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CAPÍTULO II:

RECURSO DE ACLARACIÓN O INTERPRETACIÓN


Y DE RECTIFICACIÓN O ENMIENDA*

* Capítulo redactado por Eclinson Lara Aguayo, doctor en Derecho por la Universidad
ele Sevilla. Profesor ele Derecho Comercial y Derecho Procesal, Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales ele la Universidad Austral de Chile.
1. INTRODUCCIÓN

Para estudiar el denominado recurso de aclaración, rectificación o en-


mienda es necesario referirse, en forma previa, por su estrecha vinculación,
al principio del desasimiento o, por mejor decir, al de la invariabilidad de
las resoluciones judiciales como uno de los efectos de las resoluciones
judiciales.
No se ha de olvidar, asimismo, que todas las resoluciones judiciales
están llamadas a adquirir firmeza o ejecutoriedad, lo cual permite y garan-
tiza la continuidad de los actos jurídicos procesales y su dirección hacia la
obtención final de una sentencia definitiva invariable y firme o ejecutoria-
da, así como a su posterior ejecución en el caso de las sentencias declara-
tivas de condena que imponen una prestación de dar, hacer o de no hacer
(arts. lº, 10 y 11 del COT y arts. 174, 175, 182 y 231 y ss. del CPC), a
diferencia de las sentencias meramente declarativas o constitutivas que no
requieren, en puridad de conceptos, de ejecución posterior 71 .
Pues bien, el denominado recurso de aclaración referido constituye,
como se verá, una excepción al principio del desasimiento del tribunal o de
invariabilidad de las resoluciones judiciales, regulado en el artículo 182 del
CPC que se produce mediante la notificación de la respectiva resolución a
alguna de las partes del proceso.

71 Al respecto, Navarrete señala: "Ta,_i;¡Jg la sentencia declarativa como la constitutiva


pueden dar lugar a algunas actuaciones materiales de cumplimiento (v. g1:, cancelación
de una inscripción en el Registro de Propiedad; inscripción de la sentencia de nulidad
de matrimonio en el Registro Civil, etc.), pero no son proceso de ejecución en sentido
propio". Véase N.w.-1RRETE (2020), p. 33. Califica a la sentencia meramente declarativa
y a la sentencia constitutiva como proceso de declaración sin posterior ejecución.
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Se estudiará el concepto y sus requisitos, su naturaleza jurídica, los ob-


jetivos del denominado recurso de aclaración o interpretación, rectifica-
ción o enmienda, el titular de la acción, su tramitación, las resoluciones en
contra las cuales procede, el tribunal ante el cual se interpone, los efectos
de su interposición, así como su aplicación en otros procedimientos, entre
otros aspectos.

2. DESASIMIENTO

La voz "desasimiento", en su sentido natural y obvio, según el Diccio-


nario de la lengua espaFwla, de la Real Academia Española, es la "acción
y efecto de desasir o desasirse", y el verbo en infinitivo "desasir" significa:
"soltar, desprender lo asido" 72 .
Por su parte, el inciso 1º del artículo 182 del CPC se refiere al principio
del "desasimiento" en cuanto expresa:
"Notificada una sentencia definitiva o interlocutoria a alguna de las paties, no
podrá el tribunal que la dictó alterarla o modificarla en manera alguna".
Debe desasir y por ello no puede corregir su sentencia, en cuanto al ob-
jeto de la litis, y debe mantenerse completamente desprendido, al margen.
En otras palabras, el desasimiento no es sino un efecto jurídico que se
traduce en la invariabilidad de las resoluciones por parte del mismo tri-
bunal que las dictó; en ese sentido, el órgano jurisdiccional se desprende
figuradamente de lo "asido", una vez notificada, ya que después de ella le
queda prohibido alterarla o_modificarla en manera alguna.
Del mismo modo, todas las sentencias definitivas e interlocutorias están
llamadas a adquirir finneza o ejecutoriedad para que proceso pueda seguir
desa_rrollándose de manera normal y, en su caso, para llegar a la etapa de
cumplimiento o ejecución.
En efecto, como se dijo precedentemente, se pone de manifiesto que el
desasimiento del tribunal es uno de los efectos de las sentencias definitivas
e interlocutorias en cuya virtud no pueden ser alteradas o modificadas en
modo alguno por el juez que las dictó. El juez queda desvinculado o sepa-
rado de su sentencia y no puede corregirlo o enmendarlo al haber conclui-
do su actividad jurisdiccional.

72 RAE (2001), p. 762.

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Y JURISPRUDENCIA 47

El "desasimiento" es denominado, de modo equivalente, por el artículo


214 de la LEC 1/200073 como principio o regla de la "invariabilidad de las
resoluciones" y en cuya virtud "los tribunales no podrán variar las resolu-
ciones que pronuncien después de firmadas", lo cual se considera parte del
contenido del derecho a la tutela judicial efectiva, desde la perspectiva de
las garantías de los justiciables, al impedir variar o modificar una sentencia
al margen de los supuestos expresamente previstos por el legislador.
Entre nosotros, si se infringe dicho principio o regla y se actúa al mar-
gen de los objetivos procesales que delimitan el ámbito de competencia
de la aclaración, rectificación o enmienda, se puede incurrir, como lo ha
resuelto la Corte Suprema, en un vicio de casación en la forma; en concre-
to, la del numeral 1º del artículo 768 del CPC, es decir, la incompetencia
del tribunal, si se rebasan los límites de una rectificación o enmienda y se
altera el fondo de la decisión contenida en el fallo modificado 74 •
Cuestión diferente al desasimiento o a la invariabilidad de las resolu-
ciones judiciales, y no opuestas a ella, es la aclaración o rectificación o
enmienda en los supuestos previstos por el legislador.
Se ha dicho, de manera autorizada, al respecto:
"El desasimiento implica que el tribunal libera la resolución y ésta empieza
a tener vida propia, lo que se traduce en una prohibición para el tribunal en
el sentido que no puede modificar en manera alguna la sentencia definitiva o
interlocutoria, salvo las excepciones legales" 75 .
Como se dijo antes, es la denominada regla de la "invariabilidad o in-
modificabilidad" de las resoluciones judiciales firmes como garantía con-
tenida de la tutela judicial efectiva o del debido proceso, lo cual implica
que los órganos jurisdiccionales no pueden revisar sus decisiones al mar-
gen de los supuestos previstos expresamente por la ley.
También puede decirse que es una forma de preclusión en cuanto se
clausura o extingue la posibilidad de actuación del juez una vez dictada y
notificada la resolución, al menos, a una de las pmies. No es necesario que

73 Boletín Oficial del Estado espm'ío1"*~7, de 8 de enero de 2000, Ley 1/2000, de 7 de


enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC 1/2000), p. 101.
74 SCS Rol Nº 238-2005, de 31 de julio de 2006, que acoge recurso de casación en la
forma en contra de la sentencia dictada por un tribunal de segunda instancia.
75 fIGUERO.\) MüRGADO (2013), p. 214.

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estén notificadas las dos partes. Así, pues, según el principio del desasi-
miento, desde la fecha de la notificación de la sentencia precluye la facul-
tad del órgano jurisdiccional de enmendar, alterar o modificar lo resuelto
en una sentencia definitiva o interlocutoria dictada; es decir, le está vedado
al juez alterarla de alguna forma.

3. REQUISITOS

De lo dicho anteriormente se desprende que los requisitos que, según la


ley, son necesarios para que opere el desasimiento del tribunal que dictó la
resolución son los siguientes:
1) Dictación de una sentencia definitiva o interlocutoria, dado que úni-
camente ellas producen el desasimiento del tribunal. No los autos,
ni los decretos. Así, por ejemplo, no serían susceptibles de la acla-
ración, rectificación o enmienda la resolución que rechaza un aban-
dono de procedimiento, así como la que concede o mantiene una
medida precautoria, en atención a que tienen la naturaleza jurídica
de "auto", ya que no establecen derechos permanentes a favor de
las partes ni resuelven sobre un trámite que debe servir de base a la
dictación de una sentencia definitiva o interlocutoria, y, en el caso
de la cautelar, se trata, además, de medidas provisionales (arts. 158,
inc. 3° y 301 del CPC). Atendida la naturaleza de estas resoluciones,
le está vedado al tribunal modificarlas.
2) Notificación de la resolución judicial a alguna de las partes. Para
declarar de oficio la rectificación de la sentencia definitiva o inter-
locutoria se requiere la notificación, al menos, a una de las partes
(art. 184 del CPC), no obstante la interposición de recursos. Igual
derecho a pedir la rectificación lo podrá ha~er la parte, en la prácti-
ca, desde el momento que le sea notificada de la resolución judicial,
pues allí podrá darse cuenta de los errores formales o defectos de
que pueda adolecer la sentencia, aun cuando la ley no les fija un
plazo para ello.
Conforme al principio del desasimiento del tribunal desde el momento
en que es notificada la sentencia a cualquiera de las partes, principales o
directas, sean demandante o demandado o, en su caso, a los terceros que
tienen interés en el juicio y que se hayan apersonado como coadyuvantes,

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excluyentes o independientes, no podrá alterar o modificar la sentencia


definitiva o interlocutoria que haya dictado anteriormente (art. 182 del
CPC).
El desasimiento sería un caso de aplicación del principio general de
irrevocabilidad de los actos procesales 76, sin perjuicio, claro está, de que
dichas resoluciones judiciales puedan ser revocadas posteriormente pro-
ducto de que sean acogidos los recursos procesales interpuestos y ejecu-
toriadas que sean las referidas sentencias impugnadas. En otras palabras,
puede decirse que precluye, se extingue o consuma la facultad procesal del
tribunal de modificar o alterar el contenido de la sentencia que dictó cuan-
do ha sido notificada a alguna de las partes.
Se extingue así, por tanto, la competencia del tribunal para conocer de
la cuestión controvertida sometida a su conocimiento y resolución.

4. EXCEPCIONES AL PRINCIPIO DEL DESASIMIENTO DEL TRIBUNAL

Sin embargo, la pérdida, extinción o consumación de la facultad de


modificar o alterar lo resuelto, confonne al principio del desasimiento, no
es absoluta.
En efecto, el juez puede emitir pronunciamientos a pesar de haberse
notificado a alguna de las partes respecto de los asuntos que por expresa
disposición de la ley conserva competencia y en los cuales no regiría el
desasimiento. Por consiguiente, a continuación examinaré algunas de las
excepciones al principio del desasimiento del tribunal.
Tales casos, entre otros, son los siguientes:
'
1) La primera excepción al desasimiento la constituye el incidente de
nulidad de todo lo obrado, por falta de emplazamiento, planteado
por el litigante rebelde al cual no se le hayan hecho saber en persona
ninguna de las providencias libradas en el juicio, que se ha de plan-
tear ante el mismo tribunal que dictó la resolución (arts. 80 y 182
del CPC)77, y se admite, p,gr consiguiente, aun después de dictada

76 Así lo señala Cow~mo ( 1997), pp. 89 y 91.


77 Así, se ha fallado: "Se produce la situación a que se refiere el artículo 80 al no constar
haber llegado a manos de la demandada una copia de la demanda y del proveído que

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la sentencia; inclusive, aun cuando se haya dictado sentencia por el


tribunal superior 78 .
Pues bien, con ello se autoriza al mismo tribunal a dejar sin efecto su
propia sentencia si ello es consecuencia directa e inmediata de una
nulidad de todo lo obrado por falta de emplazamiento.
Se ha dicho en forma autorizada que puede solicitarse dicha nuli-
dad estando la sentencia ya notificada, y no sería obstáculo el que
la sentencia esté "aun aparentemente ejecutoriada, toda vez que la
ejecución de los fallos (artículo 231) procede precisamente cuan-
do queden ejecutoriados o causen ejecutoria en conformidad a la
ley, y el incidente a que da lugar el cumplimiento se sustanciará
'sin perjuicio de lo prevenido en el artículo 80' (artículo 234 inci-
so último )" 79 . Ello también se aplicaría al caso de un litigante mal
emplazado 80.
2) La segunda, en lo que aquí interesa, el recurso de aclaración o in-
terpretación, rectificación o enmienda es también una excepción al
principio del desasimiento del tribunal 81 .
En efecto, el recurso de aclaración o interpretación, rectificación o
enmienda se establece en el inciso segundo del párrafo primero del
artículo 182 del CPC como excepción al principio del desasimiento,
conforme al cual el tribunal que dictó la sentencia no pierde su com-
petencia una vez notificada a alguna de las partes. Y, en consecuen-
cia, el tribunal señala:

en ella recayó, sin que en esa realidad tenga alguna participación o responsabilidad la
parte". Corte Apelaciones Santiago, Rol Nº 7244-1999, de 17 de marzo de 2000.
78 Véase SCA de Rancagua, Rol Nº 1118-201 O, de 2 de junio de 2011. Se establece que
la circunstancia de que el juicio se encuentre terminado por sentencia firme o ejecu-
toriada no impide que el litigante rebelde pueda incoar la nulidad de todo lo obrado a
que se refiere el artículo 80 del CPC, no obstante haberse producido el desasimiento.
Inclusive, aun cuando durante la tramitación a que da origen el cumplimiento de una
sentencia firme o ejecutoriada el litigante rebelde está facultado para pedir y que se
declare la nulidad ele tocio lo obrado por vía incidental.
79 SALAS( 1982), p. 115.
80 S.-\L\S(1982), p. 116.
81 Asj se ha reconocido por la jurisprudencia. Al respecto, véase SCS ele 5 ele noviembre
ele 1943, RDJ, t. 41, sec. l", p.31 l.

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"Podrá, sin embargo, a solicitud de parte, aclarar los puntos obscuros o


dudosos, salvar las omisiones y rectificar los errores de copia, de refe-
rencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la misma
sentencia".

Como se advierte, con ello no se afecta el fondo o mérito del asunto


decidido por el tribunal, sino que se apunta a la corrección de los
defectos formales en que se haya incurrido en la dictación de la sen-
tencia.
Se fundamenta en razones de economía y celeridad procesal, pues se
evita que haya que recurrir al tribunal superior para que se solucione
un problema que, en general, será de fácil solución, por el mismo
tribunal inferior (a quo) que dictó la resolución que se pretende co-
negir, aclarar o enmendar, incluso de oficio, y no necesariamente a
petición de parte.

5. REGULACIÓN DEL RECURSO DE ACLARACIÓN O INTERPRETACIÓN,


RECTIFICACIÓN O ENMIENDA. CONCEPTO Y FINALIDADES

A continuación explicaré las definiciones y características más impor-


tantes de este recurso.

5.1. Regulación

El recurso de aclaración o interpretación, rectificación o enmienda


se encuentra regulado en los artículos 182 a 185 y 190 del CPC, dentro
del Título XVII "De las resoluciones judiciales", del Libro Primero del
referido Código, que regula las disposiciones comunes a todo procedi-
miento.
No cabe duda de que el recurso en estudio es aplicable a los asuntos ju-
diciales contenciosos 82. Sin embargo, surge la duda en cuanto a si se aplica
también a los asuntos no conten~sos o voluntarios 83 .

82 SCS de 3 de agosto de 1927, RDJ, t. 25, sec. l ", p. 298.


83 En el fallo citado en la nota anterior, se concluye que la aclaración, rectificación o
enmienda solo es aplicable a los asuntos judiciales contenciosos.

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Desde luego, en los actos voluntarios o no contenciosos, variando las


circunstancias y a solicitud del interesado, sí es posible modificar o revo-
car las resoluciones negativas que se dicten, sin sujeción a los términos y
formas establecidos para los asuntos contenciosos, de conformidad con lo
establecido en el artículo 821 del CPC. Podrá también, en igual caso, re-
vocar o modificar las resoluciones positivas o afirmativas, con tal que esté
aún pendiente su ejecución 84 .
Por otra parte, las resoluciones dictadas en los actos no contenciosos o
voluntarios no producen cosa juzgada, pues, de acuerdo con la mejor doc-
trina, tienen un carácter o función más bien administrativa y no jurisdiccio-
nal. En este contexto, se ha dicho de manera autorizada que "no existe sino
una jurisdicción: la contenciosa" 85 .
Sin embargo, en relación a la cuestión de si es aplicable, o no, el recurso
en estudio a los asuntos no contenciosos, estimo que ante el silencio de fa
ley, y por aplicación del aiiículo 3º del CPC, a cuyo tenor "[s]e aplicará
el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y actuaciones
que no estén sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su
naturaleza", es posible concluir que la aclaración, rectificación o enmienda
es procedente también en los actos judiciales no contenciosos 86, ya que no
se pretende revocar o modificar una resolución; no se puede cambiar la de-
cisión de la sentencia, a diferencia de lo que contempla el artículo 821 del
mismo Código para los actos no contenciosos, en que se autoriza revocar
o modificar las resoluciones negativas, es decir, aquellas que rechazan la
solicitud del interesado, así como las resoluciones afirmativas, que acogen
lo pedido, cuando está pendiente su ejecución.

84 El artículo 821 del CPC establece el denominado recurso de revocación propio de los
actos judiciales no contenciosos, a que se refiere el Libro IV, Título I, del CPC, que se
caracterizan por la ausencia de controversia o contienda entre partes, y la disposición
expresa de una ley que faculte al tribunal para conocer de un determinado asunto
judicial no contencioso. Se ha dicho, al respecto, que su existencia, es decir, la juris-
dicción no contenciosa, "no es indispensable para la existencia de un tribunal ni de
jurisdicción, es así como en otros países el conocimiento de los actos de jurisdicción
no contenciosa está entregado a autoridades administrativas o a un notario". Hoyos
(2012), p. 5.
85 HOYOS (1987), p. 49.
86 En_el sentido del texto, C-\SARINO (1993), pp. 125-136, especialmente, p. 129, y, asi-
mismo, véase SCS de 13 ele noviembre de 1978, RDJ, t. 75, sec. l", p. 459.

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5.2. Concepto

Desde la perspectiva de su consideración como un recurso procesal,


puede definirse en los siguientes ténninos:
Es el medio de impugnación que la ley concede a las partes para que el
mismo tribunal que dictó la sentencia definitiva o interlocutoria aclare los
puntos obscuros o dudosos de la misma o salve las omisiones o rectifique
los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan
de manifiesto en ella.
Como ha señalado la C01ie Suprema, no cabe duda, que el denomina-
do recurso de aclaración, rectificación o enmienda es "un concepto com-
prensivo que abarca tanto errores de hecho y de referencia y que, en caso
alguno, puede alterar o modificar el fondo [... ],desde que ello sólo puede
conseguirse a través del sistema de revisión que consagra la ley" 87•
Si el tribunal accede a corregir una sentencia, a petición de parte, y con
ello se excede de las facultades previstas en inciso 2º del artículo 182 y, en
definitiva, emite un pronunciamiento de fondo, se incurrirá en el vicio de
ultra petita previsto en el numeral cuarto del artículo 768 del CPC, como
causal del recurso de casación en la forma, al otorgar más de lo pedido
por las paties, actuando fuera del ámbito de su competencia o extenderse
a puntos no sometidos a su decisión, al apartarse de lbs términos en que
las partes situaron la controversia por medio de las respectivas acciones y
excepciones, con alteración del contenido de estas, cambiando de objeto
o modificando su causa de pedir, afectando el principio de congruencia en
concordancia con el principio dispositivo y de pasividad de los tribunales,
con influencia en lo dispositivo del fallo, dado que la corrección pedida
y decretada excedió con creces la facultad correctora contemplada en el
artículo 182 del CPC 88 •
Algunos autores nacionales consideran que el párrafo segundo del ar-
tículo 182 del CPC contempla dos recursos, a saber: a) el recurso de acla-
ración o interpretación, por una patie, y b) el de aclaración o enmienda,
por otra.

87 ses Rol Nº 674-2012, de 14 de mayo de 2012, que acogió recurso de casación en el


fondo.
88 ses Rol Nº 1595-2008, de 7 de mayo de 2009.

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Así, el primero tendría por objeto aclarar los puntos oscuros o dudosos
que aparezcan de manifiesto en la sentencia, a fin de darles la interpreta-
ción que corresponda; el segundo, por su parte, tendría por finalidad ob-
tener del tribunal que dictó la sentencia definitiva o interlocutoria salve
las omisiones y rectifique los errores de copia, de referencia o de cálculos
numéricos que aparezcan de manifiesto en la sentencia.
A mi juicio, carece de sentido dicha clasificación, atendido a que se está
en presencia, en realidad, de una acción de declaración de certeza y no de
un recurso procesal 89•90 .

5.3. Finalidades

Las finalidades u objetivos procesales que persigue el recurso de aclara-


ción, rectificación o enmienda, según se pone de manifiesto por el artículo
182 del CPC, son las siguientes:
1) Aclarar puntos oscuros o dudosos: se pretende hacer más claro el
verdadero sentido y alcance de lo expresado en el contenido de la
sentencia, de modo que coincida con lo querido establecer por el
juez en la sentencia. Según el Diccionario de la lengua espaifola,
aclarar es "disipar, quitar lo que ofusca la claridad o transparencia
de algo; hacer claro, perceptible, manifiesto o inteligible algo, po-
nerlo en claro, explicarlo" 91 .

89 Al respecto, véanse BENWENTE (1991), p. 171; ESPINOS.-\ (1985), pp. 5 y 6; FIGUERO.·\


y MoRG.-\DO (2013), p. 215, en cuanto lo dividen en dos recursos: el de aclaración o
interpretación y el de rectificación o enmienda.
90 La LEC 1/2000, en su artículo 214 se refiere simplemente a la "aclaración y correc-
ción". Así, el numeral 1º del citado aiiículo en su regulación díspone: "Los tribunales
no podrán variarlas resoluciones que pronuncien después de firmadas, pero si aclarar
algún concepto oscuro y rectificar cualquier error material del que adolezcan", y el
numeral 3º establece: "Los errores materiales manifiestos y los aritméticos en que
incurran las resoluciones de los Tribunales y Letrados de la Administración de Jus-
ticia podrán ser rectificados en cualquier momento". Tampoco califica !_aaclaración
y corrección como un recurso. El artículo 215 de la LEC se refiere en su rúbrica a la
"subsanación y complemento de sentencias y autos defectuosos o incompletos", lo
cual orienta a lo que se desarrolla posteriormente en dicha disposición legal. En suma,
para el legislador espafiol la aclaración no es concebida como un recurso.
91 RAE (2001), p. 30.

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Así, el tribunal podrá aclarar o interpretar el todo o parte de una sen-


tencia que se considere dudosa u oscura, pero sin que pueda alterar
el contenido de la decisión del asunto controvertido, contenida en
lo resolutivo de la sentencia, cambiando su objeto o modificando la
causa de pedir. Por esta vía, en efecto, el tribunal no puede cambiar
la decisión del fallo que se rectifica 92 . En consecuencia, aclarar no es
modificar o variar la decisión una vez notificada la sentencia.
Con la aclaración de algún concepto oscuro o dudoso se cubrirá las
deficiencias de la sentencia que debe cumplir con todos los requisi-
tos del artículo 170, tratándose de la sentencia definitiva o del artícu-
lo 171 en el caso de las sentencias interlocutorias, especialmente en
lo relativo a la motivación en los distintos razonamientos fácticos y
jurídicos, así como la necesaria congruencia, sin que pueda afectarse
el principio del desasimiento; en otras palabras, sin que se pueda ex-
ceder los límites de la aclaración, rectificación o enmienda. Así, por
ejemplo, no se podría alterar los hechos establecidos en la sentencia
y dar origen a unos nuevos a los que antes no se hacía referencia o
referirse a nuevas alegaciones distintas de las formuladas anterior-
mente en el proceso .
En efecto, en el caso en que se interponga el recurso en contra de
una sentencia ejecutoriada no puede vulnerarse la eficacia y auto-
ridad de cosa juzgada de la sentencia recurrida, so pena de incurrir
en un vicio de casación en la forma (ati. 768 Nº 6 del CPC), ya que
el tribunal recurrido está limitado por el contenido de la sentencia
recurrida cuya interpretación o rectificación se solicita.
Tampoco, como lo ha señalado la jurisprudencia, a través del recurso
de aclaración, se permite "enmendar un vicio de procedimiento" 93 .
Por último, es necesario destacar que, en la práctica, muchos tri-
bunales no admiten a tramitación el recurso que tenga por objeto
aclarar o interpretar puntos oscuros o dudosos, que tengan por ob-
jeto cambiar el sentido de la decisión del fallo que se rectifica, por
estimar que ello es materia de otros recursos 94 . Habría un exceso de
..
-~~ ~

92 ses de 19 de enero de 2005, RDJ, t. 102, sec. l ª, p. 44.


93 ses Rol Nº 3712-2010, de 24 de agosto de 2010.
94 ses de 19 de enero de 2005, RDJ, t. 102, sec. 1", p. 44.

C.wiTULO Il: RECURSO DE ACL.\R.~CIÓN O INTERPRETACIÓN Y OL RECTIFIC-\CIÓN O F1'\IILND.·\

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las facultades que confiere la aclaración, rectificación o enmienda


a la parte que pretende hacerlo valer y se afectaría el principio del
desasimiento o invariabilidad de las resoluciones judiciales.
Por consiguiente, la interpretación no debería comportar un nuevo
juicio valorativo o una nueva calificación jurídica de los hechos
o del derecho, pues debe tratarse de un error que se evidencia del
mismo tenor literal de la misma sentencia; no puede implicar una
reinterpretación, de modo que no se infrinja, por una parte, el princi-
pio de desasimiento del tribunal, y, por otra, el ámbito competencia!
previsto para la aclaración, interpretación o enmienda.
De lo que se trata, en definitiva, es que el tribunal explique lo que
quiso decir, el sentido y alcance de sus palabras, en su resolución,
descifrando o ilustrando a las partes el tenor o contenido de la sen-
tencia en relación con algún concepto oscuro o dudoso o ambiguo
para la debida comprensión del texto en el contexto de su fundamen-
tación o motivación.
Como señala FALCóN 95:
"Conceptos oscuros son los que no aparecen como una consecuencia lógica
dentro del pronunciamiento, por falta de pasos intermedios en la elabora-
ción del concepto o no hallarse clara la afirmación o negación del derecho
por ambigüedad o vaguedad de la expresión, etcétera. En este caso, la acla-
ratoria busca la precisión de la sentencia".

A contrario sensu, si la sentencia es perfectamente clara y precisa la


solicitud formulada por la parte de aclararla, tendría que ser recha-
zada.
A diferencia de la aclaración de puntos oscuros o dudosos, la co-
rrección de errores formales de copia, de referencia o de cálculos
numéricos se aprecia de forma directa y manifiesta; no se requiere
de interpretaciones o argumentaciones más o menos complejas.
2) Salvar omisiones: tiene el objetivo de salvar omisiones con el obje-
to de colmar las lagunas por causa de algún error de hecho en que
pueda haber incurrido el tribunal en la dictación del fallo. Se trata
de subsanar las omisiones o defectos que fuere necesario remediar

95 FALCÓN (2005), p. 13.

C,PÍTULO !I: RECURSO DE ACL\RACIÓN O INTERPRET,CIÓN Y DF RFCTIF!C.-\CIÓN O EN1'11ENDA

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RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCIA 57

para llevar plenamente a efecto o con plena eficacia la sentencia que


pretende corregirse.
Es posible que se trate de alguna cuestión accesoria de la decisión
principal del pronunciamiento relativa a la pretensión entablada y al
objeto de la litis, como podría ser una actuación material de cum-
plimiento a fin de que se pueda cumplir la sentencia declarativa o
constitutiva, en su caso, que no requiere de un proceso de ejecución
en sentido propio. Así, se ha resuelto:
"Se pueden corregir omisiones o errores, por la vía de la aclaración, recti-
ficación o enmienda, en que haya incurrido la sentencia que acogió la nuli-
dad absoluta de un censo vitalicio y que, sin embargo, no dispuso la cance-
lación y alzamiento del censo en el correspondiente registro de hipotecas y
gravámenes. La sentencia había dispuesto que la cancelación y alzamiento
se verificara en el registro de propiedad. En otras palabras, se puede corre-
gir las consecuencias de lo resolutivo del fallo, sin alterarlo, como lo es la
cancelación y alzamiento, en el registro que correspondía hacerlo" 96 .
En cualquier caso, como se ha dicho en forma autorizada, "si en la
sentencia no se contiene una declaración de voluntad que resuelva
el conflicto o sólo una petición formulada por alguna de las partes,
ya sea por omisión en el pronunciamiento o por contener decisiones
contradictorias, será improcedente que se ejerza la aclaración" 97 .
Y ello es muy pertinente desde que el expediente contemplado por
el legislador para impugnar una sentencia definitiva que no resuelve
la cuestión controvertida o que contiene decisiones contradictorias
es el recurso de casación en la forma y no el recurso de aclaración,
rectificación o enmienda.
Pues bien, en el caso del primer supuesto, esto es, de falta de decisión
del asunto controvertido, por ejemplo, al omitir el pronunciamiento
de una excepción perentoria hecha valer en tiempo y forma 98 , con
arreglo al numeral 5º del artículo 768 en relación con el número 6°

96 SCS Rol Nº 674-2012, de 14 de mayo de 2012.


97 MOSQUER\ y M.\TURAN.\ (201 O), p. '92:·
98 Se ha resuelto que no es omisión que pueda salvarse la de no haber fallado una de las
excepciones alegadas por el demandado; es decir, la falta de decisión de una de las
excepciones alegadas por la parte (SCS de 8 de octubre de 1915, RDJ, t. 13, sec. ]ª,
p, 508),

CAPÍTULO II: RECURSO DE ..\C:L\R.-\CIÓN O INTERPRETACIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O EN,IIEND,\

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58 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

del artículo 170, ambos del CPC, y, en el caso de existir decisiones


contradictorias, contradicción que debe producirse en la parte reso-
lutiva del fallo, se invocará la causal del artículo 768 Nº 7 del CPC.
Aunque es discutible, podría afirmarse que la omisión en la sentencia
definitiva de un pronunciamiento sobre las costas podría subsanarse
mediante una sentencia complementaria en vitiud de la aclaración,
rectificación o enmienda, ya que, en puridad de conceptos, no inte-
gra lo resolutivo del fallo, ni forma parte del asunto controvertido,
sino que es una medida de índole económica, lo que responde a un
imperativo legal, sin que por tal motivo pmiicipe de su naturaleza
jurídica 99 . Véanse, al respecto, los artículos 144 y 471, este último, a
propósito del juicio ejecutivo, que obliga en forma absoluta y obli-
gatoria a la condena en costas al vencido completamente, desde que
no reconoce excepc10nes.
En consecuencia, no se afectaría el desasimiento del tribunal por es-
capar al fondo de lo decidido y por no participar de modo intrínseco
del asunto controve1iido y fallado. Además, se trata de una cuestión
accesoria de la decisión de la cuestión de fondo fallada.
3) Rectificar errores que aparezcan de manifiesto en la sentencia 100:
los errores en que pueda incurrir la resolución recurrida, y que no
comportan una modificación del fondo del asunto, deben aparecer
de manifiesto en la sentencia; es decir, se infieren de su sola lectura,
dado que se revelan en forma clara o evidente. Es el supuesto que
más se utiliza por los tribunales en la práctica, con carácter general,
normalmente, a petición de parte.
, Los errores de copia (por ejemplo, tipográficos, faltas de miografía,
etc.), de referencia o de cálculos numéricos o matemáticos en rela-

99 Véase SCS Rol Nº 5820-2010, de 1 de septiembre de 2010, que ha sido uniforme -


según se puede apreciar- de distintas sentencias del mismo tribunal superior; a saber,
entre otras: Rol Nº 1149-2003; Rol N° 4133-2004; Rol Nº 2232-2006; Rol Nº 5975-
2009; SCS de 23 eleenero 1992, RDJ, t. 89, sec. l ", p. 14; SCS ele 11 elemarzo de 1992,
RDJ, t. 89, sec. l ª, p. 24. En el mismo sentido, AN \B\LÓN (1944), p. 174.
100 Se ha resuelto que se incurre en falta o abuso, causal del recurso de queja, si un tribu-
nal rectifica errores que no aparecen de manifiesto en la sentencia, en considerandos
que fortnan parte ele lo dispositivo del mismo, por lo cual la Excma. Corte Supre-
ma dejó sin efecto dichas modificaciones (SCS ele 21 ele agosto de 1947, RDJ, t. 45,
sec. l ", p. 158).

C.1PÍTLLO 11:RECURSO DE .-ICL.-IR.KIÓN O INTcRPRET.-ICIÓN Y DL RECTIFIC.-ICIÓN O EN1\IIEND.~

Págs. -13- 80
RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRlN.\Y JURISPRUDENCIA 59

ción con las cantidades de las sumas de dinero a que se condene,


errores de nombres mal escritos, o de la cédula de identidad, entre
otros, que aparezcan de manifiesto en la sentencia; en caso contrario,
es decir, si no aparecen de manifiesto en el fallo, se ha resuelto que
es una falta o abuso que debe corregirse, dejándose sin efecto las
modificaciones realizadas 1º1.
Sobre este tópico se han establecido algunos criterios jurispruden-
ciales. Así, se ha resuelto que el"[ e ]rror de referencia en lo relativo a
las fechas de las liquidaciones de impuestos, reclamadas por el con-
tribuyente, al indicarse por la Corte de Apelaciones de Concepción,
en la última parte de la sentencia que resolvió el reclamo, el 23 de
diciembre de 2004, en circunstancias que todas eran de fecha 23 de
septiembre de 2002" 1º2 .
De igual forma, se ha fallado que "[ e]rror de transcripción en cuanto
a la oportunidad en el pago de los intereses dispuesto por la senten-
cia recurrida de casación, reparable a través del recurso de aclara-
ción, rectificación o enmienda y no a través del recurso de casación
en la forma 103.
En cuanto a una posible modificación de las temáticas de fondo se
ha resuelto:
"El recurso de interpretación, rectificación o enmienda no puede utilizarse
en el caso que la sentencia recurrida contenga considerandos contradicto-
rios, sino el recurso de casación en el fondo 1º4 .
En efecto, se ha resuelto que si la sentencia recurrida contiene con-
siderandos contradictorios, que, como se sabe, provoca la anulación
de las consideraciones, y en consecuencia, la carencia de justifica-
ción fáctica y jurídica de la decisión condenatoria a que pueda ha-
ber arribado el tribunal, ello no puede ser subsanado por la vía del
recurso de aclaración, rectificación o enmienda, sino a través del
correspo~diente recurso de casación en el fondo.

101 SCS de 21 de agosto de 1947, RD!, t. 45, sec. lª, p. 158.


,~~

102 SCS Rol Nº 1107-2011, de 11 de enero de 2012.


l 03 SCS Rol Nº 3180-2007, de 22 de diciembre de 2008.
104 Así se infiere de lo resuelto por la Corte Suprema en SCS Rol N° 1769-2008, de 20 de
enero de 201 O.

CAPÍTULO 11:RECURSO DE ..\CL.-\R.-ICIÓN O INTERPRET.-ICIÓN Y DE RcCTIFIC.-ICIÓN O E'"IIENO 1

Págs. -13- 80
60 IVÁN HUNTER AMPUERO - EDlNSqN LARAAGUAYO

Ahora bien, en cuanto a la condena en costas, se ha dicho que la


"[s]entencia que condena erróneamente en costas no puede impug-
narse por la vía de la aclaración, rectificación o enmienda, ni puede
subsanarse, con posterioridad, de oficio por el tribunal dictando una
sentencia complementaria" 1º5 .
La Excma. Corte Suprema acogió el recurso de queja interpuesto
por el demandante, por falta o abuso manifiesto, y en uso de sus
facultades correctoras privativas, dejó sin efecto la sentencia de se-
gunda instancia de 9 de julio de 2009, dictada por la Quinta Sala de
la Corte de Apelaciones de Santiago, y confinnó, en lo apelado, la
sentencia de primera instancia. El considerando cuarto del máximo
tribunal estableció:
"Que, en tales condiciones, los sentenciadores conculcaron el tenor expre-
so del artículo 146°del Código de Procedimiento Civil, que impide con-
denar al pago de las costas cuando se hayan emitido, por los jueces que
concurran al fallo en un tribunal colegiado, uno o más votos favorables a la
parte que pierde el asunto debatido que es precisamente lo acontecido en la
especie respecto de la recurrente, que tuvo a su favor el voto del ministro
Juan Cristóbal Mera Muñoz, quien fue de parecer de confümar el edicto
apelado, por sus propios fundamentos.

Tal omisión constituye una falta grave, dado que de haber considerado la
regla cuya preferencia se reclama, en los términos que manda la ley, de-
berían de haber prescindido de la imposic~ón de las costas al demandante,
sin que sean atendibles las razones dadas por los recurridos en su informe,
ya que no se condicen con el ejercicio de la función jurisdiccional en un
tribunal superior de jusücia.

A mayor abundamiento, la magnitud de la falta se evidencia en el hecho de


no ser procedente recurso alguno contra la resolución refutada, apto para
modificar o alterar las decisiones allí contenidas, sin que sea admisible
pretender, como lo planteó el abogado de la demandada en sus alegaciones
fonnuladas en estrados, en el sentido que el presente error se hubiera co-
rregido a través del mecanismo que contempla el artículo 182 del Código
de Procedimiento Civil, desde que la sihrnción en comento, constituye una
decisión expresa y clara del tribunal, que no calza en aquellas susceptibles
de remediar por la vía de la aclaración, rectificación o enmienda.

105 Véase SCS Rol Nº 4921-2009, de 16 de noviembre de 2009.

C.-\PÍTULO 11:RECURSO DE -\CL-\R ..\CIÓN O INTERPRET.-\CIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O ENt-l!ENDA

Págs . ./3 - 80
RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCIA 61

Por consiguiente, de no enmendarse la inobservancia en comento por esta


vía disciplinaria, la condena en costas reprobada quedaría fijada de mane-
ra definitiva, no obstante ser legalmente improcedente, lo que por cierto
justifica que el presente .arbitrio sea acogido por este capítulo" 1º6 [ énfasis
añadido].

La decisión de condena en costas por el tribunal de segunda ins-


tancia, en efecto, era una decisión clara y expresa, que no admite
interpretación, no se trata de un error de hecho o formal que deba
corregirse, sino de alterar o modificar una errónea aplicación del
derecho, en concreto, del aiiículo 146 del Código de Procedimiento
Civil, susceptible de atacarse por la vía de otros recursos distintos
del de aclaración, rectificación o enmienda. En el caso en análisis,
como no procedían más recursos ordinarios o extraordinarios, en
contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones, ya que solo era
procedente el recurso de queja, a través del cual, precisamente, se
solucionó el problema de la condena en costas impuesta y que era
legalmente improcedente, constitutiva, además, de falta o abuso ma-
nifiesto, que se conigió disciplinariamente.
En suma, se resolvió que resulta improcedente corregir, por la vía
del recurso de aclaración, rectificación o enmienda, una errónea
condenación en costas por una C01ie de Apelaciones, si ha existido
un voto favorable al perdedor 107.
En consecuencia, por esta vía, como lo ha señalado la Corte Supre-
ma, "no es posible cambiar la decisión del fallo que se rectifica" en
virtud del principio del desasimiento del tribunal, que impide alte-
rarlo o modificarlo en manera alguna 1°8, pues no se encuentra desti-
nado a obtener un cambio de la decisión adoptada en lo resolutivo
de la sentencia.
A dicha conclusión se arriba si se tiene en consideración que el de-
nominado recurso de aclaración, rectificación o enmienda, regulado

106 Véase ses Rol Nº 4921-2009, de'il.6,de noviembre de 2009.


107 El artículo 146 del ePe impide condenar al pago de las costas cuando se hayan emi-
tido, por los jueces que concurran al fallo de un tribunal colegiado, uno o más votos
favorables a la parte que pierde el asunto debatido y sometido a la decisión del mismo.
108 Véase, al respecto, ses de 19 de enero de 2005, RDJ, t. 102, sec. l ª, p. 44.

CAPÍTULO Il: RECURSO DE .-ICL.-IR.·\CIÓN O INTERPRET.-ICIÓN Y DE RECTlflC..ICIÓN O ENt-llEND.·1

Págs . ./3 - 80
62 IVÁN 1-!UNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

entre los artículos 182 y 185 del Código de Procedimiento Civil,


corresponde a una figura que pe1mite al tribunal, sea de oficio o a
petición de parte, pe1feccionar una resolución judicial, sin que ello
suponga, de manera alguna, alterar el pronunciamiento emitido. Por
ello, no se puede mejorar la pretensión de las partes, pues para eso se
han establecido los recursos procesales correspondientes (apelación,
casación, etc.).
También se ha resuelto que la "sentencia omite pronunciarse sobre
tachas o respecto de una acción o excepción" 1º9 .
El tribunal que dictó la sentencia definitiva y que no se pronunció
sobre una acción o excepción no puede corregirla o enmendarla por
la vía de la rectificación o enmienda, pues ello no puede significar
que el tribunal vaya a fallar una acción o excepción de que no se le
haya formulado o que, no obstante haber sido hecha valer en tiempo
y forma, la sentencia haya omitido un pronunciamiento a su respecto.
Lo mismo puede decirse, mutatis mutandis, respecto de las ta-
chas 11º. Ello, a mi parecer, excede los lín~ites del recurso de aclara-
ción o rectificación o enmienda, y los casos que así se configuren,
al respecto, lo serían al margen de los supuestos taxativamente es-
tablecidos por la ley, a que se ha hecho referencia con antelación,
en las que no caben interpretaciones o deducciones o juicios valo-
rativos de las acciones o pretensiones de las partes y de los hechos
enjuiciados. No se puede volver a examinar los puntos que ya han
quedado resueltos.
En resumen, la finalidad del recurso en estudio se contrae, en primer
lugar, a aclarar puntos oscuros o dudosos, estableciendo el verdade-
ro sentido y alcance de lo resuelto.
En segundo lugar, a salvar omisiones o defectos, que deben reme-
diarse para alcanzar plena eficacia, en que se haya incurrido por par-
te del tribunal en la dictación de la sentencia, colmando los vacíos,
respecto de lo pedido y alegado opo1iunamente por las partes.

109 SCS de 8 de octubre de 1915, RDJ, t. 13, sec. l ª, p. 508.


11O SCA de Valdivia, de 17 de julio de 1907, en Gaceta de los Tribunales Nº 658, de 1907,
primer semestre, p. 1106; SCA de Santiago, de 22 de junio ele 1932, RDJ, t. 29, sec. 2ª,
p. 91.

CsPÍTULO 11:RLCURSO DE .KL-\RACIÓN o INTERPR[nCtÓN Y DE RECTIFIC-\C'IÓN o EN,ll[ND-\


Págs. -13- 80
RECURSOSPROCES,\LES CIVILES.DOCTRJN.-\Y JURISPRUDENC!."', 63

4) Y, por último, rectificar etTores de copia, de referencia 111 o de cál-


culos numéricos que aparezcan de manifiesto en la sentencia, como
suele suceder cuando se incurre en errores en los valores, cantidades
o cifras establecidas en lo resolutivo de la sentencia que no coinci-
den con lo pedido y probado por las partes en el juicio.

6. RESOLUCIONES RESPECTO DE LAS CUALES PROCEDE

Corresponde ahora analizar las sentencias en contra de las cuales es


procedente el árbitro en estudio.

6.1. Sentencias definitivas e interlocutorias

De acuerdo a lo establecido en el artículo 182 del CPC, el denominado


recurso de aclaración o interpretación, rectificación o enmienda procede
respecto de las sentencias definitivas, esto es, las que ponen fin a la instan-
cia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio (art. 158
del CPC), y de las sentencias interlocutorias, que son las que fallan un
incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las
partes o bien resuelven sobre algún trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de m:ia sentencia definitiva o interlocutoria (art. 158 del
CPC). En consecuencia, por expresa disposición del artículo 182 del CPC
el recurso en estudio procede en contra de la resolución que falla un inci-
dente cuando esta tiene el carácter de sentencia interlocutoria.

111 Un ejemplo de error numérico, o de referencia, referido al cómputo de párrafos de


algún considerando se puede encontrar en la siguiente sentencia de la Corte Supre-
ma:"[ ... ] que en el fallo de primer grado se advierte que el citado fundamento tiene
seis párrafos y no siete, como equivocadamente afirmaron los jueces, de manera que
no puede sino entenderse que la intención de los recurridos fue eliminar los párrafos
cuarto, quinto y sexto. Por consiguiente, existiendo en la sentencia que se revisa un
evidente error numérico al eliminar determinados capítulos del fallo de primer grado,
su rectificación o aclaración es p1;opia de un recurso de distinta naturaleza, que debe
ser interpuesto por las partes, o bmn,dicho error pudo ser salvado por el tribunal que
lo dictó, actuando de oficio como lo autoriza expresamente el artículo 184 del Código
de Procedimiento Civil". SCS Rol Nº 2428-2003, de 30 de diciembre de 2004. La
sentencia de la Corte Suprema rechazó un recurso de casación en la forma que motivó
la citada jurisprudencia.

C.-\PÍTUI.O ]I: RECURSO DE .-\CL.-IR.-ICIÓNO INTERPRETACIÓN Y D!ó RECTIFIC.-\CIÓN O EN,IIEND.-1

Págs . ./3 - 80
64 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

El legislador no contempló a los autos y decretos como resoluciones


judiciales respecto de las cuales procede el recurso de aclaración, rectifica-
ción o enmienda, toda vez que ellas no producen el desasimiento.

6.2. No procede respecto de autos o decretos

Los autos y decretos, en efecto, pueden ser modificados o dejados sin


efecto por el mismo tribunal que los dictó, en virtud del ejercicio del recur-
so de reposición (art. 181 del CPC), a fin de que se reconsidere su decisión
y, en definitiva, se rectifique una decisión desacertada, con o sin nuevos
antecedentes. No rige a su respecto el principio del desasimiento, o de
invariabilidad de las resoluciones judiciales por parte del mismo tribunal
que las dictó, dado que es un efecto propio de las sentencias definitivas e
interlocutorias, pero no de los autos y decretos.

7. ¿Es LA ACLARACIÓN O INTERPRETACIÓN,


RECTIFICACIÓN O ENMIENDA UN RECURSO PROCESAL?

En términos generales, la aclaración, rectificación o enmienda puede


ser calificada de recurso, en un sentido muy amplio de dicha expresión,
como medio de impugnación de una resolución judicial en atención a que,
en definitiva, ello se concretará en la modificación de una resolución ju-
dicial en cuanto se salva un error, se aclara un concepto oscuro, se supla
una omisión o se corrija un error material sin alterar lo sustancial de la
decisión.
Sin empargo, también existen muy buenas razones para estimar que,
en sentido estricto, no cumple con las exigencias propias de la naturaleza
jurídica de un recurso procesal.
Según los datos normativos que se tomen en consideración, puede arri-
barse a la convicción de que la naturaleza jurídica de la aclaración o inter-
pretación, rectificación o enmienda puede, o no, ser considerada un recurso
procesal.
A continuación examinaré los argumentos con arreglo a los cuales se
puede arribar a la conclusión que la aclaración, rectificación o enmienda no
tiene la naturaleza jurídica de un recurso procesal.

CAPÍTULO 11:RECURSO DE .,CLAR.·\CIÓN O INTlRPRETACIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O EN\IIENDA

Págs. 43 • 80
RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCIA 65

7.1. Consideraciones para fundar la tesis de que no es un re-


curso

En primer lugar, porque la interpretación, rectificación o enmienda


puede interponerse en contra de una sentencia.firme o ejecutoriada 112. Por
definición, los recursos, como medios de impugnación, impugnan las reso-
luciones que no se encuentran firmes o ejecutoriadas. Si la sentencia está
firme por antonomasia no puede ser impugnada por un recurso.
En segundo lugar, es un medio de impugnación que carece de plazo de
interposición para las partes. Las partes pueden pedir la interpretación, rec-
tificación o enmienda, en cualquier momento, incluso en la fase ejecutiva o
de cumplimiento de la sentencia.
Normalmente, los recursos deben interponerse dentro del plazo que es-
tablece la ley para que sean declarados admisibles y sean admitidos a trami-
tación. Si los recursos no se interponen, la resolución deviene firme o eje-
cutoriada, produciendo los efectos propios de la cosa juzgada, una vez que
el secretado del tribunal certifique que transcurrieron todos los plazos para
la interposición de los recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes,
a continuación del fallo (mi. 174 del CPC, in fine). Tampoco se verifica un
examen de admisibilidad por parte del tribu~al propio de los recursos (por
ejemplo, si la resolución es recurrible y si se interpuso dentro de plazo).
En tercer lugar, en cuanto a los términos utilizados por el artículo 182
del CPC establece que la aclaración, rectificación o enmienda, se propone
"a solicitud de parte", expresión que se utiliza para los actos judiciales no
contenciosos (véase, a modo de ejemplo, el artículo 823 del CPC), y, ade-
más, el artículo 183 se refiere a "la reclamación"; en otras palabras, no se
utiliza por el legislador la expresión "recurso". Y, por lo demás, puede ser
utilizado por el juez o tribunal, de oficio. Normalmente, en los recursos son
las partes las que están legitimadas para interponerlos, no el juez.

112 Así lo ha establecido la Corte Suprema. Al efecto, señaló: "Dada la especial natura-
leza del recurso de aclaración, rectificación y enmienda, previsto en el artículo 182
del Código de Procedimiento Civil, éste procede incluso en contra de las sentencias
ejecutoriadas, de modo que, en n~3J.,..afectabao alteraba el plazo contemplado en el
inciso primero del artículo 89 del Código de Minería su interposición" (considerando
16). En el fundamento 14 se expresa: "Como no se afecta el fondo del fallo y las partes
pueden interponerlo en cualquier tiempo, se dice por algunos autores que no es pro-
piamente un recurso y puede deducirse incluso cuando la sentencia está ejecutoriada".
SCS Rol Nº 1606-2009, de 29 de octubre de 2009.

CAPÍTULO][: RECURSO DE .-\CL.-'.RACIÓN O INTERPRETACIÓN Y DE RECTIFIC,\CIÓN O EMIIEND.-'.

Págs. ,J3 -80


66 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

Por último, lo que se pretende por el llamado recurso de aclaración o


interpretación, rectificación o enmienda no es modificar o dejar sin efecto la
sentencia que acogió o desechó la pretensión o las excepciones hechas valer
en tiempo y forma por las partes, es decir, no se pretende revisar el fondo
de la controversia, de lo alegado y probado por las partes. No se refiere a la
estimación o desestimación de la pretensión interpuesta por el actor.
El objeto de la revisión no es el mismo de los recursos: obtener la re-
forma o la nulidad de la resolución judicial impugnada, y, en puridad de
conceptos, lo pretendido en la aclaración, rectificación o enmienda tampo-
co comporta una excepción al principio del desasimiento, desde que no se
pretende alterar o modificar el mérito de lo resuelto; esto es, el contenido
de la decisión; el juez no puede sustituir o modificar la decisión.
El único expediente extraordinario o excepcional que contempla el le-
gislador para revisar una sentencia firme o ejecutoriada, y no por el mismo
tribunal que la dictó, sino, en forma exclusiva y excluyente, por la C01ie
Suprema, es a través de la vía del recurso de revisión por cie1ias y deter-
minadas causales (arts. 810 y ss. del CPC), y si se estima procedente la
revisión por haberse comprobado, con arreglo a la ley, los hechos en que se
funda, lo declarará así y se anulará todo o parte de la sentencia impugnada
y determinará si debe o no seguirse un nuevo juicio (art. 815 del CPC) 113.
Pues bien, en modo alguno, ni supone la existencia previa de un agravio
o perjuicio que haya que reparar, dado que se trata únicamente de defectos
formales, de errores de cálculos numéricos, de copia, de referencia que
aparezcan de manifiesto en la sentencia o se pretende aclarar el verdadero
sentido y alcance, sin poder modificar o modificar lo decidido, so pretexto
de una aclaración, rectificación o enmienda 114.

113 Véase ses Rol Nº 8823-2011, de 26 de julio de 2012.


114 Así se ha resuelto en ses Rol Nº 11374-2011, de 4 de mayo de 2012.
Véase, asimismo, SeA de Santiago, Rol Nº 2311-2006, de 17 de agosto de 2006, en
Gaceta Jurídica Nº 314, agosto de 2006, pp. 147-131, en la cual se acogió un recurso
de queja en contra de una sentencia complementaria dictada por el juez árbitro arbi-
trador don Patricio Aylwin Azócar que por la vía de acoger un recurso de aclaración
o enmienda modificó o alteró de modo esencial una de las decisiones contenidas en
la sentencia definitiva dictada en la causa produciendo con ello una disgregación en-
tre la párte dispositiva y las motivaciones que le sirven de sustento, tod~ vez que la
decisión que cuantificó los pe1juicios, acertada o errada, pero en todo caso motivada,
no es susceptible de enmienda, so pena de contrariar el principio del desasimiento del

CwiTLLO 11:RECURSO DE ACI..-\R.-\CIÓN O 11'TERPRETc\CIÓci Y DE RECTIFIC ..\CIÓN O EN,IIENO ..\

Pcígs. J3 -80
RECURSOSPROCES..\LES CIVILES.DOCTRIN.\Y JURISPRUDENCL.\ 67

Como se indicó, la aclaración o enmienda no consiste en un nuevo exa-


.. men de la materia resuelta, ya que no puede decirse que exista agravio,
perjuicio o gravamen producto del contenido de la decisión adoptada por
el tribunal al fallar las acciones o excepciones hechas valer por las partes,
ya que solo se pretende aclarar puntos oscuros o dudosos, salvar omisiones
y rectificar errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos.
En suma, no se revisan los hechos ni los fundamentos de derecho, ex-
tremo que está expresamente vetado como límite objetivo de la aclaración,
rectificación o enmienda.

7.2. Consideraciones para fundar la tesis de que es una acción

A mi parecer, como se ha señalado con anterioridad, no constituye pro-


piamente un recurso, en sentido técnico, en la medida que se pretenda im-
pugnar con él las sentencias firmes, por lo cual, en dicho contexto, no cabe
sino considerarlo como una acción distinta de la que se ejerció en el proce-
so; en concreto, es una acción de mera declaración de certeza 115, que puede
constituir, o no, un incidente, ya que el tribunal puede resolverla de plano
(art. 183 del CPC), esto es, sin aúdiencia de las partes, en el proceso de
formación de la sentencia. Sin embargo, por otra paiie, en tanto constituye
un acto de parte que se dirige a impugnar una resolución no firme que le
resulta pe1judicial, sí puede ser calificado de recurso, en un sentido amplio.

tribunal, y, por consiguiente, se dejó sin efecto la sentencia complementaria recaída en


el recurso de aclaración. La decisión fue acordada con un voto en contra que estuvo
por rechazar el recurso de queja.
115 Es aquella que se agota con la simple declaración judicial, en los casos de incerti-
dumbre jurídica, a fin de dar certeza, y que, por lo mismo, no requiere de ejecución
posterior. Al respecto, véanse HOYOS (1976), pp. 38-67, especialmente, p. 44; Cou-
TURE (1981), p. 317; Ro"1rno (2006), pp. 33-37. En la jurisprudencia puede verse, en
el mismo sentido, SCA de Santiago, de 21 de septiembre de 1998, RDJ, t. 95, sec. 5",
pp. 252-267; Rol Nº 6307-2005, de 8 de junio de 2005, del 29º Juzgado Civil de San-
tiago, confirmado por la Corte de Apelaciones de Santiago; SCS Rol Nº 6585-2007, de
28 de mayo de 2009. El considerando sexto, en su parte final, de esta última sentencia
estableció: "En consecuencia, se t{:M!de una situación de incertidumbre, que afecta a
la agraviada, que autoriza a exigir del órgano jurisdiccional, se le clarifique su esfera
subjetiva, precisando su campo de acción y los límites que la afectan, pronunciamiento
que únicamente podrá obtener mediante una acción declarativa de derechos o de mera
declaración de certeza, como ha sucedido en la especie", sin que pueda imponer una
prestación a la contraria.

C-\PÍTULO 11:RECURSO DL .-\CL.\R.\CIÓN O INTERPRET.ICIÓ'i Y DE RECTIFIC.\CIÓN O E'i\llE'iD-\

Págs . ./3 - 80
68 IVÁN HUNTERAMPUERO-EDINSON LARAAGUAYO

En consecuencia, para responder a la interrogante planteada en orden


a cuál es la naturaleza jurídica de la aclaración, rectificación o enmienda,
podemos decir que ostenta una doble naturaleza jurídica, bifronte: i) de re-
curso, si se impugna una resolución no firme o no ejecutoriada; ii) en caso
contrario, si la resolución está ejecutoriada, estaríamos en presencia de una
acción meramente declarativa de certeza. Además, en este supuesto, no se
pretende impugnar una resolución pidiendo su revocación o modificación
de lo resolutivo de la sentencia, o su anulación, que es lo característico de
los recursos procesales. No se pretende, en suma, cambiar la decisión.

8. TITULARIDAD, INICIATIVA Y OPORTUNIDAD

El recurso de interpretación, aclaración o enmienda puede ser inter-


puesto por cualquiera de las partes del juicio, sea demandante, sea deman-
dado, o bien un tercero coadyuvante, excluyente o independiente que se
haya personado al proceso y, por último, de oficio por el tribunal que dictó
la sentencia que se pretende rectificar.

8.1. A petición de parte. Las partes no tienen plazo para su


interposición

Como se dijo anteriormente, el legislador no estableció plazo para que


las partes interpongan el denominado recurso de aclaración, rectificación
. o enmienda, por lo cual puede hacerse valer en cualquier momento, aun
cuando la sentencia se encuentre firme o ejecutoriada 116, o respecto de
sentencias respecto de las cuales esté pendiente la interposición de algún
recutso (185 del CPC); incluso cabe plantearlo en la fase de ejecución o
cumplimiento de la sentencia 117. La ausencia de plazo se explica porque
sensu stricto no es verdaderamente un recurso, como quiera que, no persi-
gue la alteración de lo resolutivo de la sentencia que se pretende interpretar
o rectificar, ni se afecta la eficacia de cosa juzgada para el caso que aquella
se encuentre firme o ejecutoriada.

116 Al respecto, entre otras, véase ses Rol Nº 1606-2009, de 29 de octubre de 2009, que
reconoce. expresamente que el recurso en estudio procede incluso en contra de las
sente11cias ejecutoriadas.
117 Así lo reconoce de manera expresa la ses Rol Nº 674-2012, de 14 de mayo de 2012.

CAPÍTULO I!: RECURSO DE .·\CL\RACIÓN O INTERPRETACIÓN Y DE RECTlflCACIÓN O EN1'11ENDA

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RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRJNAY JURJSPRUDENCI.-\ 69

Por último, debe destacarse que no obsta a la presentación de la acla-


ración, rectificación o enmienda la interposición de otros recursos sobre
la misma sentencia, conforme a lo establecido en el artículo 185 del CPC.
La titularidad o legitimación para recurrir corresponde a las partes del
proceso, quienes podrán solicitar la aclaración, rectificación o enmienda
respecto de los tres objetivos señalados anteriormente 118 tanto por la parte
demandante como por la patie demandada.
He dicho que la aclaración, rectificación o enmienda se puede plantear
en contra de una sentencia no ejecutoriada, de una sentencia ejecutoriada
y, por último, en la fase de ejecución o cumplimiento de la sentencia, dado
que, como se ha dicho anteriormente, en puridad de conceptos, no es un
recurso propiamente tal y, por ello, no se pretende mejorar la pretensión
de las partes, ni afectar la cosa juzgada que emana del fallo, según lo pre-
vén los artículos 175 y 176 CPC, sino perfeccionar la resolución judicial
defectuosa.
Cabe preguntarse: ¿es posible plantear el recurso de aclaración, rec-
tificación o enmienda una vez que se encuentre cumplida o ejecutada la
sentencia, si el defecto es manifiesto? ¿Existe un plazo implícito?
La respuesta, en principio, es negativa; sin embargo, cabría admitir la
interpretación, rectificación o enmienda, de manera excepcional, por razo-
nes fundadas de equidad o de justicia material, en el caso concreto, a fin de
evitar pe1juicios ulteriores a los justiciables.

8.2. De oficio por el tribunal

Al respecto, el artículo 184 del CPC dispone:


"Los tribunales en el caso del artículo 182, podrán también de oficio rectificar,
dentro de los cinco días siguientes a la primera notificación de la sentencia, los
errores indicados en dicho artículo".

El legislador impone al tribunal el plazo de cinco días contados desde


la primera notificación a las partes para rectificar los errores indicados en
el artículo 182 del, CPC; esto es';'l'os errores de copia, de referencia o de
cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la sentencia.

118 Véasesupra5.3.

C.-\PÍTULO Il: RECURSO DE ACL.-\R.-\CIÓN O INTERPRET,\CIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O ENi\llENDA

Págs . ./3 - 80
70 JVÁN HUNTERAMPUERO-EDINSON LARAAGUAYO

Una vez transcurrido el plazo fatal de cinco días de notificada a alguna


de las partes, precluye la facultad del tribunal de corregir su sentencia.
Por ello, se ha resuelto que "procede enmendar por la vía de la queja la
sentencia modificatoria, dictada sin petición de parte, después de los cinco
días contados desde la fecha en que debe darse por notificada la sentencia
modificada, sin pe1juicio del derecho de las partes para solicitar las rectifi-
caciones que estimen procedentes" 119.
Ahora bien, en mi concepto, el tribunal no podría de oficio aclarar pun-
tos oscuros o dudosos o salvar omisiones en las sentencias definitivas o in-
terlocutorias que aparezcan de manifiesto en la sentencia, ya que, en estos
casos, los jueces solo deben actuar a petición de parte 120 •
En consecuencia, el juez o el tribunal está facultado para actual de ofi-
cio, dentro del plazo de cinco días siguientes a la primera notificación de
la sentencia, únicamente, con el objeto de rectificar errores de copia, de
referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en la mis-
ma sentencia, sin que pueda, de no mediar petición de parte, aclarar los
puntos oscuros o dudosos o salvar las omisiones que pudieran presentar las
sentencias que se dicten.
Así, por lo demás, lo establece claramente el artículo 184 del CPC, en
cuanto dispone que los tribunales podrán, de oficio, rectificar los errores
indicados en el artículo 182, toda vez que los errores que allí se indican
son, precisamente, "los de copia, de referencia, o de cálculos numéricos
que aparezcan de manifiesto en la misma sentencia".
A la conclusión anterior, se puede añadir como argumento interpretati-
vo la historia del establecimiento del derogado miículo 204 del Proyecto
de CPC, de 1893, que, posteriormente, fue sustituido por el actual artículo
182 del misino Código, cuyo párrafo primero, establecía:
"Notificada una sentencia definitiva o interlocutoria a alguna de las partes, no
podrá el tribunal que la dictó alterarla o modificarla en manera alguna. Podrá,
sin embargo, a solicitud de parte, aclarar los puntos obscuros o dudosos, sal-
var las omisiones y rectificar los errores de hecho en que hubiere incurrido"
[énfasis añadido].

119 SCS. de .20 de marzo de 1942, RDJ, t. 39, sec. 1ª, p. 504.
120 Al respecto, en el mismo sentido, véanse LmrnINSKI ( 1986), pp. 2-6, especialmente
p. 6; ÜRELL-\0i.\ (2010), p. 53.

CAPÍTULO]]: RECURSO DE -\CL.-\R.\CIÓN O Jc;TERPRET\CIÓN Y DE RECTIFIC.-\CIÓN O LN),!IEND.-\

Págs . ./3 80
RECURSOSPROCES.-\LESCIVILES.DOCTRIN..\ Y JURISPRUDENCU 71

Así, pues, se reemplazó la expresión de rectificación de "los errores de


hecho", por ser indeterminada, y dado que aparecía con un mayor alcance
que el que pretendió dársele, se reemplazó por la expresión por "los errores
de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparecieren de mani-
fiesto en la misma sentencia", es decir, tal como aparece en la actual redac-
ción del artículo 182 del CPC. En vista de la reforma, se alteró también el
artículo 206 del Proyecto, haciendo referencia a los errores indicados en
el artículo 204, obviamente para no repetir íntegra la frase "los errores de
copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparecieran de manifiesto
en la misma sentencia" 121.
La referida facultad del tribunal de actuar de oficio para rectificar los
errores indicados, que aparezcan de manifiesto en la sentencia, también la
posee, de modo discrecional, en forma análoga, para "corregir los errores
que observe en la tramitación del proceso"; esto es, in limine litis, y no en
relación con aspectos de fondo de la pretensión deducida, los cuales deben
ser resueltos en la sentencia definitiva. Y, al efecto, podrá "asimismo tomar
las medidas que tiendan a evitar la nulidad de los actos de procedimiento.
No podrá, sin embargo, subsanar las actuaciones viciadas en razón de ha-
berse realizado éstas fuera del plazo fatal indicado por la ley" (art. 84, in
ji.ne, del CPC).
Conforme a la historia· fidedigna de la ley, se puede concluir que la
única actuación de oficio que se permite a los tribunales, como excepción
al principio de desasimiento, una vez producida la primera notificación a
alguna de las partes respecto de las sentencias definitivas o interlocutorias,
es la de rectificar los enores indicados expresa y determinadamente en el
texto del actual artículo 182 del CPC, como se ha señalado anteriormente,
esto es, rectificar errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos
que aparezcan de manifiesto en la mis1~a sentencia.
Por consiguiente, no se extiende a los supuestos en que sea necesario
aclarar puntos oscuros o dudosos o salvar las omisiones existentes en sen-
tencias definitivas o interlocutorias, ya que en estos casos solo procede el
actuar jurisdiccional a petición exclusiva de parte, lo cual constituye, sin
duda, una limitación a la facultádwdel tribunal para aclarar o rectificar de
oficio sus sentencias.

121 Así lo señala LmrnINSKI (1986), pp. 4 y 5.

CAPÍTULO ]l; RECURSO DE .·\CL..\R.-\CIÓN O INTERPRET.-\CIÓN Y DE RECTIFIC-\CIÓN O EN"IEND.\

Págs . ./3 - 80
72 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

9. NECESIDAD DE DICTAR UNA SENTENCIA


COMPLEMENTARIA O RECTIFICATORIA Y SU NOTIFICACIÓN

Sea de oficio por el tribunal, dentro del plazo de cinco días de notifi-
cada la sentencia a alguna de las partes, o sea producto de una petición de
parte en que se acoja el denominado recurso de aclaración, rectificación o
enmienda a fin de salvar omisiones, rectificar errores de copia, de referen-
cia o de cálculos numéricos que se contengan en ella, es necesar~o dictar
por el mismo tribunal que la pronunció una sentencia complementaria o
rectificatoria de la anterior.
Cuando se interpreta, aclara o rectifica errores de hecho que se con-
tengan en la primera sentencia que los contiene es necesario dictar una
sentencia complementaria que salve, rectifique o corrija los mismos, con la
cual pasará a formar parte como un solo todo indivisible.
Al respecto, en ese mismo orden de ideas, la Corte Suprema ha se-
ñalado que "al haberse rectificado la sentencia constitutiva y formar esas
rectificaciones o complementos parte de la misma, sólo puede considerarse
'íntegra' esa sentencia no sólo en su forma primitiva sino que también con
su rectificatoria, pues con su dictación pasó a formar parte de la misma y
sólo con ella puede ser objeto de cumplimiento" 122.
.Esta segunda sentencia pasará a formar patie integrante de la sentencia
dictada originariamente, la que, como toda resolución judicial, para que
produzca efectos legales, deberá ser notificada legalmente a las paties, esto
es, debe tratarse de una notificación hecha con arreglo a la ley procesal
(art. 38 del CPC).
En el caso de que las sentencias definitivas se hayan dictado en primera
instancia, se impone, a mi parecer, la notificación por cédula de la mis-
ma, sin pe1juicio de la obligatoria notificación previa por el estado diario.
Desde luego, por el estado diario, como regla general de las notificaciones
(art. 50 del CPC), sin pe1juicio de que el tribunal pueda disponer su notifi-
cación por cédula, entregándose copia íntegra de la resolución y los datos
necesarios para su acertada inteligencia (art. 48 del CPC), en el domicilio
designado por cada litigante, a fin de que las paties conozcan de manera
real y efectiva el contenido de la sentencia complementaria o rectificatoria
dictada (notificación conjunta de ambas decisiones), y, en su caso, puedan

122 SCS Rol Nº 728-2010, de 27 de mayo de 2010.

C~PÍTULO JI: RECURSO DE ACLAR.-\CIÓN O INTERPRET.-\CIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O EN~IIENDA

Págs. -13- 80
RECURSOSPROCES,\LESCIVILES.DOCTRINA.Y JURISPRUDENCI.-\. 73

hacer valer oportunamente los recursos correspondientes, con lo cual se


garantiza el debido proceso.
Lo ideal sería disponer la notificación conjunta de la primera senten-
cia con la complementaria que la modifica por cédula como si fuera una
sentencia integrada. Pero ello no es así. Lo lógico sería que se notificara la
sentencia una vez integrada por la sentencia complementaria que aclara o
rectifica la primera y solo allí surgiría el derecho de la parte a interponer el
recurso de apelación.
Sin embargo, ello no es así, dado que la solicitud de aclaración, agre-
gación o rectificación no suspende el término para apelar de la primera
(inc. 2º del art. 190 del CPC); en otras palabras, como establece el legis-
lador, las aclaraciones, agregaciones o rectificaciones "podrán hacerse no
obstante la interposición de recursos sobre la sentencia a que aquéllas se
refieren" (art. 185 del CPC); es decir, tanto los recursos ordinarios como,
en su caso, los extraordinarios, dado que la ley no distingue. Todo ello, a
pesar de que la sentencia aclarada y la sentencia complementaria aclarato-
ria se integran fonnando una unidad lógica y jurídica. Así, ambas senten-
cias pueden ser impugnadas dentro de plazo en los casos previstos por la
ley procesal, cada una por separado y en plazos individuales.
Por ello, los tribunales han resuelto que el dies a quo del plazo para
apelar es el de la sentencia y no la de su rectificación, ya que tales rectifi-
caciones son posibles de realizar no obstante la existencia de recursos, de
acuerdo con el artículo 185 del CPC, como se ha dicho lo cual significaría
que el término para recurrir la resolución original ya ha comenzado a regir
y al dictarse la sentencia complementaria puede encontrare vencido.
En segunda instancia, la notificación de la sentencia complementaria
que se dicte por el tribunal de alzada debe hacerse solo por el estado diario
(art. 221 del CPC), a menos que se ordene por otro de los medios estable-
cidos por la ley, cuando lo estime conveniente.
Para la dictación de la sentencia aclaratoria en segunda instancia no
es necesario colocar previamente la causa en tabla; la Sala de la Corte de
Apelaciones respectiva conoce d~l recurso mediante la cuenta del relator 123
y sin necesidad de alegatos. •~

123 Al respecto, entre otras, véanse ses de 27 de abril de 1934, RDJ, t. 31, p. 325, y
ses de 4 de octubre de 1951, RDJ, t. 48, sec. 4", p. 248.

CAPÍTULO !I: RECURSO DE .-\CL.-\R.-\C\ÓN O INTERPRET.·\C\ÓN Y DE RECT\F!C.-\C\ÓN O EN,IIEND.-\

Págs. -13- 80
74 IVÁN HUNTERAMPUERO-EDINSON LARAAGUAYO

A continuación daré un ejemplo de dicha sentencia complementaria,


dictada de oficio por el tribunal:
Antecedentes:
El fallo de la Corte de Apelaciones de Valdivia, de 9 de abril de 2009,
de la Segunda Sala, había acogido un recurso de protección, Rol Nº 85-
2009, y en lo resolutivo había dispuesto: "Se declara que SE ACOGE el
recurso de protección deducido a fojas 1 por don Valentín Pinto Apari-
cio ... ", incurriéndose en un error de cita o de referencia a la foja en que
se había interpuesto el recurso, lo que se subsanó por la Corte mediante la
dictación de una sentencia complementaria, antes de remitir los antece-
dentes a la Corte Suprema, ya que el fallo había sido apelado, cuyo tenor
es el siguiente:
"Valdivia, veintiuno de abril de dos mil nueve.
VISTOS:
Habiéndose incurrido en error de transcripción en lo resolutivo de fojas 69, al
señalar que el recurso de protección acogido es el interpuesto a fs. 1, rectificase
la sentencia de nueve de Abril de dos mil nueve, escrita a fs. 65 y siguientes,
sólo en cuanto en lo resolutivo debe decir: "Se declara que se acoge el recurso
de Protección deducido a fojas 16", y no a "fojas l ", como aparece en la reso-
lución que se enmienda, manteniéndose en todo lo demás.
Téngase a la presente resolución como parte de aquélla escrita de fs. 65 a 69.
Regístrese y notifíquese.
No firma la ministra señora Emma Díaz Yévenes, no obstante haber concurri-
do a la vista de la causa y acuerdo del fallo, por encontrarse realizando Visita
Anual al segundo juzgado de letras de Osorno.
Rol 85 - 2009".

1Ü. TRIBUNAL ANTE EL CUAL SE INTERPONE

La acción de aclaración o interpretación, rectificación o enmienda se in-


terpone por la parte ante el mismo tribunal que dictó la sentencia definitiva
o interlocutoria, sin más trámite o después de oír a la otra parte.
Resultá natural que se presente el escrito ante el mismo tribunal para
que se perfeccione la resolución que contenga errores de hecho. Así se evi-

C,PÍTULO IL RECURSO DE ACLIR-\CIÓN O INTlRPRET-\CIÓ'i Y DE RECTIFIC.-\CIÓN O EN\IIEND.,

Págs . ./3 - 80
RECURSOSPROCES.\LESCIVILES.DOCTRJNAY JURJSPRUDENCI.-\ 75

ta a las paties tener que recurrir al tribunal de alzada, con la consiguiente


economía procesal y de costes que ello comporta.

11. TRAMITACIÓN Y EFECTOS

A continuación revisaré las diversas formas de tramitación del recurso


en análisis.

11.1. Tramitación: de plano o incidental

Al respecto, el artículo 183 del CPC dispone:


"Hecha la reclamación, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella sin más trá-
mite o después de oír a la otra parte [... ]".
En otras palabras, el tribunal puede fallarla de plano, esto es, acoger o
rechazar, desde luego, el recurso sin audiencia de las partes, es decir, de
inmediato, por ejemplo, cuando los hechos constan en el mismo proceso o
sean de pública notoriedad (art. 89 del CPC).
En caso contrario, le da tramitación incidental, esto es, con audiencia de
la parte contraria, a fin de escucharla previamente, para lo cual el tribunal
dictará la correspondiente providencia. A saber: "traslado" (art. 89 del CPC).
En tal caso, se confiere a la contraparte un plazo de tres días para que
se exponga los argumentos correspondientes (plazo legal, individual y fa-
tal). Vencido aquel término, se haya contestado o no, el juez debe resolver
(art. 89 del CPC), si no hay necesidad de prueba.

11.2. Efectos

Cuando se habla de los efectos de la interposición de este recurso, sur-


gen dudas acerca de qué sucede con los términos para interponer recursos
y la ejecución de la sentencia. Analizaré ambos a continuación.

A) No se suspende el término para apelar

El párrafo segundo del artículo 190 del CPC establece que por el hecho
se la interposición de la solicitud de aclaración, agregación o rectificación

C\PÍTGLO 11:RECURSO DE ACL.\RACJÓN O INTERPRET-\CIÓN Y DE RECTIFIC.\CIÓN O FNYIILND.-\

Págs . ./3 - 80
76 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

de la. sentencia definitiva o interlocutoria, no se suspende el término para


apelar. Con todo, a pesar de que la disposición solo hace referencia a la
apelación, habría que extenderla a la casación, por existir la misma razón.
En consecuencia, si se desea apelar, es recomendable que se interpon-
gan de manera separada, en escritos diferentes, el recurso de apelación, por
una parte, y el reclamo de aclaración, rectificación o enmienda, por otra.
En atención a que no se suspende el plazo para apelar, nada impide que
la parte que vaya a solicitar la aclaración, rectificación o enmienda solicite
la suspensión del término para apelar.

B) ¿La interposición de la acción suspende o no los trámites del


juicio o la ejecución o cumplimiento de la sentencia?

La decisión corresponde adoptarla al tribunal, según la naturaleza de la


reclamación; en definitiva, todo dependerá del mérito de los antecedentes,
para acceder, o no, a la suspensión de los trámites del juicio o a la ejecución
de la sentencia.
En cualquier caso, nada obsta a que la parte, en un otrosí del escrito de
aclaración, rectificación o enmienda, solicite, desde luego, la suspensión
de los trámites del juicio o de la ejecución de la sentencia, esgrimiendo las
razones necesarias que la justifican.
Con todo, corresponderá al tribunal que dictó la sentencia, de acuerdo
con sus facultades privativas, decidir si accede, o no, a decretar la suspen-
sión de los trámites del juicio o, en su caso, de la fase de ejecución de la
sentencia.

12. RECURSOS QUE PROCEDEN CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE SE


PRONUNCIA SOBRE LA ACLARACIÓN, RECTIFICACIÓN O ENMIENDA

La sentencia que resuelva la respectiva solicitud interpuesta por las par-


tes, o bien, en el caso de que el tribunal, de oficio, hubiere realizado la
corrección o rectificación de conformidad con el artículo 184 del CPC, es
apelable.
En efecto, de acuerdo con el párrafo segundo del artículo 190 del mis-
mo Código, dicha resolución "será apelable en todos los casos en que lo

CAPÍTULO 11:RECURSO DE .\CURACIÓN O INTERPRETACIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O EN/dlEND.·\

Págs . ./3 - 80
RECURSOSPROCESALESCIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCIA 77

sería la sentencia a que se refiera, con tal que la cuantía de la cosa declara-
da, agregada o rectificada admita el recurso".
En otras palabras, la ley exige que la sentencia que resuelve la aclara-
ción, rectificación o enmienda sea apelable, y para ello exige los siguientes
requisitos acumulativos:
1) Que la sentencia a que dicho fallo se refiere sea susceptible del re-
curso de apelación.
2) Que la cuantía de la cosa declarada, agregada o rectificada admita el
recurso.
Así las cosas, debe tratarse de un procedimiento contencioso civil o
comercial cuya cuantía exceda las 1Ounidades tributarias mensuales, pues
solo en ese caso es procedente el recurso de apelación, ya que la causa se
considera por el legislador de primera instancia (art. 45 Nº 2 letra a) del
COT).
En caso contrario, si la causa civil o comercial no excede de las 1O
unidades tributarias mensuales, entonces se considera al proceso de única
instancia (art. 45 Nº 1 letras a) y b) del COT), y, por consiguiente, la sen-
tencia no será apelable.
Ahora bien, ¿es procedente el recurso de reposición en contra de la re-
solución que falla la aclaración, rectificación o enmienda? Si se conviene
en que el recurso de reposición procede, por regla general, contra autos y
decretos, sin perjuicio de que de manera excepcional procede en contra de
las sentencias interlocutorias en los casos tasados que indica la ley (a modo
de ejemplo, los establecidos en los artículos 201,212,319,432, 778, 781,
782 del CPC), la respuesta ha de ser negativa. Más aún si se considera lo
establecido en los artículos 181 a 185 del CPC 124•

13. EL RECURSO DE ACLARACIÓN, RECTIFICACIÓN


O ENMIENDA EN OTROS PROCEDIMIENTOS

A continuación revisaré brevemente las particularidades de este recurso


en algunos procedimientos judicia:les especiales.

124 ÜRELLANA (2010), p. 54. Señala que "[e]s discutible que proceda" el recurso de repo-
sición en contra de la resolución que falla esta acción. En la práctica, los tribunales
tampoco la admiten.

CAPÍTULO 11:RECURSO DE ACUR.·\CIÓN O INTERPRET.·\CIÓN Y DE RECTIFICACIÓN O ENi\llENDA

Págs . ./3 - 80
78 IVÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

13.1. En la Ley Nº 17.336 de Propiedad Intelectual 125

El recurso en estudio se contempla expresamente en el artículo 100 ter


de la Ley de Propiedad Intelectual, en los siguientes términos:
"Procede el recurso de rectificación, aclaración o emnienda, con el solo efecto
de precisar las condiciones para una mejor aplicación de la tarifa que resulte
elegida por el tribunal, sin alterar las condiciones sustantivas de la misma.
Dicho recurso podrá ser interpuesto dentro del plazo de quince días contado
desde la notificación de la sentencia".
El recurso de rectificación o enmienda aparece regulado en el contexto
del Título V, "De la gestión colectiva de los derechos de autor y conexos",
de la Ley Nº 17.336 sobre Propiedad Intelectual.
Se establece un mecanismo de mediación obligatoria cuando no se hu-
biere alcanzado un acuerdo con una entidad de gestión colectiva respecto
del monto de la tarifa.
En caso de que fracase el expediente de la mediación, los asuntos con-
trovertidos deben ser sometidos a arbitraje, a requerimiento de cualquiera
de las partes.
Para ello, cualquiera de las partes podrá concurrir dentro de treinta días
al juez de letras en lo civil del domicilio de la entidad de la gestión respec-
tiva, acompañando el acta de la mediación previa, a efectos de dar inicio al
procedimiento de designación de tribunal arbitral.
Vencido el plazo anterior, no se podrá someter las tarifas impugnadas
a un nuevo proceso de mediación sino transcurrido el plazo de tres años
contados desde la fecha del acta de mediación.
En el curso del procedimiento arbitral las partes podrán llegar a acuer-
do, poniéndose término al procedimiento por la sola presentación del con-
venio de tarifas al.canzado.
El tribunal, al dictar sentencia, debe limitarse a optar exclusivamente
por una de las propuestas de las partes entregadas en sobre cerrado.
La sentencia tiene el valor de sentencia ejecutoriada y constituirá un
plan tarifario alternativo, pudiendo acogerse a estas tarifas especiales cual-
quier usuario que lo solicite. Para estos efectos, la entidad de gestión colee-

125 Publicada en el Diario Oficialel 2 de octubre de 1970.

CAPÍTULO 11:RECURSO DE AC'UR ..\CIÓN O INTERPRET.\CIÓN Y DE RECTIFIC.\CIÓN O ENol/END.\

Págs. -13 - 80
RECURSOSPROCES.',LESClVILES.DOCTRJN..\.Y JURlSPRUDENCI..\. 79

tiva deberá poner a disposición del público el laudo o, en su caso, el acuer-


do. La tarifa adoptada bajo este procedimiento no podrá ser modificada por
la entidad de gestión respectiva ni someterse a una nueva mediación o a un
nuevo arbitraje, en un plazo de tres años.
En contra del fallo del tribunal arbitral podrá interponerse el recursoI de
casación en laforma, de acuerdo a lo previsto en el artículo 239 del COT;
el recurso de queja, conforme a los artículos 545 y siguientes del mismo
Código, y, por último, el recurso de rectificación, aclaración o enmienda,
con el solo efecto de precisar las condiciones necesarias para una mejor
aplicación de la tarifa que resulte elegida por el tribunal, sin alterar las
condiciones sustantivas de la misma.

13.2. En el Código Tributario

El artículo 138 del Código Tributario 126 dispone:


"Notificada que sea la sentencia que falle el reclamo, no podrá modificarse o
alterarse, salvo en cuanto se deba, de oficio o a petición de parte, aclarar los
puntos oscuros o dudosos, salvar las omisiones o rectificar los errores de copia,
de referencias o de cálculos numéricos que aparezcan en ella".

De acuerdo con el artículo 139, in fine, del mismo Código, establece


que "procederá también la apelación contra las resoluciones que dispongan
aclaraciones, agregaciones o rectificaciones de un fallo".

13.3. En la Ley de Propiedad Industrial

El artículo 17 bis A de la Ley de Propiedad Industria\127 regula el ré-


gimen jurídico del recurso de aclaración o interpretación, rectificación o
enmienda.

126 El texto corresponde a las modificaciones introducidas al Código Tributario por la Ley
Nº 20.322, publicada en el Diario Pficial ele 27 de enero ele 2009 que establece y per-
fecciona la jurisdicción tributaria :"'"iíctuanera(Ley Orgánica ele Tribunales Tributarios
y Aduaneros).
127 Ley Nº 19.939 modificada por la Ley Nº 19.996, publicada en el Diario Oficial ele
11 ele marzo ele 2005, del Ministerio ele Economía, Fomento y Reconstrucción, sobre
Propiedad Industrial.

CAPÍTULO Il: RECURSO DE ACUR.\CIÓ1' O INTERPRLT.-\CIÓ1' Y DL RLCTIFIC.\CIÓN O EN,IIEND.·\

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80 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

En efecto, la citada norma dispone:


"Dentro de quince días contados desde la fecha de su notificación, tanto en la
primera como en la segunda instancia, podrán corregirse, de oficio o a petición
de patie, las resoluciones recaídas en procedimientos en los cuales haya me-
diado oposición que contengan o se funden en manifiestos errores de hecho.
Tratándose de resoluciones recaídas en procedimientos en los cuales no haya
mediado oposición, éstas podrán corregirse de la misma fonna, hasta transcu-
rrido el plazo establecido para la apelación de la resolución que pone término
al procedimiento de registro".
En consecuencia, el plazo tanto para las partes como para el tribunal, a
diferencia de la legislación procesal común, es de 15 días. Dicha norma es
doblemente excepcional en relación al recurso de aclaración o interpreta-
ción, rectificación o enmienda; primero, en cuanto se establece un plazo de
quince días; segundo, dicho plazo rige tanto para las partes como para el
tribunal, a diferencia de su regulación procesal civil, en que solo el tribunal
tiene plazo, y no las partes, y, además, dicho plazo es de cinco días.
Por último, el recurso establecido en la Ley de Propiedad Industrial
tiene una causal genérica: debe fundarse en "manifiestos errores de hecho",
quedando a la discrecionalidad del tribunal la valoración y apreciación, en
concreto, de dichos errores.

13.4. Ausencia de regulación en la Ley Nº 18.287 sobre Proce-·


dimientos ante los Juzgados de Policía Local

En el caso indicado en el epígrafe, no cabe duda de que se aplican, de


manera supletoria, las normas que regulan el recurso de aclaración o inter-
pret[),cióno rectificación o enmienda del CPC, por estar en el Libro I, que
son disposiciones comunes a todo procedimiento, y conforme al artículo
3° del mismo Código, a cuyo tenor se aplicará el procedimiento ordinario
en todas las gestiones, trámites y actuaciones que no estén sometidos a una
regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza.
Lo mismo vale, mutatis mutandis, para todos los demás procedimientos
especiales, como los establecidos en el Código del Trabajo, Código Proce-
sal Penal, Ley Nº 19.968, sobre Tribunales de Familia, etc.

CAPÍTULO Il: RECURSO DE ,CUR.-\CIÓN O INTERPRET.-\CIÓN Y DE RECTIFIC.-\CIÓN O EN,IIEND.-\

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CAPÍTULO III:
EL RECURSO DE REPOSICIÓN*

* Capítulo redactado por Edinson Lara Aguayo, doctor en Derecho por la Universidad
ele Sevilla. Profesor de Derecho Comercial y Derecho Procesal, Facultad ele Ciencias
Jurídicas y Sociales ele la Universidad Austral de Chile.
1. REGULACIÓN, CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS

1.1. Regulación

El recurso de reposición se encuentra regulado en el artículo 181 dentro


del Título XVII del Libro I del CPC, sin pe1juicio de que se contemple de
manera inarticulada en los aiiículos 189,201 y 319 del mismo Código.

1.2. Concepto y fundamentación

En su sentido natural y obvio, según el Diccionario de la lengua espa-


110/a,es "la acción y efecto de reponer o reponerse", y reponer, en su sexta
acepción: "Dicho del juez que lo dictó: Reformar un auto o providencia",
es decir, modificar algo, por lo general, con la intención de mejorarlo 128 .
Es sorprendente que la acepción citada coincida con la regulación legal
en orden a que se trata de modificar un "auto o providencia ( o decreto)", y,
sin duda, expresa la finalidad del recurso de reposición.
En sentido técnico, el recurso de reposición puede definirse como el
medio de impugnación ordinario y no devolutivo que procede contra autos
y decretos, por regla general, por el cual se solicita del mismo tribunal que
los dictó, con el designio de que se modifiquen o dejen sin efecto en la
parte que fuere gravosa para el recurrente, mediante el pronunciamiento de
una nueva resolución que corresponda conforme a derecho.
~~
En suma, es una reconsideración de la decisión adoptada por el mismo
tribunal que la dictó, a la cual se puede, o no, dar lugar lo cual dependerá de

128 RAE (1970), p. 1134.


84 IVÁN HUNTER AMPUERO - ED!NSON LARAAGUAYO

la solidez de la argumentación y del acierto o desacierto de lo resuelto en


su vinculación con los actos procesales de las partes o del tribunal, evitan-
do mayores dilaciones, sobre todo si se acomoda el procedimiento a lo es-
tablecido en la ley procesal. La ratio iuris del recurso de reposición estriba
en la conveniencia de evitar que intervenga el tribunal ad quem si el error
existente puede ser corregido o dejado sin efecto por el mismo tribunal que
dictó la resolución mediante un nuevo pronunciamiento.
A estos respectos, no rige el principio del desasimiento o de invaria-
bilidad de las resoluciones judiciales. Ello se explica en parte, porque, en
general, procede contra los autos y decretos, por tanto, pueden ser modi-
ficados o dejados sin efecto por el mismo órgano jurisdiccional que los
dictó, a través del recurso de reposición.
Más compleja resulta la explicación en el caso de que se impugne una
sentencia interlocutoria en que procede, por vía excepcional, el recurso. de
reposición, como quiera que una vez notificada se ha de producir el desasi-
miento, en cuya vüiud no puede ser modificada o alterada en manera alguna.
Una explicación posible sería pensar que es una decisión de política
legislativa y que constituyen casos de excepción al principio o regla de
invariabilidad de las resoluciones judiciales, lo cual permite que se prosiga
con el impulso procesal de la causa.
Con todo, se puede advertir como elemento común el que se trata de
sentencias interlocutorias que tienen por objeto sustanciar el procedimien-
to. Véase el caso de la sentencia que recibe la causa a prueba, como lo
dispone el artículo 319 del CPC; la citación para oír sentencia (art. 432 del
CPC); las inadmisibilidades del recurso de apelacióp (aii. 201 del CPC), y
casación de fondo (art. 782 del CPC), etc., para el caso en que existiera un
error en el pronunciamiento relativo a su admisibilidad.
En otras palabras, se trata, con carácter general, de decisiones procesa-
les, pues, en un sentido más o menos amplio, deciden aspectos relativos a
la ordenación del procedimiento. Desde esta perspectiva, no existiría, en
puridad de conceptos, una modificación o alteración del fondo o mérito de
la resolución impugnada por la vía del recurso de reposición, y, por lo de-
más, ello se hace dentro del cauce legal previsto expresamente que autoriza
recurrir en contra de sentencias interlocutorias.
En surna, pudiera pensarse que el recurso de reposición no tiene utilidad
práctica, ya que, como se solicita al mismo tribunal que dictó la resolución,

C-\PÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

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RECURSOS
PROCESALES
CIVILES.DOCTRIN.I.
Y JURISPRUDENCL·\ 85

este mantendría la resolución recmTida; pero ello no necesariamente es


así, sobre todo que la parte podrá hacer valer sus argumentaciones y el
mismo juez podrá advertir, con un mejor estudio de los antecedentes la re-
solución recurrida, los antecedentes que sustentaron su resolución judicial,
y de existir un error o una insuficiente o equivocada ponderación de los
mismos, tendrá la oportunidad de corregir y enmendar o rectificar la reso-
lución dictada, evitando la dilación innecesaria del proceso o, en su caso,
precaviendo eventuales nulidades procesales.
En todo caso, frente a la aprehensión de que el juez mantenga su de-
cisión no obstante la presentación del recurso de reposición, ello se verá
atenuado al tenor de lo que dispone el a1iículo 33 del CPC en cuya virtud
los secretarios letrados de los juzgados civiles "podrán" dictar por sí solos
las sentencias interlocutorias, autos y decretos, providencias o proveídos,
salvo cuando ello pudiere importar poner término al juicio o hacer imposi-
ble su continuación.
En el hecho, el juez titular puede, mediante un decreto económico, dis-
poner que el secretario letrado provea las resoluciones indicadas, y el juez
titular será quien resolverá las reposiciones que se interpongan en contra de
dichas resoluciones, suscritas y proveídas o resueltas por el secretario. Es
el mismo tribunal, pero un funcionario o letrado diferente.
Por consiguiente, no será la misma persona quien resuelva el recurso de
reposición. Sin pe1juicio de que corresponde al juez titular del juzgado civil
resolver, de modo exclusivo, y no el secretario, las resoluciones que pon-
gan término al juicio o hagan imposible su tramitación como sucede con los
abandonos del procedimiento, y desde luego, con las sentencias definitivas.
Así las cosas, y en cualquier caso, la reposición o reconsideración pare-
ce una herramienta adecuada a un mejor desarrollo del proceso en té1minos
de economía procesal para que el tribunal pueda reconsiderar y eventual-
mente rectificar una resolución no ajustada al mérito del proceso, evitando
con ello mayores dilaciones.

1.3. Características

El recurso de reposición presenta las siguientes características:


1) Es un recurso ordinario, porque procede contra los autos y decretos,
por regla general. Por otra parte, la ley no establece un numerus

C-\PÍTULO 111: EL RECURSO DE REPOSIC!Ó'i

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86 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

clausus de motivos que condicionen su admisión, como sucede con


el recurso de casación, y procede en la medida que exista pe1juicio
o agravio producto de la resolución impugnada.
2) Es un recurso de retractación. El recurso de reposición presenta
la nota de ser un recurso de retractación toda vez que se interpone
ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución que
es objeto de la impugnación, a fin de que lo resuelva el mismo.
También puede decirse, por las mismas características anotadas,
desde el punto de vista de la doctrina española, que es un recurso
no devolutivo, en cuanto resuelve el mismo tribunal que dictó la
resolución que se impugna. Asimismo, se le denomina "remedio"
en vez de "recurso" (a los que son devolutivos y resueltos por un
tribual superior); sin embargo, esta terminología no se ha impuesto
en nuestro medio.
Al respecto, se decía antiguamente en el foro reponer por contrario
imperio que connota la idea de que es el propio órgano jurisdiccio-
nal decisor quien debe resolver la reposición.
3) Es un recurso procesal que no se pronuncia sobre el mérito o fondo
de la litis, sino sobre aspectos de ordenación del proceso. La reposi-
ción es un recurso procesal en cuanto a que su objeto son las resolu-
ciones de contenido procesal; sin embargo, no se pronuncia sobre el
fondo de la litis.
Con carácter general, tienen que ver con la regularidad del proce-
dimiento o pureza del proceso. Como se ha dicho por la doctrina
española, por contraposición a los recursos materiales, "los recursos
procesales no aoren la segunda instancia" 129.
_Asílas cosas, la reposición no constituye un recurso material, que
serían aquellos que impugnan resoluciones que aplican normas ma-
teriales o sustantivas y deciden sobre la pretensión entablada, aco-
giendo o rechazando la demanda, como el recurso de apelación. Lo
que se persigue es la adecuación de lo decidido a una norma proce-
sal. No es un recurso que pretenda aplicar normas sustantivas, como
sucede con la apelación de una sentencia definitiva que acoge o re-
chaza una pretensión. Los autos y decretos siempre poseen, en puri-

129 MONTERO) FLORS (2005), pp. 41-42.

C,PÍTLJLü III: fa. RECURSO DE REPOSICIÓN


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RECURSOSPROCES..\LESCIVILES.DOCTRIN..\ Y JURJSPRUDENCL.\ 87

dad de conceptos, un contenido procesal y no material o de fondo y,


por consiguiente, no dan origen a una segunda instancia.
Como todo recurso procesal debe ser fundado, interponerse por es-
crito, por vía electrónica, el cual debe subirse al sistema de trami-
tación electrónica del Poder Judicial e indicarse las peticiones con-
cretas en orden a que se deje sin efecto o se modifique la resolución
recurrida y en caso de que se interponga un recurso de apelación
subsidiario del recurso de reposición cuando se altera la sustancia-
ción regular del juicio o bien porque recae sobre un trámite que no
esté expresamente ordenado por la ley (art. 188 del CPC), o cuando
se interponga contra la interlocutoria que recibe la causa a prueba
(art. 319 del CPC).
Pues bien, si la apelación se subordina a la previa interposición del
recurso de reposición, no será necesario fundamentar ni plantear pe-
ticiones concretas, siempre que el recurso de reposición cumpla con
ambas exigencias (art. 189 inc. 3° del CPC).
Y, en cualquier caso, si no se interpone la apelación subsidiaria y la
reposición es rechazada, ya no será posible apelar desde que el fallo
negativo de la reposición es inapelable a posteriori.
4) No constituye una incidencia. La jurisprndencia más antigua de los
tribunales consideraba el recurso de reposición, con nuevos antece-
dentes, como un incidente nuevo, sin desconocer de manera abso-
luta su carácter de recurso 130 . Asimismo, parte de la doctrina igual-
mente le daba dicho carácter 131 •
Evidentemente, el hecho de que una cuestión accesoria se tramite
como incidente no lo transforma per se en un incidente, como quiera
que no es la forma de la tramitación lo que le confiere su naturaleza
jurídica, como sucede, por ejemplo, con las tercerías de posesión, de
prelación o de pago (art. 521 inc. 1º del CPC), o con el cobro de ho-
norarios, cuando se sustancia y resuelve como los incidentes (véase
el inc. 2º del ati. 697 del CPC).

130 Véanse, a modo de ejemplo, SCA de Talca, de 2 de octubre de 1914, en Gaceta de


los Tribunales, 1914, 2º semestre, p. 1397, y SCA de Valdivia, de 23 de noviembre de
1933, RDJ, t. 35, 2" parte, p. 9.
131 AN\B.\LÓN ( 1970), pp. 185 y 186; ESPINOS.\ (1985), p. 27.

Cc1PÍTLLO IIl: EL RECURSO DE REPOSICIÓN


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88 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

Hoy en día existe unanimidad jurisprudencia! en orden a que la re-


posición establecida en el artículo 181 del CPC no es un incidente
sino un recurso ordinario que tiende a la modificación o revocación
de un auto o decreto 132.
5) Procede, por regla general, contra autos y decretos: Si bien la regla
general es que el recurso de reposición procede contra autos y decre-
tos, ello no obsta a que, de manera excepcional, se pueda interponer
contra sentencias interlocutorias en los casos que lo establezca la ley
(numerus clausus ).

2. CLASIFICACIÓN O TIPOLOGÍA DEL RECURSO DE REPOSICIÓN

Se acostumbra a clasificar el recurso de reposición, en el ámbito del


procedimiento civil, respecto de autos o decretos, en consideración a si la
parte hace valer, o no, nuevos antecedentes que justifiquen la enmienda o
revocación de la resolución recurrida. A saber:
1) Reposición ordinaria: es aquella que procede contra autos y decre-
tos, sin nuevos antecedentes, en cuyo caso el recurso debe interpo-
nerse en el plazo de cinco días fatales, contados desde la respectiva
notificación de la resolución (art. 181 inc. 2º del CPC).
El tribunal se pronunciará del recurso de reposición de plano, es
decir, sin más trámite, sin necesidad de oír a la parte contraria.
El recurso de reposición ordinario presenta la nota de no exigir otros
antecedentes distintos de los que ya constan en el proceso mismo,
conforme a los cuales el tribunal deberá volver a examinar lo ya
resuelto anteriormente.
En la práctica, es el recurso que más se utiliza por los abogados de
las partes, ya que presenta la facilitad de no tener que aportar nuevos
' antecedentes para que la resolución impugnada sea revisada por el
mismo tribunal que la dictó, a fin de que se la modifique o se la deje
sin efecto.
2) Reposición extraordinaria: es aquella que procede contra autos y
decretos, con nuevos antecedentes, en cuyo caso el recurso no tie-

132 Véanse ses de 19 de julio de 1904, RDJ, t. 3, sec. 1ª, p. 45, y ses de 23 de junio de
1954, RDJ, t. 51, sec. !", p. 192.

CAPÍTULO ]]l: fa. RECURSO DE REPOSICIÓN


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RECURSOS
PROCESALES
CIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCIA 89

ne plazo para su interposición; esto es, se puede interponer "en


cualquier tiempo". No es aplicable a la reposición contra senten-
cias interlocutorias atento a la literalidad del artículo 181 del CPC
cuya regulación o régimen jurídico solo se refiere a los autos y
decretos.
A continuación se indicarán algunas de las características más rele-
vantes de esta clase de reposición.
a) No tiene plazo para su interposición. Límites. El precepto legal
establece que la reposición extraordinaria se puede interponer
en cualquier tiempo, dándose a entender, prima facie, que no
tiene plazo. Sin embargo, es evidente que tampoco puede per-
manecer en forma indeterminada en el tiempo la posibilidad de
recurrir en contra de un auto o decreto.
Pues bien, como toda resolución judicial, un primer límite para
recurrir estaría dado por la firmeza o ejecutoriedad del auto o
decreto, según se infiere del mismo inciso 1º del artículo 181 del
CPC, en cuanto dispone:
"Los autos y decretos firmes se ejecutarán y mantendrán desde que
adquieran este carácter, sin perjuicio de la facultad del tribunal que los
haya pronunciado para modificarlos o dejarlos sin efecto, si se hacen
valer nuevos antecedentes que así lo exijan".
Dicha regla se ha interpretado por la jurisprudencia en concor-
dancia y armonía con las reglas que establecen los artículos 84
y 85 del CPC, relativas a los incidentes, porque, como lo ha
señalado la jurisprudencia:
" [ ... ] al acompañarse esos nuevos antecedentes, la parte que lo hace
fonnula un incidente al respecto y si tales antecedentes dicen relación
con trámites esenciales del procedimiento, podrán presentarse sin li-
mitación de tiempo, y, en caso contrario, tan pronto lleguen a cono-
cimiento de la parte y mientras esté pendiente aún la ejecución de lo
resuelto, porque estas últimas reglas (arts. 84 y 85 del CPC) que miran
a la tramitación de todos los incidentes, no contienen la excepción que
resulta del presente artffltIToy, siendo ellas de orden público, deben
cumplirse siempre"rn.

133 SCA de Valdivia, de 3 de noviembre de 1933, RDJ, t. 35, segunda parte, sec. 2ª, p. 9.

C.-\PÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

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90 IVÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARA AGUA YO

Así las cosas, de acuerdo con dicha jurisprudencia, si los nuevos


antecedentes dicen relación con trámites o diligencias esenciales
del procedimiento, entonces, podrá efectuarse en cualquier tiem-
po; en caso contrario, cuando se esté en presencia de trámites
no esenciales, los nuevos antecedentes deben hacerse valer tan
pronto lleguen a conocimiento de la parte que los quiera hacer
valer, en tanto esté pendiente la ejecución de lo resuelto, con-
forme al inciso 1º del artículo 85 del Código de Procedimiento
Civil, pues, en otro caso, será rechazado por extemporáneo.
En otras palabras, según la citada jurisprudencia, el cumpli-
miento de la etapa de ejecución o cumplimiento de lo resuelto
haría imposible plantear la reposición extraordinaria, que sería
el último límite para su interposición.
Así, por lo demás, se deduce, a contrario sen.su, de lo resuelto
por la Corte Suprema 134, al establecer, en lo pertinente, la si-
guiente doctrina:
"[ ... ] yerran los magistrados que acogen un recurso de reposición
cuando el procedimiento se hallaba ya extinguido por acogimiento de
una excepción de litis pendencia".
El considerando sexto dispuso:
"Que, conforme a lo expresado, el juez de la causa resolvió acerta-
damente a fojas 63 al estimar que no resultaba procedente dar curso
progresivo a estos autos ya extinguidos y, en cambio, incmTió en el1'or
al acoger una reposición del actor, teniendo por subsanado un defecto
inexistente y ordenando contestar derechamente la demanda para, con
posterioridad, declarar abandonado un procedimiento que se encontra-
ba, a la sazón, ya tenninado. Estos vicios o el1'ores fueron hechos su-
yos por una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago al confirmar la
resolución que declaró abandonado el procedimiento haciendo, por lo
tanto, necesario que este Tribunal, en ejercicio de sus facultades, corri-
ja de oficio los errores en la tramitación constatados. Por lo expuesto,
nonnas legales citadas y de conformidad, además, con ilo prevenido
en el artículo 84 del Código ele Procedimiento Civil, se deja sin efecto
ele oficio la resolución que acogió el recurso de reposición del actor,
de fecha cinco de octubre ele dos mil uno, escrita a fojas 72, y todo lo

134 SCS Rol Nº 993-2002, de 22 de agosto de 2002.

C..1PÍTUI.O ]lI: EL RECLRSO De RLPOSICIÓ;>;

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RECURSOSPROCES.\LESCIVILES.DOCTRIN.\Y JURISPRUDENCL\ 91

obrado con posterioridad a estos autos, dejándose la causa en el estado


de mantener vigente lo decidido a fojas 63, esto es, declarar que no
resulta procedente dar curso progresivo a los autos después de haberse
acogido la excepción de litis pendencia y disponiéndose el archivo de
los antecedentes.
Atendido lo resuelto no se emite pronunciamiento sobre el recurso de
casación en el fondo deducido a fojas 95".
b) ¿Qué son los nuevos antecedentes? En la reposición extraordi-
naria contra autos y decretos es necesario hacer valer nuevos
antecedentes, según lo dispone el artículo 181 del CPC. Pero
¿qué ha de entenderse por la expresión "nuevos antecedentes"?
La jurisprudencia de la Corte Suprema ha establecido al respecto:
"No existiendo definición legal del concepto de nuevos antecedentes,
que según el artículo 181 del Código de Procedimiento Civil deben
hacerse valer para que sean modificados o dejados sin efecto los autos
o decretos firmes, es racional y conforme al léxico entender que tal
expresión denota la idea de algún hecho que produce consecuencias
jurídicas, existente pero desconocido por el tribunal cuando dicta la
respectiva resolución.
En consecuencia, resulta inaceptable estimar que se pueda in-
vocar como antecedente nuevo un precepto legal ya vigente al
tiempo en que fue pronunciado el auto o expedida la providencia
cuya modificación se solicita" 135 .
En suma, con arreglo a lo establecido por dicha sentencia del
máximo tribunal, se ha de entender por nuevos antecedentes,
ya que la ley no lo precisa, todo hecho jurídico nuevo que no
estaba en conocimiento del tribunal al momento de dictarse el
auto o decreto que se impugna; es decir, corresponde a hechos
preexistentes a la dictación de la resolución de que se trata, pero
desconocidos por el tribunal.
En consecuencia, para que se esté en presencia de un antece-
dente nuevo es necesario: i) que se trate de un hecho jurídico
nuevo, y ii) que él no'fláya estado en conocimiento del tribunal
al dictarse la resolución respectiva.

135 Véase SCS de 22 de julio de 1975, RDJ, t. 72, sec. I", p. 81.

C..\PÍTlJI.O III: EL RECURSO DE RLPOSIC!ÓN

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92 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

Por consiguiente, no pueden considerarse antecedentes nuevos


las alegaciones de derecho que formule el recurrente al interpo-
ner su reposición, aun cuando aquellas no hayan sido planteadas
anteriormente, pues el derecho se presume conocido de todos
y, especialmente, por el juez (iura novit curia). Y, en cualquier
caso, como indica CouTUREen relación con la aplicación del
derecho a los hechos: "El juez no está obligado a seguir a los
litigantes en sus planteamientos jurídicos; y puede apartarse de
ellos cuando los considere erróneos" [ ... ] "y no se haya ata-
do por los errores o las omisiones de las paties" o al no seguir
el planteamiento jurídico de las partes 136 , pues con ello no se
infringiría el principio dispositivo, y, por consiguiente, puede
realizar una calificación jurídica propia 137 .
Así las cosas, las alegaciones sobre puntos de derecho, sobre
leyes o disposiciones legales, no podrán considerarse como nue-
vos antecedentes, ya que, como se dijo anteriormente, solo los
hechos jurídicos nuevos pueden ser considerados nuevos ante-
cedentes para los efectos de la interposición del recurso de repo-
sición, conforme lo ha precisado la jurisprudencia.
En cuanto al sentido y alcance de la expresión "nuevos antece-
dentes", se ha resuelto y razonado por la Corte Suprema en los
siguientes términos:
"Considerando séptimo: Que las argumentaciones en la reposición de-
ducida por la reclamante no constituyen nuevos antecedentes en los
términos que lo exige el artículo 181, sino que son sólo alegaciones
tendientes a desvirtuar lo decidido originalmente por el tribunal al
declarar prescrita la reclamación, los que debieron haberse invocado
mediante el recurso correspondiente, en la op01iunidad respectiva, sin
que ello haya oc1mido.
Considerando octavo: Que, por lo demás, el hecho que recientemen-
te se haya dictado por esta Corte Suprema una sentencia que resuel-
ve una situación similar en el sentido que pretende el reclamante, no
puede considerarse un nuevo antecedente para reponer lo resuelto en

136 CouTURE (1981), pp. 154 y 233 y 234.


137 En el sentido del texto, véanse Aou1RREZAB11 (2017), pp. 423-441; CoRTEZ (1981),
pp. 155-162. En contra, HUNTER (2010), pp. 197-221.

C.-\PÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

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RECURSOS
PROCES.-\LES
CIVILES.DOCTRJN.-\.
Y JURISPRUDENCL-\. 93

este juicio, atendido el efecto relativo de las sentencias, por lo que las
circunstancias que se tuvieron a la vista para resolver el asunto en el
juicio invocado por el recurrente, no implica necesariamente que estos
autos deban resolverse de la misma manera" 138 .
En suma, las simples alegaciones o argumentaciones tendientes
a desvirtuar lo decidido originalmente por el tribunal no consti-
tuyen nuevos antecedentes, así como el hecho de que reciente-
mente se haya dictado por la misma Corte Suprema una situa-
ción similar en el sentido que pretende el reclamante, pues, en
cuanto se trate de argumentaciones o alegaciones, ello es más
bien propio de la fundamentación de una reposición ordinaria,
y no de la reposición extraordinaria, en la cual se deben aportar
nuevos antecedentes y no nuevas argumentaciones.
A modo de conclusión, la expresión "nuevos antecedentes" de-
ben referirse a un hecho jurídico preexistente, pero desconocido
por el tribunal al momento de dictar la resolución de que se trate,
así como los medios de acreditación; es decir, estos deben tener
existencia con anterioridad o de modo coetáneo a la resolución
judicial, pero, además, podrían ser posteriores a la misma.
3) Reposición especial: es la que el legislador dispone que procede,
de manera excepcional, en contra de unas determinadas y concretas
sentencias interlocutorias que se mencionan en el próximo epígrafe.

3. RESOLUCIONES RESPECTO DE LAS CUALES PROCEDE

De acuerdo con lo establecido en el artículo 181 del CPC, procede, por


regla general, en contra de autos y decretos.
Sin embargo, de manera excepcional, procede en contra de algunas y
determinadas sentencias interlocutorias que dispone la ley procesal en un
numerus clausus 139.

138 ses Rol Nº 14239-2013, de 27 de~ri."erode 2014.


139 Así, por ejemplo, no se incluye, entre otras, la sentencia interlocutoria consistente en el
"mandamiento de ejecución y embargo" que recae sobre la demanda ejecutiva, la cual,
por consiguiente, solo puede impugnarse directamente, y no es susceptible del recurso
de reposición con apelación subsidiaria; por ello, no puede ser modificada por el mis-

CAPÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 - J/6
94 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

Al respecto, el legislador regula las siguientes:


1) La resolución que recibe la causa a prueba conforme al inciso final
del artículo 3 19 del CPC, con apelación subsidiaria del recurs9 de
reposición y dentro de tercero día. Se subordina la apelación a -ia
previa y directa interposición del recurso de reposición (art. 188 del
CPC).
En consecuencia, si se interpone únicamente la reposición, sin la
apelación subsidiaria, como lo ordena la ley, y aquella resulta dene-
gada, no se podrá por separado o de manera autónoma interponer el
último recurso, de manera directa, aun cuando esté dentro del plazo
para apelar.
Es una especie de preclusión por la inobservancia del mandato legal
en cuanto al orden dado para la realización de un acto procesal (ape-
lación subsidiaria y no directa), con lo cual se extingue la facultad
procesal de la parte para recurrir.
En efecto, el mandato legal dado para la forma de interponer el re-
curso de apelación en orden a que "sólo podrá interponerse en el
carácter de subsidiaria de la reposición pedida y para el caso de que
ésta no sea acogida" (art. 319 inc. 3° del CPC).
2) La resolución que cita a las partes a oír sentencia (art. 432 inc. 2º
del CPC), luego de vencido el plazo que las partes tienen para for-
mular observaciones a la prueba, el recurso de reposición deberá
fundarse en un error de hecho y deducirse dentro de tercero día.
La resolución que resuelva la reposición será inapelable. Es una
sentencia interlocutoria desde que resuelve sobre un trámite que
sirve de base al pronunciamiento de la sentencia definitiva (art. 158
inc. 3º del CPC), de modo que citadas las partes a oír sentencia "no
se admitirán escritos ni pruebas de ningún género" (art. 433 inc. 1º
del CPC), y, a su vez, constituye un trámite o diligencia esencial
de acuerdo con el numeral sexto del artículo 795 del CPC, en la
primera o única instancia en los juicios de mayor o menor cuantía
y en los juicios especiales, y concierne a la ritualidad u ordenación
de la litis.

tribunal que la dictó, una vez notificada, en virhid del principio del desasimiento.
1110
Véase, al respecto, SCS Rol Nº 2469-1998, de 27 de mayo de 1999.

C.1rin;1.o IIl: fa RECLRSO Dl REPOSICIÓ':


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RECURSOS
PROCES.-\LES
CIVILES.DOCTRINA
Y JURISPRUDENCL\ 95

Con todo, se ha dicho de modo autorizado que es una sentencia in-


terlocutoria "algo sui generis, por no ser susceptible del recurso de
apelación" 140 (se entiende de modo directo y no subsidiario).
En cualquier caso, se ha de tener en consideración lo dispuesto en
el artículo 326 del CPC en cuanto se cite a las partes a oír sentencia
luego del llamado a conciliación, dicha apelación es apelable de
modo directo en cuanto explícita o implícita se niegue el trámite
de recepción de la causa a prueba, salvo que las partes pidan de
común acuerdo que se falle el pleito sin más trámite (art. 313, in
fine, del CPC).
3) La resolución que dicte la Corte de Apelaciones respectiva que
declare inadmisible (por ser infundado, extemporáneo, resolución
inapelable o por no contener peticiones concretas) el recurso de
apelación (art. 201 del CPC). La reposición se interpone dentro de
tercero día.
4) La resolución que declara inadmisible la casación (arts. 778 y 781
del CPC).
5) La resolución que rechaza el recurso de casación en el fondo, si en
opinión unánime de los integrantes de la sala del tribunal, se estima
que adolece de manifiesta/alta defimdamentos (art. 782 del CPC).
6) La resolución que rechaza la solicitud de que el recurso de ca-
sación en el fondo sea resuelto por el pleno de la Corte Supre-
ma, de conformidad con lo establecido en el artículo 780 del CPC
(art. 782 del CPC). Puede ser objeto del recurso de reposición den-
tro de tercero día.
7) La resolución que declara inadmisible el recurso de queja (aii. 549
letra a) del COT), fundada en un error de hecho.

4. LEGITIMACIÓN Y OPORTUNIDAD PARA INTERPONER EL RECURSO

Dos aspectos relevantes en l~Í"éposición son la legitimación y la opor-


tunidad procesal para interponerlo. Ambos serán objeto de este estudio.

140 AN\B\LÓN (1954), pp. 513-514.

C\PÍTULO 111:EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 -116
96 IVÁN HUNTERAMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

4.1. Legitimación

Está legitimada para interponer el recurso de reposición la parte agra-


viada con la resolución dictada por el órgano jurisdiccional ya sea por una
parte directa o bien por un tercero que haya sido admitido al proceso en
virtud de una resolución judicial con el designio de que se reconsidere y
rectifique lo resuelto por el mismo tribunal que pronunció la resolución.
La intervención del tercero como recurrente en este y en cualquier otro
recurso está fuera de toda duda en atención a la expresa autorización legal
dada por nuestro ordenamiento.
En efecto, el tercero puede intervenir en un proceso declarativo o ejecu-
tivo. De acuerdo con las reglas comunes a todo procedimiento del Libro I
se regula, en concreto, la figura del tercero excluyente, como interviniente
principal, según el artículo 22 del CPC, y otras figuras adhesivas como la
del tercero coadyuvante según el artículo 23 inciso 1º, y, por último, la del
tercero independiente, según el inciso final del mismo artículo 23 del CPC.
Todo ello, sin perjuicio de los derechos de recurrir que corresponde a los
terceristas de dominio, posesión, prelación o de pago, como intervenci<m
principal, en el contexto del juicio ejecutivo, en atención a que ingresan al
proceso pendiente como parte demandante con una pretensión incompati-
ble frente a la del ejecutante y ejecutado, y, como tales, pueden recurrir de
las resoluciones que les causen agravio a sus intereses.

4.2. Oportunidad

En cuanto a la oportunidad procesal para interponer el recurso de repo-


sición es necesario distinguir según la tipología del mismo recurso:
a) En la reposición ordinaria: se refiere al recurso de reposición que se
interpone contra autos o decretos, sin nuevos antecedentes, que es
lo que sucede comúnmente en la práctica, el plazo es de cinco días
contados desde la notificación de la respectiva resolución (art. 181
inc. 2º del CPC).
El plazo o término para su interposición es individual, fatal e impro-
rrogable.
b) En el caso de la reposición extraordinaria: se trata del denominado
recurso de reposición que se interpone en contra de autos o decretos

C.~PÍTULO III; EL RECURSO D[ REPOSICIÓN

Págs. 81 - 116
RECURSOS
PROCESALES
CIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCL-\. 97

cuando en ellos se hacen valer nuevos antecedentes (art. 181 inc. 1º


del CPC). En este supuesto, se dice que la parte que desee recurrir
no tiene plazo para interponer el recurso 141 •
En consecuencia, lo puede deducir "en cualquier tiempo", como-
quiera que los autos y decretos no producen el desasimiento del tri-
bunal.
De ahí que la disposición legal recién citada dispone:
"Los autos y decretos firmes se ejecutarán y mantendrán dese que adquie-
ran este carácter, sin perjuicio de la facultad del tribunal que los haya pro-
nunciado para modificarlos o dejarlos sin efecto, si se hacen valer nuevos
antecedentes que así lo exijan". ',

Damos por reproducido lo señalado en la letra a) del numeral segun-


do del inciso 2º, a fin de evitar repeticiones.
c) En la reposición especial contra sentencias interlocutorias: en el caso
del recurso de reposición en contra de determinadas sentencias inter-
locutorias, el término para recurrir es de tres días (arts. 201, inc. 2º y
319 del CPC). Plazo individual, fatal, discontinuo e improrrogable.
Se dice que esta reposición es especial no solo porque procede res-
pecto de ciertas sentencias interlocutorias y no respecto de autos y

141 En el sentido del texto, véase SCA de Coyhaique, Rol Nº 3-2009, de 10 de febrero
de 2009. En este fallo se añade que si bien el artículo 181 inciso 1º del CPC "permite
la reposición de un auto o decreto haciendo valer nuevos antecedentes, para lo cual
no señala plazo alguno para su presentación, ello no significa que tal prerrogativa se
extienda a la interposición de un recurso de apelación deducido en forma subsidiaria a
dicha reposición en los términos del artículo 188 de igual Código".
En sentido contrario, Mosquera y Maturana, quienes sostienen que el plazo para la
interposición del recurso no puede tener semejante amplitud, es decir, en cualquier
tiempo; por ello, mantienen que la reposición con nuevos antecedentes se ha asimi-
lado, por la jurisprudencia, a los incidentes, entre los que se encuentra el atiículo 85
del CPC que establece la sanción aplicable a los hechos nuevos que no se hacen valer
en la oportunidad debida. Así, afirman que, "si entendemos que a través de la reposi-
ción extraordinaria se hace valer ~cuestión accesoria basada en hechos nuevos, de
acuerdo con el precepto legal citado ella debe hacerse valer tan pronto como el hecho
llegue a conocimiento del recurrente. Si consta en el proceso que el hecho ha llegado a
conocimiento de la parte y ella ha practicado una gestión posterior a ese conocimiento,
precluye la facultad de solicitar la reposición extraordinaria de la resolución". Mos-
QUER-\ y MATUR-INA (2010), pp. 104 y 105.

C.-\PÍTULO Ill: EL RECURSO DE REPOSICIÓN


Págs. 8/. 116
98 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

decretos, sino también porque se interpone en un plazo inferior al


ordinario de cinco días, esto es, como se dijo, de tres días.
El plazo del recurso de reposición, con carácter general, comienza
a contarse desde la notificación por el estado diario de la respectiva
resolución.

4.3. Tramitación

El recurso de reposición, como se ha dicho antes, es un escrito 142 que


debe presentar la parte ante el mismo tribunal que dictó la resolución que
se pretende impugnar, el cual asimismo deberá resolver dicho recurso, si
bien puede no ser resuelto por el mismo juez.
En efecto, el artículo 33 del CPC autoriza a que los secretarios de los
juzgados civiles puedan dictar por sí solos las sentencias interlocutorias,
a excepción de las que ponen término al juicio o que hagan imposible su
continuación, autos y decretos, providencias o proveídos.
Pues bien, como se ha dicho antes, si se ha hecho uso de esa facultad
en orden a que el secretario actúe como juez tramitador, las reposiciones
que sean procedentes en contra de las referidas resoluciones dictadas por
el secretario letrado serán resueltas por el juez titular y no por el secretario.
En la tramitación del recurso de reposición debe atenderse a su tipología
de ordinario, extraordinario, y el caso especial en que se recurre en contra
de sentencias interlocutorias. Estas cuestiones se revisarán a continuación.

A) Tramitación en la reposición ordinaria

En la reposición ordinaria, o sin nuevos antecedentes, el tribunal puede


resolver de plano la reposición, es decir, sin más trámites, desde luego

142 El escrito de reposición debe reunir tocios los requisitos generales y, especialmente,
en el petitum o parte petitoria del mismo debe contener las peticiones concretas for-
muladas, que sirven para fijar y determinar la competencia del tribunal, sefialanclo
de manera clara y precisa lo que se pretende mediante la impugnación, así como los
fundamentos ele hecho y de derecho en que se funde. Especial importancia representa
dicho requisito cuando se presenta una reposición con apelación subsidiaria, en cuyo
caso no es necesario que este recurso los contenga. Véanse los artículos 189 inciso 3º
y 201 del CPC.

C\PÍTULO IIl: fa RECL'RSO OE REPOSICIÓ1'

Págs. 8/ - l/6
RECURSOSPROCES.-'cLES
CIVILES.DOCTRIN.-'c
Y JURISPRUDENCL-1 99

(art. 181 inc. 2° del CPC). No cabe aquí la tramitación incidental. Como-
quiera que al resolverse de plano la reposición ordinaria, la interposición
de dicho recurso no suspende otros plazos, como en el caso del artículo
190 del CPC, en que el plazo para apelar no se suspende por la solicitud
de reposición.

B) Tramitación en la reposición extraordinaria


En la reposición extraordinaria, y dado que el legislador no ha estable-
cido una tramitación especial, el tribunal debe dar tramitación incidental,
escuchando a la parte contraria, para lo cual se dará "traslado" por el tér-
mino de tres días, para que exponga lo que estime conveniente en relación
con los nuevos antecedentes aportados. Y si es necesario, deberá ser reci-
bido a prueba.
En efecto, el recurso de reposición contra autos y decretos cuando se,
acompañan nuevos antecedentes se tramitará como incidente 143• Por otro
lado, la parte que no dedujo el recurso podrá impugnar los nuevos ante-
cedentes que acompañe el recurrente, con lo cual igualmente, siguiendo
las reglas generales, el tribunal deberá dar tramitación incidental a dicha
objeción.

C) Tramitación de la reposición especial contra sentencias in-


terlocutorias
En el caso particular en que se interponga reposición en contra de las
sentencias interlocutorias que establece la ley, debemos distinguir entre la
que recibe la causa a prueba, y las demás interlocutorias.
En efecto, respecto de la sentencia interlocutoria de prueba que fije los
hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, el tribunal puede resol-

143 La SCA de Talca, de 2 de octubre de 1914, en Gaceta de los Tribunales Nº 512, segun-
do semestre, p. 1397, resolvió: "La reposición con nuevos antecedentes se considera
un incidente nuevo". Por su parte, Anabalón espresa: "El antecedente o antecedentes
nuevos en cuestión aparecerán o no establecidos en el proceso por lo que, con arreglo
a esas modalidades, el tribunal que'ifti-ía autorizado para acoger de plano la reposición
u oír previamente al contendor con el fin de recibir más tarde a prueba el respectivo
incidente y verificar de este modo la efectividad de tales antecedentes, a menos que
se hubiera producido acuerdo unánime de las partes en sentido favorable al recurso".
AN ..\B.ILÓN (1970), p. 223.

CAPÍTULO IIl: EL RECURSO DL REPOSICIÓN


Págs. 81 - /16
100 IVÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

verla de plano o bien darle la tramitación de un incidente, según lo estime


el mismo (art. 319 inc. 1º del CPC). En otras palabras, es facultativo para
el órgano jurisdiccional darle, o no, tramitación incidental. En la práctica,
normalmente se confiere traslado a la otra parte, es decir, se le da tramita-
ción incidental, lo cual resulta útil por los argumentos que pueden esgrimir
y que pueden ser de utilidad para el tribunal, sobre todo en el caso de jui-
cios complejos.
En cuanto a las demás sentencias interlocutorias respecto de las cuales
procede, expressis verbis, el recurso de reposición, si bien el legislador
procesal nada dij o al respecto, en consecuencia, a mi parecer, el juez puede
resolver de plano o bien darle tramitación incidental.

4.4. Efectos

Por efectos del recurso de reposición se ha de entender la suerte que


corre la resolución recurrida pendiente el recurso.
El auto o decreto impugnado por el recurso de reposición queda de
hecho suspendido, esto es, se suspende la ejecución o cumplimiento de la
resolución recurrida en tanto no se resuelva el recurso 144 .
La ley nada dice al respecto, pero se puede inducir tal conclusión del
mismo tenor del artículo 181 del CPC, es decir, a contrario sensu, desde
que los autos y decretos no se encontrarán firmes en tanto se encuentre
pendiente un recurso de reposición y que permitirá potencialmente modifi-
carlos o dejarlos sin efecto.
Por lo demás, dicha suspensión viene avalada por la misma práctica
judicial en orden a que estando pendiente de resolver una reposición se
mantiene el statu quo del procedimiento mientras no se resuelva la recon-
sideración; por eso se dice que los efectos del recurso quedan "de hecho"
suspendidos toda vez que el iter de la causa queda supeditada a la resolu-
ción de la reposición. Y el auto o decreto quedará finne o ejecutoriado una
vez que se agoten los recursos que procedan en contra de la resolución im-
pugnada y se notifique por el estado diario el cúmplase correspondiente.

144 En el sentido del texto, STOEHREL (2009), p. 113; ESPINOS-\


(1985), p. 22; ÜBERG
(2008), pp. 239 y 244, especialmente P- 242.

C-IPÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 - J/6
RECURSOSPROCES..\LESCIVILES.DOCTRIN.J,
Y JURISPRUDENCIA 101

Por lo demás, la Corte Suprema en sentencia de 3 de julio de 2002, en


autos Rol Nº 4518-2001, al casar en la fonna de oficio una sentencia de la
Corte de Apelaciones de Santiago, en el fundamento cuarto del fallo, en lo
pertinente, razona lo siguiente:
"Pues bien, con arreglo a lo prescrito en el artículo 181 del Código de
Procedimiento Civil, los autos y decretos firmes se ejecutarán y mantendrán
desde que adquieran este carácter, lo que quiere decir entonces que tal recurso
de reposición tuvo el efecto de suspender el cumplimiento de lo ordenado en la
resolución impugnada por esa vía [... ]" [énfasis añadido].
Asimismo, en el mismo sentido, la Corte de Apelaciones de Santiago,
en sentencia de 12 de julio de 2004, que acogió un recurso de casación en
la forma, declaró;
"De los arts. 320 y 327 del Código de Procedimiento Civil se colige que la
interposición del recurso de reposición en contra de la resolución que recibe
la causa a prueba suspende el procedimiento mientras no se resuelva dicho
recurso" 145 [énfasis añadido].
Por otra parte, debe tenerse presente que el término para apelar no se,
suspende por la interposición del recurso de reposición, de manera tal que
si la resolución impugnada es también susceptible de ser recurrida por el
recurso de apelación, entonces dicho recurso debe interponerse conjunta-
mente con el recurso de reposición, pero de manera subsidiaria (art. 190
inc. 1º del CPC), para evitar que precluya el término para apelar.
En dicho presupuesto, si la reposición es sin nuevos antecedentes, con-
tra un auto o decreto, el plazo de cinco días coincide con el plazo para
apelar que también es de cinco días.

145 SCAde Santiago, de 12 de julio de 2004, RDJNº !,junio de 2007, pp. 51-53. En este
caso se había presentado por la demandada un recurso de reposición en contra de la
interlocutoria de prueba; sin embargo, el actor rindió prueba testimonial a pesar de
no estar firme el "auto de prueba"; se adicionaron dos puntos de prueba sin invalidar
las diligencias anteriores; se crearon términos probatorios distintos, etc. En definitiva,
se acogió el recurso de casación ei;ila forma interpuesto por la demandada que había
interpuesto el recurso de reposicióny,en definitiva, se anuló la sentencia y actuaciones
previas y se determinó que juez no inhabilitado que corresponda resolviera el recurso
de reposición, prosiguiendo la tramitación del juicio hasta su terminación, todo ello,
en suma, por vulnerarse ab initio, el efecto suspensivo de la interposición del recurso
de reposición en tanto no se resolviera el mismo.

C.-\PÍTULO IIl: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 - /16
102 IVÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARAAGUAYO

4.5. Fallo del recurso de reposición y recursos que proceden


en su contra

A continuación revisaré dos aspectos de la reposición, como es su re-


solución o fallo y el régimen de recursos que se dispone en contra de la
resolución que se pronuncia sobre ella.

A) Fallo del recurso

La resolución judicial que falla una reposición interpuesta por la parte


agraviada puede ser positiva o afirmativa, desde la perspectiva del recu-
1-rente,si se ha acogido el recurso de reposición, dejando sin efecto o mo-
dificando el auto o decreto impugnado; en caso conti:ario, negativa, si este
ha sido rechazado. En el primer caso, deberán indicarse las razones por
las que se acoge la reposición y realizar la respectiva modificación de la
resolución. En el segundo caso, será suficiente que se indiquen los motivos
del rechazo de la reposición.

B) Régimen de recursos que proceden

Hay que distinguir entre la resolución que rechaza el recurso de repo-


sición y la que lo acoge:
1) La resolución negativa, esto es, la que rechaza el recurso de reposi-
ción, sin nuevos antecedentes (reposición ordinaria): si la resolución
judicial no acoge la reposición que se haya hecho valer sin nuevos
antecedentes, entonces dicho fallo es inapelable 146 ( art. 181 inc. 2°
del CPC), sin perjuicio de que se pueda apelar del fallo reclamado,
si es procedente el recurso (art. 181 inc. 2° del CPC).
Como el término para apelar no se suspende por la interposición del
recurso de reposición (mi. 190 inc. 1º del CPC), y como la resolu-
ción que ha rechazado este último recurso es inapelable para evitar
la preclusión del término para apelar, y quede ejecutoriado el auto
o decreto contra el cual se ha reclamado, es conveniente interponer

146 Véanse SCA de Talca, de 24 de septiembre de 1952, RDJ, t. 49, sec. 2ª, p. 133, y SCA
de Tale a, de 23 de abril ele 1907, en Gaceta de los Tribunales Nº 407, de 1907, primer
semestre, p. 713, y SCA ele Valdivia, de 10 de marzo de 2017, Rol N° Civil 117-2017.

C ~PÍTULO III: EL RLCURSO DE REPOSICIÓ?>;


Págs. 81 - 116
RECURSOSPROCES.-\.LES
CIVILES.DOCTRIN.-\.
Y JURISPRUDENCI..\ 103

el recurso de apelación de manera subsidiaria del recurso de repo-


sición, en un mismo escrito, esto es, para el caso que el recurso de
reposición sea rechazado, en atención a que ambos recursos deben
interponerse en el plazo de cinco días, tal como se utiliza con mucha
frecuencia en la práctica forense. Si no se apela en la forma indica-
da, no se podrá hacer con posterioridad desde que la resolución que
rechaza la reposición es inapelable.
Con todo, existen algunas disposiciones legales que establecen de
manera clara y precisa qué pueden hacer las paiies frente a la reso-
lución que se pronuncie sobre la reposición. Así, el artículo 326 del
CPC dispone que la resolución que acoge la reposición del artículo
319 del mismo Código, es apelable en el solo efecto devolutivo. Por
su parte, el aiiículo 432 del CPC dispone que la resolución que se
pronuncia sobre la reposición intentada en contra de la resolución
que citó a las partes a oír sentencia es inapelable, etc.
A mi parecer, si la resolución negativa que rechazó el recurso de re-
posición se ha fundado en nuevos antecedentes (reposición extraor-
dinaria), dicho fallo, entonces, va a ser apelable comoquiera que ha
recaído sobre un incidente nuevo y, desde luego, por aplicación de
las reglas generales. En suma, en cuanto a la reposición extraordina-
ria que admite una tramitación incidental atendida su naturaleza de
cuestión accesoria del juicio, su fallo puede ser apelado de acuerdo
con las reglas generales.
2) La resolución que acoge la reposición es apelable: en contra de la
resolución que acoge una reposición procede el recurso de apela-
ción, sin pe1juicio del fallo favorable o desfavorable de él. Se apli-
can aquí las reglas generales que gobiernan el recurso de apelación.
En caso de que la parte haya obtenido, no podrá deducir recurso
alguno en contra de la resolución que acogió el recurso de reposi-
ción, por carecer de agravio. Si interpuso el recurso de apelación de
manera subsidiaria, este le será denegado.
Pues bien, acogido el recurso de reposición, el auto o decreto impug-
~~

nado es revocado o modificado por el tribunal, según se haya solici-


tado en la parte petitoria o petitum del recurso. Sin embargo, la parte
contraria pe1judicada o agraviada por la resolución judicial, quien
no dedujo el recurso de reposición que fue acogido, sí podrá recurrir

C.,PÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 116
104 IV ÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARA AGUA YO

de apelación en contra de la señalada resolución, en conformidad a


las reglas generales 147.
Al respecto, para fundar dicha conclusión, se puede argumentar a
contrario sensu del artículo 181 inciso 2º del CPC.
En efecto, si se acoge el recurso de reposición interpuesto, se hayan
hecho valer o no nuevos antecedentes, es decir, la regla rige tanto
para la reposición ordinaria como la extraordinaria, dicha resolución
será apelable dado que el artículo 181 del CPC solo hace inapelable
la que desecha un recurso de reposición.
En el caso de las reposiciones especiales, es decir, aquellas que pro-
ceden en contra de sentencias interlocutorias, debe estarse a su regu-
lación que la prevea, y si la ley nada establece, habrá de recurrirse a
las reglas generales, es decir, tendrá que fallarse de plano.
Un ejemplo, entre otros, de regulación que establece una reposición
especial es la del artículo 432 del CPC en cuanto ordena citar a las
partes a oír sentencia (sentencia interlocutoria) que solo es suscep-
tible de ser recurrida por el recurso de reposición, "el que deberá
fundarse en un error de hecho y deducirse dentro de tercero día. La
resolución que resuelva la reposición será inapelable".
En cambio, el texto del artículo 319 del mismo Código establece que
las partes pueden pedir reposición, dentro de tercero día, de la reso-
lución que recibe la causa a prueba (sentencia interlocutoria), en el
juicio ordinario, para pedir que se modifiquen, eliminen o agreguen
otros hechos controvertidos. El tribunal se pronunciará de plano so-
bre la reposición o la tramitará como incidente. La apelación solo
se podrá interponer en el carácter de subsidiaria de la reposición
pedida y para el caso de que esta no. sea acogida.
En términos generales, con la subsidiaridad del recurso de apela-
ción respecto del recurso de reposición se evita que se extinga el
plazo para apelar si la reposición fuera rechazada, ello se pone de
manifiesto, especialmente, en el caso de la reposición ordinaria (5
días) que coincide con el plazo para apelar (5 días), atendido a que
el término para apelar no se suspende con la solicitud de reposición

147 Al respecto, véase SCA de Valdivia, Rol Nº 100-2017, de I O de marzo de 2017.

CAPÍTULO lll: EL RECURSO DE REPOSICIÓN


Págs 81 - 116
RECURSOS
PROCESALESCIVILES.DOCTRINAY JURISPRUDENCL-\ 105

(art. 190 del CPC). La misma cuestión se advierte en el artículo 189


en virtud del cual la apelación debe deducirse en forma subsidiaria
del recurso de reposición respecto de autos o decretos que alteran la
sustanciación regular del juicio o recaen sobre trámites que no están
expresamente ordenados por la ley.

4.6. Procedencia o improcedencia del recurso de reposición


en contra de algunas resoluciones judiciales en la juris-
prudencia

A continuación revisaré algunos casos con el propósito de verificar los


criterios en la aplicación de la reposición en la jurisprudencia.
1) En primer lugar, se consolida el principio consistente en la impro-
cedencia de la reposición de la reposición. En la práctica judicial
es conocido el aforismo consistente en que "no hay reposición de
reposición", y, por otra parte, de ser hipotéticamente posible "daría
lugar a un círculo infinito de reposiciones" 148.
Pues bien, aquel principio ha sido recogido por la Corte Suprema, en
los siguientes té1minos:
"Resuelto un recurso de reposición, no puede volver a pronunciarse sobre
la materia, en virtud de un nuevo recurso de igual naturaleza, por cuanto
ha operado el desasimiento, en virtud de la resolución que acoge el primer
recurso de reposición, agotando las posibilidades de volver a modificar lo
resuelto. El Juez que no resuelve en la forma señalada comete falta que
debe ser emnendada a través del recurso de queja" 149.

2) En segundo término, se ha resuelto que la resolución que se pronun-


cia sobre el recurso de reposición no es de aquellas que permitan
la interposición de un recurso de queja 150. Como se sabe, conforme
al artículo 545 del COT, el recurso de queja solo procederá cuando
la falta o abuso se cometa en sentencia interlocutoria que ponga fin

148 NúÑEZy Pi'.REZ (2015), p. 71. Véase, asimismo, en el mismo sentido, SCA de Valdi-
via, Rol Nº Civil 117-2017, de 10 de marzo de 2017.
149 SCS de l7 de mayo de 1984, RDJ, t. 81, sec. lª, p. 77.
l 50 SCS Rol Nº 1752-2012, de 17 de abril de 2012.

C.-\PÍTULO JII: fa. RECLJRSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 - 116
106 IV ÁN HUNTER AMPUERO - EDINSON LARA AGUA YO

al juicio o haga imposible su continuación, o bien en una sentencia


definitiva que no sea susceptible de recurso alguno.
Pues bien, la Corte Suprema resolvió que la resolución que se pro-
nuncia sobre un recurso de reposición no es de aquellas que permi-
tan la interposición de un recurso de queja, puesto que no participa
de la naturaleza de las resoluciones indicadas, "toda vez que lo real-
mente discutido es la resolución anterior sobre la que se pronuncia la
decisión que formalmente es impugnada por esta vía, circunstancias
en las que es claro que respecto de aquélla existe recurso, precisa-
mente el de reposición que fuera desechado" 151.
3) El tercer lugar, también se ha fallado que no procede recurso de
casación en la forma en contra de resolución que rechazó recurso de
reposición en contra de resolución que declaró desierto un recurso
de apelación interpuesto contra la resolución que denegó incidencia
de nulidad incoada por demandada enjuicio sobre acción pauliana o
revocatoria acogida 152 .
Los considerandos pertinentes de la sentencia de la Corte Suprema
son los siguientes:
a) "Que el recurrente interpone el recurso de nulidad formal en
contra de la resolución que rechazó el recurso de reposición de-
ducido por el mismo en contra de la resolución que, a su vez,
declaró desie1to el recurso de apelación interpuesto por la mis-
ma parte en contra del rechazo de una incidencia de nulidad pro-
movida ante el tribunal a quo respectivo".
b) "Que el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil esta~
blece: 'El recurso de casación en la forma se concede contra las
sentencias definitivas, contra las sentencias interlocutorias cuan-
do poner término al juicio o hacen imposible su continuación y,
excepcionalmente, contra las sentencias interlocutorias dictadas
en segunda instancia sin previo emplazamiento de la parte agra-
viada, o sin señalar día y hora para la vista de la causa"'.

151 Ídem.
152 SCS Rol Nº 5651-2010, de 19 de diciembre de 2010.

C.wiTULO Ill: EL RLCURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 81 -116
RECURSOS
PROCES.-\LES
ClVlLES.DOCTRJN.~
Y JURISPRUDENCU 107

c) "Que al reflexionar en torno a la naturaleza jurídica de la reso-


lución que por esta vía se impugna, esto es, de aquellas que se
pronuncian sobre un recurso de reposición deducido en contra
de una resolución que declara la deserción del recurso de apela-
ción interpuesto, a su vez, en contra de una incidencia de nuli-
dad promovida en primera instancia, cabe concluir que ésta no
presenta las características propias de las aludidas en el motivo
anterior, toda vez que no se ha puesto fin a la instancia, tampo-
co se ha concluido el juicio ni hace imposible su prosecución;
no se refiere a la última actuación descrita por el precepto seña-
lado y que permitiría la concurrencia del recurso intentado, ya
que sólo ha tenido como fin emitir pronunciamiento sobre una
cuestión accesoria del juicio y que permite la subsistencia de
aquél".
En definitiva, se declaró inadmisible el recurso de casación en la
forma interpuesto, a la vista de los artículos 766 y 768 del CPC.
4) En cuarto lugar, se ha dicho que la resolución de primera instancia
que rechaza incidente de nulidad de todo lo obrado por falta de em-
plazamiento solo es apelable derechamente 153 :
La Corte de Apelaciones de Santiago resolvió, al respecto, lo si-
guiente:
"La resolución que declara la nulidad procesal del procedimiento y del
remate efectuado en la causa por falta de emplazamiento, es una senten-
cia interlocutoria, que no se encuentra entre aquellas que conforme a los
artículos 188 y 189 del Código de Procedimiento Civil son susceptibles de
apelación y reposición subsidiaria, sino sólo es posible el recurso de apela-
ción interpuesto confo1111eal inciso 1º del aiiículo 189 del citado Código.
Debiendo acogerse el recurso de hecho".

5) En quinto lugar, se ha resuelto reiteradamente que la resolución que


despacha mandamiento de ejecución y embargo por ser una senten-
cia interlocutoria, que resuelve sobre un trámite que debe servir de
base en el pronunciamiet~ de una sentencia definitiva, es apela-
ble derechamente, de acuerdo con las reglas generales (ati. 187 del

153 SCA de Santiago, de 8 de marzo de 1996, RDJ, t. 93, sec. 2ª, p. 29.

C-IPÍTULO III: EL RECURSO DE REPOSICIÓN

Págs. 8/ - 1/6
108 IVÁN HUNTERAMPUERO- EDINSON LARAAGUAYO

CPC) 154 . Se trata de una sentencia interlocutoria de segundo grado o


clase.
En consecuencia, resulta inadmisible el recurso de reposición, ya
sea de manera directa o con apelación subsidiaria, dado que aquel
solo procede, excepcionalmente, en contra de las sentencias interlo-
cutorias que expresamente establece la ley procesal. Entre ellas, no
se contempla la resolución que despacha el mandamiento de ejecu-
ción y embargo.
6) En sexto lugar, se ha indicado que la resolución que acoge excep-
ciones dilatorias es una sentencia interlocutoria, de modo que por
expresa disposición de la ley debe interponerse de manera directa
o principal, y no de manera subsidiaria, por lo cual fue declarada
inadmisible 155 .
Uno de los considerandos, en concreto el quinto de la sentencia de
la Corte Suprema, dispuso:
"Que, como ya se adelantó, el estatuto procesal en materia de apelaciones
regula la procedencia de dicho recurso y su f01111a de interposición en vin-
culación directa e inmediata con la naturaleza jurídica de la resolución cuya
reforma se pretende. Deberá, entonces, deducirse la apelación por parte del
agraviado de forma directa cuando la resolución recurrida es de aquellas
que, según el estatuto ya descrito, son susceptibles de apelación por anto-
nomasia, es decir, cuando se trate de sentencias definitivas o interlocuto-
rias. A tal conclusión es posible arribar del propio texto normativo, que lo
regula conforme a su carácter de vía de impugnación principal, en que el
legislador estah1ye como excepción a la apelación subsidiaria respecto de
autos y decretos que alteren la substanciación regular del juicio o recaigan
sobre trámites que no están expresamente ordenados por la ley. De igual
manera, cuando el recurso ordinario en análisis debe interponerse de fonna
subsidiaria, al impugnar una sentencia interlocutoria, ha sido también la
propia ley quien lo ordena, como ocurre con aquel que debe deducirse en

154 En el sentido del texto, véanse SCA de Santiago, de 13 de noviembre de 1998,


RDJ, t. 95, sec. 2", p. 85; SCA de Santiago, de 29 de julio de 2003, RDJ. t. 100, Nº 2,
sec. 2ª, p. 102. En cuanto a su naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria, por lo
demás, está de acuerdo la doctrina nacional. A modo de ejemplo, véanse EsPINOZ.-\
(1977), pp. 93-95; LILLO (2003), p. 46; GRUSS (1992), p. 221; QUEZAD.\. (2009), p. 121.
155 SCS Rol Nº 8200-2009, de 25 de abril de 2011.

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RECURSOS
PROCESALES
CIVILES.DOCTRIN.-\.
Y JURISPRUDENCIA 109

subsidio de la reposición respecto de la resolución que recibe la causa a


prueba (art. 310 del Código de Procedimiento Civil)".

El considerando séptimo, por su parte, estableció:


"Que de lo que han sido los razonamientos que anteceden, y en especial de
la relación de los motivos quinto y sexto de este fallo de casación, resulta
inconcuso que respecto de una sentencia interlocutoria, como la que nos
ocupa, el recurso de apelación debe -por expresa disposición del legisla-
dor- interponerse de manera principal y directa en contra de la decisión
recurrida y no en carácter subsidiario, como ocurrió en autos, puesto que
no se trata de un auto o decreto que de manera excepcional es apelable, ni
de aquellas situaciones en que tratándose de una interlocutoria el legislador
expresamente prevé la interposición de la apelación de manera subsidiaria".

4.7. El recurso de reposición en otros procedimientos

Considero importante realizar un análisis, aunque sea somero, del re-


curso de reposición en determinados procesos judiciales:
1) Recurso de reposición en la nueva Ley Nº 20.720, de Reorgani-
zación y liquidación de empresas y personas, y que perfecciona
la Superintendencia del ramo: a diferencia de la derogada Ley de
Quiebras, que regulaba de modo particular el recurso especial de
reposición, a propósito de la sentencia que declaraba la quiebra, en
la nueva ley, su artículo 4° del epígrafe Recursos, dispone que las re-
soluciones judiciales que se pronuncien en los Procedimientos Con-
cursales de Reorganización y de Liquidación establecidos en esta
ley serán susceptibles, entre otros, del recurso de reposición, cuya
procedencia recae sobre todas aquellas resoluciones susceptibles de
este recurso, conforme a las reglas generales, y deberán interponerse
dentro del plazo de tres días contado desde la notificación respectiva
y podrá resolverse de plano o previa tramitación incidental, según
lo determine el tribunal. Contra la resolución que resuelva la reposi-
ción no procederá recurso alguno.
~~

En el caso de las resoluciones susceptibles de recurrirse de reposi-


ción y de apelación, la segunda deberá interponerse en subsidio de
la primera, de acuerdo con las reglas generales (art. 4º, numeral 2º,
infine).

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