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Esta teoría explica 

 sobre el origen  del universo, pues se basa en las Sagradas Escrituras


(BIBLIA), por un Dios supremo todopoderoso e inteligente. Las formas de creacionismo
nombradas anteriormente son consideradas formas de “creacionismos anti-evolución”

es una doctrina religiosa según la cual el universo ha sido creado a partir de


un acto de voluntad consciente y concreto de la divinidad. Esta creencia
puede ser sostenida en diferentes religiones.
En el mundo occidental, el creacionismo tiene sus fundamentos en los relatos de
la creación contenidos en el libro de Génesis, según el cual Dios habría creado el
mundo en seis días.

Origen del término

Durante la Edad Media, y hasta la actualidad, el término «creacionismo» ha servido en Teología


para designar una de dos interpretaciones alternativas para el origen del alma personal, que cada
alma es objeto de un acto especial de creación por el dios

Creacionismo clásico
El creacionismo clásico niega las teorías sobre el origen común de las especies
(teoría de la evolución), así como la edad geológica de la Tierra (historia
geológica), el origen del universo y la conformación del sistema solar. Por tanto,
no acepta ninguna de las pruebas científicas acumuladas en la historia. De este se
derivan diferentes tendencias del creacionismo: creacionismo de la Tierra joven,
creacionismo científico y teoría del diseño inteligente.

Creacionismo clásico

Los creacionistas clásicos niegan la teoría de la evolución biológica y, especialmente, lo que se


refiere a la evolución humana, además de las explicaciones científicas sobre el origen de la vida.
Por esto rechazan todas las pruebas científicas (fósiles, geológicas, genéticas, etc

Creacionismo de la Tierra joven


Hace énfasis en la idea de que la tierra ha sido creada en el lapso establecido en
el libro del Génesis, que corresponde a un proceso no mayor a 10 mil años.

Creacionismo científico
Este tipo de creacionismo busca bases científicas para comprobar la veracidad de
los relatos bíblicos sobre la creación. Así, indaga y utiliza recursos de la ciencia
para validar ideas preconcebidas, lo que obliga a descartar toda evidencia
contraria. Sus esfuerzos son considerados por el gremio de la ciencia como
pseudocientíficos.

Teoría del diseño inteligente


El diseño inteligente es una contrapropuesta frente a la teoría de la evolución de
las especies. Para sus formuladores, Dios articuló desde un principio un diseño
inteligente, lo que niega la adaptación de las especies así como la selección
natural.
Creacionismo que niega la evolución y extinción: sostiene que el dios Yahvé no crearía grupos de
seres que necesitaran cambios o adaptaciones para lograr la supervivencia de sus descendientes,
ni permitiría que seres creados por Yahvé se extinguieran. Este creacionismo cree que todos los
grupos animales fueron salvados en el Arca de Noé. Para explicar los fósiles que descartan sus
creencias, un subgrupo cree que estos fósiles son falsos, mientras otro subgrupo cree que todos
los animales o algún espécimen de cada grupo animal que se creen extintos, realmente no lo están
y vivirían en lugares aislados o desconocidos, realizando algunos grupos incluso expediciones para
encontrarlos.525354

Creacionismo creyente en la extinción divina: cree sólo en el proceso de extinción y no en la


evolución, pero la extinción se produciría sólo por una intervención y voluntad divina. Dentro de
esta categoría resaltan los grupos que creen que los dinosaurios y otros animales extintos
antiguos, se extinguieron durante el diluvio universal. Así, estos grupos creen que los fósiles serían
sólo evidencia de un suceso catastrófico de inundación producido por el diluvio descrito en la
Biblia, y rechazan las explicaciones científicas de estos fósiles.

Teoría de la evolución teísta


Existe un tipo de creacionismo que propone formulaciones más flexibles,
caracterizadas por conciliar el principio de creación divina con las teorías
científicas de la evolución y la biología.

Para estas corrientes, la teoría de la evolución es aceptada, ya que no niega la


participación divina en la creación. Quienes siguen esta tendencia, no creen en los
sucesos relatados en el Génesis más que como símbolos, pero sí aceptan su
principio fundacional: Dios es el autor de la vida.
Sus representantes suelen recibir el nombre de creacionistas evolutivos o

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