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Recuerdos para toda mi vida.

Mi nombre es Diego Álvarez Arredondo y nací el 26 de octubre del 2007 en la


hermosa ciudad de León, Guanajuato. Mi nombre, que significa educado, instruido
y sabio, es un regalo que mis padres me hicieron al elegirlo y me llena de orgullo
llevarlo conmigo a donde quiera que voy.

Mis padres, Arturo Álvarez Fernández y María Rosa Arredondo Obeso, son ambos
contadores y siempre han trabajado muy duro para brindarme a mí una vida
cómoda y feliz. La mayor parte de mi vida, he vivido en un departamento que,
aunque no me gustaba mucho, era un lugar en el que disfrutaba estar.

Mis recuerdos de la primaria son muchos y variados, pero algunos se han


quedado grabados en mi mente de manera especial. Recuerdo a mi madrina,
quien siempre me apoyó y me hizo sentir muy especial. También recuerdo al
famosísimo juego "18", un juego que a todos nos gustaba y siempre toda nuestra
generación se juntaba para jugarlo. Pero, sobre todo, recuerdo a mis maestras, en
especial a la de 5° y 6°, quienes me enseñaron muchas cosas que realmente
aprecio.

Además, tuvimos algunos viajes que quedaron grabados en mi memoria, como


cuando fuimos a la biblioteca en León, o cuando fuimos al zoológico, donde pude
haber aprendido más sobre los animales y el cuidado del medio ambiente, pero no
fue así, para mi mala suerte el camión se atoro y duramos todo el viaje sin poder
hacer nada. Pero debo admitir que la ópera que fuimos a pesar de que fue muy
aburrida, tocaban muy bien.

Mis mejores amigos han sido una parte fundamental de mi vida y, aunque tengo
varios, dos de ellos merecen un lugar especial en mi autobiografía. Francisco,
mayormente conocido como "Pachis", ha sido mi amigo desde hace mucho tiempo
y siempre estuvo ahí para mí, apoyándome y haciéndome reír. Pero mi hermano
del alma es Mati, mi mejor amigo desde kínder, con quien he compartido risas,
juegos, aventuras y muchas cosas más. Aunque sabemos que la vida nos llevará
por diferentes caminos en el futuro, siempre estaré agradecido por su amistad.
La pandemia ha sido una experiencia difícil para todos y algo que realmente no
me gustó fue la distancia que se creó entre algunos de mis amigos. Algunos
simplemente dejaron de hablarnos y fue algo que odié y siempre odiaré. Pero
también me hizo darme cuenta de la importancia de las relaciones humanas y de
cómo debemos esforzarnos por mantenerlas fuertes, incluso en tiempos difíciles.

Ahora que estoy en secundaria, me doy cuenta de que esta etapa de mi vida está
llegando a su fin y hay cosas que voy a extrañar mucho. Principalmente, mis
amigos, que aunque no son todos, sé que algunos nos vamos a diferentes
preparatorias y tal vez no nos veamos tan seguido. Pero también voy a extrañar a
mis maestros, porque aquí en secundaria uno trabaja y a la vez hace relajo y
básicamente es estudiar pero divirtiéndose y eso es algo me amo de la
secundaria, también me gustaría dar mérito a mis maestros, que siempre me han
apoyado y están todos los días intentando animar a todo el salón.

En resumen, la secundaria a sido la mejor etapa de mi vida, y sin duda la voy a


extrañar, pero el tiempo corre y toca seguir avanzando.
v

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