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El “feto” y el activismo judicial conservador

a la constancia médica suscrita por la Dra. F. R., falle- —en el marco del expediente administrativo Nº
cimiento que no ha sido oportunamente inscripto Ex-2018-23970586-GDEBA-SDAMGGP— proceda
por causas ajenas a omisión reprochable a la actora. a: (i)  inscribir la defunción fetal denunciada en
estos actuados que surge certificada por la Dra.
Por ello, corresponde sin más trámite ordenar F. R. en el instrumento correspondiente, que reza:
al Registro de las Personas de la Provincia de “Certifico que a Doña T. B. Documento Tipo DNI Nº
Buenos Aires que (en el marco del Exp. Adm. Nº ... el día 6 de enero del año 2018 a la hora 12.30...

rs
2018-23970586-GDEBA-SDAMGGP) proceda a: expulsó un feto del sexo masculino de 26 sema-
(i)  inscribir la defunción fetal denunciada en nas de gestación, siendo la causa inmediata o final
autos conforme a los términos del certificado asfixia intrauterina no traumática...”, (ii)  expedir la
expedido por la Dra. F. R. (arts.  50 segundo licencia de inhumación fetal correspondiente a fin

te
párrafo, 51, 88 Ley 14.078); de que la actora pueda dar sepultura a los restos
de su hijo (cfr. arts. 50 segundo párrafo, 51, 88, 95
(ii)  expedir la licencia de inhumación corres- Ley 14.078). II. Abstenerme de imponer costas por
pondiente (art.  95 ley  14.078) a fin de que la no haber existido sustanciación alguna. Regístrese.
actora pueda dar sepultura a los restos de su hijo.

eu
Notifíquese por Secretaría. A tal fin, remítanse las
V. Con relación a las costas del proceso, en aten- actuaciones a la Defensoría Oficial, sirviendo la pre-
ción a las particularidades propias de la presenta- sente de atenta nota de envío. Devueltas las actua-
ción de solicitud de inscripción de defunción fetal ciones, remítanse a la Asesoría de Incapaces a fin
que constituye el objeto de la pretensión de este de notificar la sentencia dictada en estos actuados.
proceso voluntario, corresponde abstenerme de Líbrese oficio por Secretaría de la sentencia para
imposición alguna.
R ser presentado ante la Delegación Campana del
Registro de las Personas de la Provincia de Buenos
Por los argumentos expresados, corres- Aires, conjuntamente con el certificado de defun-
ponde y así resuelvo: I. Ordenar al Registro de ción fetal expedido por la Dra. F. R. en el Hospital
las Personas de la Provincia de Buenos Aires que “San José” de Campana. — Mónica E. Ayerbe.
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El “feto” y el activismo judicial


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conservador
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Soledad Deza (*)


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Sumario: I. Introducción.– II. Si hay defunción fetal, no hay persona.– III. Vida
fetal, activismo judicial y laicidad del derecho.– IV. Para seguir pensando sin
104 prisa, pero sin pausa.
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I. Introducción máxime si la edad gestacional es avanzada


y quien gesta ya ha inscripto en el imagina-
Como madre, puedo imaginar el inmenso rio propio y el de su entorno ese producto de
dolor de perder un embarazo buscado, la gestación como un “hijo”, “hija” o “hije”.

(*)  Abogada feminista, egresada de la Facultad  UNT.  Docente de Medicina Legal y Deontología del
de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán. Instituto de Salud y Calidad de Vida de la Universidad
Magíster en Género y Políticas (FLACSO). Docente de San Pablo de Tucumán. Coordinadora del Área Litigio
la Cátedra Libre de Género y Diversidad, de Sociología de Católicas por el Derecho a Decidir Argentina y presi-
Jurídica y de Taller III en la Facultad de Derecho de la denta de la Fundación Mujeres x Mujeres en Tucumán.
Soledad Deza

Como persona empática, puedo comprender crujir la familia patriarcal, el orden de social
el deseo de dar sepultura a ese feto, en cual- heteronormativo y los roles de género, los
quier credo que esa disposición última se ubi- feminismos se ven obligados a reclamar el
que. Como abogada, entiendo que el derecho cumplimiento de la ley. Sí: lo curioso es que
es un sitio en construcción permanente, donde por momentos renunciamos a interpretacio-
las normas no deben recoger las preferencias nes más justas y soluciones más creativas,
morales de cada sujeto, sino que deben tener para terminar, simplemente exigiendo el res-

rs
la suficiente generosidad de permitir que peto por la ley.
quepan dentro del orden social que regulan
“amigos y extraños morales” (1). Como acti- El Poder Judicial pudo en este caso haber
vista por los derechos humanos de las muje- atendido el reclamo de la mujer, pudo haber

te
res, observo con sorpresa que, frente a cierto mitigado el dolor y autorizarle la inhumación
activismo judicial conservador, los feminis- de los restos fetales. Pero debió hacerlo sin des-
mos —históricamente posicionados como articular el sistema jurídico filiatorio y de paren-
rupturistas dentro del orden social y del dere- tesco, sin arrasar las normas que rigen el estado

eu
cho— encarnamos por momentos el reclamo civil y la identidad de las personas y, sobre todo,
de positivismo. sin apelar a interpretaciones del derecho que
resultan discordantes del propio Código Civil,
la Constitución de la Nación y con los tratados
Y con esto último quiero significar que como
internacionales que Argentina ha suscripto.
sociedad debemos interrogarnos seriamente
acerca del rol jurisdiccional para corregir
R
desigualdades, asegurar libertades y volver Pudo además haber administrado justicia
las vidas de las personas más justas, si frente con un discurso franco y sin pervertir insti-
a cada avance político o legislativo que hace tuciones del derecho a través de un discurso
que se presume neutral, pero que, a poco
n
de leer, descubre un activismo judicial pro-
pio del momento que fuerza interpretacio-
 (1)  Según Engelhardt, los amigos morales com-
so

nes para construir sentidos jurídicos que en


parten una misma visión moral, y los extraños
un futuro cercano contribuyan a abonar una

Jurisprudencia Anotada
morales poseen visiones morales diferentes entre
sí, muchas veces incompatibles. El problema más
personalidad fetal que no existe para nuestra
complicado estará en intentar resolver problemas ley. El poder del discurso del derecho es de
morales apelando a un contenido entre extraños difícil dimensión. Para Alicia Ruiz: “El dere-
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morales y no tanto entre amigos morales. Este es el cho ‘narra’ (dice) lo que se debe hacer y no se
intento de las diversas propuestas o modelos actua- debe hacer, decir y pensar. Prescribe y ordena
les nacidos en el ámbito del derecho, la filosofía o en una secuencia, en un relato. He aquí su
la política, también en el de la bioética, que apelan intervención visible, desembozada, ‘a cara
a determinada concepción o modelo sin tener que descubierta’. En tanto, orden impuesto habi-
105
acudir a algún contenido. Pero, según Engelhardt, lita, en cierta medida, formas de resistencia.
tienen el problema de que parten ya de una visión Paralelamente, juega sin que lo advirtamos,
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moral particular que, por supuesto, no es compar- naturalizando relaciones y vínculos. Así que-
tida por todos, pues “toda elección moral concreta dan ‘marcados’ los modos en que calificamos
presupone un sentido moral particular”. Claro, por- nuestras conductas, y las conductas de los que
que para que exista ese “sentido moral particular” nos rodean, sin que nos hayamos planteado
compartido por todos hace falta un lenguaje opciones ni elegido unas ‘razones’ mejores
común, y este será posible en tanto cada cual tome que otras para adoptarlos. Esta es su ‘cara más
distancia de la propia eticidad que solo le provee de temible’, su costado oscuro; porque resulta
un lenguaje privado. Todos estos lenguajes privados muy difícil oponerse a una presencia que casi
constituyen lo que Engelhardt llama pluralidad de no percibimos. El derecho instituye sujetos
visiones morales. ENGELHARDT, T., “Los fundamen- y define identidades. Interviene en nuestras
tos de la bioética”, Ed. Paidós, Barcelona, 1995, 1ª ed. vidas cuando nos promete, cuando nos otorga,
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cuando nos reconoce, cuando nos niega, Salud de la Nación menciona: “La Conferencia
cuando nos crea expectativas, cuando nos pro- Internacional para la Décima Revisión de la
voca frustraciones. Y, en todo momento, con- Clasificación Internacional de Enfermedades
tribuye a dibujar el horizonte del mundo que (CIE-10) estuvo de acuerdo en que era acon-
habitamos, a través de ese relato que ‘crea’ sejable conservar las definiciones de nacido
hechos jurídicamente relevantes en la relación vivo y muerte fetal tal como aparecen en la
con normas ordenadas sistémicamente” (2). Novena Revisión” (4). El Informe Estadístico

rs
de Defunción Fetal tiene por objetivo princi-
Usar al derecho para administrar justicia es pal generar información estadística utilizada
lo correcto, forzar el derecho para lograr justi- para estudiar los problemas de salud prenata-
cia es peligroso y dejar de lado el derecho, aun les y obstétricos. También se usa para identi-

te
cuando la finalidad pueda apreciarse valiosa, ficar factores que pueden tener consecuencias
es imperdonable. en el feto, como la edad gestacional y el peso.

II. Si hay defunción fetal, no hay persona El certificado médico de defunción fetal no

eu
solamente es un documento legal de suma
Recibe el nombre de defunción fetal la muerte importancia, sino que constituye una fuente
del producto de la concepción, antes de la primaria de datos con los cuales se elaboran
expulsión o la extracción completa del cuerpo estadísticas de mortalidad. Estas representan
de la mujer, independientemente de la dura- un instrumento imprescindible en la planifica-
ción del embarazo; la muerte está indicada por
R ción, desarrollo y evaluación de los programas
el hecho de que, después de la separación, el de salud, donde las autoridades sanitarias
feto no respira ni da ninguna otra señal de vida, competentes desarrollan su labor en el campo
como latidos del corazón, pulsaciones del cor- de la prevención y lucha contra las enfermeda-
dón umbilical o movimientos efectivos de los des. Para cumplir con estos objetivos, se nece-
n
músculos de contracción voluntaria (3). Todo sita poseer información estadística completa,
producto de la concepción que al ser separado veraz y adecuada en lo que atañe a las causas
de la madre no presenta signos de vida es una de muerte (5).
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defunción fetal y debe ser certificado médica-


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mente como tal, a los fines estadísticos. Por su parte, la ley 26.413 establece la obli-
gación médica de certificar este hecho médico
En relación a este tema, la Dirección de Esta- y biológico, diferenciándolo de aquel evento
dísticas e Información en Salud del Ministerio de obstétrico donde acontece un nacimiento con
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vida. En efecto, dispone el art. 40 que “[s]i del


certificado médico surgiera que se trata de una
 (2)  RUIZ, Alicia, “El derecho como discurso y
juego”, Revista Jurídica Universidad Interamericana
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de Puerto Rico, septiembre-diciembre 2003, p. 177.  (4)  DIRECCIÓN DE ESTADÍSTICAS E INFOR-
Ponencia presentada el 15 de agosto de 2003 en el MACIÓN EN SALUD, MINISTERIO DE SALUD, PRESI-
Th

Quinto Coloquio Internacional de Derecho Interna- DENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA, “Definiciones y


cional y Derecho Comparado: Construyendo Redes conceptos en estadísticas de salud”, disponible en
de Pensamiento Crítico, presentado por Latina and www.deis.gov.ar/definiciones.htm.
Latino Critical Legal Theory, Inc. (Latcrit), celebrado  (5)  CARAMÉS, Viviana, “Certificado Médico
en la Facultad de Derecho de la UBA. de Defunción fetal”, artículo original en Boletín de
 (3)  Definición recomendada por la Organización Responsabilidad Profesional y Ética. Suplemento
Mundial de la Salud y tomada para la República del Diario del Mundo Hospitalario, publicación de la
Argentina por la Dirección de Estadísticas y Salud del Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de
Ministerio de Salud de la Nación, disponible en www. Buenos Aires, año 2, nro. 4, mayo de 2007, disponi-
deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/ ble en www.medicosmunicipales.org.ar/brpye0507.
Norm_InstDefF.pdf. htm#1.
Soledad Deza

defunción fetal, se registrará la inscripción de la ley 26.413, en tanto especifica que si hubo


en el libro de defunciones; si del mismo sur- un nacimiento con vida, aun cuando este sea
giere que ha nacido con vida, aunque fallezca de unos minutos, el personal de la salud certi-
inmediatamente, se asentarán ambos hechos ficará primero el nacimiento con vida y luego
en los libros de nacimientos y de defunciones, la defunción, a diferencia de la defunción
respectivamente”. fetal, donde, al no existir el acto jurídico del
nacimiento, la persona no es registrada y, por

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Es decir que, más allá de la diferencia en lo mismo, su existencia no será inscripta, sino
la edad gestacional en que se produzca esta solo la defunción y a los fines estadísticos en
materia de salud.
muerte fetal —distinción solo prevista en la
ley 14.078 de Buenos Aires en exceso de com-

te
petencias legislativas que fueron atribuidas Adviértase que el art. 33 de la ley 26.413
al Congreso de la Nación en el art. 75, inc. 12, aclara que para inscribir un nacimiento debe
existir un “Certificado médico de nacimiento
de la Constitución Nacional y, por ende, no
en el que constará: a) De la madre: nombre;
delegadas a las provincias— surge claro que

eu
apellido, tipo y número de documento nacio-
el dato clave para identificar médica y jurídi-
nal de identidad, edad, nacionalidad, domici-
camente una defunción fetal como hecho jurí-
lio, la impresión dígito pulgar derecha; b) Del
dico es la inexistencia de un nacimiento con
recién nacido: nombre con el que se lo inscri-
vida. Y ese hecho jurídico no es menor, puesto
birá, sexo, edad gestacional, peso al nacer e
que es presupuesto de la existencia misma de impresión plantal derecha si el nacimiento ha
una persona.
R sido con vida; c) Tipo de parto: simple, doble
o múltiple; d) Nombre, apellido, firma, sello y
En efecto, al mismo tiempo que el art. 19 del matrícula del profesional médico u obstétrica
Cód. Civ. y Com. expresa que la existencia de o el agente sanitario habilitado que atendió el
la persona humana comienza desde la concep- parto; e) Fecha, hora y lugar del nacimiento y
n
ción, aclara en el art. 21 del mismo plexo que de la confección del formulario; f) Datos del
“los derechos y obligaciones del concebido o establecimiento médico asistencial: nombre y
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implantado en la mujer quedan irrevocable- domicilio completos; g) Observaciones”.


mente adquiridos si nace con vida. Si no nace

Jurisprudencia Anotada
con vida, se considera que la persona nunca Si no hay una persona, tampoco habrá dere-
existió. El nacimiento con vida se presume”. cho a la identidad. Fernández Sessarego dis-
Y habiéndose certificado una defunción fetal tingue la identidad estática de la identidad
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se derivan dos actos jurídicos: por un lado, se dinámica y explica: “la identidad de la per-
desvirtúa la presunción del nacimiento con sona, en tanto inescindible unidad psicoso-
vida precisamente al constatarse la muerte mática, presupone un complejo de elementos,
intrauterina; y, por otro lado, esa muerte sig- una multiplicidad de aspectos esencialmente
nifica al mismo tiempo la constatación de la vinculados entre sí de los cuales unos son de
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inexistencia de la persona humana, por el carácter predominantemente físico o somá-
cumplimiento de la condición resolutoria tico, mientras que otros son de diversa índole,
Th

que trae el mismo art. 21. Complementa la ya sea esta psicológica, espiritual, cultural,
noción del nacimiento con vida como acto de ideológica, religiosa o política. Estos múlti-
inflexión en cuanto a la existencia jurídica de ples elementos son los que, en conjunto, perfi-
una persona lo normado por el art. 96 del Cód. lan el ser ‘uno mismo’, diferente a los demás,
Civ. y Com., que indica que “El nacimiento no obstante que todos los seres humanos son
ocurrido en la República, sus circunstancias iguales” (6). Nótese que un certificado de
de tiempo y lugar, el sexo, el nombre y la filia- defunción fetal no contiene —a diferencia del
ción de las personas nacidas se prueba con las
partidas expedidas por el Registro de Estado
Civil y Capacidad de las Personas”. Cobra acá  (6)  FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, “El dere-
relevancia la distinción efectuada por el art. 40 cho a la identidad personal”, LA LEY 1990-D-1248.
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certificado de nacido vivo— nombre, ni nin- persona, para portar un nombre —atributo de
gún otro dato que construya personalidad. la personalidad— también.
Solo la referencia a la causa de la muerte y el
resto de los datos hacen a la identidad, si se En cuanto a la inviolabilidad que invoca la
quiere estática, de la parturienta. Pero al invo- jueza en su sentencia, corresponde reflexionar
lucrar identidad en su faz dinámica las rela- de la misma forma. Cuando el art. 51 del Cód.
ciones sociales que la persona va generando Civ. y Com. afirma que “[l]a persona humana

rs
a lo largo de su vida, comprende su historia es inviolable y en cualquier circunstancia tiene
personal, su biografía existencial, su estruc- derecho al reconocimiento y respeto de su dig-
tura social y cultural. nidad”, ello no impediría que esa inviolabili-
dad subsista mientras tanto no se produzca

te
Y frente a una defunción fetal, al no existir la condición resolutoria del art. 21, es decir,
jurídicamente una persona, tampoco existirá mientras no ocurra una muerte intrauterina.
derecho a la identidad posible. Aun cuando Es decir, sin entrar en la discusión remanida
la sentencia llame “bebé” al producto de una sobre la categoría civil “persona por nacer” y

eu
defunción fetal, ello no le otorga personalidad, su falta de equiparación jurídica a la persona
continuará siendo un jurídicamente un feto. que ya nació, solo considero imprescindible
invitar a pensar que, comprendiendo la defi-
Lo mismo ocurre con el vínculo de filiación, nición de la categoría “persona por nacer” una
dado que, al carecer de existencia jurídica ese condición resolutoria en su existencia, una vez
producto de la concepción que muere dentro
R cumplida ella, la categoría se extingue y con
del útero, se extingue junto con su existencia la ella cualquier tipo de proyección que el art. 51
potencialidad de ser hijo/a y de tener filiación. hubiera tenido eficacia de proyectar en tér-
Por más que la sentencia llame “madre” a la minos de protección a la dignidad, libertad
parturienta y a pesar de que la documentación y cualquier otro derecho personalísimo cuyo
n
certificatoria enuncie en sus casilleros como resguardo afianzara su inviolabilidad. Lamm
“madre” a quien ha parido, resulta imposi- señala que “[e]n este sentido, la inviolabili-
dad de la persona, consagrada en el art. 51,
so

ble soslayar que el art. 565 del Cód. Civ. y Com.


establece que “En la filiación por naturaleza, la Cód. Civ. y Com., se relaciona con el art. 17,
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maternidad se establece con la prueba del naci- Cód. Civ. y Com., que establece el principio
miento y la identidad del nacido”. Nótese que de no comercialidad del cuerpo humano y
la propia defunción fetal es prueba contraria al sus partes, negándoles todo valor económico,
nacimiento con vida y que al no haber un naci- pudiendo tener solo un valor ‘afectivo, tera-
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miento con vida no habrá una persona, y por péutico, científico, humanitario o social...’. Es
lo mismo tampoco habrá prueba de identidad. coherente establecer que la propia persona
es la que puede disponer del cuerpo y de sus
Continuando con el mismo razonamiento, el partes integrantes para los fines mencionados,
108 sobre la base del reconocimiento de la digni-
art. 62 del Cód. Civ. y Com. dispone: “La per-
sona humana tiene el derecho y el deber de dad ínsita del art. 51, Cód. Civ. y Com.” (7).
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usar el prenombre y el apellido que le corres-


ponden” y aclara que llevar un nombre es, a Otro tanto ocurre con la posibilidad de darle
la vez, un derecho y un deber que tiene cada sepultura y disponer de los restos fetales. Jurí-
persona humana en orden precisamente a dicamente, al no haber ocurrido un nacimiento
que este es un atributo de la personalidad y
quien lo porta tiene derecho a usarlo y pro-
tegerlo de injerencias de terceros. La doctrina  (7)  LAMM, Eleonora, “Comentarios a los arts.  51
es conteste en que el nombre es un derecho a 61”, en CARAMELO, Gustavo - PICASSO, Sebastián
humano autónomo emparentado con el dere- - HERRERA, Marisa (dirs.), Código Civil y Comercial
cho a la identidad. Ello equivale a afirmar de la Nación comentado, Ed. Infojus, Buenos Aires,
que, si para tener identidad se precisa ser 2015, ps. 124-149.
Soledad Deza

con vida, esa vida fetal y la “persona por que le corresponde a personas. Esto equivale a
nacer” deben considerarse como inexistentes. afirmar que solo quienes han nacido con vida
Por ello, yerra otra vez la jueza cuando argu- pueden jurídicamente morir y ser inhumados.
menta su decisión de autorizar la inscripción y
la sepultura de un feto basándose en el art. 61 ¿Quiero decir con esto que la falta de exis-
del Cód. Civ. y Com., que regula la posibilidad tencia jurídica de una persona en el caso de la
de la persona mayor de edad —con plena capa- muerte del producto de la gestación intraútero

rs
cidad—, o de sus parientes en cierto orden de inhabilita la posibilidad de inhumar esos res-
prioridad allí establecido, de disponer de sus tos fetales y darles sepultura por el rito que
restos corporales. Volviendo a lo mismo, y sin se elija, si ese es el deseo de quien ha parido?
ánimos de resultar reiterativa, si no existe una No, de ninguna manera. Lo que quiero poner

te
persona, no existe nadie con capacidad de dis- en cuestión es que el Juzgado Contencioso
poner de sus restos corporales. Por un lado, Administrativo pudo haber llegado al mismo
porque el producto de la gestación que sufre resultado por deferencia moral hacia la sub-
una muerte intrauterina, al no alcanzar jamás jetividad de la peticionante, pero recono-
la condición jurídica de “persona”, no puede

eu
ciendo que configura una excepción a la ley.
ejercer ningún derecho, tampoco el de dispo- Dicho de otra forma, podría haber satisfecho
ner de sus exequias. Y por el mismo motivo, el deseo de dar sepultura a los restos fetales
no existe legitimación basada en el parentesco sin forzar interpretaciones inconstitucionales
para reclamar en base a este artículo la inhu- del sistema de identificación de personas del
mación del cadáver. Registro del Estado Civil y Capacidad de las
R Personas, sin detonar el sistema filiatorio que
Me detengo brevemente para resaltar el uso regula el Código Civil y Comercial.
sesgado de la doctrina que puede inducir a
error si se descontextualiza la cita. La sentencia En cuanto a la validez de la ley provincial
que se comenta cita, de forma errónea a Herrera, 14.078, que habilitaría esta posibilidad según
n
Caramelo y Picasso para abonar la personali- la jueza, corresponde considerar dos cuestio-
dad fetal vinculada al derecho a la sepultura, el nes muy importantes. Por un lado, cabe des-
siguiente extracto que en realidad le pertenece a tacar que el art. 75, inc. 12, de la CN torna esta
so

Eleonora Lamm: “Así, en este art. 61, como una regulación inválida por haberse dictado sin las

Jurisprudencia Anotada
emanación del derecho a la integridad corporal, competencias legislativas necesarias. Nótese
autonomía y dignidad, se reconoce expresa- que es materia de competencias reservadas
mente la posibilidad de disponer, por un lado, al Congreso de la Nación todo lo atinente a
la forma, modo o circunstancias de las exequias la regulación de los Códigos de fondo. Y, por
om

e inhumación y, por el otro, la posibilidad de otra parte, ella enerva instituciones centrales
disponer del cadáver con fines terapéuticos, del derecho diseñadas jurídicamente para el
científicos, pedagógicos o de índole similar”. Y resguardar el estatus civil y el derecho a la
recorta, convenientemente, el final del párrafo, identidad de las personas en nuestro país, con
que indica que “Solo la ‘persona plenamente la vulneración del sistema jurídico de registra- 109
capaz’ puede disponer de su cadáver”. ción de personas, irradia directamente efectos
también violatorios en el derecho de familia,
Th

De hecho, adviértase que en la metodología el derecho de sucesiones y hasta en el mismo


de la ley 26.413, la licencia para inhumación derecho procesal, reconociendo legitimacio-
de una persona fallecida está regulada en los nes en base a parentescos inexistentes.
arts. 67 y 68, la legitimación para solicitar la
disposición de un cadáver está enumerada De un tiempo a esta parte, desde que se
dentro del art. 61 y los requisitos legales para clausurara el debate parlamentario por la
la inscripción registral de la muerte —actos legalización del aborto en nuestro país, se dic-
previos a la concesión de licencia por inhuma- taron algunos fallos que denotan un activismo
ción— están enumerados en el art. 63, todo del judicial en la construcción jurídica de la perso-
mismo capítulo de “Defunciones”, de cuya lec- nalidad fetal por fuera de los estándares nacio-
tura surge indudable que es una prerrogativa nales e internacionales vigentes. Entiendo que
El “feto” y el activismo judicial conservador

esta sentencia se ubica dentro de ese activismo Comodoro Rivadavia que autoriza una prisión
judicial conservador que pervierte un sistema domiciliaria para una mujer embarazada, guar-
jurídico en base a interpretaciones del dere- dando silencio sobre el único argumento invo-
cho que denotan un desprecio absoluto por el cado por la Defensa Pública que es “el interés
art. 2º del Cód. Civ. y Com., que dispone: “La ley superior del por nacer” (10) o en una resolución
debe ser interpretada teniendo en cuenta sus de una fiscal tucumana que insta a que la defen-
palabras, sus finalidades, las leyes análogas, sora de menores se apersone cuando existe una

rs
las disposiciones que surgen de los tratados defunción fetal certificada (11).
sobre derechos humanos, los principios y los
valores jurídicos, de modo coherente con todo Uso la palabra “activismo judicial” en
el ordenamiento”.
el sentido en que la usa Dukelsky cuando

te
reflexiona acerca de la inexistencia de activi-
Este fallo se inscribe, al igual que otros
dad jurisdiccional “pura” o sin ideología: “...
fallos que señalaré brevemente más adelante
la ‘corporación judicial’ se presentará como
y al igual que algunos proyectos de ley (8),
técnico-neutral e invocará en forma abstracta

eu
en una estrategia político-religiosa que busca
crear sentidos sociales sobre la personalidad la ‘independencia judicial’ para oponerse a
fetal, apelando indebidamente al lenguaje del medidas ampliatorias de los derechos funda-
derecho y al sistema jurídico. Lo que se oculta mentales en tiempos de gobiernos populares,
detrás de este tipo de actos jurisdiccionales es olvidando que la independencia de los magis-
un activismo judicial conservador que no esca- trados implica también independencia del
tima en pervertir institutos del derecho para
R poder económico y otros poderes privados.
menoscabar el derecho a decidir. Entonces, Y en los ámbitos académicos dominantes se
bajo la apariencia de ampliación de proteccio-
nes jurídicas, lo que se oculta en realidad es
la operación política conservadora de sectores
n
 (10)  TOFed.  Crim. Comodoro Rivadavia,
que no acuerdan moralmente con el derecho a
05/07/2019, “R. F. S. - Infracción ley  23.737”, Micro-
decidir de las personas con capacidad de gestar
juris online: Cita: MJ-JU-M-120189-AR | MJJ120189
—v.gr., anticoncepción, interrupción legal de
so

| MJJ120189. La sentencia omite valorar este argu-


embarazo, interrupción voluntaria de emba-
mento y en pocos renglones acoge la pretensión sin
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razo, contracepción quirúrgica, etc.— y minan


valorarlo, siendo que existen sobrados instrumen-
la soberanía sexual, dotando de una personali-
tos nacionales e internacionales que justifican esta
dad jurídica que no tiene al feto, al embrión, al
modalidad de ejecución de la pena que nada tienen
cigoto, al blastocito y/o a cualquier entelequia
om

que ver con el interés superior del feto.


que puede enfrentarse como un “otro” distinto
de la persona que gesta, invocando derechos.  (11)  Expte. nro. 64.581, caratulado “A determinar
Invito a pensar —para contextualizar— en s/ homicidio”, donde la Fiscalía de Instrucción en lo
una sentencia de Corrientes que autoriza una Penal de la II Nominación del centro judicial Capital
110 adopción prenatal (9), en una sentencia de de Tucumán, a cargo de Adriana Giannoni, además
de violar el art. 103 del Cód. Civ. y Com. exigiendo
representaciones de personas inexistentes, otorga
Th

un rol de querellante a quien invoca “ser padre” del


 (8)  Proyecto de ley obrante en expediente producto de la gestación de una niña de 14 años
0360-D-2018. Registro del Estado Civil y Capacidad cuya certificación de la defunción fetal existe. Ello,
de las Personas, ley 26.413. Incorporación del capí- en violación también de la normativa procesal y
tulo  XII bis titulado “Registro de defunciones feta- de la de fondo, ya que, al no haber persona, no hay
les”. Fecha: 06/03/2018. vínculo, ni parentesco que habilite la querella como
 (9)  HERRERA, M. - DEZA, S. - DE LA TORRE, N., particular ofendido (arts. 7º y 91 del Cód. Proc. Penal
“¿Un fallo ‘revolucionario’ o una contraofensiva de Tucumán). “Si esto no es activismo judicial con-
frente a la consolidación de los derechos humanos servador, ¿el activismo conservador dónde está?”,
en clave de género?”, LA LEY del 09/09/2019, cita Providencia de fecha 22/11/2019 dictada en los
online: AR/DOC/2716/2019. autos referenciados. Inédita.
Soledad Deza

seguirá presentando a la ciencia del derecho que está en juego no es solo “la vida dada por
como totalmente divorciada de la realidad Dios”, sino también “la vida como núcleo de la
social, invocando una neutralidad y pureza ciencia, la biología y la medicina”. Es así que un
teórica capaz de legitimar cualquier medida o “triedro compuesto por Ciencia-Iglesia-Estado”
decisión jurídico-política” (12). compone un discurso de soporte donde se sacra-
liza la vida como forma de una biología y queda
No hay neutralidad en decisiones judiciales indisponible para la persona por razones divi-

rs
que interpretan el derecho del nasciturus más nas. Finalmente, dice el autor: “esta vida, que la
allá de la ley. De la misma forma que no hay ciencia determina y la Iglesia sostiene, es asegu-
neutralidad en la actividad jurisdiccional que rada políticamente por el Estado que defiende y
al amparo de pretensiones de reconocimiento es el soporte de su estructura de derechos, sobre

te
de excepciones al derecho otorga de refilón todo en democracias modernas” (14).
—indirecta pero efectivamente— argumentos
para quienes impugnan la autonomía sexual La posición católica frente a todo aquello
de las mujeres apelando a la construcción del que suponga una intervención en los proce-

eu
feto como un “otro” distinto de la persona sos de la vida nace, para Marta Lamas (15), del
que gesta y así dotar —discursivamente— a la dogma religioso que indica que ni la mujer ni
vida intrauterina de una personalidad que no el hombre dan vida, sino que son depositarios
tiene para el derecho. Tamar Pitch señala con de la voluntad divina. De ahí que la religión
acierto que “la escisión entre mujer y embrión católica considere que, desde el momento de la
ha tenido como consecuencia la construcción
R fecundación, el ser humano en formación tiene
de la célula fecundada como ‘víctima’, pre- plena autonomía de la mujer, cuyo cuerpo es
ludio de su reconocimiento como ‘persona’, un “mero instrumento divino” y por eso cree
incluso jurídica. El giro puerocéntrico, o sea, la también que, desde ese mismo momento, el
tendencia a poner en el centro a los niños, sus producto en formación es alguien absolu-
n
necesidades, intereses y derechos, dibuja una tamente equiparable al ser humano nacido,
escena antagónica en la que se enfrentan dos pues desde el primer instante tiene “alma”.
sujetos: las mujeres y los embriones, las prime-
so

ras poderosas, los segundos a su merced, y por Existe una construcción cultural del feto

Jurisprudencia Anotada
tanto víctimas potenciales de aquellas” (13). como sujeto de derecho que cuenta con un
entretejido de discursos conservadores donde
III. Vida fetal, activismo judicial y laicidad el discurso del derecho y sus tribunales tiene
del derecho muchas veces una participación activa. Como
om

lo señala Morán Faúndes, frente a cada dis-


Los discursos para otorgar personalidad al cusión que incluya la palabra aborto resulta
feto tienen como eje vertebrador al concepto de inevitable “la subjetivación del feto —esto es,
“vida”. Jaris Mujica explica que no es estricta- la acción de otorgarle el estatus de sujeto— es
mente una vida biológica la que buscan con- una acción de poder, un acto mediado por la 111
servar los conservadores, sino una vida mucho cultura y construido socialmente” (16). Y con
Th

más compleja que mezcla juicios morales con


un enfoque radicalizado de la ciencia, donde lo

 (14)  MUJICA, Jaris, “Economía política del


 (12)  DUQUELSKY GÓMEZ, Diego, “La falsa dico- cuerpo. La reestructuración de los grupos conserva-
tomía entre garantismo y activismo judicial”, DOI: dores y el biopoder”, Ed. Promsex, Lima, 2007, p. 71.
10.14198/DOXA2018.41.10, Doxa, Cuadernos de  (15)  LAMAS, Marta, “Aborto, derecho y religión
Filosofía del Derecho, 41 (2018), ps. 193-209. en el siglo  XXI”, Debate Feminista, año 14, vol.  27,
 (13)  PITCH, Tamara, “Sexo y género de y en el abril 2003, México DF, ps. 139-164.
derecho: el feminismo jurídico”, Anales de la Cátedra  (16)  MORÁN FAÚNDES, José M., “La valoración
Francisco Suárez, 44, 2010, ps. 435-459. de la vida, la subjetivación del embrión y el debate
El “feto” y el activismo judicial conservador

ayuda del discurso jurídico, el feto termina mación de un ser humano, aunque no haya
por construirse a sí mismo con autonomía acuerdos sobre el estatuto legal de embrión,
incluso de la persona gestante, como un sujeto ni sobre el mismo inicio la vida, el desarrollo
moralmente valorable, susceptible de protec- humano intrauterino se convirtió en un ele-
ción jurídica incluso desde el momento de la mento público y político.
fecundación. La fecundación se ha transfor-
mado en un instante que pareciera marcar de Con la secularización del poder, los sectores

rs
manera aparentemente irrefutable la aparición conservadores se han volcado hacia el acti-
de un sujeto, de una persona. En este sentido, vismo político en la esfera estatal con la misión
la Corte IDH (Corte Interamericana de Dere- de proyectar la moral de sus propias cosmovi-
chos Humanos) en el caso “Artavia Murillo” siones —religiosas, éticas o morales— a través

te
resolvió, respecto de la controversia suscitada de mecanismos que se presentan como legiti-
sobre cuándo empieza la vida humana, que mados por la democracia, pero que no dejan
no corresponde tomar como científicas aque- de entretejer una moral restrictiva con el dere-
llas posiciones que, sin tener consenso, refle- cho. La laicidad de un Estado está estrecha-

eu
jan una cosmovisión personal, puesto que ello mente emparentada con el liberalismo, con la
“implicaría imponer una creencia específica democracia, con la separación de esferas entre
a otras personas que no las comparten” (17). lo religioso y lo político, con la tolerancia reli-
Sin embargo, no parece calar seriamente en los giosa, con el respeto por derechos humanos,
discursos comprometidos. con la libertad de creencias y con la moderni-
R dad política, sin asimilarse exclusivamente a
Los adelantos tecnológicos han colaborado ninguna de estas ideas. En términos funciona-
sustancialmente en darle visibilidad a aquello les, hablar de laicidad es hablar de un régimen
que ocurre dentro de los cuerpos gestantes, de convivencia diseñado para el respeto de
cuando históricamente habían sido procesos la libertad de conciencia, en el marco de una
n
privados y casi exclusivos de mujeres (18). sociedad crecientemente plural o que reco-
Hace unas décadas era impensable conocer noce una diversidad existente. Dicho elemento
visualmente lo que ocurría durante la gesta- constituiría, entonces, un común denominador
so

ción en el útero, pero desde que el “misterio esencial en cualquier tipo de sistema sociopolí-
tico al que se le denomina “laico” (19).
RDF | Junio | 2020-III__

de la vida” ha sido mostrado por cámaras


que transmiten imágenes del proceso de for-
Es indispensable que el derecho, tanto en
su faz normativa como en su faz jurispruden-
om

sobre el aborto: aportes desde una perspectiva cial, se autoperciba laico. Para Vaggione, la
crítica”, Acta Bioeth, internet, 2014, nov., citado laicidad constituye un primer umbral de sig-
20/12/2019, ps.  151/157, disponible en www. nificaciones sobre lo religioso por parte de los
scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pi- movimientos feministas y por la diversidad
112 d=S1726-569X2014000200002&lng=es. http://dx. sexual. Aunque como marco de inteligibilidad
doi.org/10.4067/S1726-569X2014000200002. no es novedosa, los movimientos la reinscri-
ben como una dimensión constitutiva de la
Th

 (17)  Corte Interamericana de Derechos Huma-


(nueva) política sexual. El impacto de estos
nos (CIDH) en caso “Artavia Murillo c. Costa Rica”,
del 28/11/2012, disponible en www.corteidh.or.cr/
movimientos se plasma, entre otras cuestiones,
docs/casos/articulos/seriec_257_esp.pdf. en la fuerte gravitación (académica y política)
que la sexualidad ha adquirido en los debates
 (18)  LAUDANO, Claudia, “Reflexiones en torno a
las imágenes fetales en la esfera pública y la noción
de ‘vida’ en los discursos contrarios a la legalización
del aborto”, Revista Temas de Mujeres, 2012 [8],  (19)  BLANCARTE, Roberto, “Laicidad y laicismo
ps. 57-68, Ed. Centro de Estudios Históricos Interdis- en América Latina”, Estudios Sociológicos, vol. XXVI,
ciplinarios sobre las Mujeres, Facultad de Filosofía y nro. 76, enero-abril, 2008, ps. 139-164, Ed. El Colegio
Letras, Universidad Nacional de Tucumán. de México, AC, Distrito Federal, México.
Soledad Deza

sobre la laicidad. No solo los estudios y polí- Y al mismo tiempo, estos avances han ido
ticas sobre la sexualidad han incorporado y acompañados por fuerte reactivaciones y rear-
enriquecido estos debates, sino que también ticulaciones del poder religioso que tensionan
los análisis y campañas políticas preocupados permanentemente la laicidad y la separación
por la laicidad han priorizado a la sexualidad entre religión y política, o religión y derecho,
como dimensión y foco político. Los derechos dado que, en reacción a la ampliación de dere-
sexuales y reproductivos se convierten, así, chos, diversos sectores religiosos se organizan

rs
en un indicador relevante para evaluar (tanto políticamente para obstruir su implemen-
analítica como políticamente) el grado de lai- tación o bien para revertir abiertamente su
cidad alcanzado en los distintos países de la vigencia. Una de esas estrategias de los con-
región. Si bien los países de la región tienen servadurismos religiosos incluye al activismo

te
distintos recorridos institucionales, una carac- judicial, que contribuye de distintas formas a
terística común señalada por este autor es la la construcción jurídica de la vida fetal, qui-
insuficiente autonomía y separación entre el zás sin poner en tensión la autonomía sexual
Estado y la iglesia católica que se manifiesta de las mujeres —como ocurre en el debate de

eu
en la existencia de privilegios institucionales, legalización del aborto—, pero sí de formas
materiales y simbólicos (20). más veladas, como es el fallo que se comenta.

Cuando se considera la vigencia de los dere- Con el advenimiento de las democracias en


chos sexuales y reproductivos en Argentina, al América Latina, estos mismos grupos religio-
R
igual que gran parte de los países de la región, sos —de adscripción al cristianismo en sus
se observa un momento paradójico respecto vertientes católicas y evangélicas, principal-
al tema de la laicidad. En los últimos años se mente— se ven obligados a reciclar sus argu-
dieron notorios avances en el reconocimiento mentos religiosos que se corresponden con
de estos derechos, lo que significó —de formas dogmas de la profesión de fe y recurren al dis-
n
más o menos directas— tributar la laicidad curso de los derechos humanos. De esta forma,
como horizonte normativo. La ampliación autoidentificándose como exclusivos defenso-
de derechos sexuales y reproductivos para res de la vida en referencia a la defensa de la
so

las mujeres, para las parejas del mismo sexo, vida fetal, logran apropiarse discursivamente

Jurisprudencia Anotada
para las personas trans, para niñxs y adoles- del “derecho a la vida”. En esta operación
centes (entre otros sectores) lograda a través
de la sanción de distintas leyes o de recono-
cimientos jurisprudenciales que continúan
om

profundizando la misma línea de construc- puntos neurálgicos de la política eclesial. Disputar


ción de ciudadanía plena, implicó al mismo sentidos en la definición de “vida” o en el “inicio de la
tiempo resistir el poder religioso de mantener vida” fue una táctica para resistir decisiones sexuales
un statu quo que no acuerda con esa ciudada- o reproductivas de vida asociándolas con decisio-
nía plena por fuera de los dogmas religiosos nes de muerte. Pero también el campo de la edu- 113
y busca por ello imponer una moral sexual cación ha sido un terreno yermo y fructífero donde
restrictiva como plan de vida obligatorio para disputar sentidos acerca de los valores vigentes en
Th

toda la sociedad (21). la sociedad y el tan conocido ahora “#ConMisHi-


josNoTeMetas”, que busca vaciar de contenido una
política pública con más de una década de vigen-
cia y que está basada en el respeto de los derechos
 (20)  VAGGIONE, Juan M., “La politización de humanos de niños, niñas y adolescentes, es una
la sexualidad y el sentido de lo religioso”, www. muestra de un activismo religioso donde el dogma
programaddssrr.files.wordpress.com/2013/05/ se disfraza de discusión jurídica (v.gr., alcances de
la-politizacic3b3n-de-la-sexualidad-y-los-senti- la responsabilidad parental) e intenta no ocluir un
dos-de-lo-religioso.pdf. debate —como ocurrió décadas con la legalización
 (21)  La agenda de anticoncepción y aborto del aborto— sino directamente derogar estándares
figuró —y continúa haciéndolo— dentro de los legales vigentes.
El “feto” y el activismo judicial conservador

política de polarizar indebidamente la discu- Córdoba es un ejemplo por antonomasia de


sión a favor o en contra de la legalización del este “activismo judicial” conservador. La Aso-
aborto, quienes están en contra del reconoci- ciación Portal de Belén fue y continúa siendo
miento legal del derecho a abortar por volun- protagonista de una serie de litigios para obs-
tad de la mujer se autoproclaman provida y truir la implementación de derechos humanos
por oposición, quienes están a favor quedarán que buscan igualdad entre varones y mujeres
del lado de la “cultura de la muerte” (22). a través de políticas sexuales. Desde 2012 —y

rs
hasta la fecha— esta ONG logró suspender el
Este discurso se instala en la sociedad a partir acceso a las interrupciones legales de embarazo
del activismo de ONG autodenominadas “pro- en hospitales provinciales luego de plantear la
vida” que en nuestro país revisten, según José inconstitucionalidad del Protocolo elaborado

te
Manuel Morán Faúndes, un 86,4% de identifi- por el Ministerio de Salud local, en cumpli-
cación católica en su ideario, un 10,2% de iden- miento de la exhortativa de la Corte Suprema
tificación evangélica en su ideario y el resto no de Justicia de la Nación (CS) resuelta en el
aportan datos al respecto (23). Es útil a estas
fallo “F. A. L.” (25). Pero antes de obstaculizar

eu
alturas correr el velo de este tipo de discursos
la realización de abortos legales, esta ONG se
para poder pensar que “El desplazamiento
encargó de litigar en Córdoba y en otras pro-
realizado por estos sectores, desde una agenda
vincias también, contra todo avance en políti-
política históricamente abocada a la temática
del aborto y los métodos anticonceptivos, a una cas de salud sexual y reproductiva. Primero,
agenda focalizada en la resistencia a las unio- desde Portal de Belén iniciaron una causa para
nes civiles y el matrimonio igualitario, demues-
R
tra la plasticidad de la idea de vida que ampara
sus cosmovisiones en materia de sexualidad.
ha comparado la lucha feminista por la legalización
La vida se sitúa así en el corazón de la política
del aborto con el nazismo “El aborto es lo mismo
sexual de la militancia autodenominada ‘Pro-
n
que hacían los nazis pero con guante blanco”,
Vida’, estableciendo ejes de intervención orien-
www.clarin.com/sociedad/francisco-aborto-mis-
tados a afianzar un modelo sexual específico
mo-hacian-nazis-guantes-blancos_0_SkrcQFzZQ.
a nivel social y político”. No es exacto que la
so

html. Anteriormente, en oportunidad de discutirse


“defensa de la vida” encarnada esta vez en el
la ley de matrimonio igualitario, el Pontífice había
RDF | Junio | 2020-III__

producto de la gestación sea el horizonte pri-


declarado públicamente: “No seamos ingenuos:
mario de estos sectores en orden a que si se pro-
no se trata de una simple lucha política; es la pre-
fundizan sus diversos activismos se observa
tensión destructiva al plan de Dios”. www.lanacion.
que su verdadero objetivo es conservar las
om

com.ar/1282778-bergoglio-dice-que-la-boda-gay-
bases de una “vida” acorde a una moral sexual
es-la-pretension-destructiva-del-plan-de-dios. En
restrictiva, diseñada desde los dogmas religio-
sos y excluyente de cualquiera que no adscriba ocasión de pronunciarse el Papa Francisco sobre
sin interrogantes a estos mandatos (24). la prohibición católica para el uso de anticoncep-
tivos, indicó: “Algunos piensan, disculpen si uso la
114
palabra, que para ser buenos católicos tenemos
que reproducirnos como conejos, pero no”, dijo el
Th

 (22)  VAGGIONE, Juan M., “La ‘cultura de la vida’: Papa, añadiendo que la Iglesia promovía la “pater-
desplazamientos estratégicos del activismo católico nidad responsable”. www.lta.reuters.com/article/
conservador frente a los derechos sexuales y repro- topNews/idLTAKBN0KS1ZV20150119.
ductivos”, Religião & Sociedade, 32[2], 2012, ps. 57-80.
 (25)  Afortunadamente, a mediados de este año,
 (23)  MORÁN FAÚNDES, José M., “De vida o y luego de siete años de litigio judicial, Córdoba
muerte. Patriarcado, heteronormatividad y el dis- pudo cerrar este capítulo nefasto de judicialización
curso de la vida del activismo pro vida en Argen- conservadora que impidió la implementación de
tina”, CEA. Colección Tesis, Ed. Universidad Nacional una política pública a consecuencia del dictado de
de Córdoba, 2018. una medida cautelar. “El aborto legal suspendido
 (24)  Recientemente, y luego de obtener el pro- por una cautelar”, Diario Judicial, disponible en
yecto media sanción en Diputados, el Papa Francisco www.diariojudicial.com/nota/30950.
Soledad Deza

impedir la venta de la anticoncepción hormo- reforma de la ley de matrimonio, el cardenal


nal de emergencia, con el falso argumento de Jorge Bergoglio —entonces presidente de la
que es abortiva: esa demanda terminó en un Conferencia Episcopal Argentina— envió una
fallo en 2002 de la Corte Suprema, conocido carta a las monjas Carmelitas donde afirmaba:
como “Portal de Belén — Asociación Civil sin “No seamos ingenuos: no se trata de una sim-
Fines de Lucro v. Ministerio de Salud y Acción ple lucha política, es la pretensión destructiva
Social de la Nación s/ amparo” (26). Jorge al plan de Dios. No se trata de un mero pro-

rs
Scala, abogado de la organización Mujeres yecto legislativo (este es solo el instrumento)
por la Vida y miembro de la junta directiva de sino de una ‘movida’ del padre de la mentira
Portal de Belén, fue pionero en América Latina que pretende confundir y engañar a los hijos
de Dios. (El proyecto está destinado a destruir
en escribir contra la llamada “ideología de

te
el plan de Dios). Aquí también está la envida
género” y se dedica a dar conferencias y semi-
del Demonio, por la que entró el pecado en el
narios en distintos países de la región y Europa
mundo, que arteramente pretende destruir la
difundiendo su libro La ideología de género o el imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el
género como herramienta de poder (27), donde, en mandato de crecer, multiplicarse y dominar la

eu
términos comparativos, la valora en una escala tierra” (29). Scala, por su parte sostuvo que “El
más dañina que el nazismo (28). matrimonio entre homosexuales es absurdo
(...) En la ideología de género el presupuesto
En oportunidad de los debates legislativos es que el sexo es lo biológico y que psicológi-
de las leyes 26.618 de “Matrimonio Igualita- camente el género es el resultante de la cons-
rio” y 26.743 de “Identidad de Género”, luego
R trucción social o cultural, como si no hubiera
de que los diputados votaron el proyecto de ningún condicionamiento natural, como si
cada uno pudiera concebir qué es ser varón y
qué mujer y hacerlo con su propia vida, como
si fuera una cosa intercambiable” (30). Si bien los
 (26)  CS, 05/03/2002, in re “Portal de Belén - Aso-
n
argumentos religiosos en estos debates referi-
ciación Civil sin Fines de Lucro c. Ministerio de Salud
dos a la diversidad sexual fueron más trans-
y Acción Social de la Nación s/ amparo”, deja en claro
parentes, algunos actores religiosos también
so

la cuestión litigiosa en el considerando 3: “la cuestión


apelaron a la “ideología de género” en aque-
debatida en el sub examine consiste en determinar

Jurisprudencia Anotada
lla oportunidad refiriendo a un movimiento
si el fármaco ‘Imediat’, denominado ‘anticoncepción internacional encabezado por feministas que
de emergencia’, posee efectos abortivos, al impedir trata de imponer políticas poblacionales neo-
el anidamiento del embrión en su lugar propio de malthusianas y valores culturales ajenos que
om

implantación, el endometrio. Ello determina que incluyen una “ideología de género” y la impo-
sea necesario precisar si la concepción se produce sición de identidades LGBT “occidentales” (31).
con la fecundación o si, por el contrario, se requiere
la implantación o anidación del óvulo fecundado
en el útero materno, aspecto este que la Cámara
entendió que requería mayor amplitud de debate  (29)  “La carta completa de Bergoglio”, nota 115
y prueba”. Fallo disponible en www.sjconsulta.csjn. periodística publicada en el portal digital TN el
Th

gov.ar/sjconsulta/documentos/verDocumentoById. 22/06/2010, disponible en www.tn.com.ar/politica/


html?idDocumento=5166011. la-carta-completa-de-bergoglio_038363.
 (27)  SCALA, Jorge, “La ideología de Género o el  (30)  SCALA, Jorge, “Ideología de género y matri-
género como herramienta de poder”, Ed.  Sekotia, monio homosexual en el centro del debate”, nota
Madrid, 2010. del 09/06/2010, disponible en www.bioeticas.org/
 (28)  Para profundizar, ver PEÑAS DEFAGO, María bio.php?articulo1044.
A. - VAGGIONE, Juan M. (comps.), “Actores y discur-  (31)  PETCHENY, Mario et al., “Sexualidad, política
sos conservadores en los debates sobre sexualidad y actores religiosos en la Argentina post-neoliberal
y reproducción en Argentina”, Católicas por el Dere- (2003-2015)”, en MORÁN FAÚNDES, José M. - SÁEZ,
cho a Decidir, Colección “Género, Religión y Sexuali- Macarena (ed.), Sexo, delitos y pecados. Interseccio-
dad”, Ed. CEA, CONICET, Córdoba, 2011. nes entre religión, género, sexualidad y el derecho
El “feto” y el activismo judicial conservador

Ferrajoli es contundente: “Solamente la lai- Protocolo ILE— tanto Portal de Belén, como
cidad del derecho, en tanto técnica de garantía la Asociación Más Vida —Presidida por Mag-
de los derechos y de las libertades de todos nasco— judicializaron en el Poder Judicial
—de la ley del más débil en lugar de la ley federal su aplicación nacional. Se abre así otro
del más fuerte que rige en su ausencia— es capítulo de judicialización de la autonomía
capaz de garantizar igual valor y dignidad a sexual. El argumento en ambos casos es la
las diferencias, de excluir cualquier discrimi- defensa de la vida intrauterina a quien con-

rs
nación o privilegio y, por ello, la convivencia sideran —por fuera de los estándares nacio-
pacífica” (32). nales e internacionales vigentes en materia de
derechos humanos— una “persona”.
IV. Para seguir pensando sin prisa, pero sin

te
pausa Para la religión católica, los fetos tampoco
son seres humanos o personas en nuestra cate-
La película continúa y en días recientes goría jurídica, por ello no se bautizan según
—a propósito de la actualización ministe- el art. 871 del Código Canónico. Sin embargo,

eu
rial (33) del Protocolo Integral para la Aten- el problema no es religioso, el problema es
ción de Personas con Derecho a Interrumpir político.
Legalmente un Embarazo conocido como
Y por esta razón es imperiosa la precisión
en los términos y la honestidad en las inter-
R
en América Latina, Ed. Center for Latin American &
pretaciones del derecho. Poner en perma-
nente rediscusión el concepto de “persona”,
Latino Studies, American University, 2016, 1ª ed. asimilándolo por fuera de los estándares de
 (32)  El autor reflexionaba hace más de una derecho vigentes con la vida biológica intrau-
década sobre algo que hoy tiene mucha vigencia terina, pervierte la categoría jurídica de la
n
en nuestra región y también a nivel mundial: los “persona” con avances indebidos de los con-
fundamentalismos religiosos y la permeabilidad del servadurismos religiosos sobre el derecho,
derecho a sus demandas, y lo hacía señalando que que solo siendo laico será verdaderamente
so

“Nunca como en estos tiempos —caracterizados, plural y permitirá un servicio de justicia ético
por un lado, por una creciente interdependencia y útil tanto para amigos como para extraños
RDF | Junio | 2020-III__

por la pluralidad de las culturas y, por el otro, por morales.


una explosión de los fundamentalismos religio-
sos—, la laicidad había tenido tanta importancia ¿Debe el feto de 26 semanas ir a una bolsa
om

para el futuro de la democracia y de la conviven-


roja de residuos patológicos? (34). Lo correcto
cia pacífica. En las sociedades complejas actuales,
es pensar que sí, porque la ley así lo prevé
caracterizadas por el pluralismo cultural, religioso,
para el caso. Sin embargo, también podría-
político e ideológico, la laicidad del derecho y de
mos pensar que, si alguien con legitimación
las instituciones es —incluso con mayor intensidad
116 razonable (35) argumenta razones valiosas
que en los albores de la modernidad jurídica— la
única barrera posible; la única alternativa racio- que justifiquen una excepción a la ley, como
podría ocurrir en este caso, se le permita
Th

nal a tantos fundamentalismos y fanatismos y a


las consecuentes guerras de religión y choques de
civilizaciones”. FERRAJOLI, Luigi, “Laicidad del dere-
cho y laicidad de la moral”, Revista de la Facultad  (34)  Ley 24.051 y dec. 831/1994 y sus modifica-
de Derecho de México, vol. 57, nro. 248, ago. 2017, ciones.
ps.  267-277, disponible en www.revistas.unam.  (35)  No el sacerdote de la Parroquia, como
mx/index.php/rfdm/article/view/61508. Fecha de ocurrió en el caso de Marcelo Diez. “La Iglesia se
acceso: 19/12/2019, doi: www.dx.doi.org/10.22201/ opone a la muerte digna de un hombre en estado
fder.24488933e.2007.248.61508. vegetativo”, noticia disponible en www.infobae.
 (33)  Res. 1/2019 del Ministerio de Salud de la com/2012/08/21/665899-la-iglesia-se-opone-la-
Nación. muerte-digna-un-hombre-estado-vegetativo/.
Soledad Deza

inhumar y sepultar ese feto sin reconocerle hemos visto funcionar así con la objeción de
personalidad jurídica, sino por una deferen- conciencia.
cia moral a la mujer.
Si nuestros magistrados y magistradas no
Si el Poder Judicial no empieza a llamar a entienden la importancia de la laicidad del
las cosas por su nombre, este tipo de fallos que derecho, el entierro del “mortinato” será ade-
crean excepciones se convertirán en regla. Lo más el entierro de nuestro sistema jurídico.

rs
te
eu
R
n
so

Jurisprudencia Anotada
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117
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