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El sábado:
la fiesta de la creación

Punto de llegada de toda doctrina de la creación, sea judía o


cristiana, será la doctrina del sábado, pues en el sábado y mediante él
Dios «consumó» su creación. En el sábado y por medio de él conocen
los hombres la realidad en la que viven y la realidad que ellos mismos
son como creación de Dios. El sábado abre la creación a su verdadero
futuro. En el sábado se celebra anticipadamente la redención del
mundo. El sábado es incluso la presencia de la eternidad en el tiempo;
y una degustación anticipada del mundo venidero. Como la obser-
vancia del sábado sirvió a los judíos como signo distintivo en el exilio,
así la doctrina del sábado de la creación se convierte en signo
distintivo de la doctrina bíblica de la creación, diferenciándola de la
visión del mundo como naturaleza. El sábado es el que da a conocer,
santifica y bendice al mundo como creación l.
Resulta sorprendente: en las tradiciones cristianas, sobre todo en
las occidentales, se presenta muchas veces la creación sólo como la
«obra de los seis días». Se descuida mucho, e incluso se llega a pasar
por alto, la «consumación» de la creación mediante el «séptimo día»,
como si cuando Jesús no observa el sábado al sanar enfermos en ese
día derogara y aboliera el precepto del sábado de Israel y el sábado de
1. Bibliografía general: A. Heschel, The Sabbath. Its meaning jor moder man, New
York 1951; Fr. Rosenzweig, Der Slernder Erlosung. DritterTeil: ErstesBuch, Heidelberg
1959, 63-69; K. Barth, Kirchliche Dogmatik III/l, 240-258; E. Stamm, Die Theologische
Begründung des Sabbatgebotes im Alten Testament: ThSt 46, Zürich (1956); H. W. Wolff,
Antropología del antiguo testamento. Salamanca 1975, 185 ss; N.-E. Andreasen, Rest and
Redemption. A study of ¡he biblieal Sabbath, Michigan 1978; A. Szabo, Sabbat und
Sonntag: Judaica 15 (1959) 161 ss; E. Fromm, Die Herausforderung Gnttcs- und des
Menschen, München 1970; W. Rordorf, Sabbat und Sonntag in der Alten Kirche, Zürich
1972; W. Grimm, Der Ruhetag. Sinngehalt einer lángst vergessenen Gottesgabe, Arbeiten
zum Neuen Testament und Judentum, Band 4, Frankfurt 1980; H. Riesenfeld, Sabbat et
jour du seigtieur. New Testament Essays. Studies in memory oj'T. W. Manson, 1959; D. A.
Carson, From Sabbath to Lords Day. A biblieal historieal and theologieai investigation,
Exeter 1982; J. Moltmann, Die ersten Freigelassenen der Schopfung, München 61981; La
celebración de la historia de Dios, en La Iglesia, fuerza del Espíritu, Salamanca 1978.
318 ss.
288 El sábado: la fiesta de la creación La consumación de la creación 289

la creación. Por eso, la teología cristiana ha llegado a concebir a Dios sábado también como la fiesta de la redención. Y si como fiesta de la
sólo como «Dios creador» (P. Tillich). Se sigue de esto que los creación es ya la fiesta de su redención, se entiende que toda la
hombres podrán considerarse imagen de Dios cuando se convierten creación fue hecha a causa de esa redención. «El sábado es la fiesta de
en «hombres creativos». El «Dios que descansa» el sábado, el Dios que la creación, pero de una creación que tuvo lugar a causa de la
bendice y celebra, el Dios que se alegra de su creación y la santifica redención. Es evidente que el sábado está en el final de la creación,
pasa a un segundo plano. En cuanto a los hombres, se llega a como sentido y meta de la creación» (Fr. Rosenzweig)5.
identificar el sentido de su vida con el trabajo y la creatividad. El Señalaremos cada uno de los elementos del sábado que se encie-
descanso, la fiesta y su consiguiente alegría son confinados al ámbito rran en la idea judía de la revelación de Dios. Y después perfilaremos
de lo carente de sentido. los elementos mesiánicos del sábado que se desprenden de la concep-
Tenemos que afirmar de entrada, sin embargo, que la creación y el ción cristiana de la revelación de Dios. Nace de ahí, finalmente, el
sábado constituyen una unidad en las tradiciones bíblicas. No se problema de la conexión del domingo y del sábado, tema descuidado
entiende atinadamente el mundo como creación si no se capta el durante demasiado tiempo.
verdadero sentido del sábado. En la quietud del sábado, los hombres
no intervienen en su entorno con el trabajo, sino que permiten que su
medio ambiente sea por completo creación de Dios 2 . Reconocen la 1. La consumación de la creación
inviolabilidad de la creación como propiedad de Dios, y santifican ese
día mediante su propia alegría por existir como criaturas de Dios en la Según el relato de la creación recogido en el documento sacerdo-
comunión de la creación. tal, la creación del mundo terminó en el sexto día: «Vio Dios todo
La paz del sábado es, ante todo, la paz con Dios, pero ésta abarca cuanto había hecho, y he aquí que estaba muy bien. Y atardeció y
no sólo el alma, sino también el cuerpo; no sólo al individuo, sino amaneció el día sexto» (Gen 1, 31). «Y el día séptimo consumó Dios
también a la familia y al pueblo; no sólo a los hombres, sino también las obras que había hecho» (Gen 2, 2). ¿Qué añade Dios en sábado a
a los animales; no sólo a los seres vivientes, sino también —como la creación «muy buena»? ¿Qué le falta aún a la creación terminada?
dicen los relatos de la creación— la creación entera del cielo y de la ¿En qué consiste la «consumación» de la creación? Consiste en el
tierra. Por eso, la paz del sábado abre también la «paz con la descanso de Dios. Es un consumar mediante el descanso6. Del reposo
naturaleza», por la que se preguntan hoy muchas personas al ver la de Dios brotan la bendición y la santificación del séptimo día. La
creciente destrucción del medio ambiente. Pero no habrá «paz con la obra de la creación se consuma mediante el descanso del creador; la
naturaleza» si no se experimenta y celebra el sábado de Dios. actividad creadora, mediante su bendición; y su trabajo, mediante su
Si repasamos las tradiciones bíblicas de la fe en la creación, santificación del sábado. En Ex 31, 17 se dice lo siguiente como
descubrimos que el sábado no es un día de descanso tras seis días de complemento al descanso de Dios: «... Yahvé... y tomó respiro». Es
trabajo. Veremos, por el contrario, que toda la obra de la creación fue ésta una manera muy peculiar de «consumar» una obra.
hecha a causa del sábado. El sábado es «la fiesta de la creación» (Fr. En primer lugar, vamos a tratar de entender el significado de las
Rosenzweig) -\ A causa de esta fiesta del Dios eterno fueron creados metáforas utilizadas. El llamado «descanso de Dios» es un reposo «de
cielo y tierra, cuanto existe y vive en ella. Por eso, según la historia de 5. Fr. Rosenzweig, o. c. CT. también Berachol 57 b: «El sábado es un sesentavo del
la creación, tras el día viene la noche, pero el sábado de Dios no mundo venidero». Ex. R. 25, 12: «Con que Israel celebrara correctamente sólo un sábado,
conoce la noche, se convierte en la «fiesta sin fin»4. el Mesías vendría inmediatamente».
La «fiesta de la creación» es la «fiesta de la consumación»; de la 6. G. v. Rad, Todavía existe el descanso para el pueblo de Dios, en Estudios sobre el
antiguo testamento, Salamanca 1976, 95 ss; G. v. Rad, Teología del antiguo testamento I,
consumación de la creación, que se lleva a cabo a través de esta fiesta. Salamanca 6 1986: «Al bendecir Dios este descanso, lo situó entre él y el hombre como una
Y puesto que esta consumación de la creación en sábado representa nueva realidad, pasajera e imperceptible para el hombre; pero es un bien de salud». Esta
también la redención de la creación para su participación en la observación es interesante, pero, a mi entender, Dios no santificó el «descanso», sino el
presencia eterna y manifiesta de Dios, haremos bien en entender el «séptimo día» (Gen 2, 3). ¿Creó Dios el «descanso» (menuha) en el séptimo día? A.
Heschel, o. c., 22 dice: «Just as heaven and earth were created in six days, menuha was
2. H. Gese, Zur biblischen Theologie, München 1977, 79. created on the Sabbath». N o supongo con K. Barth, Kirehliche Dogmatik 111/1, 249, que
3. Fr. Rosenzweig, o. c, 65; K. Barth o. c, 242. la «consumación» de la creación consista en esta ulterior creación. Dios no «crea» en el
4. R. Schutz, según una palabra de Atanasio, Tájete soit sansfln, 1969 (ed. cast.: séptimo día. Su menuha consiste más bien en su presencialidad, y, en este sentido, es
Que tu fiesta no tenga fin, Barcelona -M978). «increada».
290 El sábado: la fiesta de la creación La consumación de la creación 291
toda la tarea creadora que habia realizado» (Gen 2, 3). El Creador se Finalmente, Dios «descansa» no sólo «de» sus obras, no sólo en la
distancia de su actividad creadora y se contrapone a sus obras. Con presencia de sus obras, sino también en sus obras. Hace que ellas
ello retorna a sí mismo y se recoge por completo tras haber salido de sí existan en su presencia. Y él está presente en la existencia de ellas. El
en su actividad creadora y de haber estado completamente en su Dios que reposa está totalmente presente como aquél que es en sí
creación. En su actividad creadora, Dios estaba libre para sus obras, mismo, pero está presente con su creación y en su creación. Si Dios
que responden a él. En su reposo sabático, Dios se libera de sus obras encuentra descanso a la vista de las obras de su creación, encuentra
y retorna a sí. ¿Es esto un retorno al ser eterno anterior a la creación también ese reposo en las obras de su creación. De lo contrario, su
del mundo y de los hombres?7 Sin duda, es un cesar de crear y, por existencia infinita le llevaría constantemente más allá de su creación
consiguiente, un sosiego en sí mismo, pero no significa retornar a la finita, y le mantendría en intranquilidad permanente a la vista de su
gloria eterna, completamente independiente del mundo, gloria que creación limitada. El sábado de la creación de Dios encierra en sí el
precedió a la creación y desde la que Dios crea. El Dios que descansa misterio redentor de la inhabitación de Dios en su creación a pesar de
el sábado es el Creador que reposa de su creación. Retorna a sí que Dios está concentrado, completamente en sí y descansa en sí. Las
después de haber creado, pero no sin la creación, sino con ella. Por obras de la creación ponen de manifiesto en las actividades de Dios la
eso su descanso se convierte, simultáneamente, en reposo de su constante transcendencia del Creador del mundo respecto de su
creación, y su complacencia en su creación se convierte en alegría de creación. Pero el sábado de la creación alude a la inmanencia del
las criaturas mismas. Creador en el mundo creado 8 . Dios une en el sábado su presencia
Dios descansa «de sus obras» el sábado, pero con ello reposa al eterna con su creación temporal; y, en virtud de su reposo, está
mismo tiempo a la vista de sus obras. Significa esto que no sólo ha presente con ella y en ella. El reposa completamente en sí mismo, y
creado y hecho su creación, sino que hace que ella exista ante su está completamente presente como él mismo en su creación. El
rostro y coexista con él mismo: un mundo finito, temporal coexiste sábado es el día en que Dios está presente. Por eso, «sábado» es
con el Dios infinito, eterno. El mundo no sólo ha sido creado por también un nombre de Dios.
Dios, sino que existe ante Dios y vive con Dios. Cuando Dios reposa, ¿Qué le falta, pues, a la creación antes del sábado? ¿Qué añade éste
hace que la creación sea lo que es. Cuando Dios reposa, todas las a aquélla? Podemos resumir diciendo: la consumación de la actividad
criaturas vuelven en sí y desarrollan su propia figura. Todas ellas creadora es el reposo; la cosumación del hacer es el existir. La
logran su especial libertad en el reposo de Dios. Cuando Dios «cesa» creación es la obra de Dios, pero el sábado es la existencia presente de
en su actividad creadora y configurad ora, hace que todas las criatu- Dios. La voluntad de Dios se expresa en sus obras, pero la esencia de
ras, cada una a su manera, influyan en él. El recibe la configuración Dios se hace ostensible en el sábado. En sus obras, Dios sale fuera de
vital de cada una de ellas y percibe sus influencias vitales. Cuando sí; en el sábado de la creación, Dios retorna a sí. El misterio del
Dios se distancia de la influencia creativa, se hace sensible a la dicha, sábado es, pues, más profundo que el misterio de la obra de la
al sufrimiento y a la alabanza de sus criaturas. Mediante su existencia creación. Como para Elias Dios estaba presente en el monte Horeb en
y su forma, las criaturas «experimentan» en las obras de la creación el la «voz de un silencio fluctuante» (Buber), así está presente en la
poder y la sabiduría de Dios. Pero, en el sábado, el Dios que reposa quietud del sábado. Las obras de la creación muestran a Dios de
comienza a «experimentar» a sus criaturas. El Dios que reposa a la forma exotérica e indirectamente como el Creador. Pero el sábado
vista de su creación no domina el mundo en ese día, sino que «siente» revela esotérica y directamente al Dios eterno —en su reposo y en su
el mundo: permite que cada una de sus criaturas le afecte. Acepta silencio— como el Dios que descansa en su gloria. Podemos consig-
como su propio entorno la comunidad de la creación. Dios, en su nar la creación como revelación de las obras de Dios, pero el sábado
reposo, está próximo a cada movimiento de sus criaturas. Esta su es el que revela a Dios mismo. Por eso, las obras de la creación
proximidad sabática no neutraliza las tensiones existentes en la crea- desembocan en el sábado de la creación. Por eso el reino de la gloria
ción, ni elimina las posibles rebeliones de las criaturas contra su comienza con el sábado de la creación: la esperanza y el futuro de
Creador y contra sí mismas, sino que empuja hacia transformaciones todas las criaturas. Porque el sábado de la creación es el sábado de
que conducen a la perfecta correspondencia y cognoscibilidad. Con el
sábado de Dios comienza la historia del Creador con el mundo y del 8. K.. Barth, o. c, 244 s: «Dios... se ha hecho a sí mismo mundano y humano; se ha
unido en un acto temporal con el ser, con el sentido y curso del mundo, con la historia del
mundo con Dios. hombre... Ha comprometido y puesto enjuego su propia gloria». A. Heschel, o. c, 60;
«The Sabbath is the presence of God in the world».
7. K. Barlh, o. c, 242.
292 El sábado: la fiesta de la creación La consumación de la creación 293

Dios y su gloria eterna se hace presente en su descanso, por eso cada creación. Porque el día séptimo es para toda su creación y para todas
sábado humano se convierte en un «sueño de la consumación» (Fr. sus criaturas, Dios comunica la bendición del sábado, mediante su
Rosenzweig)9, y el reposo del hombre de sus obras humanas se presencia reposante, a todo cuanto ha creado.
convierte en signo de la fiesta eterna de la gloria divina. El sábado no Todas las criaturas logran su propio reposo en el descanso de
es un día de la creación, sino el «día del Señor». Dios. En la presencia de la existencia de Dios radica la bendición de la
existencia de todas las criaturas. El Creador llamó del no ser al ser a
todo cuanto existe. La amenaza de no ser pende sobre todo lo creado,
2. La bendición de la creación
pues puede convertirse de nuevo en nada. Por eso se encuentra
inquieto todo cuanto existe, y busca un lugar donde la amenaza no
Dios bendijo el sábado porque «en él cesó de toda la tarea
pueda alcanzarlo; por eso anda tras un «lugar de reposo». No sólo el
creadora que había realizado» (Gen 2, 3). Según el escrito sacerdotal,
«corazón» del hombre está «intranquilo en nosotros hasta que des-
la bendición es siempre algo que se añade a la creación10. Tras la
canse en ti», como decía Agustín, sino que toda la creación está llena
creación de los monstruos marinos (Gen 1, 22) y después de crear al
de esa intranquilidad y se transciende a sí misma en la búsqueda del
hombre (Gen 1, 28), Dios imparte la bendición, a la que se une
reposo, de la tranquilidad en que pueda permanecer.
inseparablemente el mandamiento de fecundidad. La creación de los
seres vivientes es obra exclusiva de Dios, pero la fecundidad y El ansiado y buscado lugar de reposo no es el más allá, el cielo o
multiplicación de los seres vivientes procede de las virtualidades Dios mismo, como han afirmado siempre la gnosis y los místicos, sino
propias de éstos. Según el lenguaje del autor, esto no es una «conti- el sábado de Dios. Todas las criaturas encuentran su albergue en la
nuación de la creación» (procreatio), sino la reproducción propia de presencia de Dios, reposante e inmediata. En la presencia reposante
estas criaturas. El Creador imparte para ello su bendición, afirma la de Dios todas las criaturas encuentran el fundamento que las sostiene.
potencia de estas sus criaturas y acepta la multiplicación autónoma de El sábado preserva a las criaturas de la aniquilación y hace que su
éstas. Hace que lo consigan y las cualifica con su presencia. inquieta existencia rebose dicha de la presencia del Dios eterno. En el
sábado, todas las criaturas encuentran su «lugar» en el Dios presente.
Pero el sábado Dios no bendice a ser viviente alguno, sino que
La creación fue hecha «de la nada»; fue creada «para el sábado». Por
otorga su bendición a un tiempo, al día séptimo. Y esto resulta
eso ella existe en el sábado «en» la presencia de Dios. La bendición del
extraño, pues el tiempo no es un objeto ni algo que se encuentra frente
sábado significa que esa bendición no viene de la actividad creadora,
a Dios. Un tiempo es algo invisible. No podemos hacernos una
sino del descanso de Dios; no viene de un hacer de Dios, sino a través
imagen de él. Además, en nuestra concepción humana, un tiempo es
de su existencia. Por eso, Dios no imparte su bendición sabática a esta
algo pasajero, no podemos detenerlo. ¿Qué significa el hecho de que
o a aquella actividad de sus criaturas, sino a la totalidad de su
Dios bendiga un tiempo, el día séptimo? ¿Cómo hay que entender ese
existencia. Porque las criaturas pueden estar plenamente en la repo-
tiempo bendito?
sante presencia de Dios, en la bendición del sábado se abre sin
La bendición del sábado se diferencia de la bendición de los seres
impedimento ni sombra la alegría existencial de todas las criaturas. Y
vivientes creados en que Dios lo bendice mediante su reposo, no a
esto convierte al reposo sabático en modelo de la redención, lo que la
través de su actividad. Por eso no cabe esperar que algo creado
Carta a los hebreos llama «entrar en su descanso» (Heb 4, 9-10): «Por
incremente su potencia mediante la bendición, ni que el éxito corone
tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.
la actuación de ese algo creado. La bendición con motivo del reposo
Pues quien entra en su descanso, también él descansa de sus trabajos,
del sábado y a causa de él constituye algo incomparable y único. El
al igual que Dios de los suyos». También el Apocalipsis (14,13) habla
Creador no comunica aquí una determinada propiedad a su criatura.
de los «muertos dichosos»... «que descansan de sus fatigas, porque
El Dios que reposa comunica aquí al día de su descanso la fuerza para
sus obras les acompañan».
que todas sus criaturas consigan el descanso. Dios califica este día
mediante su presencia plena, pero reposante. El descanso del sábado Dios no bendice a una de sus criaturas, sino a un día. Al bendecir
(menuha) es una gracia increada de la presencia de Dios para toda la al séptimo día, lo convierte en bendición para todas sus criaturas, que
viven ese día. De esa manera, la bendición del sábado se hace
9. Fr. Rosenzweig, o. c, 68.
universal, mientras que la bendición de esta o de aquella criatura es
10. Cl. Westermann, Génesis, Biblischer Kommentar Altes Testaments, Neukirchen particular y especial para la criatura en cuestión.
1974, 230 ss.
294 El sábado: la fiesta de la creación La santificación de la creación 295

Dios ha creado todas las cosas en combinación binaria, dice un schel? ¿Es el sábado la catedral judía, el monte judío de los dioses?
viejo dicho judío: día y noche, cielo y tierra, luz y oscuridad, hombre y Los espacios, los ámbitos y los sectores se reparten según el poder y la
mujer, y otras muchas cosas. Sólo el sábado está sin segundo miem- riqueza, pero el tiempo es igual para todos, pues el tiempo está ahí
bro, es un día impar. ¿Dónde está su compañero? Según este tipo de para todos. En el tiempo se tocan, según una concepción arcaica, el
reflexión, el sábado de la creación es un «día impar» porque se refiere cielo y la tierra. En el tiempo se tocan, según una concepción judía, la
a toda la obra de los seis días. Es el día de todos estos días de la eternidad y el tiempo. Al santificar el sábado se santifica un tiempo
creación. La bendición de este séptimo día lo convierte en bendición que está ahí para la creación entera. Cuando se celebra el sábado, se le
de todos los días de la creación. celebra para todas las criaturas. La orientación primaria por el
El sábado del tiempo humano —dice el viejo dicho judío sobre su tiempo, fundada mediante la santificación del sábado, resulta sensa-
existencia impar y especial— se refiere a Israel. El sábado es «la cional para los pueblos que orientan sus culturas por espacios sagra-
hermana de Israel» e Israel es «su hermano». El sábado es la «novia dos y ámbitos de dioses.
de Israel»: «¡Ven, novia! ¡Ven, reina sábado!». Sin embargo, Israel Otras religiones representan lo divino en imágenes. Israel lo repre-
celebra en su histórica celebración del sábado el misterio del sábado senta en el tiempo: el sábado es una presencia de Dios sin imágenes.
de la creación, como expresan las oraciones de la víspera. Israel Otras religiones representan la cosmogonía en dramas ciáticos; Israel
experimenta y difunde —mediante la celebración del «séptimo día»— no conoce imitación alguna de la creación. Sabe tan sólo de la
la bendición de toda la creación a través de la presencia reposante de participación en el descanso de Dios tras la creación, mediante la
Dios, que presta consistencia a todas las cosas. Por eso el sábado de santificación del sábado. La quietud del sábado se contrapone diame-
Israel tiene dimensiones cósmicas y comprende a Israel en la creación tralmente a todas las concepciones e imitaciones cúlticas de luchas de
lo mismo que fundamenta a Israel en su existencia especial. dioses de las que nace el mundo. «Como el espacio cerrado, lleno de
forma, es la esfera griega de la verdad, así la esfera de la verdad de
Israel es el tiempo que fluye, abierto, sin forma. Allí, el ciclo del
3. La santificación de la creación
cosmos que retorna sobre sí, aquí la línea de la creación que avanza
hacia el infinito; allí, el mundo de la visión, de la contemplación; aquí,
Dios santifica el sábado porque en él cesa de cuantas obras había
el mundo de la audición, de la percepción; allí, imagen y analogía;
creado y hecho (Gen 2, 3). Y las tradiciones bíblicas utilizan aquí por
aquí, decisión y obra... En el espacio hay presente y recuerdo; en el
primera vez el término «santificar», que significa seleccionar, delimi-
tiempo, peligro y esperanza». Así describe atinadamente Margarete
tar para sí, declarar algo como propiedad personal e intangible11.
Susman esta singular «religión del tiempo» 13 .
Curiosamente, ese término no se aplica a una criatura ni a un espacio
de la creación, sino a un tiempo, al séptimo día. Cabe señalar de Las fechas de las fiestas de la naturaleza constituyen los hitos del
nuevo que toda santificación de una criatura o de un espacio sería calendario de lasfiestasjudías. La siembra y la recolección, el comien-
algo particular, mientras que la santificación del sábado redunda zo o terminación del verano o del invierno llenan esas fiestas con el
favorablemente para todas las criaturas en el séptimo día, por lo que recuerdo de los acontecimientos de la historia de la salvación a los que
es universal. Israel debe su existencia y su llamamiento. En la teología veterotesta-
mentaria se ha subrayado frecuentemente este hecho peculiar en el
Pero la santificación de este tiempo es singular además por otra
paso de la vida nómada a la vida sedentaria en la tierra de promi-
razón. De la santificación no de un ámbito, de un monte o de un
sión 14. Pero el sábado está no sólo en la historia de la salvación —la
lugar, sino de un tiempo nace una peculiar visión del mundo: se ve el
interpretación del maná (Ex 16) es posterior—, sino ya en el plan de la
mundo preferentemente en el tiempo, en acontecimientos, en cadenas
creación misma. Por eso el sábado es, frente a todas las demás fiestas,
de sucesos, en generaciones e historias, no en espacios y ámbitos. ¿Es
el tiempo más sagrado de Israel. La redacción deuteronómica (Dt 5,
«el judaismo la religión del tiempo»12, como afirmó Abraham He-
15) fundamenta la observancia del mandamiento del sábado en la
11. Cf. art. Heiligung, RGG m i , 177-182. tradición del éxodo: «Acuérdate de que fuiste esclavo en el país de
12. A. Heschel, o. c, 8: «Judaism teaches us to be attached to holiness in time, to be
attached to sacred events, to learn how to consécrate sanctuaries that emerge from the 13. M. Susman, Das Buch Hiob ünddas Schkksal desjüdisehen Volkes, Zürich 1948
magnificent stream of a year... The main themes of faith he in the realm of time. We 16.
remember the day of the Exodus from Egypt, the day when Israel stood at Sinai; and our 14. G. v. Rad, Teología del antiguo testamento II, Salamanca 51984, 147, habla de
Messianic hope is the expectation of a day, of the end of days». una «historización» de las fiestas agrarias cananeas.
296 El sábado: la fiesta de la creación La santificación de la creación 297

Egipto y de que Yahvé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso porque la existencia misma es grandiosa. Los interrogantes referidos
brazo; por eso Yahvé tu Dios ta ha mandado guardar el día del a las posibilidades del hacer y a la utilidad palidecen ante la belleza de
sábado». Pero la redacción sacerdotal (Ex 20, 11) basa el sábado todas las criaturas, que tienen sentido en sí mismas.
mismo en la historia de la creación: «... y el séptimo descansó; por eso Santificar el sábado significa liberarse del afán de conseguir la
bendijo Yahvé el día del sábado y lo hizo sagrado». La diferencia y los dicha, y de la voluntad de hacer cosas. Significa estar por completo en
paralelos de la fundamentación del sábado y del precepto sabático la presencia de Dios. Sólo mediante Dios, mediante la gracia, median-
sitúan la experiencia del éxodo y la fe en la creación en una única te la confianza se santifica el sábado. Podemos considerar el reposo
perspectiva. Y ponen claramente de manifiesto que el Dios del éxodo sabático como la doctrina judía de la justificación. Quien contemple a
es el Creador del mundo y viceversa. Israel en el día sabático no podrá reprocharle una justificación por las
El sábado tampoco guarda relación alguna con la luna. Por obras. En esa misma línea, se puede concebir la doctrina cristiana de
supuesto que la semana de siete días es conocida también por otros la justificación como el «descanso sabático» cristiano.
pueblos, pero el sábado no está marcado por ciclo alguno de la Lo que los catecismos reformados de los siglos XVI y XVII
naturaleza sino únicamente por la historia de la creación. El sábado es señalan como finalidad del hombre, vale especialmente para el sába-
el tiempo más sagrado de Israel porque fue el primero que Dios do: «To glorify God and to enjoy him forever». Y porque esto vale
santificó: santo es Dios mismo y santo es su nombre; está santificado expresamente para el sábado, empapa también toda la vida cotidiana
el sábado, el pueblo y, finalmente, la tierra de Israel. La santificación y laboral en el mundo.
se da por ese orden. El sábado se encuentra delante del pueblo y de la El mandamiento del sábado divide el tiempo humano. Introduce
tierra. interrupciones, intervalos y ritmos en la experiencia humana del
La exposición del mandato de guardar el sábado (Ex 20, 8-11) es tiempo. Y esto mismo hacen todas las restantes fiestas que dividen el
mucho más extensa que la de los restantes mandamientos. Por eso se tiempo. Peculiar del mandamiento del sábado es el recuerdo del
considera esta precepto como el más importante 15 . Porque Dios sábado eterno de Dios en la creación, que constituye el fundamento
santificó el día del sábado a causa de su reposo de la creación, del mandato de santificar el sábado, y la promesa del sábado eterno
también el pueblo tiene que santificarlo. Todos tienen que santificar- del tiempo mesiánico. El sábado se encuentra, pues, formalmente en
lo, los padres y los hijos, los señores y los esclavos, los hombres y los el ciclo del tiempo humano, pero interrumpe con su contenido el
animales, los nativos y los forasteros. El sábado es un orden de paz renacimiento del tiempo natural al ofrecer una prefiguración del
para cada uno. No se puede celebrarlo y disfrutarlo a costa de nadie, tiempo mesiánico. El sábado está en el ciclo del tiempo semanal y es,
sino junto con todos los demás. Aunque los hombres deban «domi- en virtud de la promesa que cumple a modo de anticipación, la señal
nar» (Gen 1, 27) sobre los animales, también éstos tienen que disfru- de la futura liberación del ciclo del tiempo. El sábado está en el
tar del sábado. En tiempos posteriores se extenderá el año sabático tiempo, pero es más que el tiempo porque contiene y encierra una
también a la tierra: el hombre no cultivará la tierra durante un año plétora eterna de sentido.
(Lev 25, 11). Los hombres santifican el sábado cesando de toda
«obra» y reconociendo la realidad como creación de Dios, de la que, Al interrumpir durante todo un día la intervención en la naturaleza se elimina el
ante la que, y en la que Dios descansó. Son imagen de Dios los tiempo. Donde no se da transformación o cambio, cuando no se trabaja, cuando
hombres que reposan el sábado y están completamente presentes en el hombre no interviene para nada, no hay tiempo. En lugar de un sábado en el
que el hombre se postra profundamente ante el Señor del tiempo, el sábado
su descanso. Como el sábado está «santificado» por la presencia bíblico simboliza la victoria del hombre sobre el tiempo. Se suspende el tiempo, y
reposante de Dios, así los hombres santifican el sábado reflexionando la vida es reina y señora del sábado 16 .
sobre su existencia y dando gracias por ella.
La existencia precede a la actividad. El obrar termina, pues, en el La idea del sábado de Dios en la creación y la promesa del tiempo
estar presente. La existencia reposante, que ha encontrado consisten- mesiánico trascienden en el sábado y hacen saltar en ese día la ley del
cia en la presencia de Dios, es superior a la actividad. La celebración tiempo. Y eso convierte al sábado humano en el ritmo de la eternidad
del sábado lleva a una mayor capacidad para percibir la belleza de en el tiempo y en el presente del futuro mundo de la gloria en la
todas las cosas, de la comida, del vestido, del cuerpo y del alma, historia.

15. A. Heschel, o. c. 16. E. Fromm, o. c, 200.


298 El sábado: la fiesta de la creación La fiesta de la redención 299

Israel ha ofrecido a los pueblos dos arquetipos de la liberación: el obra realizada. El sábado se puede decir: «Un final feliz compensa de
éxodo y el sábado. El éxodo de la servidumbre a la tierra de la libertad todos los sinsabores». La consumación de la obra y el agradecimiento
es el símbolo eficaz de la libertad exterior. El sábado es el símbolo por los dones del Creador y por la bondad de su creación resuenan en
pacífico de la libertad interior. El éxodo es la experiencia fundamental la celebración judía del sábado. La celebración judía del sábado
de la historia de Dios. El sábado es la experiencia fundamental de la transmite la sabiduría de la existencia y de la edad. Cabe aplicar al
creación de Dios. El éxodo es la experiencia fundamental del Dios que sábado la famosa imagen de Hegel con la que este autor describió la
actúa. El sábado es la experiencia fundamental del Dios que existe. esencia de la filososfia: «Aparece como la idea del mundo sólo cuando
Ningún éxodo político, social y económico de la opresión, del désela- la realidad ha llevado a cabo su proceso de formación y lo ha
Sarniento y de la explotación lleva verdaderamente a la libertad de un terminado... La lechuza de Minerva remonta el vuelo cuando cae el
mundo humano sin el sábado, sin la omisión de toda obra, sin la ocaso» 18.
quietud que halla reposo en la presencia de Dios. Inversamente, los Pero en esta vertiente retrospectiva y tranquilizadora del sábado
hombres jamás encuentran la paz sabática en la presencia de Dios si se esconde también una inaudita promesa de futuro, porque el sábado
no se liberan de la dependencia y de la opresión, de la inhumanidad y abre toda la creación al venidero reino de Dios. Precisamente por eso
de la impiedad. El éxodo y el sábado forman, pues, una unidad todas las esperanzas mesiánicas y escatológicas de Israel y del cristia-
indivisible. Se complementan mutua y necesariamente. Se desfiguran nismo se han encendido y orientado siempre en el sábado. El sábado
y no conducen a la libertad cuando se separan y sólo uno de ellos pasa de Israel se futurizó y universalizó en las esperanzas mesiánicas y
a ser el fundamento de la experiencia de la libertad. escatológicas. El «sábado eterno» se convirtió en polo de todas las
revelaciones históricas de Dios, en compendio y prototipo de todas
las redenciones históricas de los hombres. En el «sábado eterno» se
4. La fiesta de la redención vio la redención de todo el cosmos en la presencia manifiesta de Dios.
Se puede ver claramente este camino ya en la evolución veterotesta-
Hay que entender el sábado como la consumación de la creación. mentaria del sábado.
Esa consumación se lleva a cabo mediante la reposante presencia del Según Ex 20, 8-11, la santificación del sábado consistirá en no
Creador en su creación. Esta presencia de Dios es la primera revela- hacer trabajo alguno el día séptimo, tras seis días de trabajo. El
ción de Dios en su creación. No es una revelación creadora, sino descanso sabático tiene que ser observado por toda la casa, también
reposante; no es una revelación indirecta, mediata, sino directa e por los forasteros. En el día séptimo de cada semana se restablece y
inmediata. Si tomamos conjuntamente el sábado como consumación celebra la creación.
de la creación y como revelación de la reposante existencia de Dios en Existe una correspondencia entre el sábado semanal y el año
su creación, ambos elementos del sábado apuntan, por encima del sabático. Según Lev 25, 1-7, tras la entrada en la tierra prometida, «la
sábado mismo, a un futuro en el que la creación y la revelación de tierra tendrá también su descanso en honor de Yahvé». Tras seis años
Dios se convierten en una misma cosa. Esto es la redención n . Debe- de cultivo, la tierra descansará el séptimo año. En ese séptimo año
mos entender, pues, la redención como el «sábado eterno» y como la «no sembrarás tu campo ni podarás tu viña». «Aun en descanso, la
«nueva creación» simultáneamente. Si «toda la tierra está llena de su tierra os alimentará a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu jornalero, a tu
gloria» (Is 6, 3), si Dios «será todo en todos» (1 Cor 15, 28), si Dios huésped y a los forasteros que residen junto a ti». En este año sabático
«habitará» (Ap 21, 3) en toda su creación, entonces creación y de la tierra se ve claramente que el sábado no es sólo una fiesta de los
revelación son de hecho la misma cosa. Dios se manifiesta entonces en hombres, sino la fiesta de toda la creación. En el año séptimo guarda
toda la creación, y toda la creación es la revelación y el espejo de su fiesta la tierra.
gloria: eso es el mundo redimido. Con este año guarda correspondencia el año del jubileo. Según Lev
Sin duda, tanto el sábado de la creación de Dios como el precepto 25, 8-55, tras siete veces siete años, resonará la trompeta el día de la
del sábado impuesto a Israel encierran, ante todo, una significación reconciliación. Su clamor se extenderá por todo el país, y proclamará
retrospectiva. El sábado viene tras seis días de trabajo y corona la el año quincuagésimo como el «año de la liberación». Se santificará
restableciendo la originaria justicia de la alianza de Dios en su pueblo:
17. Fr. Rosenzweig, o. c, 68, ha llamado la atención sobre esta dialéctica: «¿Qué
otra cosa sería, pues, la redención sino la mutua reconciliación de revelación y creación'?». 18. G. W. F. Hegel, Vorrede zur Philosophie des Rechts, XXVF
300 El sábado: la fiesta de la creación Jesús y el sábado 301

«Cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su A esto alude, finalmente, también la especulación apocalíptica de
familia». Se recuperarán los bienes vendidos y se borrarán las deudas. las siete épocas del mundo. Según Dan 9, 24-27, ya el babilónico
Cada miembro del pueblo recobrará la libertad. Se restablecerá Sanedrín (97 a) habló de un «sábado del mundo» en la última época
también la libertad de todo forastero. En este año jubilar se celebrará del mundo. El Enoc eslavo 33, 1 ss amplió más esta idea. En la escuela
también el sábado de la tierra: «No sembraréis ni cosecharéis. Come- de Elias se llegó, incluso, a enseñar: «Hay tres épocas: dos mil años de
réis lo que dé la tierra». Lo peculiar de ese año parece consistir en que caos, dos mil años de tora, dos mil años de Mesías, y después el fin: el
los hombres cumplan los preceptos y las normas de Dios en el pueblo; mundo que es solo sábado, el descanso de la vida eterna». Esta
y que esas normas y preceptos se impongan a la creación, a los proyección mesiánica de la historia hacia el sábado escatológico
forasteros, a los animales y a la tierra por medio del pueblo. influyó con fuerza en la teología cristiana de la historia en la edad
La historia no nos ofrece informaciones para responder con media; y, a través de Joaquín de Fiore ha marcado al mesianismo
certeza a la pregunta de si Israel estuvo alguna vez en condiciones de histórico en el moderno pensamiento europeo.
celebrar sin impedimento alguno un año sabático o incluso un año
jubilar. Quizás haya constituido esto un fundamento externo para la
visión profeticadel sábado mesiánico. Is 61, 1-11 espera que el profeta 5. Jesús y el sábado
mesiánico convocará el año jubilar escatológico: «... a anunciar la
buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones Las teologías del nuevo testamento y las cristologías dogmáticas
rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la suelen tratar la postura de Jesús respecto del mandamiento del
libertad; a pregonar año de gracia de Yahvé, día de venganza de sábado y de la halajá rabínica del sábado en el capítulo «Jesús y la ley
nuestro Dios». Cuando venga ese Mesías profético, irrumpirá el del antiguo testamento»20. De ordinario se toman como puntos de
tiempo mesiánico; y se presenta ese tiempo mediante la imagen del partida los textos sinópticos en los que se recogen las discusiones de
sábado. Esto, por lo que respecta al año jubilar, significa que el Jesús sobre el sábado, textos en los que el Mesías justifica su peculiar
tiempo mesiánico traerá la liberación a los oprimidos y la justicia de postura frente al sábado: «Jesús quebranta el sábado mediante un
Dios se hará presente en todas las cosas. En cuanto al año sabático, comportamiento demostrativo»21. «Jesús rechaza la halq/á del sába-
esto significa que el tiempo mesiánico hará posible la libertad de la do» 22 . Jesús curaba en sábado y permitió que sus discípulos cogieran
tierra y la alimentación adecuada de todos los seres vivientes. Final- espigas. Los evangelios apuntan algunas razones para este comporta-
mente, con respecto al sábado significa que la tranquilidad y la paz se miento: 1. «El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el
expandirán en la presencia de Dios. sábado» (Me 2, 27). 2. «El Hijo del hombre es señor del sábado» (Me
Y ese sábado mesiánico será un sábado sin fin (Jb 2, 19-24). Así 2, 28).
como la nueva alianza es eterna, ese sábado también será eterno. El También la exégesis rabínica sabía que el sábado está ahí «para el
sábado mesiánico del mundo se corresponderá escatológicamente con hombre». Cuando la vida está en peligro, como en las luchas del
el originario sábado de Dios en la creación. Cada sábado celebrado en tiempo de los macabeos, se está dispensado de la obligación del
el tiempo tiene un final. Aquel día de fiesta se convertirá de nuevo en sábado. Pero Jesús no sanó a los enfermos en sábado para librarlos de
un día cotidiano. Por eso Fr. Rosenzweig ha llamado al sábado perder la vida. ¿Intenta Jesús simplemente poner el mandamiento del
semanal «sueño de consumación, pero sólo un sueño» iq . El día del amor por encima del precepto del sábado, como Me 3, 4 da a
sábado, el año sabático y el año del jubileo apuntan, por encima del entender? ¿Funda «el mandamiento del amor como ley de vida de la
tiempo histórico, al tiempo mesiánico. Sólo el sábado escatológico se soberanía regia... la crítica de Jesús al derecho divino del viejo eón»,
convertirá en la «fiesta sin fin» y consumará el sábado de la creación como afirma Joachim Jeremias? 2Í . ¿Libera del mandamiento concre-
de Dios y las fiestas sabáticas celebradas por Israel en el mundo. Si el to el «seguimiento de Jesús», abóle ese seguimiento como cumpli-
sábado histórico es «el sueño de consumación», entonces ese sábado
mesiánico, ese sábado eterno, es ciertamente «la consumación del 20. Tomamos aquí como ejemplos a J. Jeremias, Teología del nuevo testamento,
sueño» de Israel. Salamanca 51985, 240 ss y a L. Goppelt, Theologie des Neuen Testaments, Góttingen
M978, 144 ss.
21. L. Goppelt, o. c, 144.
22. J. Jeremias, o. c, 244.
19. Fr. Rosenzweig, o. c, 68. 23. J. Jeremias, o. c, 250.
El domingo, la fiesta del comienzo 303
302 El sábado: la fiesta ele la creación
que el sábado de Israel es una pregustación incomparable. En la
miento total de la exigencia de Jesús el sábado, tal como opina predicación del Reino cercano, proclamación hecha por Jesús, toda la
Leonhard Goppelt? 24 . vida se convierte en fiesta sabática.
Es atinado considerar la postura de Jesús respecto del manda-
miento del sábado en conexión con su misión mesiánica. Pero sería 6. El domingo, la fiesta del comienzo
erróneo pensar que su postura frente al mandamiento del sábado
refleja la libertad de los cristianos venidos de la gentilidad frente al
Las raíces del día festivo cristiano se hunden en los primeros
mandamiento del sábado mantenido por los cristianos provenientes
momentos del cristianismo. Sin embargo, este día no tenía allí un
del judaismo. Sorprende que se trate de considerar la «postura de
Jesús respecto del mandamiento del sábado» partiendo no de su nombre propio. Siguiendo el cómputo judío, se le entendió como el
predicación del sábado mesiánico sino del mandamiento del amor o «primer día de la semana» (Hech 20, 7; 1 Cor 16, 2; Me 16, 2; Jn 20,
del seguimiento. Jesús no proclama una ética superior, sino que 1.19). Tal vez se utilizó en Siria la nueva denominación griega «día del
anuncia el ya cercano reino de Dios, cuya peculiar proximidad él hace Señor» (Ap 1, 10; Did 14, 1; Ign Magn 9, 1). La sorprendente
creíble mediante los signos del tiempo mesiánico: «los ciegos ven, los expresión «el día octavo» es empleada por primera vez en el siglo II
cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el (Bern 15)28.
Reino a los pobres» (Mt 10, 7.8; 11, 5.6). Según Le 4, 18 ss, Jesús La denominación proviene de la semana planetaria de la antigüe-
comenzó su vida pública proclamando el sábado mesiánico en Naza- dad romana, y significa allí el segundo día, dedicado al culto del sol.
ret. El hace que entre en vigor la promesa de Is 61, 1-4: «Hoy se ha La influencia del culto de Mitra llevó también a enumerarlo como el
cumplido esta Escritura en vuestros oídos» 25 . Si es cierto que la «primer día» de la semana29.
predicación de Jesús sobre el reino de Dios hace que entre en vigor el Sin duda, es opinión generalizada en nuestros días que el sentido
sábado mesiánico, entonces de esta consumación escatológica se sigue originario del día festivo cristiano es la celebración de la resurrección
con toda evidencia la libertad frente al sábado y frente al año de Cristo. H. Riesenfeld y W. Rordorf han mostrado que hasta el
sabático. Jesús no «infringió» el precepto del sábado, ni lo «convirtió siglo II no aparece el recuerdo de la resurrección de Cristo en
en algo indiferente»26. Tampoco lo abolió en el sentido de que los domingo como motivo para la celebración de éste. Los comienzos del
hombres sean colocados ante la aleternativa: Jesús o el judaismo 27 . día festivo cristiano se pierden en la oscuridad. Sin embargo, el día
La libertad que Jesús propaga frente a la ley no es otra que la libertad festivo cristiano no deriva del sábado judío, y no puede ser considera-
del tiempo mesiánico prometido por los profetas y esperado por Israel. do como sábado cristiano ni como cumplimiento cristiano del cuarto
El precepto del sábado, como el mandamiento del año sabático y del mandamiento. Tampoco cabe suponer que la Iglesia cristiana se
año jubilar, apunta a esa libertad. El tiempo mesiánico cumple estos limitó sin más a hacer suyo el domingo pagano llenándolo con otro
mandamientos de la alianza de una manera completamente imposible contenido. Sólo se podría suponer esto como una adaptación tardía
en el tiempo histórico. Por eso las normas éticas y cúlticas comprensi- en el imperio romano.
bles en la historia, así como las pormenorizaciones de la interpreta- Los comienzos tienen que encontrarse en el judeocristianismo.
ción del sábado pierden todo su valor en el tiempo mesiánico. Podemos suponer con H. Riesenfeld que los judeocristianos, tras su
Jesús no predicó una libertad frente al sábado supuestamente conversión, continuaron observando la ley y también el precepto del
proclamada por los cristianos venidos de la gentilidad. Por el contra- sábado. Y cabe imaginar que, tras la celebración del sábado de su
rio, anunció el cumplimiento mesiánico del israelita «sueño de la pueblo, se reunían en sus casas como comunidad cristiana especial30.
consumación». No profanó la ley ni el culto. No abolió el sábado en Aquella noche, supone W. Rordorf, tenía una significación especial
beneficio de las buenas obras o de los días de trabajo. Por el contra-
para las comidas de los discípulos en la presencia en Espíritu del
rio, elevó los días laborables a aquella fiesta mesiánica de la vida de la
Señor resucitado. También en las comunidades paulinas se celebraba
24. L. Goppelt, o. c, 146. Uno se pregunta de qué puede ser esto alternativa.
la fracción del pan en esa noche. A la mañana siguiente se reunían
25. A. Trocmé, Jesús Christ et la revolution non-violente, Genf 1961; J.-H. Yoder, Die
Polilik Jesu-der Weg des Kreuzes, Maxdorf 1981, cap. 3: Die Bedeutung des Jubeljahres; 28. W. Rordorf, o. c, 15.
cf. también W. Grimm, o. e., 29. E. Hertzsch, art. Sonntag, RGG* VI, 104-142. Cf. también W. Nagel, Geschichte
26. Así H. Braun, Jesús, el hombre de Nazarel y su tiempo, Salamanca 1975, 90 ss. des ehrlstliehen Sonntags, Berlin 21970.
27. Así L. Goppelt, o. c, 146. 30. H. Riesenfeld, o. c, 210 ss.
304 El sábado: la fiesta de la creación El domingo, la fiesta del comienzo 305

para la celebración del bautismo, a la que, según Rordorf, alude como demuestran muchas declaraciones de papas y de teólogos de
también la expresión «el octavo día». Dejando a un lado el juicio que aquellos tiempos. La traducción del precepto del sábado judío a un
pueda merecer esta reconstrucción histórica, supone una vinculación mandamiento de santificar el domingo cristiano se lleva a cabo en la
estrecha de la judía celebración del sábado con la celebración cristia- legislación estatal de los emperadores cristianos. Podemos suponer el
na, sin que una fiesta llegara a desplazar a la otra. tres de marzo del año 312 como el día del nacimiento del domingo
La desvinculación de la fiesta cristiana del sábado de Israel tiene entendido como dia de descanso: «El emperador Constantino a A.
igualmente una larga historia que no podemos reconstruir en todos Helpidio: todos los jueces, la población de las ciudades y toda la
sus detalles. Tal vez revisten una importancia especial en ella Esteban actividad productiva (artium officia cunctarum) descansarán el vene-
y el círculo de los Siete, Jos llamados helenistas. Su predicción de la rable día del sol» 32.
destrucción del templo y su llamamiento a liberarse de la ley (Hech 6 y Desde el punto de vista de la legitimación teológica, tenemos que
7; esp. 6, 14) dieron pie a que el conflicto acerca de la ley prendiera en mantener, frente a esta evolución histórica del domingo cristiano, la
el cristianismo primitivo. Tras el concilio de Jerusalén (Hech 15; cf. vinculación del día festivo cristiano con el sábado de Israel. De lo
también Gal 4, 8-10; Col 2, 16 ss), no es necesario ya que los gentiles contrario, es grande la amenaza de paganización del día festivo
se hagan primero judíos si desean ser cristianos. Como cristianos no cristiano. El domingo cristiano no abóle al sábado de Israel, ni
están obligados a la ley ni a la circuncisión, ni tienen obligación de tampoco lo desplaza, ni debe querer suplantarlo. Histórica y teológi-
observar el sábado. El cristianismo compuesto por judíos y el forma- camente es erróneo trasladar el precepto del sábado al domingo
do por paganos se diferencian mediante su respectiva postura respec- cristiano. Por el contrario, hay que considerar el día festivo cristiano
to de la ley. También Pablo los trata de forma diferente. Pero la como la ampliación mesiánica del sábado de Israel. El «sueño de la
libertad judeo-mesiánica frente a la ley se ve influenciada ahora de consumación» aguarda la consumación del sueño.
forma creciente por la libertad pagano-cristiana respecto de la ley. De
esta manera, el día festivo de los cristianos se desvincula del sábado de Precisamente la motivación del día festivo cristiano como día de la
Israel, y se convierte en un día de fiesta cristiano completamente resurrección de Cristo y, por ello, como «día del Señor» anticipa no
autónomo a medida que nacen más comunidades de cristianos veni- sólo el escatológico descanso sabático, sino también el comienzo de la
dos del paganismo y celebran ese día festivo. «nueva creación». Según la concepción cristiana, la nueva creación
comienza con la resurrección de Cristo de los muertos, pues la «nueva
Desde un punto de vista histórico, debemos considerar la indepen- creación» es el mundo de la resurrección de los muertos. Mientras que
dización del día festivo cristiano y la sustitución del sábado de Israel el sábado judío centra su mirada en las obras de la creación de Dios y
por él como signo palpable del distanciamiento del cristianismo en el trabajo semanal de los hombres, la cristiana fiesta de la resurrec-
respecto del judaismo, como signo del final de la preponderancia de lo ción mira adelante, al futuro de una nueva creación. Mientras que el
judeo-cristiano en la configuración del cristianismo31. El levanta- sábado de Israel hace participar en el descanso de Dios, la cristiana
miento de Bar Kochba (132-135 d.C.), la destrucción de Jerusalén por fiesta de la resurrección da participación en la fuerza de la nueva
el emperador Adriano, y la prohibición emitida por éste respecto a la
creación del mundo. Si el sábado de Israel es principalmente un día de
obediencia a leyes judías en el imperio romano fueron los aconteci-
mientos que influyeron de manera definitiva en tal separación y 32. Citado en alemán según W. Rordorf, o. c. 160. El Edicto sigue diciendo: «Los
distanciamiento. En ese momento, la celebración cristiana del domin- campesinos ciertamente deberán estar libres y no impedidos en el cultivo de los campos
go se convirtió en signo distintivo de los cristianos y, al mismo con el fin de no desaprovechar el momento propicio concedido por la providencia, pues
tiempo, en su señal de diferenciación respecto de los judíos. Con ello sucede a menudo que no se encuentra un dia apropiado para sembrar o para plantar
evitaban caer bajo el fiscus judaicus y escapaban a la represión nuevas cepas». La idea de sustituir el sábado de Israel con el domingo cristiano es una
parte de la impronta quiliástica del Sacrum Imperium: se considera \&polita Moysi como
antijudía del Estado. En la comunidad cristiana de Roma se llegó prefiguración del reino de Cristo. El reino de Cristo no es la Iglesia, sino la organización
incluso a degradar el sábado convirtiéndolo en día de ayuno antiju- política cristiana, el imperio cristiano. Muestra esto la tipología sábado-domingo que
dío. En aquel momento comenzó a jugar un papel relevante la Eusebio de Cesárea expone en su «Comentario de los salmos» al hablar del Sal 91.
resurrección de Cristo en la independización cristiana del domingo, Traslada la legislación de Moisés al imperio cristiano. De manera semejante, se traslada-
ron las prescripciones del sacerdocio de Aarón al sacerdocio de la imperial iglesia
constantiniana. Como ponen de manifiesto las leyes de los emperadores cristianos
31. Detalladamente al respecto S. Bacchiocchi, Antijudaism and the Origin of Sun- Teodosio y Justiniano referidas a los judíos, este imperio cristiano no dejaba un espacio
dav, The Pontifical Gregorian University Press, Rom 1975. libre para un judaismo autónomo, ya fuera en Israel o en las sinagogas. Eso es el quiliasmo
cristiano.
306 El sábado: la fiesta de la creación El domingo, la fiesta del comienzo 30 7

recuerdo y de acción de gracias, la cristiana fiesta de la resurrección El día de descanso ecológico será un día sin polución ambiental, sin
es, sobre todo, un día del comienzo y de la esperanza. Fr. Rosenzweig circulación de coches, a fin de que también la naturaleza pueda
dice con cierta exageración: «El cristiano es el eterno principiante; la celebrar su sábado.
consumación no le importa. Si el principio es bueno todo está El cristianismo celebra las fiestas mesiánicas de la historia salvífi-
bien» 33 . Por algo la Iglesia considera la fiesta cristiana de la resurrec- ca de Cristo. N o conoce la fiesta de la creación. El judaismo celebra
ción como el «día primero» de la semana. Cada semana aparece en la las fiestas de su historia salvífica, pero celebra sobre todo el sábado de
visión de la nueva creación, y se carga de esperanza de la resurrección la creación. En esta crisis ecológica del mundo moderno, es necesario
y de vida eterna. Al fin de cuentas, el sábado de la creación fue para y oportuno que también el cristianismo recuerde el sábado de la
Dios el día séptimo, mas para el hombre, que había sido creado en el creación.
sexto, era el día primero que él vivía.
Si se nos permite repartir de esta manera los pesos del «consumar»
y del «comenzar» entre el «día séptimo» y el «día primero», entonces
el día de la consumación de la creación está abierto al día de la nueva
creación, y el día primero de la nueva creación presupone el día de la
consumación de la creación original. La denominación de «día octa-
vo», dada por la Iglesia primitiva al día de la fiesta cristiana de la
resurrección, refiere el domingo cristiano al sábado de Israel y reco-
mienda a Israel que dirija su mirada a aquel día de la nueva creación,
día cuya enumeración es sin duda imposible.
La separación entre cristianismo y judaismo, así como la consi-
guiente devaluación y eliminación del judeo-eristianismo, del que,
según los escritos del nuevo testamento, nació el cristianismo univer-
sal, convirtió el día de la fiesta cristiana de la resurrección en «domin-
go», y, con ello, lo paganizó considerablemente. Si se quiere eliminar
esa paganización, habrá que conectar de nuevo el cristiano «día del
Señor» con el sábado de Israel. Es una forma cristiana de encontrar la
santificación del sábado.
Para ello sería bueno dar con una praxis en la que la víspera del
domingo desembocara en el descanso sabático. Las veladas de ora-
ción que muchas comunidades celebran los sábados por la noche
encierran algo del descanso y de la dicha de los sábados de Israel: tras
el trabajo de la semana se descansa en la presencia de Dios. En esa
víspera se experimenta algo de la «consumación» divina de la crea-
ción. Así, la celebración cultual que tendrá lugar en la mañana del
domingo podrá inscribirse por completo en la libertad de la resurrec-
ción de Cristo para la nueva creación. Esa celebración será manantial
de aquella esperanza mesiánica que renueva la vida. El domingo
recobrará por completo su carácter de fiesta cristiana de la resurrec-
ción si se consigue celebrar la noche precendente un sábado cristiano.
Para que la nueva creación complete y no destruya la creación
original, el día de la nueva creación presupone también el «día de
descanso» ecológico de la creación primera.

33. Fr. Rosenzweig, o. c, 127.

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