Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
st
ue
M
hea g i age c c m
TODO HA CAMBIADO
ra
tuvieran que replantearse orientar su negocio en otra
dirección, con el riesgo que eso conlleva?
st
¿Qué habría de particular, en alguien adolescente, si
se deprimiera por no poder pasar tiempo suficiente
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 5
vi | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
lugar seguro y buscar referencias, ya que todo el mundo está igual,
tendremos un caldo de cultivo magnífico para la ansiedad o la
depresión, que florecen de forma especial en épocas de estrés y
st
desorden. Parece, sin duda, la tormenta perfecta.
Si tomo como posible ejemplo de multicrisis lo vivido en la pan-
demia, sin ir más lejos, pienso en mi familia, y la circunstancia ha
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 6
TODO HA CAMBIADO | vii
ra
por fe y no solo por vista, midiendo bien los esfuerzos, asumien-
do ciertos riesgos... pero siendo consciente, a la vez, de que es una
de las mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo. No me
st
gustan las razones que me llevaron a hacerlo, pero puedo recono-
cer el resultado que se destila de ello.
Desde esa convicción, miro hacia delante sabiendo que pode-
ue
mos salir de este largo túnel más fortalecidos que nunca. Todo
está cambiando. Da igual de qué ámbito estemos hablando: labo-
ral, familiar, personal, espiritual... y deberemos tomar decisiones
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 7
viii | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
dejándonos engañar por la comodidad, estando dispuestos a pagar
el precio que implica crecer. En los cambios, frenamos, observa-
mos, evaluamos, recalibramos, estructuramos, evaluamos de nue-
st
vo, priorizamos, y volvemos a empezar. Nos resistimos a un nuevo
comienzo, ¡pero lo necesitamos urgentemente! Cualquier crisis
bien orientada resulta ser la oportunidad para conseguirlo: es el
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 8
TODO HA CAMBIADO | ix
ra
Y en esos momentos me alegro, más que nunca, de poder
contar con el extra de enfrentar esto en unas fuerzas que no
son solo las mías.
st
La maratón de la vida que vivimos se presenta siempre comple-
ja, pero unas veces más que otras. Solemos preferir lo malo conoci-
do que lo bueno por conocer, como reza el refrán español, pero esa
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 9
x | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
un proyecto único y diferente para ti.
Me reconozco, por esto, en un viaje apasionante. Cada minuto
con cada persona a la que acompaño en sus crisis es una lección de
st
coraje para aprender. Crezco, y quisiera estar ayudando a que otros
lo hagan. Ojalá sea también tu caso.
Considera, entonces, este libro como la extensión de ese pro-
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 10
TODO HA CAMBIADO | xi
ra
catapultando, no solo por encima del cambio, que también, sino
fundamentalmente gracias a él.
Sin embargo, lo que transforma el deseo en realidad es tener
st
un plan. ¡Necesitamos un plan! Yo quisiera, si me lo permites, ayu-
darte un poco a componer el tuyo, pero para eso debo explicarte
algunas cosas importantes.
ue
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 11
ra
st
ue
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 12
ra
PARTE 1
st
LO QUE NOS HA
ue
DEJADO EL CAMBIO
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 1
ra
st
ue
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 2
Aceptar el fin de una etapa
nos ayuda a comenzar algo nuevo.
Lidia Martín
ra
¿No tienes la sensación, frente a cualquier multicrisis, de estar
viendo puras ruinas? Desazón y duelo por lo perdido, destrucción
st
de muchas cosas en las que invertimos tiempo y esfuerzo a lo largo
de los años, aspectos importantes e, incluso, vitales para nosotros...
Ruina y destrucción parecen ir juntas, pero, a veces, son tam-
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 3
4 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
mente si se han perdido vidas por el camino. Las personas son
irremplazables, aunque puede construirse una buena realidad
después de que marcharon. Cuesta, y será difícil también apli-
st
car la palabra “mejor” a esa nueva realidad en la que el ser que-
rido ya no está.
Mi recomendación en esos casos es, más bien, seguir cons-
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 4
LO QUE NOS HA DEJADO EL CAMBIO | 5
ra
Abordar el cambio se condensa en cuatro palabras que exami-
naremos en nuestra hoja de ruta: REAPRENDER, ENFRENTARSE
st
y ELABORAR para RESURGIR. Al principio será difícil, hasta que
aprendamos a manejarnos en el nuevo escenario que el cambio
introduce, pero es posible, desafiante y fuente de profundo creci-
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 5
6 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
st
ue
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 6
Capítulo 1
ESTRÉS
ra
Por poner solo algunos ejemplos, piensa por un momento qué tie-
nen en común todos estos:
st
• Luis, que tiene ocho años y demasiadas actividades
extraescolares
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 7
8 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
• ir al supermercado,
• salir a la calle,
• dar un paseo en familia,
• teletrabajar desde el hogar,
• o tener a los niños más tiempo en casa?
ra
Sin el cambio que trajo la crisis por COVID, posiblemente no
hubiéramos llamado a estas situaciones naturalmente estresantes,
pero nuestra experiencia quedó tocada por la pandemia, y lo coti-
st
diano se convirtió en causa de sufrimiento:
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 8
ESTRÉS | 9
ra
No es complicado ver, entonces, que incluso lo sencillo se con-
vierte, a veces, en una cuesta muy empinada y hacia arriba. Ahí nos
st
sentimos agotados, perdidos, sorprendidos, expectantes, en alerta
y, en definitiva, desbordados.
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 9
10 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
ma y mínima expresión. Ha sido, además, no solo subjetivo,
sino constatable en hechos. Fíjate de nuevo en lo que pasó
frente a la pandemia, pero sucede en cualquier otra crisis
st
de dimensiones importantes:
En cuanto a la situación:
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 10
ESTRÉS | 11
ra
dad y el riesgo son dos elementos que suelen acompañar al cambio.
En las zonas más favorecidas del planeta se llevan mal las tran-
siciones, sobre todo en lo psicológico, constatando de nuevo por
st
qué el estrés, la ansiedad o la depresión son males especialmente
arraigados aquí.
Tal y como pasó con el evento del 11 de septiembre de 2001, en
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 11
12 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
decisiones. Cuerpo cansado y mente cansada son una mala
combinación.
st
Resumiendo, la cuestión es que ante cualquier crisis y ponien-
do en una balanza ambos asuntos, situación y recursos, a veces no
nos salen las cuentas. Creemos que necesitamos más recursos, o
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 12
ESTRÉS | 13
Cuestión de percepción
ra
nas, teniendo delante una situación de dimensiones serias,
incluso, puedan no sentir estrés si consideran que tienen
los recursos suficientes (o que, al menos, pueden conse-
st
guirlos). Tendrán momentos de impacto puntual, norma-
les e incluso necesarios para constatar que el cuerpo y
ue
• reinterpretarán la situación,
• reconsiderarán sus métodos habituales,
• los redibujarán,
• recolocarán sus prioridades,
• revisarán sus posibilidades,
• recopilarán ayuda,
• se reinventarán
• y resurgirán, liderando el cambio.
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 13
14 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
Entender el cambio y ajustarse a su realidad es, en un sentido,
el trabajo de una vida, pero merece la pena y es necesario porque
st
no dejará de haberlo jamás. Esto implica adaptación, proceso y cri-
sis, pero ¿no es precioso, también, superarse cada día?
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 14
ESTRÉS | 15
ra
rán hasta que no se vean en situaciones más que estrechas, en puro
desbordamiento, y dirán que fue por sorpresa, pero no es verdad.
Somos responsables, entonces y en buena medida, de nuestro
st
estrés. También del escaso valor que le damos a la prevención. La
mala noticia para quien no quiera adelantarse es que es mucho más
difícil sanar el estrés que prevenirlo. No podemos anticiparnos a
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 15
16 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
imprevisto a lo largo de esas etapas, ya sean pérdidas o alteraciones
del plan, y lo que tendremos que manejar será una mezcla entre:
st
• la crisis transicional que nos toque por edad
• más una o varias crisis circunstanciales
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 16
ESTRÉS | 17
ra
marlo–, reposa y disfruta, pero no te dejes abducir por la comodi-
dad porque el cambio vuelve. Renueva tus fuerzas con todo aquello
que tengas a tu alcance, pero nunca desatiendas que estás en tiem-
st
po de tregua, siempre entre dos batallas. Ninguno sabemos en qué
consistirá la próxima situación conflictiva e incómoda, pero lle-
gará, antes o después. Preparémonos, entonces, para no patalear
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 17
18 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
usar él una imagen que ahora entiendo y tiene todo de útil para
enfrentar el cambio con la sabiduría que ellos lo hicieron como
familia. Lo que dijo se resumiría en que siempre hemos de mante-
ner lo que tenemos en una mano abierta, no intentando retenerlo.
Solo esa visión les había traído descanso.
Aquello me conmovió profundamente y me hizo pensar. Sé que
no puedo alcanzar a medir toda la profundidad de lo que significa-
ba, en boca de aquel hombre dolorido aún por la pérdida de su hija.
Como sucede con el agua, por una parte, cuando queremos retener
cualquier cosa a base de aprisionarla entre los dedos, se nos escapa.
Contenerla y disfrutarla mientras está con nosotros es la actitud más
ra
sana, y lo entendemos, pero no solemos vivir así. Queremos retener el
bienestar a toda costa. Desde esa “contención abierta”, sin embargo,
el agua sirve para beber, para limpiar... pero, si nos aferramos, corre-
st
mos más riesgo que nunca de no disfrutarla y, también, de no repo-
nernos si la perdemos. En la retención agonizante no hay descanso,
pero en la aceptación de lo efímero puede haberlo, curiosamente.
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 18
ESTRÉS | 19
•
ra
Conservemos la mayor cantidad de fuerzas posible para
los momentos de mayor demanda.
No tensemos la situación más de lo estrictamente necesa-
st
rio, y seamos sabios, pues el camino es largo.
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 19
20 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
des de reparación cada vez. Podríamos haberlo prevenido en cierto
grado, prolongar la vida útil del objeto, pero no lo hicimos.
Las cuerdas, en la vida real, han de ser cuidadas, revisadas,
st
obligan a un trabajo de mantenimiento que consiste en cosas tan
básicas como una buena observación, no someterlas de manera
habitual a más carga que aquella a la que están diseñadas para
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 20
ESTRÉS | 21
El enemigo silencioso
•
•
emociones
pensamiento
ra
st
• conducta visible
• y reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 21
22 | PSICOLOGÍA DEL CAMBIO
ra
Vino silenciosamente, parecía que todo estaba bien, hasta que
comprobamos que no. Nos tomó por sorpresa, pero eso puede
y debe cambiar.
st
Seamos cada vez más precavidos. Consideremos el cambio y la
posibilidad real del estrés. Necesitamos dosificarnos intencional
y permanentemente desde el primer momento, no cuando ya nos
ue
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 22
ESTRÉS | 23
ra
si nos anticipamos, pero hay que moverse desde ahora mismo, no
creyendo que podremos parar la bala una vez presionado el gatillo.
Uno de los efectos más incapacitantes en esa caída de fichas
st
de dominó, si no se actúa pronto, es la ansiedad. Analicémosla
ahora, en el siguiente capítulo, y conozcamos algo mejor por
dónde transitamos.
ue
M
PSICOLOGIA_DEL_CAMBIO.indd 23
Es m s que evidente que nuestra situaci n actual frente a la pandemia
es una de ellas Una situaci n tan chocante y trascendente que logra
ser un suced neo al S en el grado de incertidumbre que puede traer
a la sociedad y a cada uno de los que la componen Este libro llega en el
momento preciso la autora es consciente de todos los conflictos internos
que pueden acarrear este tipo de situaciones y en este trabajo se enfoca
en aclarar ense ar y aconsejar a la sociedad afectada De ah que este libro
es adecuado tanto para el individuo que atraviesa una poca de cambio o
para el experto que quiere un manual especializado La contingencia trajo
al consciente colectivo palabras que son propiamente del campo de estudio
de la psicolog a entre ellas el estr s la ansiedad y la depresi n La mayor a
ra
acepta padecerlas y seguramente se han preguntado intr nsecamente
qu son cada una de estas palabras qu significan por qu me
sucede esto qu hago con todo ello y no encuentran respuestas
st
convincentes A todas estas preguntas y m s responde la autora Pero no
se queda solo con la respuesta una respuesta que en seco solo podr a traer
m s incertidumbre y m s preguntas El libro se expande m s all y da las
ue
e c a, c cad a ec a de e e a .E
M
ce c ada e P c a a U e dad de M a a, M e e P c a C ca de a Sa d a
U e dad C e e de Mad d. F e a a d ada a e ab ac de a a d d c ca b e e b
E caba e de a aPS COLOG
adA / P ac a Cdada,
ca
ec b e d e e E e C e 2009 . E a a de d e e e
b ,e a a e cad a e .E ee :P e A P c c (2009); La c
(2011); La e a dad e e e (2013); Ed ca ad e ce e e e e A e ca e de ad e de
ad e ce e (a b de 2012). De de ace a ca 20 a , c b a e de de a c ca c ca
ada c a d ce c a a a e e dade . C c a ac e da, ade ,e c e d
a de a e a ad ab e e e e c c a e e c be. M e a de e e ecc EL
ESPEJO, c de 340 a c b e ac a dad, c a e, e e da P e a eD a.