NOTA: En esta oportunidad se estudiará el libro Evangelismo apostólico, escrito por el Rev. Luis M.
Ortiz, fundador del Movimiento
Misionero Mundial. Estamos seguros que será de grande bendición para toda la iglesia revisar este valioso contenido.
Introducción
La tarea suprema de la Iglesia es la evan-
gelización del mundo. La Iglesia no debe
desarrollar ninguna empresa o actividad
con mayor celo, entusiasmo y prioridad que
la evangelización del mundo. No importa
cuán espléndidos hayan sido los logros de
la Iglesia en otros aspectos, como activida-
des sociales, filantrópicas, docentes, para
hacer sentir su influencia en la comunidad,
pero si no ejerce un evangelismo vital, vigo-
roso y efectivo, habrá fallado en su misión
esencial.
Aunque la Iglesia ha ensayado muchos mé-
todos para cumplir su misión en el mundo,
el método o plan bíblico es el evangelismo.
El evangelismo es la proclamación ungida
de las Buenas Nuevas de Salvación que
mueve a los oyentes al arrepentimiento y a
la fe en Jesucristo como Salvador y Señor;
y esto no es monopolio del ministro o evan-
gelista, sino que cada cristiano debe ser un
ganador de almas o evangelista.
La congregación con un dinámico espíritu
de evangelismo será una iglesia que crece.
Lo que la iglesia necesita para su creci-
miento no es más organización, sino más
evangelización.
Puesto que en el libro de los Hechos de los
Apóstoles tenemos el ejemplo más podero-
so de evangelismo, vamos a estudiar este
libro desde el punto de vista del evangelis-
mo, para que al aprender sus lecciones y lle-
varlas a la práctica, tengamos siempre en
acción el “evangelismo apostólico”.
Es verdaderamente asombroso ver la co-
rriente interminable de señales, prodigios y
milagros que respaldaban al “evangelismo
apostólico”.
El libro comienza con la manifestación so-
brenatural, milagrosa y repentina de “un
estruendo como de un viento recio que so-
plaba, el cual llenó toda la casa donde esta-
ban sentados; y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose so-
bre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos
del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les daba
que hablasen”. (2:2-4)
Luego dice que “muchas maravillas y seña-
les eran hechas por los apóstoles”. (2:43)
Vemos los cojos saltando; los millares con-
virtiéndose; el local de reunión temblando;
los hipócritas talados; las multitudes acu-
diendo a Jerusalén; las puertas de la cárcel
abiertas por el ángel; predicadores laicos
haciendo prodigios; un resplandor, una voz
del cielo y una conversión milagrosa: co-
marcas enteras convirtiéndose el Señor;
ángeles apareciendo; los creyentes siendo
llenos del Espíritu Santo; los muertos resu-
citando; los transtornadores heridos de ce-
guera; el pueblo creyendo que los apósto-
les eran dioses; los demonios saliendo; los
terremotos abriendo las puertas de la cár-
cel y de los corazones; la sombra de Pedro
y los sudarios de Pablo sanando y echando
fuera demonios; el veneno de las víboras in-
ofensivo. ¡Maravilloso!
Ofrecemos este sencillo cursillo, como un
punto de partida, como un incentivo al estu-
dio, a la búsqueda y a la práctica del “evan-
gelismo apostólico” que el individuo y la
Iglesia deben desarrollar. Veamos, pues, las
razones que había detrás del maravilloso
éxito del “evangelismo apostólico”.
 Lección

01
SU SOSTÉN:
LA ORACIÓN
OBJETIVO DE LA LECCIÓN
Comprender el lugar tan prominente que ocupaba la
oración en el “evangelismo apostólico” y su gran valor en
nuestros días.

Lección 01: Su sostén: la oración І 5


El “evangelismo apostólico” nació, se desarrolló y
se sostuvo siempre vigoroso y efectivo por medio
de la oración.
Estudiando todas las citas bíblicas que a
continuación ofrecemos, veremos que los
apóstoles siempre oraron.
• Para esperar la promesa. Hechos 1:13,14
• Para escoger sustitutos. Hechos 1:24
• Para ser llenos del Espíritu Santo. Hechos 2:1
• Para perseverar en la doctrina, en la
comunión y llenos de poder. Hechos 2:42
• Para alimento personal del alma. Hechos 3:1
• Para tener confianza y valor y ver milagros.
Hechos 4:24, 29-31
• Para conservar la unión y la comunión.
Hechos 5:24
• Para ministrar con unción. Hechos 6:4
• Para guardarse sin rencores y en comunión
con Dios. Hechos 7:60
• Para que otros reciban el Espíritu Santo.
Hechos 8:15
• Para protección divina en la persecución.
Hechos 9:10,11
• Para un gran milagro de resurrección.
Hechos 9:40
• Para recibir y dar dirección divina.
Hechos 10:9
• Para tener una visión clara de la voluntad de
Dios. Hechos 11:5
• Para protección de los hermanos. Hechos 12:5
• Para obtener grandes victorias. Hechos 12:12
• Para que Dios llame y envíe más obreros.
Hechos 13:2, 3
6 І Módulo cuatro - libro 2: Evangelismo Apostólico
• Para resolver problemas doctrinales.
Hechos 15:4, 6
• Para la extensión del evangelio. Hechos 16:9, 10
• Para echar fuera demonios. Hechos 16:16
• Para el bienestar de la iglesia. Hechos 20:36
• Para conservar el amor fraternal. Hechos 21:5
• Para recibir revelación divina. Hechos 22:17
Cada capítulo en el libro de Hechos contiene una
o varias referencias directas o indirectas al lugar
tan prominente que ocupaba la oración en el
“evangelismo apostólico”.
Por eso tanto adelanto, por eso tantas conversio-
nes, por eso tantos milagros, por eso tantas vic-
torias, porque el lugar de la oración es el lugar de
victoria.
Muchos buscan mejores métodos de evangeliza-
ción pero Dios busca mejores hombres, y estos
siempre han salido de la oración a solas con Dios.
Lo que la Iglesia necesita hoy día no es más
maquinaria, ni mejor organización, ni planes
novedosos, sino hombres a quienes el Espíritu
Santo pueda usar; hombres de oración, hombres
poderosos en la oración.
El Espíritu Santo no fluye a través de los métodos,
sino a través de los hombres. Él no unge maquina-
rias ni planes, sino a hombres, hombres de oración.
La oración es el arma más poderosa del
predicador. La predicación con oración es
predicación que imparte vida.
El predicador debe ser preeminentemente un
hombre de oración. Su alma debe estar graduada
de la escuela de oración, y solo en esta escuela el
corazón aprende a predicar.
El predicador, por medio de la oración, primera-
mente tiene que mover a Dios hacia el pueblo, an-
tes que pueda, por sus palabras, mover el pueblo
hacia Dios.
Podremos excusar nuestro poco éxito de muchas
maneras, pero el verdadero problema
es la poca oración e intercesión. Es
bueno hacer constar que la oración
como un mero hábito, como rutina o como asunto
profesional, es completamente muerta, y no da
resultados positivos ni espirituales.

Cuando sepamos cómo agonizar en la oración,

habrá conversiones de almas. En Isaías 66:8
dice: “En cuanto Sion estuvo de parto, dio a
luz sus hijos”. Dios ha dispuesto que los hijos
nazcan con dolor. ¡Y para que las almas nazcan
de nuevo tenemos que agonizar en oración! La
base del verdadero evangelismo no es la mucha
propaganda ni la buena organización, sino la
agonizante oración.

Ponte la mejor nota

Lee los textos bíblicos mostrados y relaciona con
las razones por las que oraron los apóstoles.

1. Para tener confianza

a. Hechos 16:9,10
y valor y ver milagros.

2. Para conservar la
unión y la comunión. b. Hechos 16:16

3. Para que Dios llame y

envíe más obreros. c. Hechos 4:24, 29-31

4. Para la extensión del

evangelio. d. Hechos 13:2,3

5. Para echar fuera

demonios. e. Hechos 5:24

Respuestas: 1-c; 2-e; 3-d; 4-a; 5-b

Lección 01: Su sostén: la oración І 7