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Vetera corpora morbo afflicta

Actas del XI Congreso Nacional de Paleopatología


Malgosa A, Isidro A, Ibáñez-Gimeno P, Prats-Muñoz G (eds.) (2013)
ISBN: 978-84-940187-5-6. p 573-598

PALEOPATOLOGÍA EN TRES CONJUNTOS FUNERARIOS


MEDIEVALES DE BURRIANA (CASTELLÓN)

Polo Cerdá M1, García-Prósper E1, Melchor Monserrat JM2, Benedito


Nuez J3

1
Grupo Paleolab®, Apdo. Correos 6017, CP 46011, Valencia
2
Director Museo Arqueológico Municipal de Burriana
3
ARETE, S.L.
Correspondencia a: grupopaleolab@gmail.com

RESUMEN. En este trabajo se presenta un primer estudio


antropológico y paleopatológico de tres conjuntos funerarios
medievales de Burriana (Castellón). En total se ha estudiado un
número mínimo de 69 esqueletos cuya cronología abarca desde el
origen de la ciudad en el siglo X hasta el siglo XV. Concretamente las
colecciones óseas estudiadas correspondientes a los siguientes
yacimientos arqueológicos: Necrópolis islámica de la partida de El
Palau (siglo IX) (n=6), Necrópolis islámica del Portal de Valencia
(siglos XI a XIII) (n=14), Necrópolis cristiana de la Iglesia de El
Salvador (siglos XIV-XV, hasta XVIII) (n=49). En los diferentes
conjuntos funerarios se ha realizado un análisis demográfico básico
y de paleopatología. Entre los hallazgos paleopatológicos destacan
aquellos indicadores de tipo carencial e infeccioso: elevada
incidencia de cribra orbitalia e hiperostosis porótica parietal, y
algunos ejemplos de periostitis en restos óseos infantiles y adultos a

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nivel costal (atribuibles a tuberculosis pulmonar) y fémoro-tibiales


(atribuibles a treponematosis). También se ha recuperado en la
necrópolis cristiana de la Iglesia del Salvador, un fragmento tibial de
fauna (posiblemente un metapodo de bóvido), que presenta una
manipulación antrópica con limado en cuatro caras de la diáfisis y
pequeñas incisiones en todas ellas producidas por el mecanismo de
golpeteo repetitivo. Es una pieza que se relaciona directamente con
su uso como yunque para afilar la hoz metálica dentada empleada
para cortar el cereal. Son pocos los casos publicados de este tipo de
piezas óseas utilizadas por los herreros.
PALABRAS CLAVE: Paleopatología, Burriana, cribra orbitalia,
tuberculosis pulmonar, treponematosis, manipulación antrópica

ABSTRACT. This work presents the first anthropological and


paleopathological study carried out over three medieval funerary
sets in Burriana (Castellon). A total of 69 skeletons have been
studied. All can be dated to a specific chronology stretching from
the beginning of the town in the 10th century to the 15th century.
Specifically the bone collections studied correspond to the following
archaeological sites: Islamic necropolis from the district of El Palau
(9th century) (n=6), Islamic necropolis from the Portal de Valencia
(11th to 13th centuries) (n=14), Christian necropolis from the Iglesia
del Salvador (from the 14th-15th centuries until the 18th century)
(n=49). A basic demographic analysis along with a paleopathological
analysis has been carried out in the different funerary complexes.
Amongst the paleopathological findings the indicators relating to
deficiency or infection are particularly relevant: a high incidence of
cribra orbitalia and parietal porotic hyperostosis and some
examples of periostitis in the bone remains of infants and adults at
sea level (attributed to pulmonary tuberculosis), and femorotibial
remains (due to treponematosis). Furthermore, a fragment of
animal tibia has been recovered from the Christian necropolis of the
Iglesia del Salvador (possibly a bovid metapodial), that shows
anthropic manipulation, filed on four sides of the diaphysis and
small incisions on all of them, produced by repeated striking. This
piece is associated with its use as an anvil to sharpen the serrated
metal sickle used to reap wheat. There are very few published
examples of this type of bone piece used by smiths.

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KEYWORDS: Paleopathology, Burriana, cribra orbitalia, pulmonary


tuberculosis, treponematosis, anthropic manipulation

INTRODUCCIÓN
Hasta hace escasamente unos años únicamente se podía contar
para el conocimiento arqueológico del centro histórico de Burriana
(Castellón) con una serie de hallazgos muy aislados y escasos restos
materiales, que se hallaban la mayoría de las veces fuera de todo
contexto arqueológico (Melchor et al., 2008; Melchor, 2011).
La primera noticia que tenemos sobre Burriana se debe al cronista
árabe Al-Rizi (según Guichard y Mesado, 1974) de mediado el siglo X.
A partir de ahí Burriana aparece como amal o cabeza de distrito. Esta
condición de importancia estratégica se vio reforzada por su
proximidad de la entonces “Marca Hispánica”, la frontera con la
cristiandad representada por el reino de Carlomagno. Burriana sería
entonces parte del sistema defensivo de la zona junto a ciudades tan
importantes como Sagunto o Valencia (Melchor, 2009, 2011).
En 2004, a partir de la excavación arqueológica del solar nº 26 de la
calle Mayor esquina solar nº 2 de la calle Forn de la Vila, conocemos
la ocupación estable de la ciudad desde época hispano-musulmana
confirmando su posición estratégica desde el siglo X d.C. (Melchor
et al., 2008; Melchor, 2011).
Entre los años 2006 y 2011, hemos abordado el estudio de
diferentes colecciones osteoarqueológicas procedentes de tres
conjuntos funerarios medievales de rito islámico y cristiano, cuya
cronología abarca desde el origen de la ciudad en el siglo X hasta el
siglo XV.
Estos estudios han permitido, aunque de manera parcial y limitada,
aportar datos de interés sobre la demografía, así como del estado
de salud y enfermedad de la población burrianense durante la Edad
Media, tanto de sus primeros pobladores como de aquellos que
profesaron posteriormente el cristianismo.
Esta primera aproximación a la bioantropología y paleopatología de
la población medieval de Burriana es de especial valor, pues se

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Polo Cerdà et al.

viene a sumar a los pocos datos procedentes de estudios


poblacionales de otras necrópolis medievales musulmanas de la
costa mediterránea castellonense y valenciana estudiadas
anteriormente: Villa de Cornelius (Énova, Valencia) (Polo y García-
Prósper, 2006, 2007), Partida de Lledó (Castellón) (Polo et al., 2008,
2009), Tapias-1 2005-06 (Villar del Arzobispo, Valencia) (Cruz et al.,
2008).

OBJETIVOS
El objetivo general del presente trabajo es presentar una síntesis del
estudio bioantropológico y paleopatológico realizado en los restos
óseos humanos exhumados en tres necrópolis medievales de
Burriana. Los resultados se exponen de forma individualizada y
contextualizados a cada colección osteoarqueológica. Este objetivo
general se ha dividido en dos subobjetivos:
• Analizar la composición y estructura de cada grupo poblacional
durante el periodo cronológico siguiendo las pautas del ritual
funerario (inhumación).
• Analizar los indicadores de salud (evidencias paleopatológicas)
con el fin de conocer las patologías que padecieron las diferentes
poblaciones, además de atender a la presencia de variantes
anatómicas epigenéticas (craneales y postcraneales) e
indicadores de actividad física repetida (marcadores de estrés
ocupacional) y su posible vinculación a procesos laborales.

MATERIAL Y MÉTODOS
El total de esqueletos estudiado corresponde a un número mínimo
de 71 individuos, exhumados en necrópolis que corresponden a los
siguientes yacimientos arqueológicos (Fig. 1):
• Necrópolis islámica de la partida de “El Palau” (siglo VIII-X) (n=
8).
• Necrópolis islámica del Portal de Valencia (siglos XI a XIII) (n=14).
• Necrópolis cristiana de la Iglesia de El Salvador (siglos XIV-XV)
(n=49).

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Figura 1. Necrópolis medievales de Burriana (El Palau, Portal de Valencia,


Iglesia de El Salvador).

La metodología bioantropológica empleada ha seguido los


siguientes protocolos: para el análisis básico bioantropológico los
Standards for Data Collection from Human Skeletal Remains de
Buikstra y Ubelaker (1994), para las estimaciones de edad y sexo las
propuestas del Worksop of European Anthropologists (1980) y las
ecuaciones de Alemán y cols. (1997), mientras que en los casos de
restos fragmentarios se ha aplicado el método utilizado en el
estudio de cremaciones de Gejvall (1980). Para el análisis
antropométrico se han utilizado los Data collection procedures for
forensic skeletal material de la University of Tennessee (Moore-
Jansen et al., 1994).
Para el estudio de restos óseos infantiles (nonatos y fetales) se ha
empleado el manual de Fazekas y Kosa (1978), mientras que para
esqueletos infantiles y juveniles se ha utilizado el manual de
Schaefer et al. (2009).
Para el cálculo de la estatura se han empleado las tablas de De
Mendonça (1998, 2000).
Para el estudio odontológico se ha utilizado una ficha modificada
del protocolo propuesto por Chimenos y cols (1999).

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Polo Cerdà et al.

Concretamente para el estudio de la hipoplasia del esmalte se ha


seguido a Goodman y Jerome (1991).
Por otra parte, en cada necrópolis se han analizado las evidencias
de paleopatología siguiendo un criterio cronocultural y por
entidades nosológicas frecuentemente documentadas
(inflamaciones-infecciones, neoplasias, traumatismos, vasculares,
degenerativas y reumáticas, deficiencias nutricionales,
malformaciones y anomalías congénitas, patología oral y
modificaciones culturales. Para este estudio se han empleado las
recomendaciones de la Paleopathology Association (1991), la
enciclopedia de Aufderheide y Rodriguez- Martín (1998), así como
el manual de Campillo (2001).
Finalmente, toda la información bioantropológica y paleopatológica
se ha introducido en una ficha informatizada de registro para su
valoración (Polo y García-Prósper, 2004). Posteriormente los datos
se han analizado en hojas de cálculo Excel®.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
(a) Necrópolis islámica de El Palau
El conjunto funerario procedente de los yacimientos de “El Palau”
está datado radiocarbónicamente entre los siglos VIII-X d.C (780-
960 ca A.D). Se trata de una zona de amplia ocupación desde época
neolítica, ibérica, romana, hasta la ocupación musulmana y
fundación de la actual Burriana (Benedito y Melchor, 2000; Melchor
y Benedito 2003, 2007).
La gran afectación tafonómica de los restos óseos ha proporcionado
unos pobres resultados bioantropológicos. No obstante, su datación
absoluta sitúa a esta población dentro de los primeros pobladores
de la ciudad.
El número total de esqueletos estudiados es de 8, que
corresponden a 7 adultos (87,5%) y 1 individuo infantil (12,5%).
(Tabla 1). Los restos osteoarqueológicos proceden de
enterramientos individualizados, así como de algunos restos óseos
aislados recuperados durante los trabajos de seguimiento
arqueológico con motivo de obras de un gaseoducto. El ritual

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Polo Cerdà et al.

funerario es inhumatorio siguiendo el tratamiento habitual del


cadáver en época musulmana.
El índice de conservación de la muestra es muy bajo, por debajo del
25% en todas las unidades estratigráficas, debido sobretodo a la
tipología de la excavación, por lo que se encuentra en el límite
inferior aceptable para poder realizar con fiabilidad un análisis
bioantropológico (Tabla 1).
La caracterización demográfica de la muestra debe considerarse
orientativa, debido a la fragmentación tafonómica y la escasa
representatividad condicionada por el escaso índice de
conservación (Tabla 1). Solo una ampliación de la misma permitiría
en un futuro obtener un mayor rendimiento de los resultados
bioantropológicos y paleodemográficos.

TABLA 1. Bioantropología de la necrópolis islámica de El Palau (Burriana,


Castellón)
UE NMI ICE (%) Edad Sexo
S-68 1 10,5 Infantil I Indeterminado
19 Adulto Indeterminado
S-70 1
indeterminado
3 Adulto Mujer
S-71 1
indeterminado
1,5 Adulto Varón
I-1 1
indeterminado
I-2 1 3 Adulto joven (25-35) Mujer
2 Adulto Indeterminado
I-3 1
indeterminado
--- Adultos Varón y Mujer
Prospección 2
indeterminado
TOTAL 8
UE: unidad estratigráfica. NMI: número mínimo de individuos. ICE: índice de
conservación esquelética.

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Con respecto a la distribución por sexo, cabe señalar que dada la


escasa conservación de los restos en general, no se ha podido hacer
una determinación del sexo a partir de un estudio morfológico
completo y antropométrico que aportaría hasta un 90,91% de
confianza. No obstante, cuando ha sido posible, se ha establecido
recurriendo al análisis antropométrico aplicado a las cremaciones,
consistente en la estimación sexual a partir del grosor del tejido
cortical de huesos largos, espesor del diploe craneal y diámetros
máximos de epífisis del húmero-fémur entre otras medidas (Gejvall,
1980). Los resultados indican que la muestra ósea adulta se
distribuye de la siguiente forma: 42,86% mujeres (3 casos), 28,57%
varones (2 casos) y 28,57% indeterminados (2 casos).
No se ha podido estimar la talla ni siquiera aplicando los métodos a
partir de huesos fragmentados.
En la muestra estudiada los hallazgos paleopatológicos han sido
muy escasos, al igual que la presencia de marcadores de estrés
ocupacional o variantes anatómicas (no presentes). Solo es
destacable un caso de entesopatía marcada de músculo sóleo en un
fragmento tibial y caries coronal en molares maxilares del individuo
I-2. No se han documentado patologías degenerativas, traumáticas,
infecciosas o carenciales, frecuentemente observadas en estas
poblaciones antiguas.
(b) Necrópolis islámica del Portal de Valencia
Esta necrópolis fue excavada en 2004 en el solar nº 26 de la calle
Mayor esquina con el solar del nº 2 de la calle Forn de la Vila, y está
datada entre los siglos XI-XIII. Se exhumaron un total de 14
enterramientos cuyas unidades estratigráficas (UE) corresponden a
14 esqueletos estudiados (total o parcialmente conservados), todos
enterrados con el característico ritual islámico: tumbas en fosa
simple, estrechas y ajustadas a la anatomía del cadáver dispuesto
en posición de decúbito lateral derecho. Debido a que la serie
osteológica es de pequeño tamaño no se han podido realizar
estimaciones paleodemográficas.
Como cualquier excavación urbana de urgencia, el estudio
bioantropológico también se ha visto limitado por la propia área de
actuación arqueológica que delimita un sector de la necrópolis y por
la afectación general de los restos humanos, especialmente debida

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Polo Cerdà et al.

a una importante fragmentación por acciones tafoedáficas. El


material antropológico, no obstante, presenta un buen estado de
conservación, aunque esté limitado en cierta medida la obtención
de información biométrica. Al igual que en el caso anterior, una
ampliación de la muestra permitiría obtener un mayor rendimiento
de los resultados bioantropológicos.
El estudio antropológico de campo de la necrópolis islámica del
Portal de Valencia, puso de manifiesto que todos los
enterramientos corresponden a inhumaciones primarias, gesto que
indica que el cadáver se coloca en el lugar de la deposición
definitiva, donde se lleva a cabo la descomposición del cuerpo, de
modo que los huesos permanecen en conexión anatómica (Mallegni
y Rubini, 1994; Polo et al., 2004). Las tumbas son estructuras
excavadas en la tierra, de forma rectangular, y muy ajustadas a la
anatomía del cadáver. No se han documentado restos de
señalización que pudieran indicar la presencia del enterramiento. La
disposición general de los esqueletos es de decúbito lateral derecho
con el cráneo orientado hacia el Este, las extremidades superiores
pegadas al cuerpo y las inferiores extendidas o semiflexionadas (Fig.
2). La orientación es idéntica en cada uno de los casos S.O-N.E. A
través del análisis de gestos funerarios se documentó que la
descomposición del cadáver se realizó en medio colmatado,
estando los esqueletos amortajados de pies, rodillas y manos
(Duday et al., 1990).

Figura 2. Enterramiento de la necrópolis


islámica del Portal de Valencia (Burriana).

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Polo Cerdà et al.

La organización de la tumbas indica una planificación y una


organización del espacio funerario preestablecido con toda
probabilidad fuera del núcleo de hábitat, pero muy próximo a él, lo
que en cierta manera es poco frecuente. Asimismo, la austeridad de
los enterramientos sin objeto de ostentación, responde a las
características de la prescripción islámica de enterramiento.
Con respecto a los aspectos de tafonomía se ha analizado el índice
de conservación esquelética (ICE). A pesar de los problemas
metodológicos que plantea su aplicación, se considera un buen
indicador numérico del grado de conservación de los restos óseos,
el cual es directamente dependiente de la tipología del terreno y de
los procesos tafoedáficos a los que ha sido sometida la necrópolis
(Campillo, 2001). El índice completo de un esqueleto es 100, pero se
acepta como un buen ICE aquel que es >50. Los resultados indican
que el 57% de los esqueletos presentan un ICE >75%. Ello permite
inferir que la muestra es óptima para su análisis bioantropológico.
No existen diferencias significativas de ICE para el sexo (Tabla 2).
En relación a los aspectos demográficos, la colección está
representada por una muestra poblacional de todas las edades con
sesgo entre los 7 y los 12 años (Tabla 3). Debido al escaso número
muestral no podemos establecer una tabla de vida, pero sí una
distribución de mortalidad según grupos de edad. Los resultados
indican que el sexo en la muestra ósea adulta se distribuye de la
siguiente forma: 57% mujeres, 14% varones y 29% indeterminados.
Se sometió la colección osteológica a un análisis antropométrico
craneal y postcraneal. Se tomaron 43 medidas craneales, a partir de
las cuales se obtuvieron los correspondientes índices craneales. El
análisis craneométrico no ha permitido obtener gran información.
En todo caso podemos afirmar que la población presenta rasgos
discretos del tipo caucasoide mediterráneo grácil, expresando un
carácter predominantemente mixto, acorde con la situación
demográfica del periodo al que se adscribe la necrópolis. Los datos
craneométricos no son valorables estadísticamente. Con respecto al
esqueleto postcraneal, se tomaron 66 medidas, a partir de las
cuales se obtuvieron los correspondientes índices. Los resultados
arrojan que las clavículas son estrechas y poco robustas, que el
índice glenoideo está dentro de la normalidad, que el índice
diafisario del húmero indica un predominio de euribraquia, que el

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Polo Cerdà et al.

índice de platimería femoral indica claramente un predominio de


euricnemia (sin aplanamiento) y algún caso de platimería
moderada, y que el índice cnemico tibial indica un predominio de la
euricnemia (sin aplanamiento).

TABLA 2. Bioantropología de la necrópolis islámica del Portal de Valencia

Enterra- ICE Talla


Nº UE NMI Edad (años) Sexo
miento (%) (cm)

1 1037 Primario 1 95 25-30 mujer 152-153

2 1038 Primario 1 11 4-5 +16 m indet --

3 1039 Primario 1 20 4-5 +16 m indet --


143,64 +
4 1040 Primario 1 90 24-28 mujer
7,7
5 1066 Primario 1 90 2-3 m indet --

6 1067 Primario 1 60 12-14 indet < 140

7 1068 Primario 1 90 neonato indet --


174 +
8 1069 Primario 1 90 30-35 varón
5,14
9 1070 Primario 1 11 16-18 indet --
152,69 +
10 1071 Primario 1 85 50-55 mujer
5,96
11 1072 Primario 1 85 2 años + 8 m indet --

12 1073 Primario 1 4 18 m + 6 m indet --

13 1074 Primario 1 11 25-35 mujer --


Sin
14 Primario 1 6 > 40 varón --
UE

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TABLA 3. Distribución de mortalidad en la necrópolis islámica del Portal de


Valencia

Grupos de edad Nº % V % M % I %
Neonato 2 14,2 0 0 0 0 2 14,2
Infantil I (0-6 años) 4 28,5 0 0 0 0 4 28,5
Infantil II (7-12 años) 0 0 0 0 0 0 0 0
Juvenil (13-20 años) 2 14,2 0 0 0 0 2 14,2
Adulto joven (21-40 años) 4 28,5 1 7,1 3 21,4 0 0
Adulto maduro (41-60 años) 1 7,1 1 7,1 0 0 0 0
Senil (>60 años) 1 0 0 0 1 7,1 0 0
Total 14 100 2 14,2 4 28,5 8 57,1
V: varones. M: mujeres. I: indeterminados.

La estatura de la población se ha valorado siguiendo las tablas y


ecuaciones regresivas de De Mendonça. En los adultos para en el
varón oscilaría alrededor de 160-170 cm, mientras que en las
mujeres oscila entre 152-158, habiendo un caso de estatura muy
baja o enanismo (el esqueleto UE 1040 presenta una talla de 143,64
+ 7,7 cm). Estos resultados son muy similares a los patrones de
estatura hallados en otras necrópolis islámicas, como es el caso de
las de Sevilla (ss. XI-XII), donde la media para los varones es
igualmente 166 cm, y para las mujeres 155 cm (López et al., 2001).
También se ha estudiado la frecuencia de variantes anatómicas de
carácter epigenético presentes en la población. Se denominan
epigenéticos porque hacen referencia a que la expresión de estos
vendría dada por factores genéticos a los que se unen factores
ambientales (Pastor et al., 2001). En esta necrópolis se han
observado pocas variantes y el estudio no es concluyente a este
respecto. No obstante, la apertura septal olecraniana y las variantes
craneales observadas (huesos wornianos o accesorios) se han
observado predominantemente en mujeres.
El estudio de algunos de los marcadores osteológicos atribuibles al
estrés ocupacional, diferenciando los de origen entesopático de
otros que tienen una etiopatogenia patológica, permite establecer

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Polo Cerdà et al.

una estrecha relación con determinadas actividades laborales, por


eso, se han conceptualizado en bioantropología como indicadores
paleocupacionales, y permiten caracterizar la biomecánica repetida
de las poblaciones antiguas. En la muestra estudiada se han
analizado 9 indicadores en cintura escapular y miembros superiores,
y 14 en cintura pélvica y miembros inferiores. El estudio descriptivo
se ha efectuado según el sexo, la edad (adultos = 20-40 años,
maduros = >41 años) y la lateralidad. Todos los indicadores están
asociados a movimientos biomecánicos conocidos y que en algunos
casos se pueden atribuir a trabajos repetitivos conocidos (Capasso
et al., 1999). Los resultados son poco significativos y ponen de
manifiesto un mayor desarrollo del trabajo en piernas que en
brazos, mientras que la lateralidad predominante es la derecha. Los
marcadores más significativos son aquellos atribuidos a trabajos
relacionados con las tareas agrícolas. Algunos de ellos se atribuyen
a posturas de squating o acuclillamiento (Castellana y Malgosa,
1991), como por ejemplo las facetas de acuclillamiento tibiales
asociadas a retroversión de meseta tibial y entesopatía del músculo
sóleo. El sesgo poblacional impide establecer una clara
diferenciación del trabajo según el sexo, aunque podemos decir que
hay mayor actividad repetida en todas aquellas tareas en las que las
piernas están más involucradas. Entre los hallazgos documentados
destaca un caso de exostosis auditiva derecha indicativa de acción
barotraumática repetitiva, que podría indicar una actividad laboral
en la costa (¿recolección por buceo?). También se ha documentado
un ejemplo de marcas de parto.
Entre los hallazgos paleopatológicos destaca un 42,8% de incidencia
de cribra orbitalia (Fig. 3) e hiperostosis porótica parietal (Fig. 4),
indicadores de anemia ferropénica y déficit nutricional (Ortner y
Mays, 1998; Polo, 2000, 2001; Polo y Villalaín, 2003). Esta
incidencia es muy similar a la observada en otras poblaciones
islámicas mediterráneas como las de Sevilla (López et al., 2001), del
orden del 55-60% de la población observada. En contraposición
resulta llamativa la baja incidencia documentada (cercana a un 2%)
en otras necrópolis islámicas valencianas como la de la plaza de la
Almoina de Valencia (Puchalt, 1990), ya en el ámbito urbano. Estos
datos sugieren la estrecha relación de este indicador de salud con
desarrollos económicos deficitarios en sociedades rurales
deprimidas.

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Polo Cerdà et al.

Figura 3. Cribra orbitalia trabecular en la


necrópolis islámica del Portal de Valencia.

Figura 4. Hiperostosis porótica en la necrópolis islámica del


Portal de Valencia.

Se han documentado un caso traumatismo antiguo craneal con


supervivencia. La patología degenerativa e inflamatoria articular
(artrosis y artritis) no se ha documentado salvo algún caso aislado,
pues se trata de una población adulta-joven.
Lo más llamativo resulta de la presencia de patología infecciosa
pulmonar como la tuberculosis. Se ha documentado un caso

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Polo Cerdà et al.

significativo de afectación pleura-pulmonar en el esqueleto 1037,


donde se ha observado una periostitis costal con morfología en
placa serofibrinosa (Fig. 5) (Polo y García-Prósper, 2011).

Figura 5. Periostitis costal en placa serofibrinosa atribuible a pleuritis


tuberculosa.

Se han documentado otros ejemplos de infecciones e inflamaciones


como una posible otitis media fistulizada (Fig.6), así como periostitis
inespecíficas en restos óseos infantiles atribuibles a pluripatologías
de origen infeccioso o malnutricional-carencial (Fig. 7)
(hipovitaminosis como el raquitismo o escorbuto) (Ortner y
Putschar, 1981; González Martín et al., 1999; Ginestá et al., 2003).
En relación a la salud bucodental, la información obtenida ha sido
muy escasa debido a la baja muestra de piezas dentarias
recuperadas. De la muestra analizada solo se puede sugerir una baja
frecuencia de caries, en contraposición a una moderada incidencia
de la enfermedad periodontal y del sarro.

587
Polo Cerdà et al.

Figura 6. Fístula por otitis media supurativa.

Figura 7. Periostitis femoral en un


recién nacido (¿sífilis congénita?).

(c) Necrópolis de la Iglesia de El Salvador


La Iglesia de El Salvador de Burriana fue sede de la exposición La Luz
de las Imágenes durante el año 2009, y con tal motivo se llevaron a
cabo obras integrales de rehabilitación del edificio que aportaron

588
Polo Cerdà et al.

valiosa información entorno a la data de construcción y los


diferentes usos sufridos a lo largo de su historia (Melchor, 2009).
Durante 2008 y 2009, se pudo excavar parcialmente la necrópolis
asociada a la iglesia y situada alrededor el ábside. De cronología
amplia, la necrópolis excavada se data entre los siglos XIV-XV.
Los restos recuperados presentaban en general un deficiente estado
de conservación como consecuencia de los múltiples cambios de
pavimentos o refuerzos estructurales que afectaron directamente
las sepulturas. El número mínimo de esqueletos recuperados es de
49, distribuidos en enterramientos individualizados y tumbas
colectivas, y el ritual funerario es inhumatorio. Se han estudiado 8
tumbas simples excavadas en la tierra de carácter primario y 7
conjuntos con restos pertenecientes a varios individuos en su
interior (tumbas colectivas) (Tabla 4). Los enterramientos
individualizados estaban dispuestos en posición de decúbito supino,
algunos de ellos con evidencias de mortaja.
El índice de conservación esquelética en términos generales es
inferior a un 20% en el 95% de la muestra, que se compone de 49
restos esqueléticos entre tumbas individualizadas y colectivas, de
las cuales 32 (65,31%) corresponden a adultos y 17 a infanto-
juveniles (34,69%) (Tabla 4). La distribución de la población por
grupos de edad manifiesta una distribución de casi todos los rangos
de edad pero con escasa representación, condicionada al tipo de
excavación de catas arqueológicas que sesga tanto el contenido
como la consiguiente información antropológica (Tabla 5).
La determinación del sexo se ha podido establecer en la muestra
esquelética individualizada a partir de 32 restos esqueléticos de
edad adulta, de los cuales 16 son varones (50%), 10 mujeres
(31,25%) y 6 indeterminados (18,75%). El elevado número de
esqueletos indeterminados sexualmente está directamente
relacionado la importante afectación tafonómica. Tampoco se ha
podido estimar la talla en ninguno de los esqueletos.
Entre las evidencias paleopatológicas documentadas, las patologías
degenerativas (espondiloartrosis fundamentalmente) se han
documentado en un 15,5% de las serie, en la mayor parte de los
individuos de edad adulta y madura localizados tanto en tumbas
simples como en las fosas colectivas. La patología infecciosa se ha
documentado en un 6,12%, tratándose de tres casos de periostitis

589
Polo Cerdà et al.

tibiales y femorales. La morfología focal con hueso lamelar es


compatible con treponematosis (sífilis) (Fig. 8) (Ortner y Putschar,
1981).

TABLA 4. Relación de restos esqueléticos y unidades estratigráficas (UE) de


la Iglesia de El Salvador
Conjunto UE NMI Edad Sexo
S/N Individuo 1 1 Infantil I Indet.
S/N Individuo 2 1 Infantil I Indet.
Absidiolo 1 Infantil Izquierdo 1 Infantil II Indet.
Infantil derecho 1 Infantil II Indet.
Individuo 1 1 Adulto joven Indet.
Fosa1-Individuo 2 1 Adulto indet. Indet.
Fosa1-Individuo 3 1 Adulto maduro Mujer
Adultos indet. Varones (8)
Fosa 1- Revuelto 17
Infantiles indet. Mujeres (3)
Adultos maduro
Varón (1)
Fosa 2- Revuelto 4 Infantil I
Mujer (1)
Neonato
Absidiolo 2 Individuo 1 Adulto maduro Varón (1)
Adultos indet.
Varón (1)
Revuelto 5 Infantiles I
Mujer (1)
Neonato
Adultos indet. (3)
Casa abadía Bajo casa 4 Varones (3)
Infantil Indet. (1)
Varones (2)
Revuelto bajo casa 3 Adultos Indet. (3)
Mujer (1)
Torre Adultos Indet. (3) Mujer (2)
Revuelto 4
abadía Infantil Indet. (1) Indet. (1)
Bajo Adultos indet.
cuadras Revuelto 4 (3) Indet.
sacristía Infantil Indet. (1)
Total 49

590
Polo Cerdà et al.

TABLA 5. Distribución de mortalidad en la necrópolis


de la Iglesia de El Salvador
Grupo de edad N %
Nonato (feto) 0 0,00
Neonato(< 40 sem) 2 4,08
Infantil-I (1-6) 5 10,20
Infantil-II (7-12) 2 4,08
Juvenil (13-20) 0 0,00
Adulto joven (20-40) 1 2,04
Adulto maduro (40-60) 4 8,16
Adulto senil (> 50) 0 0,00
Adulto indet. 27 55,10
Infantil indet. (1-12) 8 16,33
Total 49 100,00

Figura 8. Periostitis con hueso lamelar compatible con treponematosis


(sífilis) en la necrópolis de la Iglesia de El Salvador.

591
Polo Cerdà et al.

La patología traumática se ha documentado en un 4% de la serie y


corresponde a posibles casos de luxación en dos clavículas derechas
observadas en dos adultos del Absidiolo 1.
Las evidencias de patología carencial o nutricional se han valorado
mediante la observación de diferentes fenómenos porosos (Polo y
Villalaín, 2003). En un 12,24% de la serie se ha documentado cribra
orbitalia e hiperostosis porótica parietal. En un 4% se ha observado
criba femoral.
La información sobre salud bucodental ha sido pobre debido a la
baja muestra de piezas dentarias recuperadas. De la muestra
analizada solo se puede sugerir una baja frecuencia de caries, no
siendo posible valorar adecuadamente la incidencia de enfermedad
periodontal y sarro, u otras patologías orales.
En esta serie existe una escasa presencia de marcadores de estrés
ocupacional. Se han detectado algunos casos a nivel clavicular (fosa
romboide), hipertrofia humeral en miembros superiores,
entesopatía del músculo pectoral mayor, así como entesopatías de
ligamento redondo, faceta de Poirier y línea áspera a nivel de
fémur, pero sus observación es escasa, en baja intensidad y poco
significativa.
También se han observado escasas variantes epigenéticas de la
normalidad en los individuos enterrados en fosa simple
individualizados, siendo negativo el hallazgo de este tipo de
variantes en los esqueletos infantiles y en las fosas colectivas.
Finalmente, en el conjunto de restos óseos recuperados bajo la casa
Abadía de la Iglesia, se recuperó una pieza singular consistente en
un fragmento diafisario de fauna, posible metapodo de bóvido, que
presenta una manipulación antrópica o humana consistente en unas
muescas o estrías producidas por el mecanismo de golpeteo
repetitivo en la superficie cortical y dibujando pequeños zig-zag (Fig.
9A). Además existe un limado en las cuatro caras de la diáfisis y las
mencionadas incisiones se ubican en todas ellas. Este tipo de piezas
óseas debido a su ductilidad, se han empleado como soporte o
yunque para afilar hoces metálicas dentadas empleadas para cortar
el cereal desde Época Medieval hasta el siglo XX (Fig.9B). Casos
parecidos se han documentado en pueblos actuales de diversidad
geográfica como Lleida, Ciudad Real, León, Navarra o Avila donde

592
Polo Cerdà et al.

los herreros todavía se sirven de estos artefactos manufacturados


para afilar aperos agrícolas como las hoces de filo metálico y
dentado (Aguirre et al., 2004). Recientemente se ha encontrado una
pieza contemporánea actualmente expuesta en la sala etnográfica
del Museo Arqueológico de Segorbe (Castellón) (Fig. 9C).

Figura 9. A: Fragmento de metapodo de bóvido con manipulación


antrópica utilizado como yunque para afilar la hoz. B, C: Fragmento de
metapodo de bóvido y el yunque para afilar la hoz, procedentes del Museo
Arqueológico de Segorbe (Castellón).

CONSIDERACIONES FINALES
Entre los años 2006 y 2011 hemos abordado el estudio de tres
colecciones osteoarqueológicas de Burriana procedentes de
conjuntos funerarios medievales de rito islámico y cristiano, cuya
cronología abarca desde el origen de la ciudad en el siglo X hasta el
siglo XV. Estos estudios han permitido, aunque de manera parcial y
limitada, aportar los primeros datos de interés sobre el estado de
salud y enfermedad de la población burrianense durante la Edad
Media.
Las tres series, a pesar de tener una importante afectación
tafonómica y bajos índices de conservación esquelética, han
aportado interesantes datos sobre las evidencias de patología ósea.
Sin embargo, los datos paleodemográficos han sido pobres o

593
Polo Cerdà et al.

inexistentes, y solo un incremento de la muestra permitirá efectuar


futuras valoraciones.
Entre los hallazgos de paleopatología podemos hablar de una
moderada frecuencia de fenómenos porosos relacionados con
procesos carenciales de índole nutricional (anemia) hasta en un
42,8% en las series de rito islámico y en menor frecuencia (16,42%)
en la serie de rito cristiano. Así mismo, el estudio de los restos
humanos ha puesto de manifiesto diversos casos de patología
infecciosa (tuberculosis pulmonar y treponematosis), con 6,14% en
la serie de rito cristiano y 13,6% en las series de rito islámico. Sin
embargo, la patología traumática es muy escasa y la tumoral o
neoplásica no se ha documentado en ninguna de las tres series.

Agradecimientos
A Vicente Palomar Macián, director del Museo Arqueológico de Segorbe
(Castellón), por la cesión de las figuras 9b y 9c. Gracias a la Fundación Luz
de las Imágenes de la Generalitat Valenciana se ha podido realizar el
estudio bioantropológico de la necrópolis de la Iglesia de El Salvador.

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