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EXPOSICIÓN FINAL:
TELESCOPIO REFRACTOR
OBJETIVO
El objetivo de este informe es conocer un poco sobre los telescopios pioneros en el
mundo los cuales permitieron iniciar estudios científicos sobre el mundo de la
astronomía, los telescopios refractores. Ampliaremos acerca de su funcionamiento,
composición, utilidad y sus distintos aportes a la ciencia.
INTRODUCCIÓN TEÓRICA
Un telescopio refractor es un sistema óptico centrado, que capta imágenes de objetos
lejanos utilizando un conjunto de lentes en las que la luz se refracta. La refracción de la
luz en la lente del objetivo hace que los rayos paralelos, procedentes de un objeto muy
alejado (en el infinito), converjan sobre un punto del plano focal. Esto permite mostrar
los objetos lejanos mayores y más brillantes.
Una vez que el telescopio fue conocido y comenzó a extenderse, varias personas, entre
ellas Thomas Harriot y Christoph Scheiner, lo enfocaron hacia el cielo a principios de
1609 para observar objetos celestes. Pero fue Galileo Galilei quien, desde agosto de
1609, estableció realmente el telescopio como instrumento de observación astronómica
para el conjunto de sus descubrimientos celestes y, especialmente, por la mirada nueva
que llevó al cielo y a los objetos que contemplaba,
maravillándose de los fenómenos que veía y estudiaba.
Tras los diseños pioneros de Galileo, a medida que se
construyeron telescopios cada vez más potentes, el
problema de la aberración cromática supuso un grave factor
limitante de su calidad de imagen. Para evitar este problema
se desarrollaron los telescopios keplerianos diseñados con
enormes distancias focales, factor que los hacía muy poco
manejables. Sin embargo, el progreso del diseño de lentes
acromáticas de la mano de John Dollond durante el siglo
XVIII, puso las bases de la época de los grandes refractores
A lo largo del siglo XIX se produjo la fundación de
numerosos observatorios por todo el mundo que competían
por poseer el mejor telescopio, lo que se tradujo en una
"carrera" por fabricar lentes de mayor diámetro cada vez.
Así, en los 80 años transcurridos entre 1820 y 1900, se pasó de los 22,8 cm de diámetro
del telescopio de Fraunhofer, a los 125 cm del Telescopio de la Gran Exposición
Universal de París (1900), con el que se alcanzó el límite técnico de los refractores,
condicionados por dificultades de fabricación y por el problema del flechado de las
lentes.
Realizaciones como el telescopio refractor de 98 cm de diámetro del Observatorio del
Roque de los Muchachos inaugurado en el año 2002, confirman que este tipo de
instrumentos siguen manteniendo su vigencia en determinadas tareas astronómicas,
como la observación solar.
Fenómeno de refracción
La refracción es el cambio de dirección que experimenta una onda al pasar de un
medio material a otro. Sólo se produce si la onda incide oblicuamente sobre la
superficie de separación de los dos medios y si estos tienen índices de refracción
distintos. La refracción se origina en el cambio de
velocidad de propagación de la onda, cuando pasa
de un medio a otro.
Se conoce como índice de refracción a la razón
existente entre las velocidades de propagación de
una onda en el vacío y en otro medio X. El cambio
en la dirección, por otra parte, puede explicarse a
través de la llamada ley de Snell que, a su vez,
deriva del principio de Fermat.
El principio de Fermat, por su parte, pertenece al
ámbito de la óptica: el trayecto que recorre la luz
cuando se propaga entre dos puntos es tal que el
tiempo que le toma no cambia, independientemente
de los posibles cambios que se apliquen a la
trayectoria.
La ley de Snell, es una fórmula que se usa para el cálculo del ángulo de refracción de
la luz cuando ésta atraviesa la superficie que separa dos medios de propagación, los
cuales deben tener índices de refracción diferentes. Otra afirmación presente en la ley de
Snell es que el resultado de multiplicar el seno del ángulo de incidencia por el índice de
refracción es constante para todos los rayos de luz que incidan en la superficie que
separa dos medios.
DESARROLLO
La búsqueda de la información por parte de mi persona fue realizada a través de
distintos portales y páginas webs, basándome en los criterios ya mencionados en el
objetivo: composición de los distintos tipos, funcionamiento y utilidad en la vida
cotidiana y sus distintas aplicaciones en la ciencia.
COMPOSICIÓN
Los telescopios de Galileo:
El diseño de Galileo Galilei utilizado en 1609. Utilizó una lente convergente en el
objetivo (plano-convexa) y una lente divergente (plano-cóncava) en el ocular. Un
telescopio galileano, dado que el diseño no tiene foco intermedio, da lugar a una imagen
no invertida y vertical.
Refractores Acromaticos:
Tipo de telescopio refractor que utiliza una lente acromática para corregir la
aberración cromática. La aberración cromática se produce porque los distintos colores
(distintas longitudes de onda) que
componen la luz que atraviesa el lente
objetivo se refractan de diferente
manera, lo que provoca que no se
focalicen en el mismo punto.
Una lente acromática es un tipo de
lente que está diseñado para limitar los
efectos de la aberración cromática y
esférica. Están ideadas para concentrar
dos longitudes de onda (típicamente
los colores rojo y azul) en un solo foco
del mismo plano. En realidad los
dobletes acromaticos logran focalizar los colores rojo y azul aunque otras longitudes de
onda como el verde sigue focalizandose en un punto ligeramente diferente. No obstante,
se consigue reducir la aberración cromática de forma sustancial.
Refractores Apocromáticos:
Diseñados para enfocar tres
longitudes de onda (típicamente rojo,
verde y azul) en el mismo plano.
Aunque sigue quedando alguna
aberración cromática residual, en su
mayor parte es fuera de las
longitudes de onda del rango visual.
Constan de tres lentes en el objetivo:
Una divergente con vidrio flint de alta densidad
Una convergente con vidrio crown de baja densidad
Una divergente con vidrio de alta densidad flint
FUNCIONAMIENTO
Funciona con una lente que atrae la luz y la concentran en el foco, donde se sitúa el
ocular. Es parecido a los prismáticos de toda la vida, solo que con muchísima más
potencia.
La luz procedente de un objeto lejano incide en forma de rayos paralelos sobre la
superficie del objetivo y al atravesar el vidrio de este se refractan, es decir, los rayos
paralelos se curvan y terminan cruzándose en un punto llamado foco. Los rayos
curvados procedentes del objetivo, pasan por el foco y después atraviesan el ocular
emergiendo de nuevo en forma de rayos paralelos y formando una imagen virtual del
objeto observado con un tamaño mayor al observado a simple vista.
BIBLIOGRAFÍA / WEBGRAFÍA