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La niña que salió a pasear sola

Ilustración de la niña que salió a pasear sola


Intervienen seis personajes (o siete, según se mire): presentador, madre de Caperucita,
Caperucita, lobo, niño, loba, madre del niño. Es un guión breve, recomendado a partir de los 4
años.

Autor: José Luis García.

(Estamos en un bosque, con árboles aquí y allá).

(Entra el Presentador, trotando como si estuviese haciendo «footing» y sale por el otro lado. Al
poco vuelve a entrar).

PRESENTADOR.-
(Al público).
Correr y pasear es bueno para el corazón.
(Trota).
Aunque creo que no opina lo mismo la madre de Caperucita.

MADRE.-
(En off).
No me parece buena idea que salgas sola a pasear por el bosque.

CAPERUCITA.-
(Que entra).
No seas antigua, mamá.

MADRE.-
(Off).
Claro que soy antigua. Soy mayor que tú.

CAPERUCITA.-
Nos vemos dentro de un rato, mamá.
(Sale).

PRESENTADOR.-
Como se habrán dado cuenta, Caperucita no me ha visto. Soy el Presentador y soy invisible
como toda la gente que hace el teatro, como los que mueven las marionetas, como el que
escribe el guión, o como el director…

MADRE.-
(Off).
Caperucita, ¿no me digas que te has ido?

PRESENTADOR.-
(Que sigue con lo suyo).
Todos los del teatro somos invisibles.
(Entra la Madre).

MADRE.-
Esta niña nunca me hace caso. Algún le pasará algo.
(Al Presentador).
¿Y usted qué hace ahí quieto?, ¿no debería cuidar de los personajes de la obra?… ¡Qué país!,
nadie cumple con su obligación.
(Sale).

PRESENTADOR.-
Bueno. Ella si me ha visto. Pero es un caso aparte. Las madres se enteran de todo. Están en todo.

MADRE.-
(En off).
¿Todavía sigue ahí sin hacer nada?
PRESENTADOR.-
¡Voy!

MADRE.-
(En off).
¡Qué país!

(Sale el Presentador al trote).


(Algunos árboles se mueven de sitio, conformando otro paisaje del bosque).
(Entra Caperucita, tranquila, mientras observa los árboles).

CAPERUCITA.-
No hay nada tan bonito como este bosque.
(Una mariposa se cruza en el camino de la niña, que la sigue con la mirada).
Todo es tranquilidad. Me encanta…

(Se escucha el aullido de un lobo).


(La niña escucha con atención).
(Vuelve el aullido).

CAPERUCITA.-
Vaya. Esto no me gusta.

(La niña avanza despacio, asustada, mientras mira desconfiada de un sitio a otro).
(El Lobo aparece delante de la niña).

LOBO.-
Hola Caperucita… Te has equivocado al venir sola por aquí. ¡Te voy a comer!

CAPERUCITA.-
Para eso tendrás que atraparme primero, lobo bobo.
(Caperucita sale a todo correr del lugar).

LOBO.-
Ven aquí, niña.

CAPERUCITA.-
(En off).
Claro, ¿y no querrás también un té? Jamás me encontrarás.

LOBO.-
Eso ya lo veremos.
(Sale el Lobo tras la niña).

(Entra Caperucita, que sale, poco después es el Lobo quien entra y sigue los pasos de la niña).
(Así, se desarrolla una persecución, siempre el Lobo detrás de Caperucita, cada vez más
asustada).
(En una de estas ocasiones, el Lobo aparece de manera sorpresiva delante de ella, cortándole el
paso).

LOBO.-
Ya eres mía, Caperucita.
(Ella retrocede, asustada).
Te comeré y ni tus huesos dejaré…
(Comienza a reír, pero no con la voz del Lobo, sino con la risa de un niño).
Te he engañado. Seguro que hasta te has hecho pis.
(Ríe).

CAPERUCITA.-
(Entre aliviada y asustada).
¿Quién eres?

(El «Lobo» se quita la cabeza -es en realidad como una máscara que le cubre su propia cabeza- y
vemos el rostro de un niño).

NIÑO.-
Soy yo.
(Ríe).
Soy Andrés.
(Ríe).

CAPERUCITA.-
Eres un niño horrible. Eres un estúpido. Eres…

(Caperucita se queda sin habla, porque detrás del Niño aparece un Lobo, pero uno de verdad).

CAPERUCITA.-
Un lobo… Un lobo… ¡Un lobo!
(Pero no puede moverse).
NIÑO.-
Si claro y yo voy y me lo creo. ¿Me quieres hacer creer que detrás hay un lobo?

CAPERUCITA.-
Si.

LOBA.-
Claro que estoy aquí.
(El Niño se vuelve y lo ve).
Pero no soy un lobo, soy una loba. Y voy a comerte niño, por disfrazarte de uno de los nuestros
para asustar. Eres malo y te voy a comer.

NIÑO.-
No, señora; perdóneme, por favor.

LOBA.-
No soy una señora y además tengo hambre. ¡Ven aquí!

NIÑO.-
¡No!

(La Loba da un salto hacia adelante para coger al Niño, pero este la esquiva y sale a todo correr.
La Loba sale detrás de él).

(Caperucita se queda inmóvil en el lugar).


(Los que no se están quietos son los árboles, que se mueven una vez más, creando un nuevo
paisaje, en el que la niña queda oculta de las miradas).
(El Niño entra, perseguido muy de cerca por la Loba; y salen ambos).
(Uno de los árboles se mueve y se coloca en primer término).
(El Niño entra y choca contra el árbol y cae al suelo con gran estrépito).
(Entra una mujer, enfadada, es la Madre del Niño).

MADRE NIÑO.-
¡No sé qué voy a hacer contigo, Andrés!

NIÑO.-
(Que se levanta del suelo).
¿Eres tú, mamá?, ¿o es que estoy muerto?

MADRE NIÑO.-
Claro que soy tu madre. ¿Quién voy a ser?, ¿el panadero?

NIÑO.-
Me he pegado un porrazo.

MADRE NIÑO.-
Bien merecido lo tienes. ¡Ya te enseñaré yo!
(Entran la Loba y Caperucita).
Perdonad, chicas. No sé qué voy a hacer yo con este mendrugo.

NIÑO.-
Pero mamá…

LOBA.-
No, si mi hijo es mendrugo y medio también.

CAPERUCITA.-
Siempre están igual en el colegio. Molestando con sus bromas tontas y haciendo el ganso.

NIÑO.-
Mamá, es que las niñas son tontas, mamá.

MADRE NIÑO.-
¿Las niñas son tontas?

NIÑO.-
Sí, mamá.

MADRE NIÑO.-
Entonces yo también. ¿O te crees que yo nunca fui niña?

NIÑO.-
No mamá, yo no quise… Tú no, mamá… Tú…

MADRE NIÑO.-
Anda, vamos; que ya hablaremos en casa.
(Lo agarra por la camisa y tira de él).
Y pide perdón a Caperucita.

NIÑO.-
(Con un hilo de voz).
Perdón, Caperucita.

MADRE NIÑO.-
La lotería. Me ha tocado la lotería contigo.

(Salen Madre e Hijo).

LOBA.-
Bueno. Un falso lobo menos.

CAPERUCITA.-
Ya veremos mañana en el colegio.

LOBA.-
Venga, Caperucita; termines juntas de dar el paseo; que el bosque está precioso esta tarde.

CAPERUCITA.-
¿A qué sí?

(Salen ambas).
(Aparece el Presentador de detrás de un árbol).

PRESENTADOR.-
Estoy aquí todavía….
(Mira de un lado a otro).
Y si alguien os pregunta… Aquí he estado todo el tiempo, no me he asustado ni un poco, he
ayudado y dentro de nada caeré desmayado.

(Y sin pensárselo dos veces cae al suelo como un tronco, y queda en el suelo, invisible).

FIN

Ilustración: José Bolorino. Fotografía original Polina Sirotina.

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