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Institución: Escuela Secundaria N° 70 “Senderos” Profesora: Tropini, Anahí

Materia: Lengua y Literatura Año: 2023


Curso: Segundo

Consigna

1) Lea el texto titulado “El mito y la leyenda” como así también “Artemisa, Apolo y sus aventuras”.
2) a-Explique si “Artemisa, Apolo y sus aventuras” es un mito o una leyenda.
b-Justifique la afirmación realizada al resolver la consigna anterior.
3) ¿De quién era la patrona Artemisa? ¿Por qué?
4) ¿Por qué Artemisa renunció a tener vínculos amorosos?
5) Frente a Artemisa, en el mundo griego existía otra diosa Afrodita, la diosa del amor. Ella a diferencia de la primera
hacía de los vínculos amorosos lo más importante de su vida, se casó con Hefesto, pero tuvo muchas aventuras y
cometió numerosas infidelidades.
En la página dos hay una imagen de la antigua diosa griega del amor y otras de mujeres de la actualidad ¿con cuál de
las diosas – Artemisa o Afrodita- podrías asociar a cada mujer y por qué?

Artemisa, Apolo y sus aventuras

Leto, fue una joven diosa que se quedó embarazada de Zeus el dios griego de los dioses; producto de una de sus tantas
infidelidades. Hera, su celosa mujer, prohibió a Leto dar a luz en cualquier lugar en el que hubiera tierra firme. Leto se vio
obligada a vagar por el mundo en busca de un lugar en el que poder alumbrar. Finalmente, llegó a una isla flotante llamada Delos,
la brillante, que permitiría cumplir la condición impuesta por la mujer del gran dios. Allí Leto recobró su antigua forma y se
dispuso para tener a sus hijos.
Todos los dioses, salvo Hera, asistieron al parto, incluida la divinidad de los nacimientos, que no quería colaborar; pero que
finalmente aceptó a cambio de un collar de ámbar regalado por un grupo de dioses que la sobornaron. En esas circunstancias, Leto
dio a luz a dos gemelos, que luego se convertirían en importantes dioses olímpicos. Primero nació Artemisa, una niña blanca y de
cabello oscuro, que acabó ayudando al nacimiento de su hermano Apolo, quien vio la luz al día siguiente y era rubio como el
mismo sol. Por ende, Artemisa decidió despreciar todos los amores masculinos. En consecuencia, cuando a la edad de tres años su
madre la llevó al Olimpo para que conociera a Zeus y este le ofreció los dones que ella deseara, Artemisa le pidió libertad e
independencia, capacidad para elegir ella misma su destino, libertad para renunciar al amor de pareja y ser insensible a la sexualidad.
Le pidió, además, que la convirtiera en cazadora, para lo cual su padre la dotó con una túnica que solamente le llegaba a las rodillas y
una veintena de ninfas que se encargaban de una jauría de perros. Posteriormente, el dios Hefesto le fabricó en plata una lanza, un arco
e infinitas flechas. Como una vocación a la que se entregó apenas nacida y que cumplió a la perfección, Artemisa le solicitó también a
Zeus el don de asistir a las mujeres en sus partos. Así fue como se convirtió en la patrona de los partos, de las solteras y de la caza
dentro del mundo griego.
Como buena representante de la vida salvaje, Artemisa era caprichosa y bravía. Causaba la muerte a todo el que osaba
cortejarla u incluso mirarla con intención amorosa. Cuando los gigantes Oto y Efialto intentaron subir al monte Olimpo con la
intención de seducirla, ella les lanzó un ciervo para distraerlos. Entonces los gigantes se pelearon por el ciervo hasta matarse el uno al
otro. Así, con mucha inteligencia, los sacó de su camino.
Después, el príncipe Acteón tuvo una muerte más terrible. Un día, cazando por el bosque, sorprendió a la diosa desnuda mientras
se bañaba en un arroyo. Cometió la imprudencia de mirarla, lo que bastó para que Artemisa lo convirtiera en un ciervo y terminó
devorado por sus propios perros de caza.
Tampoco Búfago, el hijo del titán Jápeto, escapó de la ira de la diosa. Vio a Artemisa y la persiguió por el monte Foloe. Al
adivinar sus pensamientos, la diosa lo atacó con una flecha y murió.
En cambio, con Sipretes, que también la observó mientras se bañaba, tuvo más compasión ya que lo convirtió en mujer.
Fueron muchos los hombres y dioses que quisieron tener a Artemisa como mujer, pero ella no le concedió este deseo
a ninguno. A varios acabó por atacarlos personalmente con sus flechas o con la ayuda de los animales.

Artemisa y sus perros

La muerte de Acteón

1
Leto y sus dos hijos: Apolo y Artemisa

Afrodita la diosa que los griegos creían que


había nacido de la espuma del mar
Romina Malaspina Carola Lorenzini

Wanda Nara

Cecilia Grierson Rosario Vera Peñaloza

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