Contabilidad y estructura de estados financieros

Emprender y Ordenar la Casa: El secreto no sólo está en el sabor de las tortas

Emprender y Ordenar la Casa: El secreto no sólo está en el

sabor de las tortas
Una joven repostera ha decidido emprender en un negocio independiente. Sin embargo, muy rápidamente se da
cuenta de que no basta con elaborar lindas tortas, sino que, para sostener su empresa y su sueño, es fundamental
tener conocimientos básicos de contabilidad.

Claudia es una mujer que se dedica principalmente a las labores del hogar y al cuidado de sus
hijos. Recientemente renunció a su trabajo en un restaurante, pues, aunque recibía un salario cumplidamente,
éste a duras penas le alcanzaba para pagar a alguien más el cuidado de sus hijos. Desde hace mucho tiempo ha
pensado en realizar otras actividades, pero no ha tenido la posibilidad de hacerlo.
Conversando con Patricia, una de sus vecinas y gran amiga, se enteró que en su municipio estaban impulsando
un programa para emprendedores, basado en una ayuda financiera y acompañamiento del gobierno para que las
personas que se dedican al hogar puedan desarrollar una actividad en su misma casa, conciliando el cuidado de
sus hijos con la realización de una actividad remunerada.
Dentro de los pocos requisitos para acceder a este programa se encontraba el hecho de que el postulante debía
acreditar tener conocimiento sobre la actividad a realizar y demostrar en qué sería invertido el dinero. Claudia, a lo
largo de su vida, había tomado varios cursos de pastelería y repostería ofrecidos por el SENA, sin embargo, no
había tenido la oportunidad de desarrollar esta habilidad formalmente.

Primeros pasos
Claudia sabía que tenía el conocimiento básico sobre repostería, sin embargo, no poseía mucha experiencia en
otras materias como, por ejemplo, el hecho de mantener financieramente una empresa, y temía no ser capaz de
aprovechar aquella oportunidad que le llegaba como anillo al dedo. Sin embargo, decidida, Claudia aplicó y fue
beneficiaria de este programa. Recibió en calidad de préstamo, sin intereses por 3 años, la suma de 500
mil pesos, los cuales necesitaba para comprar un horno de panadería.

El horno tenía un valor de 650 mil pesos, y para poderlo pagar, Claudia disponía de
150 mil pesos que había ahorrado de su último trabajo, los cuales aportó como base
para su nuevo negocio.

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Es momento de tomar una foto. Desde el punto de vista de los recursos (activos) y financiación
(pasivo y patrimonio), ¿cómo luciría la foto de este día, justo antes de poner en marcha el
negocio?

Activos Pasivos Patrimonio

Horno de panadería 650 mil Préstamo programa emprendedores 500 mil Aportes de capital 150 mil

Un día, mientas conversaba con Paola, otra de sus vecinas, ésta con ánimos de motivar a Claudia en su
emprendimiento, le encargó dos tortas para el cumpleaños de su hijo menor. Claudia se entusiasmó de inmediato
con la idea. ¡Serían las primeras tortas de su nuevo negocio! Y quizás esta era la ocasión que necesitaba para
comprobar que lo aprendido aún estaba fresco y que ella era capaz de llevar adelante esta actividad. Era la
ocasión perfecta para comenzar poco a poco a poner en marcha su nuevo negocio.

Manos en la masa
Luego de acordar el precio con Paola, Claudia fue al supermercado a comprar lo que necesitaba para las tortas.
Ya no contaba con dinero en efectivo, dado que había usado todos sus ahorros para la inversión en el horno,
razón por la cual pensó en utilizar su tarjeta de crédito personal para pagar.
Estando en el supermercado, y dado que usaría su tarjeta de crédito, Claudia aprovechó para comprar algunas
cosas para su casa, así como los insumos para su emprendimiento.
El total de la cuenta fue de 100 mil pesos, de los cuales 55 mil pesos correspondieron a artículos de consumo
propio y 45 mil pesos para la compra de los materiales de las tortas.

Desde lo que hemos aprendido, aquí hay un evidente riesgo de no seguir la convención de
entidad.

Emocionada, inició la preparación de las tortas. Aún inexperta para medir, se dio cuenta de que algunos
materiales no le alcanzaban, pero rápidamente los sacó de la despensa de su casa (sin dejar este cambio
registrado en ninguna parte) y luego de hornear por algunas horas, logró preparar sus primeras tres (3) tortas
completas. ¡Quedaron perfectas!
Claudia le entregó sus dos tortas a Paola, quien le pagó 50 mil pesos al momento de la entrega y prometió pagar
los 70 mil restantes la semana siguiente. La torta que no tenía considerada en esa venta, la dividió en 15
porciones y se las entregó a Don Luis, dueño del almacén del barrio, para que vendiera cada porción a 5 mil
pesos: 4 mil pesos para Claudia y mil pesos para Don Luis. Sin embargo, si pasaba el tiempo y Don Luis no las
vendía, pues ya no estarían frescas, entonces se las devolvería a Claudia.
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Éxito total
El cumpleaños del hijo de Paola se realizó con la asistencia de varios vecinos, quienes quedaron encantados de
inmediato con el sabor de las tortas de Claudia. Con esta experiencia, la emprendedora se sintió más segura del
posible éxito de sus tortas, pero existía un tema que la seguía dejando intranquila: sabía que sus conocimientos
sobre contabilidad y administración eran escasos y creía que, con mayores herramientas en ese plano, podría
haber sacado mejor provecho de la venta de sus tortas.

La Reunión
Claudia se reunió con Juan, un amigo contador que vivía en el barrio, y sostuvieron una agradable conversación.
Claudia le preguntó a Juan cómo podía saber si hizo bien o mal el negocio. Él le indicó que debía tomar en cuenta
todas las ventas efectuadas y todos los gastos incurridos. Haciendo cuentas, Claudia sabía que había logrado
vender tres tortas, sin embargo, le habían pagado solo una parte y la restante la recibiría la semana siguiente.
Con esa información, Juan le indicó a su amiga y vecina que desde el punto de vista contable había ocurrido lo
siguiente:
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Hasta aquí todo iba bien, sin embargo, Claudia cometió un grave error al momento de llevar a cabo la
contabilidad de su reciente empresa, ya que aquellos materiales que sacó de la despensa no tenían un valor
exacto, no fue comprado ni registrado en sus apuntes. Esto significaría un desconocimiento de los valores y un
desorden durante todo el proceso contable, ya que aquellos números de valor desconocido no podían ser
analizados.

Juan, a pesar del error de Claudia, valoró mucho los antecedentes aportados por la joven emprendedora,
indicándole que el factor crítico de éxito es justamente ser ordenado y llevar detalladamente registro de todo lo
que se compra, utiliza y vende, ya sea pagado o por cobrar.

Es momento de tomar una foto. Desde el punto de vista de los recursos (activos) y financiación
(pasivo y patrimonio), ¿cómo luciría la foto de este día, justo antes de volver a comprar más
insumos para continuar su negocio?

Activos Pasivos Patrimonio

Caja 50 mil Préstamo programa 500 Aportes de 150

emprendedores mil capital mil

Cuentas por cobrar 70 mil Tarjeta de crédito 40 mil Utilidades 90 mil

Inventario de tortas (las 15 15 mil

porciones)

Horno de panadería 650

mil

Así, Claudia comenzó a pensar que un computador sería de gran ayuda para llevar en forma efectiva su
contabilidad, pero Juan le comentó que, si bien un computador puede ser de ayuda para el registro, esto no
cambiaría la información resultante si no se tenían en cuenta los aspectos fundamentales de la contabilidad: ética
financiera, estándares contables y financieros, principios de medición y convenciones.
También recalcó que la contabilidad refleja hechos ciertos, por ejemplo, el inventario de las 15 porciones de torta
“se puede” vender por 4mil la unidad, pero hasta que no se venda, este valor es hipotético, no es un hecho cierto
aún.
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Como conclusión de todo lo conversado con Juan, Claudia se dio cuenta de que para
que una empresa sea responsable con su contabilidad es fundamental llevar el
registro escrito de los materiales que adquiere, el dinero que la empresa tiene y lo
que le deben los clientes, y especialmente separar claramente las cuentas del
negocio con los gastos personales; y soportar todo con documentos válidos.

Claudia también empezó a aprender a preparar su Estado de Resultados, para poder llevar registro de sus
ingresos, costos y gastos, y poder determinar las utilidades de su emprendimiento (es decir, sus posibles
ganancias o pérdidas).

Es momento de ver el video

Costo de los bienes vendidos (las tortas)

+ Costo de la transformación (en este caso asociado al valor de compra de insumos) 45 mil

- Costo del inventario final de tortas (en este caso la que se entregó a Don Luis) 15 mil

= Costo de los bienes que se vendieron (en este caso 2 tortas) 30 mil

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Resultados de la empresa

Ingresos por ventas 120 mil

Costo de los bienes vendidos 30 mil

Utilidades 90 mil

De esta forma y con esta nueva experiencia, Claudia aprendió mucho más que tan sólo crear nuevos tipos de
pasteles y desarrollar su talento como repostera. Conoció los términos básicos del manejo financiero de una
empresa, lo que constituye una herramienta fundamental para sacar adelante un emprendimiento y hacerlo
prosperar.
Así, el interés por conocer más sobre contabilidad creció en la joven repostera, quien invitó a Juan a comer
cupcackes a su casa como agradecimiento por su ayuda y le pidió profundizar más en la técnica de la
contabilidad con clases formales, a lo que su amigo accedió con gusto. De esta forma, gracias a su interés,
curiosidad y ganas de aprender, Claudia se estaba convirtiendo en una de las empresarias más talentosas y
exitosas en su barrio.

Pregunta

¿Qué otro consejo sobre contabilidad le darías a Claudia para mantener su negocio a flote? ¿Ocurrieron en
esta historia otros eventos económicos que no se registraron?