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¿POR QUÉ CATEQUESIS FAMILIAR?

La familia cristiana o "iglesia doméstica" como la llama Juan Pablo II, constituye
el núcleo fundamental donde nace y crece la fe. Ella es la que debe velar por el
crecimiento en la misma y se constituye en la primera evangelizadora de sus hijos.

Como padres, tenemos el deber de cuidar, alimentar, educar y proteger a


nuestros hijos. De la misma manera, también tenemos el deber de educarlos y
acompañarlos en la vida de la fe. Al pedir para ellos el Sacramento del Bautismo,
asumimos ese compromiso.

En la Catequesis familiar, tanto los padres como el catequista tenemos una función
irreemplazable en la vida de los niños: les enseñaremos a celebrar su fe, a vivir
verdaderamente como cristiano imitando las actitudes de Jesús, a tener un
encuentro íntimo con Dios por medio de la oración, a vivir en comunidad, entre otras
cosas.

El regalo más grande que los padres puedan hacer a sus hijos es enseñarles a
que vivan y tengan la experiencia de Dios, todos los días de sus vidas.

Encomendamos ésta bella misión a nuestra Madre del Cielo para que nos
acompañe y guíe en éste camino a recorrer.

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Biblia, tradición y Magisterio de la Iglesia

La biblia está unida a la tradición y al Magisterio de la Iglesia.

La Revelación Divina no abarca solamente la Biblia sino que, se manifiesta en la Tradición


Apostólica y en la Biblia. La Revelación es la manifestación de Dios y de su voluntad acerca de
nuestra salvación. Viene de la palabra «revelar», que quiere decir «quitar el velo», o «descubrir».

Solamente una parte de la Palabra de Dios, proclamada oralmente, fue puesta por escrito por
los mismos apóstoles y otros evangelistas de su generación. 

Estos escritos, inspirados por el Espíritu Santo, dan origen al Nuevo Testamento , que es la parte
más importante de toda la Biblia. Está claro que al escribir el Nuevo Testamento, no se puso por
escrito «todo» el Evangelio de Jesús. 

«Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el
mundo para tantos libros», nos dice el apóstol Juan (Jn. 21,25). 

Para llevar el Evangelio por todo el mundo, Jesús encargó a los apóstoles y a sus sucesores,
como pastores de la Iglesia que El fundó personalmente: (Mt. 28,18-20).

Es importante entender que la transmisión del Evangelio, de la Buena Nueva, según el


mandato del mismo Señor, se hizo de dos maneras.

* En primer lugar de forma oral: los Apóstoles con su predicación, sus ejemplos, sus
instituciones, transmitieron de palabra lo que habían escuchado y aprendido de lo que Jesús
habló e hizo y lo que el Espíritu les enseñó. Se trata de una transmisión viva (Tradición).

* Y, también, de forma escrita: los mismos Apóstoles y otros hombres de su generación,


inspirados por ese mismo Espíritu, pusieron por escrito el mensaje salvífico (Escritura).

La Tradición Apostólica
Este mensaje escuchado por boca de Jesús, vivido, meditado y transmitido oralmente por los
Apóstoles, se llama «la Tradición Apostólica». La Tradición Apostólica se refiere a la
transmisión del Evangelio de Jesús. Jesús, además de enseñar a sus apóstoles con discursos y
ejemplos, les enseñó una manera de orar, de actuar y de convivir. Estas eran las tradiciones que
los apóstoles guardaban en la Iglesia (1 Cor. 11, 23). Resumiendo, podemos decir que Jesús
mandó «predicar», no «escribir» su Evangelio. Jesús nunca repartió una Biblia. El Señor fundó
su Iglesia, asegurándole que permanecerá hasta el fin del mundo. Y la Iglesia vivió muchos años
de la Tradición Apostólica, sin tener los libros sagrados del Nuevo Testamento. La Sagrada

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Escritura, y especialmente el NT, es la Palabra de Dios, que nos manifiesta al Hijo en quien
expresó Dios el resplandor de su gloria (Heb.1,3).

Biblia y Tradición
Después de esto podemos decir que la revelación divina ha llegado hasta nosotros por la
Tradición Apostólica y por la Sagrada Escritura. No debemos considerarlas como dos fuentes,
sino como dos aspectos de la Revelación de Dios. El Concilio Vaticano II lo describe muy bien:
«La Tradición Apostólica y la Sagrada Escritura manan de la misma fuente, se unen en un
mismo caudal y corren hacia el mismo fin». La Tradición y la Escritura están unidas y ligadas,
de modo que ninguna puede subsistir sin la otra. Además, la Sagrada Escritura presenta la
Tradición como base de la fe del creyente: Fil.4,9 , 2Tim. 2,2; 2Tes. 2,15

El Magisterio de la Iglesia
La Revelación Divina abarca la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura. Este depósito de la
fe (cf. 1 Tim. 6, 20; 2 Tim. 1, 12-14) fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia.

La Palabra de Dios no puede caer en manos de la interpretación individualista: “ante todo


tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque
nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu
Santo, han hablado de parte de Dios”. (2P 1, 20-21).
CIC 85. El Magisterio de la Iglesia
“El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escritura, ha sido
encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de
Jesucristo” (DV 10), es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el
obispo de Roma. CIC 86. El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a
su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la
asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica
fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por
Dios para ser creído (DV 10).

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LA BIBLIA,
FUENTE DE NUESTRA FE

Es un libro sagrado escrito por hombres, inspirado por Dios (quiere decir que
el Espíritu Santo los guió).
En ella está escrito todo lo que Dios hizo y lo que Jesús quiere para nosotros.

ANTIGUO TESTAMENTO

Hace referencia a todo lo que


sucedió antes del nacimiento de
LA BIBLIA Se divide en Jesús. Contiene 46 libros.

LA
NUEVO TESTAMENTO

Hace referencia a todo lo que


sucedió desde el momento en que
Jesús fue engendrado en el seno de
la Virgen María. Contiene 27 libros.

EVANGELIO significa BUENA NOTICIA. Designa el anuncio

gozozo de la salvación por la fe en JESUCRISTO.

Los Evangelios son libros del Nuevo Testamento.

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EVANGELIOS

San Mateo San Juan

(Mt.) (Jn.)

San Marcos San Lucas

(Mr.) (Lc.)

Cómo buscar una cita bíblica


Lo primero, es saber si el libro que buscamos pertenece al Antiguo o Nuevo
Testamento.

Para facilitar, podemos ayudarnos con el índice y ver en qué página comienza
ese libro. Cada uno de ellos tiene su abreviatura.

Con números se indican los capítulos y versículos de cada libro.

Mt. 5, 4
Evangelio de San Capítulo 5 Versículo 4
Mateo

En la Biblia, los capítulos se designan con números grandes y remarcados, y los


versículos con números muy chicos.

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Así de fácil es. Con un poquito de voluntad y de práctica podremos encontrar
sin dificultad la cita bíblica que buscamos.

“TU PALABRA SEÑOR, ES LA VERDAD

Y LA LUZ DE MIS OJOS”

Estructura de los encuentros

1-Objetivo del encuentro

2-Sugerencias: *Charlar sobre la concepción que tiene el niño sobre cada tema.

*Cita bíblica

*Compartir experiencias cotidianas

*Actividad

3-Oración

4- Compromiso para la semana

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DIOS NOS REGALA
LA MARAVILLA DE LA CREACIÓN

En éste encuentro queremos ayudar a los niños a reconocer la grandeza y el


poder de Dios Padre. Presentaremos el relato de la creación y los atributos de Dios
que se hacen presentes a través de su obra creadora. Dios es Todopoderoso; Dios
es bueno; Dios es bello; Dios es amor, verdad, justicia, misericordia (Judit 9, 11).

Sugerencias

Formular preguntas tales como: -¿De dónde venimos?


-¿Quién creó el mundo? -¿Cómo se creó?

Veamos qué nos dice la Palabra de Dios.

Gn. Cap. 1

Invitemos a los niños a realizar un recorrido por una plaza, por un parque o por las calles del
barrio para descubrir juntos la presencia de Dios en todo lo que nos rodea.

Buscar imágenes que nos hablen de la creación (llevar luego al encuentro).

Rezamos en familia

¡Gracias Dios, Padre bueno, por tu amor!

¡Gracias por todas las cosas maravillosas que hacés para nosotros!

Amén.

Compromiso para la semana: *Cuidar todas las cosas que Dios hizo para nosotros.

*Dar gracias a Dios por todas las cosas lindas que nos regala.

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(Gn. 1, 1-10; CatIC 295)

En este encuentro ayudaremos a los niños a reconocer en la naturaleza un libro espléndido,


que nos habla de Dios, de su belleza y de su bondad.

Sugerencias
*¿HAS OBSERVADO con detenimiento las flores silvestres? Aunque muchas son pequeñitas
no les falta nada: son una verdadera maravilla.

Gn. 1,31

*Contemplar los diferentes paisajes que se presentan en el cuadernillo de los niños y hacer
una puesta en común acerca de lo que nos inspiran.
*Reflexionar acerca de las veces que estuvimos en lugares similares y si supimos descubrir
en ellos la obra creadora de Dios.

A veces estamos tan ocupados en nuestras cosas que no


vemos ni admiramos la belleza de la creación.

Rezamos en familia:

“Padre Dios, Tú que estás en todo lo que nos rodea, presente en la creación, ayúdanos a
conocerte y a amarte más en todas las cosas; en las personas, en los animales, en las plantas.
Te damos gracias y te bendecimos. Amén.

Compromiso de la semana: Aprendamos a apreciar la hermosura de la naturaleza.


Hagámonos tiempo para mirar todo lo creado y descubrir el mensaje de Dios, el Artista
Supremo.

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En este encuentro ayudaremos a los niños a dar gracias a Dios por todas las cosas creadas y a
descubrir las capacidades que todos tenemos para colaborar con Él en la obra creadora.

Sugerencia: *Desde el lugar en el que me desempeño todos los días, ¿puedo colaborar con Dios
a cuidar todo lo creado por Él?

Gn. 1, 29,30

Pensemos entre todos, si con nuestro proceder en la a vida diaria ayudamos a cuidar todo
lo creado por Dios. Ej. *¿Valoro mi cuerpo como creación de Dios, manteniéndolo limpio y
cuidándolo?

*¿Mantengo limpio el lugar donde vivo? *¿Saco la basura en los horarios


adecuados?

*¿Uso racionalmente los recursos que la naturaleza me brinda? ¿Apago la


canilla y las luces cuando no las ocupo?, etc.

Rezamos en familia:

Alabado seas, Señor, en todas las criaturas.

Alabado seas, por nuestro hermano sol que nos da el día,

Por nuestra hermana luna y las estrellas que pusiste en el cielo,

Por nuestro hermano viento, por el aire y por las nubes.

Gracias, Señor, por nuestra vida, por cada flor,

Por la sonrisa del hermano, por el AMOR.

Compromiso de la semana: Poner en práctica todas las acciones que ayuden a cuidar la obra
creadora de Dios, haciendo notar su presencia en todo lo que nos rodea.

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DIOS NOS CREÓ A SU IMAGEN Y SEMEJANZA Y NOS REGALÓ SU AMISTAD

Gn. 1, 26-27; CatIC 355 al 373

En éste encuentro enseñaremos a los niños que todos los hombres fuimos creados a imagen y
semejanza de Dios y que por esto, somos iguales ante sus ojos.

Sugerencia: Para dialogar: ¿Qué creen que es ser imagen y semejanza de Dios? ¿Cómo
creemos que es Dios? ¿En qué ha querido que seamos como Él? ¿Cuáles de sus características
nos ha dado?

Gn. 1, 26-27

Sabiendo que Dios es AMOR, reflexionemos si nos parecemos a Él en nuestro diario vivir y
en relación con todo lo que nos rodea: nuestra familia, tíos, primos, abuelos, amigos, vecinos,
maestros o profesores, animales, plantas, la naturaleza.

Dios nos creó por AMOR. ¿Cómo reflejo ese amor en los demás? ¿Saludo con amabilidad?
¿Uso las palabras mágicas “GRACIAS”, “POR FAVOR”, “PERDÓN”? ¿Estoy atento a las
necesidades de los demás para brindarle mi ayuda? ¿Hablo con Dios en la oración como un
verdadero amigo?

Rezamos en familia.

Padre Dios, enséñanos a verte


en el rostro de cada hermano.
Haz que nos amemos más cada día
y nos perdonemos mutuamente.
Ayúdanos a recibir todo lo que nos das
y a dar a los demás lo que nos pides,
con un sonrisa. AMÉN.

Compromiso de la semana: Tratarnos y hablarnos con respeto. Mirar a todos los hombres con
ojos de hermanos y rezar todos los días al Padre Dios por ellos.

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En éste encuentro, descubriremos que Dios creó al hombre para se realice e integre en la
comunión interpersonal de pareja. Dios creó al hombre y a la mujer en igualdad de dignidad. Él
mismo nos ha dado un gran don: el habernos creado de diferentes sexos, para poder
complementamos, ayudarnos a real izar el llamado que El nos hace a la plenitud, en la unión
matrimonial que exige respeto y verdadero valor de los cónyuges. “Al transmitir a sus
descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una
manera única en la obra del Creador” (CatIC 372).

Sugerencia: Pedir a los niños que piensen en qué situaciones vieron que sus padres se
complementan. Por ej. En qué casos la mamá necesitó de la ayuda del papá para realizar algo y
viceversa.

Gn. 1, 27-28: Gn. 2,24

 ¿Qué visión nos dan el cine, la televisión, revistas, la sociedad, etc. acerca de la unión
matrimonial? ¿Qué opinamos nosotros al respecto? ¿Cuáles creen que son las causas de fracaso
matrimonial más frecuentes?

Rezamos en familia:
Nos hiciste el uno para el otro,
Te ofrecemos nuestras vidas y nuestro amor,
¡Bendícelos, Señor!
Haz que en nuestro hogar
Reine siempre el amor, la paz y la fidelidad,
Y que seamos la primera célula de amor
En nuestra comunidad. AMÉN.

Compromiso de la semana: Dar gracias a Dios por habernos creado varón y mujer. Ver en
nuestro cónyuge a una persona que nos complementa, especialmente por las diferencias que
tenemos, y ayudarnos a crecer mutuamente.

ADÁN Y EVA: LA RUPTURA DE LA AMISTAD CON DIOS.

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En éste encuentro ayudaremos a descubrir la infinita misericordia de Dios para con el hombre
a pesar del rechazo de éste. La ruptura con Dios implica la ruptura entre los miembros de la
comunidad humana: interpersonal, familiar y social. Queda sancionada por el dictamen de la
conciencia. Pero Dios no deja al hombre abandonado a su suerte. Le promete la salvación, que
habrá de realizarse en la persona de Jesucristo por medio de María. Nuestro Padre Bueno está
dispuesto a perdonarnos siempre. Gn. 3, 8-13

Sugerencia: Pensar qué actitudes de nuestra vida de todos los días contribuyen a la ruptura
de la amistad con Dios, y por ende, entre los integrantes de la familia. ¿Puede modificarse esa
situación, o la ruptura de la amistad es para siempre?

Gn. 3, 15

¿Hay algo en nuestro interior que nos dice que estamos alejados de Dios?

¿Qué consecuencias o situaciones negativas para las personas pueden provocar éstas
actitudes? ENVIDIA DISCRIMINACIÓN ODIO INJUSTICIA

Pensemos qué palabra indica lo contrario a : MENTIRA ODIO SOBERBIA


AGRESIVIDAD DESIGUALDAD INJUSTICIA FALTA DE SOLIDARIDAD

Reflexionemos: ¿Cuáles de éstos valores son necesarios poner en práctica para estar en
amistad con Dios?

Rezamos en familia:

Señor Jesús,
enséñanos a examinar nuestro corazón,
a perdonar desde el amor,
a olvidar las ofensas del prójimo desde la humildad.
Permite que el Espíritu Santo penetre en nuestro interior
para ser capaces de reconocer nuestras faltas y pedirte perdón.
Derrama tu amor, paz y alegría en nuestros corazones
para dar testimonio fiel de tu amor y misericordia. Amén.

Compromiso de la semana: Poner en práctica los valores y actitudes que nos ayudan a estar en
amistad con Dios y nuestro prójimo.

DIOS NOS LLAMA POR NUESTRO NOMBRE

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Y NOS PIDE QUE LO AMEMOS.
En éste encuentro aprenderemos que Dios ama tanto al hombre que quiso que fuera lo más
importante de la creación. Por eso mandó al mundo a su hijo Jesús, para salvarnos y
comunicarnos la alegría de vivir. La vida es un regalo de Dios. Quien se abre a la vida se abre a
Dios. En el Sacramento del Bautismo Dios nos llama por nuestro nombre y nos hace formar
parte de la gran familia que es la IGLESIA.

SUGERENCIA: Contar a los niños qué motivos los llevó a pedir a la Iglesia el Bautismo para

ellos.

Mt. 3, 13-17 Jn. 3, 5 Jn. 10, 10

¿Por qué creen que Dios nuestro Padre desea que las personas crezcamos?

¿Cuál crees que es el ambiente más indicado para crecer?

Además de crecer en edad y en estatura, ¿podemos crecer de otros aspectos?

Lc. 2,52

Rezamos en familia:

Señor Jesús,
unidos en familia te pedimos
que nos bendigas a todos los bautizados
y que nos ayudes a amarte
amando a nuestros hermanos
como Tú nos amas. Amén.

Compromiso de la semana: acercarnos más a Dios a través de la oración y estar atentos a


su llamado.

TAMBIÉN MOISÉS
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ESCUCHÓ EL LLAMADO DE DIOS
En éste encuentro descubriremos que Moisés no descubrió a Dios en cosas espectaculares ni
deslumbrantes sino que supo escuchar su voz. Dijo “SÍ” al llamado que recibió y aceptando el
designio de que Él le confió reunió en una familia a los pueblos de la tierra dispersos por el
pecado, para salvarlos. Moisés pasó a la historia de la salvación porque supo ir más allá de sus
dudas y de sus miedos y asumió la vocación de ser instrumento de liberación en el que se
manifestara la fuerza de Dios. Ex. 3, 10; 4,1 y 10-17

Sugerencia: ¿En qué situaciones queremos “salvar” a alguien?

¿Por qué crees que Dios quiso salvar al pueblo de Israel?

Ex. 3, 9-12

A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con “falsos dioses” como la fama y el poder.
Busquemos entre todos otros “falsos dioses” que se nos presentan a diario.

¿Con qué “armas” contamos los bautizados para descubrir al único y verdadero Dios?

¿Dedicamos un momento de nuestras vidas a acrecentar y fortalecer nuestra fe?

Heb. 11, 8-10 ; Lc. 17, 5-6

Rezamos en familia: Señor Jesús, danos una fe viva


que nos haga capaces
de desafiar a todos los elementos
que se opongan a tu voluntad y tu gloria.

Compromiso de la semana: Reflexionar: ¿Nos dejamos liberar por Dios en nuestras


opresiones de la vida diaria? ¿De qué cosas necesitamos ser “liberados”?
En nuestros momentos de angustia, de desesperanza, de dolor, depositar toda nuestra fe en el
único y verdadero Dios quien nos alivia, reconforta y libera de las opresiones de la vida.

LA ALIANZA DE DIOS CON EL HOMBRE


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En éste encuentro aprenderemos que Dios y los israelitas hacen un pacto, una alianza. Dios
les promete que será su Dios y ellos su pueblo. Él los protegerá, cuidará y guiará. Ellos tendrán
una obligación: obedecerlo y cumplir sus mandatos que se los dá escrito en una piedra para que
lo recuerden. Ex. 19, 4-6

Sugerencia: Pensemos si alguna vez realizamos algún pacto con otra persona. ¿Cómo lo
decidimos? ¿Cumplimos con nuestra palabra?

Éx. 20, 1-17

¿En qué momentos o situaciones de nuestra vida demostramos haber aceptado la alianza con
Dios? ¿Siempre fuimos fieles a esa alianza?
El primer mandamiento del decálogo de Moisés es: “Amar a Dios sobre todas las
cosas”.

El Evangelio de Jesús hace del mandamiento de amar a Dios y del mandamiento de


amar al prójimo, un solo y único mandamiento. Mt. 19, 16-19

Amar a Dios es amar a los demás, y amar a los demás, es amar a Dios.

Rezamos en familia: Señor Jesús,


Danos la gracia de experimentar el amor de Dios.
Hoy te honramos y cantamos alabanzas a tu Nombre.
Aquí nos tienes, Señor,
Quédate con nosotros hoy y siempre. Amén.

Compromiso de la semana: Realizar obras de caridad que manifiesten nuestro amor a Dios y
al prójimo.

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En éste encuentro trabajaremos la experiencia de la alegría que tenemos en nuestro corazón
cuando decimos “SÍ”, la alegría que nos produce cuando hacemos las cosas bien y cuando nos
esforzamos para ser cada vez mejores. Presentaremos a María como modelo de los hijos de Dios,
como la creatura más perfecta, que siempre dijo “SÍ” a Dios.

Sugerencias: Pensemos: ¿Cómo se habrá sentido María cuando recibió la visita del ángel?
¿Qué habrá sentido en su corazón? ¿Qué es lo que más admiramos de María? ¿En qué nos
gustaría imitarla?

Lc. 1, 28-35

Rezamos en familia: -El ángel del Señor anunció a María.


-Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María, llena eres de gracias


El Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

-He aquí la esclava del Señor.


-Hágase en mí, según tu palabra.

-Y el verbo de Dios se hizo hombre.


-Y habitó en nosotros.

Compromiso de la semana: Nos comprometemos a decir SÍ como María en pequeños actos de


amor.

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En éste encuentro contemplaremos a María como la mujer que se pone en camino a la casa de
su prima con dignidad, con cuidado, con prontitud. No lo hace por satisfacer una necesidad
personal (la de sentirse útil, la de quedar bien, la de ser alabada) sino por responder a una
necesidad que, en cierto modo, rompe sus planes. Se olvida de sí misma y sirve con generosidad.
Y lo hace con dignidad (no como una esclava sino como una hermana), con cuidado (no de
cualquier manera sino poniendo atención en los detalles), con prontitud (no de mala gana sino
con espíritu alegre y bien dispuesto).

Sugerencia: ¿Conocemos personas mayores, enfermas o con


impedimentos físicos en nuestra comunidad? ¿Quiénes las ayudan o visitan?
¿Qué aprendemos de ellos?

Lc. 1, 39-45

¿Quién era Isabel? ¿Qué nos puede mostrar esta escena para nuestras prácticas pastorales en
la comunidad? ¿Qué produce la visita de María en Isabel y en Juan? ¿Cómo podemos ayudar a
los necesitados de nuestra comunidad? Cuando ayudamos a los demás, ¿con qué actitud lo
hacemos? ¿Esperamos recompensa , reconocimiento, o imitamos a María que entra saludando y
regalando alegría y paz? ¿Qué aprendemos de la actitud de María para vivir en nuestra vida
cotidiana?

Rezamos en familia: Señor, ayúdanos a servir a los demás


imitando las actitudes de María,
con alegría y con sencillez,
sin esperar nada a cambio. Amén.

Compromiso de la semana: Brindar nuestra ayuda a personas que lo necesitan, con


generosidad y humildad.

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En éste encuentro reflexionaremos sobre el gran amor que Dios nos tiene y que también se
manifiesta en nuestras vidas por medio de gestos concretos: la creación, el don de nuestras vidas,
el amor de las personas que nos quieren.
Presentaremos el nacimiento de Jesús como el don más grande del amor de Dios, que nos
regala a su propio hijo por amor y para enseñarnos a amar.

Sugerencia: ¿Qué ideas se presentan en nuestra mente cuando hablamos del nacimiento de
Jesús? ¿En la familia de cada uno, cómo fue la llegada de un nuevo integrante? ¿Cómo lo
recibimos?

Lc. 2, 6-11

¿Qué enseñanzas nos deja el nacimiento de Jesús?


¿Estamos dispuestos a dar un lugarcito de nuestro corazón para que Jesús nazca en él?
¿En qué actitudes de nuestra vida podemos demostrar que Jesús habita en nuestro interior?

Rezamos en familia: Niñito Jesús,


haz de cada familia un santuario
en el que se acoja y se respete la vida,
una comunidad de fe abierta al amor y a la esperanza,
un hogar en el que reinen la comprensión, la solidaridad,
y en el que se viva la alegría de la reconciliación y la paz. Amén.

Compromiso de la semana: Reconocer y agradecer a Dios por tanto amor, respondiendo con
gestos concretos de amor.

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En éste encuentro podremos ver cómo Jesús introduce a su Madre y a José en el misterio del
sufrimiento que lleva a la alegría, anticipando lo que realizaría más tarde con los discípulos
mediante el anuncio de la Pascua.
A través de éste episodio, Jesús prepara a su Madre para el misterio de la Redención. María,
al igual que José, vive en esos tres dramáticos días, en que su Hijo se separa de ellos para
permanecer en el templo, la anticipación del triduo de su pasión, muerte y resurrección.

Sugerencia: ¿Cómo creen que pueden sentirse los padres ante la desaparición de un hijo o de
algún integrante de la familia?

Lc. 2, 48

*María le pregunta a su hijo: ¿Por qué nos has hecho esto?


Se podría descubrir aquí el eco de los “porqués” de tantas madres ante los sufrimientos que
les causan los hijos, así como los interrogantes que surgen en el corazón de todo hombre en los
momentos de prueba.
María vivió éste episodio en lo más profundo de su alma y “conservaba cuidadosamente todas
las cosas en su corazón” (Lc. 2, 51)

Rezamos en familia: Querido Jesús,


ayúdanos a responder como vos
al llamado de estar en las cosas del Padre,
a reencontrar el camino y dedicarnos a las cosas
que Dios nos confía. Amén.

Compromiso de la semana: Disponer nuestro corazón para que, a ejemplo de Jesús, podamos
descubrir cuál es el lugar que el Padre eligió para cada uno de nosotros.

SACRAMENTO DEL BAUTISMO

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En éste encuentro trataremos de profundizar lo que éste Sacramento hace en cada uno de
nosotros y descubrir la ternura con la que la Iglesia recibe al nuevo bautizado.

Bautizar (baptizein en griego) significa “sumergir”, “introducir dentro del agua” (2 Co 5, 17;
Ga 6, 15).
En el Bautismo nacemos a una vida nueva (ver Juan 3, 5), somos purificados del pecado (ver
Hechos 2,38), adquirimos en Cristo la condición de hijos de Dios (ver Romanos 8, 15-16;
Gálatas 4, 5-7),templos del Espíritu Santo (ver Hechos 2, 38), y miembros vivos de la Iglesia
(ver 1 Corintios 12,13).

Sugerencias: Compartir la experiencia del nacimiento de un niño, la alegría de ser llamados


por el nombre y de vivir en familia.

Participar de un Bautismo.

Oración: ¡Oh, Dios! Que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el
nacimiento de la nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera
origen a la santidad. Amén.

Compromiso de la semana: Reflexionar en familia: “¿Nos hemos puesto un impermeable,


para que el agua bautismal no penetre demasiado en nosotros?” (Vivir con Cristo)

“Un día estaba sentado en el Himalaya a orillas de un río; saqué del agua una hermosa piedra,
redonda y dura, y la rompí en pedazos. El interior estaba completamente seco.
Esa piedra llevaba mucho tiempo en el agua; pero el agua no había penetrado en la piedra.
Eso ocurre con los hombres del Occidente; hace muchos siglos que están inundados de
cristianismo, sumergido del todo en sus bendiciones, viven en el cristianismo, pero el
cristianismo no ha penetrado en ellos. La culpa no la tiene el cristianismo sino la dureza del
corazón. Tienen el corazón endurecido por el materialismo. Por eso no me extraño yo que
muchos hombres de esta tierra no puedan entender lo que es Jesús. No pueden predicar a Cristo,
mientras no se hayan hecho semejantes a Él.
Rabindranath Tagore)

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MISIÓN CON LOS NIÑOS

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1- OBJETIVO: Llevar a las familias de la comunidad el mensaje de salvación y
la alegría de ser hijos de Dios.

B. Para los demás será anunciarles la vida de su santo Patrono como modelo de
pobreza digna y como lugar desde donde Dios quiere salvarlos.

2.Espiritualidad:

La espiritualidad del misionero es la del caminante. El caminante ama el


camino por donde transita, pero también el lugar a donde se dirige. Al caminante le
interesa y ama el lugar a donde se dirige, el misionero debe amar a las personas a las
cuales se acerca con el mensaje de la Buena Noticia.

La espiritualidad del misionero es la de la humildad porque sabe que lo


que anuncia no lo inventó él, sino que es el mensaje de Dios. Porque el mensaje es
importante, quien lo transmite es importante.

3. El ser del misionero:

Tengamos presente siempre lo que es y lo que no es el misionero:

* El misionero no es aquel que sabe todo y por eso sale a comunicarlo a los
demás, es quien reconociendo sus límites sabe que el Señor le dará las fuerzas y las
palabras para transmitir la buena noticia.

* El misionero no es el héroe de la película, pues el único héroe es Cristo;


sino que es aquel que con valentía pero con humildad se lanza a luchar por Cristo y
su Evangelio.

* El misionero no es aquel que por lastima a los demás les anuncia el


Evangelio; sino que es quien por Amor a los hombres y a Dios entrega su tiempo a
favor de los demás.

4. Esquema de visita a las casas:

-Señal de la cruz.

-Oración antes de misionar: “Gracias Jesús, por permitirme ser misionero en


mi comunidad, te pido por ella para que siga creciendo en tu gracia y en tu amor.
María, tú que eres nuestra madre y modelo, te pedimos que intercedas por cada
grupo de nuestra gran familia para que todos conozcan cada día más a Jesús. Amén.

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-Canto: Se sugiere elegir temas relacionados con la misión. Ej. “Alma
misionera”.

-Iluminación: Filipenses 4, 4-7

-Reflexión: Somos misioneros y Jesús quiere que seamos alegres, que


recemos, que transmitamos esa alegría a los demás, la alegría de ser hijo s de Dios.

-Envío: Con esa alegría vamos a recorrer, junto con la imagen de la Sagrada
Familia de Belén, algunas casas, pidiéndole que derrame sus bendiciones en ellas.

-Nos dirigimos a la casa a misionar, rezando y cantando…

-En el domicilio

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL: “Sagrada Familia de Belén, gracias por haber venido a


visitar ésta casa. Sagrada Familia de Belén, familia del amor y de la paz, que ésta
visita sea el comienzo de una nueva vida. Que el amor sustituya a la violencia y que
la justicia haga nacer la verdadera paz. Que los que odian comprendan que Dios es
Padre y nos ama y que los que tienen miedo sientan que Dios está con nosotros y
nos acompaña. Sagrada Familia sé siempre nuestra luz y nuestra guía”.

ILUMINACIÓN: Rm. 12, 9-13

Invitamos a la familia a que expresen lo que les sugiere el texto y luego lo


realizan los misioneros.

Reflexión: Jesús quiere que nos amemos sinceramente unos a otros, que nos
respetemos, que sirvamos a Dios y al prójimo con esperanza y con alegría,
refugiados siempre en la oración.

ORACIÓN COMUNITARIA

A cada oración respondemos: “Bendice nuestra familia”.

-Sagrada Familia, enséñanos a ser pobres de corazón, a no ambicionar ni ser


egoístas. Oremos.

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-Sagrada Familia, enséñanos a ser mensajeros de paz y de esperanza en
nuestras familias y en nuestro pueblo. Oremos.

-Sagrada Familia, que nunca falte el pan en ésta mesa y el trabajo en éste
hogar. Oremos.

A continuación, se entregará a la familia unos corazones donde escribirán sus


intenciones personales y que serán presentadas en la celebración de la Santa Misa, rogando
por ellas.

Guía: Rezamos Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN FINAL: :

Señor, Dios Padre Misericordioso, te pedimos que bendigas a esta familia que nos ha recibido,
que bendigas sus proyectos y los lleves a cumplimiento, te pedimos que bendigas esta casa, para
que nunca falte el pan en la mesa ni la salud en cada uno de los que habitan en ella. Todo esto te
lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Parroquia
“SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES”
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