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MISTERIOS DOLOROSOS

Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto

«Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos: "Sentaos
aquí mientras voy a orar". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a
sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: "Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos
aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: "Padre
mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú"»
(Mt 26, 36-39).

ORACION - MEDITACION

Jesús angustiado se refugia en la oración y acude al Padre …y yo? ¿Qué hago ante el
sufrimiento, ante los problemas, las incertidumbres, las tribulaciones, las dificultades, las
desavenencias? ¿A quién recurro? a dónde voy? ¿con quién hablo? ¿A quién pido
consejo? ¿Me refugio como Jesús en la oración y acudo al Padre?

Jesús ora y ante su angustia acepta la voluntad del Padre y rechaza las tentaciones del
demonio…y yo? ¿cuándo oro lo hago insistentemente o después de mi primera oración al
no ver el resultado inmediato me desanimo y pierdo la fe? y recurro a otros medios como
el esoterismo, la brujería, las cartas astrales, porque quiero saber de inmediato mi destino
confiándolo a la vista del hombre y no a la de Dios? ¿Soy capaz como Jesús de rechazar
las tentaciones del demonio y esperar pacientemente aceptando con amor a que se haga
la voluntad de Dios, así como Jesús lo hizo?  

Cuando mi fe es débil…, ¿busco a Dios en otros lugares?, en otras Iglesias?  o es mi fe


fuerte que supera toda prueba todo reto y toda tentación que me aleje de Dios y
permanezco fiel a la Iglesia de Cristo demostrando mi amor y mi fidelidad.

Señor Jesús, te pido que cuando decaiga en la oración, tu ejemplo me anime y a pesar de
que no ocurra lo que esperaba, entienda que todo lo que me pasa es lo mejor que quieres
para mí, porque me amas y me conoces desde el vientre de mi madre. Ayúdame Señor a
aceptar Tu voluntad, a no quedarme dormido antes las vigilias más importantes de mi
vida. Que pueda vences a las tentaciones y con mis acciones limpiar las gotas de sangre
que sudaste y sufriste por mí. AMEN

Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna

«Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para
que fuera crucificado» (Mt 27, 26).

ORACION - MEDITACION

Jesús fue atado en la columna de la injusticia y flagelado por los pecadores. ¿Cuándo
siento que alguno de mis hermanos es injusto conmigo, me defiendo con insultos y gritos,
o soporto cada humillación con humildad como lo hizo Jesús? Cuándo siento que algún
comentario negativo me flagela, ¿qué hago, lo resisto y me callo, o cambio el flagelo y  lo
emprendo contra mi hermano? ¿Dónde quiero estar? del lado de quienes flagelan o del
lado de quienes son flagelados?
Señor Jesús, que, ante la injusticia, reine el amor y la paz en mi corazón. Que sepa
soportar los flagelos de la vida y pueda perdonar a quienes empuñan el látigo que es a
veces el látigo de la lengua. Ayúdame a levantarme otra vez y a perseverar en la misión
que me has encomendado. AMEN

Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas

«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor
de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura y, trenzando
una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano derecha una caña, y
doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: "Salve, Rey de los judíos"». (Mt  27, 27-
29)

ORACION - MEDITACION

Jesús con sus manos encadenadas fue burlado con una corona de espinas. Cada espina
rasgaba su piel y la sangre derramada le impedía ver y aun así continuaba su camino a la
Cruz. ¿He sentido alguna vez una corona de espinas en mi cabeza? ¿Me he sentido
burlado, rechazado o excluido de mi trabajo, de mi familia, de mis amigos o de mi propia
Iglesia…y yo que hago? ¿Rompo las cadenas que me atan a Jesús y los envisto a todos
con rabia, la misma que sintieron quienes clavaron las espinas a Jesús, que somos
nosotros mismos cada vez que actuamos con ira, con soberbia y con rencor? ¿O más
bien dejo que su sangre se derrame sobre mis ojos para ver con caridad las ofensas de
mis hermanos y así pueda continuar mi camino de la mano de Jesús?

Señor Jesús, que yo sea capaz de comprender a todos mis hermanos y que mis acciones
se aten a tu amor misericordioso. Ayúdame a entender que tu Reino no es reinado de
este mundo pasajero. Que yo pueda aspirar a la corona que no se marchita, apartando mi
corazón de las cosas materiales y superficiales. AMEN

Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario

«Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y
de Rufo, a que llevara su cruz. Lo condujeron al lugar del Gólgota, que quiere decir de la
"Calavera"» (Mc 15, 21-22).

ORACION - MEDITACION

Jesús caminaba con el gran peso de la Cruz que portaba todos nuestros pecados y su
gran amor por nosotros fortalecía cada uno de sus pasos. Cuándo porto mi cruz, ¿la llevo
con amor? ¿O me quejo, me amargo, me entristezco? Qué hago ¿me detengo y no
continuo? ¿Me entrego y no lucho por llevarla con el mismo amor que Jesús la llevo por
mí? Cuando el peso de mi cruz me hace caer… volteo a buscar el consuelo de mi madre
del Cielo, ¿así como lo hizo Jesús con María?  ¿Dejo caer mi cabeza exhausta en los
brazos de mi Madre Santa, así como lo hizo Jesús con María?  ¿Dejo que mis mejillas
reciban las caricias de las manos inmaculadas de mi Madre del Cielo, así como lo hizo
Jesús con María? ¿Me levanto después de cada caída y continúo aceptando en cada
paso la Divina voluntad?
Señor Jesús, que seamos humildes al portar nuestra cruz y que cuando desfallezcamos
acudamos al consuelo de nuestra Madre del Cielo la Santa Virgen María, para
convertirnos en hombres nuevos, amando sin fronteras, al lado de los pobres y de
aquellos más necesitados. AMEN

Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús

«Llegados al lugar llamado "La Calavera", le crucificaron allí a él y a los dos


malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónales,
porque no saben lo que hacen"... Era ya eso de mediodía cuando, al eclipsarse el sol,
hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la media tarde. El velo del Santuario se rasgó
por medio y Jesús, dando un fuerte grito dijo:  "Padre, en tus manos pongo mi
espíritu"  y, dicho esto, expiró» (Lc   23, 33-46).

ORACION - MEDITACION

¡Qué gran sacrificio de amor haz hecho Tu Señor por nosotros! Despegado de la tierra,
entregaste todo lo que tenías…a tu Madre, a tu Espíritu… y ¿qué hacemos nosotros por
ti? ¿Señor es que acaso mi pereza y mi comodidad son más grandes que al amor que
sufriste por mí en la Cruz? ¿Es que siempre busco una excusa para no ir  a “beber de Tu
Sangre y comer de Tu Cuerpo” y es que siempre condiciono mis sentimientos a mi
conveniencia e incluso cuestiono al Sacerdote que ofrece Tu sacrificio en la Santa Misa?
… es que acaso no entiendo que ese pan que se parte en el Altar es el mismo Cuerpo
que se partió en la Cruz? Señor, aun cuando escucho el sonar del partir del pan en la
Santa Misa, las tribulaciones de este mundo no me dejan recordar el sonido de tus
huesos en la Cruz. ¡Señor que insensible soy! ¿Cómo puedo recibir tanto amor de Ti y
darte tan poco? Como quisiera Señor estar siempre a tus pies en la Cruz como lo hizo tu
Madre, cuanto quisiera ser obediente como lo fue Juan. ¡Por qué me cuesta tanto Señor
seguir tus mandatos! ¿Por qué? Señor Jesús, cuanto me arrepiento de las veces que te
he faltado cuando te he puesto en el último lugar de la lista de mis cosas por hacer y a
veces incluso ni siquiera te incluyo.

Señor, te pido que me ayudes a ser obediente a Tus mandatos y sumiso a todos los
preceptos de la Iglesia que fundaste. Ayúdame Señor a desear intensamente “estar
contigo en el Paraíso…” a reconocer tu Sacrificio de la Cruz como el acto más grande de
amor que pueda existir en el mundo y a acudir a Tu encuentro ya que me esperas con los
brazos abiertos.

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