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DOCENCIA Y TUTORÍA EN LA UNIVERSIDAD

UNIVERSIDAD, MERCADO Y DOCENCIA EN LAS SOCIEDADES NEOLIBERALES

1.1. Universidad y sociedad en la era del conocimiento: el papel de las universidades

El autor Sanz, afirma que asistió a la reedición del debate del proceso de implantación de la
E.E.E.S con el fin de adaptar a la universidad española a la sociedad actual; no obstante, los
medios de comunicación abrieron debate sobre la misión esencial de las universidades
llegando así a distorsionar su imagen y mermando por completo su rentabilidad, su
competitividad, su eficacia y eficiencia, dejando claro que la inversión realizada es una pérdida
del presupuesto estatal; toda vez que, no tiene sentido alguno invertir en universidades con
poca demanda de alumnos con carreras obsoletas e incompetentes que no satisfacen las
necesidades del mercado laboral de la sociedad moderna; además las universidades deben
solventarse con sus ingresos propios. Los medios de comunicación, también en este acto
anuncian la aparición de las universidades privadas que sí cumplen con el rol de preparar a
sus profesionales para las demandas del mercado laboral de los tiempos actuales; no obstante,
no solo los medios de comunicación colaboran con el detrimento de las universidades sino
también el gobierno europeo con la dación de las políticas neoliberales (p. 21).

Moles Plaza (2006), señala que en la actualidad surgen diversas opiniones acerca del
desempeño y misión de las universidades; es así que se han implementado políticas
gubernamentales que se amparan en la calidad y excelencia que brinda las universidades
privadas, las mismas que tienen una mayor demanda dentro de la sociedad moderna; toda vez
que éstas brindan mayor competencia y mejores servicios educativos que van acorde a las
necesidades del mercado laboral de los últimos tiempos, sin poner en tela de juicio sus
verdaderas intenciones. Sin embargo, Manuel Castells (2006), afirma que las sociedades exigen
mayor cantidad de universidades que brinden el servicio público, con la finalidad de ser
ventajoso y complementario en el mercado laboral. Debido a que la creación del mercado en
las universidades aporta a la distorsión de prácticas académicas entorpeciendo la innovación y
la generación de conocimientos (Naidoo, 2008).

La construcción de la E.E.E.S. se identifica por la ausencia del modelo Keynesiano; toda vez
que, los tratados entre el Estado, la sociedad y la universidad del siglo pasado han sido
suplidos por los modelos de financiación y regulación basados en principios neoliberales
generan la dación de numerosas universidades privadas o empresariales que asentan sus bases
en la competencia de mercado y en los principios de eficiencia y eficacia; atrayendo gran
cantidad de estudiantes convirtiéndose así en instrumento adecuado que propicia el
crecimiento económico.
Con la declaración de Bolonia de marzo de 2008 nacen defensores de las universidades
estatales que afirman que no se pueden implementar carreras pensando solo en el mercado o
en las ganancias que éstas van a generar sino que se debe en tener en cuenta la función social
que cumplen, implantando así cambios en la declaración de 1999, las mismas que han
reflejado los problemas de las universidades públicas como la escasa financiación pública, la
irrisoria inversión en investigación y desarrollo, la insuficiente valoración de la docencia como
actividad esencial, los problemas del acceso a la universidad como mecanismo de equidad
social, el fracaso académico de un alto porcentaje de alumnos, la concepción de la universidad
como servicio público; asimismo se cuestionan profesionales ineficaces y docentes de antaño
que no desean cambiar sus metodologías de enseñanza; toda vez que las universidades
españolas aún aplican la educación de forma vertical memorística a diferencia de las
universidades inglesas que imparten el tipo de educación horizontal que enseña a pensar,
comprender y organizar.

1.2. La misión crítica de las universidades

Ortega y Gasset (1930), señalaron que las universidades deben desarrollar enseñanza
adecuada, dedicarse a la exploración científica y formación de futuros investigadores, cultivar
la cultura humanística; además de que la enseñanza universitaria sea impartida por el alumno.

La Charta Magna Universitatum (1998) define a la universidad como una entidad autónoma,
productora y transmisora de cultura a través de la investigación y enseñanza. Del mismo
modo el Informe Bricall señala que las universidades están libres de poder económico, político
o religioso; que conservan la rutina crítica que nace de la función de manifestar, transferir,
usar, guardar y prevalecer el conocimiento. Asimismo, Sotelo (2008) señala que se instauró
como función principal de la universidad formar profesionales competentes, instruir en el
desarrollo de ciencia; transferir la cultura; y promover un compromiso cívico-social que
beneficie la sociedad de los tiempos modernos.

La Agenda de Lisboa (2000), ha reflejado claramente las deficiencias de la universidad pública


española como: la irrisoria financiación, limitada inversión en investigación y desarrollo,
desigual acceso e irrelevancia en la actividad docente; lo cual ha desatado claramente la nula
representación de las universidades españolas dentro de las 100 mejores universidades del
mundo; no obstante, Ortega y Gasset señalan que, para que una universidad sea competente y
forme profesionales competentes es necesario que se financie la educación universitaria de
forma adecuada, solo así será capaz de solventar las necesidades básicas que ésta representa
evitando así su debilitamiento y deterioro.
1.3. El cuestionamiento de la universidad como servicio público

A partir de las políticas neoliberales en Europa se ha logró privatizar los servicios públicos,
basados en supuestos de competitividad, alegando que las universidades europeas deben ser
competentes frente a las universidades norteamericanas. Es así que Puyol y Ballesta (2001)
afirman que los servicios públicos han sido sustituidos por los servicios privados; toda vez
que, en la sociedad moderna se cree que la educación privada es mejor que la educación
pública; asimismo, Cabrera y Baez (2003) mencionan que anteriormente nadie se preocupaba
por el tipo de educación que brindaban las universidades, ya que solo bastaba que los
profesionales de aquella época fueran capaces de satisfacer las necesidades del mercado
laboral de su tiempo.

No obstante, Moles (2006) sostiene que, el modelo de la educación universitaria aplicada en el


antaño ha llegado a su punto crítico, razón por la cual se vieron en la necesidad de introducir
innovaciones en la educación superior llegando así a crear universidades de empresa que en la
sociedad moderna han dejado de la lado la verdadera misión de una universidad que es la de
prestar servicios públicos; en otras palabras con la aparición de las universidades privadas o
mercantiles se ha llegado a privatizar la educación.

Por otro lado, el Informe Attali y el informe Brical, manifiestan acerca de la necesidad de las
reformas universitarias a fin de conducirse hacia una excelencia educativa; toda vez que, las
universidades europeas, específicamente las españolas han dejado de lado el tema de la
investigación esto a comparación de las universidades norteamericanas. Es así que en la
sociedad moderna las universidades norteamericanas son consideradas las mejores
universidades del mundo y las más competitivas a diferencias de las universidades europeas y
españolas, debido a que las universidades norteamericanas se hallan dentro del ranking de los
primeros puestos de las mejores universidades del mundo debido a que éstas invierten mayor
presupuesto en la educación superior (Moles, 2006).

Garton Ash (2006), afirma que, de seguir el modelo universitario norteamericano, muchos no
podrían acceder a la educación superior por ser cara ya que no cuentan con los recursos
suficientes, incluso si fueran acreedores de una beca de estudios no podrían culminar sus
estudios, debido a que éstas becas solo cubren la tercera parte de los costos de la educación.

Finalmente, el discurso de la educación pública superior se adentró en las políticas del Estado
Español, quien regido por un gobierno conservador no tomó en cuenta los problemas
principales de la universidad española que fueron materia de debate en la Conferencia de
Rectores de las Universidades Españolas, instaurando así la LOU para su mejoramiento; no
obstante, la LOU solo agravó los problemas; toda vez que, la LOU solo se centró en cambiar
los principios de la universidad pública, sin tomar en cuenta que estas políticas y principios
no tenían nada que ver con la construcción de la E.E.E.S.

1.4. CONCLUSIONES

A partir de la lectura se concluye que en la sociedad actual se da mayor relevancia a las


universidades particulares; toda vez que se cree que éstas ofrecen una mejor formación
académica a sus estudiantes, debido a que ofrecen nuevos programas o carreras profesionales
acorde a los avances de la ciencia y la tecnología del mundo moderno; además de incorporar
en su programa de educación la investigación aplicada, un claro ejemplo de ello es el rol que
cumplen las universidades norteamericanas donde claramente se observa que forman
profesionales muy competentes en el mercado laboral, es por ello que en comparación de
otras universidades éstas están dentro del ranking de las mejores universidades del mundo; no
obstante, no se toma en cuenta que muchas personas con carencias económicas no podrían
acceder a este tipo de educación debido a que no pueden solventar los gastos; toda vez que
no poseen los recursos suficientes; si bien es cierto que estas universidades incluso brindan
programas de becas, no todos pueden acceder a ellas; asimismo, las becas otorgadas no
cumplen con solventar todos los gastos que acarrea una carrera universitaria que dura
alrededor de cuatro años; por lo que está claro que aún así muchos estudiantes no podrían
culminar sus estudios.

Si bien es cierto que las universidades europeas y españolas deben adecuarse a las demandas
profesionales del mundo moderno a efectos de satisfacer las demandas del mercado laboral,
éstas deben ceñirse a la misión fundamental que tienen las universidades de brindar servicio
público, pero, para ello el Estado debe invertir en la educación basado en un enfoque global
que considera al presupuesto como inversión necesaria a efectos de formar profesionales muy
eficientes y eficaces; en ese sentido la inversión del presupuesto estatal en la educación mejora
la cobertura y la calidad de la educación aumentando la productividad en una determinada
sociedad.

Finalmente, no es que las universidades privadas fueran mejores que las universidades
públicas; pues cabe recalcar que las universidades privadas no cuentan con ofertas educativas
amplias como los ofrecen las universidades públicas por lo que los estudiantes de estas
universidades tienen que invertir en programas de actualización a efectos de que las carreras
tengan alto nivel académico y especializado tal como lo requiere la sociedad moderna, lo cual
los hace meramente de carácter mercantil. No obstante, las universidades públicas aparte de
ser menos costosas y ofrecer amplios programas educativos cumplen fehacientemente con el
fin de brindar servicios públicos.

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