Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ENTORNOS
COMPETITIVOS
Módulo 3 – Unidad 3
1
3.1. EL PROCESO DE CONCEPCIÓN Y APLICACIÓN DE ESTRATEGIAS....................................... 3
2
Unidad 3: Estrategias para entornos competitivos
Las estrategias están íntimamente relacionadas con los entornos competitivos. Dependen
de quiénes sean los jugadores en el mercado, de cuáles serán los aspectos a mejorar que
tiene la empresa, de la valoración del consumidor y de las fortalezas sobre las cuales la
empresa puede apoyar sus estrategias para que puedan definirse de forma sólida y
permanente en el tiempo.
Las estrategias han sido utilizadas desde antiguas épocas. Inicialmente, se pensaron para la
guerra, pero poco a poco, las organizaciones las adaptaron de forma tal que les sirvieran
para enfrentar problemas determinados y para buscar mejores soluciones.
Así, Ramírez y Tejada Betancourt (2020) explican que las estrategias buscan “[…] determinar
de [sic] cómo se desarrollará el plan para garantizar su éxito” (p. 24).
[…] la planeación, de manera natural, lleva a pensar sobre la esencia de las organizaciones
y su destino, esto es, de qué manera habrá de posicionarse en el ambiente, cómo afrontar
los riesgos y oportunidades de ese ambiente; decidir sus ambiciones de largo plazo que
habrá de traducir en objetivos más específicos a corto plazo, y que medios utilizará para
conseguirlo. (p. 7)
Debemos realizar una distinción entre lo que representan las estrategias y lo que implican
las tácticas. En el primer caso, hacemos referencia al mediano y largo plazo; en este sentido,
las estrategias representan el qué. Las tácticas, sin embargo, son a corto plazo y representan
3
el cómo. Cuando nos planteamos estrategias tenemos que comenzar desde un estado de
situación inicial: debemos establecer dónde estamos. Luego, tenemos que definir hacia
dónde queremos llegar. Por último, debemos establecer el camino y la forma en que lo
transitaremos para llegar a ese lugar deseado (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020).
4
Debemos distinguir las diferencias entre la administración clásica y la administración
estratégica porque, en principio, sus objetivos son comunes pero sus etapas difieren en la
forma de ejecutarlas. Torres Hernández (2015) plantea la siguiente distribución:
La segunda etapa, que es la más dinámica, requiere de los tres componentes de esta fase
dado que incluye la organización de los recursos, su integración para el trabajo conjunto y
su eficiencia mediante la gestión del líder que guie el accionar (Torres Hernández, 2015).
La planeación implica mirar hacia el futuro. Resulta necesario analizar “lo que vendrá” para
poder predecir posibles sucesos y así estar más preparados para afrontarlos de manera
exitosa. Sin embargo, numerosas empresas carecen de esa flexibilidad necesaria para
enfrentar los cambios. Es por ello que pierden su liderazgo hasta que, finalmente, fracasan
(Palacios Acero, 2016).
El autor Palacios Acero (2016) establece aquellos elementos con los que debe contar un
buen plan:
5
Compromete integralmente a todos los involucrados en el plan. (pp. 12-13)
6
Imagen 2. El proceso de administración estratégica
Fuente: elaboración propia con base en Ramírez y Tejada Betancourt (2020, p. 25).
Las estrategias pueden ser implementadas como parte de un plan que tenga como objetivo
lograr el éxito a largo plazo. A su vez, pueden surgir por la propia operatoria cotidiana de la
organización, es decir, puede estar definida sin un plan previo. Por ejemplo: la atención
personalizada al cliente.
A su vez, todas las estrategias deben contar con cuatro características principales:
7
inclusión de nuevas líneas de acción que podrán implicar cambios profundos para alcanzar
los objetivos propuestos (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020).
En tal sentido, Ramírez y Tejada Betancourt (2020) exponen las características que debe
poseer la organización que lleve a cabo estrategias exitosas:
Hay distintos tipos de estrategias y estas serán ejecutadas según la necesidad, el momento
o el tipo de organización que decida implementarlas. A continuación, explicaremos las
características distintivas de cada una de ellas a partir de la mirada de Ramírez y Tejada
Betancourt (2020):
8
Estrategias de competitividad: sirven para obtener mecanismos de diferenciación
respecto a los competidores (busca lograr ventajas). Estas estrategias pueden ser de tipo
ofensivas o defensivas: en las primeras quien toma la iniciativa es la organización para
lograr un mayor porcentaje de mercado o para ingresar en otro mercado. En las segundas
se genera una respuesta al accionar del rival que ponga en peligro la posición de la
empresa o su subsistencia (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020).
Si bien las estrategias son planificadas e implementadas por equipos de trabajo, es muy
frecuente ver que terminan en manos de una sola persona, la cual posee características
especiales como estratega.
9
Imagen 3. El pensador convencional y el estratega
Fuente: Ramírez y Tejada Betancourt (2020, p. 35).
Para poder comprender de forma más completa el concepto de estrategia, Henry Mintzberg
(1987, citado en Ramírez y Tejeda Betancourt, 2020) desarrolló una teoría que la llamó “Las
5P”. Él describe a una estrategia a partir de cinco distintas dimensiones:
10
La visión representa las aspiraciones de la empresa y a dónde quiere llegar en el largo plazo:
se centra en los fines sin detenerse demasiado en los medios. Esta visión debe ser positiva,
idealista, detallada y completa (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020).
La visión debe constituir un punto de referencia hacia dónde desea ir la organización. Esto
se llevará a cabo de la mano con la convicción de que deben cambiarse aspectos radicales
de la empresa para darle forma y obtener como resultado lo que se piensa.
En lo que respecta a la misión, debe describir el presente y la actividad (actual) que se lleva
a cabo. Aquí es donde se define en qué mercados participará, cuáles serán sus unidades de
negocio, cómo llevará adelante su administración y cómo será su plan de crecimiento.
Entonces, la misión define, en cierta manera, cómo será el camino que deberá transitar la
organización para cumplir con la visión propuesta en el futuro (Ramírez y Tejada Betancourt
2020).
Para formular la misión, Ramírez y Tejada Betancourt (2020) proponen cinco preguntas que
deberían poder responderse:
Se comparten.
11
Se toman en serio.
Implican emociones.
Son un medio de solidaridad.
Pueden ser algo abstracto.
Son guías para la elección y cumplimiento sociales.
Son medios de control y presión social.
Son relativos, no todos valen lo mismo, ni en todos los lugares tienen un mismo valor.
Tienen que estar alineados, especialmente en las organizaciones.
Se pueden modificar o adquirir. (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020, p. 40)
Tal como mencionan los autores, en la construcción de valores, la organización pasa por
tres etapas: la primera está relacionada con el pensamiento, los miembros de la
organización piensan cuáles deberían ser los valores que guiarán sus conductas y acuerdos.
La segunda etapa implica un compromiso emocional, se adquiere un sentimiento de
pertenencia e identificación con los valores establecidos. Por último, el comportamiento se
relaciona con la aplicación de los valores en las actividades y decisiones que toman los
miembros. Es decir, los valores se exteriorizan mediante las acciones (Ramírez y Tejada
Betancourt, 2020).
Una vez establecida la visión, misión y valores, debemos pensar lo que se desea como meta
específica. Aquí juegan un papel muy importante los objetivos: su formulación implica que
se convierta el deseo en algo medible, concreto y con una fecha límite de cumplimiento. Es
aquí donde la organización se compromete a realizar algo factible para llegar al lugar
deseado.
En esta etapa nos encontramos con dos objetivos: los financieros y los estratégicos. Los
primeros se relacionan con la administración de los recursos para obtener rentabilidad. Se
incluyen porque si una empresa no obtiene rentabilidad, pone en peligro su subsistencia y
nunca podrá alcanzar el resto de los objetivos. En cuanto a los segundos, incluyen aspectos
como el marketing y la vitalidad competitiva de la organización dentro del mercado en el
cual actúa (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020).
12
Para establecer objetivos válidos para la organización, Ramírez y Tejada Betancourt (2020)
establecen algunos requisitos:
“Mensurables.
Verificables.
Alcanzables.
Lógicos.
Claros.
Concretos.
Conocidos por todos.
Aceptados” (p. 43).
Ramírez y Tejada Betancourt (2020) explican que, cuando los administradores formulan
estrategias y las quieren llevar a cabo deben transitar cinco fases:
Fase I
13
Fase II
Establecer objetivos: implica llevar la visión y misión de la empresa a una meta concreta y
cuantificable en un plazo determinado. El marco conceptual mediante el cual se definen y
construyen los objetivos (comúnmente) se plasma en el cuadro de mando integral (Ramírez
y Tejada Betancourt, 2020).
Fase III
Idear una estrategia: aquí se lleva a cabo la acción de búsqueda de las metas y objetivos, se
establece qué se hará y cómo. Los autores Ramírez y Tejada Betancourt (2020) proponen:
Fase IV
Aplicar y ejecutar las estrategias: en esta fase las estrategias se convierten en acciones
concretas y se deben llevar a cabo de forma integrada. Ramírez y Tejada Betancourt (2020),
afirman que controlar la ejecución de las estrategias abarca los siguientes aspectos:
14
Construir y fortalecer las competencias y capacidades competitivas que apoyen a la
estrategia.
Organizar el esfuerzo laboral conforme a las mejores prácticas.
Asignar amplios recursos a las actividades críticas para lograr el éxito estratégico.
Asegurarse de que las políticas y procedimientos faciliten la ejecución, en lugar de
impedirla.
Instalar sistemas operativos y de información que permitan que el personal efectúe
sus funciones de manera eficiente y eficaz.
Motivar al personal y vincular las recompensas e incentivos directamente al logro de
los objetivos de desempeño.
Crear en la compañía una cultura y un clima laboral conducentes a la buena ejecución
de la estrategia.
Ejercer el liderazgo interno necesario para llevar adelante la aplicación e impulsar la
mejora continua en los procesos de ejecución de la estrategia. (p. 45)
Fase V
Evaluar el desempeño y realizar los ajustes correctivos: en esta fase se deben controlar los
resultados que arrojan las acciones desarrolladas. Permite visualizar si los resultados reales
se alejan de los esperados y, en caso de que así sucediera, busca establecer acciones
correctivas para disminuir esos desvíos (Ramírez y Tejada Betancourt, 2020). Si en esta fase
se observan algunos impactos negativos sobre la organización, se puede verificar si lo
proyectado como meta es pertinente. Si la respuesta es negativa, se deberá cambiar la
misión, visión, los métodos de acción y estrategias (dependiendo de dónde se encuentre la
falla).
15
Imagen 4. Fases del proceso de elaboración y ejecución de estrategias
Fuente: Ramírez y Tejada Betancourt (2020, p. 46).
La competencia determina el éxito o fracaso que tiene una empresa dentro de su entorno.
Por tal motivo, la organización debe establecer estrategias claras y consistentes con su
potencialidad y ventaja frente a sus rivales. Según Luna González (2015), la ventaja
competitiva
[…] constituye una destreza o habilidad especial que logra desarrollar una empresa y que
la coloca en una posición de preferencia entre los ojos del mercado; se entiende como
aquella que constituye un factor diferencial en las características de una empresa, un
16
producto o servicio que los clientes, consumidores o usuarios perciben como único y
determinante. (p. 133)
Una ventaja competitiva debe generar una posición de valor frente a los rivales en el
presente. A su vez, debe poder mantenerse el mayor tiempo posible (ser sustentable). Esta
sustentabilidad se dará si los competidores no logran imitar o eliminar, de alguna manera,
la ventaja que posee la empresa en el tiempo: la sustentabilidad le permite a la organización
mantenerse competitiva.
Liderazgo en costos.
Diferenciación.
Cada una de estas tres posibles estrategias adoptan un tipo de ventaja competitiva y
determinan en qué ámbito de acción serán ejecutadas. Estos dos puntos son claves para
que puedan ser exitosas. Como afirma Luna González (2015):
[…] liderazgo en costo y la diferenciación la buscan en muy diversos segmentos del ámbito
empresarial, mientras que la estrategia de concentración o nicho se centra en la ventaja
de costos (concentración de costos) o en la diferenciación (concentración en la
diferenciación) en un segmento pequeño. (p. 133)
17
Para llevar adelante las estrategias propuestas por los niveles superiores, la organización
debe evaluar, como dijimos, sus ventajas competitivas. Por ello, debe realizar un análisis
interno y definir sus prioridades, capacidades y recursos. Gómez Gómez y Brito Aguilar
(2020) definen a las prioridades como “comprender qué quiere el cliente y con base en ello
determinar cuál debe ser el foco primordial en las operaciones” (p. 15). A su vez, analizar
las capacidades y los recursos significa “especificar con qué habilidades cuenta la empresa,
qué recursos tiene para competir y cuál es el desempeño actual frente a sus competidores”
(p. 15).
Las estrategias de liderazgo en costos son las más conocidas, ya que se pueden establecer
de forma clara. Cuando la empresa decide ser líder en costos (en términos genéricos),
atiende a numerosos nichos de mercado. Dicho liderazgo será objetivo para todas las
actividades que impliquen la producción de todos los bienes o servicios que ofrece. Las
fuentes de esta ventaja se pueden dar por los propios procesos internos, las actividades
externas, su tamaño mediante el aprovechamiento de las economías de escala, la
tecnología y las ventajas en el abastecimiento de insumos claves, entre otras fuentes. Se
busca bajar costos sin sacrificar calidad en la propuesta de valor (Luna González, 2015).
18
Imagen 5. Estrategias genéricas
Fuente: Luna González (2015, p. 134).
Estrategia de diferenciación
Si la empresa incurre en los mismos costos que sus competidores, pero con un producto
diferenciado, podrá obtener una ventaja frente a ellos. También es necesario verificar (de
manera permanente) si estos atributos que permiten la diferenciación son exclusivos de la
19
empresa ya que, si logran ser igualados por algún rival, deberán buscar otros para destacar.
Así, hay empresas que están permanentemente innovando para no ser alcanzados
fácilmente por sus competidores (Luna González, 2015).
Industrial: se definen los insumos y demás recursos a utilizar para el producto que aceptó
el cliente. Aquí se especifican las características técnicas del bien.
Manufactura: una vez definidos los diseños anteriores, debe evaluarse si es operativamente
viable y si la empresa posee los recursos para poder llevar adelante el proceso (Gómez
Gómez y Brito Aguilar, 2020).
Estrategias de nicho
Dentro de este tipo de estrategias se pueden utilizar la diferenciación y los costos bajos
(siempre aplicado a un segmento o nicho). Inclusive, si la empresa atiende a muchos
segmentos, puede focalizarse para brindar el producto o servicio a un costo menor u otorgar
atributos diferenciadores que sean valorados (Luna González, 2015).
20
Análisis de la cadena de valor
Otra forma que tiene la empresa para obtener ventajas competitivas es a través de
modificaciones en las actividades que componen su cadena de valor (ya sea para bajar
costos o para incorporar aspectos diferenciadores).
La cadena de valor comprende todas las actividades, desde que se recibe el insumo hasta
que llega al cliente. En cada uno de estos eslabones la empresa puede eficientizar procesos
y actividades. Ellos repercutirán en la propuesta de valor ofrecida (Luna González, 2015).
Esa cadena de valor está compuesta por dos tipos de actividades: las primarias y las de
soporte (Luna González, 2015). Las actividades primarias son aquellas fundamentales para
la elaboración de la propuesta de valor de la empresa. Están compuestas por:
21
Adquisición. Su función principal es comprar con ayuda de la planeación los insumos
que se utilizaran en la cadena de valor, como: materias primas, suministros,
maquinaria, equipos de oficina, transporte, computación, muebles, enseres,
terrenos, edificios y todo lo necesario para que la cadena de valor funcione en forma
efectiva.
Desarrollo tecnológico. Esta actividad se encuentra relacionada con valores y
comprende la tecnología, los procedimientos prácticos, métodos o la tecnología
integrada al equipo de procesos. En las empresas, las tecnologías utilizadas en general
son muy diversas; abarcan desde las que sirven para preparar documentos y
transportar bienes hasta las que quedan incorporadas al producto propiamente
dicho; más aún, las actividades de valores en general, se sirven de una tecnología que
mezcla varias subtecnologías donde se conjuntan algunas disciplinas científicas.
[…]
Administración de recursos humanos. Esta función se integra por el reclutamiento,
selección, contratación, inducción, administración y desarrollo, sueldos y salarios,
análisis de puestos, evaluación de desempeño, seguridad e higiene, plan de carrera,
entre otras. Esta función apoya las actividades primarias y de soporte a toda la cadena
de valor. La administración de recursos humanos influye en la ventaja competitiva de
la empresa ya que determina las habilidades y motivación del personal, así como el
costo de contratarlo y desarrollarlo.
Infraestructura de la empresa. Sus funciones son: la administración general,
planeación, finanzas, contabilidad, administración de asuntos legales, asuntos de
gobierno, administración de la calidad, entre otras. Esta función soporta toda la
cadena de valor. A la infraestructura de la empresa se le considera a veces como un
mero gasto general, pero constituye una fuente básica de ventaja competitiva, dado
que proporciona el soporte para el desarrollo de toda la cadena de valor. (Luna
González, 2015, pp. 137-138)
Para evaluar si los costos y precios de la empresa están en una posición más ventajosa que
los de la competencia, Luna González (2015) establece como necesarios los siguientes
análisis:
22
Diferencia en los costos de mercadotecnia, gastos de investigación de mercados,
venta, promoción, publicidad, distribución, almacenaje y costos administrativos.
Diferencia en los costos de transportación de los insumos (entrada) y en los costos de
entrega (salida) de los artículos vendidos, así como del valor agregado al cliente.
Diferencias en los sueldos y salarios pagados a todos los recursos humanos de la
empresa, en relación con la competencia.
Diferencias en los costos de infraestructura y administración de la empresa.
Otros. (p. 138)
Por esto, los costos y precios de la empresa siempre deben ser iguales o menores que los
de la competencia. De esta manera se logran establecer las ventajas competitivas a partir
de la cadena de valor.
Muchas empresas, para poder analizar estas posibles diferencias, utilizan el benchmarking
y comparan sus costos y actividades con los de sus rivales. Así establecen si hay ventajas o
si deben incorporar prácticas que resultan exitosas para los rivales.
Si analizamos la cadena de valor, se puede evaluar la posición relativa en costos que posee
la empresa, tanto frente a sus rivales como frente a los factores de cada actividad. A veces
las diferencias se dan sobre las actividades o las subactividades. La empresa deberá trabajar
sobre ellas para optimizar sus costos (Luna González 2015).
Controlar los factores inductores de costo: son aquellos críticos que impulsan los
costos hacia arriba (Luna González 2015).
Reconfigurar la cadena de valor: se trata de modificar la secuencia, cantidad y
actividades que están presentes dentro de la cadena de valor. Por ejemplo, vender
directamente al público o eliminar la distribución, entre otros (Luna González 2015).
Luna González (2015) propone ciertos pasos a seguir para el análisis estratégico de costos:
23
Diseñar una estrategia para reducir la posición relativa en costos al controlar los
factores o al reconfigurar la cadena de valor, el valor descendente o ambos.
Garantizar que los esfuerzos tendientes a disminuir los costos no erosionen la
diferencia o tomar una decisión consciente para deteriorarla.
Probar que la sustentabilidad de la estrategia tiende a reducir los costos. (p. 141)
Una vez llevados a cabo estos pasos, la empresa puede, mediante el rediseño de su cadena
de valor, establecer ventajas competitivas que, si permanecen en el tiempo, se volverán
sustentables.
24
• Se analizan las influencias mutuas entre las alternativas de inversión y financiamiento
disponibles para la empresa.
• Se proyectan las consecuencias futuras de las decisiones tomadas en el presente, para
así evitar en lo posible, las sorpresas.
• Se eligen entre las diferentes alternativas de acción (selección de la estrategia
financiera).
• Se comparan los resultados con los objetivos establecidos. (Romero y Zabala, 2018,
p. 12)
Dentro de estas herramientas de diagnóstico, la más utilizada es la matriz FODA. Sirve para
evaluar los aspectos internos y externos plasmados en las fortalezas, debilidades,
oportunidades y amenazas (Palacios Acero, 2016).
Una vez analizados todos los factores con los que cuenta la empresa (los buenos y aquellos
que pueden resultar perjudiciales), se deben formular las estrategias funcionales de
negocios. En este punto, se evalúan las distintas estrategias de inversión para aprovechar
las oportunidades, el monto de deuda a utilizar y, finalmente, su política de dividendos.
Podemos ver que las dos primeras también constituyen estrategias: de inversión y de
financiamiento, respectivamente.
Luego de esto, la estructura para la formulación de un plan estratégico está compuesta por
los siguientes pasos:
Objetivos estratégicos.
Planeamiento estratégico.
Plan de acción.
Finalmente, los indicadores para poder evaluar el éxito de las estrategias estarán ligados al
grado en que los objetivos planteados se cumplan. Están divididos por tipo de indicadores.
Ellos pueden ser:
25
• Aumentar la rentabilidad
• Satisfacción del cliente
• Minimizar problemas
• Información estratégica (Palacios Acero, 2016, pp. 70-71).
La medición de los indicadores debe ser periódica y no solo al finalizar el plazo establecido
para el plan. Generalmente, las mediciones se hacen de manera mensual pero depende
mucho de la naturaleza del indicador.
26