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Descripciones y Normatividad de un

Modelo Económico

Los modelos económicos


son herramientas que permiten
simplificar la relación entre variables
que explican el funcionamiento de la
economía, o bien de una parte de ella.
Son indispensables para estudiar
fenómenos que de por sí son muy
complejos, enfocándose exclusivamente
en las variables de mayor relevancia y
simplificando de forma considerable el
análisis.
Usos que tienen los modelos económicos
Como bien dice su definición, su principal
función es reducir las variables que
afectan a un proceso económico a las más
relevantes, facilitando el estudio y
permitiendo su aplicación a casos
potencialmente reales. Si a la hora de
estudiar cualquier fenómeno económico
se incluyen todas las variables que afectan
o pueden llegar a afectar a su
integridad, es prácticamente imposible
realizar el análisis, ya que la
complejidad y el volumen de
información serían inviables.
Precisamente para evitar estos
inconvenientes se utilizan los modelos
económicos, a los cuales podemos atribuir
los siguientes usos:
1. Diseñar las políticas económicas
de un país. Permiten a los Estados
elaborar sus políticas económicas a
través de modelos que se basan en
variables como inflación, tipos de
cambio, etc.
2. Predecir los posibles futuros
cambios de comportamiento en las
variables. Gracias a análisis
continuados sobre ciertos fenómenos
económicos, se puede estimar cómo
van a cambiar las variables
económicas y en qué condiciones lo
harán.
3. Identificar posibles fenómenos o
situaciones particulares. Los
modelos económicos permiten a los
economistas estudiar la situación
económica de cada país, por lo que
podrán analizar su desarrollo para
diagnosticar cualquier posible
fenómeno de gran impacto (por
ejemplo, recesiones económicas).
La recesión económica es la fase
del ciclo económico en la que la
actividad económica se reduce,
disminuye el consumo y la inversión
y aumenta el desempleo.
4. Entender cómo y por qué se
relacionan las variables
económicas. Gracias a los distintos
modelos y sus diversas aplicaciones
en cada campo de la economía, se
puede estudiar cómo se relacionan las
variables entre ellas y qué resultados
tendrá hacerlo entre unas y otras.
Clases de modelos económicos
A la hora de clasificar los modelos
económicos, podemos distinguir entre dos
tipos: macroeconómicos y
microeconómicos.
Modelos macroeconómicos
Se centran en estudiar variables o
fenómenos que afectan conjuntamente
a la situación económica y financiera de
un país, como la balanza de pagos, el
nivel de inflación, las exportaciones e
importaciones, etc. Son utilizados para
diagnosticar la economía de la nación en
conjunto, y pueden ser determinantes a la
hora de fijar políticas monetarias y
fiscales, o en la toma de importantes
decisiones para el desarrollo del propio
país.
Modelos microeconómicos
Su estudio se centra en casos mucho más
específicos que los macros, enfocando su
estudio en los agentes individuales de la
economía (empresas, inversores, clientes,
entre otros). A través de modelos como el
de oferta y demanda, tiene en cuenta
elementos básicos como los precios, la
demanda y oferta de bienes y los
mercados.

Ventajas e inconvenientes del uso de


modelos económicos
Dentro de la parte positiva, podemos
destacar que los modelos permiten
facilitar la comprensión de fenómenos o
procesos económicos extremadamente
complejos. Hay muchos factores cuyas
relaciones pueden suponer estas
complicaciones, como pueden ser la
escasez de recursos, las barreras y
normativas legales o las restricciones
medioambientales. Todos estos aspectos
pueden hacer que los fenómenos
económicos se conviertan en imposibles
de estudiar en su totalidad, ya que
implicaría tomar en cuenta demasiadas
variables a la vez.
Tenemos que recordar que estamos frente
a modelos que simplifican la realidad, por
lo que hay que hacer una selección
precisa de los factores y aspectos que se
van a tener en cuenta. Cada modelo
estudia uno o varios conceptos
económicos y, dependiendo de la
naturaleza de esos conceptos, necesitarán
ser analizados con unas u otras variables.
En este apartado entra la parte negativa de
los modelos económicos, ya que no
siempre se consigue seleccionar la
información precisa que garantice un
estudio completo de la situación. Al
simplificar la realidad se están obviando o
reduciendo la importancia de muchas
variables, y puede que esos aspectos que
se hayan simplificado sean relevantes
para nuestro estudio, por lo que se pueden
llegar a producir conclusiones erróneas o
incompletas.
Modelos económicos actuales
El paso del tiempo ha hecho que surjan
diferentes modelos económicos, pero es
cierto que no todos siguen utilizándose
tan a menudo. En la actualidad, los
modelos más utilizados son los siguientes:
 Modelo capitalista. Se fundamenta en
la propiedad privada y no pública,
donde el mercado asigna los recursos
y el capital se encarga de generar
riqueza. Promueve la búsqueda del
beneficio y la competencia en los
mercados.
Modelo socialista. Se considera
contrario al capitalismo, basándose en
la defensa de la propiedad pública
frente a la privada. Defiende el
reparto igualitario de la riqueza, la
planificación de las economías y la
búsqueda de la justicia social.
Economías mixtas. Es el sistema más
utilizado, en el que se combinan los
dos anteriores: sector privado y sector
público. La oferta y la demanda
definen el mercado, mientras el
Estado tiene un carácter corrector a la
hora de cubrir fallas en el mercado y
aplicar impuestos y subvenciones.
Los modelos económicos son una gran
herramienta para comprender, de
manera sencilla, el funcionamiento de
una economía o un mercado, ya que
permiten, en muchos casos, simplificar
con precisión las variables más
importantes que determinan los procesos
y fenómenos que pueden ocurrir en el
desarrollo de las economías.

La racionalidad económica
De manera reiterativa, monótona y sin
mayor creatividad se cuestiona la
racionalidad económica subyacente en el
modelo económico neoclásico. Nos
referimos al modelo neoclásico en tanto
no existe otro modelo económico; más
aún, todos los economistas, desde Joseph
Stiglitz, pasando por Amartya Sen, hasta
Robert Lucas, son tributarios del mismo.
Todos ellos, sin excepción, basan su
análisis económico en el hecho de que las
relaciones económicas responden a la
necesidad de obtener ventajas mutuas de
los intercambios, los mismos que
responden a un actuar racional por
obtener la mayor ganancia posible.
Para que los agentes puedan lograr sus
objetivos en estos intercambios y lograr,
de esta manera, elevar su bienestar, es
necesaria la existencia de un conjunto de
oportunidades que relacione la ganancia
esperada con el esfuerzo realizado, es
decir, un ambiente económico basado en
la certidumbre de las instituciones, el
sometimiento a las leyes, la garantía de la
propiedad, el respeto de los contratos y,
fundamentalmente, la preservación del
principio de libre elección por parte de los
individuos.

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