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Este documento resume los primeros tres capítulos de un texto sobre la arquitectura antigua. El primer capítulo describe métodos para encontrar agua subterránea, como observar la presencia de vapor por las mañanas. El segundo capítulo explica que el agua de lluvia es particularmente saludable. El tercer capítulo discute las cualidades del agua en diferentes fuentes, ríos y regiones. El objetivo general es entender la importancia del agua para la salud humana y las primeras técnicas para asegurar el acceso a agua potable.
Descripción original:
Título original
Primeros 3 Capitulos Libro 8 de los Libros de Vitruvio
Este documento resume los primeros tres capítulos de un texto sobre la arquitectura antigua. El primer capítulo describe métodos para encontrar agua subterránea, como observar la presencia de vapor por las mañanas. El segundo capítulo explica que el agua de lluvia es particularmente saludable. El tercer capítulo discute las cualidades del agua en diferentes fuentes, ríos y regiones. El objetivo general es entender la importancia del agua para la salud humana y las primeras técnicas para asegurar el acceso a agua potable.
Este documento resume los primeros tres capítulos de un texto sobre la arquitectura antigua. El primer capítulo describe métodos para encontrar agua subterránea, como observar la presencia de vapor por las mañanas. El segundo capítulo explica que el agua de lluvia es particularmente saludable. El tercer capítulo discute las cualidades del agua en diferentes fuentes, ríos y regiones. El objetivo general es entender la importancia del agua para la salud humana y las primeras técnicas para asegurar el acceso a agua potable.
Los primeros hombres comienzan a adaptarse a sus entornos al momento en el que buscan cómo protegerse de sus condiciones. Vemos esto en los primeros intentos de vestimenta para cuidarse de los rayos del sol, la lluvia y el frío. Esta necesidad de refugiarse la trasladamos a los primeros modelos de arquitectura, en cuevas, luego a chozas o cabañas estrechas e incómodas, pasando a implementar paredes de tierra hasta alcanzar a manejar las primeras técnicas de mamposteria y canteria hasta los primeros techos y armaduras. Todas estas ideas y prácticas primitivas se combinaron y se mejoraron para dar origen a las primeras viviendas “cómodas”, dando así refugio y protección a los primeros hombres y sentando las bases y fundamentos de la arquitectura.
Capítulo 1. Maneras de descubrir el agua
Vitruvio nos explica que para encontrar dónde cavar al momento de intentar encontrar agua que esté bajo tierra, podemos seguir este proceso: un poco antes del amanecer se tumbará uno boca abajo exactamente en el lugar donde se desea encontrar agua y, apoyando el mentón sobre el suelo, se observará atentamente todo el contorno alrededor; manteniendo el mentón apoyado e inmóvil, la vista no se elevará más de lo que es preciso, sino que, con toda exactitud, irá demarcando una altura totalmente horizontal; entonces, en las zonas donde aparezcan vapores que ondean y se elevan hacia el aire, allí mismo se debe cavar, pues tales fenómenos de ninguna manera se producen en lugares sin agua. Asimismo, debemos observar la naturaleza del terreno: - Terreno arcilloso: agua escasa, prácticamente superficial y el sabor no es agradable. - Terrenos de arena suelta: escasa, a mayor profundidad, cenagosa, sabor desagradable - Tierra negra: el agua es de buen sabor pero es sumamente escasa - Terrenos de grava: encontramos venas de aguas no muy caudalosas e intermitentes, pero de una “suavidad excelente”. - Terrenos de arena gruesa y tierra rojiza: venas de agua permanentes con sabor agradable. - Piedras rojas: abundantes venas de agua de buena calidad (al menos que se filtren y desaparezcan de los intersticios de las piedras”). - Faldas de montes y entre rocas de sílice: agua abundante, fresca y saludable. - Terrenos llanos: salubres, gruesas, algo templadas y de mal sabor (menos las aquellas que vienen de las mismas montañas). Vitruvio nos da la recomendación de intentar buscar agua solamente en terrenos (no pantanosos) donde las plantas presentes han crecido de manera natural y no han sido sembradas (específicamente sauces, juncos, cañas, olmos). Si bien, en terrenos que presenten las condiciones previamente establecidas, se cava un hoyo con una anchura no menor de tres pies y una profundidad de al menos cinco pies; al atardecer, se colocará en el hoyo una vasija cóncava de bronce, o de plomo. Esta vasija la vamos a cubrir de aceite en el interior y la colocaremos boca abajo; la boca del se tapa con cañas o con hojas y lo cubriremos todo con tierra; al día siguiente, lo destaparemos y si encontramos en la vasija gotas de agua, es una señal clara de que en ese terreno hay agua. A una escala mayor y más general, el agua debería de buscarse en las montañas y en regiones orientadas al norte. Esto es debido a que estas zonas van opuestas al curso del sol, abundan los bosques que protegen la tierra de los rayos del sol y entonces la humedad no se evapora. También, los valles recogen gran cantidad de agua de lluvia. Al contrario, hay agua escasa y poco salubre en las llanuras (sol evapora humedad y evapora los ingredientes que proporcionan la salubridad– los cuales van hacia el cielo en el ciclo del agua, dejando atrás los elementos más pesados y desagradables).
Capítulo 2. El agua de lluvia
El agua de lluvia posee cualidades altamente salubres, ya que es el resultado de los elementos más sutiles y finos de las fuentes de agua. Esta agua ha pasado por un proceso en el que es filtrada por el movimiento agitado del aire. Sabemos cómo funciona el ciclo del agua (evaporación, condensación, precipitación) y también comprendemos que las condiciones ardientes y frías, las corrientes del aire y cantidades de agua son las variables que influyen en los vapores, las nieblas y la humedad que se da en una zona. De igual manera, Vitruvio nos explica que los vientos procedentes de zonas más frías (norte) traen corrientes de aires más “secas” y los vientos del sur o aquellos desde la parte del curso del sol son más húmedos y arrastran las lluvias. Adicionalmente, podemos observar que los ríos más caudalosos tienen sus fuentes en el septentrión (Norte). Finalmente, Vitruvio menciona que no es cualidad natural del agua el ser caliente, sino que el agua fría adquiere esa condición estando en zonas calientes y no se mantiene caliente por mucho tiempo: se enfría rápido. Capítulo 3. Cualidades naturales de las distintas aguas Fuentes calientes: brota agua de excelente sabor y agradables al paladar Fuentes frías: olor y sabor desagradables Nos explica que la calidad del agua varía de río a río, de zona a zona, dependiendo de diferentes factores. Compara las aguas de los ríos en Cilicia, Etopia, Cartago, Atenas, etc. Nos explica cómo ciertos elementos que están en la proximidad del río pueden causar que este contenga aguas contaminadas. En conclusión, en este capítulo el objetivo de Vitruvio es específicamente hacernos entender que “sin agua, ni los seres vivos, ni el poder nutritivo de la comida pueden darse, ni mantenerse, ni prepararse. Por todo esto, debe ponerse la máxima atención y habilidad en buscar y elegir bien los manantiales para proteger la salud de los humanos”.