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La sexualidad es una dimensión de nuestra personalidad que expresamos a través de conductas, actitudes, estilos
de comunicación y formas de relacionarnos. Por ello, influye también en el logro de la autorrealización personal.
La vida sexual
Existen maneras de vivir la sexualidad que proporcionan placer y satisfacciones inmediatas, como las relaciones
sentimentales efímeras.
Otras, en cambio, suponen esfuerzo y voluntad, pero hacen posible alcanzar la felicidad. Entonces, ¿cuál es la mejor
forma de vivir la sexualidad? La respuesta implica un reto que obliga a la persona a tomar una decisión responsable
y ética respecto de los siguientes ámbitos:
• Enamoramiento y construcción de vínculos. Cuando una persona inicia una relación, debe saber que poco a poco
irá descubriendo aspectos de su pareja con los que no será compatible. Por ello, es importante tener madurez para
analizar los pros y los contras, y decidir adecuadamente.
• Amor responsable. En una relación amorosa, se deben poner en práctica capacidades, habilidades y valores que
demuestren el afecto que se tiene hacia la pareja.
• Sexualidad y proyecto de vida. Es importante reflexionar acerca de cómo se quieren vivir las relaciones
sentimentales y las características de la persona que se elegirá como pareja, con la finalidad de construir juntos
relaciones sanas y satisfactorias.
¿Qué necesitamos para decidir adecuadamente?
Para poder tomar decisiones adecuadas respecto a la sexualidad, necesitamos desarrollar destrezas, habilidades
sociales y hábitos que nos ayuden a generar conductas apropiadas. En este sentido, debemos fortalecer cuatro
aspectos:
La confiabilidad de la información. Supone obtener datos precisos y veraces sobre el ejercicio de la sexualidad,
comportamiento y salud sexual.
Las relaciones y las destrezas interpersonales. Significa desarrollar destrezas relacionadas con la comunicación, la
toma de decisiones, la asertividad y el manejo de la presión de grupo.
Las actitudes y valores. Consiste en cuestionar, explorar y evaluar las actitudes sexuales a fin de fortalecer la
autoestima, desarrollar valores, comprender y asumir las obligaciones y las responsabilidades que se tienen para
con los demás.
La responsabilidad
Implica asumir compromisos ante las relaciones sexuales. Incluye alternativas como el manejo de la abstinencia y
el cuidado de la salud sexual y reproductiva.
Factores que influyen en las decisiones sobre la sexualidad
Los factores culturales
Nuestras decisiones sobre la sexualidad están fuertemente influenciadas por nuestras creencias religiosas y
culturales. Estos factores han determinado una serie de ideas relacionadas con la expresión de la sexualidad según
el género, las cuales han dado lugar a estereotipos sociales. Algunos de ellos son los siguientes:
Varón Mujer
− Su sexualidad es más libre. – Su sexualidad debe estar escondida.
− Una vez que tiene relaciones sexuales es “un hombre”. – Una vez que tiene relaciones sexuales “ya no es pura”.
− Se le alienta a que tenga mayor actividad sexual. – Se refuerza la idea de que es un objeto sexual.
Esto refleja que en nuestro país predomina aún el pensamiento machista, que plantea una diferenciación poco
saludable sobre la vivencia de la sexualidad en relación con el género, pues asume que es “normal” que las mujeres
acepten los requerimientos sexuales de los hombres, lo cual normaliza la violencia sexual contra ellas. Por otra
parte, en la actualidad existe una corriente que promueve la expresión libre de la sexualidad para ambos sexos.
Esta libertad está asociada, por lo común, con diversión, excitación, peligro o violencia, pero rara vez muestra los
riesgos de las relaciones sexuales indiscriminadas y sin protección.
Los factores éticos
Los factores éticos están definidos por los valores y las normas que califican a las acciones como correctas o
incorrectas. Respecto a la sexualidad, la ética nos plantea que debe vivirse con libertad, pero al mismo tiempo con
absoluta responsabilidad; pues nuestras elecciones pueden traer consecuencias negativas no solo para nosotros,
sino también para las personas que nos rodean.
La vivencia de la sexualidad
Cada persona es libre para decidir –según su escala de valores, creencias y experiencias– cuándo, cómo y con quién
involucrarse sexualmente. Sin embargo, esta decisión es tan importante que no debe ser tomada por presión de la
pareja, del grupo o de la sociedad, o por efecto de un impulso (deseo del momento). Antes se debe tener en cuenta
que existen riesgos a los que se está expuesto (indefinición de los sentimientos, enfermedades, etc.). Por ello, es
conveniente reflexionar al respecto para evitar un posterior arrepentimiento.
Por otra parte, la vivencia de la sexualidad debe ser considerada como un aspecto del proyecto de vida. En este
sentido, debemos formar nuestra sexualidad desde la perspectiva de la educación para el amor y la libertad. La
libertad en el amor se conquista a partir del esfuerzo que exige no acostumbrarse a elegir en función de nuestros
deseos y caprichos, sino según el ideal de vida que nos hemos propuesto. Ello implica, en principio, amar y cuidar
nuestro cuerpo, expresar adecuadamente nuestros afectos y asumir responsablemente todos nuestros actos.
PARA PENSAR CRÍTICAMENTE
¿Qué factores crees que explican la persistencia del machismo en nuestro país?
La salud sexual de los adolescentes
La Organización Panamericana de la Salud promueve un enfoque de salud sexual dentro de otro más amplio de
desarrollo humano y promoción de la salud. Esto implica fomentar en los adolescentes el bienestar físico, social y
cívico, así como incentivar habilidades vocacionales que les permitan afirmarse como individuos. Desde esta
perspectiva, un adolescente sano se caracteriza por lo siguiente:
• Tiene relaciones afectivas significativas. Esto quiere decir que un adolescente sano tiene vínculos emocionales
fuertes y duraderos con personas que potencian su crecimiento ético y emocional.
• Se siente querido y comprometido.
• Tiene un fuerte sentido de pertenencia y un sentido de propósito en la vida, lo cual implica una búsqueda por
practicar actividades a futuro que lo hagan sentirse realizado como persona en sociedad.
• Ha desarrollado un sentido de responsabilidad hacia sí mismo y hacia quienes lo rodean.
• Se siente una persona valiosa. Un adolescente sano analiza sus virtudes y defectos, buscando fortalecer las
primeras y superar los segundos.
La salud sexual y el desarrollo personal
La sexualidad y el bienestar sexual son componentes integrales de la salud. Un desarrollo sexual saludable depende
de la satisfacción de las necesidades básicas, como son el deseo de contacto, la intimidad, el placer, la ternura y el
amor. Por esto, la salud sexual incluye la salud reproductiva, pero se extiende más allá de los aspectos relacionados
con esta.
La salud sexual es la experiencia de un proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural. Esto implica
desarrollar un sentido de control sobre el propio cuerpo, así como reconocer y defender los derechos sexuales.
Todo ello está influido por las características psicológicas de cada persona, su autoestima y su bienestar emocional
y mental.
Lee La vida sexual: ¿Qué necesitamos para decidir adecuadamente? y analiza los siguientes casos. Luego,
responde las preguntas.
• ¿Sobre qué tendrían que informarse los jóvenes antes de decidir tener relaciones sexuales? ¿Qué otros elementos de juicio
se necesitan antes de tomar esa decisión? ¿Por qué?
• ¿Qué piensa hacer Pamela? ¿Qué harías si estuvieras en su lugar? ¿Por qué?