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Asignatura Datos del alumno Fecha

Prevención y tratamiento Apellidos: González Diéguez


08/05/2023
del delincuente Nombre: Celia

Los FIES en España


En España, las instituciones penitenciarias están orientadas hacia la reinserción y
reeducación de los presos, además de su retención y custodia. Es importante hacer una
distinción entre el tratamiento y el regimen penitenciario, especialmente a la hora de
analizar el régimen FIES que se tratará a continuación.

El tratamiento penitenciario está enfocado de forma individualizada, en relación con las


características que presente el preso. Pese a su función resocializadora, es totalmente
voluntario y dependerá del régimen en el que se encuentre el preso.

El régimen penitenciario, como está recogido en el art. 73.1 del Reglamento


Penitenciario, es el conjunto de normas o medidas que persiguen la consecución de una
convivencia ordenada y pacífica que permita alcanzar el ambiente adecuado para el éxito
del tratamiento y la retención y custodia de los reclusos. Existen tres tipos de régimen:

ABIERTO (TERCER GRADO)


Penados clasificados de tercer grado, que pueden continuar el tratamiento en
régimen de semilibertad.

ORDINARIO (SEGUNDO GRADO)


Es el régimen más común, donde se clasifican los presos que no pueden
encontrarse en situación de semilibertad y que tampoco cumplen las
características para pertenecer al régimen cerrado.

CERRADO (PRIMER GRADO)


En este régimen están los penados y presos que presentan una peligrosidad
extrema o que no son capaces de adaptarse al régimen ordinario o abierto.
Pese a la existencia del régimen cerrado, también existen los Ficheros de Internos de
Especial Seguimiento (FIES). Si bien no están considerados como un régimen al uso, ya
que se definen como una herramienta de control de datos, los internos que figuran en
dichos ficheros precisan de mayor control y se ven mermados sus derechos dentro del
ámbito penitenciario (RÍOS 1998)

CLASIFICACIÓN DE LOS FICHEROS

FIES-1 (Control directo): Personas conflictivas o peligrosas, que hayan producido


alteraciones graves regimentales o que hayan puesto en peligro la vida o integridad
física de otras personas (reclusos, funcionarios o personas ajenas a la institución
penitenciaria)

FIES-2 (Delincuencia Organizada): Personas relacionadas con organizaciones


delictivas que buscan lucrarse económicamente a través de actividades ilícitas, como
trata , narcotráfico, etc.

FIES-3 (Bandas Armadas): Personas relacionadas con terrorismo o bandas armadas, ya


que sea por participación o apoyo.

FIES-4 (Fuerzas de Seguridad y funcionarios de Instituciones Penitenciarias): Son los


internos que han pertenecido a este gremio, generalmente se les pone en FIES para
velar por su seguridad.

FIES-5 (Características Especiales): Son los internos que necesitan un seguimiento


especial por determinadas características. Por ejemplo , algunos delincuentes sexuales
o los condenados por el Tribunal Penal Internacional.

Estos ficheros fácilmente podrían catalogarse como un régimen adicional, más que como
una base de datos, ya que el hecho de figurar en ellos requiere un control más exhaustivo
del interno y una vulneración de algunos derechos fundamentales de los que gozan los
internos pese a su ingreso en prisión.

Algunos de estos derechos pueden ser el secreto a las comunicaciones (art. 18.3 CE),
derecho a la intimidad personal (art. 18.1) e incluso el derecho a la libertad
deambulatoria (art. 17 CE).
Los internos que se encuentran en FIES tienen muchas limitaciones, apenas pueden
realizar actividades conjuntas con otras personas, las comunicaciones con sus allegados
e incluso con sus abogados están intervenidas, permanecen mucho tiempo aislados y
pueden estar expuestos a registros y cacheos corporales, incluso a registros y cambios
de celda (DE LAS HERAS 2021).

Es comprensible que se trate de una cuestión controversial cuando se atenta


directamente contra los derechos fundamentales de estos internos. Sin embargo, hay
que tener en cuenta las categorías ya mencionadas, generalmente se trata de internos
con un alto grado de peligrosidad, no solo por los crímenes cometidos, sino porque
pueden poner en riesgo a otros internos o a los propios funcionarios.

Desde mi punto de vista, considero que son medidas justificadas, aunque habría que
catalogar a los internos de forma individualizada según su grado de peligrosidad.
Entiendo que el hecho de figurar en FIES también es una medida preventiva, pero
imagino que no todos los internos tendrán el mismo historial delictivo o serán
igualmente conflictivos.

Un claro ejemplo puede ser un terrorista, intervenir las comunicaciones con sus
allegados me parece una medida completamente justificada, ya que puede seguir
operando dentro de centro penitenciario a través de la correspondencia. Estos sujetos
están radicalizados, si convivieran con otros internos que tuvieran una ideología similar
podrían desencadenar una situación peligrosa incluso dentro de la propia prisión.

Personalmente, comprendo que internos con estas características estén sujetos a


medidas mucho más severas y restrictivas, sin dejar a un lado el objetivo de reinserción
y reeducación tan necesario dentro del sistema penitenciario. En casos de terrorismo es
complicado que esto llegue a suceder, si no existiera FIES sería mucho más complicado
controlar a esta clase de internos, hasta el punto de que podrían llegar a captar a otros
presos que fueran vulnerables.

En relación con el artículo que se ha incluido como lectura para la actividad, considero
que no cualquier interno entra en FIES y, logicamente, una persona que está en prisión
es porque ha cometido un delito, no se encierra a alguien sin una causa penal. Un interno
que promueve la agitación dentro de prisión puede resultar peligroso, pese a no haber
cometido un delito de sangre, el hecho de promover convulsión entre internos puede
comprometer la convivencia dentro del centro penitenciario e incluso poner en peligro
a los funcionarios. Desde mi punto de vista, el artículo es un tanto sensacionalista e
intenta demonizar FIES, sin tener en cuenta las cuestiones que he mencionado en los
párrafos anteriores.

Como ya expuse, quizá lo más lógico sería tratar los casos de forma individualizada,
aunque por el momento no puedo oponerme a su existencia.

Referencias

Constitución española (BOE núm.311, de 29 de diciembre de 1978).

DE LAS HERAS PEÑA, Irene. Los ficheros de internos de especial seguimiento como
mecanismos de restricción de los derechos fundamentales: Análisis desde una
perspectiva jurídica y criminológica. Revista Electrónica de Estudios Penales y de la
Seguridad: REEPS, 2021, no 9, p. 6.

Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento


Penitenciario.

RÍOS MARTÍN, Julián Carlos. Los ficheros de internos de especial seguimiento (FIES):
análisis de la normativa reguladora, fundamentos de su ilegalidad y exclusión del
ordenamiento jurídico. Cuadernos de Derecho Penitenciario del Ilustre Colegio de
Abogados de Madrid, 3. 1998.

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