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Preguntas reflexivas en torno a los textos leídos

Patricio Lastra
Programa de Formación Pedagógica

Pregunta 1, en torno al texto “Documentos de Identidad, una introducción a las teorías del
currículo”, Tomaz Tadeu de Silva: ​Siendo el currículo el plan de formación de las y los
estudiantes, ¿cómo es que muchos de ellos se sienten aburridos en aula?
Respuesta: parto del supuesto de que todo individuo necesita de su desarrollo a fin de poder
desenvolverse apropiadamente frente a la gran cantidad de desafíos del medio. Cómo se
explica entonces, que siendo las y los estudiantes los principales sujetos de la educación, y
siendo esta última una necesidad humana, ellas y ellos muestren aburrimiento en las clases?
Las teorías críticas y poscríticas sostienen que ninguna teoría es neutra, sino que tienen
intereses políticos, dicho sin pelos en la lengua. Personalmente pasé mucho tiempo en la
escuela y universidad intentando aprender y entender cosas que no me interesaban, y no
encontré el conocimiento que buscaba y que resultó ser tan interesante para mi (cuando lo
encontré, por mi cuenta), sé de mucha gente que tuvo una experiencia similar, y por mucho
que hagamos oídos sordos, ahí seguirán estando los NNA acusando aburrimiento. Puede
haber una razón en el “cómo” se está educando, pero, sigue habiendo para mí una gran
pregunta, luego de leído el texto: existe algún margen de acción para las y los estudiantes en
el que ellos puedan decidir qué contenidos aprender y qué contenidos no? O dicho de otra
manera, existe alguna teoría del currículo que contenga una idea del ser humano como
constructor/a de sí mismo/a? A nivel de educación formal, en nuestra realidad país, tengo la
impresión de que para nada. Y es que todavía sigue pesando sobre nosotros/as una
cosificación que busca formar mano de obra barata, o en términos del texto, teorías
tradicionales del currículo.

Pregunta 2, en torno al texto “Producto o praxis del currículo”. ​Me resulta muy atractivo el
interés emancipador del que habla el texto, ¿qué podría significar, en términos
prácticos, un currículo emancipador?
Respuesta: Para estudiar un objeto se necesitará un observador (estudiante) y un objeto a
estudiar (materia). Por ejemplo, una persona estudia la guitarra. Este estudio todavía queda un
tanto incompleto por carecer de un punto de vista (o punto de interés) que direccione la
observación, por ejemplo: el sujeto que estudia la guitarra, puede hacerlo para desarrollar un
lenguaje jazz, o simplemente para acompañar su canto, o un lenguaje folclórico, o la está
simplemente estudiando para conocerla y saber si le gusta, o le puede interesar la guitarra en
tanto objeto de construcción de luthería, etc... Mismo sujeto, mismo objeto, distinto punto de
vista direccionador.

Volviendo al interés emancipador. Qué podría significar la cita del texto ​“la emancipación
sólo es posible en el acto de la auto reflexión o sea, cuando el yo se vuelve sobre sí mismo”?​
A simple vista, pareciera ser que el sujeto que estudia fija su campo de observación (o su
objeto de estudio, si se quiere) en sí mismo, pero, sobre qué parte de sí mismo y bajo qué
punto de vista? Esta pregunta nos puede arrojar luz sobre la naturaleza de este tipo de interés:
personal, en el sentido de no dado por direccionamientos externos. Implicará esto que cada
cual debiera hacerse cargo de “su propio currículum personal” (por muy desconcertante, o
absurdo que pueda parecer esto) o quizá haya conocimientos que puedan resultar más
interesantes que otros, para un desarrollo de conocimiento emancipador, que pudiera ser
propuesto desde “afuera”? (entiéndase afuera, como externo a la persona que está en auto
reflexión). Podrá resultar interesante para alguien aprender, desde este punto de vista
“personal” del interés emancipador, aprender sobre el temor, la frustración, las expectativas,
la empatía, la necesidad de aceptación, la búsqueda de placer, la mentira y la verdad, las
contradicciones, la libertad, la violencia, el amor? No son estos “conceptos” antes
mencionados, más bien experiencias cotidianas vividas por cualquiera, a diario? Habrá alguna
manera de tematizar correctamente estos tópicos? Es la escuela quien debe hacerse cargo de
estos temas? Será posible recuperar la atención de los y las NNA a través de un currículo que
aborde estas problemáticas? Probablemente el ramo de filosofía se presente como el espacio
idóneo para tratar estos temas pero, se han abordado considerando al “uno mismo” como
campo de observación? Pienso en el contexto escolar y familiar de cualquiera de los NNA
con los que trabajo (o en el mío propio) y tengo la impresión de que ninguno de esos temas
nos escapa como experiencia: frustración por la expectativa para con un ramo, necesidad de
aceptación frente a mis pares, contradicción entre lo que quiero hacer y lo que finalmente
hago, violencia en la sala de clases, y un largo etcétera. Habrá alguna manera colectiva de
generar conocimiento empírico válido que nos acerque a la autonomía y la responsabilidad?
Quedo con más preguntas que respuestas.

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