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ENTREVISTA CON EL COMUNICÓLOGO BRASILEÑO MARCOS DANTAS

"EL CAPITALISMO NO PUEDE EXISTIR SIN LA


PRODUCCIÓN CULTURAL E IDEOLÓGICA DE
LOS MEDIOS"

Marcos Dantas

EL TELÉGRAFO

El experto brasileño, que participó recientemente en el Foro Latinoamericano de


Comunicación y Ciudadanía realizado por el Centro Internacional de Estudios Superiores
de Comunicación para América Latina (CIESPAL) con sede en Quito,es un investigador
sobre las corporaciones mediáticas.

Marcos Dantas,director de la Unión Latina de Comunicación Política de la Información,


Comunicación y Cultura, capítulo Brasil, advierte que los medios no son instituciones
políticas y culturales, sino más bien empresas con intereses económicos claros que
cumplen un importante papel en la promoción del capitalismo y consumismo.

Sobre las nuevas tecnologías, específicamente las redes sociales, aclara que estas
facilitan información sobre posibles consumidores, sin que se reconozca ningún beneficio
como el derecho de autor. También advierte sobre la pérdida de autonomía cultural.

¿Por qué la comunicación puede ser analizada con una perspectiva de economía
política?

En general se piensa la comunicación, los periódicos y la televisión desde una


perspectiva política y cultural, pero nosotros los pensamos como organizaciones
económicas, empresas con una fuerte influencia política y cultural. Por supuesto, hay que
articular la cuestión económica con la política y cultura, y para eso tenemos una
metodología que se basa en la economía política de (Carlos) Marx, pero sabiendo que
sus estudios de la producción de valor se refieren a talleres y fábricas. Es necesario
estudiar la producción de valor en la televisión, que no es propiamente una fábrica, así
como en el periódico e internet.

¿Cuáles son los efectos del rédito que gira en torno a comunicación?
Una de las conclusiones es que hoy en día, para que el capitalismo se desarrolle, las
organizaciones de comunicación son fundamentales. El capitalismo no puede existir
como hoy lo conocemos sin la producción cultural e ideológica que generan estas
empresas, ellas crean todo el ambiente necesario para el consumo y, al mismo tiempo,
ganan mucha plata.

¿Internet modifica esa dinámica?

Actualmente hay una gran polémica sobre el rol de internet y las nuevas tecnologías
porque cambia la relación entre las empresas mediáticas y el pueblo que participa tras el
televisor, aparentemente es pasivo. En internet esa audiencia se vuelve activa. Y desde
mi análisis, la audiencia de Facebook o Google también trabaja para la creación de valor,
pero sin ser remunerada, entonces yo lo llamo plusvalía 2.0. Sin darse cuenta, los
usuarios son generadores de riqueza porque proveen de información (datos personales)
que las corporaciones venden a los anunciantes.

Hay denuncias de fotógrafos que tras colocar su trabajo en redes sociales luego
aparecen, por ejemplo, en campañas publicitarias, sin respetar los derechos de
autor.

Exactamente, no pagan derechos de autor ni su tiempo de trabajo, no pagan nada. El


capitalismo ha desarrollado un nuevo modelo de apropiación de la riqueza generado en
ese trabajo gratuito. En general existe la idea de que las nuevas tecnologías promueven
la democracia, la libertad, el derecho a opinar, pero cuando vemos que Facebook,
Instagram y Google ganan mucho dinero con todo eso, debemos tener más cuidado. Es
que cuando debatimos en redes sociales con amigos sobre cuestiones políticas o
proporcionamos información también revelamos tendencias que, incluso, son útiles
desde el punto de vista político para un control no represivo de una sociedad.

En este momento existe una tendencia hacia la regulación de los medios de


comunicación y el debate surge sobre si se debe o no incorporar a las redes
sociales o páginas web. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Ese no es un tema fácil. En Brasil, por ejemplo, tenemos una ley -la primera en el
mundo- llamada 'Marco Civil de Internet'. Lo que se decidió fue garantizar que los
proveedores del servicio, los propietarios de la infraestructura, o sea las grandes
corporaciones, no tengan poder para intervenir en los contenidos bajo un "principio de
neutralidad de la red".

En una sociedad que convive con la tecnología, ¿a qué tipo de audiencias se


enfrentan los medios tradicionales?

Los medios tradicionales estaban acostumbrados a una audiencia cautiva y ahora se


enfrentan a lo que llaman de 'segunda pantalla', porque uno está delante de la televisión
y, a la vez, está en el Twitter comentando lo que ve. Ahora mismo, los más jóvenes ya no
tienen mucho hábito de ver televisión. Los medios enfrentan otrarealidad y van a cambiar
sus modelos de negocio. Están intentando, por ejemplo, distribuir periódicosen línea,
cambios que solamente en 10 o 15 años podremos evaluar. Es posible que hoy veamos
que corporaciones antiguas puedan tener el mismo destino de los dinosaurios, es
posible. Pero también es posible que logren sobrevivir como una nueva corporación que
evolucionó: el correo, por ejemplo, no eslo que fue hace 10o 20 años. Como brasileño y
latinoamericano he estudiado mucho este tema y creo que nuestras organizaciones de
comunicación son débiles frente a las multinacionales. Entre las 50 corporaciones de
medios más grandes del mundo, solo 2 son latinoamericanas: Globo (Brasil) y Televisa
(México), las demás son de Estados Unidos, Europa, Japón, China, Corea y Australia.
Por ello, la debilidad de nuestras organizaciones de medios puede generar un problema
muy grande: la pérdida de autonomía cultural. Un tema para reflexionar.

¿Cuáles son
los riesgos
para un
Estado, sea
Ecuador,
Brasil,
Colombia, de
perder su
autonomía
cultural?

Cuando usted
pierde la
identidad
cultural
también pierde
la voluntad
para luchar por
su
independencia,
por su
autonomía, por
defender una
posición en el
mundo. Si sus
referencias
desde la
infancia no
hablan de su
país ni de su
cultura, en la
edad adulta
solo pensará
en vivir como
lo hacen los
extranjeros,
sobre todo de
Estados
Unidos. En
Ecuador, el
Gobierno tiene
peleas con el
imperio, en
Brasil ocurre lo
mismo, pero
siempre que
haya una
situación que
obligue al
Gobierno a
defender una
posición
soberana, el
pueblo podría
preguntarse
por qué, si los
ciudadanos no
se identifican
con su país,
con su cultura,
con su historia.
En Brasil la
gente conoce
su historia, la
que no está
presente en la
televisión, en
los canales. La
cadena Globo,
aunque es
muy política,
siempre está
produciendo
series basadas
en historias de
Brasil. Esa es
una manera en
la que la
audiencia
conoce un
poco de la
historia, la que
después
exporta.

En algún momento usted afirmó: "O protegemos a los creadores o solo tendremos
a disposición Amazon para pagar los derechos del Quijote"...

En Brasil, durante 4 años debatimos un proyecto de ley para la televisión pagada -que
fue aprobado hace un año- y se creó el servicio de acceso condicionado. Por ley, todos
los canales dedicados principalmente a transmitir películas y documentales, incluso
extranjeros, están obligados a cumplir una cuota de programación brasileña.

¿Cómo se aplica? ¿Negocian con las empresas de televisión pagada o con los
canales extranjeros?

Tenemos la Agencia Nacional de Cine, que emite licencias a todos esos canales, como
HBO, Warner, etc., con la cual están obligados a pasar en Brasil un mínimo de 3:30
horas por semana de películas o documentales producidos por brasileños; si no cumplen,
no tienen licencia para estar en el paquete de televisión pagada en Brasil. Así, Warner
solicita una licencia a la Agencia de Cine que avala que están cumpliendo la ley.

¿Ha tenido éxito la ley?

Bueno, en dos años se duplicó el tiempo de programación brasileña en estos canales, lo


que se comprueba con la fiscalización que realiza la Agencia de Cine.

El Telégrafo, Ecuador, 8 de septiembre de 2014.

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