Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAPITULO II
LA CONSTITUCION
Derecho Constitucional.
Concepto de Constitución.
Una investigación que no fuere más allá de lo formal podría concluir aquí: todo Estado,
expresamente requiere la existencia de una normativa de disposiciones generales aplicables a
los fenómenos sociales mediante la amenaza del empleo de la fuerza-consentida o impuesta
- y como tal el "pacto tácito" que hemos indicado resultaría aceptado o soportado; el poder
desplegará su ejercicio encauzado en reglas formales, aún sin legitimidad originaria.
JOSE ANIBAL CAGNONI
Constitucionalismo.
Los Derechos individuales, civiles, están regulados desde 1934, en la Sección 11,
Capítulo 1; los políticos, en la Sección III; y los derechos sociales están contenidos en la
Sección II, Capítulo II de nuestra Constitución; el artículo 72 cuya importancia señalare-
mos, constituye el contenido exclusivo del Capítulo III de la Sección II. Mientras el resto
de la Carta estará dedicado a la organización y funcionamiento del Gobierno.
Mientras que las normas o disposiciones de relación regulan las situaciones jurídi-
cas en que un sujeto, o mejor, categorías abstractas de sujetos son investidos de un
derecho cuyo correlato es la existencia del deber jurídico correspondiente. Suele referir-
se al conjunto de estas disposiciones como la "parte dogmática" o la "parte programática"
de la Constitución.
Además otra razón más importante que la que se viene de precisar, conduce a
considerar con cautela aquel agrupamiento, básicamente exacto. Aparte de la no corres-
pondencia de los términos utilizados (dogma y programa), la calificación como ciertas
•ormas o disposiciones ''programáticas'" incluye otra acepción... En efecto. A la clasifi-
cación ( o distinción) entre disposiciones de relación y disposiciones de acción (y entre
estas de organización), atendiendo a su contenido temático - según quedó dicho - puede
añadirse una clasificación de las normas constitucionales entre disposiciones preceptivas
jdisposiciones pragmáticas, ahora en atención a su fuerza jurídica.
La disposición del artículo 51 es imperativa y está dirigida a los órganos del Esta- viola el precepto de la "just_
do, teniendo como temas regulados el control de las tarifas de servicios concedidos y la dándose en el principio de "
duración de las concesiones.
Respecto de los "re
Los artículos 58 a 65, incluidos al sancionar el texto en 1952, son propios del nuestra opinión, que la ""ade-
Estatuto del Funcionario, y serán tratados en su lugar pertinente. dad en tanto que la jubilac
trabajador, y luego con su re
Los artículos 52, inciso final, y 66, consagran disposiciones o normas precepti- nalidad entre los aportes ve
vas: el derecho subjetivo correlativo al deber jurídico del Estado, de no sancionar con exista actualmente - topes
prisión la situación de deudas; y el también derecho subjetivo, principio general de son la tercera, o la cuarta o!
defensa cuya titularidad corresponde a todos y no sólo a los funcionarios, de no ser "adecuados"y por ende la:
condenado sin ser oído.
No le es aplicable a
Justamente la tercera categoría de normas programáticas son las que presentan cumplimiento, (aunque, co-
realmente situaciones con la posibilidad de ser efectivas en orden a la consagración de nes del quehacer estatal - p
derechos, mientras que las otras son sólo invocaciones o proclamaciones bien intencio- exigir su desaplicación por
nadas. ró a la Carta de 1942, con e
de "preceptos".
De la tercera categoría son, por ejemplo las normas del artículo 57: marca al
legislador una actitud positiva, promover, acordar franquicias, a los sindicatos gremiales, Dígase, asimismo, q
de manera tal que si la ley que se dictare desalentara la creación de éstos estaría marcada livas que deben ser reglam
por una contradicción o violación de la disposición de la Carta; lo mismo en lo concer- ción suspensiva para su pu
niente al inciso final del mismo artículo: si la ley que se dictare en lugar de alentar el
ejercicio del derecho y consagrar la efectividad, pusiera trabas que hicieren inefectiva la Véanse como ejemp
proclamación, estaría contradiciendo la disposición de la Carta mas del artículo 59 "La Le
demás, esta norma recibe 1
Como se ha enseñado, las normas programáticas pueden ser instrumento hábil artículo 60, "La Ley creará
para juzgar sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad, en casos dados (Korzeniak). mos y Servicios Descentre
Y en este mismo orden de refiexiones parece acertado referir a otras dos disposi- Tampoco le son apl
ciones, como son la de los artículos 54, sobre la "justa remuneración", y 67, en su inciso que no son niprogramátic
primero, que viene desde la Carta de 1934, sobre los "retiros adecuados". artículo 65: "La Ley podrá
nes representativas de los
En ocasión anterior tuvimos oportunidad de examinar la primera de estas disposi-
ciones en un caso de la vida real: el Estatuto del Funcionario de un Ente Autónomo Si las normas o dis
comercial, de sanción por el Poder Ejecutivo, Reglamento Autónomo, (no Ley), - artícu- tres categorías en que al se
lo 63 de la Carta - establece que cuando un funcionario desempeña tareas de un Superior guido, con la única salved
para hacer efectivos los haberes superiores se requiere que, además de la atribución de categoría contradiciendo
las tareas, exista resolución expresa que consagre el crédito laboral, entendemos que, a la pasible de tacha de incon
vez, la razonable interpretación equipara el Reglamento Autónomo - como acto - regla a jurídicamente admisible o
la Ley - que menciona el texto - que lo es igualmente, y que por lo tanto en el caso se
EL DERECHO CONSTITUCIONAL URUGUAYO
Dígase, asimismo, que tampoco se puede aplicar el artículo 332 a normas impera-
tivas que deben ser reglamentadas, la reglamentación constituye una verdadera condi-
ción suspensiva para su puesta en vigencia.
Tampoco le son aplicables las fuentes integrativas del artículo 332 a otras normas
que no son ni programáticas, ni imperativas condicionadas, como que son facultativas:
artículo 65: "La Ley podrá autorizar que en los entes Eutónomos se constituyan comisio-
nes representativas de los personales respectivos...." Idem, artículo 207.
Así, se ha postulado que la conducta omisiva del Estado le hace incurso en res-
ponsabilidad, y que en tal supuesto, si puede esgrimirse la ocurrencia de un daño por la
inercia parlamentaria o estatal al deber impuesto por una norma o disposición programática,
podría exigirse la reparación patrimonial {Ongay Tartagliay Sobrino Carballo)
Artículo 332.
El texto del artículo 332 fue incorporado con el número 282, en 1942.
Las fuentes a las que debe recurrir el administrador o el juez-según los casos-
son los fundamentos de la reglamentación vigente para casos que sean análogos a los
casos amparados por el precepto constitucional no reglamentado (mejor que los funda-
mentos de "leyes análogas" porque no hay analogía entre una reglamentación que existe
y otra que no, y en todo sentido los análogos son los casos); los principios generales del
derecho que sí son una fuente integrativa de la propia Constitución, como que están
recibidos expresamente por el artículo 72 como inherentes a la personalidad humana o
emergente de la forma republicana de gobierno; y a las doctrinas que son generalmente
admitidas dentro del espacio cultural en que está inserto el ordenamientojurídico nacio-
nal.
EL DERECHO CONSTITUCIONAL URUGUAYO 23
Preámbulo.
Entre los cuatro Estados del Tratado del Mercosur tiene Preámbulo - respectiva-
mente - las Constituciones argentina (1853, con reformas en 1994), brasileña (1988) y
paraguaya (1992); sólo carece de Preámbulo nuestra Constitución de 1967: el único
texto constitucional patrio precedido de él (y asimismo, seguido de un Manifiesto, a la
vez historia y comentario) fue el de 1830.
Bolivia, (1967) y Chile (1980, con reformas en 1989,1991 y 2005) como nuestra
Constitución, carecen de Preámbulo.
24 JOSE ANIBAL CAGNONI EL DERECHO CONSTITUCIONAL UR
Una futura posible depuración del texto de estas Disposiciones permitiría se-
parar las transitorias de las especiales y proceder a eliminar aquellas que se han extingui-
do por cumplimiento.
Esta última posibilidad admite, a su vez. otra variante: el órgano legislador común, a
fin de sancionar textos constitucionales debe ajustarse a un proceso específico, no al pro-
ceso común.
Y para apreciar cuál debe ser la materia con valor y fuerza de Constitución, histó-
ricamente se hace utilización del principio axiológico dado por la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, en su artículo 16: la materia constitucio-
nal es la proclamación de los derechos fundamentales de la persona y la regulación de la
organización gubernamental y de su funcionamiento.
Si se admite, como admitimos, que la vida del Estado uruguayo nace con la
Declaratoria de la Florida de 25 de Agosto de 1825, la Sala o Junta de Representantes que
actuó hasta 1828, y si examinamos los actos que dictó, advertimos que de acuerdo a las
materias o contenidos regulados, unos actos refieren a los derechos de las personas y a
la organización y funcionamientos gubernamental, o sea, son materia constitucional; y
otros corresponden a la regulación propia de la ley ordinaria.
Sin embargo, y a partir de la Carta de 1934, y luego en forma cada vez más
acusada, se produce un fenómeno que tiene dos lecturas: una cuantitativa (Paulatinamen-
te hasta la actual Constitución se alcanza y se excede el doble en el número de artículos
de la primera Carta codificada, 1830) sin contar con las Disposiciones Transitorias y
Especiales); mientras que cualitativamente se desdibuja el contenido material señalado.
En efecto. Con frecuencia mayor cada vez que se reforma la Carta o, asimismo,
se incorporan reformas a la misma, se regulan materias más propias de la Ley que de ella,
y se produce la circunstancia de mezclar de manera heterogénea disposiciones sobre
Derechos Humanos y Organización del Gobierno, con otras que deben ser reguladas por
la Ley Ordinaria.