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Análisis de Fuentes Judiciales
Análisis de Fuentes Judiciales
Por otro lado, lugares como la casa y la escuela, van a ser donde esta educación
modernizadora se va a impartir de manera más directa y efectiva. Pero ¿cuáles eran
los contenidos de esta “materia”? si fuera necesario responderlo en dos palabras se
podría decir: moral y civismo; una forma de comprobar lo anterior, es a través de la
imposición del Manual de Carreño (1853) en las escuelas colombianas a partir de
los inicios del siglo XX. Un manual de urbanidad, que designa el comportamiento
tanto del hombre como de la mujer en sociedad (principalmente), que trae orden,
pudor, buenas maneras y distintas virtudes que no sólo se asocian a una sociedad
civilizada, sino que aleja a los ciudadanos de aquella “barbarie” vulgar e ineducada.
Pero este tipo de educación en ocasiones no era tan fácil de lograr, pues no bastaba
con que el hijo tuviera una madre y un padre: estos también debían ser educados o
al menos tener los medios para enviarlos a estudiar. Si los padres eran pobres, o se
trataba de una madre -o un padre- pobre y soltera, la situación se complicaba al
momento de garantizarle la educación cívica, moral y claramente también intelectual
a su hijo o hijos.
26 de mayo de 1937
Caso 1:
Declaración de la señora
Carlina Díaz, donde deja por
escrito que ha entregado a
los señores Pedro A.
Cardona y María Martínez de
C., a su hija de 45 día de
nacida, pues se encuentra en
extrema pobreza, es
huérfana de madre y su
padre contrajo segunda
nupcias.
10 de mayo de 1938
Solicitante/declarante del
concierto de la menor.
Se reconoce la voluntad de la
Señora Carlina Díaz de
entregar a su niña al
matrimonio ya mencionado.
Caso 3:
Este documento presenta diferentes firmas, siendo las principales las del alcalde
Víctor Hoyos, del secretario Eduardo Salazar, la de la acusada, Teresa Sánchez y
de la que acusa, Hermencia García. El resto son de aquellos que dieron las
declaraciones, siendo estos Leonardo Beltrán, Rafael Cifuentes, Luis María Duque y
Leonidas Correa.
Esta fuente es de gran relevancia, pues se trata de un reclamo que hace la señora
Hermencia García (madre) a Teresa Sánchez, mujer que recibió a su hijo cuando
García tuvo que ir a prisión por 8 meses al haber cometido el delito de Fraude a la
Renta de Licor. Esta situación la obligo a entregar a sus hijos a diferentes personas
para que les cuidasen mientras ella salía libre. Sin embargo, la señora Sánchez
nunca se lo devolvió. También es importante notar que nunca hubo ningún acto
oficial/legal de concertación del niño, por lo tanto, el acto de Sánchez se define
como una retención del menor.
Sin embargo, la decisión de que el menor fuera devuelto a su madre, pobre, viuda y
con otros hijos que criar, no se tomo porque fuera una retención básicamente ilegal
del niño, sino porque las diferentes declaraciones tomadas testificaron que Sánchez
era una mujer non santa, que vivía en barrios de “mujeres públicas” y, por lo tanto,
era un peligro de perversión para el niño. Algo interesante es que en las
declaraciones nunca se habló del hecho de que la madre hubiera ido a la cárcel por
fraude, por el contrario, todos resaltaban que era “honrada, trabajadora y de buenas
costumbres”.
En ese orden de ideas, dadas las declaraciones, Sánchez va a apelar a la decisión
final (que constaba en devolver el niño), justificando que ella ya había dejado las
malas prácticas y que tenía los recursos para cubrir las necesidades del niño;
además, presenta puntos que desfavorecen a la señora García, madre del menor
Yezid, afirmando que es muy pobre, descuidada con sus hijos y que tenía
costumbres morales “relajadas”. A pesar de ello, sólo contaba con la declaración de
Rafael Cifuentes a su favor, mientras todas las demás la reconocían como una
mujer totalmente reprochable, especialmente a nivel moral.
En esta decisión importó más que la señora Sánchez haya tenido un pasado (según
lo que ella declara) de prostitución y vida de “mujer alegre”, que el hecho de que la
madre biológica hubiera estado en la cárcel, fuera extremadamente pobre y además
con otros 4 hijos que alimentar y criar, porque como lo dije al inicio, era preferible
ser pobre, pero “honrado”, que tener una vida ‘escandalosa’, en especial en el caso
de una mujer. Seguramente Yezid habría tenido asegurada educación, seguridad y
vestido bajo la custodia de la señora Sánchez, pues ella misma lo declara en su
apelación, pero con la fama que tenía, era inimaginable dejar al menor en las manos
de una persona inmoral, poco cívica, y por qué no, poco civilizada.