los consumidores aprecien el tarro de
vidrio como envase de muchos productos.
Por otra parte, existe en el mercado una gran variedad de alimentos listos para cocinar,
incluso sin necesidad de sacarlos del envase, pudiéndose encontrar ya productos que
vienen envasados específicamente para su preparación en el microondas. Estos alimen-
tos se envasan al vacío y se someten posteriormente a un tratamiento térmico para pro-
longar su duración sin que se pierdan los nutrientes ni el sabor y la textura del producto.
Como ocurre con el resto de envases destinados a estar en contacto con alimentos, los
envases plásticos están obligados a garantizar que los materiales empleados cumplen
con la exigente normativa comunitaria establecida al efecto, de tal forma que los pro-
ductos no se vean afectados por los envases.
Los productos transformados de la pesca también se presentan al consumidor en
envases plásticos resistentes al calor y, al igual que sucede en otros sectores de la
tecnología alimentaria, en estos materiales se han producido desarrollos innovadores
que garantizan alimentos seguros y nutritivos. La esterilización, que era un proceso
restringido a envases metálicos y de vidrio, es posible con el desarrollo de plásticos de
alta barrera coextruidos o laminados.
Sea cual sea el envase en el que se presenten las conservas de pescados y mariscos, todos
ellos constituyen soportes ideales para conservar lo mejor de los productos del mar, ya
que hacen que el contenido conserve sus cualidades nutricionales, sus vitaminas y sus
características organolépticas, ofreciendo al consumidor un producto de máxima calidad
y total seguridad, de una forma fácil y cómoda para su alimentación.
Los envases al forman parte de la vida del propio alimento y al acompañarlo durante
su vida útil, podemos hacer una diferenciación entre envases pasivos y activos depen-
Sin embargo, la relación entre el envase y su alimento o entre el envase y el medio que lo
rodea, no siempre es equilibrada y en ocasiones, si no se respetan unas buenas prácticas
de manipulación, se pueden producir alteraciones con repercusiones indeseables.
Estas alteraciones pueden ser detectadas o no a lo largo de la vida útil del alimento y
dependiendo de su naturaleza, pueden llegar a comprometer la esterilidad comercial
del producto envasado.
Así:
1 Directiva 2002/72/CE - (límite de migración total: 60mg (de sustancias) / kg (de alimento))
2 R.D.2484 / 67. B.O.E. 17/10/67 (num. 248, pag 14180)
Teniendo en cuenta las etapas de fabricación por las que pasa el envase, los abusos
mecánicos que se producen por manipulaciones incorrectas pueden llegar a afectar
al cuerpo, tapa (o fondo), al debilitado de la fácil apertura, a la soldadura, el perfil del
envase, el cierre, el barniz interior y/o exterior, o al rebarnizado tanto de la fácil apertura
como de la costura lateral.
Defecto Crítico:
Aquél que causa o ha causado la pérdida de integridad y/o hermeticidad del
envase. También se consideran como tal, aquellos que impliquen un evidente
riesgo sanitario:
Defecto Mayor:
Aquél que causa o puede causar una pérdida parcial o potencial de integridad
y/o hermeticidad de modo que pueda existir riesgo para la salud. El envase no
presenta fugas, pero puede llegar a fugar en un plazo de tiempo no muy largo.
Defecto Menor:
Aquél que es una característica anormal del envase o del cierre pero que no causa
ni puede producir pérdida parcial o potencial de la integridad o hermeticidad del
envase no constituyendo, por tanto riesgo futuro para la salud.
Esta clasificación apoyada por un plan de muestreo correctamente diseñado con unos
niveles de aceptación y rechazo adecuados*, nos permitirá mantener un control esta-
dístico de la calidad de la fabricación así como realizar evaluaciones de procesos y pro-
veedores.
• Establecimiento de límites
Determinación del valor o intervalo de valores que cada parámetro deberá
cumplir, para asegurar que está bajo control.
http://www.inspection.gc.ca/english/anima/fispoi/manman/canboi/toctdme.shtml
“Cierres y defectos de envases metálicos para productos alimenticios”. SOIVRE. 1988
• Establecimiento de responsabilidades,
• Container integrity evaluation sampling and tolerance plan for canned fish and
canned fish products21 - Canadian Food Inspection Agency
• Visual inspection protocol22. Low acid and acidified low acid foods in hermeti-
cally sealed containers - Canadian Food Inspection Agency
21 http://www.inspection.gc.ca/english/anima/fispoi/manman/canboi/bull3e.shtml
22 http://www.hc-sc.gc.ca/food-aliment/mh-dm/mhe-dme/visual-visuelle/e_visual_inspection_
protocol.html
2. Recubrimientos sanitarios
La normativa básica, establece que los materiales que estarán en contacto con alimentos,
deben ser desarrollados de acuerdo con las buenas prácticas de fabricación y por tanto
en su utilización normal o en condiciones previsibles de uso, no deben ceder a los ali-
mentos constituyentes que entren en su formulación, en cantidades que puedan poner
en peligro la salud humana ni comporten un cambio inaceptable en la composición de
los alimentos o una alteración organoléptica de los mismos.
Esto implica que no solo debe atenderse a evitar cualquier peligro para la salud humana,
sino que también debe evitarse la contaminación de los alimentos que pudiera ser
debida a una elevada cesión de compuestos, aunque se hubiera demostrado que éstos
fueran inocuos.
Envases metálicos:
Desde su inicio los procesos de enlatado o appertización han estado utilizando diferen-
tes materiales (flexibles, semirrígidos, rígidos) para proteger los alimentos de la conta-
minación posterior al tratamiento por calor, pero siempre se ha considerado y asociado
al envase metálico ligero23 como el material por excelencia.
23 Según Norma UNE-EN ISO 90-1, la designación de envase metálico ligero se aplica a todos
aquellos envases rígidos metálicos con un espesor máximo de material de 0,49 mm.
Fue un repostero francés, Nicolás Appert, quien entre los años 1795 y 1805 realizó una
completa investigación sobre la conservación de alimentos mediante el enlatado en vi-
drio24. En 1809 recibió, por parte del gobierno francés, una recompensa de 12.000 francos
por su trabajo publicado acerca de la conservación de alimentos. En ese momento no se
sabía nada acerca de las relaciones entre microorganismos y alteración de los alimentos,
pero Appert dio instrucciones muy precisas en su trabajo publicado en junio de 181025
para la conservación de alimentos contenidos en botellas de vidrio de boca ancha.
Como el cristal era un material muy frágil para los medios que se disponían en esa época,
dos meses más tarde, el 30 de agosto de 1810, Peter Durand, comerciante inglés, solicitó
patentar lo que llamó “método para preservar por largo tiempo alimentos de origen
animal y vegetal y otros artículos perecederos”.
Ya se usaban las latas con asiduidad cuando en 1860, Luis Pasteur explicó científica-
mente el porqué de la efectividad del proceso de Appert. Descubrió que los alimentos
se descomponían debido a la acción de ciertas bacterias, las cuales eran destruidas por
la acción del calor.
También el proceso de obtención del material ha ido perfeccionándose con el paso del
tiempo. Originariamente la obtención de la hojalata consistía en la inmersión de la lá-
mina de acero en un baño de estaño fundido, con lo que se conseguían hojalatas con un
alto recubrimiento de estaño (hojalata Coke), hasta que en 1908, el químico alemán M.
Schlöter descubre las ventajas del electrolito del ácido sulfúrico para depositar cargas de
estaño del espesor deseado. No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando
la totalidad de los sistemas de fabricación pasaron a utilizar procesos electrolíticos de
electrodeposición del estaño sobre el acero a partir de soluciones acuosas de sales de es-
taño (hojalata electrolítica), permitiendo un mejor control del espesor del recubrimiento,
al tiempo que posibilitaba la obtención de hojalata con diferente recubrimiento en cada
cara (hojalata diferencial).
24 A pesar que existe referencia respecto al método de preservación de alimentos por medio
de una esterilización térmica que se adjudica a Lázaro Spallanzani en 1865, históricamente la
paternidad del método le ha sido atribuida a Nicolas Appert.
25 “El libro de todos los hogares. El arte de preservar sustancias vegetales y animales por muchos
años” http://visualiseur.bnf.fr/CadresFenetre?O=NUMM-26742&M=notice&Y=Image. Biblioteca
nacional de Francia
En 1957, se utiliza por primera vez un nuevo material para la fabricación de envases que
era más dúctil, ligero y resistente a la corrosión que la hojalata: El aluminio.
1. De protección o barrera:
del envase contra la agresividad del producto,
del producto contra los iones metálicos procedentes del
envase.
del envase frente a la agresividad externa, evitando
o reduciendo en un alto porcentaje los problemas de
corrosión y abrasión.
Para que un barniz cumpla con su misión de barrera, deberá reunir las
siguientes características:
Compatible con el producto envasado y resistir su
agresividad.
Elevada adherencia con la hojalata, aluminio u otro
material.
No afectar a las características organolépticas del producto
envasado.
Libre de sustancias tóxicas.
No contener productos prohibidos por la legislación
sanitaria.
Resistir la esterilización y/o tratamientos a los que vaya a
ser sometido el envase durante su manipulación.
Resistir la soldadura en los envases de tres piezas y la
embutición en los de dos piezas.
Para algunos acabados muy especiales como laminados (tapas Peel-Off, Easy-Peel, etc..),
se usa una película de un polímero como el polipropileno adherida al metal.
Cada producto a envasar requiere de un tipo de tratamiento interior del envase, tanto en
lo que se refiere al tipo de hojalata utilizada y su contenido en estaño, como a la utilización
o no de barniz sanitario. De cualquier manera, salvo en los productos donde se requiere el
contacto directo del estaño con la conserva, en el resto, la utilización del barniz sanitario
está siempre aconsejado, e incluso puede ser conveniente aplicarlo en dos pases, siendo en
algunos casos obligatorio como por ejemplo en los envases para conservas y semiconservas
vegetales29 que lleven TFS u hojalata con una masa de recubrimiento nominal interior de
estaño inferior a 11,2 g/m2 (o de 5,6 g/m2 para la cara exterior).
o Barnices oleorresinosos:
Se encuentran entre los primeros recubrimientos utilizados por la industria con-
servera. Se fabrican con resinas naturales. Flexibles y resistentes a los ácidos, pero
permeables a los iones sulfuro.
o Barnices sintéticos:
Estos productos han ido sustituyendo a las oleorresinas y en el mercado se dis-
pone de una gran variedad para las distintas necesidades.
o Recubrimientos epoxi.
Estas resinas, derivadas de la reacción de condensación entre la epiclorhidrina
y el bifenol A, forma la base de una amplia variedad de materiales decorativos
y de protección. Estos materiales se emplean junto a otras resinas sintéticas
entre las que cabe destacar:
Fenoles (Epoxi-fenólicos)
Son barnices universales, considerados tradicionalmente como los
más importantes en la industria conservera. La resina fenólica aporta
las propiedades de resistencia química y la epoxi las propiedades me-
cánicas y de adherencia.
De tonalidad generalmente dorada, se utilizan en alimentos tanto
agresivos como no. En productos sulfurantes se emplea en forma
pigmentada aditivado con polvo de aluminio, para enmascarar el
fenómeno, o con polvo de óxido de zinc, para absorber la contami-
nación por los iones sulfuro, formados como consecuencia de la de-
gradación térmica de las proteínas.
Aminas (epoxi-amino, epoxi-urea)
Revestimientos de alta resistencia química, casi incoloros. Utilizados
con propósitos decorativos
Ésteres (epoxi-éster)
Las resinas epoxi esterificadas, son una familia de lacas y barnices de
excelente flexibilidad y color. Su principal uso está en los barnices
exteriores de decoración, con envases litografiados.
Poliamidas (epoxi-poliamida)
Sistemas de secado rápido necesarias para formulaciones compuestas.
o Recubrimientos vinílicos.
Existe toda una familia de lacas a base de vinilo con una resistencia limitada al
vapor y a la esterilización.
Soluciones de vinilo.
Se caracterizan por su adhesión, su alta flexibilidad y su completa
ausencia (transmisión) de sabor.
Organosoles
Son dispersiones de resinas de cloruro de polivinilo (PVC) disueltos
en solventes hidrocarbonatos a las que se les ha añadido un plasti-
Es de vital importancia realizar una revisión de los envases o cuerpos vacíos y tapas, en su
recepción para asegurarse de que están limpios y libres de defectos. Se deberá prevenir y
evitar que envases defectuosos que no cumplan con las especificaciones contratadas con
el proveedor, o con las correspondientes recomendaciones, lleguen al área de procesado
y afecten al producto o comprometan la hermeticidad del envasado.
Cada vez son más las grandes superficies que por cuenta propia, comprueban
los niveles de migración para determinados compuestos en productos
envasados, antes de su comercialización y/o puesta a la venta:
de polímeros como el PVC para las juntas plásticas de las tapas tipo twist-
off. Actualmente se ha ampliado hasta el 30 de abril de 2009, el periodo
transitorio de 300 ppm para los alimentos grasos no infantiles.
- Otra de las sustancias que se han encontrado en las preparaciones
en tarros de vidrio, por migración desde las juntas de las tapas, es la
semicarbacida. Sin embargo, su utilización está prohibida desde agosto
de 2005.
Dentro de los diferentes controles que se pueden realizar sobre el recubrimiento de los
envases metálicos, cabe destacar los siguientes30:
• Recubrimiento interior:
o Porosidad.
Comprobación de la integridad del barniz interior.
o Resistencia a la acidez
Es interesante realizarlo cuando el envase está destinado a contener pro-
ductos agresivos como escabeches.
o Adherencia
Ensayo complementario a la prueba de acidez; se puede realizar antes y
después de la misma.
o Resistencia a la sulfuración
Se aplica cuando el envase está destinado a contener productos con un
alto contenido en compuestos azufrados.
o Migración de compuestos como: BADGE, BFDGE, NOGE, ESBO, Semicar-
bacidas…
• Recubrimiento exterior:
o Resistencia del barniz exterior /esterilización, humedad...)
o Porosidad
Comprobación de la presencia e integridad del barniz exterior.
o Presencia de rebarnizado en el debilitado de la fácil apertura.
Se puede realizar mediante una prueba de porosidad o exponiendo la
tapa a una fuente de luz ultravioleta (si es posible en una cámara oscura
30 Ver anexo
o en una zona con poca luz, para tener mayor contraste) ya que el barniz
empleado para esta aplicación, suele llevar un pigmento fluorescente bajo
luz U.V.
Un envase que no cumpla con los criterios establecidos, será clasificado como
“defectuoso” y supondrá el rechazo del mismo convirtiéndolo en “no apto” para su
procesado. Dependiendo del nivel y grado de envases defectuosos se procederá al
rechazo o revisión de todo el lote según los criterios establecidos en la instrucción
técnica correspondiente.
Cuando los envases quedan expuestos a la luz solar directa, se produce un fenómeno
de fotosensibilización dependiendo del tipo de material. Un ejemplo claro lo tenemos
en los envases metálicos, donde el barniz se ve afectado por la radiación ultravioleta
(también presente, pero en menor medida, en los tubos fluorescentes) sufriendo alte-
raciones como pérdidas de adherencia y decoloraciones. Estas alteraciones producidas
por la exposición solar son fáciles de identificar, ya que sólo afectan a la zona expuesta
al sol y no a todo el envase.
Este proceso afecta principalmente a las zonas del envase que no llevan litografía. Como
están diseñados para ir protegidos por un embalaje como puede ser un estuche de car-
toncillo, estos envases suelen tener un recubrimiento exterior que presenta poca resis-
tencia a la luz solar directa. La radiación ultravioleta degrada este polímero, por lo que
en pocas semanas ya puede estar afectado el recubrimiento. Después de la esterilización,
la película de barniz adquiere una coloración opaca y se destruye fácilmente (prueba
adherencia). Los envases litografiados, aunque su barniz es más resistente por estar di-
señado para no ir protegidos por un estuche, también se ven afectados por la exposición
directa a la luz solar. La pérdida de los pigmentos rojo y azul de la litografía es la causa
más común.
En ningún caso, se deberán usar materiales con defectos que puedan afectar a la condi-
ción hermética del envase cerrado.
Al proveedor de envases se le deberá solicitar con cada envío una ficha técnica lo más
detallada posible y si no fuera el caso, al menos que la renueve cada vez que se produzca
una modificación de las características técnicas.
El pálet, deberá estar perfectamente identificado con su lote, fecha de fabricación u otro
código interno, que garantice la trazabilidad del envase y así poder incluirlo en el sistema
de trazabilidad interna de la empresa
El área de almacenamiento debe ser tal que no experimente valores extremos de tem-
peratura y humedad (se recomiendan valores entre 5 y 30 ºC y por debajo del 70% de
humedad relativa) Deberá implantarse un sistema de rotación en el sistema de alma-
cenamiento para asegurar que las tapas y cuerpos, se utilizan según la secuencia de su
fecha de fabricación (las fechas de fabricación más antigua serán utilizadas en primer
lugar)
Antes del llenado, los envases deberán limpiarse (mediante sistemas de aire forzado,
vapor, volteos los sistemas de transporte u otros) o comprobar que están limpios, para
evitar la incorporación de suciedad y objetos extraños al producto envasado.
Las superficies que intervienen en la formación del cierre, bien sea por agrafado (envase
metálico), termosellado (bolsa plástica) o cierre tipo twist-off (tarro vidrio), deberán per-
manecer limpias y exentas de objetos extraños que puedan entorpecer la operación de
cierre. Cualquier objeto presente en esta zona puede provocar la aparición de defectos que
afecten a la calidad e integridad del cierre y comprometan la hermeticidad del sistema.
• En el resto de los envase la proximidad entre cuerpo y tapa no deberá ser en-
torpecida ni desplazada por un sobrellenado ya que la eficacia del cierre (ter-
mosellado o agrafado) dependerá de un correcto posicionamiento de ambos
elementos.
Estas agresiones también pueden afectar a elementos físicos que intervienen en la for-
mación del cierre (pestaña del cuerpo o a la de la tapa) u otros, como el debilitado, se-
llado (en tapas con Peel-Off) y anilla de fácil apertura, que pueden poner en peligro la
calidad del sertido y la integridad (hermeticidad) del producto final.
Como medidas preventivas, la correcta manipulación y trato del material, reducir al mí-
nimo la acumulación de envases inmóviles en cintas transportadoras, el empleo de guías
adecuadas para cada formato y el uso de pendientes suaves para evitar que los envases
se golpeen con violencia en las caídas, pueden ayudar a minimizar muchos de los pro-
blemas de oxidaciones, agresiones y alteraciones que pueden originarse por rozaduras
y golpes.
El reglaje del utillaje deberá ser controlado de forma periódica mediante exámenes vi-
suales del cierre y controles de hermeticidad cada vez que:
• se inicia la producción
• se detecten desviaciones en los parámetros del cierre;
• después de cada atasco de la cerradora
• al cambiar de material o espesor del cuerpo/tapa
• al cambiar de formato o altura del envase.
La cerradora correspondiente no podrá ser utilizada hasta que, tras el ajuste, se obtengan
resultados satisfactorios en todos los controles. Se deberán registrar todas las anomalías
detectadas con los correspondientes controles que garanticen la resolución del proble-
ma.32
31 sobre todo cuando se trabaja con salsas, escabeches o salmueras y al final de la producción.
32 Una costumbre frecuente y que hay que evitar, es la de no registrar un problema hasta que
éste ha sido solucionado. Si una cerradora está desajustada, se deberán guardar registros de los
controles, antes y después del ajuste; de esta forma nos queda documentada la resolución del
problema.
33 Ver anexo
Los envases destinados a semiconserva, aunque pueden no ser herméticos, deben ser
estancos34 a presión normal.
En este apartado, tres son los aspectos principales que se deberían controlar:
• las agresiones mecánicas sobre los envases,
• las agresiones químicas antes, durante y después de la esterilización,
• la formación, integridad y calidad del cierre,
Los envases y cierres deben protegerse de todos aquellos daños que puedan causar
defectos que probablemente afecten a la hermeticidad de los envases:
• En el caso de los envases metálicos, se debe tener cuidado con las agresiones
mecánicas que se producen a la salida de la lavadora, cuando los envases
que no van paletizados caen “a granel” sobre el carro/cesto o son manipu-
lados inadecuadamente por el operario cuando el llenado es manual (como
en el caso de formatos grandes). Aunque se aplican métodos para reducir
los daños producidos por esta caída, como el llenado en baños de agua, la
aplicación de cintas magnéticas o la colocación de elementos amortiguado-
res, siempre hay envases que se golpean originando rozaduras en el barniz,
abolladuras o incluso roturas en el debilitado (principalmente en la zona de
incisión de la anilla) cuando se trabaja con tapas de fácil apertura.
• Otra situación a controlar la tenemos después de la esterilización cuando
se produce un segundo lavado de los envases (o el único, en algunos
casos) y la lavadora se alimenta a partir de una “tolva” o cualquier otro
sistema de alimentación “a granel”. En estos casos también hay que tener
especial cuidado con las tapas de fácil apertura, ya que las anillas pueden
“engancharse” entre sí35 y provocar la perforación de la zona de incisión
con la consiguiente pérdida de hermeticidad y contaminación del pro-
ducto. Por ello es conveniente que se haga una correcta manipulación y
una revisión periódica de los envases a la salida de la lavadora durante el
llenado de los carros o cestos
Otra fuente de alteraciones que también puede afectar a la integridad de los envases,
son las agresiones químicas que pueden desencadenar corrosiones. Su origen puede
estar en:
Con objeto de garantizar la eficacia del envasado en las conservas, se deberán tomar
muestras de la producción a la salida de la cerradora y a intervalos regulares durante
el proceso36, para la realización de controles visuales y destructivos del cierre de los
envases:
1. Controles no destructivos:
1.1. Comprobación visual externa y táctil (para la localización de defectos),
1.2. Control de las dimensiones externas,
1.3. Control de la continuidad del termosellado
2. Controles destructivos:
2.1. Detección de fugas mediante pruebas de hermeticidad.
2.2. Prueba de vacío (tarros de vidrio).
2.3. Determinación de parámetros e indicadores de cierre.
a. Medición del cierre de seguridad, huella de la junta de PVC,
posición de las uñas, par de apertura.
b. “Desguace”. Las arrugas y otros defectos en envases metálicos,
sólo son visibles y evaluables mediante desguace.
c. Inspección directa de la proyección de una sección transversal
del cierre (Directiva 91/493/CEE).
Un experto en cierres examinará visualmente los cierres formados por cada cabezal de
la máquina cerradora. Además de la doble costura, se examinará el envase completo
por si hay fuga de producto o defectos evidentes. El examen visual se realizará en al
menos un envase por cada cabezal de la cerradora y se llevará a cabo con la suficiente
frecuencia como para asegurar un cierre adecuado; debiéndose realizar al menos cada
treinta minutos de funcionamiento continuo de la cerradora. El experto en cierres hará
exámenes visuales adicionales:
• al inicio de la producción;
• después de cada atasco de la máquina;
• después de cada ajuste de la cerradora;
• al cambiar de material, espesor del cuerpo/tapa o tamaño de los enva-
ses;
Un experto en cierres realizará exámenes destructivos de los cierres formados por cada
cabezal de la cerradora, con una frecuencia suficiente para garantizar un cierre adecuado.
Estos exámenes deberán hacerse con intervalos no superiores a cuatro horas (Orden
4/04/9544) de funcionamiento continuo de la cerradora y de cada vez se examinará, por
lo menos, un envase de cada cabezal de cierre.
Para llevar a cabo los exámenes destructivos en envase metálicos, lse recomienda
disponer de un equipo adecuado que permita examinar los cortes transversales de las
juntas de los envases cerrados.
Las medidas del cierre que contribuyen a determinar si el solape y el grado de apriete
serán suficientes para garantizar que el compuesto de cierre está comprimido y permita
la hermeticidad, son conocidos como “factores de integridad”:
• % de solape:
A modo orientativo, el mínimo aceptable debe de ser un 45%45
• % de penetración del gancho del cuerpo:
La experiencia ha demostrado que se requiere un valor del 70% para
asegurar un cierre hermético en conservas.
• % de compacidad:
En los envases redondos debe de estar comprendido entre el 75% y el
90%. Para los envases de forma, es admisible un valor mínimo del 60%46
También se llevará a cabo un examen destructivo del extremo (fondo) de los envases de
tres piezas en, al menos, un envase seleccionado de cada máquina de cierre durante cada
período de examen, excepto cuando se hagan exámenes destructivos en los envases
vacíos a su llegada.
La detección de fugas (hermeticidad) se puede realizar sobre envases vacíos o sobre envases
llenos. El sistema más conocido se puede utilizar a pie de línea sobre envases vacíos y consiste
en la utilización de aire a presión. Como regla general, para un envase metálico, debemos
aplicar una presión que permita su deformación reversible. Algunas recomendaciones
documentan que no se deben mostrar pérdidas de aire por debajo de los 69 Kpa48. Si un
envase presenta fugas por debajo de este valor, se pone remanifiesto la existencia de un
defecto “serio”. Los envases “no redondos” o con tapas de fácil apertura, no deben mostrar
pérdidas de aire por debajo de los 48 Kpa49. Otro sistema, el método de Lefebvre50, que se
puede emplear indistintamente para el análisis de cierres en envases llenos o vacíos, ha sido
adoptado por la Nacional Canners Association de EE.UU. El vacío aplicado en este caso, se
incrementa hasta alcanzar valores entre 15 / 25 in.Hg51 (380 / 630 mm.Hg).
Cuando se trabaja con semiconservas, no se precisa que los envases sean herméticos;
basta con que sean impermeables al agua a presión normal (estancos). Para comprobar
la estanqueidad de estos envases, se les añade agua en su interior, se cierran y se colocan
en posición invertida sobre papel de filtro durante 5 minutos a fin de detectar posibles
fugas del líquido interior.
Para medir y evaluar la eficacia del cierre, se pueden usar controles destructivos y no
destructivos:
1. Controles No destructivos:
a. Control del espacio de cabeza: (anteriores al cierre)
b. Planicidad de la boca del tarro: (anteriores al cierre)
c. Concavidad del botón: (posteriores al cierre)
d. Enganche: (posteriores al cierre)
2. Controles destructivos:
a. Cierre de seguridad: (posteriores al cierre)
b. Par de apertura: (posteriores al cierre)
c. Inspección de la junta de PVC de la tapa: (posteriores al cierre)
d. Medida del grado de vacío (vacuómetro): (posteriores al cierre)
El valor de vacío tras el cierre es específico para cada tipo de cápsula (ver
especificaciones fabricante) y proceso. De manera general se recomienda
un vacío a la salida de la cerradora de 25 - 30 mm Hg mínimo, para un
tarro que debe ser esterilizado. La temperatura mínima del producto en el
interior del envase, a la salida de la cerradora, debería de ser de 70ºC.
• Cierre de seguridad.
Es la distancia entre la posición de la tapa tal y como está aplicada y la que
ocupa tras su apertura y un nuevo cerrado posterior (re-aplicación) con
una simple presión ligera de los dedos.
• Par de apertura
Es una medida del esfuerzo que es necesario aplicar para abrir el tarro.
Si se hacen mediciones de los pares de apertura (torquímetro), se reco-
mienda que se realicen después de 24 horas, cuando el envase esté com-
pletamente frío y estabilizado.
Cualquier tendencia hacia valores más bajos de vacío, temperaturas más bajas de llenado
de producto o un espacio de cabeza pequeño llevarán a un aumento de la presión in-
terna generada en el interior de los envasados y a un peligro mayor del desplazamiento
de la tapa durante el proceso. Para asegurar la integridad del envasado durante el trata-
miento térmico y en el comienzo de la fase de enfriamiento, la presión externa del auto-
clave sobre el envase debe mantenerse a un nivel más alto que la presión generada en el
interior del envase. Esto previene el movimiento de la tapa (retroceso) y alteraciones de
la junta de PVC a lo largo de la superficie de cierre, ablandado por las altas temperaturas
durante el proceso.
Para reducir el riesgo de choque térmico en los tarros de cristal, la temperatura del agua
introducida en el autoclave no deberá ser significantemente más alta que la temperatura
de llenado del producto.
Al menos, cada 15 minutos se debería realizar un control visual de los envases para com-
probar si la aplicación de la tapa es correcta y cada hora se deberían registrar los siguien-
tes parámetros:
NIVEL IV - Almacenamiento
Los envases ya procesados no deberán manejarse con las manos cuando aún se encuen-
tren húmedos debido al riesgo existente de contaminación microbiológica (principal-
mente al tratarse de conservas de baja acidez: pH ≥ 4,6). Los envases metálicos pueden
mostrar micro filtraciones a través del doble cierre mientras se están enfriando.
Las tapas y cápsulas de los tarros están fabricadas principalmente a partir de hojalata y
tienen un filo de corte (borde) de metal desnudo con el potencial de oxidarse. Aunque
se tiene cuidado durante el proceso de fabricación para proteger este filo de corte en
el interior del rizo de la tapa, la humedad atrapada durante el llenado y esterilización
puede representar un riesgo de oxidación. Es importante que se sequen los envases para
eliminar la humedad atrapada entre la tapa y el cuello del envase de vidrio.
A modo de autocontrol y para evaluar la integridad final del envase, el envasador puede
establecer un plan de muestreo de una periodicidad determinada, siguiendo las directri-
ces del “Protocolo de Inspección Visual” desarrollado conjuntamente por los ministerios
de Sanidad, Pesca y Océanos y el de agricultura y Alimentación de Canadá52. En este
“Protocolo” se establece un procedimiento para el control de alimentos de baja acidez
o no acidificados envasados en recipientes herméticos, con objeto de garantizar que no
son puestos en el mercado lotes de productos con defectos “críticos”. El tamaño de la
muestra es de 200 envases para la inspección (5 envases de cada una de 40 cajas distintas
ubicadas en distintos lugares del lote) y 1250 para la reinspección. El número de acepta-
ción es de 0 defectos críticos.
52 “El control de envases metálicos para conservas de baja acidez en Canadá” SOIVRE, 1997 ó
http://www.hc-sc.gc.ca/food-aliment/english/publications/food_regulatory/visual_inspection_
protocol,html
“Los materiales en contacto con los alimentos deben ser seguros y no deberán transfe-
rir componentes a los alimentos en cantidades inaceptables”; la transferencia de estos
componentes, desde los materiales a los alimentos, se conoce como migración. Para
asegurar la protección de la salud del consumidor y para evitar cualquier contaminación
de los productos alimenticios, se han establecido dos límites de migración en los ma-
teriales plásticos:
El principio básico del presente Reglamento mantiene la política de que cualquier ma-
terial u objeto destinado a entrar en contacto directa o indirectamente con alimentos,
ha de ser lo suficientemente inerte como para evitar que se transfieran sustancias (a
los alimentos) en cantidades lo suficientemente grandes como para poner en peligro
la salud humana, o para ocasionar una modificación inaceptable de la composición
de los productos alimenticios o una alteración de las características organolépticas de
éstos. A mayores, aumenta las exigencias sobre la pureza de los materiales, contempla
el requisito de trazabilidad y establece las bases para el uso de materiales activos e
inteligentes.
Los nuevos materiales para el contacto con alimentos (activos e inteligentes) aunque no
son inertes por su diseño, son incluidos en el ámbito de aplicación del presente Regla-
mento así como los requisitos especiales para su uso. El Reglamento anuncia la publica-
ción de una directiva específica sobre materiales inteligentes y exige que su uso no se
preste a engaño al consumidor.
La lista de grupos de materiales y objetos para los que pueden establecerse medidas
(Directivas) específicas son:
Así mismo, el artículo 16 establece que las medidas específicas exigirán que los materia-
les y objetos a que se refieran estén acompañados de una declaración por escrito que
certifique su conformidad con las normas que les sean aplicables, para lo cual deberán
aportar la documentación apropiada para demostrar dicha conformidad. Dicha docu-
mentación se pondrá a disposición de las autoridades si éstas así lo solicitan.
Normativa General
o Artículo 2.04.01: todo material que tenga contacto con los alimentos,
deberá reunir las condiciones siguientes: (derogado por Real Decreto
397/1990)
Estar fabricado con materias primas autorizadas en este
Código.
No transmitir a los alimentos, sustancias tóxicas o que
puedan contaminarlos
No ceder sustancia alguna ajena a la composición normal
del alimento o que aun siéndolo, exceda del contenido
autorizado en los mismos.
No alterar las características de composición, y los caracteres
organolépticos de los alimentos.
Normativa Comunitaria
Normativa Comunitaria
• Directiva 78/142/CEE (Límites para el cloruro de vinilo monómero (CVM))
• Directiva 80/766/CEE (Análisis del cloruro de vinilo monómero en plásticos)
• Directiva 81/432/CEE (Análisis del cloruro de vinilo monómero en alimentos)
• Directiva 82/711/CEE (Reglas generales para los ensayos de migración)
• Directiva 85/572/CEE (Simulantes para los ensayos de migración)
• Directiva 90/128/CEE (Plásticos. Lista de monómeros)
• Directiva 92/39/CEE (Lista de monómeros. 1ª modificación de la D.90/128/CEE)
% SOLAPE *
((Gancho cuerpo + Gancho tapa + Espesor tapa - Altura cierre) / (Altura cierre - (2 x
espesor tapa + espesor cuerpo))) x 100
((Gancho del cuerpo - 1,1 x Espesor del cuerpo) / (Altura del cierre - (2,2 x Espesor
tapa + 1,1 x Espesor cuerpo))) x 100
% COMPACIDAD
((3 x espesor de la tapa + 2 x espesor del cuerpo) / espesor del cierre) x 100
* Con las dos primeras fórmulas, cuando en el cierre hay un “GAP”, se produce
una infraestima en los cálculos (por incremento del denominador)
Arrugas (% apriete)
Al igual que la compacidad, son un indicador del grado de apriete del cierre.
A
B
1. INSPECCIÓN VISUAL
2. MEDIDAS EXTERIORES
Se efectúan en los 4-8 puntos de la periferia del cierre que han sido marcados en la
etapa anterior, anotando en la ficha de toma de datos las medidas que corresponden
a cada uno de dichos puntos.
3. Profundidad de cubeta
La profundidad de cubeta debe ser superior a la longitud de cierre (entre 0,13
y 0,25 mm mayor). Se debe procurar que el valor de la profundidad de cubeta
no varíe en más de 0,13 mm a lo largo del cierre.
4. Espesor de hojas
Tras vaciar el contenido del envase si éste tiene producto, se realiza un doble
corte en el cierre y a lo largo del cuerpo y la tapa (con tijeras corta-chapa o con
sierra de doble corte), extrayendo la sección obtenida, que será utilizada para
medir el espesor de fondos y cuerpo.
Para tomar estas medidas se emplea un micrómetro, a ser posible digital (si no
dispusiésemos de él, se toman los datos de espesor descritos en la ficha técnica
de los envases y tapas). Debe comprobase en varios puntos para verificar su
exactitud, aunque es muy poco habitual que existan diferencias; estos puntos
deben estar alejados del cierre, costura lateral, cordones laterales del cuerpo,
anillos de expansión de los fondos, etc.
Cuando los envases a evaluar contienen producto, se debe eliminar este y lavar
su interior antes de realizar el desguace/seccionado, e incluso antes de medir los
espesores de hojas descritos en el punto anterior. Para ello:
o Una vez vaciado el contenido, se lava con abundante agua y jabón para
eliminar los restos de producto y se hierve en un recipiente con agua jabonosa
4. MEDIDAS INTERIORES
Se efectúan en los 4-8 puntos de corte de la periferia del cierre que han sido marca-
dos anteriormente, anotando en la ficha de toma de datos las medidas que corres-
ponden a cada uno de los puntos (o bien introduciendo los datos de cada punto en
la computadora del proyector de cierres).
En los equipos más modernos se marcan con el ratón sobre la imagen de la sección
transversal, los puntos de control y el equipo ya realiza las medidas directamente.
Si el equipo dispone de medición automática ya puede identificar esos puntos. Lo
habitual es marcar 7 puntos de control en cada uno de las 4-8 secciones de corte.
Procedimientos analíticos:
Recubrimientos sanitarios y hermeticidad
1. OBJETO
2. MATERIAL
o Algodón.
o Acetona, Metil-etil-cetona, Cloroformo o éter
3. ENSAYO
4. RESULTADOS
o Expresar los resultados en g/m2 y comparar con las especificaciones de la
ficha técnica del metalgráfico.
o Tomar el valor medio de varias muestras.
1. OBJETO
2. MATERIAL
3. ENSAYO
o Se limpian bien las piezas eliminando los restos de grasa que puedan
tener.
o Se introducen las piezas en el bote y se añade la solución simulante hasta
llegar a 0,5 cm. del borde superior del bote. Las piezas deben de quedar
cubiertas sobradamente.
o Se cierra el bote y se introduce en el autoclave. Ajustar el tiempo y la tem-
peratura deseada: Preferiblemente, se emplearán condiciones extremas
como 1210C durante 90 min.
o Una vez terminado el ensayo, se despresuriza el autoclave y se dejan en-
friar los recipientes. (Para las pruebas que se realizan en recipientes total-
mente herméticos, NO ABRIR LOS BOTES mientras estén calientes).
o Se vacían los recipientes y se secan las muestras.
4. RESULTADOS
1. OBJETO
o Los envases se someterán a condiciones de esterilización análogas al
tratamiento de las conservas.
o El ensayo permitirá estimar la resistencia (o eficacia de enmascaramiento)
del recubrimiento interior frente a los procesos de sulfuración.
2. MATERIAL
o Envases, tapas o en su defecto probetas, con el recubrimiento a estu-
diar.
o Autoclave.
o Solución simulante53 (medio sulfuroso): Clorhidrato de Cisteína al 30/00
(p/v) en agua (se pueden utilizar otros reactivo con diferentes capacida-
des de sulfuración).
3. ENSAYO
o Se limpian bien las piezas eliminando los restos de grasa que puedan
tener.
o Se introducen las piezas en el bote y se añade la solución simulante hasta
llegar a 0,5 cm. del borde superior del bote. Las piezas deben de quedar
cubiertas sobradamente.
o Se cierra el bote y se introduce en el autoclave. Ajustar el tiempo y la tem-
peratura deseada: Preferiblemente, se emplearán condiciones extremas
como 1210C durante 90 min.
o Una vez terminado el ensayo, se despresuriza el autoclave y se dejan en-
friar los recipientes. (Para las pruebas que se realizan en recipientes total-
mente herméticos, NO ABRIR LOS BOTES mientras estén calientes).
o Se vacían los recipientes y se secan las muestras.
53 Si no se puede disponer de este reactivo, se puede preparar una solución simulante añadiendo
210 g de guisantes acondicionados (cocidos durante 5 minutos y escurridos) a un litro de solución
de BRINE (1litro de agua destilada / 50 g azúcar / 12,5 g de ClNa) previamente calentada a 95 ºC.
4. RESULTADOS
Se puede constatar la presencia de cambios de brillo y de color, ampollas, des-
conchamientos, adherencia, etc... Sin embargo lo más adecuado, sería evaluar
la cantidad formada de SnS bajo película.
1. OBJETO
o Los envases se someterán a condiciones de esterilización análogas al
tratamiento de las conservas.
o El ensayo permitirá estimar la resistencia del recubrimiento exterior /
interior
2. MATERIAL
o Envases, tapas o en su defecto probetas, con el recubrimiento a estudiar.
o Autoclave.
o Solución simulante:
3. ENSAYO
o Se limpian bien las piezas eliminando los restos de grasa que puedan
tener.
o Se introducen las piezas en el bote y se añade la solución simulante hasta
llegar a 0,5 cm. del borde superior del bote. Las piezas deben de quedar
cubiertas sobradamente.
o Se cierra el bote y se introduce en el autoclave. Ajustar el tiempo y la tem-
peratura deseada: Preferiblemente, se emplearán condiciones extremas
como 1210C durante 90 min.
o Una vez terminado el ensayo, se despresuriza el autoclave y se dejan en-
friar los recipientes. (Para las pruebas que se realizan en recipientes total-
mente herméticos, NO ABRIR LOS BOTES mientras estén calientes).
o Se vacían los recipientes y se secan las muestras.
4. RESULTADOS
o Constatar cambios de brillo y color, presencia de ampollas, desconcha-
mientos, modificaciones en la adherencia, etc...
o Los resultados se pueden expresar según la siguiente escala: (fuente ICI
Paints)
i. Grado 1: Sin ampollas, desconchados, pérdidas de adhe-
rencia o cambio de color o brillo
ESTERILIZACIÓN
1. OBJETO
o Los envases se someterán a condiciones de esterilización análogas al
tratamiento de las conservas.
o El ensayo permitirá estimar la resistencia del recubrimiento exterior a las
condiciones de esterilización (vapor / agua)
2. MATERIAL
o Envases, tapas o en su defecto probetas, con el recubrimiento a estudiar.
o Autoclave.
3. ENSAYO
o Se limpian bien las piezas eliminando los restos de grasa que puedan
tener.
o Se introducen las piezas en el autoclave y se ajusta el tiempo y la tempera-
tura deseada: Preferiblemente se emplearán condiciones extremas como
1210C durante 90 min.
o Una vez terminado el ensayo, se despresuriza el autoclave, se retiran las
muestras y se secan.
4. RESULTADOS
o Constatar cambios de brillo y color: Si el recubrimiento de barniz no pre-
senta una polimerización adecuada (por problemas de tiempo o tempe-
ratura durante su curado), se puede producir una absorción de humedad
por parte del mismo, apareciendo decoloraciones y pérdida de brillo en
la superficie de las muestras54
54 Estas decoloraciones son reversibles tras la aplicación de una fuente de calor “seco” como puede
ser una llama de mechero. Se recupera la coloración inicial al eliminarse el agua.
1. OBJETO
o El ensayo permitirá conocer la porosidad de una película (discontinuidades
en el recubrimiento, como poros, golpes, ralladuras, etc.), mediante la
corrosión que ejerce una solución ácida de sulfato de cobre sobre las
zonas metálicas que quedan expuestas a través de los poros o faltas del
barniz (deposición de cobre)
o La porosidad cuando se emplea el envase para contener productos
especialmente agresivos debe ser nula (estos envases suelen llevar doble
aplicación de barniz).
2. MATERIAL
o Envases, tapas o en su defecto probetas, con el recubrimiento a estu-
diar.
o Solución ácida de sulfato de cobre (CuSO4 5H2O):
3. ENSAYO
o Se limpian bien las piezas eliminando los restos de grasa que puedan
tener.
o Se sumergen55 las muestras a ensayar en la solución ácida de sulfato de
cobre durante 3 minutos
o Se extraen y se dejan secar sobre papel secante
4. RESULTADOS56
o Examen visual: Las discontinuidades en la película de barniz (poros, fi-
suras, etc..), se ponen de manifiesto por la aparición de deposiciones de
cobre en las zonas que no están barnizadas. Los resultados se cuantifican
en función del número de poros por unidad de superficie (poros/cm2). Es
importante valorar el tamaño de los poros.
55 para una comprobación rápida, se puede frotar la zona a ensayar, con un algodón empapado
en la solución ácida de sulfato de cobre.
56 ensayo cualitativo. Existe un método para cuantificar la porosidad de un recubrimiento de
barniz, que consiste en la aplicación de una corriente sobre la muestra a estudiar, mediante un
equipo tipo ENAMEL RATER (KUHNKE) (excepto para el aluminio)
1. OBJETO
o Establecer un método para determinar la adherencia al soporte de
películas secas de recubrimiento.
o Determinar la adherencia al soporte de películas secas y esterilizadas de
recubrimiento.
2. MATERIAL
o Instrumento de corte57 con punta aguda o cuchilla
o Cinta adhesiva58 SCOTH 3M 610
3. ENSAYO
o Si las placas barnizadas y curadas han sido esterilizadas, se dejan enfriar y
se secan con un paño.
o Se marca la placa barnizada y curada, con una serie de rayas paralelas y
perpendiculares, distantes aproximadamente 1 mm (cuando el espesor de
la película seca sea inferior a 60 micras) o 2 mm (para películas de espesor
superior), usando el instrumento de corte.
o De esta manera obtenemos una cuadrícula cuyas marcas deben de atra-
vesar completamente el recubrimiento.
o Se aplica a presión una cinta adhesiva transparente sobre la superficie de
la cuadrícula, procurando que no queden bolsas de aire.
o Se arranca la cinta mediante un golpe seco y se cepilla la zona ensayada
con una brocha de pelo suave, cinco veces en cada sentido de cada dia-
gonal de la cuadrícula..
o Estudiar la adherencia.
4. RESULTADOS
o Los resultados se gradúan numéricamente de la siguiente manera:
HERMETICIDAD ENVASES
1. OBJETO
o Este método se aplica como control de hermeticidad en envases metálicos
cerrados y sin producto.
o Además del cierre, permite controlar cualquier otra superficie del
envase.
o Consiste en sumergir parte (o la totalidad) del envase en un depósito con
agua (o agua jabonosa) y aplicar en su interior aire a presión, regulada
por manómetro.
o No se aconseja utilizar este método con envases llenos, ya que restos de
producto, pueden taponar una posible fuga durante la aplicación de aire
a presión, dando falsos negativos.
2. MATERIAL
o Fuente de aire a presión (compresor, etc).
o Envase a estudiar.
o Cánula o tubo (para conectar el compresor con el equipo de hermetici-
dad).
o Equipo hermeticidad (manómetro con zona de perforación y junta es-
tanqueidad)
3. ENSAYO
o Limpiar la zona del envase donde se va a “pinchar” el manómetro. Pinchar
siempre, en la cara opuesta al cierre o zona que nos interesa comprobar.
o Pinchar el envase y enroscarlo hasta que la junta de goma del manómetro
haga un sellado ± hermético.
o Sumergir el envase con la zona que queremos comprobar, en un depósito
con agua o con agua jabonosa si se quiere facilitar la formación de burbu-
jas. Basta con sumergirla 2 cm. bajo la superficie.
o Introducir lentamente aire a presión, pero sólo hasta alcanzar una defor-
mación reversible del envase59; no pasar del límite de reversibilidad. Con
el manómetro se controla la presión ejercida hasta que comienza la de-
59 Los envases no deben mostrar pérdidas de aire por debajo de los 69 Kpa (10 psig; 0,69 bares;
0,681 atmósferas). Si un envase presenta fugas por debajo de este valor, se pone de manifiesto la
existencia de un defecto “serio”. Los envases “no redondos” o con tapas de fácil apertura, no deben
mostrar pérdidas de aire por debajo de los 48 Kpa (7 psig; 0,48 bares; 0,47 atmósferas): Metal Can
Defects. Canadian Food Inspection Agency
4. RESULTADOS
o Si el cierre presenta zonas que comprometen la hermeticidad del mismo
(como pueden ser poros o cualquier otro defecto grave), se produce un
burbujeo continuo (de mayor o menor frecuencia) debido a la salida del
aire a través del cierre.
o Por lo tanto:
• Ausencia de burbujas: Cierre hermético.
• Presencia continuada60 de burbujas: Cierre no hermético.
60 Es posible que al inicio del ensayo, se observe un débil escape de pequeñas burbujas que cesa
a los pocos segundos. Esto es debido al aire retenido en el interior del cierre por la goma de la tapa.
Suele ocurrir sobre todo cuando el envase no ha sido esterilizado, ya que el cierre en su interior
puede presentar zonas o huecos, que no van a ser ocupados por la goma de la tapa hasta que ésta
se redistribuya durante el tratamiento térmico.
1. OBJETO
o Este método se aplica como control de hermeticidad en envases metálicos
cerrados con o sin producto.
2. MATERIAL
o Bomba de vacío y accesorios: Placa de cristal y juntas de caucho u otro
material similar
o Tijeras corta-chapa
o Envase a estudiar.
3. ENSAYO
o El primer paso consiste en perforar y retirar el fondo contrario al cierre
cuya integridad queremos examinar. Esta operación se realizará con unas
tijeras corta-chapa con las que se retirará una sección lo suficientemente
grande como para que nos permita vaciar el contenido (en el supuesto de
que el envase esté lleno) y ver el interior del envase
o Una vez vaciado el contenido, se lava con abundante agua y jabón para
eliminar los restos de producto y se hierve en un recipiente con agua
jabonosa durante al menos 60 minutos. Pasado ese tiempo, se enjuaga
con abundante agua para eliminar bien los restos orgánicos que puedan
quedar y se seca (si fuese necesario, se puede usar un baño de ultrasonidos
para eliminar pequeños restos que pudieran haber quedado atrapados en
la zona de cierre). Si se trata de un envase sin producto, no es necesario
realizar las operaciones anteriormente reseñadas.
o Una vez que la muestra está seca, se le añade agua hasta que el fondo del
envase quede cubierto por ésta (aproximadamente 1 cm de columna de
agua).
4. RESULTADOS
o Si el cierre presenta zonas que comprometen la hermeticidad del mismo
(como pueden ser poros o cualquier otro defecto grave), se produce un
burbujeo continuo (de mayor o menor frecuencia) debido a la entrada del
aire a través del cierre.
o Por lo tanto:
• Ausencia de burbujas: Cierre hermético.
• Presencia continuada62 de burbujas: Cierre no hermético.
61 Bacteriological Analytical Manual (BAM): Examination of Metal Containers for Integrity. FDA/
CFSAM
62 Es posible que al inicio del ensayo, se observe un débil escape de pequeñas burbujas que cesa
a los pocos segundos. Esto es debido al aire retenido en el interior del cierre por la goma de la tapa.
Suele ocurrir sobre todo cuando el envase no ha sido esterilizado, ya que el cierre en su interior
puede presentar zonas o huecos, que no van a ser ocupados por la goma de la tapa hasta que ésta
se redistribuya durante el tratamiento térmico.
Existen distintas estrategias de control, pero en todas ellas habrá que tener en cuenta las
siguientes consideraciones:
1. OBJETO.
Establecer el sistema que asegure el control del vidrio desde el momento que se recep-
ciona en las instalaciones de almacén, hasta que el producto sale fuera de la fábrica.
2. ALCANCE.
La totalidad de personas que trabajan en el departamento de calidad, en almacén y salas
de preparación, envasado y expedición, los encargados, responsables y todas aquellas
personas que por su función deban estar en contacto con el vidrio en algún momento
del proceso o sean responsables de dichas áreas.
3. RESPONSABILIDAD Y AUTORIDAD.
Es responsabilidad del Departamento de Calidad:
Evaluar los proveedores de vidrio
Registrar reclamaciones derivadas de roturas detectadas en la recepción o
bien, durante el proceso de envasado.
Evaluar las partidas recepcionadas
• Responsabilidades:
• Departamento de Almacén
• Departamento de Producción
• Departamento de Calidad
• Registros:
• Impreso “ficha de recepción de envases”, donde se debe comprobar el
loteado de los envases (muy importante para conservar la trazabilidad)
Procedimiento:
Se rellenará una hoja de recepción de materias primas en la que se anotará cualquier in-
cidencia producida durante la descarga e inspección. El departamento de calidad tendrá
que analizar las causas de las incidencias en caso de producirse, así como disponer las
medidas de control para eliminar o minimizar el problema, y registrar el procedimiento
de como hacerlo.
• Responsabilidades:
• Departamento de Almacén
• Departamento de Producción
• Registros:
• Impreso “ficha de transferencia de vidrio”.
Procedimiento:
Además el departamento de calidad, igual que en el paso anterior, tendrá que analizar
las causas de las incidencias en caso de producirse, así como disponer las medidas de
control para eliminar o minimizar el problema, y registrar el procedimiento de como
hacerlo.
• Registros:
• Impreso “ficha de incidencias vidrio en sala”
En el caso de detectar una rotura antes de incorporación a la línea se debe retirar el palet
de la sala y ubicarlo en un lugar aislado del resto. Se debe entregar la codificación del
palet (etiqueta identificativa) defectuoso al RCCH que informará al Departamento de
Calidad para que proceda a efectuar una no conformidad al proveedor.