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Fragmentos 5

(Grossmann)

Ontología fundamental
Universidad Complutense de Madrid
Prof. Javier Cumpa Arteseros

El reduccionismo: explicación reductiva y equivalencia

“Sellars da la propiedad de ser una escalera como ejemplo de una propiedad reducible;
presumiblemente, esta propiedad puede ser “definida” en términos de las propiedades y relaciones
entre las partes de la escalera. El color rosa, en cambio, no puede, alegadamente, ser reducido de
esta manera. Antes de que podamos evaluar el argumento de Sellars, debemos intentar explicar el
sentido relevante en que una propiedad puede decirse que consiste de otras propiedades y
relaciones”.

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, p. 135). (Fragmento traducido del inglés por Javier Cumpa Arteseros).

“Asumamos que existe, como una cuestión de hecho bruto, una cierta propiedad, cuadrojo, tal que
una cosa es cuadroja si y solo si es tanto cuadrada como roja. ¿Tiene algún sentido afirmar en este
caso que cuadrojo es una propiedad reducible, y que se reduce a las dos propiedades cuadrado y
rojo? Pienso que no. Hay tres propiedades involucradas aquí, ontológicamente hablando, y hablar
aquí de reducción sería totalmente equivocado. La situación es precisamente como la he descrito:
hay tres propiedades involucradas, pero estas propiedades están “conectadas” entre sí; una entidad
tiene una de estas propiedades si y solo si tiene las otras dos. Sería tan equivocado hablar de
reducción en este caso como lo sería si fuéramos a decir que propiedades co-extensivas son
reducibles entre sí”.

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, p. 140). (Fragmento traducido del inglés por Javier Cumpa Arteseros).

“Naturalmente, cuando pasamos a los objetos perceptivos y sus partes espaciales, la situación es
ligeramente diferente. Pero esta diferencia no es importante para nuestro propósito. Las propiedades
que están “conectadas” no son propiedades de la misma cosa. Más bien, una de estas propiedades es
una propiedad de un objeto perceptivo, mientras que el resto son propiedades (y relaciones) de las
partes del objeto perceptivo. La afirmación de equivalencia relevante, por tanto, se lee de esta
manera: un objeto perceptivo tiene la propiedad F si y solo si sus partículas elementales tienen las
propiedades U, V, W, etc., y están en las relaciones entre sí R, S, T, etc. Es claro que no podemos
explicar la noción de propiedad reducible de Sellars en términos de semejantes equivalencias; ya
que, entonces, tendríamos que decir que el color rosa es una propiedad reducible más bien que
irreducible de los objetos perceptivos”.9

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9 Esta es, sin embargo, la noción de reducción que desempeña un papel importante en la discusión tradicional de las
propiedades emergentes. Compárese, por ejemplo, con la siguiente definición de emergencia de Hempel y Oppenheim:
“La ocurrencia de una característica W en un objeto w es emergente relativamente a una teoría T, una relación parte Pt,
y una clase G de atributos si esa ocurrencia no puede ser deducida por medio de T a partir de una caracterización de las
partes-Pt de w con respecto a todos los atributos en G”. ([7]: 336).

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, pp. 140-141). (Fragmentos traducidos del inglés por Javier Cumpa Arteseros).

“En general, la figura —al igual que el color, es una propiedad emergente. No es reducible —en el
sentido explicado arriba, a las propiedades de y las relaciones entre las partes espaciales del objeto
con la figura”.

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, p. 142). (Fragmento traducido del inglés por Javier Cumpa Arteseros).

“Podemos estar de acuerdo con el físico y, al mismo tiempo, vivir en paz con el sentido común.
El sentido común está en lo cierto: hay objetos perceptivos, y ellos están coloreados. Pero
también es verdad que, digamos, una mesa consiste de partículas elementales y que estas partículas
no están coloreadas. El físico tampoco se equivoca. Sin embargo, no se sigue que deba haber, por
tanto, dos mesas, como Eddington afirma. Una mesa consiste espacialmente de partículas
elementales —es decir, entidades de un cierto tipo, que tienen ciertas propiedades, que están en
ciertas relaciones entre sí, y que son las últimas partes espaciales de una mesa”.

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, p. 130). (Fragmento traducido del inglés por Javier Cumpa Arteseros).


“¿Estamos implicando, entonces, que el principio de Leibniz no vale en este caso? ¿Nos estamos
comprometiendo nosotros mismos con la concepción de que uno y el mismo objeto perceptivo, la
mesa, puede estar tanto coloreada como no coloreada? Naturalmente, no. El físico no afirma que las
estructuras espaciales que son la mesa no estén coloreadas. Él meramente mantiene que ciertas
partes espaciales muy pequeñas de estas estructuras, las partículas elementales, no están coloreadas.
Él meramente afirma que ciertas partes espaciales muy pequeñas de la mesa no tienen las mismas
propiedades que la mesa misma”.

(R. Grossmann, ‘Perceptual Objects, Elementary Particles, and Emergent Properties’, en H.-N. Cas-
ta eda, (ed.), Action, Knowledge, and Reality: Critical Studies in Honour of Wilfrid Sellars, Bobbs-
Merrill, 1975, p. 131). (Fragmento traducido del inglés por Javier Cumpa Arteseros).

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