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Infección puerperal

Se define como el desarrollo de una infección en el tracto genital que ocurre después del parto y
cuya causa está estrechamente relacionada con el mismo o con las modificaciones, que a nivel
genital, origina el propio parto.

Se sospecha que la paciente tiene infección puerperal si su temperatura alcanza 38 ºC o más


durante dos días sucesivos tras las primeras 24 horas posparto, y siempre que no haya otras
causas aparentes. Las infecciones posparto suelen afectar al aparato genital, y aparecen sobre
todo en el útero y la vagina, aunque también pueden producirse infecciones vesicales y renales,
mastitis, etcétera. Los síntomas más habituales son, además de la fiebre, sensibilidad del útero,
palidez, cefalea, escalofríos, taquicardia, loquios malolientes y malestar general.
Complicaciones de la infección puerperal entre las más comunes están:

 Endometritis: o inflamación del endometrio (membrana mucosa que cubre el interior del
útero), es más frecuente en las mujeres a las que se les ha practicado una cesárea. La
paciente tiene el útero dolorido e hinchado, fiebre, fatiga y taquicardia.

 Pielonefritis: Se produce como consecuencia de una infección renal. Se presenta con


malestar general, fiebre alta, dolor lumbar (en uno o ambos riñones) y, en ocasiones,
micción dolorosa.

 Cistitis: Infección e inflamación de la vejiga a causa de bacterias, principalmente la


Escherichia coli. Sus síntomas habituales incluyen necesidad frecuente de orinar, asociada
a sensación de quemazón, y expulsión de pequeñas cantidades de orina en cada micción.
 Mastitis: Es una infección de las mamas que suele aparecer dos o tres semanas después
del parto, aunque también puede presentarse durante la primera semana. Se manifiesta
con hinchazón, dolor y enrojecimiento del pecho, fiebre y malestar. Se trata generalmente
con antibióticos y no es necesario suspender la lactancia, ya que la succión del bebé
resulta más eficaz y menos dolorosa para vaciar los senos que un sacaleches.

 Tromboflebitis séptica:
Es también una complicación de la infección puerperal que cursa con la trombosis de
causa séptica de los vasos pélvicos que puede extenderse a las extremidades inferiores y
es una situación de extremada gravedad.

Es la inflamación de una vena a consecuencia de una trombosis (afección en la que se


forma un coágulo en el interior de una vena, bloqueando el flujo sanguíneo). Existe un
riesgo elevado de trombosis tras el parto, debido a que durante el mismo la coagulación
de la sangre es superior a lo normal para evitar el exceso de hemorragia. Puede tratarse
de una tromboflebitis superficial (que afecta a venas superficiales), o de una trombosis
venosa profunda (del sistema venoso profundo, desde los pies hasta la región
ileofemoral). Cursa con aumento de la temperatura, hinchazón y dolor en la zona afectada
y, en ocasiones, enrojecimiento.
 Infección de heridas quirúrgicas: En ocasiones se infectan las zonas donde se han
practicado incisiones quirúrgicas, como el perineo (episiotomía) y el abdomen (cesárea).
En caso de infección aparecen dolor, enrojecimiento y secreciones de pus y otros fluidos
en torno a la herida, edema y equimosis.
 Sepsis Se produce por el paso de gérmenes del foco infeccioso a la circulación
sanguínea.

 Salpingooforitis Es la infección de las trompas de Falopio y de los ovarios que se


produce después del parto; suele ocurrir a partir de una endometritis.

 Parametritis Es la infección e inflamación del tejido conjuntivo parametrial que


tiene lugar por contigüidad o vía linfática a partir de una endometritis en el
posparto.

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