Está en la página 1de 6

(una madriguera de zorros, en la que se encuentra la abuela zorro sentada tejiendo, el

abuelo zorro leyendo un libro y la mamá zorra caminando de un lado a otro visiblemente
preocupada)

Abuela Zorro: (levantando la vista de su tejido) ¿Qué sucede, hija? Te veo muy inquieta.

Mamá Zorra: (preocupada) Es que no encuentro a mi hijo, se separó de mí y ahora no sé


dónde está.

Abuelo Zorro: (dejando de leer ) ¿Cómo? ¿Se separó? ¿Dónde está? ¿como vas a poder
descuidar al niño un solo momento que te pasa hija?

Mamá Zorra: (cruzándose de brazos y aun mas preocupada) No lo sé, por eso vine a
preguntarles si saben algo.

Abuela Zorro: (levantándose) Tranquila, hija, lo encontraremos. ¿Ya recorriste todo el


desierto?

Mamá Zorra: (negando con la cabeza) Apenas he empezado, pero no quiero perder tiempo,
tengo que encontrarlo lo antes posible.

Abuelo Zorro: (poniéndose de pie) Yo te acompaño, no podemos dejar que un zorrito como
él ande solo por ahí.

Mamá Zorra: (agradecida) Gracias, papá. Vamos entonces, mientras más pronto
empecemos, más pronto lo encontraremos.

(entonces el abuelo zorro y la mamá zorra salen a buscar a su hijo al desierto)

Abuelo zorro: ¿Tienes alguna de dónde estará?

Mamá zorra: (niega con la cabeza) No mi hijo no es así, no se iría por el desierto solo, sabe
que es muy peligroso.

Abuelo zorro: No debió ir tan lejos, a su edad no puede recorrer tanta distancia.

Mamá zorra: Tienes razón papá, pero sigo preocupada por si le pasa algo.

Abuelo zorro: Lo sé hija, el amor de una madre es inmenso,

Mama zorra: Papa y si mejor vuelves a casa por si el niño regresa.

Abuelo Zorro: tienes razón hija, suerte en tu búsqueda (dando la media vuelta lentamente
para volver a casa).
Acto 2 (desenlace)

Miedo, espanto, preocupación y pánico, era lo que sentía la mama zorra, llevaba
tiempo caminando, luchando, conservando las esperanzas de encontrar al zorrito,
el sol desértico era exhaustivo, Caminaba sin dirección alguna, cuando de pronto
miró a una serpiente de cascabel, que se disponía a entrar por un agujero para
ponerse a salvo del tremendo calor y le gritó con gran fuerza antes de que aquella
víbora se metiera a la guarida.

Mama zorra: — ¡Señora!, ¡Señora!... ¡antes de que se vaya me podría decir por
favor, si ha visto a mi hijo! (la víbora le presta atención y la mama zorra se acerca)
(la mama zorra habla en un tono de preocupación profunda) Anoche salió de casa y
no ha regresado; estoy muy preocupada y tal vez usted me pueda ayudar
diciéndome si lo miró por casualidad en alguna parte.

Víbora: — (dice en tono de burla y lanzando una carcajada) ¡Pues no que los de tu
especie son muy inteligentes!, ¡Veo que es pura fama todo lo que se dice de
ustedes!

Mama zorra: — (dice en tono preocupado y arrodillándose) ¡por favor se lo ruego!


¡Solo quiero encontrar a mi hijo!

Víbora: — señora, no sea dramática, dígame, ¿Cómo es su hijo?

Mama zorra: — (se pone de pie y habla con voz más calmada) Mi hijo es muy
hermoso, con pelo abundante muy lindo de color pardo rojizo, sus orejas firmes,
muy grandes y sus ojos azules como el cielo. Es ágil y muy astuto además de ser
veloz. Su pecho es plateado y su cola larga de pelaje esponjado.

Víbora: — (la víbora se queda pensativa y responde en tono de burla) No he visto a


alguien tan hermoso; así como lo describes, lo siento sigue con tu búsqueda.

La zorra al escuchar aquello, muy triste se dio media vuelta y se fue con la
esperanza de encontrar a su querido hijo. En eso estaba, cuando se dio cuenta de
un par de coyotes. (Se dirige rápidamente hacia ellos)

Mama zorro: — (habla con voz preocupada) disculpen, estoy buscando a mi hijo,
¿no han visto pasar a algún zorrito con orejas grandes solo?

Coyote 1: — no señora, para nada, hemos estado un rato por aquí y no hemos visto
a ningún zorrito.

Coyote 2: — me gustaría decirle que sí, debería preguntarle a los buitres ellos ven
todo desde el cielo, ellos le dirán algo.

Mama zorra: — ¡muchas gracias!, les agradezco su ayuda.

Ambos coyotes: — ¡mucha suerte encontrando a su hijo!


La mama zorra siguió con la búsqueda hasta que en su camino encontró a Tommy
la paloma en la rama de un árbol no muy alto y decidió llamarlo y peguntarle.

Mama zorra: — ¡Tommy necesito preguntarte algo importante!

Tommy bajo del árbol al instante y le pregunto a la mama zorra que sucedía.

Mama zorra: — ¿No has visto a mi hijo pasar por aquí?

Paloma Tommy: — No lo he visto, pero ¿En qué puedo ayudarte para encontrar al
muchacho? (Pregunto preocupado)

Mama zorra: — (Una maravillosa idea paso por su cabeza) ¡Ya se!, podrías volar
por todo el terreno y mirar si mi hijo esta por ahí o si encuentras a algún animal
cerca le preguntas si lo han visto.

La paloma acepto la idea y comenzó a volar por todo el terreno buscando al zorrito.
Mientras tanto la mama zorra rogaba para que Tommy le trajera buenas noticias a
su regreso.

Paso no mucho tiempo ya la paloma regreso y mama zorra tuvo esperanza otra
vez.

Paloma Tommy: — (Hablo rápidamente mientas se acercaba a la zorra) Me he


encontrado a un conejo y un erizo no muy lejos de aquí, les pregunte si habían visto
a un zorrito cerca y me dijeron que sí, pero que necesitaban la descripción del
zorrito para estar seguros de que era el que buscamos.

Mama zorra: — (Se emociono al escuchar lo que dijo la paloma) Rápido Tommy,
llévame con ellos.

La mama zorra comenzó a seguir a Tommy rápidamente mientras que la felicidad


de que por fin encontrara a su hijo iba creciendo.

Llegaron cerca de una madriguera de donde salieron un conejo blanco y un erizo.


Los dos animales se asustaron al ver a la zorra correr hacia ellos y ágilmente se
metieron a la madriguera por el susto.

Paloma Tommy: — (Se coloco en la entrada de la madriguera) ¡Hey! No se


asusten, ella es de la mama de la que les hable que había perdido a su hijo.

El conejo y el erizo al escuchar las palabras de la paloma decidieron salir de su


escondite.

Conejo: — Como quieres que no nos asustemos si no nos dijiste que la mama y el
niño son zorros.

Erizo: —(Grito el erizo con voz temerosa) ¡Los zorros comen animales como
nosotros!
Paloma Tommy: —Tienen razón, una disculpa por no prevenirlos, pero ahora
necesitamos su ayuda.

Conejo: —Está bien, denos la descripción del muchacho perdido.

La mamá zorra dio la misma descripción que había proporcionado a la víbora.

Los dos animales se quedaron muy pensativos.

Conejo: — (Miro al erizo y luego a la mamá zorra muy serio ) ¡Mire!, si hemos visto
a un joven zorro deambular por ahí, pero la descripción que nos ha dado no
corresponde en nada a lo que hemos mirado

Erizo: —Nosotros vimos a un ejemplar muy feo, hocico largo y caído, muy flaco,
con los ojos hundidos, pelaje sucio y escaso, muy apenas se sostiene sobre él,
parece que “camina de memoria”. Le pudiera decir más sobre él; pero no tiene caso
ya que creo, no estamos hablando del mismo zorrezno.

Mamá zorra: —(Su rostro se iluminó de la alegria) ¡Ese es mi hijo!, ese es mi


pequeño que ando buscando, díganme dónde lo puedo encontrar, por favor no
duden en hacerlo!

Erizo: —¡Está bien señora, si le voy a decir por dónde lo vi; pero antes quiero que
nos aclare una cosa.

Conejo: — (Pregunto desconcertado) ¿por qué menciona usted que ese joven zorro
es a quien busca; si la descripción que me ha proporcionado es tan diferente a lo
que yo miramos en realidad.

Mamá zorra: — (Los miró con una cara dulce y dijo) Los hijos para una madre son
lo más preciado, lo mejor que le puede pasar; por ellos daría la vida si fuese
necesario; por eso ante los ojos de una madre no hay hijo feo, todos sus hijos son
muy hermosos.

Paloma Tommy: —Tus palabras son muy ciertas.

Mamá zorra: —Espero que esto sirva para que puedan decirme dónde encontrar a
mi adorado hijo

Los animalitos contagiados de aquella sensibilidad de la mamá zorra, con gran


comprensión le indicaron el rumbo a seguir para que al fin pudiera encontrarse con su
amado cachorro
Acto 3

Después de caminar por un largo tiempo, con desesperación y angustia, y con la


esperanza de por fin poder encontrar a su hijo, mamá zorra logra encontrar a su amado
hijito.

Mamá zorra: (sorprendida) Hijo!! por fin logro encontrarte, no sabes lo preocupada que
estaba, te busque por cielo mar y tierra.

Hijo zorro: (asustado): Mami también te estaba buscando y no te encontraba, no pude


llegar a casa contigo, cada vez me perdía más.

Mamá zorra: tranquilo, lo importante es que ya estamos juntos y nada nos va a separar, ni
volveré a perderte de vista; volvamos a casa por que tus abuelos también están
desesperados por verte.

Hijo zorro: Si mami y perdón por alejarme de ti, no vuelve a pasar.

Mamá zorra: Esta bien hijo, ahora cuéntame por qué hiciste esto de alejarte de mí.

Mientras caminaban de regreso a casa, el hijo zorro le venía contando todo a su mamá el
por qué se había alejado de ella

Hijo zorro: Mami es que no es que me quisiera alejar, vi a unos niños jugando y yo también
quise jugar, pero no sabía que se irían tan lejos

Mamá zorra: Ay hijo, pero me tienes que avisar a dónde vas, tantas cosas pueden pasar, lo
importante es que no descanse hasta encontrarte y ya por fin podemos estar juntos. Con la
ayuda de nuestro amigo Tommy y de los demás animales fue que te pude encontrar

Hijo zorro: si mami ahora entiendo tu preocupación, prometo no volver a alejarme sin
avisarte.

Mamá zorra: Vamos que tus abuelos están preocupados por ti hijo. ¡No sabes lo tranquila
que me siento después de buscarte tanto!

Hijo zorro: ¿Y porque no le preguntaste a la Señora Serpiente?, ella me vio pasar mami

Mamá zorra: Claro q le pregunté hijo, pero a veces el amor de una madre nos nubla las
ideas y no le di una buena descripción para q me ayudara. Cuando seas papá me
entenderás, hijito. Una mamá siempre va a ver a sus hijos con ojos de amor.

Por fin llegan a casa y los abuelos zorros emocionados de ver a Zorrito se paran para ir a
verlo. Zorrito corre con a su abuelo y el abuelo le da un abrazo.
Abuelo zorro: ¿Dónde estabas hijito? no sabes lo preocupados q estábamos tu abuela y
yo, pero sobre todo tu mamá.

Abuela zorra: Si zorrito, que gusto me da verte. No te vuelvas a ir tan lejos sin avisarle a
nadie. Tienes q contarnos a donde te fuiste y porque, pero ya que hayas comido, siéntense
a comer y luego nos cuentas bien.

Zorrito: Gracias abuelita, porque tengo mucha hambre.

Se sientan a comer todos juntos ya que la abuelita les tenía preparada una comida y
mientras zorrito les cuenta todo lo qué pasó mientras estaba perdido

Fin.

También podría gustarte