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INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA

DE ADMINISTRACION INDUSTRIAL

CARRERA: ENFERMERIA

UNIDAD CURRICULAR: MORFOLOGIA Y EMBRIOLOGIA

SECCION: 211-B1

SISTEMA EXCRETOR
O APARATO URINARIO

ROTSEN MORALES

C.I: 30867279

CARACAS, VENEZUELA 28 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2022


SISTEMA EXCRETOR Y SUS FUNCIONANMIENTO

Se conoce como sistema excretor o aparato excretor al conjunto de


órganos y conductos del cuerpo encargados de la eliminación de los
residuos nitrogenados del organismo, cuya acumulación en el
mismo constituye un riesgo importante para la salud y que
principalmente constituyen la urea, la creatinina y el ácido úrico,
ambas expulsadas del organismo a través de la orina.

Para ello este sistema se compone de órganos que filtran la sangre


y retiran de ella las sustancias indeseadas, y luego una serie de
conductos que los conducen hacia afuera del cuerpo.

Este circuito se integra al cardiovascular y permite la purificación


rutinaria de la sangre que será oxigenada en los pulmones y
enviada luego al cuerpo entero.

Los fallos del sistema excretor suelen ser evidencia de


complicaciones graves y constituyen una causa importante de
muerte en el ser humano.

Como se ha dicho, el rol esencial del sistema excretor es el filtrado


de las sustancias nitrogenadas residuales del metabolismo, para
permitir que la sangre cumpla su ciclo lo más libre de impurezas
dañinas posible.

Es por ello que este sistema es tan vital: la acumulación de estas


sustancias en la sangre conduce a una forma de intoxicación letal.
El sistema excretor se compone fundamentalmente de dos
etapas:

Órganos de filtrado. Los riñones encargados de filtrar y generar


la orina y la vía excretora que recibe la orina para ser expulsada.

Conductos de expulsión. La vejiga excretora donde se almacena


la orina, los uréteres por donde se expulsa y la uretra u orificio de
micción por donde abandona el organismo.

PARTES DEL SISTEMA EXCRETOR

1. Riñones

Los riñones son la piedra angular del sistema urinario y, por tanto,
también del excretor. Se trata de dos órganos con,
aproximadamente, el tamaño de un puño que se ubican por debajo
de las costillas, estando cada uno de ellos a un lado de la columna
vertebral. Cumplen con la función de filtrar toda la sangre del
organismo.

Y son tan eficientes en dicha tarea que tardan apenas 30 minutos


en hacerlo, retirando de ella las sustancias tóxicas y generando así
la orina, un líquido cuya composición cuenta con un 95% de agua,
un 2% de urea (la sustancia que se produce tras el metabolismo de
las proteínas), un 1,5% de sales minerales y un 0,5% de ácido úrico.

La arteria renal hace llegar la sangre “sucia” a los riñones. Y es en la


corteza renal, la capa más externa del riñón, donde, al albergar el
90% de los vasos sanguíneos, tiene lugar el proceso de filtración de
la sangre, el cual está mediado por las nefronas, las unidades
funcionales de los riñones.

Las nefronas son células especializadas en filtrar la sangre. Hay más


de un millón en cada riñón y disponen de una estructura conocida
como cápsula de Bowman, una esfera diminuta que rodea al
glomérulo de Malpighi, un sistema capilar microscópico que pone
en contacto la sangre que debe ser depurada con estas nefronas.

La sangre llega con una alta presión que permite una filtración
pasiva de la misma (no requiere de gasto energético), pues la
presión hidrostática obliga a los fluidos y pequeños solutos a
abandonar los capilares sanguíneos (al tiempo que los cuerpos
celulares y otras moléculas grandes se quedan en la circulación),
consiguiendo así retirar de la sangre las sustancias tóxicas. Hemos
conseguido la filtración.

Pero como no solo hemos retirado sustancias tóxicas, necesitamos


una segunda fase en la que reabsorbemos el agua, la glucosa, los
aminoácidos, el cloruro y el potasio, algo que se consigue a lo largo
de los túbulos que conforman las nefronas y por los que discurre la
“proto-orina”. Tras esta reabsorción, que es un proceso activo, ya
hemos sintetizado la orina como tal.

Las papilas renales recogen la orina sintetizada que ha pasado por


el proceso tanto de filtración como de absorción y la conducen
hasta los conocidos como cálices menores, los cuales, a su vez, la
conducirán hasta los uréteres, la siguiente estructura del sistema
excretor, para que esta abandone ya los riñones.

2. Uréteres

Los uréteres son dos tubos estrechos con un diámetro de entre 4 y


7 milímetros y una longitud de entre 25 y 30 centímetros que
recogen la orina de los riñones y la conducen hasta la vejiga.
Disponen de unas paredes musculares que se contraen y relajan de
forma involuntaria con el fin de que la orina fluya adecuadamente a
través de ellos.

En este sentido, los uréteres son dos prolongaciones que nacen de


la pelvis renal, el punto de salida de cada uno de los riñones. Todos
los cálices mayores de los riñones convergen en esta cavidad de la
cual nacen los uréteres, los cuales están enviando constantemente
(cada 10-15 segundos envían una descarga) orina a la vejiga, pues
los riñones no dejan de sintetizarla en ningún momento.
3. Vejiga

La vejiga es un órgano hueco, de naturaleza muscular, con forma de


globo, un volumen que oscila entre los 250 y los 300 centímetros
cúbicos y un tamaño de 6 centímetros de ancho y 11 centímetros
de largo cuya función principal es almacenar la orina hasta llegar a
un volumen concreto que permita asegurar que la micción pueda
realizarse con suficiente fuerza.

Los uréteres conducen la orina hasta este órgano, la cual entra en


él a través de los orificios ureterales, ubicados en la región media
de la vejiga. Va recibiendo orina constantemente y va hinchándose
hasta que llega a un volumen específico que dependerá del tamaño
de la vejiga de cada persona y que marca un límite, el cual, cuando
se traspasa, el sistema nervioso envía el mensaje al cerebro de que
la vejiga debe vaciarse.
El proceso de micción, que al fin y al cabo es el proceso de vaciado
de la vejiga, es, en condiciones normales, voluntario. El cerebro nos
alerta de las ganas de orinar y nos da un margen. En caso de que se
siga llenando y no miccionemos, la vejiga se acercará a su máximo
de capacidad, momento en el que aparecerá ya el dolor. Y en
última instancia, si no orinamos y para evitar daños graves, el
proceso pasará a ser involuntario.

Sea como sea, lo importante es que la orina, cuando es el momento


de miccionar, sale de la vejiga a través del cuello vesical, una
estructura muscular con forma de embudo que rodea
circularmente la uretra y que, gracias a un esfínter (músculo con
forma de anillo) interno y externo, se contrae o se relaja para
impedir o permitir la salida de la orina de la vejiga.

4. Uretra

La uretra es un conducto con un diámetro de unos 5 milímetros que


mide 3-5 centímetros en las mujeres y unos 20 centímetros en los
hombres. Pero en esencia, lo importante es que es básicamente un
conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior para
culminar así el proceso de micción. Si se ha almacenado como es
debido en la vejiga, el flujo miccional será suficientemente fuerte
como para que la eliminación de la orina sea correcta.
ORGANOS CON RELACION

5. Glándulas sudoríparas

Las glándulas sudoríparas son especializaciones de tejido epitelial


que contienen células que secretan el sudor, un líquido compuesto
de agua, sales minerales y pequeñas concentraciones de urea y
ácido láctico.

En este sentido, estas glándulas sudoríparas, además de ayudar a


regular la temperatura corporal ya que al sudar conseguimos
enfriar el cuerpo (el calor estimula la actividad de las glándulas),
también permiten eliminar del organismo sustancias nitrogenadas
de desecho, por lo que forman parte del sistema excretor. Por lo
tanto, la piel es también un órgano involucrado en la excreción.

6. Hígado

El hígado, el órgano más grande del cuerpo humano, el cual


participa en la digestión, el almacenamiento de sustancias y en la
eliminación de toxinas de la sangre.

Y es por esta última función que es común hablar de él como parte


del sistema excretor. El hígado es un órgano con 1,5 kg de peso y 26
centímetros de ancho que, estando ubicado en la parte superior
derecha de la cavidad abdominal, por encima del estómago, entre
otras funciones, convierte el amoniaco nocivo en urea, la cual es
esencial para que los riñones generen la orina. Además, depura el
alcohol y los fármacos y recicla la hemoglobina de los glóbulos
rojos. Por todo ello, es habitual que se le mencione como
estructura excretora.

7. Pulmones

Los pulmones también pueden ser considerados parte del sistema


excretor, pues permiten la liberación al medio del dióxido de
carbono que se ha generado tras el metabolismo celular. Los
pulmones son dos sacos de color rosado que ocupan gran parte de
la caja torácica y son los órganos principales del sistema
respiratorio, pues son las estructuras que permiten el intercambio
de gases.

Es concretamente en los alvéolos pulmonares, los pequeños sacos


de aire que se encuentran al final de los bronquiolos (las últimas
ramificaciones de la tráquea), donde tiene lugar el intercambio
gaseoso. Las paredes de estos alvéolos están formadas por
capilares, por lo que se conectan así con el sistema circulatorio
humano.

En este sentido, los glóbulos rojos, que llegan cargados del dióxido
de carbono generado por la respiración celular, al entrar en
contacto con el oxígeno que ha pasado por difusión a través de los
capilares de los alvéolos, “sueltan” este dióxido de carbono ya que
tienen mayor afinidad química por el oxígeno.
Este dióxido de carbono, que es tóxico para el organismo, será
recogido por los alvéolos y posteriormente lo eliminaremos hacia el
exterior a través de la espiración. Y es así como conseguimos
excretar este gas nocivo, explicando también por qué los pulmones
se consideran integrantes del sistema excretor humano.

CONSTITUCION DE LA ORINA

Se trata de un líquido acuoso y amarillento, de un olor


característico (debido a su composición rica en nitrógenos) y
semitransparente. Normalmente un ser humano segrega y expulsa
1,4 litros de orina, cuyo contenido es de un 95% de agua, 2% de
sales inorgánicas, 3% de urea y ácido úrico. Puede haber también
toxinas de desecho y, en caso de infecciones, glóbulos blancos e
incluso bacterias o virus.

El contenido de la orina es a menudo analizado para entender el


funcionamiento metabólico del cuerpo.
PATOLOGIAS DEL SISTEMA EXCRETOR

Existen complicaciones y patologías del sistema excretor, que


suelen ser atendidas con atención, dada la importancia vital que
posee para el organismo. Algunas son:

Cistitis. Se llama así a la infección e inflamación crónica o aguda


de la vejiga urinaria o los conductos cercanos. Es una enfermedad
común, cuya reincidencia puede poner en riesgo estructuras
superiores.

Cálculo renal. Dado que en los riñones se filtran sales sanguíneas,


el exceso o la mala asimilación del calcio y otras sales pueden
conducir a la cristalización de las mismas en el interior del riñón,
formando así arenillas o, peor, piedras que deben ser expulsadas
dolorosamente por el conducto urinario.

Insuficiencia renal. La falla del funcionamiento de los riñones que


conduce a un filtrado deficiente o irregular, y que puede ser
producto de elementos congénitos o de enfermedades adquiridas,
o exposición a toxinas violentas. Existe la insuficiencia renal aguda
(repentina) o grave (crónica).
FUENTES CONSULTADAS

https://humanidades.com/sistema-excretor/#ixzz7lt17M6Wt

https://www.google.com/url?
sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2
ahUKEwjq9Mn-ldH7AhUrbTABHda7AzgQFnoECBEQAw&url=https
%3A%2F%2Fwww3.gobiernodecanarias.org%2Fmedusa%2Fecoblog
%2Ffpelmel%2Ftag%2Faparato-excretor-
2%2F&usg=AOvVaw0jG0Ne9qnthiNH_Y_JkUYM

https://www.google.com/url?
sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2
ahUKEwjq9Mn-ldH7AhUrbTABHda7AzgQFnoECCoQAQ&url=https
%3A%2F%2Fpsicologiaymente.com%2Fsalud%2Fsistema-
excretor&usg=AOvVaw1xBujaBQJs9lMTSfDHJgQo

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