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Sofía García Dávila

Seminario de teoría

Descolonizar la tinta
Sobre cómo se puede vislumbrar un horizonte distinto desde el tatuaje

El pensamiento decolonial es una práctica que se gesta desde el reconocimiento y


visibilización de saberes que durante años fueron ignorados por proceder de las periferias de
las grandes capitales del mundo, estos saberes abarcan una amplia gama de campos del
conocimiento, algunos de estos trabajan con cosas como los conceptos teóricos, la
alimentación, el territorio, el trabajo o el cuerpo mismo, en este último campo dentro de su
amplia variedad existe el de la modificación corporal y para precisar el tema de estudio de
este ensayo, dentro de las modificaciones corporales existe el tatuaje, herramienta expresiva
que históricamente ha sido silenciada, criminalizada y perseguida.
El tatuaje es una expresión artística pura de la individualidad de una cultura, con la
cual se expresan mediante la pigmentación con el uso de tinta en la piel
significados íntimos o sociales los cuales permiten pertenecer a la realidad que rodea a las
personas que deciden tatuarse.
Para entender el impacto de la colonialidad en el tatuaje se pueden estudiar dos
tiempos, el pasado histórico y el presente.
En el pasado estudiaremos el periodo donde América fue colonizada. Para precisar el periodo
y el lugar geográfico, se estudiará la llegada de los españoles a lo que ellos llamaron la
“nueva españa” y cómo en su proceso de conquista del territorio, se fue negando y
criminalizando el uso de modificaciones corporales en las naciones indígenas ya que estas
modificaciones eran una transgresión al cuerpo creado por Dios, como se puede leer en las
crónicas de los conquistadores y frailes españoles del siglo XVI, como se puede leer en el
relato que escribió el Fray Diego de Landa, en Relación de las Cosas de Yucatán, que en en el
capítulo XXII escribe:

“Labránse (tatuanse) los cuerpos y cuanto más (por) tanto más valientes y bravos se
tenían, porque el labrarse (tatuarse el cuerpo) era gran tormento. Y era de esta manera:
los oficiales (especialistas) de ello labran la parte (del cuerpo) que querían con tinta y
después sajábanle (cortabanle) delicadamente (en) las n tormento que era, y también
se (ponían) malos porque se les enconaban (infectaban) las labores (tatuajes) y
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supurábanse (escurriendo pus) y que con todo esto, (los indios tatuados) se mofaban
de los que no se labraban (tatuaban)...”

También por otra parte tenemos el testimonio del fray Nicolás de Witte, quien vivió la
Huaxteca, quien menciona en una carta escrita en 1554:

“...había en esta la Guasteca que es tierra de Pánuco, tres géneros de hombres que
eran los señores tlahuan, los hidalgos tiachan, y los caballeros pipihuan; estos tres
géneros de hombres son labrados (tatuados) del rostro y nadie les podía cargar
(imponer tributos) ...”

A partir de la conquista de México, se consideró al tatuaje y cualquier forma de


modificación corporal como incompatibles con las visiones colonialistas que se impusieron,
ya que todas estas modificaciones eran representaciones de su pasado que se consideraba
como pagano e idolátrico.
Algunas de las pocas representaciones visuales que perduraron el azote colonial
fueron algunas piezas en cerámica y una momia las cuálessirven como una prueba de la
presencia del tatuaje en el México prehispánico y su importancia.
En el México prehispánico, los tatuajes tenían una carga simbólica ya que su uso
variaba entre las muestras de estatus social, logros personales o muestras de valor.
Algunos ejemplos donde se puede apreciar el uso de tatuajes en representaciones
tridimensionales son
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“El adolescente” que fue encontrado en Tamuín, San Luis Potosí

La escultura Olmeca “Señor de las limas”


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Figurilla del posclásico que representa a una mujer con todo su cuerpo tatuado, procedente
del sitio Chanal, Colima.

Pero lo que confirma el uso de tatuajes es la “Momia Tolteca” que fue encontrada en
el pueblo de Comatlán, en el municipio de Huajuapan de León, Estado de Oaxaca, en el 1889.
Según estudios se trata de una mujer de entre 30 y 40 años de edad, tiene tatuajes en ambos
brazos, sobre el pecho, abdomen, glúteos y rodilla izquierda
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Si bien han pasado 501 años de la conquista, los rezagos de lo que significó en
México siguen estando presentes en la postura y percepción que se tiene en la sociedad
mexicana en torno a los tatuajes.
En la actualidad al igual que se hacía en la época de las colonias españolas se sigue
persiguiendo y criminalizando a las personas que portan tatuajes en su piel, dejando a un lado
la importancia y significado que sus tatuajes tienen, limitando lo que sus tatuajes tienen que
contar sobre sus realidades e historias a una simple imagen que les pone una ficha de cuidado
en el ojo público.
Es importante descolonizar la mirada en torno a los tatuajes, para darnos cuenta que
cada uno tiene una historia y una realidad la cual tiene una carga simbólica que va más allá de
lo que lo colonial quiere que veamos.
Sofía García Dávila
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Fuentes
https://www.academia.edu/7974619/Tatuajes_en_el_M%C3%A9xico_Colonial
http://www.wikimexico.com/articulo/Tatuajes-prehispanicos
https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/tatuajes
https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/tatuajes-en-mexico-prehispanico

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