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1.2.a.

PARÁMETROS DE CALIDAD DE AGUA

Si bien en sus primeros orígenes el concepto de “Calidad de Aguas” estuvo


asociado con la utilización del agua para el consumo humano, la expansión y el
desarrollo de los asentamientos humanos ha diversificado y ampliado los usos
y aplicaciones potenciales del agua hasta tal punto, que el significado de
Calidad de Aguas ha debido ampliarse, para ajustarse a este nuevo espectro
de posibilidades y significados.
 
En la actualidad, es tan importante conocer la calidad del agua para el
consumo humano, como lo puede ser para el riego de cultivos, para el uso
industrial en calderas, para la fabricación de productos farmacéuticos, para la
expedición de licencias ambientales, para diseñar y ejecutar programas de
monitoreo en las evaluaciones ambientales, para adecuarla a las múltiples
aplicaciones analíticas de los laboratorios y para regular y optimizar el
funcionamiento de las plantas de tratamiento, entre muchos otros fines.
 
En síntesis, una determinada fuente de aguas puede tener la calidad necesaria
para satisfacer los requerimientos de un uso en particular y al mismo tiempo,
no ser apta para otro. Puesto que no existe un tipo de agua que satisfaga los
requerimientos de calidad para cualquier uso concebible ni tampoco “un criterio
único de calidad para cualquier fin”, el concepto de Calidad de Aguas, se aplica
siempre en relación con un uso o aplicación previamente establecida.
 
Como ya se dijo antes, cuando se habla de Calidad de Aguas es porque se
tiene implícita una aplicación específica. Dichas aplicaciones las define el
cliente o usuario de los resultados y generalmente están relacionadas con
preguntas tales como: ¿Es apta esta fuente para el consumo humano?, ¿Es útil
para el riego de cultivos frutales?, ¿Sirve para propósitos piscícolas?, ¿es
incrustante o corrosiva?, etc., etc.
 
La calidad de un cuerpo de aguas se determina en última instancia mediante
procedimientos de Muestreo, Análisis de Laboratorio e Interpretación de
Resultados. Estas mismas pruebas, con diferente interpretación, pueden
aplicarse también para el control y optimización de plantas de purificación y
tratamiento de aguas, para el control, prevención y protección de fuentes
hídricas y en general, para el desarrollo de estudios de evaluaciones e impacto
ambiental.

Métodos analíticos para el control de la calidad del agua

Color, olor y sabor


La coloración de un agua puede clasificarse en verdadera o real cuando se
debe sólo a las sustancias que tiene en solución, y aparente cuando su color es
debido a las sustancias que tiene en suspensión. Los colores real y aparente
son casi idénticos en el agua clara y en aguas de escasa turbidez.

La coloración de un agua se compara con la de soluciones de referencia de


platino-cobalto en tubos colorimétricos, o bien con discos de vidrio coloreados
calibrados según los patrones mencionados.

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El olor puede ser definido como el conjunto de sensaciones percibidas por el
olfato al captar ciertas sustancias volátiles. El procedimiento normalmente
utilizado es el de ir diluyendo el agua e examinar hasta que o presente ningún
olor perceptible. El resultado se da como un número que expresa el límite de
percepción del olor, y corresponde a la dilucion que da olor perceptible. Debido
al carácter subjetivo de la medida, es recomendable que la medida la realicen
al menos dos personas distintas, comparando la percepción con la de un agua
desodorizado. Debe evitarse, como es lógico, en todo lo posible, la presencia
de otros olores en el ambiente.

Por último, la evaluación del sabor, se realiza por degustación del agua a
examinar, comenzando por grandes diluciones, que se van disminuyendo hasta
la aparición del sabor. Este ensayo no se realiza mas que en aguas potables.

Turbidez
La turbidez de un agua se debe a la presencia de materias en suspensión.
Finamente divididas; arcillas, limos, partículas de sílice, materias inorgánicas.
La determinación de la turbidez tienen un gran interés como parámetro de
control en aguas contaminadas y residuales. Se puede evaluar en el campo o
en el laboratorio.

Materia sólida
La materia sólida presente en un agua suele agruparse en tres categorías;
materias decantables, materias en suspensión y residuos.

La materia decantable se determina dejando en reposo un litro de agua en un


cono o probeta graduada. El resultado se expresa como mililitros de materia
decantada por litro de agua.

La determinación de las materias en suspensión en el agua puede realizarse


por filtración o por centrifugación. La filtración se realiza a vacío sobre un filtro.
El filtro con el residuo es nuevamente secado y pesado. La diferencia entre
este peso y el que teníamos antes del filtro solo, proporciona el valor de los
sólidos.

pH
Las medidas de pH se realizan con un electrodo de vidrio, el cual genera un
potencial que varía linealmente con el pH de la solución en la que está inmerso.
El electrodo consiste en una célula con un potencial controlado por la actividad
del protón a cada lado de una membrana de vidrio muy fina.

Este método se utiliza si se quiere obtener medidas muy precisas y puede


aplicarse a cualquier caso particular.

ANÁLISIS ORGANOLÉPTICO Y SET DE SÓLIDOS.


 
Análisis Organoléptico
 
El Análisis organoléptico es la valoración cualitativa que se realiza a una
muestra o cuerpo de agua, generalmente en campo, basada exclusivamente en

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la percepción de los sentidos. Aun cuando este tipo de valoración suele ser
subestimada por el principiante, en la mayoría de los casos son precisamente
los resultados del análisis organoléptico, los que visionan y dirigen los análisis
de laboratorio y los que facilitan la posterior interpretación de los resultados.
Es por ello que el estudiante debe adquirir habilidad y práctica en la realización
e interpretación de análisis organolépticos.
 
Figura. Controlador del Análisis Organoléptico

 
En general, las observaciones de campo realizadas durante la toma de
muestras, así como el análisis organoléptico de las mismas, suelen ser
determinantes al momento de interpretar los resultados. Estos dos aspectos
forman parte del proceso de muestreo y deben registrarse en la libreta de
campo, junto con las mediciones in situ, y por lo menos dos fotografías del sitio
de muestreo.
 
Las características o parámetros organolépticos, son simplemente
evaluaciones y percepciones sensoriales que se realizan directamente en
campo y que por lo general, se miden nuevamente en el laboratorio mediante
técnicas estándares mas precisas, algunas veces con propósitos de
confirmación y otras con propósitos de cuantificación. Dichos parámetros son
el Color, el Olor, la Turbidez o Transparencia y el Aspecto de la muestra.
 
Aun cuando algunas de estas pruebas, como el color y la turbidez, se realicen
posteriormente en el laboratorio o incluso, puedan realizarse instrumentalmente
en campo, es muy importante colocar la información organoléptica en las
planillas de muestreo y en el Sticker de la muestra, ya que muchos de estos
parámetros cambian con gran rapidez. Así por ejemplo, la presencia de
microorganismos vivos en la muestra, puede después no ser detectada en el
laboratorio, sobre muestras que han sido refrigeradas o preservadas de algún
modo.
 
Por otra parte, es frecuente que la preservación y el almacenamiento de las
muestras, modifique sus condiciones de olor, color, aspecto y turbidez.

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Aun cuando el análisis organoléptico de una muestra de aguas esta
influenciado por la subjetividad de quien lo realiza, y en este sentido, diferentes
apreciaciones sobre una misma muestra pueden variar ampliamente de un
analista a otro, existen ciertas reglas básicas que se deben seguir, para reducir
los niveles de subjetividad durante la realización de un análisis organoléptico y
aprovechar al máximo su potencialidad:
 
En primer lugar, las apreciaciones sobre el análisis organoléptico dentro de un
Programa de Monitoreo de Aguas, deben ser hechas, en lo posible, por un solo
analista. En segundo lugar, los resultados del análisis organoléptico deben ser
escritos en un lenguaje rigurosamente técnico. En tercer lugar los parámetros
referidos en los resultados, deben ser los mismos para todas las muestras,
dentro de un mismo programa de monitoreo. Por último, las pruebas deben
realizarse siempre, utilizando dos frascos de vidrio idénticos, en el que uno de
ellos contiene la muestra y el otro un blanco o muestra de agua destilada,
utilizada como referencia para todas las comparaciones.
 
Figura . Blanco y Muestra en el Análisis Organoléptico

 
1. OLOR
 
El olor en el agua puede utilizarse de manera subjetiva para describir
cualitativamente su calidad, estado, procedencia o contenido. Aun cuando esta
propiedad pueda tener un amplio espectro de posibilidades, para propósitos de
calidad de aguas existen ciertos aromas característicos que tipifican algunas
fuentes u orígenes, más o menos bien definidos.
 
Además de estos aromas típicos, existen otras fragancias que tipifican un
origen en particular, pero que son menos frecuentes en los estudios de calidad
de aguas. Así por ejemplo, las aguas residuales de industrias vinícolas, de
industrias cerveceras, de industrias lecheras y de empresas relacionadas con
la explotación o procesamiento del petróleo, tienen olores distintivos que son
fácil y rápidamente perceptibles y que deben registrarse en las libretas de
campo.

Tipo de Olor Tipo de Agua


Inodoro: Típico de aguas dulces y frescas
Olor metálico: Típico de aguas subterráneas

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Olor a Sulfuro: Típico de ARD, de MO. y en general, de sistemas
anaeróbicos
Olor vegetal: Típico de aguas poco profundas, de humedales y estuarios.
Olor Pícrico: Típico de lixiviados de RS. y de aguas procedentes de
PTARs
Olor a Pescado: Típico de aguas oceánicas y de cultivos piscícolas
 
Es un error frecuente subestimar la utilidad de un análisis organoléptico bien
realizado. Para dar al lector una idea de la potencialidad de estos análisis,
considérese el caso de algunas substancias que como los hidrocarburos, los
sulfuros y los fenoles, son fácilmente perceptibles en campo mediante un
análisis organoléptico y sin embargo, cuando estas mismas substancias se
analizan en el laboratorio, se obtienen resultados negativos.
 
La respuesta a este hecho, radica en que la mayoría de las pruebas estándares
de laboratorio, poseen niveles de sensibilidad en la escala de las partes por
millón, mientras que el olfato humano, para estas y muchas otras substancias,
posee niveles de sensibilidad en la escala de las partes por billón.
 
2. COLOR
 
El color en el agua, puede estar asociado a substancias en solución o a
substancias en suspensión. Sin embargo, para los propósitos de un análisis
organoléptico en campo, interesa más el color in situ de la muestra cruda, en
comparación contra un blanco de agua destilada, (Figura 4.1). Algunas
substancias de origen natural que confieren color al agua, son el material
vegetal en descomposición, los limos y arcillas en suspensión y algunos
minerales disueltos, de hierro y manganeso principalmente.
 
En aguas antropológicamente afectadas, en vertimientos industriales o en
cuerpos de agua contaminados por estos, el color depende del tipo específico
de actividad industrial que se desarrolle. De una manera aproximada, el color
predominante en los cuerpos de aguas naturales no impactados, varia de
amarillo a pardo. Algunos colores típicos que facilitan la descripción del color
durante un análisis organoléptico en campo son los siguientes:
 
Tipo de Color Tipo de Agua
Incoloro: Típico de aguas frescas y dulces
Grisáceo: Típico de Aguas Residuales Domésticas
Amarillo sin turbidez: Típico de aguas subterráneas, de estuarios y de
pantanos.
Amarillo turbio: Típico de aguas correntosas y/o cargadas de limos y
arcillas
Amarillo verdoso: Típico de lagos y aguas ricas en fitoplantom
Cafés u oscuras: Típico de aguas con altos contenidos de MO, (Río
Bogotá, lixiviados, de RS, PTARs, etc.)
 
3. TURBIDEZ
 
La turbidez de una muestra de agua, es una medida de la pérdida de su
transparencia, ocasionada por el material particulado o en suspensión que

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arrastra la corriente. Este material puede consistir de arcillas limos, plankton o
material orgánico finamente dividido, que se mantiene en suspensión debido a
la fuerza de arrastre de la corriente o a su naturaleza coloidal.
 
Aunque algunas especies de peces requieren agua totalmente transparente
para su subsistencia, otras no se afectan apreciablemente por la turbiedad del
medio. Sin embargo, en términos genéricos, se acepta que la turbiedad afecta
adversamente el desarrollo de los peces, debido a que esta reduce la
intensidad y penetración de la luz en los cuerpos naturales de aguas y de esta
forma, limita el crecimiento de las plantas que constituyen el sustento de los
peces.
 
En el análisis organoléptico es importante estimar la turbidez de la muestra “in
situ”, debido a que esta propiedad cambia rápidamente con el tiempo y hace
que muchas veces sea preferible una buena estimación cualitativa en campo,
antes que un valor “exacto” medido en el laboratorio, sobre muestras ya
alteradas. En este análisis es importante observar no solamente la
transparencia de las muestras sino también la velocidad de decantación de las
partículas.
 
Cuando no se cuenta con instrumentos para la medición directa en campo, es
importante en todo caso realizar algún tipo de anotación; por subjetivas que
parezcan las descripciones tales como nula, baja, media, alta y muy alta
turbidez, o cualquier otro tipo de descripción semejante, siempre es preferible a
no tener ninguna.
 
4. ASPECTO
 
Otro parámetro que ha demostrado ser útil para complementar la información
de campo de una muestra, es la descripción de su aspecto. El aspecto se
refiere al grado de consistencia u homogeneidad que la muestra pueda poseer
y a las características macro que pueden ser reconocidas a simple vista.
Dentro del aspecto de una muestra, tienen cabida descripciones tales como:
 
Aspecto uniforme y transparente
Aspecto uniforme pero turbio
Presencia de sólidos sedimentables
Presencia de material vegetal
Presencia de biota visible
Presencia de materiales de origen antrópico
Presencia de gases o efervescencia
 

SET DE SÓLIDOS
 
Los materiales sólidos que pueden estar presentes en una muestra de agua
pueden clasificarse como Sólidos Volátiles, Sólidos Sedimentables, Sólidos en
Suspensión, Sólidos Disueltos y Sólidos Totales. En este texto se hace una
breve exposición de los últimos cuatro, por ser estos los que con mayor
frecuencia se miden en los estudios de Calidad de Aguas.
 

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1. SÓLIDOS SEDIMENTABLES
 
Los sólidos sedimentables están formados por partículas más densas que el
agua, que se mantienen dispersas dentro de ella, en virtud de la fuerza de
arrastre causada por el movimiento o turbulencia de la corriente. Por esta
razón, sedimentan rápidamente por acción de la gravedad, cuando la masa de
agua se mantiene en reposo.
 
Cuanto mayor es la turbulencia del agua, mayor es su contenido en sólidos
sedimentables y mayor también, el tamaño y la densidad de las partículas que
son arrastradas por el agua. De esta forma, los sólidos sedimentables son una
medida indirecta de la turbulencia del cuerpo de aguas de donde proceden las
muestras. Los ríos y canales correntosos, a diferencia de los cuerpos de agua
relativamente estáticos como los lagos y estanques, tienden a dar altos valores
de sólidos sedimentables.
 
Figura . Medición de los Sólidos Sedimentables en Campo

El método estándar para medir los sólidos sedimentables en campo o en el


laboratorio, consiste en la decantación de la muestra en el Cono de Imhoff. El
cono de Imhoff es un recipiente cónico de vidrio o plástico rígido, en donde se
coloca un litro de muestra fresca y se deja en reposo durante dos horas.
Transcurrido este tiempo, se lee directamente en la gradación del cono, los
mililitros de sólidos sedimentables, (equivalente a los lodos en el
sedimentador), por litro de muestra.
 
Estas pruebas permiten estimar para una determinada fuente o cuerpo de
aguas, los volúmenes de lodos que deberán ser removidos en las unidades de
sedimentación de una planta de tratamiento o purificación de aguas. En
general, los sólidos sedimentables están formados por partículas inorgánicas
neutras del tamaño de las arenas y/o por agregados orgánicos de mayor
tamaño.
 
2 SÓLIDOS SUSPENDIDOS
 
Los sólidos en suspensión están formados por partículas que se mantienen
dispersas en el agua en virtud de su naturaleza coloidal. Estos sólidos no

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sedimentan por gravedad cuando el agua esta en reposo, tal como si ocurre
con los sólidos sedimentables.
 
Esto se debe a que las partículas coloidales poseen carga eléctrica y es
justamente debido a ella, que se mantienen en suspensión. Los sólidos
suspendidos determinan en gran parte el color aparente del agua y la
profundidad hasta la cual penetra la luz del sol, es decir la franja aeróbica y
fotosintética de un reservorio o cuerpo de aguas. Los sólidos suspendidos
están estrechamente relacionados con la turbidez del agua.
 
Desde el punto de vista químico, una partícula coloidal es un “poli--ion
hidratado”, (similares a las micelas en los jabones), que esta formado por una
macromolécula o parte de ella, y que posee en sus estructura grupos químicos
fácilmente ionizables, generalmente del tipo amino, carboxílico o hidroxilo;
rodeando esta estructura, se ubican una o mas capas envolventes de
moléculas de agua, eléctricamente orientadas para estabilizar el sistema.
 
El hecho de que todas las partículas posean la misma carga eléctrica, hace que
estas se repelan unas a otras y que se mantengan en suspensión, merced a un
movimiento constante y caótico que se conoce como “movimiento browniano”.
 
Así, la estabilidad de los Sólidos en Suspensión, (un sistema coloidal) depende
exclusivamente de fuerzas electrocinéticas, mientras que la de los Sólidos
Sedimentables, (suspensiones granulares), depende enteramente de la
turbulencia de la corriente. Por esta razón los segundos sedimentan mientras
que los primeros no, al mantener las muestras a reposo.
 
Los sólidos suspendidos se determinan en el laboratorio sobre muestras de
agua previamente decantadas, mediante la diferencia de dos mediciones
gravimétricas. El procedimiento estándar consiste en tomar 100 mililitros de
muestra y evaporarla a 110 ˚C durante 24 horas o hasta peso constante, en un
beaker que ha sido previamente pesado. Por diferencia entre el peso del
beaker que contiene el residuo sólido y el peso del mismo beaker vacío, se
determinan conjuntamente los Sólidos Disueltos y los Sólidos Suspendidos.
 
En una posterior medición se repite el mismo proceso anterior, pero utilizando
100 ml de muestra que ha sido previamente filtrada a través de una membrana
de 0,45 μ de diámetro de poro, con objeto de eliminar los sólidos en
suspensión. De esta forma se determinan exclusivamente los Sólidos
Disueltos. Por diferencia entre esta y la anterior medición, se determinan los
Sólidos Suspendidos.
 
3. SÓLIDOS DISUELTOS
 
Los sólidos disueltos en aguas naturales, representados por la sigla
internacional “TDS”, están constituidos por las sales minerales que el agua
disuelve cuando contacta los minerales de la corteza terrestre.
 
Debido a que los Sólidos Disueltos incrementan la capacidad del agua para
conducir una corriente eléctrica y al hecho de que dicha propiedad puede
medirse con mayor facilidad y rapidez que la determinación directa de los TDS

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por gravimetría, frecuentemente se toma la conductividad eléctrica del agua,
como una medida indirecta de su contenido en sólidos disueltos. Se debe
tener presente, sin embargo que esta hipótesis es aproximadamente válida
para aguas naturales, ya que en aguas residuales los TDS pueden estar
también asociados a materia orgánica en solución.
 
Los sólidos disueltos no solamente están relacionados con la conductividad
eléctrica del agua sino también con el “Color Verdadero” del agua. El método
estándar para medir los sólidos disueltos consiste en tomar un volumen de
muestra de 100 ml, filtrada a través de membrana de 0,45 µ, y evaporarla en
una estufa a 110 °C, durante 24 horas o hasta peso constante. Los resultados
se expresan en miligramos por litro

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