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de lnvestigaciones Jurídicas de la UNAM


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TIEMPO Y PODER: LA ANTROPOLOGÍA DEL TIEMP0 1

Gabriela Vargas Cetina*

!NTRODUCCIÓN saxofonista Fred Madison está en su casa,


y alguien, cuya vozes la misma que la suya,
n la película Lost Highway, e! direc-

E
le susurra por el intercomunicador "Dick
tor David Lynch ( 1996) crea un uni- Laurent ha muerto." En el fílm, Fred, su
verso mi~terioso y alucinante por .:sposa Renee y Pete Dayton, un joven me-
media de la manipulación de nuestro senti- cânico que se enamora de Alice Wakefield,
do dei tiempo. EI film empieza cuando el quien es en realidad Renee después de que
Fred la ha asesinado, interactúan con per-
sonas que son parte de varias historias dife-
• Facultad de Cienc ias Antropológicas, Universi<lad
rentes, pertenecientes a distintos hilos
Autónoma de Yucatán.
temporales. David Lynch (en Lynch y
1
Quiero agradecer a Igor Ayora Diaz por las repeti-
das lecturas críticas y e! apoyo constante, a Silvia Gómez Gifford, 1995) descríbe la película como
Tagle por la invitación a escribir; a José Fuentes Gómez "Un film noir de horror dei siglo veintiuno.
por habermc estimulado a reconsiderar mis materiales de Una investigación gráfica de crísis de iden-
investígación desde la ret1exión en tomo ai tiempo; a Fran- tidad paralelas. Un lugar en el que el tiem-
cisco Fernández por haber puesto a mi disposición su
bib 1ioteca partic ular; a Ashanti Rosado Novelo por el apo-
yo técnico y las preguntas puntuales, y a dos lectoras o Los errnres de omisión. interpretación o de cualqwer
lectores anónimos que me ayudaron a mcjorar el texto. otro tipo, sin embargo. son de mi sola responsabilidad.
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po se ha salido peligrosamente de control. fia nos ha mostrado múltiples formas en las


Un viaje aterrador por la carretera perdida". que el tiempo puede ser vivido y entendido,
En efecto, el film provoca en la o el espec- o incluso ignorado por muchos grupos, las
tador un sentimiento de desorientación y nociones ternporales que son intrínsecas a
perplej idad por medi o de la dislocación de las culturas de las que las y los antropólo-
nuestra experiencia dei tiempo, hacia un gos provienen nos han llevado a describir
desdoblamiento de tiempos paralelos que las nociones alternativas a las nuestras como
confluyen de maneras inesperadas y sobre- 'falsas' o 'no acordes con la realidad'. Nues-
cogedoras. tras propias convicciones permean nuestras
EI tiempo es parte de nuestra experien- descripciones y juicios. E! limite epistemo-
cia cotidiana en formas y sentidos que se lógico que esto representa no debe de ser
nos aparecen como 'naturales', pero que son subestimado: la naturalización de nuestra
profundamente culturales. El universo de forma de entender el mundo, que en e! es-
tiempos paralelos que Lynch crea en esa .tudio cultural dei tiempo es evidente, se
película, resulta perfectamente comprensi- extiende a oiros aspectos de la etnografia y
ble en culturas en las que no existe la visión de la antropologia en general. Generalmen-
del tiempo como necesariamente lineal y te asumimos que partimos de la verdad últi-
progresivo. Vivimos con la convicción de ma con respecto la naturaleza del tiempo, a
que nadie puede estar simultáneamente en pesar de nuestras experiencias cotidianas de
dos o más lugares, y de que las cosas co- éste como fragmentario y múltiple, y siem-
mienzan en algún lugar y luego terminan pre ligado a contextos específicos (ver
en un punto diferente (en el futuro). Estas Harvey, 1989). Como Asad (1973), Mah-
convicciones, sin embargo, se basan en la mood (1996), Mignolo (2000) y Sai d ( 1978,
lógica aristotélica que subyace histórica- 1989) han seftalado, esta forma de descri-
mente al pensamiento europeo, pero en otras bir "el tiempo de los oiros" es en sí misma
sociedades existen otras formas de pensar una puesta en escena dei poder que "la
en la presencia, la ausencia, la causalidad y ciencia", en este caso la antropología, se
la temporalidad. Las y los seres humanos adjudica sobre otras formas de conoci-
producimos e! tiempo, aunque en la mayor miento.
parte de los casos, y en la mayor parte de La segunda razón, quizá más importante
las sociedades, pensamos que e! tiempo es en términos estrictamente prácticos, para
algo que está fuera de nosotros, escapando enfocamos en el estudio transcultural y la
a nuestro control. Nuestra comprensión dei teorización sobre el tiempo, es el uso que
tiempo es, más aún, inmanente a nuestra las nociones temporales tienen para justifi-
forma de cimentar culturalmente nuestro car las relaciones de poder existentes. La
entendimiento de lo que es la sociedad y reflexión sobre nuestras concepciones del
las estructuras de poder que nos rodean. tiempo muestra el lugar que éstas juegan
La antropologia de la temporalidad re- dentro de las relaciones interpersonales, las
clama nuestra atención por ai menos dos relaciones entre grupos sociales y las rela-
razones importantes. La primera es que su ciones entre naciones y grupos de naciones.
estudio muestra los límites dei pensamien- En resumen, nuestras concepciones dei
to antropológico mismo. Si bien la etnogra- tiempo apoyan y justifican las relaciones de
Tiempo y poder: la antropología dei tie1npo 43

poder. Como veremos más adelante. la re- que tienen lugar en la vida cotidiana
tórica de la temporalidad es una de las for- ( Foucault 1970, 2001 ). EI poder/conoci-
mas por medio de las cuales el Estado y las miento, en cualquier sociedad, es resultado
élites, en general, buscan naturalizar ante de poderosos 'aparatos' institucionales, in-
nuestros ojos las relaciones de desigualdad cluyendo la escuela, las cárceles, e\ ejérci-
que subyacen a la vida cotidiana. to, la familia, la disciplina y la etiqueta, y
Este trabajo comienza con un resumen se expresa de mil maneras, incluso, como
de algunas perspectivas antropológicas clá- discuto aquí, en nuestras nociones y des-
sicas sobre el tiempo. En una segunda sec- cripciones disciplinarias de la temporalidad.
ción abordo la controversia sobre el tiempo
en Bali; en una tercen presento la literatu-
ra contemporânea sobre tiempo, poder y la TIEMPO COTIDIANO Y TIEMPO
política de la temporalízación. Tennino es- ESTRUCTURAL
bozando algunos temas que pienso serán
cada vez más relevantes en antropología, Durkheim ( 1995) propuso que el tiempo es
debido a nuestras nuevas percepciones re- el resultado de acuerdos sociales y de rit-
lacionadas con la multiconectividad, la com- mos ceremoniales. En los únicos tres párra-
pres ión espacio-temporal y las nuevas fos dedicados a describir la naturaleza social
formas de relacionamos con el mundo. 2 dei tiempo (uno de los cuales es una nota a
Como seguramente ya ha sido posible pie de página) Durkheim estableció toda una
vislumbrar e11 la exposición precedente, agenda para la etnografia de las nociones
entiendo aqui el poder en el sentido temporales, cuya influencia todavía se deja
foucaultiano de poder/ conocimiento, que sentir en los trabajos contemporáneos so-
es intersticial y total, y se manifiesta en for- bre el tema (Gell, 1992; Greenhouse, 1996 ).
mas de conocimiento y de discurso, en las Durkheim proponía que la noción dei tiem-
relaciones de las instituciones con los indi- po está asociada a las unidades en las que
viduas y en las relaciones interpersonales éste es medido, y que la distinción entre
'"presente" y ··pasado" no es suficiente para
hacer necesaria la conceptualización dei
' Es importante hacer notar que en la antropologia
contemporánca las discusiones sobre e[ tiempo se alimen-
tiempo. Durkheim describe asi los atribu-
tan de múltiples discursos de otras disciplinas. Por razo- tos de "la noción o categoría de tiempo":
nes de espacio no cs posible desarrollar aquí el impacto
que los trabajos de. por ejemplo, Bakhtin ( 1981 [ 1975]), No consiste ésta en una rememorac.:ión, par-
Elias ( 1989 [1984]), Foucault ( 1970 [1969]), Frank cial o íntegra de nuestra vida pasada. Es un
{196 7, 1969, 1970, 1978), Harvey ( 1989), Lyotard ( 1984
11979]). Marx (2001 [1848]. 1993 [1857-1858]), Marx
marco abstracto e impersonal que envuelve
y Engels ( 1976 ( 1845]), Ricoeur ( 1995 [ 1985]), no sólo nuestra existencia individual, sino la
Wallerstein ( 1979 [ 1974], 1984 [ 1980]. 1998 [ 1989]) han de la humanidad. Es como un cuadro ilimita-
tenido en la antropologia. Tampoco puedo abordar los do en el que se despliega bajo los ojos dei
importantes trabajos sobre e[ área mesoamericana de
espíritu toda duración y donde puedcn ser
Bonfil Batalla ( 1990 [ 1987]), Broda y Baez eds. (2002),
Jwaniszewski y Aroda eds. ( 199 ! ) y León-Portilla ( 1968)
situados todos los acontecimientos posibles
en los que las nociones temporales han sido conceptos en relación a puntos de referencia fijos y de-
claves. terminados. No es mi tiempo e! que está así
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organizado; es el tiempo tal como es pensa- tor. A continuación, siguiendo en parte la


do de manera objetiva para todos los hom- secuencia de presentación de materiales en
bres de una misma civilización. Esta, por sí Gel! (1992), veremos algunos de los ejem-
solo, ya basta para intuir que una organiza- plos más sobresalientes.
ción tal ha de ser colectiva. Y, en efecto, la
observación establece que estas puntos de Edward Evans-Pritchard. Quizá uno de los
referencia indispensables en base a los cua- trabajos más clásicos en antropologia, que
les son clasi:ficadas en el tiempo todas las dedica un apartado a la concepción local dei
cosas son tomados de la vida social. Las di- tiempo, es Los Nuer, de E. Evans-Pritchard
visiones en días, semanas, meses, ai'íos, etc., (1978), quien propuso que entre los Nuer
corresponden a la periodicidad de los ritos, de Sudán e! tiempo era de dos tipos. Por un
fiestas y ceremonias públicas. [ ... ] Un calen- lado, las y los Nuer veian e! tiempo con re-
dario da cuenta dei íitmo de la actividad co- lación a sus actividades cotidianas y a la
lectiva ai mismo tiempo que tiene por función distribución de éstas dentro de ciclos anua-
asegurar su regularidad. [... ] (1995: 9) les. A esta forma de entender e! tiempo la
denominá "tiempo ecológico". E! día se dis-
El tiempo, apuntaba, es una institución tribuía de acuerdo a las actividades que te-
social que hace posible e] colocar la expe- nían lugar en él, y el afio Nuer (ruon) se
riencia individual dentro de las experiencias componia de dos estaciones. Cada una de
comunes ai grupo. estas estaciones cubría en gran parte, aun-
Los tres párrafos de Durkheim sobre el que no totalmente, los periodos de lluvias
tiempo han inspirado lo que aqui podemos (tot), que los Nuer pasaban en camparnenos
!lamar e! debate clásico sobre la antropolo- de pastoreo, y sequía (mai), que pasaban en
gia dei tiempo, que va de los trabajos de la aldea. Para las y los Nuer, por tanto, e!
Evans-Pritchard a la crítica que Bloch afio consistia en un periodo de residencia
(1977) hizo dei artículo de Clifford Geerz en la aldea (cieng) y un periodo transcurri-
sobre e! tiempo en Bali (Geertz, 1995). En do en campamentos (wec) (ibid.: 95-96).
ellos Durkheim ha subrayado los aspectos En términos de calendario, e! afio Nuer
principales desde los cuales se enmarcan las se dividia en 12 meses, relacionados con los
discusiones antropológicas sobre el tiempo: ciclos lunares, pero eran las actividades las
e! tiempo como experiencia, el tiempo como que determinaban cuándo cambiaban los
conjunto de unidades de medición, y e! tiem- meses, y no una sucesión fija de meses la
po como institución social. que determinaba e! cambio de las activida-
Como veremos, se ha consolidado la vi- des. En general, las y los Nuer no usaban
sión de que existen ai menos dos tipos de los nombres de los meses para referirse a
tiempo: uno que aparece como repetitivo y eventos particulares, sino que usaban como
se relaciona con la vida cotidiana, y otro punto de referencia las actividades que es-
que tiene que ver con la sucesión de las ge- taban teniendo lugar cuando algo sucedió.
neraciones. Ambas formas de percibir e! La Luna, a través de la correspondencia
tiempo pueden ser más o menos estáticas, o aproximada de sus ciclos con los meses
más o menos dinámicas, según el grupo en Nuer, era el astro de más relevancia, ai me-
cuestión y la mirada teórica de la o dei au- nos enforma nominal. Evans-Pritchard con-
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cluía con respecto ai tiempo ecológico menos el dei último en morir, se olvidaban
(ibid.: 104), que éste era un conjunto de luego. Por tanto, la memoria histórica abar-
conceptualizaciones de cambias naturales, caba alrededor de 70 afios en total (ibid:
en los que los puntos de referencia estaban 105-108).
determinados por su correspondencia con La otra dimensión dei tiempo estructural
actividades humanas. estaba dada por la cercania o distancia de
La otra forma importante de pensar el ancestros comunes en la línea de sucesión
tiempo entre las y los N uer era por medi o agnática. Se reconocían cuatro generacio-
de lo que Evans-Pritchard llamó "el tiempo nes en el sistema de parontesco (abuelo,
estructural". Este tipo de reconocimiento dei padre, hijo y nieto ), que proporcionaban
tiempo sería un equivalente aproximado a pontos de referencia con respecto a la dis-
nuestra noción de tiempo histórico: el tiem- tancia temporal. Así, una persona estaba
po en el que algo sucedió en el pasado. Sin temporalmente más cercana a otra si com-
embargo, esta forma de ver el tiempo entre partia el mismo padre que si compartia e!
la población Nuer se relacionaba directa- mismo abuelo (ibid.: 106). Lo mismo reza-
mente con el sistema de las relaciones so- ba para las relaciones espaciales: se estaba
ciales existentes. Evans- Pritchard proponia más cerca de los campamentos de los pa-
que entre los Nuer el tiempo histórico tenía rientes más cercanos, aunque estuvieran a
"este sentido de una secuencia de eventos una distancia en kilómetros mucho mayor,
extraordinarios significativos para una tri- que de los campamentos de quienes no eran
bu" (ibid.: 105); iba más aliá que el tiempo parientes pero pertenecian a la misma tri-
histórico de cada uno de los grupos que bu; y aunque estuvieran junto a un campa-
constituían la tribo, pero abarcaba cuando mento Dinka, se consideraba que los dos
mucho cincuenta aiíos. La otra forma de campamentos estaban muy lejos entre sí.
establecer cuando algo sucedió era por me- Maurice Bloch (1977) y Alfred Gel!
dio de su relación con e! sistema de grupos (1992) ven en esta descripción una confir-
de edad, de tal forma que la colocación de mación de que el tiempo puede ser descrito
los eventos, en algo semejante a lo que no- como algo que existe en la naturaleza, que
sotros consideramos el tiempo como tal, era es identificado como cíclico y regular, y ai
más estructural, es decir, más relacionada que se adaptan los grupos humanos. Green-
con grupos y personas, que cronológica house ( 1996), en cambio, piensa que esta
(idem). Así, e! tiempo se reconocia por blo- conceptualización dei "tiempo estructural"
gues cuyos limites estaban ligados a las ce- muestra precisamente que los eventos que
remonias de iniciación de los distintos nosotros consideramos temporales, en rnu-
grupos de edad. Esta iniciación tenia lugar chas sociedades no son vistos como tales.
más o menos cada diez anos, y cada grupo En este sentido, afirma, la antropologia con-
de edad tenía un nombre. De esta forma los tribuye a desestimar el valor de las formas
eventos podían ser recordados como "'antes Jocales de entender y vivir el tiempo y, ai
dei nacimiento dei grupo x" o "después de mismo tiempo, naturaliza en la conciencia
la iniciación dei grupo y" (ver idem). En de la sociedad dominante tanto la concep-
cada momento habia seis grupos de edad ción noratlántica del tiempo como la supe-
envida (idem) y los nombres de los grupos, rioridad de la propia civilización sobre la
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de grupos que aparecen como ubicados en tan e] tiempo como una secuencia que re-
tàses evolutivas previas. toma, sustituyendo la idea de muerte por la
de Ia constante repetición (ibid.: 126). Ésta,
Edmund Leach. Este antropólogo también sin embargo, no debe de ser interpretada por
tuvo un gran interés en la noción y el estu- medio de la metáfora geométrica dei círculo.
dio dei tiempo. Leach (1963: 124) notaba Leach propuso que Ias metáforas utiliza-
que las expresicmes "el tiempo que el reloj das en las sociedades que él llama "primiti-
mide" "mucho tiempo", "poco tiempo", "'el vas", son mucho más cercanas a la vida
momento actual", "tiempo primaveral", ''ya cotidiana: el vómito, la oscilación de la lan-
llegó el tiempo de ... ", "En tiempos de la zadera en el tejido, Ia secuencia de activi-
Reina Victoria" y "En cualquier momento dades agrícolas o los rituales de intercambio
de la vida", nos muestran la multiplicidad (idem) son metáforas mucho más cercanas
de sentidos que damos a la noción de tiem- a la experiencia dei tiempo en estas socie-
po, y examinándolos de cerca veremos que dades. El tiempo es experimentado, enton-
tienen poco en común urros con otros. Leach ces, como "algo discontinuo, una repetición
se preguntaba (ibid.: 125) cómo llegamos a de una reversión repetida, una secuencia de
tener una categoria dei lenguaje como oscilaciones entre opuestos polares: noche
"tiernpo" y cuál es la relación entre ésta y y día, invierno y verano, sequía e inunda-
nuestra vida cotidiana: "imaginando que no ción, vejez y juventud, vida y muerte"
tuviéramos relojes ni astronomía científica, (idem). Por tanto, el tiempo no aparece
(,cómo pensaríamos entonces acerca dei como circular sino como pendular, y entre
tiempo? cOué cualidades obvias veríamos los polos de la variación existe un "algo"
que e! tiempo posee?" que oscila (ibid.: 126-127). Este "algo" ge-
Leach concluyó que nuestras nociones neralmente es algún tipo de "Yo" (idem).
dei tiempo se derivan de dos tipos de expe- El alma, por ejemplo, oscila entre la muerte
riencia: la primera es que ciertos fenóme- y la vida continuamente, según la mayor
nos de la naturaleza se repiten, y la segunda parte de las religiones y de los sistemas fi-
que el cambio es irreversible en nuestras losóficos antiguos. El tiempo entre los grie-
vidas; es decir, nada se repile (idem). Mien- gos antiguos, por ejemplo, era mucho más
tras las sociedades "sofisticadas", como la abstracto que lo es para quienes tenemos
Inglaterra de su tiempo, ponian e! acento relojes y cálculos astronómicos, mientras
en la segunda forma de experiencia dei tiem- que el alma era una cosa tangible que se
po, la religión pone e! acento en la noción encontraba en la médula espinal de los se-
dei tiempo como repetición. Esta segunda res vivos y se transformaba en una culebra
forma de vivir el tiempo es la que caracteri- en los muertos (ibid.: 127). Para los grie-
za a la gente común. Por tanto, si no fuera gos antiguos, el coito era Ia metáfora cen-
por la rc!igió11. en realidad nuestra forma tral para pensar en el tiempo, como un tipo
de conceptiializar el tiempo no podria ba- de muerte para el hombre. EI dar a luz, a su
sarse en estas dos nociones en forma simul- vez, era considerado como un tipo de muerte
tánea (idem). La religión y la psicologia para la mujer. Desde esta perspectiva, e!
humana, en general, repudian la idea de la hombre da parte de su vida ai aportar su
muerte, por lo que necesariamente presen- semen, y la mujer parte de la suya ai bebé
Tiempo y poder: la antropología dei tiempo 47

que nace (idem). Esta forma de entender la porque no nos gusta reconocer la
vida como un contraste de formas de tiem- inevitabilidad de la muerte y pref_, imos
po (tiempos inactivo y activo, bueno y maio, conceptual izarla como parte de la vida
hombre y mujer) podria ser expresada (idem). Por otra parte, el tiempo pasa a ve-
algebraicamente con un diagrama locidades diferentes según nuestra edad y
zigzagueante (ver diagrama 1). según los procesos naturales o culturales a
los que nos esternos refiriendo. Para las y
los niíios, por ejemplo, es más rápida la ci-
Diagrama 1. El tiempo pendular o
catrización de las heridas que para la gente
espásmico, de acuerdo con Leach
mayor. La vida de las plantas es más rápida
(1963) inmediatamente después de la germinación
que en la época de la cosecha (ibid.: 132-
AI 133).
No hay nada en la naturaleza que nos
indique que el tiempo es uno sólo y regular
(ibid.: 133). Una vez más, Leach establece
una relación analógica entre el tiernpo en
que se coloca cada sociedad y su manera de
entender el tiempo. Si bien el tiempo tiene
su raíz en la cultura, unas culturas son me-
nos sofisticadas para llevar el tiempo y ne-
A.2
cesitan dei esfuerzo civilizatorio de los
culturas más ''avanzadas".

Alfred Gel!. Gell ( 1992) considera que la


mayor parte de la antropologia que toma
como punto de partida la percepción
fenoménica dei tiempo está mal informada
y lleva los presupuestos de la fenomenologia
Leach termina diciendo que experimen- ai absurdo. Todas las formas de pensar y
tamos el tiempo en tres distintas maneras, vivir el tiempo se basan en una mis1na ca-
no siempre interrelacionadas: dena de procesos cognitivos. Gell identifi-
1. El tiempo como repetición que cam- ca dos maneras principales de pensar en el
bia, como oscilación (ibid.: 132); tiempo, que él llama, siguiendo las etique-
2. El tiempo como edad, como tas propuestas por el filósofo Richard Gale
entropía. Todas las cosas nacen, cre- (en ibid.: 151 ), "la serie A" y "la serie B'".
cen, envejecen y mueren (idem); Gell presenta así las características genera-
3. El tiempo como velocidad. La velo- les de ambas series (ibid.: 157):
cidada la que el tiempo pasa (idem). La primera se basa en la idea de que cada
acontecimiento es en algún momento parte
Las prirneras dos experiencias son muy dei futuro, luego se hace presente y más
distintas entre sí, pero las ponemos juntas adelante pasado. La segunda parte de la
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experiencia de los hechos como presentes les y los eventos no aparecen como fijados
o pasados. En la serie A el tiempo aparece en fechas, su posición aparece, como él
corno dinâmico y en la serie B aparece como mismo reconoce, más como una profesión
letra-dimensional y estático. En la serie A de fe en las categorias temporales europeas
la verdad se relaciona con el tiempo, mien- que como una descripción de lo que el tiem-
tras que en la serie B la verdad y el tiempo po es o puede ser en todas las culturas.
no tienen relación alguna. En la serie A se Vemos que la literatura antropológica se
reconoce que hay una diferencia ontológica ha preocupado no sólo por describir sino
entre futuro, presente y pasado, y en la se- también, y quizá sobre todo, explicar lo que
rie B el presente y el pasado no aparecen es el tiempo, dadas las múltiples concep-
como ontológicamente diferentes. En la se- ciones que de él existen en el mundo. Para
rie A, por tanto, la subjetividad humana hacer esta, ha naturalizado las percepcio-
puede reflejar objetivamente el pasaje dei nes noratlánticas de lo que el tiempo es, y
tiempo, mientras en la serie B el tiempo es- las metáforas geométricas con las que se le
capa completamente a las posibilidades de representa. Los conceptos usados para des-
entendimiento subjetivo humano. La serie cribir el tiempo entre los Nuer, las "socie-
A nos 1leva a la idea de transformación cons- dades primitivas" y en otras sociedades
tante (y por tanto dinámica); la serie B a la estudiadas por los antropólogos que hemos
idea de que el cambio es una relación entre visto hasta aquí, están imbuidos de esta per-
las cualidades inherentes de algo y el mo- cepción europea dei tiempo y, en estas ca-
mento en el que esas cualidades cambian (y sos, específicamente británica. De esta
por tanto el tiempo es una sucesión de esta- forma, el conocimiento de eventos que no
dos estáticos) (idem). siempre se ven como ligados ai tiempo, sino
Gell considera que los sucesos de cual- a, por ejemplo, relaciones personales que
quier tipo tienen una fecha intrínseca y que, pueden entenderse como una forma de re-
aunque en muchas culturas no existan ca- lación tanto con el presente como con el
lendarios ni relojes, los acontecimientos pasado (Bird-David 1994), o a concepcio-
suceden en momentos específicos, indepen- nes relacionadas con los cambias en la na-
dientemente de que las personas tengan los turaleza, que se piensa distribuyen las
métodos o el interés para determinar estas actividades de espíritus y personas (Ohnuki-
fechas. El tiempo sería una sucesión serial Tierney 1969), no han sido teorizados fue-
de fechas. Gell opina (ibid.: 160) que es ra de las concepciones noratlánticas dei
necesario distinguir entre los hechos tem- tiempo como lineal, progresivo, circular y
porales reales y los recursos cognitivos y ondulante. Bird-David (1994: 409) ha apun-
comunicativos humanos; el sustrato tempo- tado recientemente, con respecto a la
ral es, en efecto, de tipo serie B, pero tene- teorización sobre el pasado, que la antro-
mos que pensar necesariamente en términos pologia es como el adoquinero que vades-
de serie A. calzo, pues se ha dedicado más a debatir lo
Gell está consciente de que la mayor par- que el pasado realmente es, que a estudiar
te de la antropologia va a estar en desacuer- las concepciones sobre el pasado en sus pro-
do con su posición. Puesto que en muchas pios términos. En efecto, lo mismo ha su-
sociedades no existen conceptos tempora- cedido con el tiempo en general: para
Tien1po y poder: la antropología del tiempo 49

explicar las nociones temporales locales en un quinto término. Geertz explica que para
otras sociedades, la antropología dei tiem- un actor dado, "el cuadro general es de una
po ha naturalizado el tiempo noratlántico disposición, semejante a la masa de hojal-
justificando, de pasada, esta visión históri- dre, de parientes, en la cual cada hoja re-
camente singular pero fuertemente apoya- presenta una generación diferente" (ibid.:
da por siglos de colonialismo y poder 308) por lo que la hoja de ego está exacta-
económico y militar, de lo que es el tiempo. mente en medio dei pastel.
Este ejercicio dei poder autoria! dei antro- La visión balinesa sobre la cotempora-
pólogo como descalificativo de las percep- neidad parece ser más radical que la de los
ciones locales alternativas se hizo manifiesto Nuer, pues la generación que acaba de mo-
en la famosa controversia sobre el tiempo rir ya pasó a otro tipo de mundo y por tanto
en Bali, corno veremos a continuación. a un tipo de tiempo que tiene poco que ver
con el de los seres humanos. Geertz explica
que la identificación de las personas bali-
LA CONTROVERSIA SOBRE nesas tiene lugar por medio de un complejo
EL TIEMPO EN BALI de intersecciones, entre el lugar que cada
quien ocupa en su familia, en términos de
Clifford Geertz (1995) propuso que en Bali orden de nacimiento, el lugar que ocupan
los indivíduos no son vistos como perso- en la estructura social jerárquica, la ocupa-
nas, en el sentido que nosotros damos ai tér- ción y los tecnónimos, que generalmente se
mino, sino que son identificados con forman con el primer hijo como referencia
respecto a su lugar dentro de una escala de ('"el papá de Juan primogénito" o "la mamá
sucesión generacional que, sin embargo, no de Juan cuarto"). El efecto de esta desindi-
crea una distinción entre "grupos predece- vidualización de las personas, junto con la
sores", ''grupos contemporâneos" y "grupos forma de tratar a los muertos como extra-
sucesores". De acuerdo con Geertz, todas fi.os al mundo social contemporâneo es, se-
las personas son vistas como contemporá- gún Geertz (ibid.: 323), que tres de las
neas, y cuando mueren son olvidadas ;ápi- fuentes principales dei sentido dei tiempo
dam ente en términos sociales para se borran: la noción de que uno y sus seme-
convertirse en parte dei universo de los dio- jantes son perecederos, que las personas
ses, con sus nombres desapareciendo, en muertas son las que dan paso a las de per-
tanto que personas sociales, de la memoria sonas vivas, y el impacto que las acciones
colectiva de quienes quedan. El sistema de actuales pueden tener sobre quienes toda-
parentesco balinés es de tipo hawaiano o via no han nacido. Así, con la experiencia
generacional: todas las personas en la ge- cultural resultante de una pura simultanei-
neración anterior a ego se agrupan bajo un dad, generada por el encuentro con sólo
mismo término; las personas en la genera- contemporâneos, los balineses crean otra
ción anterior bajo un segundo término, y las paradoja: junto a su concepción desperso-
personas de la siguiente (de la generación nalizante de la personalidad, tienen una con-
de hijos de ego) bajo un tercero, las de la cepción destemporalizante dei tiempo.
generación de los nietos bajo un cuarto, y La gente de Bali usa dos calendarios prin-
las de la generación de los bisnietos bajo cipales para regir su vida personal y social,
50 Gabriela Vargas Cetina

en formas que también resultan en día determinado, sino un día que aparece
destemporalización, puesto que aunque és- como aleatorio ). Existe una gran cantidad
tos dividen el tiempo en unidades circuns- de templos en Bali, y en cada uno de ellos
critas, estas divisiones no les sirven para se celebra el día que los dioses bajan a él,
contar estas unidades o para totalizarias, de acuerdo con el calendario de permutación
sino para asignar y formular características (ibid.: 326). Este mismo calendario de
sociales, intelectuales y religiosas a las ac- permutación está relacionado con práctica-
tividades que se relacionan con ellas (idem). mente todos los aspectos de la vida cotidia-
Dos tipos de calendarios, explicaba, se em- na (ibid.: 327). Las combinaciones indican
plean en Bali: uno lunar-solar y otro de días buenos y días malos para realizar las
permutación. Este segundo tipo es e! más distintas actividades productivas, para ca-
importante y consta de diez ciclos diferen- sarse, para comenzar una guerra y para
tes de nombres de días: uno de diez, uno de muchas otras cosas relacionadas con la vida
nueve, uno de acho, uno de siete, uno de diaria. E! dia dei nacimiento de un indivi-
cinco, uno de cuatro, uno de tres, uno de duo no ayuda a saber su edad, sino más bien
dos y uno de solamente un día (ibid.: 324). a conocer cuáles son sus características per-
Cada ciclo tiene un nombre diferente, y en sonales. Las enfermedades se diagnostican
é! los días siguen un orden fijo. Entonces, y tratan, y las reuniones y consejos de al-
cada día tiene cuando menos diez nombres deas se fijan según este calendario de
distintos, aunque los ciclos de cinco, seis y permutación (idem). Existe además un ca-
siete días son los más importantes (idem). lendario lunar-solar que se usa hasta cierto
E! tiempo calculado de esta forma "es pun- punto para las actividades agrícolas y para
tual y no atiende a la duración" porque no la determinación de las fiestas, en templos
se usa para medir el transcurso dei tiempo que tienen una asociación simbólica con la
entre dos o más acontecimientos, sino que agricultura. Éste es considerado solamente
sirve para clasificar partículas ("días") que un complemento dei calendario de
no tienen relación alguna entre sí. Los ci- permutación (ibid.: 329). Geertz piensa que
clos y superciclos resultantes la gran atomización de los ciclos tempora-
les, aunada a la consideración de todas las
son intenninables, no están anelados en nada, personas como contemporâneas, embota la
son incontables y, como su orden interno no percepción dei tiempo como algo fugaz.
tiene ninguna significación, carecen de clí- Además, existe una gran teatralidad en to-
max. No acumulan, no construyen ni son con- das las formas de interacción personal. La
sumidos. No nos dicen qué hora es, sino nos vida cotidiana transcurre en medio de una
dicen qué clase de momento es (ibid.: 345). gran cortesía y estilización, sin nunca lle-
gar a un clímax personal ni colectivo (ibid.:
La gente de Bali, nos dice Geertz, divide 329-333). El tiempo y la sociedad, enton-
los días en "llenos" y '"vacíos", según si ces, aparecen como inmóviles.
ocurre en ellos algo importante o no. Un Este trabajo desencadenó un gran deba-
dia de cada siete es feriado, pero no existe te. En una conferencia en honor de
una regularidad en cuál debe de ser (por Malinowski, Maurice Bloch (1977) acusó
ejemplo, no es el séptimo dia después de un a Geertz de presentar un cuadro enganoso
Tiempo y poder: la antropología dei tiernpo 51

de la sociedad balinesa y sus nociones so- pos diferentes de comunicación que se dan
bre el tiempo. De acuerdo con Bloch, Geertz en distintos momentos (ibid.: 287). Bloch
proponía que todas las formas de percibir se lamentaba (ibid.: 290) de que muchos
el tiempo son no-duracionales, a pesar de antropólogos quedan fascinados con lo exó-
que la investigación sobre cognición había tico, resaltando prácticas que se ven como
demostrado que todas las lenguas se basan más alejadas de las nuestras, en vez de to-
en una lógica sintáctica que funciona de mar oiros aspectos de la visión de las per-
manera relativamente similar. Desde este sonas con las que trabajan, porque estas se
punto de vista, todos los seres humanos te- parccen más a las nuestras. "AI hacer esta",
nemos la misma base cognitiva fundamen- concluía, "a diferencia de Malinowski, han
tal, y por tanto no podemos pensar en el confundido los sistemas por medio de los
tiempo de maneras fundamentalmente di- cuales conocemos el mundo con los siste-
ferentes. Bloch decía, con respecto a la idea mas por medio de los cuales lo escondemos"
de Geertz dei "presente estático" (ibid.: 284) (idem).
que Geertz había admitido que algunos as- Esta reacción de Bloch provocó nuevos
pectos, como Sukamo y el nacionalismo, los estudios sobre el tiempo en Bali (Gel!, 1992:
partidos políticos, ciertos sistemas de salu- 69-77). Howe (1981, en Gel!, l 992) dice
dos y algunas nociones temporales a las que en Bali el calendario de permutación
nuestras no encajaban en este patrón de se usa para propósitos prácticos, además de
atemporalidad. Según Geertz estas nocio- propósitos rituales. Este autor piensa que la
nes eran secundarias, pero Bloch dudaba gente de Bali es perfectamente capaz de
que esto fuera cierto porque éstos no eran pensar en e! tiempo lineal y progresivo, y
fenómenos nuevos; para 1958, cuando de organizar su vida por medio de compli-
Geertz escribió sobre Bali, tanto los holan- cados cálculos para los que usan el calen-
deses como los japoneses ya habian estado dario de computación. Más aún, Ho'":e no
allá. ve una contradicción ni un conflicto entre
Todo esto llevó a Bloch a proponer que el tiempo cíclico y el tiempo duracional,
los balineses a veces tienen una co'1cepción puesto que ambos llegan a un mismo punto
no-duracional dei tiempo y a veces no. La de partida lógico; es decir, el tiempo cíclico
concepción no duracional de la que habla- sólo puede ocurrir dentro dei tiempo lineal.
ba Geertz se relacionaría con fechas y acti- Gel! (ibid.: 74-75) resefia sus conversa-
vidades rituales, mientras la concepción ciones con Ward Keeler, otro especialis-
duracional se relaciona con la viáa cotidia- ta sobre Bali. Según Gel! reporta, Keeler
na y la comunicación práctica (ibid.: 284- considera que en Bali la gente usa los va-
285). La concepción dei tiempo estático, rias calendarios de permutación para pro-
entonces, se relacionaría con la estructura pósitos prácticos y que algunas personas
social, mientras que la concepción dei tiem- más expertas combinan distintos calenda-
po como dinámico se relacionaría con las rios para hacer sus planes y cálculos. De
vidas de los individuas en esa sociedad acuerdo con Keeler, en Bali existen gran
(ibid.: 286-287). De esta manera, lo que ten- cantidad de calendarios impresos, incluyen-
dríamos en Bali sería la coexistencia de dos do varios calendarios rituales que Geertz no
sistemas cognitivos que organizan dos ti- menciona, que son usados tanto para pro-
52 Gabriela Vargas Cetina

pósitos rituales como para propósitos prác- dei tiempo, el lugar de proveniencia de los
ticos. Estas incluyen los calendarios islá- antropólogos en controversia como el repo-
mico, gregoriano y chino. Junto con los sitorio de la verdad sobre el tiempo y las
dernás en uso, estas calendarios sirven para posibles formas de vivirlo. Como veremos
planear actividades y orientar la memoria. a continuación, la teoria antropológica con-
Gell (ibid.: 75-77) cita también los estudios temporánea ha comenzado a deconstruir
de Davis (1976) y de Tannembaum (1988) esta visión analítica clásica como un ejerci-
sobre Tailandia, en donde también existe cio más dei poder retórico sobre el cono-
una gran profusión de calendarios simila- cimiento, y en particular sobre las
res a los calendarios balineses descritos por percepciones evolucionistas institucionali-
Geertz. Estas autores, nos dice Gell, mues- zadas sobre el tiempo.
tran que el uso de los calendarios de
permutación para fines adivinatorios, hace
más bien posible la explicación posfacto de TIEMPO Y PODER RETÓRICO
desgracias y mala suerte, más que su pre-
dicción. No resultan, por tanto, en un "pre- Vine Deloria ( 1983) escribe que un misio-
sente inmóvil" sino que explican los hechos nero europeo que llegó a América dei Nor-
que tuvieron lugar en un momento que ahora te hace varias siglas, encontrá ahí unas
ya pasó. personas que no conocían a Dios. Cornen-
Como vemos, el eje de la discusión no zó a pensar en cómo evangelizarias y, una
es exactamente el tiempo en Bali, sino la noche, cuando el grupo estaba sentado al-
posible diferencia o correspondencia de las rededor dei fuego, les contá la historia de
nociones temporales en Bali con las formas Adán y Eva para explicarles cómo comen-
noratlánticas de entender el tiempo. Más zó la humanidad. A los indígenas les pareció
aún, se espera, como apunta Bloch, que la una historia muy buena, y le agradecieron
colonización de Bali haya resultado en un que se las hubiera contado. Le dijeron que
reajuste de las nociones locales sobre el ahora entendían cómo el mundo fue creado
tiempo, para hacerlas más acordes a las de y que estaban muy contentas de que se los
los antropólogos que las han estudiado. hubiera hecho saber. En agradecimiento, le
Vemos aqui claramente que el tiempo en dijeron, ellos le contarían su propia historia
Bali es en realidad un tiempo "falso" desde sobre cómo comenzó la humanidad. El mi-
cualesquiera de los puntos de vista resefta- sionero se alarmá y les explicá que no era
dos. En vez de interesarse por cuál sería el posible, si habían creído en lo que les había
lugar de los calendarios en la vida cotidia- contado, que el mundo hubiera sido creado
na de la sociedad balinesa, y cómo la gente de otra forma: las dos historias no podían
se relacionaría con ellos en distintos ámbi- ser verdaderas al mismo tiempo. Si el mun-
tos, el interés antropológico se ha enfocado do había sido creado de una manera, no
en la caracterización de su uso en términos podía haber sido creado de otra. Un indíge-
de la correspondencia o discrepancia de lo na le dijo "Mira a tu alrededor, l ves la tie-
que esos mismos antropólogos piensan que rra que nos circunda? Es muy amplia. Aqui
es el tiempo. Fiel a su vocación colonialis- cabe tu historia sobre el comienzo de la
ta, la antropología ha tomado, en el análisis humanidad, y también cabe la nuestra. Hay

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Tiempo y poder: la antropología de! tiempo 53

espacio suficiente para todas las historias." neral, han ejercido sobre las demás socie-
De acuerdo con Deloria, la dominación que dades en los últimos siglas (ver Rabinow,
los europeos colonizadores buscaron ejer- 1989; Vargas Cetina, 1995). En la filosofia,
cer sobre los grupos de indígenas de Amé- la idea de que el tiempo tal como lo enten-
rica, tenía mucho que ver con la imposición demos es un artefacto cultural y sobre todo
de nuevas nociones dei tiempo que sustitu- el resultado de relaciones de poder, ha sido
yeran las formas de pensar indígenas que sugerida por Foucault (1970) y desarrolla-
estaban más asociadas con el espacio. Los da por Norbert Elias ( 1989). Carol Green-
supuestos defectos de razonamiento que house ( 1996) es quizá la exponente más
hacían pensar a los colonizadores europeos lúcida y rigurosa en la antropología contem-
que los grupos indígenas eran humanamen- poránea de la idea de que el tiempo no ne-
te inferiores habrían sido, en realidad, for- cesariamente tiene un carácter progresivo
mas alternativas de pensamiento en las que ni lineal, y de que el cómputo temporal, so-
el tiempo no ocupaba un lugar central, como bre todo en cuanto se transforma en cálcu-
ya era el caso en Europa en ese momento. los calendáricos, es un instrumento político
lExiste el tiempo fuera de nuestra per- dei Estado que se vincula directamente con
cepción y nosotros nos adaptamos a él, o es los conceptos existentes de justicia, ley y
algo que construimos enforma individual y capacidad de agencia (ver también Wagner,
grupal dentro de los parámetros de cada una 1981 y Werbner, 1998).
de nuestras sociedades? Dos posiciones Existe un acuerdo entre ambas posicio-
principales se perfilan en la antropologia nes de que el tiempo en las sociedades ac-
contemporánea con relación a este proble- tuales, como en muchas de las pasadas, es
ma: la primera es que el tiempo, en efecto, usado como instrumento fundamental en las
existe fuera de la conciencia individual y es relaciones de poder (Elias, 1989; Green-
de carácter lineal y dinámico. Esta visión house, 1996; Herzfeld, 1991; Rabinow,
propone que existen al menos dos formas 1989; Vargas Cetina, 1995; Vesperi, 1985).
subjetivas de experimentar el tiempo, una Dos de los antropólogos más influyentes que
cíclica y una lineal, pero la cíclica es en rea- han propuesto que los tiempos lineal y pro-
lidad, como ya hemos visto en las formula- gresivo está fundamentalmente cargados de
ciones de Howe (1981) y de Gell (1992), relaciones de dominación son Pierre
una subcategoria dei tiempo lineal (vertam- Bourdieu y Johannes Fabian. Alfred Gell,
bién Lasky, 2002). por su parte, sostiene la hipótesis de que la
La segunda posición sostiene que el tiem- existencia de un tiempo universal fuera de
po universal no existe, sino que cada socie- nuestras conciencias, aunque acepta la re-
dad se orienta en el mundo usando ideas y lación entre calendario y poder estatal. Carol
conceptos propio>, y resignificando los con- Greenhouse, en fin, propone que el tiempo,
ceptos que le llegan de otras fuentes y otros
1

en particular en sos iedades altamente cen-


grupos sociales. Desde esta perspectiva, el tralizadas, es un instrumento de poder que
tiempo lineal es un artefacto histórico-cul- las élites tratan de imponer a las clases su-
tural que se ha universalizado, sobre todo bordinadas, las cuales oponen a ese contrai
por las relaciones de dominación que Euro- diversos tipos de prácticas de resistencia.
pa, y ahora los países noratlánticos en ge-
54 Gabriela Vargas Cetina

Pierre Bourdieu. En Outline of a Theory of tán dadas por e] lugar que ocupan los indi-
Practice ( 1977) y en The Logic ofPractice viduas en relaciones de poder existentes.
(1990), Bourdieu propone que una de las Bourdieu muestra que la lógica dei rega-
razones por las cuales los modelos antro- lo, como la lógica de la venganza de san-
pológicos no pueden dar cuenta de las si- gre, no es como hasta entonces la habían
tuaciones específicas que representan, es descrito las y los antropólogos: a cada re-
porque en ellos el tiempo ha sido sustraído. galo le corresponde un contrarregalo, pero
EI esquema de una relación de parentesco, entre el regalo recibido y el regalo devuelto
de una cadena de regalos o de la represen- está el tiempo de la estrategia. Es este tiem-
tación dei ano como un conjunto de esta- po que está en medio de los dos eventos el
ciones ligadas a actividades en un círculo, que hace posible que cada uno de los rega-
hace ver a estas actividades como puntos los aparezca como un regalo original. Ade-
en una cadena reversible de acontecimien- más, la forma en la que los regalos se
tos y procesos, y las consecuencias de cada intercambian con contrarregalos tiene un
momento y cada acción aparecen como profundo significado y detennina posicio-
predecibles. En la vida cotidiana las cosas nes de poder entre quienes dan y reciben.
son muy diferentes. Los acontecimientos no EI dar un regalo idéntico ai recibido signi-
son reversibles ni predecibles. El que la ac- fica insultar a quien primem nos regalá,
ción se dirija hacia un punto particular tie- porque implica el rechazo dei regalo. EI dar
ne distintos significados y puede !levar a un regalo equivalente pero distinto signifi-
consecuencias que, desde el punto de vista ca aceptar el regalo y aceptar la relación
de quien actúa, son muy distintas. La como una de iguales. EI dar un regalo mu-
objetivización de las acciones y los pensa- cho más grande que el recibido, significa
mientos de las personas con las que traba- ponerse socialmente por encima de quien
jamos en el campo nos llevan a eliminar de primero nos regalá, y es una ofensa. Si se
los esquemas los elementos de incertidum- recibe un regalo que obviamente no puede
bre y nos crean una imagen engafíosa, pues ser correspondido en forma equitativa, pro-
no representan adecuadamente la vida so- veniente de alguien más rico que quien re-
cial. Así mismo, es dificil para la o el antro- cibe, lo más seguro es que no sea esperado
pólogo !legar a discernir la diferencia entre un regalo de vuelta. Dar de vuelta inmedia-
las normas teóricas y las prácticas sociales. tamente implica rechazar el regalo, mien-
Unas y otras coexisten, pero raramente se tras dejar que transcurra un cierto tiempo
traducen las unas en las otras sin proble- (socialmente establecido) y luego dar un
mas. La puesta en práctica de la nonna, ade- regalo equivalente es aceptar la relación y
más, puede !levar a distintos desenlaces, corresponder en buena fe. La estrategia im-
según la estrategia de quien actúa. La estra- plicada en la lógica dei regalo !lega a sus
tegia es, según Bourdieu, la fonna en la que últimas consecuencias en la lógica dç la
indivíduos en una sociedad manipulan los venganza de sangre. EI hecho de que las
tiempos, las fónnulas y las nonnas para al- venganzas de sangre continúen por varias
canzar su cometido, cualquiera que éste sea. generaciones entre los kabiles muestra que
Más aún, las posibilidades estratégicas es- la respuesta a un asesinato no es inmediata,
y que hay un tiempo de estrategia que siem-

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Ticmpo y poder: la antropología de! ticmpo 55

pre deja a la parte ofensora en la posibili- divide el afio y provee un punto de conti-
dad de pensar que la venganza ya no se rea- nuación entre las dos mitades (ver diagra-
lizará. ma 3).
La mediación entre la estructura social
como sistema de regias (incluyendo las re-
gias acerca dei regalo y la venganza, así Diagrama 2. Representación
como dei parentesco y de todas las demás convencionalizada del ciclo anual
dimensiones de la vida social) se da por en etnografia
media de lo que Bourdieu llama el habitus.
EI habitus es la encorporación de las regias
de la convivencia social, incluyendo las
posiciones que los individuas ocupan en la
escala social y en las estructuras de poder,
y hace posible que las y los individuas ac-
túen de acuerdo a libretos socíales pero de
fonna totalmente individual, siempre origi-
nal. De esta forma, cada quien "toca" su
propia melodia dentro de una estructura
general implícita, como músicos individua-
les que tocaran en una banda de jazz.
Bourdieu considera que debemos poner
más atención a lo que sucede en la práctica, Diagrama 3. Representación dei tiempo
incluyendo la estrategia y la improvisación. ondulante, siguiendo a Bourdieu
EI ciclo anual entre los Kabiles se relaciona (1977, 1990)
con ideas de "adentro", "afuera", "espacio
fen1enino", "espacio masculino", reproduc-
ción, vida y muerte. Sin embargo, represen-
tar todas estas ideas y actitudes en forma
circular puede dar una idea equivocada de
repetición cíclica y de la posible inversión
dei tiempo. EI tiempo no es repetible ni cí-
clico, sino más bien ondulante. Bourdieu
ilustra estas ideas remplazando el clásico
diagrama etnográfico dei ciclo anual como
un círculo divido en doce meses (o en las
partes reconocidas en cada sociedad como Johannes Fabian. A pesar de que la cultura
unidades dei calendario, ver diagrama 2) por noratlántica ve ai tiempo como uno solo y
diagramas que constan de dos semicírculos, lineal, la economia, como otras disciplinas
uno junto a otro, de tal forma que el afio sociales, incluyendo a mucha de la antro-
circular se desplaza hacia dos mitades, para pologia, desagrega el tiempo para vincular
sugerir la ondulación de los meses y las es- temporalidades diversas con distintas socie-
taciones a lo largo de una línea base que dades. Esta práctica de representación nos
56 Gabriela Vargas Cetina

lleva a considerar que múltiples temporali- natural y laico, sino también está espaciali-
dades coexisten. Es por esto que unas so- zado, puesto que diferentes regiones dei
ciedades pueden aparecen como el futuro mundo están en tiempos diferentes entre sí,
de otras, y otras ser vistas como el pasado de tal forma que unas están más o menos
común de las dernás. La secuencia neoevo- "adelantadas" o "atrasadas" con respecto a
lucionista de sociedades cazadoras-re- otras. Como resultado, la construcción
colectoras --> pastoriles --> horticultoras --> antropológica dei Otro, por media de ins-
agrícolas--> urbanas (caracterizadas por los trumentos temporales, ha implicado asumir
oficias) --> industriales--> post-industriales, la diferencia como una forma de distancia
todavía caracteriza a muchos manuales de (idem).
introducción a la antropología, que ordenan Esta conceptualización dei tiempo, como
de esta forma las diversas sociedades de un atributo natural espacializado, debe ser
"tecnológicamente más simples" a "tecno- vista como la razón epistemológica y no só lo
lógicamente más complejes". Esta clasifi- moral, por la cual la antropología se alió a
cación, en realidad, no hace más que la empresa colonial, y nació como una dis-
subrayar la terminología implícita de "más ciplina fundamentalmente colonialista tan-
primitivas"(= "más cercanas ai pasado") a to en la investigación como en la escritura
"más civilizadas"(= "más cercanas al futu- y la enseí'íanza. Fabian dice que en econo-
ro"). mía y antropología todas las sociedades vi-
Debemos a Johannes Fabian (1983) la vientes han sido puestas "en una cuesta
formulación de los conceptos, ahora comu- temporal, una corriente líquida de tiempo"
nes en la antropología interpretativa, de en las que unas quedan arriba y otras abajo:
alocronía y coevalidad para describir esta
relación de poder detrás de la representa- Civilización, evolución, desarrollo, acultura-
ción de distintas sociedades como puntos ción, modemización (y sus primos, industria-
espaciales de una escala temporal. Este au- lización, urbanización) son todos términos
tor no se preocupa por caracterizar lo que cuyo contenido conceptual se deriva, en for-
el tiempo pueda ser en las distintas culturas mas que pueden ser especificadas, dei tiem-
o en la experiencia humana en general, sino po evolutivo. Todas tienen una dimensión
por trazar la historia y los efectos políticos epistemológica aparte de cualquier intención
de nuestra comprensión cultural dei tiem- ética, o no ética, que puedan expresar. Un
po. Fue en el siglo x1x que la noción discurso que emplea términos como primiti-
judeocristiana dei tiempo lineal quedó fi- vo, salvaje (pero también tribal, tradicional,
nalmente establecida en su forma laica, a tercermundista, o cualquier eufemismo ac-
través de los trabajos de Charles Lyell tual) no piensa, u observa, o estudia crítica-
( 1830), Charles Darwin ( 1889) y otros pen- mente, ai "primitivo"; piensa, observa y
sadores contemporáneos (Fabian, 1983: estudia en términos dei primitivo. Siendo
11-15). Pero éste apunta (ibid.:15) la an- primitivo, en este caso, un concepto esencial-
tropología no adoptó esta convención. De mente temporal, se convierte en una catego-
acuerdo con Fabian (ibid.: 16), el discurso ría, no un objeto, dei pensamiento occidental.
evolucionista que la antropología todavía (ibid.: 17-18)
utiliza, propone que el tiempo no sólo es
Tiempo y poder: la antropología dei tiempo 57

Si bien, el evolucionismo fue rechazado en las cuales se concibe el tiempo y de los


vigorosamente a ambos lados del atlántico, significados que emanan de esta concep-
sus sucesores teóricos, como el funciona- ción, usa este tiempo como su referente:
lismo, el estructural-funcionalismo y el como resultado de la acción social y dimen-
culturalismo retomaron sin problema las sión que es tomada en cuenta en la vida co-
concepciones sobre el tiempo subyacentes tidiana de las y los individuas en cada lugar.
en el viejo enfoque (ibid.: 18-19). Según Fabian da como ejemplo de este uso dei
Fabian hay tres usos dei tiem!Jo en la antro- tiempo en la etnografia, la descripción que
pología contemporánea: fisico, tipológico Clifford Geertz hace dei tiempo social en
e interpersonal (ibid.: 21-25). Cada uno de Bali (1995).
éstos se usa en momentos diferentes, pero El tiempo intersubjetivo, que coloca a
los tres juntos caracterizan la producción observador/a y observados/as en un mismo
antropológica en general. tiempo, evidencia los problemas de
Tiempo fisico sería el lineal, que tiene temporalización tanto de la investigación
lugar en todos lados ai mismo tiempo y que como de la escritura sobre ésta. Pero el tiem-
sucede a otros momentos igualmente uni- po fisico y el tipológico, en tanto que for-
versales en el tiempo: el tiempo de cada lu- mas "objetivas" de conceptualizar el tiempo,
gar queda así englobado en el de todo el colocan a las personas en tiempos desigua-
mundo. La arqueología usa principalmente les: el tiempo fisico coloca a la o el antro-
esta forma de medir el tiempo, que es cer- pólogo en el futuro, cuando, lejos dei lugar
cana a la concepción dei tiempo que preva- en el que realizá su trabajo de campo, es-
lece en las ciencias fisicas (ver, por ejemplo, criba sus resultados de investigación; el
Lasky, 2002). tiempo tipológico coloca a las personas ob-
El tiempo tipológico, según Fabian, es servadas en el pasado de la sociedad a la
ése que se mide no por una escala lineal ni que pertenece la o el observador. La antro-
por puntos de referencia en una escala, sino pología, por media de estas usos retóricos,
por eventos, o más bien por intervalos, resulta en la negación de la coevalidad, esta
socioculturalmente significativos ( 1983: es, en la negación de que las personas con
23). Este sería el tiempo evolucionista que las que trabajamos en el campo y nosotros
opone "analfabeta" a "letrado'', "tradicio- (en tanto que observadores) compartamos
nal" a "moderno", "campesino" a "indus- o podamos compartir un mismo tiempo. En
trial", y todos los demás epítetos que ponen este sentido, el tiempo alocrónico es el tiem-
distancia temporal entre sociedades po alterizador: el tiempo dei Otro.
coevales, entre el tiempo nuestro y el tiem-
po de los otros. De esta forma, el tiempo Carol Greenhouse. Esta autora se ha pre-
pasa a ser una cualidad distribuida desigual- ocupado específicamente por discutir la for-
mente entre las sociedades dei mundo: la ma en la que el tiempo ha sido tratado en
alocronía o la adscripción temporal de tiem- antropologia como un fenómeno progresi-
pos pasados a sociedades presentes. vo y lineal (1996), a pesar de la profusión
Por último, el tiempo interpersonal es la de descripciones etnográficas de otras for-
dimensión temporal como constitutiva de la mas de conceptualizar el tiempo o de no
realidad social. La etnografia de las formas, conceptualizaria en absoluto. Greenhouse
58 Gabriela Vargas Cetina

(ibid.: 47) incluye a Leach,junto con Lévi- sus esencias permanece en el mundo. El
Strauss y Geertz, entre quienes han alma, el tótem, la casa ancestral e incluso la
conceptualizado el tiempo desde la perspec- tierra son vistas como formas de continua-
tiva durkheimiana de un sistema de signos ción, aunque parcial, de cada vida humana.
que media la relación entre individuo y so- El cuerpo fisico es sólo una parte de cada
ciedad, y apunta que la sociedad y el indivi- persona, y algún tipo de esencia individual
duo deben ser vistos como dos esferas puede transformarse en otras sustancias
relativamente independientes, tomando en materiales, inmateriales, inanimadas o ani-
serio las maneras de ver el mundo fuera de madas, continuando en el mundo de los vi-
las sociedades de las que las y los antropó- vos. Considera, por tanto, que la muerte se
logos provienen. No hay nada que pueda convierte en un evento social más que en
indicamos que el tiempo es cíclico, lineal o uno cronológico per se, puesto que más que
de ninguna forma geométrico; esa es una marcar algún tipo de tiempo, marca trans-
idea originalmente europea que el cristia- formaciones, a veces radicales, en las rela-
nismo, con la teleologia que va de la crea- ciones sociales. Aunque seguramente,
ci ón ai juicio final, lográ establecer piensa Greenhouse, la pena de perder el con-
firmemente primero en lo que hoy es Euro- tacto fisico con cualquier persona debe ser
pa y I.1ego en lugares de ocupación euro- muy grande en cualquier sociedad, ni las
pea. Desde su punto de vista, la idea de que expresiones de esta pena ni su interpreta-
puede haber "sociedades sin tiempo" se basa ción son generalizables y más bien se ex-
en la creación de una categoria residual en presan de formas altamente idiosincrásicas
la que son colocadas aquellas sociedades en cada grupo social. 3
que no tienen conceptos identificables des- Greenhouse apunta a una segunda limi-
de el punto de vista de las y los etnógrafos tación epistemológica de la antropologia en
como totalizadores de la experiencia huma- general, también relacionada con nuestra
na, sea en el espacio o dentro de algún tipo concepción de temporalidad, que es la rela-
de regularidad reconocible. ción entre acción individual y agencia. Se-
Greenhouse examina la idea de la muer- gún ella, existe evidencia suficiente para
te individual que, desde el punto de vista de colegir que en distintas sociedades cada
muchos antropólogos y antropólogas, prue- persona individual puede tener más o me-
ba la hipótesis de que el tiempo es lineal y nos agencia, dependiendo de su lugar en la
progresivo, para mostrar que ésta no es uni-
versalmente vivida de la misma manera por
todas las culturas. La muerte, que en las 3
En efecto, podemos pensar, además de los ejemplos
sociedades noratlánticas es vivida como el proporcionados por Greenhouse, en las sociedades inuit,
fin absoluto de la vida, es experimentada en las que cada bebé representa la reencamación dei alma
en otras sociedades como la cesación de un de alguna persona fallecida. O en los grupos de hablantes
tipo de actividad correspondiente a una parte de tzotzil y tzeltal en los altos de Chiapas, en donde los
parientes fallecidos supervisan las acciones de las perso-
de los elementos que se consideran parte
nas vivas e incluso se comunican con éstas por diversos
de cada individuo. Cuando el cuerpo fisico medias, incluyendo santos parlantes. Estos penniten a
fallece, en muchas sociedades el individuo las personas vivas comunicarse con las muertas cuando
no muere necesariamente, sino que parte de las primeras lo necesiten.
Tiempo y poder: la antropología dei tiempo 59

sociedad y en las características esperadas vés dei análisis de las nociones temporales
que de ésta se desprenden. La ley y la con- y el contrai central dei territorio por parte
cepción de lo que el orden social deben de dei primer imperio chino, dei análisis de las
ser se convierten, desde este punto de vista, nociones imperiales dei tiempo en el mun-
en aspectos intrínsecamente ligados a las do azteca a la !legada de Cortés, y de la lu-
nociones de temporalidad existentes en cada cha política que se dio en torno a la
lugar. Greenhouse explica que en las cien- nominación de jueces de la Suprema Corte
cias sociales la agencia tiende a estar res- en los Estados Unidos durante la adminis-
tringida a los individuas, de la misma forma tración de Ronald Reagan y de George Bush
que la representación de la temporalidad padre.
requiere de espacios lógicos: "los individuas Greenhouse concluye que la modemidad.
"llenan el espacio" de los intervalos" (ihid.: en el sentido de la generación de sistemas
81 ). Sin embargo, puesto que el tiempo no de ideas que incluyen el tiempo, la agencia,
es "acerca de" intervalos en todas las socie- la justicia y el orden social como lógica-
dades, tenemos el siguiente problema: mente vinculados, no ha sido una construc-
ción solamente dei "Occidente" ni de
(,Podemos considerar la agencia como una tiempos recientes, sino que diversos tipos
cuestión etnográfica sin asumir por adelan- de modemidad se han dado a lo largo dei
tado que lo que "importa" sobre la agencia tiempo, generalmente cuando las élites han
son los efectos individuales sobre la socie- tratado de naturalizar sus propias ideas so-
dad, o que lo que importa sobre e! tiempo bre el orden de las cosas. De esta manera,
son "momentos'"! (idem) la vinculación de la computación dei tiem-
po con la medición de las acciones indivi-
La autora considera que la respuesta a duales definiria, tanto en el mundo
esta pregunta puede ser afirmativa. Habría contemporáneo como en el primer imperio
que tener en cuenta nuestra concepcióti de chino y en el mundo azteca a la !legada de
agencia como el resultado de la acción in- los espafioles, esta acepción de modemidad.
dividual, pero es necesario abrimos a las La agencia, según Greenhouse, se relacio-
distintas formas en las que las personas con naría con las ideas de las élites y los proce-
las que trabajamos ven su propio lugar y el dimientos usados para imponerlas, pero
de las otras personas en el mundo, inclu- también con la resistencia que, en nuestro
yendo la relación entre autoridad, agencia contexto contemporáneo, está !levando a las
y tiempo. Los calendarios, y en general las y los teóricos a hablar de una "posmoderni-
formas de computación dei tiempo, han es- dad".
tado siempre ligadas, según Greenhouse, a Es a partir dei análisis de las categorías
las intenciones de control de las élites. Los temporales, como resultado dei ejercicio dei
conceptos temporales, por tanto, son expre- poder y su retórica, que la antropología con-
siones de Inchas de poder y relaciones de temporánea está abriendo los espacios teó-
dominación entre estado y sociedad, y entre ricos para el análisis de la retórica temporal
grupos que representan a distintos estados que sustenta desde los planes y proyectos
o grupos autopercibidos como independien- de desarrollo socioeconómico (Arce 1999,
tes. Greenhouse ilustra sus propuestas a tra- Escobar 1993; Hobart, 1993), hasta la
60 Gabriela Vargas Cetina

remodelación urbana (Herzfeld, 1991 y miedos sobre lo que puede encontrar. El


Vesperi 1985). Así, el tiempo tipológico se tiempo es, en la novela, un protagonista si-
convierte en un instrumento de las instan- lencioso fundamental: Cayce tiene que de-
cias que detentan el poder económico y po- sarrollar al máximo sus posibilidades de
lítico: la retórica temporal justifica la estar en varias lugares en forma simultánea,
intervención y una justificación para inter- por medio de aviones, el teléfono celular y
venir en la vida cotidiana y, como veremos el internet. El pasado siempre le acompafia
enseguida, las producciones culturales y la en cada uno de sus movimientos y tiene que
subordinación cultural. anticipar con toda la claridad de la que es
capaz lo que el futuro inmediato le tiene en
puerta, antes de !legar a cada momento.
VISLUMBRANDO EL FUTURO David Harvey ( 1989) ha acunado el con-
cepto de "compresión espacio-temporal"
En la novela Pattern Recognition (Gibson, para dar cuenta de las nuevas maneras en
2003), Cayce Pollard es una investigadora las que el espacio se ha ido acortando en
de la moda que tiene la facultad de poder términos temporales. Quizá las experiencias
leer los signos de las tendencias futuras del más sorprendentes que alguien pueda tener
mercado. Durante su tiempo libre se conec- con respecto a la temporalidad y al sentido
ta a un foro virtual de analizadores de pe- de simultaneidad son por medio del teléfo-
quenos segmentos de video que están en no y los programas de chateo de internet,
algún lugar de internet. Los participantes del en los que dos personas en lugares tan leja-
foro buscan los segmentos y cuando los nos del planeta como, por ejemplo, Alema-
encuentran discuten sus ideas y sus reac- nia v México, pueden conversar, de tal
ciones, y por qué cada segmento les ha emo- forma que la comunicación es directa e ins-
cionado. El foro radica en un servidor de tantánea. La televisión, y en particular los
Seúl, y los participantes viven en distintos canales de noticias de la cadena CNN han
lugares del mundo. cambiado radicalmente nuestra forma de ver
Cayce tiene que viajar a Inglaterra por el mundo cotidiano: desde los anos noven-
su trabajo, y ahí el director de la compafiía ta hemos tenido transmisión directa de no-
que la llevó le ofrece la posibilidad de ras- ticias de distintas partes del mundo las 24
trear a quien genera los segmentos. Cayce horas, y los acontecimientos que tienen lu-
rastrea la información que la pueda conec- gar en cualquier lugar pueden aparecer en
tar con esa persona o personas en Tokio, en la pantalla de nuestro televisor en cualquier
Londres, en los Estados Unidos y Rusia, ya momento. Esta nueva simultaneidad está
sea enforma presencial (viajando en avión cambiando no sólo nuestras formas de per-
hasta esas ciudades ), por medio de internet cibir, sino también de organizar la vida
o por medio de otras personas que le ayu- cotidiana, de hacer política y de ejercer y
dan en su misión. Durante la novela, Cayce resistir el poder. La rebelión neozapatista
está constantemente negociando el ajuste de de Chiapas, por ejemplo, hizo uso de tec-
su cuerpo y de sus intercambios a horarios nologías tales como el fax, el internet y la
distintos alrededor del orbe, sus recuerdos, televisión para !levar su mensaje al mundo
que afectan su desempeno, y esperanzas y en forma inmediata y simultánea. No es ca-

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Tiempo y poder: la antropología dei tie1npo 61

suai, por tanto, que e! tiempo esté ocupan- no; sus pensamientos, que viajan indepen-
do un renovado interés en nuestra discipli- dientemente de su cuerpo en el tiempo ex-
na: lCuáles son las implicaciones de nuestras tendido (pasado, presente, futuro) y en el
nuevas potencialidades de simultaneidad? espacio por media de internet; su cuerpo
Ahora podemos extendernos espacialmente mismo, que se transporta alrededor dei mun-
en e! presente en formas antes impensables, do según los requerimientos de su trabajo,
en e! sentido de que podemos llegar a tan- y sus sentimientos, que parecen moverse por
tos lugares ai mismo tiempo, como cuando su propia cuenta, independientemente de su
hablamos por teléfono mientras vigilamos voluntad, entre personas y situaciones. No-
la estufa, o nos comunicamos con colegas, sotros, en antropologia, hemos decidido que
en lugares lejanos, por media de internet el tiempo no puede ser visto solamente como
mientras vigilamos la impresión de un do- extrafio a nuestras vidas y nuestro pensa-
cumento en nuestra oficina. Las implicacío- miento; que otras personas, independiente-
nes psicológicas (Turkle, 1995), sociales mente de sus actividades y sus formas de
(Lyotard, 1984), académicas (Derrida, vivir, habitan en nuestro propio tiempo y
1995) y en general experienciales de esta no representan "pasados" o '"futuros"
nueva conectividad personal con e! mundo espacialmente contenidos que han llegado
y con sus múltiples representaciones (que de alguna forma hasta nuestro propio tiem-
ahora, como Baudrillard [ 1994, 1995, 200 l] po; que las representaciones múltiples dei
nos recuerda continuamente, se nos presen- tiempo pueden ser tomadas en serio pero
tan como siempre sospechosas) son muy también deben ser valoradas en sus propios
grandes. contextos ... En fin, la antropologia dei tiem-
En medio de esta nueva conectividad, po tiene que partir de nuestra nueva simul-
además, todavia tenemos que responder en taneidad, nuestra coevalidad, y nuestras
nuestra vida cotidiana a los ciclos familia- necesarias e importantes diferencias. Pero
res, sociales y políticos de los lugares parti- también debe de partir dei análisis de las
culares en los que nos encontramos. EI relaciones de poder que son inherentes a
examen de los procesos de multitasking (o estas nuevas formas de experimentar el
la facultad y e! hábito que han sido asocia- tiempo, incluyendo el poder de las corpora-
dos sobre todo con mujeres, de hacer varias ciones, dei Estado-nación y las instancias
cosas ai mismo tiempo ), de ajuste de los supranacionales que hacen posible la comu-
tiempos personales a los tiempos colectivos, nicación entre naciones (por ejemplo los
de la implementación de sistemas just in viajes en avión y la red global de internet)
time en los ciclos productivos y de nuevas sólo en tanto que se alcancen protocolos
formas de ~onceptualizarnos a nosotros uniformes para el intercambio. Sólo de esta
mismos en e! tíempo, va a seguir haciendo forma, dentro de un marco de respeto y re-
dei tiempo mismo un tema recurrente en tle,;ión, pero crítico dei poder en acción y
antropologia, por mucho tiempo aún. de nuestras propias epistemologias, podre-
Cayce Pollard ha decidido que su ser se mos comprender los tiempos múltiples pero
divide en varias esencias. Éstas incluyen su simultâneos que se están dando dentro de
alma, que llega a su cuerpo después de que nuestro propio tiempo.
éste ha llegado en avión a algún lugar leja-
62 Gabriela Vargas Cetina

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