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UD.6.

(Segunda parte)
LÓGICA FORMAL
Y
LÓGICA INFORMAL
ÍNDICE

LÓGICA FORMAL .................................................................................................... 3


1. Introducción ........................................................................................................................ 3
2. La lógica simbólica............................................................................................................... 4
2.1. Noción de cálculo ............................................................................................................ 4
2.2. La lógica de enunciados o proposicional en el conjunto de la lógica simbólica .......... 6
3. Nociones básicas de la lógica de enunciados ......................................................................... 7
3.1. Constantes y variables.- ................................................................................................. 7
3. 2 . Enunciados .................................................................................................................... 7
3. 3. Principio de Bivalencia................................................................................................... 7
3. 4. Juntores .......................................................................................................................... 8
4. El lenguaje de la lógica de enunciados o proposicional ...................................................... 10
5. Formalización de enunciados y de argumentos .................................................................. 11
5.1. Formalización de enunciados.- .................................................................................... 11
5.2. La formalización de argumentos ................................................................................... 12
6. La validez de los razonamientos........................................................................................... 13
7. Comprobación de la validez de los razonamientos utilizando tablas de verdad ................. 13
8 . Comprobación de la validez de los razonamientos utilizando reglas de inferencia. .......... 16
9. Reglas de inferencia de la lógica de enunciados: reglas básicas.......................................... 21
10. Resolución de argumentos................................................................................................. 26
11. Reglas derivadas del cálculo de enunciados ..................................................................... 27
12. Ejercicios de lógica de enunciados ..................................................................................... 31
LÓGICA INFORMAL .............................................................................................. 34
1. Reglas para una argumentación ideal ............................................................................... 34
2. Falacias ................................................................................................................................. 35
2.1. Clasificación de las falacias............................................................................................ 35

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LÓGICA FORMAL

1. Introducción
Uno de los rasgos típicos del lenguaje humano es la utilización de argumentos. Un argumento
es un segmento lingüístico de cierta complejidad en el cual de la posición de trozos o
subsegmento iniciales se sigue la posición de un trozo o subsegmento final.
Las principales unidades lingüísticas que componen los argumentos son los enunciados. Un
enunciado es un segmento lingüístico con sentido completo y que puede ser verdadero o falso.
Pues bien, los enunciados (o proposiciones) iniciales del argumento se llaman premisas,
mientras que el enunciado final se llama conclusión.
Entre los incontables argumentos que usamos se puede, en muchos casos, observar una
identidad estructural, que permite, en cuanto a su estructura o forma, no en cuanto a su
contenido, reducirlos y ordenarlos en unos esquemas formales o abstractos vacíos de
contenido. Un esquema de este tipo recibe el nombre de forma lógica del argumento.
Fijémonos, por ejemplo, en estos dos argumentos:

I.- Si llueve, entonces uso paraguas. II.- Si cantan los pájaros, entonces Purita se enamora
Es cierto, que llueve Es cierto, que cantan los pájaros
Por lo tanto, uso paraguas. Por lo tanto, Purita se enamora.

Si prescindimos del contenido de cada uno de ellos, observaremos que tienen la misma forma
o estructura. Así, si sustituimos los enunciados en cada uno de ellos por letras cualesquiera
obtendríamos, tanto para uno como para otro argumento, un esquema del tipo siguiente:
Si A, entonces B.
Es cierto que A._
Por lo tanto, B.
Pues bien, la Lógica surgió como una disciplina que pretende analizar la forma lógica de los
argumentos con el fin demostrar su validez . Así es como ha sido planteada a lo largo de toda
su historia. Una historia que comienza con los filósofos griegos, desde Aristóteles a los
estoicos, que experimenta las aportaciones de la lógica medieval y de la que se decía en el siglo
XIX que ya estaba conclusa y acabada.

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Sin embargo, en el siglo XIX se inicia un desarrollo de la lógica formal que no encuentra
precedente desde la época de los griegos. La clave de este progreso fue lo que suele
denominarse la matematización de la lógica; por ello se entiende la extensión del método
matemático a la lógica, en el sentido de que ésta incorpora plena y eficazmente a sus técnicas
de trabajo la exactitud y el rigor del método matemático. Para esta tarea es imprescindible la
construcción de un lenguaje simbólico adecuado y la formulación precisa de las reglas de
operación que se encuentran en la base de los cálculos.
A la lógica anterior al siglo XIX se le ha llamado Lógica Tradicional; a la lógica en su actual
estado de matematización y formalización se le han dado diversos nombres: Lógica Simbólica,
Lógica Matemática, Logística o Álgebra Lógica.

2. La lógica simbólica
La lógica se nos presenta actualmente como un sistema sobreacumulado de cálculos, o, dicho
de otra forma como un cálculo que se va reconstruyendo poco a poco para ir haciéndose cada
vez más potente. El cálculo base, el cálculo sobre el cual se construye el edificio de la lógica es
el cálculo de enunciados o cálculo proposicional, a cuyo estudio dedicaremos este tema. Pero
antes de seguir adelante es necesario explicar que entendemos cuando hablamos de “cálculo”.

2.1. Noción de cálculo


Podemos por comenzar por distinguir entre lenguajes naturales y lenguajes artificiales.
 Los lenguajes naturales los heredamos, los artificiales los construimos. Aunque, en
rigor, los lenguajes naturales son también construidos, sólo que construidos a un ritmo
muy lento a lo largo de la relación del hombre con su medio. Fruto de esta relación son
la riqueza de matices y la ambigüedad propias de los lenguajes naturales.
 Un producto de la relación del hombre con su medio son los lenguajes artificiales. Estos
son creados para controlar científicamente el medio en el que el hombre vive. Son
lenguajes de precisión creados por los científicos a fin de poder formular con rigor las
relaciones entre los objetos estudiados por sus ciencias respectivas, tratando de
eliminar, en la medida de lo posible, la ambigüedad e imprecisión de los lenguajes
naturales.
Los lenguajes artificiales alcanzan su mayor grado de precisión cuando van acompañados de la
formalización, en cuyo caso hablamos de lenguajes formales. Vamos a ver en qué consiste
esto de la formalización, o, lo que es lo mismo, cómo se construye un lenguaje formal.

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Un lenguaje formal, como cualquier lenguaje, tiene una dimensión sintáctica, en la que se
especifican las relaciones que guardan entre sí las expresiones que lo constituyen, sin atender
a su significado, sino solamente a sus relaciones estructurales, y una dimensión semántica que
atiende a las relaciones de los signos con los objetos que designan.
Según esto podemos entender la sintaxis, al menos una de sus tareas, como una teoría de la
construcción de cálculos.
Un cálculo es una pura estructura, un sistema de relaciones. Lo esencial de un cálculo es su
carácter exclusivamente formal, sintáctico. Los cálculos tienen la propiedad de ser
autárquicos, es decir, no hacen referencia a nada ajeno a ellos mismos, y por eso carecen, al
menos teóricamente, de significado; aunque en la práctica, se construyen, casi siempre
pensando en sus posibles aplicaciones.
Un cálculo se compone de los tres elementos siguientes:
 Un conjunto de elementos primitivos llamados, a menudo, “símbolos elementales”. Estos
símbolos primitivos son las piezas a manejar dentro del sistema, y han de estar
perfectamente definidos. Un conjunto de símbolos está perfectamente definido cuando,
ante un objeto cualquiera podemos decidir si pertenece o no pertenece a dicho conjunto.
 Un conjunto de Reglas de Formación. Que establecen cuales son las combinaciones
correctas posibles de esos símbolos elementales. El conjunto de reglas de formación ha de
proporcionar una definición efectiva de la noción “expresión bien formada” (ebf) del
cálculo; de tal modo que sea posible, ante cualquier expresión, decidir si es una ebf del
cálculo o no lo es.
 Un conjunto de Reglas de Transformación. Aplicando dichas reglas podemos transformar
una ebf del cálculo en otra ebf del mismo.
Como vemos un cálculo no es, hablando con rigor, un lenguaje, pues, al no referirse a nada
ajeno a sí mismo, al no tener significado, no es ningún medio de comunicación. Un cálculo es
un puro armazón sintáctico.
Ahora bien, podemos convertir un cálculo en un lenguaje. Para ello basta interpretar ese
cálculo, es decir, dotar a sus símbolos de un significado. Un lenguaje así creado, esto es, en
lenguaje con estructura de cálculo, es un lenguaje formal.
Según esto, y corrigiendo lo que decíamos al inicio de este epígrafe, habrá que decir que la
lógica no es precisamente un conjunto de cálculos, sino más bien, un conjunto de lenguajes
formalizados, es decir, un conjunto de cálculos a los que se les ha dado una interpretación en

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el campo de investigación de la lógica, que no es otro que el estudio de las formas válidas de
los argumentos.

2.2. La lógica de enunciados o proposicional en el conjunto de la lógica


simbólica
Comenzábamos diciendo al hablar de la Lógica Simbólica, que ésta se presenta como un
conjunto de cálculos (= lenguajes formalizados) que se va reconstruyendo para hacerse cada
vez más potente y que tenía como objeto el análisis de las formas válidas de los
razonamientos. Decíamos también que el cálculo que servía de punto de partida era el cálculo
de enunciados o Lógica de enunciados o proposicional. Pues bien, el análisis de los
razonamientos o argumentos sólo puede tener lugar en la medida en que están formulados en
el lenguaje natural. Por ello el análisis del razonamiento supone un análisis, no literario, ni
lingüístico, sino lógico del lenguaje.
En el nivel más elemental de la Lógica, la lógica de enunciados o proposicional, el análisis
lógico del lenguaje en que se expresan los razonamientos, se detiene al borde de los
enunciados, sin penetrar ni atender a la estructura interna de éstos. Quiere esto decir, que la
lógica de enunciados es una lógica de enunciados sin analizar y por ello sólo tendrá en cuenta
aquellas formas de deducir un enunciado a partir de otro cuya validez no dependa de la
estructura de esos enunciados, de cómo sean por dentro, sino de la forma de encadenarse o
relacionarse esos enunciados (tomados como un todo), mediante nexos de unión para formar
argumentos válidos.
El nivel de la Lógica proposicional o de enunciados es el nivel más elemental de análisis lógico
del lenguaje; sobre él y ampliando este análisis, y, por tanto, también el cálculo que nos sirve
de instrumento, se irán construyendo otros niveles que incorporen nuevos elementos
relevantes para el estudio de la validez de determinadas inferencias.
Es, por ejemplo el caso del análisis lógico que toma en consideración el enunciado analizado,
es decir que incorpora en su investigación los elementos que constituyen los enunciados a los
cuales considera relevantes para el estudio de determinadas formas de razonamiento. (Lógica
de Predicados)

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3. Nociones básicas de la lógica de enunciados

3.1. Constantes y variables.-


Sean los razonamientos siguientes:
A. Si florecen las hortensias, entonces se marchitan los tulipanes.
Es cierto que florecen las hortensias
Por tanto, florecen los tulipanes.
B. Si llueve, entonces usaré paraguas.
Es cierto que llueve.
Por tanto, usaré paraguas.
En estos dos argumentos la forma permanece constante pero el contenido varía. Habrá que
elegir unos símbolos para el contenido (variables) y unos símbolos para la forma (constantes).
Si nos fijamos, lo que varía, el contenido, no es otra cosa que los enunciados del argumento,
por ello, a los símbolos elegidos para el contenido les llamaremos variables enunciativas o
proposicionales, y son signos que pueden ser sustituidos por cualquier enunciado.
Lo que permanece constante, la forma del argumento, no es otra cosa que lo que sirve para
poner en relación los enunciados del argumento. Son partículas o nexos, (también llamadas
conectivas, o juntores) tales como “si...entonces...”. Los signos de estas partículas son
constantes.

3. 2 . Enunciados

Entendemos por enunciado (= proposición) un segmento lingüístico con sentido completo que
puede ser verdadero o falso. Dentro de los enunciados distinguiremos:

Enunciados atómicos: No llevan ningún elemento de enlace. Por ejemplo, “Kafka escribió La
Metamorfosis”.
Enunciados moleculares: Poseen algún término de enlace: “Kafka escribió La Metamorfosis y
Cervantes El Quijote”.

3. 3. Principio de Bivalencia
Según tal principio un enunciado es necesariamente verdadero o falso, pero no ambas cosas a
la vez.
Un enunciado es verdadero cuando la propiedad designada por el predicado corresponde
efectivamente al sujeto. En caso contrario el enunciado es falso. Así “el Támesis es muy

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caudaloso” será verdadero si realmente el Támesis presenta un gran caudal de agua, falso en
caso contrario.
Cuando un enunciado es verdadero se dice que tiene valor de verdad positivo. Si es falso se
dice que tiene valor de verdad negativo. A la verdad o falsedad de los enunciados se les
denomina valores de verdad.

3. 4. Juntores
Los juntores son los nexos que nos permiten unir o conectar unos enunciados con otros. Estos
nexos coinciden más o menos con las conjunciones de la gramática. Aunque esta coincidencia
no es tan grande si pensamos que la mayor parte de las conjunciones de la gramática tienen
una función retórica. Los nexos que tienen interés para la Lógica de Enunciados son los
siguientes: “no”, “y”, “o”, “si...entonces...”, “...si y sólo si...”. Todas las conjunciones de la
gramática quedarán reducidas, en el ámbito de la Lógica de Enunciados, a estas cinco
partículas. Pasemos al estudio de estos juntores.
 Negador

Este símbolo “ ¬ “ recibe el nombre de negador.


Se corresponde, su significado, con la partícula “no” del lenguaje ordinario. Al adosar el
negador auna expresión enunciativa cualquiera, por ej., a una letra enunciativa p ¬p
V F
“p”, el resultado es “ ,p”, que se lee “no p”, “no es cierto que p” o “es falso que
F V
p”, etc. Al negar un enunciado queremos decir que es falso; así: si un enunciado
es verdadero su negación es falsa, y si un enunciado es falso su negación es verdadera. Las
condiciones de verdad del negador las podemos representar mediante la siguiente tabla de
verdad.
 Conjuntor

Este símbolo " ∧ " recibe el nombre de conjuntor . p q p ∧q


Puede ser considerado como la versión lógica de la partícula del V V V
lenguaje ordinario “y”. La combinación de dos expresiones, por V F F

ejemplo “p”, “q”, mediante el conjuntor, es una conjunción de F V F


F F F
ellas: “ p ∧ q”, que se lee “p y q".

El significado del conjuntor es el siguiente: una conjunción afirma la verdad de sus


componentes. Por tanto, es verdadera cuando son verdaderos sus componentes. Cuando
alguno de ellos o los dos son falsos, la conjunción resulta falsa.
 Disyuntor

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Su símbolo es “ ∨ ”.Se lo puede considerar como una traducción incompleta de la

partícula “o” del lenguaje ordinario. “p ∨ q” se lee “p o q”.Conviene insistir


p q p∨q
en que el significado del disyuntor coincide sólo incompleta y parcialmente V V V
con la conjunción “o”. En el lenguaje ordinario la partícula “o” tiene dos V F V
F V V
sentidos: F F F

 Sentido exclusivo (“aut”, en latín). Según el cual la disyunción establece que uno de los
miembros es verdadero y el otro falso, con lo que se excluye la posibilidad de la verdad
simultanea de ambos. Por ej., “Llegará de la guerra vivo o muerto”.
 - Sentido inclusivo (“vel”, en latín). No se excluye la verdad simultánea de ambos
miembros. Por ej., “Para estudiar en Inglaterra hace falta saber inglés hablado o
escrito”.
La disyunción simbolizada por “v” será la disyunción inclusiva mientras no se indique otra cosa.
 Implicador o condicional
Su símbolo es “”.
Puede considerarse como la traducción parcial e incompleta de la
partícula “si...entonces...”. p q pq
V V V
“pq” se lee “p implica q”, “si p entonces q”.
V F F
Su sentido es el siguiente: una implicación es verdadera siempre que no F V V
se de el caso de que el antecedente sea verdadero y el consecuente F F V
falso. Se llama antecedente al primer término de una implicación que permite entender o
explicar lo que viene a continuación, es la condición. El consecuente es el segundo término de
una condición o implicación, es lo condicionado o explicado por el antecedente. La tabla de
verdad de la implicación es la siguiente:
El primer caso y el segundo no plantean problemas.
Veamos el tercer caso en el que “p” es F y “q” V y, sin embargo, “pq” es V. Para entenderlo
es preciso recordar que nos movemos en una lógica bivalente. Los enunciados con los que
trabajamos (por ello también “pq”) han de ser necesariamente verdaderos o falsos. En
segundo lugar, tenemos que examinar que tipo de condición se expresa mediante la
implicación. Cuando decimos “pq” lo que decimos es que si se da la condición “p” entonces
se dará “q”, es decir, que “p” es condición suficiente de “q”. Ahora bien, no decimos que “p”
sea condición necesaria, es decir, la única condición, de “q”; porque cabe que se de “q” o que
“q” sea verdadero, no dándose “p”, o siendo falsa “p”. De otro modo, si se da “p “entonces se

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dará “q”, pero el hecho de que se dé “q”, no nos conduce necesariamente a afirmar que se dé
“p”.
Por lo tanto, ya que la falsedad del antecedente (“p”) no hace falso el condicional, entonces,
(ya que nos movemos en una lógica bivalente) lo hace verdadero.
La cuarta atribución dice que antecedente F y consecuente F implicación V. Sobre ella vale lo
dicho anteriormente y para entenderlo baste un ejemplo: “Si el pulpo fuese un bivalbo,
entonces sería un excelente bailarín de claqué”.

 Coimplicador o bicondicional

Su símbolo es 
Es la traducción de “si y sólo si”. “pq” se lee “p coimplica q”, “p si y sólo si
q”. Podemos considerar una coimplicación “pq” como una conjunción de
p q p q
V V V
dos implicaciones “pq” y “qp”. V F F
F V F
Por ello, en una coimplicación se establece que el antecedente es condición
F F V
suficiente y necesaria del consecuente. Su tabla de verdad es la siguiente:

4. El lenguaje de la lógica de enunciados o proposicional


Después de lo dicho hasta aquí estamos en condiciones de confeccionar el lenguaje de la
Lógica de Enunciados. Veámoslo:
A.- Tabla de símbolos formales:
1.- Símbolos lógicos:
Constantes:
 (Negador)
 (Conjuntor)
 (Disyuntor)
 (Implicador)
 (Coimplicador)
2.- Símbolos no lógicos
Variables:
p, q, r, s, t, ...... (Letras enunciativas)
3.- Símbolos auxiliares:
Paréntesis diversos: ( ),  ,  
B.- Reglas de Formación de Fórmulas:
R.1.- Fórmula atómica. Una letra enunciativa cualquiera es una fórmula atómica.
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R.2.- Si A es una fórmula A es una fórmula.
R.3.- Si A y B son fórmulas, entonces AB, AB, AB y AB son fórmulas.

C.- Reglas de Transformación de Formulas.


Permiten pasar de una fórmula bien formada a otra fórmula bien formada del cálculo. Son las
denominadas Reglas de Inferencia y las estudiaremos un poco más adelante.

5. Formalización de enunciados y de argumentos

5.1. Formalización de enunciados.-


En primer lugar, diremos que formalizar un enunciado o un argumento consiste en traducirlo
del lenguaje natural (el que nosotros hablamos) al lenguaje formal de la lógica que hemos
confeccionado. Ya decían los clásicos que toda traducción es en cierto modo una traición. Si no
queremos ser demasiado “traidores”, tendremos que ser cuidadosos a la hora de formalizar.
Hay que hacerlo sin miedo, pero sin atrevimiento. No intentéis la traducción literal, lineal, pues
es muy posible que se cometan errores:
“me iré a casa, cuando tu vengas”
lo correcto sería.
“Cuando (si) tú vengas, (entonces) me iré a casa”
A continuación asignamos una letra enunciativa a cada enunciado y elegímos el juntor que
corresponda
tú vengas = p
me iré a casa = q
cuando (si...entonces) = 

la formalización resultante sería


pq que se lee (si p, entonces q)

En segundo lugar, la formalización debe ajustarse a las reglas sintácticas del lenguaje de la
lógica de enunciados, reglas que hemos estipulado en el apartado anterior y que llamamos
reglas de formación de fórmulas.
Ahora bien, esas reglas, aunque claras, no son suficientes. Veamos. ¿Qué es la fórmula que
viene a continuación: una conjunción o una disyunción?
pqr

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Del mismo modo, en la expresión
 pq
¿a quién afecta el primer negador “”, sólo a “p” o a (  pq) ?
Para evitar estas ambigüedades haremos uso de los paréntesis:
 Haremos uso del paréntesis para indicar el alcance del negador; el negador “ ” afectará a
toda la expresión contenida dentro del paréntesis que le siga:  (pq), ((p)). Para evitar
la proliferación de paréntesis, como ocurre en el último ejemplo que hemos puesto,
diremos que si el negador “ “ , aunque esté repetido, no aparece seguido de un
paréntesis, afectará sólo a la letra enunciativa que le sigue inmediatamente. Así:
 p en lugar de  ( (p)); y p q en lugar de  ( p)  q
 Haremos uso de paréntesis para delimitar el alcance de los juntores. Serán las fronteras
que indican cuáles son las proposiciones relacionadas por un juntor:
(pq)  r es una conjunción, pero p (q  r) es una disyunción.
 Para eliminar el mayor número posible de paréntesis estableceremos una jerarquía de
juntores siguiendo este orden: coimplicador, implicador, conjuntor/disyuntor y negador. De
este modo, ante la ausencia de paréntesis, el juntor principal es siempre el de mayor rango.
Así, pq r es una implicación, es decir, el signo principal es una implicación. Pero,
p(qr) es una conjunción.
 Una expresión estará mal escrita si existiendo juntores del mismo rango, no se han puesto
los paréntesis que delimiten su alcance. Así, esta expresión no es correcta: p q rs.

5.2. La formalización de argumentos


Para formalizar un argumento se han de llevar a cabo los siguientes pasos:
 Localizar los juntores.
 Señalar las proposiciones o enunciados unidos por ellos.
 Adjudicar la misma letra a las proposiciones de igual contenido. Debes tener en cuenta que
el lenguaje natural no suele repetir con las mismas palabras un mismo enunciado, por lo
tanto hay que andar con ojo para no simbolizar proposiciones que ofrecen la misma
información objetiva, como si fueran distintas. Por ejemplo:
“Si usted es socio de nuestro club, puede jugar al tenis o utilizar la piscina, si realiza la
primera actividad...etc.” p q r p

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 Formalizar el “no” con precaución. Formalizar el explícito, así “no llueve” se formaliza p.
Pero con el implícito sólo se debe hacer cuando las proposiciones digan lo contrario. Por
ejemplo: “Pedro está vivo”= p; “Pedro está muerto”= p.
Pero no debemos caer en apreciaciones subjetivas y considerar que “el invierno” es lo
contrario del “verano”, o el “rojo” lo contrario del “azul”. Debemos limitarnos a formalizar
como contrarios sólo aquellos enunciados que se opongan específicamente en su
contenido objetivo, en su información.
 Hay expresiones del lenguaje natural que no deben ser formalizadas. Así ocurre con frases
hechas, introducciones retóricas, exclamaciones, ruegos, etc.

6. La validez de los razonamientos


Al comenzar el tema decíamos que la lógica se ocupa de los argumentos o razonamientos
válidos. Un razonamiento es válido o correcto cuando la conclusión se sigue necesariamente de
las premisas. Si las premisas son verdaderas la conclusión ha de ser necesariamente
verdadera. Un razonamiento en el que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa es un
argumento inválido o incorrecto. Obsérvese que esta definición no excluye la posibilidad de
argumentos que tengan una o más premisas falsas y conclusión falsa, y sin embargo, sean
correctos, como, por ejemplo, este:
La Luna es mayor que el Sol y el Sol es mayor que la Tierra.
Por tanto, la Luna es mayor que la Tierra.
Ni tampoco la posibilidad de argumentos cuyas premisas contengan alguna falsedad, pero cuya
conclusión sea verdadera:
La Luna es menor que el Sol y el Sol es menor que la Tierra.
Por tanto, la Luna es menor que el sol.
Porque en ninguno de estos dos casos se incumple la condición esencial del argumento
correcto: la incompatibilidad de la verdad de las premisas con la falsedad de al conclusión.
Pues bien, ¿Cómo comprobar la validez de los razonamientos?

7. Comprobación de la validez de los razonamientos utilizando tablas de


verdad
Para comprobar la validez de un razonamiento podemos recurrir al recurso de las tablas de
verdad. Veamos qué son y cómo se construyen dichas tablas.
Hemos dicho que todas las expresiones de la lógica de enunciados son o bien verdaderas o
bien falsas. Por lo que se refiere a las fórmulas atómicas el que tengan tal o cual valor de

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verdad no depende del análisis lógico, sino que es un problema de experiencia, es decir, si lo
enunciado por la proposición se corresponde con los hechos decimos que tal proposición
posee valor de verdad positivo, si no se corresponde que tiene valor de verdad negativo.
Por lo que se refiere a las expresiones moleculares, su valor de verdad está determinado por los valores de verdad
de las fórmulas que las componen.

Pues bien, existe un procedimiento para determinar el valor de verdad de una expresión
molecular en virtud del valor de verdad de sus componentes. Es el procedimiento de las tablas
de verdad.
Para construir una tabla de verdad en lógica de juntores procederemos así:
1.- Calcular el número de filas de la tabla, en las cuales constarán todas las combinaciones
posibles de valores de verdad de las proposiciones atómicas que intervienen en el argumento.
Este número se calcula a partir de la siguiente fórmula: 2n ,dónde n es el número de letras
enunciativas de la fórmula dada y 2 serían los posibles valores de verdad.
Así, sea el argumento pq, qr p r.
Pues bien, cualquier argumento es equivalente a una fórmula condicional que tiene como
antecedente la conjunción de todas las premisas y como consecuente la conclusión del
argumento. El argumento anterior es equivalente a esta fórmula molecular:
(pq)  (qr)  (pr)
Si observamos ahora esta fórmula vemos que en ella intervienen tres letras enunciativas, por
ello el número de filas, correspondientes a las distintas combinaciones posibles de valores de
verdad, de la tabla será 23=8.
 Los ordenaremos del modo siguiente:

Una vez calculado el número de líneas o filas, se


p q r
encabezan con cada una de las variables, por
V V V orden alfabético, las columnas iniciales de la
V V F tabla. Estas columnas se dedicarán a la
distribución sistemática de los valores de verdad
V F V de las variables
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F

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3.- Confección de las columnas intermedias. Una vez El grado lógico de una fórmula
es el número es el número de
distribuidas en las columnas iniciales los posibles valores símbolos lógicos que contiene.
Así, pq, es una fórmula de
de verdad de las variables, se desglosa la fórmula en sus grado lógico 1; pq tendría
grado lógico 2, etc.
componentes principales, y estos, a su vez, en los suyos,
hasta llegar a las fórmulas de grado lógico 1. Cada una de ellas encabezarán, por orden de
aparición en la fórmula total, una nueva columna hacia la derecha. Cada una de estas columnas
se cubrirá introduciendo en cada línea el valor que corresponda a la fórmula que la encabece.
Estos valores dependerán siempre del valor de verdad de las fórmulas que compongan la
eventual fórmula que encabece la línea. Así, el valor de verdad de “pq”, dependerá de los
valores de verdad de “p” y de “q” respectivamente. De modo que para “p” V y “q” V, la
implicación “pq” será V , de acuerdo con las condiciones de verdad de la implicación .(
Véase la tabla de verdad del implicador y compruébese que una implicación es verdadera
siempre que no ocurra que el antecedente sea V y el consecuente F).
Del mismo modo el valor de verdad de la conjunción “(pq)(qr)” dependerá de los valores
de las fórmulas (pq) y (qr). Así, por ejemplo, cuando la primera sea V y la segunda F, la
expresión mencionada resultará F, de acuerdo con la tabla de verdad del conjuntor.
4.- Confección de la columna final.
Siguiendo el proceso anterior, la columna final, la que está situada a la derecha de la tabla,
estará encabezada por la fórmula final. En ella figurarán los valores de verdad de la fórmula sea
cual sea la atribución veritativa que demos a las fórmulas que la componen. Esta columna
representa el resultado final que obtenemos.

p q r pq qr pr (pq)(qr) (pq)(qr)  (pr)


V V V V V V V V
V V F V F F F V
V F V F V V F V
V F F F V F F V
F V V V V V V V
F V F V F V F V
F F V V V V V V
F F F V V V V V

Caben tres posibles resultados:

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 Que todas las filas de la columna final sean V. Esto significa que la fórmula es una
tautología. Una tautología es una fórmula que siempre es verdadera, sean los que sean los
valores de verdad de sus componentes. Pues bien, si la fórmula final es una tautología
entonces el argumento es correcto.
 Que en la columna final todas las filas sean F. Esto significa que la fórmula es una
contradicción. Una contradicción es una fórmula que siempre es falsa, es falsa para
cualquier valor de verdad que asignemos a sus componentes. Si la formula final es una
contradicción, entonces el argumento es incorrecto o no válido.
 Que en el columna final alternen V y F. Se dice, en este caso, que la fórmula es una
indeterminación o una contingencia. Una fórmula es una indeterminación cuando unas
veces es verdadera y otras falsa, dependiendo del valor de verdad que asignemos a sus
componentes. Si la fórmula final es una indeterminación el argumento es incorrecto o no
válido.

8 . Comprobación de la validez de los razonamientos utilizando reglas de


inferencia.
El procedimiento de las tablas de verdad presenta serias limitaciones, basta pensar en lo
farragoso del procedimiento cuando en el argumento intervengan, por ejemplo, siete u ocho
variables. En el apartado anterior hemos llegado a comprobar si un argumento “ya hecho” era
válido o no. Pero no hemos estudiado el proceso de inferencia, esto es, el paso o los pasos que
nos conducen desde las premisas a la conclusión. Es decir, nos hemos limitado a mostrar,
mediante las tablas de verdad, si un argumento era válido o no lo era, indicando si era
tautológico, contingente o contradictorio; pero no hemos llegado a demostrar la validez de tal
argumento. Demostrar la corrección de un argumento consiste en hacer ver que la conclusión
se sigue correctamente de las premisas, es decir, en presentar el enunciado o enunciados de la
conclusión como el resultado de una transformación válida ,esto es, conforme a reglas, de
otros enunciados ya demostrados o que aceptamos como tales.
Estas reglas que gobiernan las operaciones deductivas se llaman reglas de inferencia, y
constituyen, en nuestro lenguaje formal lógico, el tercer nivel de categorías formales que
hemos denominado Reglas de Transformación de Fórmulas. Tales reglas no son otra cosa que
normas que establecen un modo válido de operar pasando de un enunciado a otro. A ellas
vamos dedicarnos a continuación. Para ello comencemos con el siguiente argumento:

Si suben los salarios, entonces suben los precios;

16
Si suben los precios, entonces baja el poder adquisitivo de la moneda.
Es así que suben los salarios.
Luego baja el poder adquisitivo de la moneda.
Con los conocimientos que tenemos lo podemos formalizar así:
p→q
q→r
p
Luego, r
La partícula “luego”, como todos los sinónimos empleados al efecto, representa la relación
lógica existente entre las premisas y la conclusión. La simbolizaremos mediante “├ “, símbolo
al que llamaremos “deductor”. Podemos escribir linealmente el argumento formalizado,
empezando por las premisas separadas por comas, y después, tras el deductor, la conclusión.
Así:
p→q, q→r, p ├ r
Pues bien, este argumento se basa en una sola regla de inferencia denominada modus ponens
que podemos enunciar así: si de una hipótesis se sigue una consecuencia y esa hipótesis se da,
entonces, necesariamente, se da la consecuencia.
Toda regla se puede formalizar. En el ejemplo anterior tendríamos:
A→B
A____
B
A una regla así formulada se le llama esquema de inferencia. Los esquemas de fórmula que
aparecen encima de la línea horizontal reciben el nombre de premisas de la regla. El esquema
de fórmula que aparece debajo de la línea horizontal es la conclusión de la regla.
Volviendo a nuestro ejemplo anterior:
p→q, q→r, p ├ r
la solución del mismo mediante la regla modus ponens transcurre en dos fases:
 En una primera fase se reparará en que las premisas primera y tercera:
p→q
p
permiten inferir inmediatamente por dicha regla:
q;

17
b) en una segunda fase se advertirá que la premisa segunda del argumento juntamente con la
fórmula recién obtenida :
q→r
q
permiten inferir por idéntico mecanismo:
r
que es la conclusión buscada.

Dada la esencial función que desempeñan las reglas de inferencia en la realización de


deducciones, tiene interés la tarea de estudiarlas una por una y tratar de ordenarlas en un
sistema. Comenzaremos su estudio inmediatamente, después de aclarar ciertos conceptos
relativos a las deducciones formales.
Deducción formal o derivación.

Una deducción formal es una secuencia finita de fórmulas tales que cada una de ellas sea (a) un supuesto inicial,
(b) un supuesto provisional, o (c) una fórmula que se derive lógicamente de otra o de otras anteriores
por inferencia inmediata. (Una inferencia inmediata es la extracción de una fórmula a partir de otra u
otras por la aplicación de una regla de inferencia).

Una deducción formal se llama también derivación. Cada fórmula de la secuencia constituye
una línea de derivación. La última línea de la derivación es la conclusión. Todas las líneas de
derivación anteriores a la conclusión podrán ser llamadas premisas.
Según dijimos más arriba, hay tres tipos de líneas de derivación:

a) Supuestos iniciales o premisas iniciales. Que son las fórmulas que se consideran
hipotéticamente dadas desde el principio de la derivación.
b) Líneas que proceden de otra o de otras líneas anteriores por aplicación de una regla de
inferencia. De estas líneas decimos que son consecuencias lógicas inmediatas de otra o
de otras anteriores (por ejemplo, si una línea de derivación está constituida por una
implicación A→B, y otra línea, anterior o posterior a ella, por el antecedente A de esa
implicación, entonces cabe introducir una nueva línea con la fórmula B el consecuente
de la implicación, que sería una consecuencia lógica inmediata de las dos precedentes, por
aplicación de la regla de inferencia modus ponens, a la que ya hemos aludido
anteriormente.

18
c) Líneas que se introducen provisionalmente en el curso de la prueba y que deberán ser
canceladas antes del establecimiento de la conclusión. Se denominan supuestos
provisionales o subsidiarios. Sobre ellos volveremos a insistir más adelante.
Notación simbólica de la deducción formal
Una deducción formal se indica, como ya vimos, exponiendo en hilera, y separándolos por
comas, la secuencia de supuestos iniciales (si los hay) y a continuación de ellos el deductor
seguido de la conclusión:
A→ (B→C), A→B, A ├ C
El desarrollo o derivación propiamente dicha se efectúa colocando en columna, una debajo de
otra, las premisas correspondientes a los supuestos iniciales y procediendo, en ese mismo
orden, a extraer mediante inferencias inmediatas o introduciendo supuestos provisionales
nuevas líneas de derivación con vistas al establecimiento de la conclusión, que será el último
paso.
Para ordenar e identificar las líneas que constituyen una derivación utilizaremos las siguientes
convenciones:
1) Numeración de las líneas: Cada una de las líneas irá numerada correlativamente por la
izquierda a partir de 1, de suerte que el último número será el que corresponda a la
conclusión.
2) Señalización de las líneas iniciales: Las líneas del primer tipo llevarán a la izquierda del
número, a modo de marca o señal, una línea horizontal. En el ejemplo anterior tendríamos
que escribir:

− 1 A→ (B→C)
− 2 A→B
−3A
3). Las líneas del segundo tipo irán seguidas por la derecha de un comentario justificativo de
su presencia. En este comentario se indica abreviadamente la regla de inferencia en que se
funda esta presencia y el o los números de las líneas de derivación que hayan servido de
antecedentes para la aplicación de la regla. Así, en el ejemplo anterior, podemos introducir una
nueva línea como consecuencia lógica inmediata de las líneas 2 y 3, por aplicación de la regla
modus ponens. La escribiríamos así
4 B MP 2,3

19
siendo 4 el número de la línea; B la fórmula obtenida, que no es otra que el consecuente de la
implicación de la línea 2, MP la abreviatura denotativa de la regla utilizada para la obtención
de la línea  modus ponens en nuestro caso  ; y los números 2 y 3 serían indicativos de las
líneas que han servido de antecedentes para la aplicación de la regla.
4) Señalización de supuestos provisionales: Llevan como indicativo una señal en escuadra
hacia abajo. Por ejemplo:
┌n A
El significado de ┌ será: supóngase por el momento como línea número n la fórmula A.
5) Cancelación de supuestos provisionales:
El uso de supuestos subsidiarios requiere la descarga o
cancelación de los mismos. Un supuesto provisional, situado en Ejemplo de una
deducción formal.
una línea m de una derivación, queda descargado o cancelado
Sea la deducción:
cuando más tarde, en una línea ulterior n de esa derivación, se
p→ (q→r),p→q, p ├ r
obtiene una fórmula tal que permite la inferencia inmediata de
El desarrollo de la
otra formula buscada que es absolutamente independiente del
derivación sería:
referido supuesto y cuyo número de línea en la derivación será,
1 p→ (q→r)
por tanto, n +1.
2 p→q
La fórmula así inferida puede ser considerada como la conclusión 3 p
de una derivación que comienza en la línea en la que se introdujo 4 q→r MP 1,3
5q MP 2,3
dicho supuesto. Una tal deducción recibe el nombre de 6 r Mp 4,5
subsidiaria. Las premisas de la deducción subsidiaria, quedan
En ella no se emplean
afectadas por la cancelación del supuesto, puesto que de él supuestos subsidiarios.
dependen, y no deben ser utilizadas como antecedentes de
nuevas inferencias.
En nuestra notación, ello se puede indicar así:
Una vez se haya obtenido la línea que da lugar a la inferencia de la fórmula independiente, se
marcará dicha línea con una señal similar a la del supuesto pero esta vez de modo que la
escuadra mire hacia arriba. Imaginemos, por ejemplo, que se dispone de una regla de
inferencia según la cual si de un determinado supuesto se sigue una contradicción, se puede
inferir la negación de ese supuesto. Sea el supuesto A introducido en la línea m de una
derivación; si más tarde apareciese en la línea n (siendo n mayor que m) una contradicción
BB, se podría inferir la negación de ese supuesto A. En tal caso se marcará la línea n con la
referida escuadra hacia arriba:

20
┌m A
.
.
.
└ n BB
Después se construirá una nueva línea de número n+1, con la fórmula independiente que, en
nuestro caso sería A. Pero antes de ello se trazará desde el extremo izquierdo de la marca de
la línea de derivación del supuesto al extremo izquierdo de la marca de la línea de derivación
que antecede a la fórmula independiente, un trazo vertical continuo que cierre, a manera de
llave, el bloque de líneas de derivación comprendido entre ambas marcas. Así quedará
indicado que ese bloque, iniciado por el supuesto subsidiario y dependiente de él, debe
considerarse, en adelante, abolido o anulado. Así resultaría:

m A
.
.
n B B
n +1 A

9. Reglas de inferencia de la lógica de enunciados: reglas básicas


Las reglas que aquí se denominan básicas, y en las cuales se apoya todo el cálculo son ocho,
dos para cada uno de los cuatro juntores:
, , , → .

Si la regla básica introduce en su conclusión el juntor, entonces se llama de introducción; si lo


elimina, se llama de eliminación. Por ejemplo, la regla

AB , es de eliminación. Pero A__ es de introducción.

A AB

21
Reglas básicas de la conjunción

 Regla de introducción del conjuntor.


En abreviatura IC o Prod. Esta regla se basa en una inferencia intuitiva enteramente trivial: si se
afirma primero una proposición (“el azufre es amarillo”) y luego otra proposición (“el cloro es
verde”) puédese afirmar también la conjunción de ambas (“el azufre es amarillo y el cloro es
verde”).
La estructura de la regla se esquematiza así:

__B__
AB

 Regla de eliminación del conjuntor:


Si disponemos de una conjunción de dos proposiciones “el azufre es amarillo y el cloro es
verde” se puede afirmar independientemente y por separado cualquiera de los miembros que
la componen: tanto “el azufre es amarillo” como “el cloro es verde”. El esquema de la regla
ofrece dos modalidades distintas según que la conclusión esté formada por el primero o por el
segundo término de la conjunción:

AB AB
A B
Simbolizaremos EC1 o EC2 para cada caso.

Reglas básicas de la disyunción

 Regla de introducción del disyuntor:

La podemos enunciar así: dada una fórmula cualquiera, A, es lícito pasar a una fórmula nueva
por el sencillo procedimiento de adicionarle mediante disyuntor el miembro que nos plazca, B
(el cual puede ser cualquiera, incluso otra vez A, o la negación de A).
El fundamento de esta regla es el siguiente: según las condiciones de verdad del disyuntor,
una disyunción era verdadera cuando al menos uno de sus miembros lo era. Por tanto, dada
cualquier formula A, podemos, a partir de ella, construir siempre una disyunción verdadera,
uno de cuyos términos es precisamente A.
22
El esquema admite dos modalidades según introduzcamos el primero o el segundo término de
la disyunción. Así

__A__ (ID1 o Ad1) o bien, __B___ (ID2 o Ad2)


AB AB

 Regla de eliminación del disyuntor:


Esta regla necesita el recurso a supuestos subsidiarios.
Su sentido es el siguiente: supuesta inicialmente una disyunción y a diferencia de lo que
ocurriría en una conjunción no estamos autorizados a pasar a la afirmación de uno de sus
extremos en particular. Lo único que podemos deducir de la información de que una
disyunción es verdadera, es que al menos uno de sus términos lo es, aunque no sepamos cuál.
Por ejemplo, imaginemos que se sabe de una persona que vendrá a Vigo un día determinado y
que el medio de locomoción empleado por ella ha de ser forzosamente el tren o el avión, pero
ningún otro. En este caso, la disyunción “vendrá en tren o en avión” es, obviamente,
verdadera; pero la noticia de esta verdad no autoriza a inferir sin más cuál sea efectivamente el
medio elegido.
Sin embargo, aun cuando no se pueda pasar coherentemente de la verdad de una disyunción
a la verdad de ninguno de sus extremos en particular, cabe apelar a un recurso que consiste en
suponer cada uno de sus extremos con carácter provisional o subsidiario y por separado. Si de
cada una de estas dos suposiciones se obtuviese un mismo resultado, ello querría decir que tal
resultado se sigue lógicamente de la disyunción inicial, aunque continuemos careciendo de la
información precisa acerca de cuál sea el término de esa disyunción que cumpla la condición
de ser verdadero. Y como la conclusión así obtenida es independiente de esa información, los
supuestos subsidiarios utilizados al efecto pueden ser cancelados.
Para continuar con nuestro ejemplo. Imagínese que deseo tener una entrevista con el viajero
que viene a Vigo y que esa entrevista tenga lugar la misma tarde de su llegada; imagínese
asimismo que no me es posible obtener información acerca del medio de locomoción que ha
elegido, pero sí averiguar que el avión llega a primera hora de la mañana y el tren a media
mañana. Entonces puedo razonar así:
Supongamos que ha elegido el tren; en tal caso llegará a media mañana a Vigo y será posible
tener con él la entrevista en la tarde de ese mismo día.

23
Y supongamos que ha elegido el avión; en tal caso llegará a Vigo a primera hora de la mañana y
también será posible tener con él la entrevista por la tarde.
Por consiguiente, en cualquier caso será posible tener con él la
entrevista por la tarde. Eliminación de la
Este razonamiento se apoya en la llamada prueba por casos y disyunción
ED
puede resumirse así:

Sea dada una disyunción A  B.


Supóngase A: entonces se sigue C.
Supóngase B: entonces se sigue C
Por consiguiente, se sigue C (Absolutamente y en cualquier
caso).
El esquema de esta regla es el que aparece en el cuadro de la
derecha .
Las abreviaturas que utilizaremos indistintamente serán: ED o Cas.
Los supuestos utilizados son subsidiarios y deben ser cancelados,
por consiguiente, antes del establecimiento de la conclusión. La eliminación del
disyuntor se da, de hecho en la conclusión de la regla.

Reglas básicas de la implicación

 Regla de eliminación del implicador:


La podemos enunciar así: dada una implicación y dado también el antecedente de la misma,
puédese afirmar entonces, independientemente y por separado, la fórmula que hace de
consecuente en la referida implicación. El fundamento de esta regla lo podemos percibir
claramente si examinamos su tabla de verdad, según ésta si una implicación es verdadera y lo
es también su antecedente, entonces también lo es su consecuente.
Las abreviaturas que utilizaremos para nombrarla serán: EI o MP (modus ponens). Su esquema
es el siguiente:
A→B
A_____
B

24
 Regla de introducción de la implicación:
Supóngase que se ha logrado establecer que una determinada proposición se sigue de una
determinada hipótesis. Es intuitivamente obvio que en tal caso es correcto construir una
implicación que tenga por antecedente esa hipótesis y por consecuente la proposición
mentada.
Su esquema es el siguiente:

Es decir, si tengo una hipótesis A, y de ella se sigue B, entonces puedo escribir una nueva
fórmula A → B.
Utilizaremos las abreviaturas II o TD (Teorema de deducción).
Esta regla es un típico caso de uso de supuestos subsidiarios o provisionales. El supuesto
subsidiario es la hipótesis de la que se parte, que es finalmente descargada o cancelada,
cuando pasa a ser antecedente de una implicación.
El uso del teorema de deducción es interesante en la solución de aquellos argumentos cuya
conclusión es una implicación. Porque en estos casos puede darse por supuesto,
provisionalmente, el antecedente de dicha implicación. Si a partir de ello resulta posible
obtener el consecuente, puede darse por cancelada la suposición y por concluida la implicación
de que se trate.

Reglas básicas de la negación

 Regla de introducción del negador:


Esta regla se funda en la idea central del cálculo lógico, según la cual una contradicción es
inadmisible. Por tanto, cualquier proposición de la que se siga una
contradicción debe ser negada o rechazada.
Su estructura es como sigue:
Para designar a esta regla utilizaremos las abreviaturas IN o Abs (absurdo).
El uso de la regla IN cobra su pleno sentido en el contexto de una
deducción indirecta llamada reducción al absurdo, de la que es el nervio
principal. La reducción al absurdo transcurre en las etapas siguientes:

25
 Se supone la negación de la conclusión que se desea obtener; por ejemplo, si la conclusión
deseada es A, se supone  A.
 Se deduce a partir del supuesto, es decir, de  A, una contradicción, por ejemplo B   B.
 Se niega el supuesto que ha dado lugar a la contradicción.
 Se establece la conclusión deseada, A.

 Regla de eliminación del negador:


Esta regla apenas requiere comentario. Se basa en el dato intuitivo de que negar doblemente
algo es tanto como afirmarlo. Su uso permite pasar de la doble negación de un fórmula a su
afirmación, es decir, de   A a A.
La simbolizaremos mediante EN o DN (doble negación).
Su esquema:
A
A

10. Resolución de argumentos


El uso de las reglas básicas es, en principio, suficiente para resolver todo problema deductivo
que se nos presente en lógica de enunciados.
El empleo concreto de dichas reglas en la resolución de argumentos puede atenerse al
siguiente plan:
 En primer lugar hay que asegurarse de que el argumento está debidamente formulado. Si
se encuentra expuesto en lenguaje informal, será necesario traducirlo a lenguaje
simbólico.
 Una vez dispuestas en columna las premisas iniciales, se intentará extraer de ellas por
sucesivas inferencias inmediatas la conclusión o fórmulas que nos aproximen a ellas.
 Eventualmente cabe el recurso a suposiciones subsidiarias:
 Si la conclusión o la fórmula que de momento interese establecer tiene la estructura
de una implicación, puede introducirse como supuesto provisional el antecedente de la
misma, con lo cual el problema se reduce a encontrar el consecuente de ella y luego
establecer, por introducción del implicador, la fórmula deseada, al tiempo que se cancela el
supuesto.

26
 Si en las premisas a utilizar figura una disyunción, se darán provisionalmente por
supuestos cada uno de sus extremos y se tratará de deducir de cada uno de ellos la
conclusión o la fórmula que de momento interese establecer. Es decir, aplicaremos la regla
de eliminación de la disyunción.
 Siempre que fallen otros intentos cabe recurrir a la reducción al absurdo: se supone
provisionalmente la negación de la fórmula que interese establecer y se intenta extraer de
esa negación una contradicción; el rechazo de esta contradicción nos proporcionará la
fórmula deseada.

11. Reglas derivadas del cálculo de enunciados


Las ocho reglas que hemos visto anteriormente son por sí solas suficientes para resolver
todo problema de deducción formal que se presente dentro de la lógica de enunciados.
En la practica, sin embargo, la resolución de argumentos con la exclusiva ayuda de estas
reglas resulta demasiado lenta. Por ello se recomienda el recurso a un procedimiento
consistente en anotar combinaciones, por así decirlo, rutinarias de aplicaciones de las
reglas básicas y construir con esas combinaciones nuevas reglas o figuras deductivas que
llamaremos reglas derivadas.
Por ejemplo: imagínese que, por alguna razón, se desea cambiar el orden de los
componentes de una conjunción A  B, siendo A y B fórmulas cualesquiera. Ello se podría
realizar mediante una deducción como esta:

1AB
2B EC2 1
3A EC1 1
4BA IC 2, 3

Si se tiene en cuenta que este proceso es válido para cualquier caso de conjunción, pues A
y B son fórmulas cualesquiera, podemos ahorrarnos este proceso con sólo añadir a nuestro
arsenal de reglas esta otra:
AB
BA

27
Esta figura deductiva y otras que veremos pueden ser consideradas como unas reglas,
fundadas en la aplicación de las reglas básicas, que llamaremos reglas derivadas. La ayuda
de estas reglas nos permitirá, en muchos casos, ahorrarnos cadenas de deducciones
habituales e inferir inmediatamente la conclusión deseada como es claro en el ejemplo
precedente.
Todas las reglas derivadas que utilicemos habrán de ser demostradas con el concurso de las
reglas básicas o de reglas derivadas ya demostradas anteriormente.
La doble raya horizontal en algunas reglas indica que éstas valen también en sentido
inverso.
A continuación presentamos una tabla que recoge las reglas básicas y las reglas derivadas
más usuales. Éstas últimas las agruparemos en leyes de implicación, leyes de conjunción y
disyunción, leyes de negación y grupos adicionales de reglas de estructura más o menos
compleja.
La demostración de las reglas derivadas la realizaremos en el aula, lo que nos servirá,
además, de ejercicio deductivo.

REGLAS BÁSICAS DE LA LÓGICA DE ENUNCIADOS O PROPOSICIONAL

28
REGLAS DERIVADAS DE LA LÓGICA DE ENUNCIADOS

Reglas derivadas de implicación

Silogismo hipotético Carga de premisas


Mutación de premisas Identidad
Sil A → B
Mut A → (B → C) Id A CPr A
B→C
B → (A → C) A B→A
A→C

Reglas derivadas de conjunción y disyunción

Prop. Prop asociativa Prop. De


Prop. Distributiva Ley de Absorción
Conmutativa idempotencia
AC
DC AbsC
CC (AB) C IdC
A(BC) A(AB)
AB A(BC) AA
(AB)(AC) A
BA A

CD AD DD IdD AbsD

AB (AB)C A(BC) AA A(AB)


BA A(BC) (AB)(AC) A A

Reglas derivadas de negación

Contraposició Modus Introd. Doble Ex Principio de Principio de


n tollens Negador contradiction no tercero excluido
e quodlibet contradicción
Cp MT IDN PTE

A→B A→B A ECQ PNC AA


B→A B A AA  (A  A)
A B

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Reglas adicionales de conjunción y disyunción

Silogismo disyuntivo 1
Silogismo disyuntivo 2
Ley de importación Ley de exportación
SD1
SD2
Imp Exp AB
AB
A → (B → C) AB→C B
A
AB→C A →(B →C) A
B

Dilema 1 Dilema 2 Dilema 3 Dilema 4


Dil1 Dil2 Dil3 Dil4
AB AB AB AB
A→C C→A A→C C→A
B→C C→B B→D D→B
C C CD CD

30
12. Ejercicios de lógica de enunciados

Formaliza los siguientes enunciados:


 Esta no es la casa de Marcelo Pérez Ribagorda.
 No es verdad que Máximo tenga un leopardo en la nevera.
 El concepto de nada no puede sacarse de nada.
 Es la mayor invención humana y el concepto más esencialmente poético de todos.
 Si quieres verme, entonces tendrás que operarte de cataratas.
 Un vigía o ve bien o tiene un olfato finísimo.
 Vendrás al cine únicamente en el caso de que te hagas la operación.
 Hay un asesino suelto e infinidad de sitios para esconderse en una noche tan oscura.
 Si estamos juntos parece que no tengo miedo.
 Cuando sean las doce y tú te vayas y no haya nadie en casa y me quede solo, empezaré a
pensar en callejones en tinieblas, portales húmedos y fríos y en una mente enferma que
acecha en la noche con una cuerda de piano.
 Si estamos juntos y te vas, me quedo solo.
 En todo caso si viene el estrangulador, me voy.
 Pienso que yo corro mucho, pero él mucho más.
 Huiré sólo si se acerca a menos de cien metros.
 Te veré mañana al amanecer, si llegas a tiempo.

Formaliza los argumentos siguientes:


1.- Si los jóvenes socialistas alemanes apoyan a Brandt, entonces renuncian a su programa de
reivindicaciones. Y si combaten a Brandt, entonces favorecen a Strauss. Pero una de dos: o
apoyan a Brandt o lo combaten. Por consiguiente, habrán de renunciar a su programa de
reivindicaciones o favorecer a Strauss.

2.- Si dos gases tienen la misma temperatura, entonces sus moléculas tienen el mismo
promedio de energía cinética. Volúmenes iguales de dos gases tienen el mismo número de
moléculas. Las presiones de dos gases son iguales si es el mismo su número de moléculas y sus
energías cinéticas son iguales. Por consiguiente, si dos gases tienen la misma temperatura y el
mismo volumen, tienen la misma presión.

31
3.- Todo número entero o es primo o es compuesto. Si es compuesto, es un producto de
factores primos, y si es un producto de factores primos, es divisible por ellos. Pero si un
número entero es primo, no es compuesto, aunque es divisible por sí mismo y por la unidad, y,
consiguientemente, también divisible por números primos. Por tanto, todo número entero es
divisible por números primos.

4. Si Dios es omnipotente, es capaz de prevenir el mal. Si es todo bondad, está deseoso de


impedir el mal. El mal no existe a menos que Dios sea omnipotente y no desee impedirlo. Si
Dios existe, es suma bondad y omnipotente. Por tanto, si el mal existe, Dios no.

5. Si la ciudadanía romana hubiera sido garantía de los derechos civiles, los ciudadanos
romanos habrían gozado de libertad religiosa. Si los ciudadanos romanos hubieran gozado de
libertad religiosa, no se habría perseguido a los primeros cristianos. Pero los primeros
cristianos fueron perseguidos. Por consiguiente, la ciudadanía romana, no puede haber sido
garantía de derechos civiles.

6. Si la Tierra ha sido visitada recientemente por seres extraterrestres, el gobierno se ha


guardado la información. Si alguno de los informes sobre OVNIS es auténtico, entonces la
Tierra ha sido visitada recientemente por seres extraterrestres. Pero si esos informes son
correctos, nuestro conocimiento actual sobre nuestro lugar en el universo está muy
equivocado. Por tanto, o bien nuestro conocimiento de nuestro lugar en el universo está muy
equivocado o ningún informe sobre OVNIS es correcto, aunque haya sido mantenido secreto
por el Gobierno.

7. En una situación de crisis económica, el índice de natalidad disminuye. Si avanza la medicina,


las expectativas de vida sobrepasan los 70 años. Si el índice de natalidad desciende y las
expectativas de vida superan los 70 años, en cuestión de décadas se obtiene una sociedad
donde predominan la personas maduras. La crisis económica es un hecho y los avances de la
medicina son continuos. En consecuencia, no es pensable que pasen unas décadas y no
tengamos una sociedad anciana.

8. Si la substancia pudiera ser dividida en partes, entonces o bien las partes retendrían la
naturaleza de la substancia o bien perderían esa naturaleza. Las partes no retienen la

32
naturaleza de la substancia. Las partes no pierden la naturaleza de la substancia. Por tanto, la
substancia no puede ser dividida en partes.

Demuestra la validez o invalidez de los siguientes argumentos:

1.- p → q, q → r, p ├ r
2.- p  q → r, r → s, p  q ├ s
3.- p → q, p, q → r, r → s ├ s
4.- r  s, p → q  r, ( p → q  r) → ( r  s → t  s) ├ t s
5.- p → q  r, r → s  t, p  s, ├ t
6.- s t ├ s  t
7.-  (p → q), p ├ (p  q)  s
8.- r  t → q, r  t, ├ q  (r → t)
9.- r → s, p  r ├ (q  p)  s
10.- p → q, q → r ├ p → r
11.- p → q, q → r  t, s → t, r  t → s ├ p → t
12.- p → q  r, r → s  t ├ p → t
13.- p → (q → r  s) ├ q → (p → r  s)
14.- p  q → r  s, p  (r → t), q  (s → t) ├ t
15.- r → p  q, p → s, q → m, r  t ├ s  m
16.- p  q, p → r, r → s, q → t, t → s ├ s  m
17.- p  (q  r), q  p → s, p  r → t ├ s  t
18.- p → q, q → r, r ├ p
19.- p → (q  r) ├ q  r → p
20.- p  s → (q  r), t → w  m, w → p, m → s, (q  r) → t ├ t
21.- p → q, q  r → s, s → (t → m), p  t ├ m

33
LÓGICA INFORMAL

Además de la Lógica Formal, que exploramos con la Lógica de enunciados en el tema anterior,
en la actualidad también de desarrolla la Lógica Informal. Se caracteriza porque introduce las
herramientas del análisis lógico en el lenguaje natural, especialmente en los ámbitos social y
político.
La Lógica Informal está orientada al análisis de los argumentos que se expresan en lenguaje
ordinario con el fin de persuadir a los que los leen o escuchan., No se centra únicamente en la
forma lógica de los argumentos, sino también en su contenido material, en la experiencia a la
que se refieren los enunciados.
La argumentación es un procedimiento que consiste en exponer por escrito u oralmente una
serie de razones para probar una conclusión y persuadir a uno o varios interlocutores o a un
auditorio completo.

1. Reglas para una argumentación ideal

Lo Cascio, Van Eemeren y Grootendorst postulan ciertas reglas en las que debe basarse toda
buena argumentación. Las diez reglas consideradas por estos autores son las siguientes:
I. Las partes involucradas en la disputa no deben crearse impedimentos recíprocamente.
II. Una persona que expresa una opinión debe estar dispuesta a defenderla si se lo piden.
III. Un ataque a una argumentación debe centrarse en la tesis que ha anunciado el
protagonista, sin desviar el discurso, sin presentar la tesis de forma diferente y sin
actuar de forma que se le atribuya al antagonista una tesis diferente de la que sostiene.
IV. Una tesis debe defenderse solo con argumentos relacionados con ella y que no tengan
imbricaciones con otra.
V. Una persona debe aceptar las consecuencias y la existencia de las premisas que deja
implícitas y, en consecuencia, debe aceptar que se le ataque en terreno de éstas.
VI. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si se basa en argumentos
pertenecientes a un punto de partida común.
VII. Una tesis puede considerarse defendida de forma adecuada si la defensa se desarrolla
con el uso de argumentos que reflejan y respetan la praxis y el esquema argumentativo
comúnmente aceptados.
VIII. Los argumentos usados en una discusión deben ser o haberse vuelto válidos, haciendo
explícitas algunas de las premisas que quedaban implícitas.

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IX. Una defensa perdedora debe tener como consecuencia que el sujeto argumentante
acepte cambiar su posición, mientras que una defensa vencedora debe tener por
consecuencia que el antagonista cambie su posición y retire sus dudas sobre la tesis
defendida por el sujeto argumentante.
X. La formulación de la tesis, de las posiciones recíprocas y de los argumentos debe ser lo
más clara y comprensible posible.
El no cumplir con alguno de estos criterios lleva a cometer falacias.

2. Falacias
Las falacias son argumentaciones que infringen las reglas del buen comportamiento del acto
argumentativo; se trata de inferencias que no son válidas, pero que cuya forma recuerda a las
de las argumentaciones válidas.

2.1. Clasificación de las falacias


El listado de falacias es muy largo y posiblemente haya algunas de ellas que aún no se han
descubierto por existir en culturas muy minoritarias o poco estudiadas. Sin embargo, hay
algunas más comunes que otras, así que conocer los principales tipos de falacias puede servir
como referencia para poder detectar vulneraciones en la línea de razonamiento allí donde se
den.

A continuación puedes ver una recopilación de las falacias más conocidas. Como no existe una
sola manera de clasificarlas para crear un sistema de tipos de falacias, en este caso se clasifican
según su pertenencia a dos categorías relativamente fáciles de entender: las no formales y las
formales.

A. Falacias no formales
Las falacias no formales son aquellas en las que el error del razonamiento tiene que ver con
en el contenido de las premisas. Es decir, que se apela a ideas irracionales para dar la
sensación de que lo que se dice es cierto.
Falacia ad ignorantiam

Consiste en defender la verdad o falsedad de un enunciado basándose en la idea de que nadie


ha probado lo contrario. Ejemplo: “los extraterrestres existen porque nadie ha probado lo
contrario”.

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Falacia ad verecundiam

La falacia ad verecundiam, o falacia de autoridad, vincula la veracidad de una proposición a


la autoridad de quien la defiende, como si eso proporcionase una garantía absoluta.
Por ejemplo, es corriente argumentar que las teorías de Sigmund Freud sobre los procesos
mentales son válidas porque su autor era un neurólogo famoso.
Falacia ad populum:
Apelar a la opinión de las mayorías. Por ejemplo: “la mayoría de las personas está de acuerdo
con un toque de queda para adolescentes, por lo tanto debe ser impuesto legalmente”. El que
la mayoría tenga una determinada opinión, no hace que esa opinión sea la más razonable.
Argumento ad consequentiam

En este tipo de falacia se intenta hacer ver que la validez o no de una idea depende de si
aquello que se puede inferir a partir de ella resulta deseable o indeseable.
Por ejemplo, un argumento ad consequentiam sería dar por hecho que la posibilidades de que
el ejército dé un golpe de estado en un país son muy bajas porque el escenario contrario
supondría un duro golpe para la ciudadanía.
Post hoc ergo propter hoc

Se trata de un tipo de falacia en el que se da por sentado que si un fenómeno ocurre después
de otro, es que está causado por este, a falta de más pruebas que indiquen que eso es así.
Por ejemplo, se podría intentar argumentar que la subida repentina en el precio de las
acciones de una organización se ha producido porque el inicio de la temporada de caza mayor
ya ha llegado a Badajoz.
Falacia ad hominem

En esta falacia se niega la veracidad de ciertas ideas o conclusiones resaltando las


características negativas (más o menos distorsionadas y exageradas) de quien las defiende, en
vez de criticar la idea en sí o el razonamiento que ha llevado a ella.
Un ejemplo de esta falacia lo encontraríamos en un caso en el que alguien desprecie las ideas
de un pensador argumentando que este no cuida su imagen personal.
Sin embargo, hay que saber distinguir este tipo de falacia de argumentos legítimos referidos a
las características de una persona en concreto. Por ejemplo, apelar a la falta de estudios
universitarios de una persona que habla sobre conceptos avanzados de física cuántica puede
considerarse una argumentación válida, ya que la información que se da guarda relación con la
temática del diálogo.

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Ataque personal directo (Ad Hominem-Ofensivo): descalificar la personalidad del oponente.
Ej.:”No debemos escuchar lo que él propone, todos sabemos que es homosexual”. La opción
sexual de una persona no afecta en nada su credibilidad y no tiene relación alguna con la
aceptabilidad de un punto de vista.
Ataque personal indirecto (Circunstancial): descalificar a una persona en virtud de las
situaciones especiales en que se encuentra. Ej: “es lógico que va a estar en desacuerdo con que
se elimine la participación de los alumnos en el directorio del colegio, si es un alumno”. Lo que
se hace aquí es argumentar apoyándose en las condiciones en que se encuentra la persona y
no en los argumentos que da en defensa de su punto de vista.
Envenenar el pozo: descalificamos directamente al oponente antes de que emita su opinión,
de tal forma que su defensa se vuelve imposible. No se quiere dejar agua para cuando llegue el
contrincante. Por ejemplo: “no debemos aceptar el punto de vista del periodista. Es sabido que
los periodistas tergiversan las noticias de acuerdo con la conveniencia del medio al cual
representan”. Lo que aquí se señala es que quién sostiene el punto de vista es un “mentiroso”,
con lo que anulamos cualquier posibilidad de aceptar lo que se dice. Lo que se hace es atacar a
la persona (además basado en una generalización) en vez de mostrar las debilidades de su
argumentación.
Ataque personal directo (Ad Hominem-Ofensivo): descalificar la personalidad del oponente.
Ej.:”No debemos escuchar lo que él propone, todos sabemos que es homosexual”. La opción
sexual de una persona no afecta en nada su credibilidad y no tiene relación alguna con la
aceptabilidad de un punto de vista.
Apelar al temor (ad baculum):
Se hacen uso de amenazas o amedrentamientos de forma implícita. Por ejemplo: “creo que
nadie estará en desacuerdo conmigo. ¿o piensan que no debo aprobarlos en el examen”. Dicho
por un profesor, es más una amenaza que un argumento.
Apelar a la misericordia (ad misericordiam):
En reemplazo de razones que apoyan la tesis, se apela a la bondad de la persona. Consiste en
apelar a la piedad para lograr el asentimiento cuando se carece de argumentos. Trata de forzar
al adversario jugando con su compasión (o la del público), no para complementar las razones
de una opinión, sino para sustituirlas. Ejemplo: “sin embargo, el presidente y sus ministros no
vacilan en aplicar sus recetas a expensas de empeorar la situación de los más pobres (se
recurre a los sentimientos)
Pregunta Compleja:

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Implica formular preguntas que suponen la aceptación de una información previa. Ejemplo:
¿cómo hace usted para evadir los impuestos? En la pregunta se da por hecho que la persona
evade impuestos, sin corroborar que realmente lo hace.
Equivoco:
Consiste en utilizar una palabra o frase con distintos sentidos dentro de un mismo
razonamiento, lo que genera obviamente conclusiones falsas. Ejemplo: “la muerte es el fin
(término) de la vida, por lo tanto, toda vida debe tener como fin (objetivo) la muerte”.
Ambigüedad (Anfibología):
Aparece cuando se argumenta a partir de premisas cuya formulación es ambigua o confusa
debido a una redacción descuidada. La premisa es falsa en un sentido y en otro no. Esto ocurre
especialmente en los titulares de los diarios, donde por razones de estilo o para lograr mayor
sensacionalismo, se incurre en ambigüedades como:”abuelita asesina delincuente”.
Falsa analogía:
Comparar situaciones diferentes como si se tratara de la misma. Ejemplo: “¿por qué los
estudiantes no podemos consultar los libros mientras hacemos los examenes? Los médicos
consultan sus libros para recetar algún medicamento y los abogados, los códigos para preparar
su defensa

B. Falacias formales
Las falacias formales lo son no porque el paso de las premisas a a la conclusión no es
correcto. Por eso sus fallos no dependen del contenido, sino del modo en el que están
vinculadas las premisas, y no son falsas porque hayamos introducido en nuestro razonamiento
ideas irrelevantes e innecesarias, sino porque no hay coherencia en los argumentos que
usamos.
La falacia formal puede ser detectada sustituyendo todos los elementos de las premisas por
símbolos y viendo si el razonamiento se ajusta a las reglas lógicas.
Negación del antecedente

Este tipo de falacia parte de un condicional del tipo "si le doy un regalo, será mi amigo", y
cuando se niega el primer elemento, se infiere incorrectamente que el segundo también
queda negado.:

Ejemplo: "Si llueve, la calle se mojará; no ha llovido, así que la calle no se mojará."

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Afirmación del consecuente

En este tipo de falacia también se parte de un condicional, pero en este caso se afirma el
segundo elemento y se infiere incorrectamente que el antecedente es verdadero:
Ejemplo: "Si apruebo, descorcho el champán". "Descorcho el champán, así que apruebo".
Término medio no distribuido

En esta falacia el término medio de un silogismo, que es el que conecta dos proposiciones y
no aparece en la conclusión, no cubre en las premisas a todos los elementos del conjunto.
Ejemplo: "Todos los mamíferos tienen ojos, algunos moluscos tienen ojos, por lo tanto,
algunos moluscos son mamíferos.
Silogismo categórico con premisas negativas
Esta falacia se da en cualquier silogismo categórico en el que ambas premisas son una
negación, ya que a partir de ellas no se puede concluir nada.
Ejemplo: "Ningún mamífero tiene plumas, ningún ratón tiene plumas, así que ningún mamífero
es un ratón
Accidente y accidente inverso: Utilización incorrecta del los modos de razonamientos
deductivos e inductivos.
Regla general para caso particular: Obedece a la idea de deducir impropiamente una
aplicación de una regla general a un caso particular que no se ajusta a ella. Ejemplo: “todas las
aves tienen plumas. El pingüino no tiene plumas. El pingüino no es ave.”
Generalización apresurada: Consiste en utilizar incorrectamente el razonamiento inductivo,
enunciando una regla general a partir de las excepciones. Ejemplo: “Pedro es un gran
conquistador y es tartamudo. Todos los tartamudos son grandes conquistadores”.
Petición de principios (Petitio principi –tautología- circularidad):
Argumentamos a favor de nuestro punto de vista, entregando una razón que es equivalente a
este. En otras palabras, uso los mismos principios que se tratan de fundamentar. Ejemplo: “es
imposible que Ana me ame, porque es algo que no puede ocurrir”.
Premisa contradictoria
Una afirmación usada como apoyo es incompatible con lo que se afirma en otra expresión,
también usada como apoyo. Ejemplo: “Yo creo que los alumnos tienen derecho a elegir
libremente a sus representantes para el centro de alumnos; ya que es algo que solo los
estudiantes pueden decidir. Pero, naturalmente, yo estoy de acuerdo con el reglamento
establecido por el director del colegio, en el sentido de que para participar solo deben ser
escogidos los alumnos más aplicados”.

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