COMPARACIÓN DESCARTES-NIETZSCHE

1. Ámbito ontológico
Para Descartes la realidad está compuesta de tres substancias de naturaleza diferente.
Dios (substancia infinita), yo (substancia pensante) y mundo (substancia extensa).
Dios aparece como la substancia más importante y el creador de todas las demás
substancias del mundo.
Nietzsche, por su parte, considera que el concepto de substancia como algo fijo y estable
es un intento vano para describir el ser, que está en continuo cambio y movimiento y
no puede ser atrapado en un concepto. Nietzsche, asimismo, niega la existencia de Dios
–es un invento de la metafísica tradicional- y de un más allá ultraterreno. La única vida
es la vida terrenal, cuyo existencia y sentido no depende de ninguna entidad divina.

2. Ámbito epistemológico
Descartes entiende que la filosofía ha de ser un saber universal y verdadero, por lo que
crea un método de conocimiento para llegar a la verdad. Para alcanzar la verdad no
nos podemos fiar del conocimiento sensible, ya que los sentidos nos pueden engañar. El
verdadero conocimiento sólo se puede elaborar por intuición a partir de las ideas
innatas de la mente. Esta ideas son intuidas y establecen unos primeros principios -o
axiomas- a partir de los cuales, y por deducción, se construye el edificio del saber.
En la concepción de Nietzsche no existe la verdad tal como la entiende el
racionalismo. La verdad como evidencia alcanzada a partir de la aplicación de un método
y tomando como punto de partida las ideas innatas es una ilusión. Para Niezsche, el
conocimiento es algo mucho más amplio que contempla, además de la razón, los
instintos vitales y los sentidos como fuente de conocimiento. La realidad no se puede
describir ni conocer a partir de un lenguaje conceptual. Todo lenguaje sobre la realidad
es una interpretación, y el mejor lenguaje para realizar interpretaciones es el lenguaje
metafórico, abierto siempre a la libre interpretación.

3. Ámbito antropológico
La antropología cartesiana es dualista: el hombre está compuesto de dos substancias:
la substancia pensante (yo, alma) y la substancia extensa (el cuerpo), conectadas
ambas por la glándula pineal.
Nietzsche propone un monismo antropológico. No hay división en el hombre entre alma
y cuerpo, sino que somos una substancia única. Por otra parte el hombre, antes que
definirse como un ser pensante o racional (racionalismo de Descartes) cuya meta es el
conocimiento verdadero del mundo, es más bien un ser instintivo (vitalismo de
Nietzsche) que usa fundamentalmente la guía de los instintos para vencer las dificultades
que opone el mundo, incrementar su sentimiento de fuerza y autosuperarse.