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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO (UASD)

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Escuela de Derecho

Historia De las Ideas Políticas II

DER 3290-8- Sección 12

Análisis del El Contrato Social

Libro Tercero, Capitulo del 1 al 6

Sustentantes:

Audry Nina 100477635

Grisely Mateo 100379401

Yohanni Alcántara 100437144

Ashley Sánchez 100498135

Profesor:

Bueno Jesús Ramón


INDICE

Introducción............................................................................................................2
Capítulo I Gobierno en General............................................................................3
Capítulo II Del principio que constituye las formas de gobierno........................4
Capítulo III División de los Gobiernos..................................................................5
Capítulo IV De La Democracia..............................................................................6
Capítulo V De la Aristocracia.................................................................................7
Capítulo VI De la Monarquía.............................................................................8-9
Conclusión.........................................................................................................10-11

1
INTRODUCCION
En este trabajo tiene como tema El contrato social Jean Jacques
Rousseau, Es una obra sobre filosofía política y trata principalmente sobre
la libertad e igualdad de los hombres bajo un Estado instituido por medio
de un contrato social. Algunos historiadores dicen que este libro fue uno de
los muchos incitadores de la Revolución francesa por sus ideas políticas.
Bajo la teoría del contrato social se fundamenta buena parte de la filosofía
liberal, en especial el liberalismo clásico por su visión filosófica del
individuo como fundamental, que luego decide vivir en sociedad por lo que
necesita del Estado de Derecho que asegure las libertades para poder
convivir. Así también se dice que en este libro se exponen lo que en el
futuro serían los principios de la filosofía política, en parte por el concepto
de la voluntad general.
El Contrato Social está compuesto por cuatro libros, que estos están
divididos en capítulos; el Libro Primero consta de 9 capítulos, el Libro
Segundo está dividido en 12 capítulos, el Tercer Libro posee 13 capítulos y
el último que es el Cuarto Libro consta de 9 capítulos. Pero en realidad
esta obra es un proyecto inacabado, el autor no se veía con fuerzas
suficientes para emprender la dificultosa tarea del estudio de los asuntos
políticos.
El objetivo de este trabajo es el de resumir algunos capítulos del libro El
Contrato Social de Jean Jacques Rousseau, específicamente estaremos
realizando una síntesis con los aspectos más importantes del Libro Tercero,
específicamente en los capítulos I, que tiene por tema El Gobierno en
General, Capitulo II en el que se exponen los Principios Que Constituyen
Las Diversas Formas De Gobierno, Capítulo III en el que el autor hace
una División De Los Gobiernos, Capitulo IV en la que se explica La
Democracia, Capítulo V que tiene por tema principal La Aristocracia y
finalizaremos con el Capítulo VI que desarrolla La Monarquía.

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CAPITULO I DEL GOBIERNO EN GENERAL.

En este libro el autor describe fundamentalmente del gobierno y de sus


formas, en el primer capítulo inicia hablando sobre el gobierno en general
donde define al Gobierno como un cuerpo intermedio establecido entre los
súbditos y el soberano para su mutua correspondencia y encargado de la
ejecución de las leyes y de la conservación de la libertad tanto civil como
política.
Es necesario comprender que el gobierno es parte del cuerpo estatal, muy
distinto al pueblo y del soberano, que interviene entre uno y otro, la fuerza
que ejerce el gobierno nace indudablemente de la voluntad pública.
Rousseau establece que para que el Estado guarde un buen equilibrio es
necesario que haya igualdad entre el poder del gobierno y el poder de los
ciudadanos, ya que en caso de que esto no fuera así, habría un desorden y
el Estado quedaría disuelto causando que cayera en el Despotismo y en la
Anarquía.
En este capítulo el autor plantea que mientras más un Estado crece en
población, más se disminuye la libertad del pueblo, y más se alejara la
igualdad entre ellos, del mismo modo dice que para el gobierno ser bueno,
este debe ser relativamente más fuerte a medida que la población crece,
también dice que deben ser mayor la fuerza reprimente cuando menos se
relacione las voluntades particulares con la voluntad general.
Para el autor no hay un sistema de gobierno único y absoluto, sino tantos
diferentes por su naturaleza como Estados desiguales por su extensión, es
decir; que debe haber un sistema de gobierno distinto dependiendo de la
extensión del pueblo.
Del mismo modo en este capítulo define a los gobiernos Pequeño como una
personalidad moral dotada de ciertas facultades, activa como el soberano y
pasiva como el Estado.
En resumen, el Capítulo Primero del Tercer Libro del Contrato Social puede
ser resumido con tres grandes frases de Jean Jacques Rousseau, y son:

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• El gobierno es la administración suprema, del ejercicio del poder
ejecutivo, a través del cual se administra al cuerpo.
• Este cuerpo cuanto más grande es, más se disminuye la libertad, y los
beneficios unitarios.
• El gobierno ha de ser mucho más fuerte cuando el pueblo tiende a
crecer.

CAPITULO II DEL PRINCIPIO QUE CONSTITUYE LAS


DIVERSAS FORMAS DE GOBIERNO.
En este segundo capítulo el autor inicia describiendo las tres voluntades que
son:
• La propia voluntad, del individuo, que tiende más a su provecho particular,
• La voluntad común, a los magistrados que se refiere únicamente al
provecho del príncipe,
• La voluntad del pueblo o voluntad soberana, que es general, tanto en
relación con el Estado, considerado como el todo, como con respecto al
gobierno considerado como parte del todo.
Rousseau establece que para que una legislación sea perfecta, no debe
haber una voluntad individual, esta debe ser nula; continúa diciendo que la
voluntad común, propia del gobierno, debe estar muy subordinada; y que,
por lo tanto, la voluntad general debe ser la dominante y debe constituir la
regla única de las otras.
La voluntad general es siempre más débil, la del cuerpo ocupa el segundo
rango y la particular el primero de todos. En el gobierno cada miembro se
considera primeramente en sí mismo, luego como magistrados y por último
como ciudadanos, directamente opuesta a la que exige el orden social.
Aquí nace el arte del legislador en saber gobernar puntualizando muy bien
entre la fuerza y la voluntad del gobierno, siempre en relación entrelazada o
recíproca. Cuanto más se ensancha el Estado se ensancha, más el gobierno
debe reducirse, de tal manera que el número de jefes disminuya en razón
del aumento del pueblo.

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CAPITULO III DIVISIÓN DE LOS GOBIERNOS.

Aquí es donde el autor divide los Gobiernos, este capítulo inicia con la
democracia, que ocurre cuando el Soberano confía el depósito de su
gobierno a todo el pueblo, (donde el gobierno emana y descansa en el
pueblo) que en este gobierno habrá más ciudadanos magistrados que
simples particulares.

Continúa con la aristocracia, en la que limita el gobierno depositándolo en


manos de los que son menos, (donde el gobierno lo posee un grupo
reducido de ciudadanos) resultando que haya más ciudadanos que
magistrados.

Por último, el Soberano puede concertar todo el gobierno en un único


magistrado de quien los demás reciben el poder, (es solo la decisión
suficiente de un hombre para dirigir los destinos de una nación) que en este
caso sería una monarquía. Pueden existir más formas de gobierno, ya que
estos se pueden subdividir en otras formas o puede ser una combinación de
las tres formas antes expuestas, el gobierno es susceptible de tantas formas
diversas como de ciudadanos tiene.

Según Rousseau “Hay que tener en cuenta que cada una de estos diversos
de gobiernos es la mejor forma de gobernar en algunos casos y el peor en
otros”. A los gobiernos democráticos les conviene a los Estados pequeños, a
los Estado medianos la mejor forma de gobierno sería la aristocracia, y el
monárquico seria forma correcta de gobernar para los Estados grandes.

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CAPÍTULO IV DE LA DEMOCRACIA

Básicamente es te tipo de gobierno es la que el pueblo dirige, es de


aplicación correcta en gobierno pequeños donde cada ciudadano es
conocido u reconocido por todo su historial, es pues un tipo de gobierno más
cerca del pueblo, o mejor dicho el gobierno del mismo pueblo, ello nunca
será relevante si este tipo de gobierno se aplica a un
pueblo grande, donde los individuos no se conocen entre sí, y arribará a las
extinción del mismo, por no contar
con el pueblo, razón de ser del gobierno de cerca, el Estado Democrático.

Primeramente, un Estado muy pequeño, en que el pueblo sea fácil de


congregar y en que cada ciudadano pueda fácilmente conocer a los demás;
en segundo lugar, una gran sencillez de costumbres, que evite multitud de
cuestiones y de discusiones espinosas; además, mucha igualdad en las
categorías y en la fortuna, sin lo cual la igualdad no podría subsistir por largo
tiempo en los derechos y en la autoridad; en fin, poco o ningún lujo, porque
éste, o es efecto de las riquezas, o las hace necesarias; corrompe a la vez al
rico y al pobre: a uno, por su posesión, y al otro, por la envidia; entrega la
patria a la molicie, a la vanidad; quita al Estado todos sus ciudadanos, para
esclavizarlos unos a otros y todos a la opinión.

He aquí por qué un autor célebre ha considerado la virtud como la base de


la república porque todas estas condiciones no podrían subsistir sin la virtud;
pero por no haber hecho las distinciones necesarias, este gran genio ha
carecido con frecuencia de exactitud; algunas veces, de claridad, y no ha
visto que, siendo la autoridad soberana en todas las partes la misma, debe
tener lugar en todo Estado bien constituido el mismo principio, más o menos
ciertamente, según la forma de gobierno.

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CAPITULO V DE LA ARISTOCRACIA.
Las primeras sociedades se gobernaron aristocráticamente. Los jefes de las
familias deliberaban entre sí sobre los asuntos públicos. Los jóvenes cedían
sin trabajo a la autoridad de la experiencia. De aquí, los nombres de
sacerdotes, senado, gerontes. Los salvajes de América septentrional se
gobiernan todavía así en nuestros días, y están muy bien gobernados.
Pero a medida que la desigualdad de la institución prevalece sobre la
desigualdad natural, la riqueza o el poder fueron preferidos a la edad, y la
aristocracia se convirtió en electiva.
De aquí se derivaron las clases de aristocracia, las cuales son:
 La Aristocracia natural: La que Rousseau considera que no es
apropiada sino para los pueblos sencillos
 La aristocracia electiva: Es la mejor, es la aristocracia propiamente
dicha.
 La aristocracia hereditaria: Es el peor de todos los gobiernos.

Además de la ventaja de la distinción de los dos poderes, tiene la de la
elección de sus miembros, porque en el gobierno popular todos los
ciudadanos nacen magistrados; pero éste los limita a un pequeño número y
no llegan a serio sino por elección, medio por el cual la probidad, las luces,
la experiencia y todas las demás razones de preferencia y estimación
pública son otras tantas nuevas garantías de que será gobernado con
acierto.
Además, las asambleas se hacen más cómodamente; los negocios se
discuten más a conciencia, solucionándose con más orden y diligencia; el
crédito del Estado se mantiene mejor entre los extranjeros por venerables
senadores que por una multitud desconocida o despreciada.
Por lo demás, si esta forma de gobierno lleva consigo una cierta desigualdad
de fortuna es porque, en general, la administración de los asuntos públicos
está confiada a los que mejor pueden dar todo su tiempo; pero no, como
pretende Aristóteles, porque los ricos sean siempre preferidos. Por el
contrario, importa que una elección opuesta enseñe algunas veces al pueblo
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que hay en el mérito de los hombres razones de preferencia más
importantes que la riqueza.
CAPITULO VI DE LA MONARQUIA
Este capítulo trata de la explicación de un príncipe tanto en el aspecto como
una persona moral y colectiva, y lo sabio que tiene que ser a la hora de
tomar el poder y las dificultades que presenta a la hora de gobernar. Ahora
tenemos que considerar este poder en manos de una persona natural, de un
hombre real, que sólo tiene derecho a disponer de él según las leyes. Es lo
que se llama un monarca o un rey.
En esta administración un individuo representa a un ser colectivo. Así la
voluntad del pueblo y la voluntad del príncipe y la fuerza pública del Estado y
la fuerza particular del gobierno, todo responde al mismo móvil, toda marcha
hacia el mismo fin. No hay movimientos opuestos que se destruyan
mutuamente. No se puede imaginar un tipo de constitución en el cual un
mínimum de esfuerzo produzca una acción más considerable.
Los mejores reyes quieren poder ser malos si les place, sin dejar de ser los
amos. Será inútil que un sermoneador político les diga que, siendo la fuerza
del pueblo la suya, su mayor interés es que el pueblo sea floreciente,
numeroso, temible; ellos saben muy bien que no es cierto. Su interés
personal es, en primer lugar, que el hombre sea débil, miserable y que no
pueda nunca resistírsele. Confieso que, suponiendo a los súbditos siempre
perfectamente sometidos, el interés del príncipe sería entonces que el
pueblo fuese poderoso, a fin de que, siendo suyo este poder, le hiciese
temible para sus vecinos; pero como este interés no es sino secundado y
subordinado, y las dos suposiciones son incompatibles, es natural que los
príncipes den siempre la preferencia a la máxima que es más íntimamente
útil. Esto es lo que Samuel representaba en grado sino para los hebreos, y lo
que Maquiavelo ha hecho ver con evidencia. Fingiendo dar lecciones a los
reyes, se las ha dado muy grandes a los pueblos. Del Príncipe, de
Maquiavelo, es el libro de los republicanos
Otro punto que se puede ver que para prevenir los males se han instituido
las coronas hereditarias en ciertas fanúlias y se ha establecido un orden de
sucesión que prevé toda disputa a la muerte de los reyes; es decir, que
sustituyendo el inconveniente de las regencias al de las elecciones, se ha

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preferido una aparente tranquilidad a una administración prudente, y
asimismo el exponerse a tener por jefes niños, monstruos o imbéciles, a
tener que discutir sobre la elección de buenos reyes.
El párrafo que más me cautivo examinación de las cuestiones generales,
que la monarquía no conviene sino a los grandes Estados, y lo veremos
también al examinarla en sí misma. Mientras más numerosa es la
administración pública, más débil es la relación del príncipe con los súbditos
y más se aproxima a la igualdad; de suerte que esta relación es una o la
igualdad en la propia democracia. Esta relación aumenta a medida que el
régimen del gobierno no se restringe, y llega a su máximum cuando el
gobierno se halla en manos de uno solo. Entonces la distancia entre el
príncipe y el pueblo es mucho mayor y el Estado carece de unión. Para
formarla, es preciso, pues, órdenes intermedias, y príncipes, grandes,
nobleza. Ahora bien; nada de esto es conveniente para un pequeño Estado,
al que arruinan todas estas jerarquías.

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CONCLUSION
Después de haber terminado este resumen del Contrato Social de Jean
Jacques Rousseau, todos coincidimos con el autor en que las legislaciones
tienen como objetivo principal lograr la Libertad y la igualdad, y eso es
porque la Libertad es toda dependencia individual, es una fuerza sustraída
al cuerpo del Estado, y creemos que se debe de buscar una igualdad, pero
no donde todos tengamos lo mismo, sino que ninguna persona sea
suficientemente rica para comprar a otra, ni que ningún pobre este
obligado a venderse.
De la misma forma estamos totalmente de acuerdo en que el Estado debe
guardar un equilibrio, y para esto es necesario que haya igualdad entre el
poder del gobierno y el poder de los ciudadanos, y dice el autor que, en
caso de no ser así, habría un desorden y el Estado quedaría disuelto
causando que cayera en el Despotismo y en la Anarquía.

Con Respecto a que el autor dice que “Hay que tener en cuenta que cada
una de estos diversos de gobiernos es la mejor forma de gobernar en
algunos casos y el peor en otros,” nosotros estamos de acuerdo ya que
hemos visto Estados en los que son gobernados con la misma forma de
gobierno, y hay periodos en los que estos Estados son prósperos y otros
en los que están en estado de decadencia, como es el caso de Venezuela.

Sim embargo cuando el autor establece cuales son las mejores formas de
gobernar dependiendo de las dimensiones del Estado, y dice que “A los
gobiernos democráticos les conviene a los Estados pequeños, a los
Estado medianos la mejor forma de gobierno sería la aristocracia, y el
monárquico seria forma correcta de gobernar para los Estados grandes”
nosotros no estamos de acuerdo con el autor ya que hemos visto Estados
con una gran cantidad de habitantes que su forma de gobierno es la
democracia y que son bastantes prósperos.
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Ya para finalizar queremos establecer las frases o pensamientos de
Rousseau que más llamaron nuestra atención.
 La igualdad no significa que el grado de poder y de riqueza sea el
mismo, sino, ninguna persona sea suficientemente rica para
comprar a otra, ni que ningún pobre este obligado a venderse.
 Para que el Estado guarde un buen equilibrio es necesario que
haya igualdad entre el poder del gobierno y el poder de los
ciudadanos.
 No hay un sistema de gobierno único y absoluto, sino tantos
diferentes por su naturaleza como Estados desiguales por su
extensión.
 Hay que tener en cuenta que cada una de estos diversos de
gobiernos es la mejor forma de gobernar en algunos casos y el
peor en otros”.

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